Identidad reConstruida - Panenka

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30 Nov 2013 ... Rafa Jiménez. Jorge Nazar .... el lado futbolero de Iker Jiménez, que nos traslada con sus recuerdos ...... en este camposanto y Jorge Griffa me.
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Precio: 5 €

Identidad reConstruida El AtlétiCo se engancha a su historia

Charla con Marcos Senna // 'Momentos Bergkamp' // Transnistria, fútbol hermético

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Real Madrid

Manchester United

El título “Real” fue concedido al club en 1920. Nuestros usuarios podrán disfrutar del espíritu de este legendario equipo participando en los encuentros con sus ídolos o en sus visitas al palco de bwin del Santiago Bernabéu. ¡Nuestros socios son también los tuyos!

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Editorial

El MacGuffin del Atlético

A

lfred Hitchcock, que fue quien acuñó el término, decía que un MacGuffin era aquel elemento que permitía que la trama y los personajes de una película avanzasen aunque el elemento como tal no tuviera nada que ver con el relato principal. Un hilo argumental que, en el fondo, no tiene relación con el argumento. Quizá algún ejemplo ayude a clarificar el concepto. En el inicio de Grease, Sandy llega al instituto de Danny porque, de golpe y porrazo, su familia, que debía irse a vivir a Australia, ha decidido quedarse en Estados Unidos. ¿Por qué? Nadie lo sabe. ¿Importa? Pues no, pero es el pretexto argumental que justifica tanto la película como el acento australiano de Olivia Newton-John. En la más reciente Las brujas de Zugarramurdi, los infelices protagonistas acaban topándose con un ejército de hechiceras en un recóndito bosque de Euskadi cuando huyen de un atraco en el que han robado 25.000 anillos de oro. De golpe, el botín deja de ser algo trascendental en la trama y, en vez de joyas, podrían haber sido billetes o riñones que la película hubiera funcionado igual de bien (o de mal). Vienen a cuento tantas divagaciones sobre el celuloide porque difícilmente exista un club en España tan cinéfilo como el Atlético de Madrid. A una lista de célebres directores como José Luis Garci, David Trueba o Fernando León de Aranoa, se une la figura del presidente Enrique Cerezo, el productor que no encontró mejor manera de romper la maldición liguera ante el Real Madrid, y de promocionar de paso el último film de Álex de la Iglesia, que llevarse a toda la plantilla al estreno de Las brujas de Zugarramurdi dos días antes de la reciente victoria en el Bernabéu. Por no hablar de los memorables spots engendrados por la agencia publicitaria Sra. Rushmore, los que eligieron para su logo el entrañable rostro de Dody Goodman, la señorita Blanche, secretaria del instituto Rydell de Grease.

En uno de los primeros de esa serie de míticos anuncios promocionales se lanzó la pregunta existencial que explica el universo rojiblanco. ¿Por qué somos del Atleti? Para la cuestión no existía hasta hace poco una respuesta consensuada. Ni los propios interesados eran capaces de encontrar un argumento común. El Atleti era una actitud vital, una herencia, una terapia, un ejercicio de fidelidad, un vicio masoquista... Un intangible emocional en el que el fútbol funcionaba como truco, como engaño, como excusa... como MacGuffin. Ahora, con Simeone, el enigma ha dejado de ser tal. Cualquier aficionado colchonero es capaz de recitar del tirón una ristra de conceptos que le unen con su compañero de asiento en el Calderón o con el aficionado atlético más remoto. Orgullo, sacrifico, equipo, fe... ¿Y como MacGuffin? Ningún atlético necesita ahora hablar de un MacGuffin.

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Panenka El fútbol que se lee

Staff Coordinador Aitor Lagunas

Redactor jefe César Sánchez Dirección de arte y maquetación Marta Vilches Edición gráfica Alberto Estévez Consejo de redacción Roger Xuriach Rafa Jiménez Jorge Nazar Javier Giraldo Francisco Ávila Toni Padilla Àxel Torres Andrea de Pauli Sid Lowe Vicent Chilet Chema Erre Carlos Salgado

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Fe de erratas

Edita Belgrado 76 S.L. Trav. de Gràcia, 264, Entlo 2ª. 08025 -Barcelona [email protected] [email protected] www.panenka.org facebook.com/proyectopanenka twitter.com/proyectopanenka Publicidad Àlex López Vendrell David Galbete Fotografía de portada Alberto Estévez y Marta Vilches Correctores lingüísticos Jordi Anglès Redactores web Alena Arregui Marcel Beltran Jorge Espinós Lara Grau Víctor Guerrero

Suscripciones Ad-Lante Marketing SL Impreso en Zaragoza Calidad Gráfica Enero de 2013 Depósito legal: B. 13528-2013 Cubiertas: Cyclus offset, 250 gr. Páginas interiores: Cyclus offset, 90gr. © Belgrado 76 S.L. Panenka no se hace responsable de las opiniones vertidas, derramadas o evacuadas por los colaboradores en sus artículos. Reservados todos los derechos (si queda alguno). Prohibida su reproducción, edición o transmisión total o parcial por cualquier medio y en cualquier soporte sin la autorización de Belgrado 76 S.L. Aunque nuestra ruina no dependerá de un par de fotocopias. El punto y final del #Panenka24 se escribió el 31 de octubre. Para compensar la artifical locura de Halloween, elegimos la compañía de un tío tan auténtico como Sabina. Su Barbi Superstar sigue siendo una delicia, más todavía porque el Atleti no ha bajado a Segunda.

Los cómplices del #24

Belgrado 76 S.L. es propiedad de los trabajadores de Panenka.

En el pasado #23 de Panenka, en el artículo dedicado al Compostela se hablaba del 'Tato' Abadía como entrenador del CD Logroñés. Ese club ya no existe desde enero de 2009, ahora se llama SD Logroñés. Además, en el artículo dedicado a Sergio Busquets y Badia del Vallès, la palabra bedel se escribió con v en vez de con b.

Cultura redonda Porteño, historiador y periodista, su universo tiene bigote, gafas de pasta y forma esférica.

Anagrama rojiblanco Soñador empedernido, reputado analista colchonero y de misterioso alias. Peculiar, como el Atleti.

El hacha más afilada Cuando ecribe desde su rincón en Eurosport no queda mucho más que leer, disfrutar y aplaudir.

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Sumario

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08 Quien avisa...

Al estilo de los carteles que te alertan de si el suelo está recién fregado, en Stamford Bridge avisan de que vuelan balones por el estadio. Un detallazo.

11 A Bote Pronto

Manolo Escobar, que falleció a finales de octubre y que nunca ocultó su amor por el fútbol, tiene hueco en el ABP. Y es que como él decía, goles son amores.

24 Dossier: Porque somos del Atleti Sentimiento incuestionable

Más de 110 años de vida contemplan al Atleti. Un club que deja huella en sus hinchas, habituados a sufrir y a disfrutar a partes iguales.

34 Dossier: Porque somos del Atleti Entrevista a Gabi

Gabriel Fernández Arenas, o simplemente Gabi. De canterano a capitán con apenas 30 años. Puro sentimiento rojiblanco.

42 Dossier: Porque somos del Atleti Tsunami Gil y Gil

Jesús Gil y Gil murió hace siete años, pero su nombre siempre se asociará, para lo bueno o para lo malo, con el Atleti. Repaso a sus greatest hits.

44 Dossier: Porque somos del Atleti Milonga rojiblanca

Primavera de 1975. El Atlético aprovechó la renuncia del Bayern para ganar la Intercontinental ante Independiente. Así fue el viaje a Argentina.

48 Dossier: Porque somos del Atleti De Pupas a Campeón

En el césped o en el banquillo, Simeone siempre se ha dejado la piel por el Atleti. Gracias a él, Pupas ya no es una palabra de moda en el Calderón.

52 Entrevista a Marcos Senna

Antes que Diego Costa, otros brasileños prefirieron jugar con España. Fue el caso de Senna, que se ha ido a Nueva York siguiendo los pasos de Pelé.

58 Tiraspol mira a Europa

Transnistria, ignorada internacionalmente tras proclamar su independencia de Moldavia, busca otro tipo de reconocimiento a través del Sheriff.

Sumario

64 Maldita ignorancia

Pocas celebraciones de un gol han dado tanto que hablar. El saludo nazi de Giorgios Katadis aún le persigue, incluso ahora que ha emigrado a Italia.

68 Un kamikaze en traje

Paco Jémez, impecable en su vestimenta y en sus convicciones, valores que han dotado al Rayo Vallecano de una personalidad genuina.

74 El buen amigo

No todo en la vida es fútbol. Faustino Asprilla nunca olvidó sus orígenes y una amistad de la infancia... ni siquiera cuando estaba en lo más alto.

78 Nada es tan importante

De cómo un gol marcado o fallado puede mejorar o agravar una crisis existencial. Otra lección de filosofía futbolística de Axel Torres.

82 El oasis jordano

Jordania, acostumbrada a vivir rodeada del conflicto de países vecinos como Israel, Irak o Siria, sueña con entrar en su primer Mundial.

88 Con él se acabó el aburrimiento

El Arsenal se olvidó de los bostezos gracias a este rubio holandés con cara de ángel que hacía virguerías sobre el césped.

94 De diablo a dominico

Mujeres, dinero, fiestas... tópicos asociados al futbolista que ya forman parte del pasado de Phil Mulryine, que cambió la pelota por los hábitos.

98 El Delorean

El Milan de Arrigo Sacchi, considerado como uno de los mejores equipos de la historia, le debe mucho a una noche de niebla en Belgrado.

101 Cajón de Sócrates

Nos subimos a la nave del misterio para conocer el lado futbolero de Iker Jiménez, que nos traslada con sus recuerdos al fútbol de los años 80.

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Experiencia inmersiva en pantallas grandes

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AQUOS LED TV LC80LE857E

Foto de Clive Rose

Será por evitar demandas en caso de balonazos, por si algún día aterriza un marciano en Stamford Bridge o por el regreso del estilo Mourinho, pero en el Chelsea no son traidores.

Quien avisa... 9

Vidas diferentes Different lifestyle

Comidas diferentes Different food

RESTAURANTE NEGRO

RESTAURANTE AGUA

RESTAURANTE TRAGALUZ

Ambientes diferentes Different atmospheres

TRAGALUZ Pasaje de la Concepción 5 08008 Barcelona T +34 934 870 621

AGUA Paseo Marítimo de la Barceloneta, 30 08003 Barcelona T +34 932 251 272

NEGRO Diagonal, 640 bajos. 08017 Barcelona T +34 934 059 444

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La lupa

Por Carles

Viñas

ABP Feedback una tv de 50'' para la foto más bigotuda Sharp y Panenka buscan la foto más futbolera hasta el 15 de diciembre.

Dar las gracias a Panenka y Alena Arregui por dar a nuestra escuela y a al fútbol femenino un pequeño espacio.

@manulanzarote

¡Ojo que en Ebay venden número #00 de la revista Panenka!

@colussokukleta

¡Vamos que tener que pujar nosotros! Con la visita de Antonin, dos miembros de la redacción le cedieron su copia.

@jccordero

Vais arreglando los problemas de distribución, por lo menos aquí en Jerez.

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Para quien no le conozca, que bucee en la vida de Manu Lanzarote, con un corazón más grande que su zurda.

Estos mensajes son los que más felices nos hacen, aunque la distribución todavía tiene muchos puntos negros.

@pericogallo @tiberio82

Me he suscrito a vuestra publicación. Me ha llegado la revista, pero no la camiseta ofertada, ¿a qué se debe?

Los envíos de la revista y la camiseta con la oferta de suscripción de El Balonazo son por separado.

@ivanindetapia @jjSanchog

La nueva portada es esa portería donde todos quisimos marcar los goles. Recordarlo con la sonrisa de un niño.

@jorgeespinos

@Carlosssb

Gracias por seguir en el intento de jugarla bien entre renglones. Que la ferocidad mediática no os devore.

@firecodky03

Los miembros de la redacción marcamos muy pocos goles en esa portería y acabamos cambiando pluma por balón.

@ismael_dg

Nosotros no sabemos cuál es el sistema de juego ideal. Simplemente, sentido común y coherencia.

ABP Diego Mariño

"Soy el bicho raro de mi familia por ser futbolista" Texto de Roger Xuriach / @rogerxuriach

Has pasado media vida en Villarreal pero naciste en Galicia. ¿Cuál es el equipo de tu tierra? El Celta de Vigo. El año pasado sufrí por el ascenso del Villarreal y para que el Celta no descendiera. En el Real Valladolid, tu club, triunfó Asenjo, que ahora es portero del Villarreal. Ambos además sois ex sub21. Pues a pesar de tener vidas cruzadas no tengo relación con él. Será el destino... Ahora que está de moda, ¿te has planteado escoger una nueva selección visto el tapón que ha hecho De Gea con tu carrera? (Risas) Ni me lo he planteado. Tampoco el jugar en la Absoluta. Hay demasiado nivel hoy en día, con los porteros que ya están y los que vienen por detrás, como David. Tú siempre has sido de Casillas... Ha sido mi espejo. Por cómo ha llegado a lo más alto y todo lo que ha logrado después. Pero, siendo objetivos, creo que el nivel de Valdés este año es espectacular. ¿Cuál es el recuerdo más grato que te llevas como internacional? El Mundial sub 17, en el que quedamos subcampeones; el segundo título Europeo sub 21, en Israel. Y la experiencia de los JJOO. Imagino que por el ambiente en la Villa Olímpica... Fue brutal. Intenté sacarme fotografías con todos los atletas conocidos. Al final se me resistieron Phelps y Usain Bolt, ¡no salían de sus habitaciones! A nivel de compañeros, ¿cuál es el jugador más canalla de la sub 21? Muniain, con diferencia, es el que más destaca en este aspecto. En el otro lado de la balanza, David De Gea es el más reservado, el más suyo. ¿Por qué no eres portero de balonmano? (Risas) ¡Porque he sido el bicho raro de mi familia! Mi padre jugaba a handball, luego fue entrenador y mi hermano también lo practica ahora. A mí me dio por el fútbol.... Como mínimo, te gustará... Por supuesto, lo he 'mamado' desde pequeño. Me gusta ver la Liga ASOBAL y de hecho ya me hecho socio del Cuatro Rayas Valladolid.

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ABP PC Fútbol Liga Trivia

Texto de Roger Xuriach / @rogerxuriach

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La noticia fue recibida con expectación. La compañía Korner Entertainment anunciaba la compra de los derechos de PC Fútbol y para muchos fans eso suponía el regreso del simulador de mánager más popular de España. Desde el cierre de Dinamic Multimedia en 2001, estos derechos habían acabado en manos de Planeta DeAgostini, quien a través del estudio de desarrollo Gaelco se había propuesto dar continuidad a la saga. Pero unas ediciones después, en 2007 Gaelco también entraba en quiebra así que los derechos volvían a quedarse huérfanos. Korner Entertainment, en 2009, prometía mediante un sorprendente anuncio recuperar la esencia de los primeros títulos, haciendo especial hincapié en la publicación, a principios de 2010, de un nuevo PC Fútbol. Pero cuál fue la sorpresa al descubrir que este nuevo título sería, en realidad, un Trivial futbolístico. De la euforia inicial se pasó a la decepción. En realidad, PC Fútbol Liga Trivia no fue (ni es) un mal juego. Bajo el paraguas comercial del mánager que sorprendió al mundo en 1992, este videojuego, lanzado únicamente para PC, pretendía poner a prueba los conocimientos futbolísticos de los seguidores españoles. Con un total de 10.000 preguntas y más de 5.000 fotografías, la propuesta jugable consistía en acertar en cuestiones que iban desde la historia de este deporte a la estadística, pasando por datos más específicos como las nacionalidades de jugadores o fechas señaladas de clubes de todo el planeta. Un amplio abanico de categorías con una dificultad ascendente. Aunque al final el Modo Quiz era el más intuitivo, PC Fútbol Liga Trivia también permitía disputar partidos en tiempo no real. Es decir, cada respuesta acertada equivalía a una asistencia o un gol. El título supo a poco a los más puristas pero como mínimo dejó para la posteridad una de las mayores enciclopedias futbolísticas en español publicadas en nuestro país. Sólo apta para enfermos del balón.

Korner Entertainment, 2009.

Adnan Jannuzaj tiene más donde elegir que un hincha del Getafe buscando asiento en el Coliseum. Hasta seis selecciones (Albania, Kosovo, Serbia, Turquía, Bélgica e Inglaterra) se rifan a la perla del United.

Quién sí se ha deci-

dido es Diego Costa, que jugará con España. Los defensas de La Roja, asustados. De padecerlo en un choque puntual a hacerlo en cada entrenamiento.

ABP GSE Stadium,

un derbi en el exilio

Texto de Aitor Lagunas / @aitorlagunas

Cuando, a finales de este mes de noviembre, tenga lugar una nueva edición del derbi de Famagusta pocas cosas habrán cambiado. El Anorthosis, probablemente líder, seguirá representando a los greco-chipriotas de derechas mientras el Nea Salamina agrupa a los de izquierdas desde la mitad de la tabla. Pero además, como cada vez que se encuentran desde 1974, estos dos equipos se verán las caras en el exilio. Tras la invasión de la parte norte de la isla por el Ejército Turco -y su proclamación de una independencia ignorada internacionalmente-, los greco-chipriotas vaciaron las ciudades septentrionales. Algunos no se llevaron ni los muebles, pero en cambio

no se olvidaron de sus clubes de fútbol: así, Anorthosis y Nea Salamina juegan desde hace 39 años en Larnaca, a 40 kilómetros al sur de su Famagusta originaria. Entre ambas ciudades, la frontera separa las dos repúblicas de Chipre. A comienzos de los 70, Famagusta suponía un exótico destino de sol y playa, algo así como un Montecarlo de bolsillo y aroma a gyros. Elizabeth Taylor y Richard Burton pasearon su amor etílico por la cosmopolita Avenida Kennedy hasta que los turcos decidieron hacer lo mismo con sus carros de combate. Entonces la ciudad tenía 70.000 habitantes, la mitad grecochipriotas. Hoy apenas suman 39.000, casi todos 'repobladores' procedentes

de la Turquía continental. Famagusta va renaciendo pero el viejo distrito turístico, Varosha, se mantiene cerrado a cal y canto por orden del Ejército. Supone una ciudad fantasma con -sí, amigos- su correspondiente campo de fútbol esquelético. Los chalets crepitan al sol, los rascacielos de los hoteles dejan caer sus ladrillos al mar, de los chiringuitos nacen arbustos. Y el estadio GSE, antiguo hogar de Anorthosis y Nea Salamina, va borrando sus límites harto de batallar contra la naturaleza. En los años 50, varios miles de famagustanos se citaban en él para ventilar su rivalidad futbolística -o sea, política-. Hoy, el recuerdo de los goles, como el de las cogorzas de Richard Burton, se pudre en esta especie de Torrevieja envasada al vacío en pleno desarrollismo setentero. Por las grietas de la Avenida Kennedy ya no pasea Elizabeth Taylor; sólo alguna tortuga extraviada tras desovar en la playa desierta.

Varosha fue en su día un distrito turístico. Hoy los rayos de sol iluminan un estadio GSE en el que los matojos le han ganado la batalla a las gradas.

Al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, se le fue la pinza, ofendiendo a una de las estrellas más valoradas de Madrid. ¡Mira que permitir que entre los diez candidatos a mejor entrenador del año no esté el Cholo Simeone!

Los

menores de ocho años ya no podrán acceder sin entrada al Camp Nou. Una decisión acorde con el juego del Barça esta temporada: se acabó la magia.

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ABP Traperinho

o/@ nasi Traper Texto de Ig

Roman Golobart

Hijo de apellido ilustre en el Espanyol, y segundo debutante más joven de la historia del mítico CE Europa, este emigrante del fútbol estatal ya ha jugado en el Wigan, Inverness o, actualmente, en el Colonia. Su sueño, jugar en el Espanyol como su padre. ¿Que si es posible un futbolista cuyas preocupaciones vitales vayan más allá del balón, y tenga un gusto musical ecléctico y deliciosamente exquisito? Pues claro; que ya os he dicho que salió del Europa, y aquí a nuestros futbolistas también los educamos, malandrines…

Chicharito Javier 'Chicharito' Hernández Gran fiesta de Halloween en el McDonalds de Manchester. ¡Me disfracé de Obama con una gorra de los NY Yankees! ¡Viva Estados Unidos, cabrones! #DeIslandiaAlMundial

USAltidore Jozi Altidore Por favor, Javier. ¡Pero si el protagonista de Homeland es más patriota que tú! Por cierto, aún no me llegaron las cajas de frijoles y aguacates a Sunderland. ¿Todo en orden?

Martinelli Ricardo Martinelli (presidente de Panamá) @chicharito @USAltidore USA y Mexico, compinchadas y nosotros sin repechaje. La nación está más ofendida que cuando aquella empresa española registró 'Panama Jack'.

Agger Daniel Agger

X RADIOHEAD ‘High And Dry’ (‘The Bends’)

X TWO GALLANTS ‘Trembling Of The Rose’

@Martinelli Aquí en Dinamarca fuimos los peores segundos de grupo. Italia, ya clasificada, se aplicó para dejarnos sin WC. Desde el interés del Barça no recuerdo farsa igual.

X SUPERTRAMP ‘Anoher Man’s Woman’

Buffon Gianluigi Buffon

X ROBERT JOHNSON ‘Me And The Devil Blues’

@Agger ¿Ya no te acuerdas de aquella Euro 2004, Daniel? Dinamarca y Suecia empatando para eliminarnos del torneo. Yo al menos disimulé con los dos goles de @Bendtner...

X EARL WILD ‘Die Lorelei’

Bendtner Nicklas Bendtner

X GRINDERMAN ‘Palaces Of Montezuma’

Siempre acabo pillando... ¡Hasta con ex compañeros de equipo, como @Buffon! Ni con mi nuevo look de samurai me hago respetar. Maldito pijo de Giroud, mimado de Wenger...

X KINGS OF LEON ‘Rock City’

Gyan Asamoah Gyan (jugador de Ghana)

X THE KINKS ‘Mirror Of Love’

¡6-1 a la selección de Egipto! Se hincha a Copas África pero cuando toca Mundial se queda + seca que aquellos 100 soldados romanos q fueron a visitar una noche a Cleopatra...

X PINK FLOYD ‘Echoes’

BobBradley Robert Bradley (seleccionador de Egipto)

X LLUÍS LLACH ‘Que Tinguem Sort’

@Gyan @Chicharito @Altidore Prefiero caer de rodillas con la selección de Egipto que ver a mi ex selección de Estados Unidos salvarle el culo a los chicanos. #ClubDelRifle

(‘Two Gallants’)

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gerxuriach

riach / @ro

ger Xu Texto de Ro

(‘Crisis? What Crisis?’)

(‘The Reamarkable Robert Johnson’ (‘The 1985 Sessions’) (‘Grinderman 2’)

(‘Mechanical Bull’) (‘Picture Of You’) (‘Meddle’)

(‘I Si Canto Trist')

El Real Zaragoza ha optado por la Plaza del Pilar para realizar la foto oficial de la temporada. Si cada club español hiciera lo propio en el lugar más visitado de su ciudad, los carteristas podrían jubilarse en un día de trabajo. Diego A. Maradona celebró su 53 aniversario atizando a diestro y siniestro. A Bilardo, a Boca, a su ex yerno, el 'Kun' Agüero... Cierto, no hay noticia.

ABP Manolo Escobar

Pequeño homenaje al cantante, actor y presentador que encabeza este rondo. Un apasionado del fútbol que tuvo el privilegio de ver a España campeona del Mundo. Y más aún, ser protagonista de los festejos, cantando con los jugadores el Que Viva España.

Marlon Brando

Norton tiene el honor de haber participado en The Score, la última película que hizo el hombre que inmortalizó a Vito Corleone. Quizás en el Museo de Cera de Benidorm está la peor figura representativa de Brando (foto). Un dato friki sobre la localidad alicantina, donde falleció el gran Manolo Escobar.

Edward Norton

Pilar Rubio

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Uno de los primeros que fue a por Manolo Escobar para el manteo en aquella ocasión fue Sergio Ramos. Y esta presentadora es la novia del defensa madridista. O el central (o mediocentro, ahora) es el novio de ella. Depende del cristal con que se mire.

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El listón que dejó Phil Jackson en los Lakers es brutal, tanto como algunos de los mitos que le acompañan. Por ejemplo, aquel en el que mostró, en los playoff del 2000, a sus jugadores las imágenes de Edward Norton en American History X.

Nazar Por Jorge zar a en rg @jo

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Uno de los grandes jugadores de la historia del baloncesto español e hijo predilecto de Torrejón de Ardoz, la misma localidad donde nació Pilar Rubio. El campeón del mundo del 2006 paseó su básquet por España, Italia, la NBA y Rusia, pero nunca se olvidó de su querido Atlético de Madrid.

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4 Mike d'Antoni

Garbajosa estuvo en el Benetton Treviso bajo el mando de este italonorteamericano, hoy entrenador de Los Angeles Lakers. Mike fue el mejor coach de la NBA en 2005 con los Suns y antes estuvo en los Nicks. Hoy intenta revivir a los Lakers.

En su autobiografía, Alex Ferguson acusa de falta de compromiso a Beckham, Roy Keane y Van Nisterloy y llama 'gordo' a Bosnick, uno de sus segundos porteros. No se descarta que el Tribunal de Estrasburgo entre de oficio. A quien no tuvo tiempo de atizar es a Zaha. Este capítulo se lo cede a Moyes que, al parecer, pilló a su hija con el costamarfileño repasando la táctica...

Jorge Garbajosa

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ABP i_Padilla dilla @Ton

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¿Cuánto quieres pagar por ver a tu equipo? 18

La idea salió de los despachos del club hace poco más de un año: ¿por qué no ofrecer a la gente que pague lo que quiera? Mark Devlin, director ejecutivo del Brentford FC, de la Football League One (el tercer escalón del fútbol inglés), estaba convencido de que la idea podría llegar a salir bien. El 'Pay what you can' se puso en marcha el año pasado y este año vuelve a Griffin Park: se aplica a un partido concreto (ante el Shrewsbury, en este caso) y el precio mínimo es una libra. Si los aficionados pagan cinco o más, la mitad de ese dinero va destinada a una ONG. El club es un histórico del Gran Londres: nació en 1889 como 'hijo' del Club de Remo de Brentford, que buscaba un deporte para que sus muchachos no estuviesen parados en invierno: ¿fútbol o rugby? Votaron los socios y el fútbol ganó por los pelos. El apodo, las abejas (The Bees), se gestó de una forma curiosa, en los primeros años, gracias a los cánticos de los amigos de un jugador llamado Joe Gettins: 'Back up B's!', por la inicial del Brentford, y los cronistas confundieron la 'B' con la palabra 'bee'. Y hasta hoy: las abejas forman parte del escudo del club, que también cuenta con su toque hispano: Javi Venta vive en Griffin Park su aventura británica. Como una abeja nueva más. Ciudad: Brentford, Londres Estadio: Griffin Park, 12.400 espectadores. Web: www.brentfordfc.co.uk

Busby,

el escocés que provocó el llanto de todo el Reino Unido

En 1958, Sir Matt Busby burló la muerte cuando el avión en el que viajaba el Manchester United se estrelló en Munich. Muchos de sus jugadores fallecieron, pero este escocés serio e irreductible salió con vida y no se rindió. No paró hasta ganar la primera Copa de Europa del fútbol inglés, en 1968. Murió en 1994, mientras disfrutaba de los buenos años del United entrenado por Alex Ferguson, escocés como él. Millones de personas le rindieron honores en las calles. Sus mejores jugadores, como George Best (norirlandés), Boby Charlton (inglés) y Dennis Law (escocés), lloraron. Y un gaitero tocó una marcha fúnebre en Old Trafford antes de un partido contra el Everton. Incluso Alex Ferguson lloró.

Héroe: Sir Matt Busby. Tumba: Busby fue enterrado después que su esposa, Jean Busby, así que el nombre de su mujer figura en primer lugar. La modesta lápida no tiene ningún detalle que le recuerde. Cementerio: Southern Cemetery, Chorlton-Cum-Hardy. Manchester ¿Cómo llegar? Tomando el tren en Oxford Road, en Manchester, se tarda 25 minutos hasta la estación de Withington. El cementerio está al lado, aunque hay que dar la vuelta hasta Barlow Moor Road. Busby está en la tumba G997, en la sección católica.

Muñiz Fernández volvió tras ser 'apartado' por sus nefastas actuaciones a favor de Barça y Real Madrid. Reapareció pitando un penalti fuera del área y concediendo un gol con la mano. Si la nevera no vvfunciona, habrá que tirar la comida, ¿no?

Rami ya es del Milan. Junto a Mexes pueden formar la pa-

reja de futbolistas que más pinta de actores porno tienen de toda Europa.

ABP lenarregui

rregui / @a

na A Texto de Ale

La lesión es el peor enemigo del futbolista. Aunque intenten prevenirse, éstas pueden llegar en el momento más insospechado y en el lugar aparentemente más seguro. Aquí va una recopilación de las maneras más curiosas, dramáticas y absurdas de lesionarse. Algunas de ellas salieron caras a los que las padecieron, ya que llegaron en el día menos oportuno. Otras, se quedaron en un pequeño susto a pesar de la ridícula forma en la que se produjeron. Y en más de una ocasión debió doler más la vergüenza a la hora de contar lo sucedido que el malestar físico en cuestión.

Dentro del campo

La euforia del goleador

2013 - Maurides: El joven delantero del Inter de Porto Alegre estaba tan contento de anotar su primer gol con el primer equipo que quiso celebrarlo haciendo un mortal. Ejecutó tan mal la caída que se rompió el ligamento cruzado.

1999 - David Batty: El mítico jugador de Blackburn Rovers y Newcastle estaba jugando con su hijo cuando el pequeño lo envistió con su triciclo. El resultado, tendón de Aquiles roto, varios meses sin jugar y adiós a la Euro 2000.

1995 - Carlos Busquets: El meta azulgrana se quemó con la plancha de la ropa al intentar evitar que ésta cayera sobre su hijo. Estuvo varias semanas de baja por quemaduras de segundo grado.

2002 - Santiago Cañizares: Un bote de colonia impidió al meta valencianista participar en la última cita internacional de su carrera. Cuando el tarro de cristal iba a caer al suelo, intentó controlarlo con el pie y se cortó el tendón.

1993 - Steve Morrow: El defensa del Arsenal quiso celebrar con su compañero Tony Adams la Copa de la Liga con un choque de hombros. No calcularon la fuerza de tal gesto y el primero cayó al suelo con la clavícula rota.

El príncipe Guillermo de Inglaterra ha anunciado que su hijo Jorge será hincha del Aston Villa. Una pena que a los jovenzuelos de la Casa Real española no les 'tire' el fútbol. ¿Cómo le va a gustar a Froilán si los lanzamientos de bengalas están prohibidos?

El Arsenal, en lo alto de la Premier. Los pupi-

los de Wenger, horrorizados: ''¿Cuándo acabará esta agonía, míster?''

2014

2002

1998

1994

1990

1986

1982

1978

1974

1975 - Alex Stepney: Los defensas del Manchester United sacaron de quicio a su portero y a su dentadura, de lugar. Gritó con tanta fuerza a sus zagueros que acabó costándole una dislocación de mandíbula.

2010

2012 - Banega: Fue a echar gasolina y se olvidó de poner el freno de mano. Su propio coche le atropelló y le fracturó la tibia y el peroné. Estuvo apartado de los terrenos de juego durante medio año.

2006

Instinto paternal

2009 - Sergio García: Vestía la camiseta del Betis cuando, después de marcarle al Numancia, se arrodilló ante su exultante público. Distensión de ligamentos y un mes KO.

Grandes consecuencias Increíble pero cierto

Fuera del campo

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ABP Salenko, el goleador devaluado

Texto de Javier Giraldo / @javiergiraldo

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Su nombre sigue enmarcado en los archivos de la FIFA, pero su trayectoria parece más la de un broker medio arruinado que la de un futbolista. Oleg Salenko, el único jugador capaz de marcar cinco goles en un partido de un Mundial (Rusia-Camerún, en 1994), llegó un día de invierno a Logroño envuelto en la niebla del anonimato, pero dispuesto a convertirse en un héroe. En sus primeros días en el Logroñés cobraba unas 58.000 pesetas al mes, el salario mínimo, hasta que un día se presentó en casa del presidente, Marcos Eguizábal, con las maletas hechas, diciendo que no llegaba a fin de mes y que si no le subían el sueldo, se largaba. Le mejoraron el contrato, pero no el carácter: era introvertido y un poco indolente, aunque en el campo, cuando afilaba el punto de mira, no fallaba. Explotó en la temporada 1993-94: 16 goles en 31 partidos con aquel Logroñés de Lopetegui, Romero, Poyatos y compañía. Salenko devoraba gambas como si fuesen pipas y le encantaba quedarse tumbado en el césped tomando el sol después de los entrenamientos. Por eso se entusiasmó cuando le fichó el Valencia: 50 millones al año, paella, sol y playa. A orillas del Mediterráneo no cuajó, aunque se convirtió en el ‘profe’ particular de penaltis de Mendieta: el bueno de Gaizka aprendió a golpear el balón sin apartar la vista del portero, para poder engañarlo mejor. Las lesiones de rodilla ya empezaban a torturarle: pasó por el Glasgow Rangers y el Istanbulsport, pero

su carrera futbolística ya iba cuesta abajo y sin frenos. Su última escala en España fue tan breve como surrealista: en 1999, duró 73 días como jugador del Córdoba, en Segunda. Le prometieron un millón de pesetas de salario mensual y otro por cada gol, pero llegó con sobrepeso y atrofia muscular en una rodilla y acabó peleado con sus compañeros y despedido por el club. Celebró sus últimos goles en la selección rusa de fútbol playa y años más

tarde, su nombre volvía a los informativos: puso a la venta el trofeo que le dieron como máximo goleador del Mundial’94. "Recibí una propuesta de unos jeques. Me ofrecieron medio millón de dólares", dijo. Volvimos a saber de él cuando se desmayó en directo en la televisión ucraniana, al más puro estilo Lopetegui. Ahora vive en Kiev, dedicado a los negocios… y a cuidar del trofeo que nunca llegó a vender.

ABP Por Chamo

o_san

San / @cham

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Un caballero nunca abandona a una dama Alessandro Del Piero Calcio Padova / Juventus FC / Sidney FC

ABP Reconciliación a través del fútbol

Las FARC apuntan a las barras bravas Texto de Carles Viñas / @CarlesVinyas

Los representantes de las FARC en en Cuba no dudaron a la hora de ponerse la zamarra cafetera.

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En un final de partido trepidante, la selección colombiana de fútbol obtuvo su clasificación para la fase final del Mundial de Brasil. Los dos goles postreros de Radamel Falcao consumaron una jornada histórica para el conjunto entrenado por el argentino Néstor Pékerman. El empate ante Chile suponía el retorno a una Copa del Mundo tras 16 años. La euforia estalló en el estadio Metropolitano de Barranquilla con la hinchada invadiendo el terreno de juego tras el final. La algarabía se trasladó a las calles de las principales ciudades del país con los aficionados festejando la clasificación hasta altas horas de la madrugada. Unas celebraciones no exentas de altercados, con cinco muertos en Bogotá, 28 heridos en Cali y más de 2.000 incidentes registrados. Lejos de Colombia también hubo júbilo por el logro del combinado tricolor. En suelo cubano diversos colombianos se fundieron en abrazos a la finalización del partido. Se trataba de los representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, las FARC-EP, que se encuentran en La Habana desde noviembre del 2012 negociando con el gobierno presidido por Juan Manuel Santos para acordar el fin del conflicto armado que desde hace más de cuatro décadas consume al país. El día siguiente de la igualada ante Chile diversos miembros de las FARC a su llegada al Palacio de Convenciones de la capital cubana, recinto en el que se desarrollan las conversaciones, se presentaron ante los medios luciendo la camiseta de la selección colombiana. "El deporte une pueblos y naciones", declaró el guerrillero Ricardo Téllez, alias de Rodrigo Granda, que también felicitó a Los cafeteros por "la inmensa alegría que dio a nuestro pueblo" y resaltó la labor del técnico argentino y de los delanteros Falcao y Teófilo Gutiérrez.

Más allá de la puntual felicitación por el logro del combinado colombiano, lo cierto es que las FARC últimamente se han aproximado en más de una ocasión al fútbol. Sin ir más lejos, con motivo de la disputa del último clásico bogotano que enfrentó a Santa Fe con Millonarios, la guerrilla comunista hizo otro guiño al mundo del balompié. Dos de sus miembros, Sergio Ibañez y Emiro Jiménez, se enfundaron las elásticas de ambos conjuntos para saludar a sus respectivas hinchadas. El gesto de las FARC coincidía con la reunión del Foro Juventudes, Fútbol y Sociedad en el que barristas de distintos clubes trataban de aportar su colaboración con el proceso de paz colombiano para desterrar la violencia de los estadios. Todo ello después de la muerte de un adolescente a principios de año en Bogotá durante una pelea entre hinchas. La determinación de las barras bravas fue aplaudida por las FARC a través de una declaración en la que se elogiaba sus esfuerzos y se realizaba un alegato contra el llamado fútbol-negocio, "que quiere hacer de nuestra pasión una mercancía". Con su apuesta por las barras bravas, las FARC tratan sin duda de recabar apoyos populares ante una futura entrega de las armas y su pase a la actividad política. Con su acercamiento al fútbol el grupo guerrillero completa la dimensión extra deportiva del balompié colombiano que, en su momento, sufrió el entrometimiento de los distintos cárteles de la droga y de las llamadas Autodefensas. Esperemos al menos que la próxima cita mundialista de la selección colombiana no acabe con el amargo sabor de boca que dejó el Mundial de Estados Unidos, en 1994. Una época en la que guerrilleros, narcotraficantes y paramilitares imponían su ley.

El Club Atlético de Madrid lleva más de 100 años desafiando la lógica de los mercados, peleando títulos que se saborean hasta el máximo y buscando su legítimo hueco en la élite. Grandes dosis de fe, pasión y un genuino sentido de la lealtad sirven para escribir una historia de éxitos, episodios oscuros e inesperados brotes de ciclotimia. Desde que en 1903 un puñado de pioneros vascos pusieran en Madrid la semilla, el Atleti ha tejido su legado a través de su gente, verdaderos héroes anónimos que han construido una identidad muchas veces difícil de definir pero siempre incuestionable. Texto de Ennio Sotanaz / @enniosotanaz Fotos de agencias

Dossier: Porque somos del Atleti

ra una tarde preciosa en Madrid. Ese traicionero sol capitalino, el mismo que meses más tarde abrasaría sin contemplaciones el asfalto, presentaba todavía su versión primaveral, para regocijo de la multitud en rojo y blanco que se acumulaba alrededor del dios Neptuno. Hacía menos de 24 horas que el Club Atlético de Madrid había ganado su décimo título de Campeón de España, premiado con la Copa de S.M. el Rey, en el campo de su máximo rival histórico, tras una noche épica de pasión, purga efectiva de fantasmas y emocionante reencuentro con la gloria. Era el quinto trofeo en poco más de dos años y la nutrida afición colchonera no podía dejar pasar la ocasión de reivindicarse. De ocupar, figurada y físicamente, su lugar en el mundo. Su trozo significativo de Madrid. Un pedazo de gloria que por trayectoria y méritos poseen pero que no siempre es reconocido por parte de

"Lo mejor de los atléticos es que nunca dejamos de creer". Así resumió Simeone más de 100 años de vida

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los repartidores oficiales de titulares. Desde las terrazas madrileñas, los aledaños de las pinacotecas cercanas o desde el inmediato Hotel Ritz, algún que otro extranjero despistado, ajeno a la realidad mediática local, se dejaba también abrazar por el intenso espíritu que impregnaba el ambiente. Un sentimiento, genuino y complejo, que se podía masticar y sentir. Labrado entre dificultades y contratiempos, forjado a través de batallas preciosas y que ha terminado siendo algo muy reconocible. El santo y seña de una institución legendaria, orgullosa y distinta. Un sentimiento ajeno a las reglas que dictan esas posiciones desnaturalizadas que dominan los mercados y que por ello, al no ser comprendido, es calificado en ocasiones de locura. Seguramente esas mismas voces no entiendan aquello que dijo Goethe de que a veces la locura no es más que la razón presentada de una forma diferente. Los atléticos, que se sienten tan cuerdos como el que más, sí lo entienden. Simeone, como atlético cuerdo que es, también. Ese colchonero de ultramar, valiente y listo, que además de traer otro puñado de trofeos a las nutridas vitrinas del equipo madrileño, ha devuelto a la parroquia rojiblanca algo mucho más importante como es

El gran salto: con la Copa lograda el pasado mes de mayo el Atlético enterró 14 años sin ganar al Real Madrid y 17 sin levantar un título nacional.

Ganador dolido, perdedor complaciente

recuperar unas señas de identidad que jamás se debieron perder, tomaba aquel día el micrófono para dirigirse a la afición colchonera, presente y ausente. Con una simple frase, improvisada tal vez, fue capaz de resumir más de 100 años de vida: "Lo mejor que tenemos los atléticos es que no dejamos nunca de creer". Tenía razón.

UNA OPOSICIÓN REAL No dejaron de creer en su empeño, desde luego, aquel puñado de estudiantes de la Escuela de Ingeniería de Minas madrileña, vascos en su inmensa mayoría, que decidieron un día crear un equipo de football. Reunidos un 25 de abril de 1903 en la sociedad vasco-navarra de la madrileña calle de La Cruz, el apasionado debate les hizo ignorar la hora del cierre de los periódicos, por lo que la noticia se publicaría un día más tarde. Una institución que, tanto por una clara vinculación emocional, la de aquellos vizcaínos que eran mayoría, como por una clara cuestión de economía administrativa, evitando así engorrosos trámites como la elaboración de estatutos, decidió constituirse como sucursal madrileña del Athletic Club, fundado tiempo antes en Bilbao. Durante aquellos primeros años fueron de hecho el mismo club y tenían que ceder sus mejores jugadores al equipo vizcaíno cuando se disputaban competiciones nacionales. El Athletic Club madrileño venía sin embargo a poner algo de variedad en el monocolor panorama futbolístico castizo (con permiso de la Real Sociedad Gimnástica Española) y por ello, uno de los pilares idiosincráticos de la personalidad colchonera está precisamente fundamentado en esa histórica contraposición con el eterno 'enemigo' blanco. Algo que, lejos de ser una moda pasajera o una pataleta deportiva, tiene tintes emocionales y está incrustado en la propia esencia del club. Días antes del nacimiento del Atleti, en la capital española se disputó un emocionante partido entre el Madrid FC (que años más tarde sería Real) y el Athletic Club (de Bilbao). Ganaron los

segundos, tras gloriosa remontada, pero ni los modos del equipo blanco ni las formas de sus aficionados allí presentes, fueron precisamente elegantes

Las mayorías te diluyen Atlético y Real. Ambos lucen el nombre de Madrid, y no creo que ninguno sea más representativo de la ciudad que el otro. En el ideario general, siempre se ha asociado al Atleti con las clases trabajadoras y al Real con las más altas. Pero eso ha cambiado mucho. De hecho, la gente que tiene pocas alegrías en la vida es normal que quiera acercarse a un equipo más habituado a dar satisfacciones. En Madrid, y siendo seguidor del Atlético, se lleva muy mal eso de que los hinchas del 'otro bando' se extrañen de nuestro antimadridismo. Siempre tienen en la boca eso de… '¿pero si nosotros no os odiamos?' Normal. Es muy complicado que alguien se sienta 'anti' de algo que, tradicionalmente, no le ha hecho daño… es como si los Estados Unidos se declaran anti-búlgaros. En la historia del Atleti, la derrota siempre ha sido una variable. Eso nos hace más realistas y más felices que nuestros vecinos. Se nos tacha injustamente de ser Pupas -etiqueta que siempre me ha molestado- o de ser sufridores. No es verdad. Sufren más lo que contemplan la victoria como única alternativa. No pienso que el buen momento actual haya servido para proliferar el número de atléticos, quizás haya algún chaval por ahí, pero, vamos, no lo creo. Lo que está claro es que ahora nos atrevemos más a ir a comprar el pan con la camiseta rojiblanca. El porcentaje no ha cambiado. Siempre ha habido un 70% de madrileños del Madrid y un 30% del Atleti. Es un orgullo ser de ese 30…. Si eres miembro de una mayoría, te diluyes demasiado. Por Juan Luis Cano , periodista y miembro del grupo Gomaespuma.

ese día. Aquella actitud hirió no sólo el orgullo del puñado de pioneros vascos que, a raíz de aquello, decidieron poco después formar el Atleti, sino también el de otro puñado de aficionados madrileños, incómodos con lo que habían visto, que se sumaron a la idea. Querían un equipo en Madrid que fuese… diferente. Distinto. Esa contraposición con el Real Madrid, que ha llegado hasta nuestros días vestido de muy diferentes trajes (no todos igualmente elegantes), se vio también reforzado en los años 30 con la desaparición del madrileño Racing Club, uno de los equipos que peleaba en la élite del fútbol madrileño en los años 20, que poseía una de las aficiones más numerosas de entonces y que era enconado rival del Madrid FC. El equipo de Chamberí (no se puede ser más castizo), decidió en contra de lo dispuesto por la Federación realizar una gira americana que a la postre constituiría su ruina. Abandonados al otro lado del Atlántico por el empresario que lo había organizado, el equipo tuvo que ser repatriado

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Dossier: Porque somos del Atleti

por la Federación gracias a la mediación diplomática de nuestra embajada en Estados Unidos. Castigado con el descenso administrativo y sumido en una crisis económica insalvable, el Racing se vio abocado a su desaparición a finales de 1931 (aunque formalmente tardaría algo más en hacerlo). Su afición decidió entonces mudarse mayoritariamente a la opción más lógica que tenían, los colores rojiblancos del Atleti, trayendo consigo su esencia matritense, el espíritu rebelde y su acreditado 'antimadridismo'. La rivalidad con el poderoso vecino ha estado y siempre estará ahí. Además, el sentimiento es mutuo. Incluso hoy en día, en que los efectos de la supuesta globalización y ese poliédrico reparto de los derechos de televisión enfocan su mirada hacia otros lugares, uno recuerda con cariño aquellas palabras del gran Di Stéfano, rival tantas veces de aquel glorioso Atleti de Collar y Peiró que ganó la primera Copa del Generalísimo para los colchoneros y por el que sentía tanto odio deportivo como respeto:

Pese a quien pese, los derbis se siguen disputando todos los lunes en cualquier rincón de Madrid

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"Olvídense del Barcelona. El que nos puede joder es el Atleti". Pese a quien pese, los derbis se siguen disputando todos los lunes entre los bolardos de la Gran Vía, en las calles de Malasaña, en el vermut de los domingos en una taberna de la Arganzuela, en una tienda de ultramarinos del Puente de Vallecas, en los centros educativos de primaria de Carabanchel o en una vetusta oficina de la calle Orense.

VOCES Y VOTOS Es probable que algunos textos, sentencias, estatutos o histriónicos programas de radio y televisión digan otra cosa, pero el Atlético de Madrid es de su gente. Es, de hecho, su gente. Esa compleja mezcla heterogénea de personalidades diversas (no crean esas teorías facilonas sobre equipos de ricos y pobres, del norte o del sur, porque en Madrid al menos no se aplican de forma cartesiana) que perfectamente conscientes, o no, se dan la mano en torno a una idea matizable pero inequívoca. Pero mientras la afición ha estado siempre ahí, más o menos inalterable, enseñando el corazón y guardando el rostro, la dirigencia de la institución ha pasado por manos bien distintas. Demasiado

"Ha llegado el instante" Del 25 de octubre de 1930 al 25 de octubre de 2013 no solo van en este caso 81 años, van sentimientos entremezclados por la máquina del tiempo y la batidora de lo rojiblanco, esa pócima mágica que tan pocos saborean y tantos, en cambio, disfrutan como ambrosía. Porque con ocho décadas de diferencia, pero con el mismo espíritu, Los 50 se han interconectado, se han dado calurosamente la mano y se han tocado en la cabeza con el mítico bombín, representativo de aquella época. Con las ganas impolutas de representar una alternativa a los valores del Atlético, en defensa de su rica y maltratada historia, volvieron a aparecer 50 hinchas del Atleti para refundar una iniciativa que no por vieja quedó en el olvido. Una peña que está viva desde 2012 y conforman rojiblancos de toda condición, famosos y no tanto, hombres pero también mujeres: periodistas, abogados, empresarios, informáticos, gestores, profesores, parados… atléticos todos ellos, con su cuota mensual y una aspiración obsesiva en mente. Los 50 modernos se presentaron en sociedad, abandonando el secretismo primigenio de sus primeras reuniones, un 25 de abril de 2013 en Casa de Vacas, emblemático lugar del Parque del Retiro, en pleno centro de Madrid para también reivindicar la madrileña concepción original de un club, advirtiendo de su presencia vigilante con la entidad y todo lo que la rodea para perseverar en el mejor recuerdo posible su historia. Luchando ideológicamente contra conceptos falsamente arraigados desde dentro y fuera del club. Porque Los 50, los de ayer y los de ahora, lo tienen más que claro en la respuesta fundacional: "Somos del Atlético, con todo lo que eso implica. Nada más y nada menos. Ha llegado el instante". Por Iván Castelló, redactor Jefe de Eurosport, colaborador de Fiebre Maldini.

Venas hinchadas y puños cerrados. El sentimiento rojiblanco del Cholo Simeone nace de muy adentro. Y se contagia...

distintas. Ha estado dirigida por nobles como el Marqués de la Florida, que irónicamente fue el primer presidente elegido democráticamente (un socio un voto), en lo que probablemente debió ser el primer acto verdaderamente democrático de España, y también por plebeyos. Han existido personajes verdaderamente entregados a la causa como Julián Ruete, gran presidente, responsable entre otras muchas cosas del primer campo colchonero en O'Donnell y que en su empeño por llevar al Atleti a lo más alto (y probablemente conseguirlo) acabó hundido, desmoralizado y arruinado. Por jugadores como Javier Barroso, doctores televisivos como Alfonso Cabeza o empresarios de distinta índole y condición como Cesáreo Galíndez, Vicente Calderón (el más laureado) o el propio Jesús Gil, que aparte del evidente gancho mediático y esa incuestionable capacidad para acumular todas las miradas, marcó un evidente punto de inflexión en la institución, oscuro, dañino y no demasiado bien explicado, que sospechosamente parece prescrito. Empresario también fue Luciano Urqui-

jo, que además de impulsar 'originales' ideas de ingeniería financiera, como la de vender en obligaciones la deuda del club, decidió dirigir la entidad de forma dictatorial y retirar el voto a los socios, lo que provocó uno de los episodios más bonitos de la historia colchonera: la creación de la Peña Los 50. Una asociación peculiar que reunía a 50 (y sólo 50) personalidades del Madrid de la época, portadoras todas ellas de la enfermedad rojiblanca, que decidieron unirse para recordarle al presidente en cuestión (y a todo aquel que quisiera escuchar) lo que era y siempre fue el Athletic de Madrid. Simplemente a base de armas dialécticas y razón, construidas sobre argumentos que bebían de la propia esencia histórica del club, ayudaron a reorientar la situación. Los 50 desparecieron a principio de los años 30, cuando una parte de sus miembros pasaron a engrosar la directiva del Atleti, pero su espíritu ha vuelto a resucitar el año pasado, casi en los mismos términos y con el mismo objetivo: "Mantener enhiesto y puro el espíritu y la 'solera' del club", como escribió en su día el periodista

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Dossier: Porque somos del Atleti

El presidente Vicente Calderón levantando la Liga de la temporada 76-77, la cuarta y última de su mandato.

Manuel Rosón, en la primera historia escrita que existe del Club Atlético de Madrid.

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RIDICULIZAR LA ‘ENFERMEDAD' Pero los colchoneros siempre han tenido dificultades para explicar a los demás no sólo estas cosas sino también su fe. Su razón de ser. Mientras internamente la 'enfermedad' rojiblanca se trasmite de padres a hijos, sin dificultad, con fluidez y naturalidad, ocurra lo que ocurra en el mundo exterior e independientemente de los resultados del equipo, la realidad es que la imagen atlética suele llegar bastante distorsionada al resto de mortales. Un aficionado del Atleti entra en una reunión de negocios con personas que no conoce y tras 20 minutos hablando de rentabilidades, motores eléctricos, diseño gráfico o radioisótopos es capaz de acertar quién de los allí presentes es colchonero y quién no lo es. Infalible. Existe ese algo. Un hilo conductor en la

'Perdedor' y 'gracioso', dos estereotipos que han confundido al Atlético con su propia parodia

forma de comportarse, de enfrentarse a la vida o simplemente en la manera de sonreír que hace que personas de ideas políticas o clases sociales divergentes (incluso antagónicas) respondan a un mismo patrón sentimental, muy difícil de explicar con palabras, pero fácil de detectar para uno que también lo lleva inoculado. Es cierto también que los mensajeros neutrales, los llamados notarios de la realidad, no han ayudado demasiado en la empresa. El día que el Atlético de Madrid jugaba la Supercopa de Europa hace un par de años frente al Chelsea (¿cuántos equipos en Europa pueden decir que han ganado una final de la Supercopa?), la portada de un diario madrileño era para un sonriente Modric que decía haber entrenado muy bien ese día. Las portadas del otro periódico deportivo de la capital no son, en general, muy diferentes tampoco. Háganlo extensible, con mínimas excepciones, al resto de medios. Es bastante más fácil, al parecer, hablar de parodias reconocibles, colorear chascarrillos o recrearse en desgracias que, indefectiblemente, están por llegar. Pero ese original trato por parte de los medios, que también ayuda a hacer crecer, de alguna forma, ese carácter escéptico

Ganador dolido, perdedor complaciente

respecto a las instituciones que tienen los colchoneros, tampoco es nuevo. En 1921 ya ocurría. Entonces el Campeonato de España lo disputaban los ganadores de las competiciones regionales que sus distintas federaciones organizaban, así que cuando el Atleti ganó su primer trofeo regional de Centro en 1921, obtenía con ello la plaza para disputar la Copa. Aquello no debió parecerle bien a la 'objetiva' prensa deportiva de entonces que, masivamente, firmó un escrito pidiendo a la Federación que no fuese el Atleti sino el Madrid, el equipo que debía disputar el torneo. El Atleti ha tenido normalmente mal encaje mediático entre los poderes dominantes y por eso, con razón o sin ella, siempre se ha visto injustamente alejado de los focos, potenciando en el camino esa otra característica tan reconocible de nadar a contracorriente pero también de cierto victimismo. Probablemente por ello, por no seguir la línea trazada, se ha subrayado en exceso una visión caricaturizada y muchas veces ridícula de la idiosincrasia

rojiblanca. Para ser justos, sobre todo en los últimos años, todo ello ha venido además potenciado por la propia y discutida dirigencia atlética contemporánea que, afín probablemente a su misteriosa rentabilidad empresarial pero ajena por completo a la historia rojiblanca, parece sentirse cómoda en esa esquina inofensiva y folclórica que parece haberle asignado el establishment. Ese estereotipo facilón y recurrente en el que el equipo tiende a confundirse demasiado con su parodia. Todas esas leyendas del Pupas, el sufridor, el equipo perdedor y gracioso. Tópicos de dudosa base en los que los atléticos no se reconocen o no deberían hacerlo. Fue Don Vicente Calderón el que inventó la fatídica y desafortunada expresión del Pupas pero conviene recordar que lo hizo en un momento de enfado tras perder una final de la Copa de Europa que estaba ganada y no tras perder frente a un equipo de segunda B haciendo el ridículo. Es el efecto de un ganador dolido y no el de un perdedor complaciente.

31 El tercer club con más Ligas HISTORIA El Atlético de Madrid nació el 26 de abril de 1903 impulsado por un grupo de estudiantes vascos. Su primer presidente fue Enrique Allende y sus primeros colores: el azul y el blanco en franjas verticales. En 1911, empezó a usar el rojiblanco, lo que les valió el sobrenombre de colchoneros. A partir de ahí, se inició una brillante historia, aunque con altibajos como las seis temporadas en Segunda.

PALMARÉS Pese a su fama de Pupas, el Atlético de Madrid tiene un palmarés envidiable para muchos: 9 Ligas (1940, 1941, 1950, 1951, 1966, 1970, 1973, 1977 y 1996), 10 Copas (1960, 1961, 1965, 1972, 1976, 1985, 1991, 1992, 1996 y 2013), 1 Supercopa de España (1985), 1 Recopa (1962), 2 Europa League (2010 y 2013),2 Supercopas de Europa (201 y 2012) y 1 Intercontinental (1975) 76 - Temporadas en Primera División

JUGADORES

DATOS BÁSICOS

1903

MÁS GOLES MARCADOS Luis Aragonés 1964-74 (173 goles)

AÑO DE FUNDACIÓN



CLASIFICACIÓN HISTÓRICA PRIMERA (3.141 puntos)

2.628 partidos* 1.234 Victorias 46,96%

3.383 puntos 600 Empates 22,83%

794 Derrotas 30,21%

6 - Temporadas en Segunda División *Partidos en Primera y Segunda División hasta 3 de noviembre de 2013.

MÁS PARTIDOS OFICIALES Adelardo Rodríguez 1959-76 (551 partidos) MÁS VECES INTERNACIONAL Fernando Torres 2001-07 (42 internacionalidades, 105 en total) PICHICHIS Pruden Sánchez (30 goles, 1941) José Eulogio Gárate (14 goles, 1969; 16 goles, 1970; 17 goles, 1971) Luis Aragonés (16 goles, 1970) Hugo Sánchez (19 goles, 1985) -fotoBaltazar (35 goles, 1989) Manolo Sánchez (27 goles, 1992) Christian Vieri (24 goles, 1998) Diego Forlán (32 goles, 2009)

Dossier: Porque somos del Atleti

La deuda del fútbol con Luis Muchos años después, frente al televisor, el socio mil doscientos y pico del Atleti había de recordar aquella tarde tan remota en que su padre lo llevó por primera vez al Calderón (dicho esto con permiso de don Gabriel). Era el fútbol de cuando los jugadores se metían la camiseta por dentro del pantalón. De cuando las botas sólo podían ser negras. De cuando en el marcador de los estadios había que adivinar qué equipo era el Suybalen que ganaba 1-0 al Camisas Ike, que ofrecía tres largos de manga por talla. Era el fútbol de cuando jugaba Luis: un tipo al que no se le recuerda media sonrisa, ni un saque de falta mal tirado. Rapsodia con balón. Por eso, cuando su lanzamiento superó con ternura la barrera del Bayern Munich en la final de Bruselas del 74, Luis celebró el gol antes de que Sepp Maier viera entrar el balón, pero sin una sonrisa. Frivolidades las justas, oiga. Ocurrió hace casi 40 años. Fue el gol de nuestras vidas hasta que Iniesta nos hizo cantar uno igual de fuerte, que dicen que se oyó hasta en Sudáfrica. Aquel balón se ha congelado en el tiempo. Aún no ha superado la línea de gol. Es la deuda que el fútbol tiene con Luis, con el Atleti, con nosotros. Ni Simeone ni ninguno de sus futbolistas estuvieron allí. Pero las deudas se heredan. Nunca hay que subirse al campanario sin antes tener un motivo. Pero si el lector comparte la pasión por 'los alegres colores de la hinchada rojiblanca', tenga la precaución de buscar a su alrededor una iglesia con torre accesible. Quizá en mayo tengamos que subirnos a celebrar a la vez el gol de Luis en Bruselas y los de Diego Costa en Lisboa. No conviene esperar más. Por Vicente Vallés, director de informativos de Antena 3 y analista político en La Brújula de Onda Cero.

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La confusión viene dada probablemente por no entender que los colchoneros son perfectamente conscientes del valor y el placer de una victoria, pero también de que el Atleti, como concepto, está muy por encima de todo ello. Ante la incomprensión del respetable, su afición es capaz, por ejemplo, de estar 45 minutos aplaudiendo a sus propios jugadores, eclipsando la alegría del rival, justo después de perder una Copa del Rey. Ocurrió en Sevilla en 1999 y en Barcelona en 2010. Ha ocurrido muchas otras veces. Tremendamente dolidos por no ganar un torneo que conocían perfectamente, los aficionados fueron capaces de ver que en aquel momento, sobre el césped, habían visto exactamente aquello que defienden y en lo que creen: el Club Atlético de Madrid. Su orgullo, su esencia y su pasión. Igual que los serbios fueron capaces de fundar su nación sobre la derrota del príncipe Lazar frente a los turcos en El Campo de los Mirlos, la

La afición es capaz de trascender a una derrota dolorosa si el honor y los valores sobreviven

afición del Atleti es capaz de trascender a una derrota terrenal, por dolorosa que sea, si los valores y el honor sobreviven reforzados. Pero ese algo heterogéneo e intangible que de forma genérica denominamos afición atlética, es también un ente vivo en constante transformación que desgraciadamente no puede vivir ajeno al nuevo ritmo mediático que marca el dinero y las poderosas reglas binarias del fútbol moderno. Mientras el club está dirigido por personas grises (casi anónimas), que persiguen objetivos nada claros, que no aparecen por el palco y que viven de espaldas al propio legado del club, el aficionado se debate entre tapar los ojos, dejarse mecer por el Soma diario, vivir a merced de la simplificación oficial o aferrarse a esa legítima historia atlética que, como el Reino de Fantasía, parece estar siendo, poco a poco, devorada por La Nada.

EL ESCUDO ESTÁ POR DENTRO En cualquier caso los colchoneros son conscientes de ser unos privilegiados por tener un equipo romántico y complejo. Aceptan la vida como es, sin disfraces ni mentiras, y son capaces de en-

Ganador dolido, perdedor complaciente

contrar toneladas de felicidad en ellos mismos, sin tener que mirar a nadie, sin sentirse desnudos cuando las luces de candilejas desaparecen y sin tener que vivir en el asfixiante y cuestionable mundo del 'yo más'. Saben también que son muy afortunados. Tienen la suerte de haber visto con la elástica rojiblanca a Collar, a Gárate, a Ben Barek, a Luis Aragonés, a Leivinha, a Adelardo, a Futre, a Escudero, a Dirceu, a Peiró, a Pereira… La suerte de ser campeones del mundo frente al Rojo de Avellaneda por la renuncia del Bayern a disputar ese torneo. De tener el Metropolitano entre sus recuerdos más intensos. De escuchar a Collar decir que le gustaría volver a nacer para volver a jugar en el Atleti. La suerte de ganar en 1962 una copa que nadie más podrá tener (la Recopa de Europa) y ganar luego, por dos veces, el nuevo torneo que fusiona la Recopa y la UEFA (Europa League). La suerte de poder ver a un jugador del Liverpool sacar la bandera del Atleti por las calles de Madrid cuando es campeón de Europa con su país. La suerte de tener, gracias a sus socios, ese precioso estadio, el primero con todos los espectadores sentados y de los primeros

en obtener la categoría de 5 estrellas. El golpe de suerte que fue colocar las alas del Aviación en el escudo del Oso y el Madroño, justo cuando el equipo estaba destrozado y técnicamente descendido a segunda división, tras esa guerra civil que lo rompió todo y que tanta vergüenza nos da ahora recordar. Ahí, en el peor momento, llegó la primera Liga a la que le sucedieron otras ocho después. La última de las cuales ganada cuando nadie lo esperaba, de nuevo en mitad de la crisis permanente, como corolario a esa preciosa historia de fe, magos y trabajadores que es el Atleti del doblete. La suerte de entender a Ovejero cuando dice que el escudo no está por encima sino que está por dentro. La inmensa suerte de, sin quererlo, recuperar gracias a un señor llamado Diego Pablo la esencia colchonera, maltratada durante las última décadas, desde dentro y desde fuera, hasta quedar prácticamente extinta. "Nunca hay que dejar de creer", dijo. Tenía razón.

Romántico y complejo, el club colchonero no necesita vivir en el asfixiante mundo del ''yo más''

Sonido estéreo Rebobinamos hasta más atrás de 40 años. No había Neptuno (bueno, sí que existía la plaza, pero no era la sede de los triunfos) ni había uniforme rojiblanco con el que presumir de colores. Lo que se llevaba al campo era la pancarta de animación y, como mucho, la bufanda. Temporada 69-70. Momento de dejar de ser chico del Preu. A punto de ello. Porque se acababa un curso y también una Liga. Mi amigo y compañero de pupitre desde los tiempos niños, Antonio (blanco, pero cosa lógica, porque era sobrino de un histórico masajista del eterno rival) pone casa y nos aprestamos a escuchar por la radio el desenlace de la última jornada. Yo lo que pongo son los vinilos y el Cosmos. Singles casi todos. The Beatles, The Troggs, Scott McKenzie, Michel Polnareff… Estaba sonando Marrakesh Express de un supergrupo que se acababa de formar llamado Crosby, Stills & Nash cuando toca conexión con la Cruz Alta. Nada. Sin novedad. No marca nadie. Tampoco es que a Antonio le importe mucho lo que pasa (hombre, sí, por solidaridad con su amigo de toda la vida) porque su Madrid va a quedar sexto en esa Liga. Así, con sonido estéreo (radio, por un lado; tocadiscos, por otro) hasta que llega el gol de Ufarte y luego completa Calleja con ese brinco inmortalizado en la foto de turno para la posteridad. 0-2. Campeones. Liga al bote. Estación de Atocha. A dos pasos de mi casa. Casi invadimos el andén. Recibimiento a los triunfadores. Mi tío Gregorio lleva el periódico deportivo del día. Y yo me quedo con la imagen del presente con que obsequian dos señoras (que le dan una flor roja y otra blanca) a Marcel Domingo, el míster dueño del banquillo. Flashes del Atleti campeón. El que nunca debió de dejar de ser. El que ha vuelto por obra y gracia del Cholo. Por Julio Ruiz, director de Disco Grande de Radio 3, autor de Yo me voy al Manzanares.

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Capitán Fernández Arenas. Parece el nombre de una calle, y en realidad responde a unas coordenadas: donde la pasión hace esquina con el trabajo. Después de superar dos bocacalles en forma de cesiones, Gabi volvió a la orilla del Manzanares para conducir a un equipo en transformación. Siguiendo el GPS del Cholo, el Atlético disfruta ahora de un trayecto plácido. Bajamos la bandera, encendemos el taxímetro, charlamos con Gabi: el niño atlético que, desde el brazalete, ha ayudado a matar al Pupas. Texto de Sid Lowe y Aitor Lagunas / @sidlowe y @aitorlagunas Fotos de Gabriel Pecot / @gabrielpec

Dossier: Porque somos del Atleti

¿Te gusta Sabina? Bueno, me gusta su himno del Atleti, claro. ¡Pues lo habéis dejado obsoleto! ¡Ya no hay manera de perder, ni siquiera de sufrir! Bueno, eso está bien, ¿no? Hemos sido capaces de cambiar lo que refleja la canción, que de alguna manera fue el sentimiento de este club durante mucho tiempo: ese sufrimiento que a la vez te atraía, te atrapaba.

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¿Pero no llegaba a molestaros la construcción de una identidad en torno al fracaso? Se trata del tercer o cuarto equipo del país, con una historia repleta de éxitos... ¿Hasta qué punto no suponía una excusa regodearse tanto en la derrota? No era una excusa y tampoco molestaba; simplemente, los resultados y la falta de estabilidad condujeron a esa situación, no podías decir mucho más. Ahora estamos cambiando la historia, con nuestro compromiso, dándole a la gente lo que quiere: sentirse orgullosa y poder decir, ganemos o perdamos, ''joder, este es mi Atleti''. Nunca nadie creo que se haya excusado detrás de ese fatalismo del Pupas. Es una imagen que el club se había ido ganando y a la que poco a poco estamos dando la vuelta.

"La falta de estabilidad asentó el fatalismo del Pupas. Ahora le estamos dando la vuelta"

Entonces necesitamos una nueva definición del Atlético de Madrid. Un equipo trabajador, grande pero a la vez humilde, y ganador; nos hemos convertido en un equipo ganador. ¿Es, por encima del Real Madrid, el equipo de la ciudad? [Risas] Es el equipo del trabajador. Y, tal y como está el país actualmente, ver cómo los jugadores se dejan la vida en cada jugada es algo que

aumenta la identificación con el equipo. ¿Defiendes entonces esa lectura social del fútbol? Sí, por supuesto. Se pueden transmitir muchos valores a través del balón. Está claro que no podemos arreglar la sociedad, pero sí podemos comunicar felicidad, ilusión... Y eso ahora está en pocas manos. También hay un mensaje de solidaridad en cómo habéis salido de vuestra crisis: de forma colectiva. Claro, es que aquí no hay nadie más importante que los demás; ningún jugador se cree más importante que el propio equipo. La revolución que operó el Cholo, ¿partió de lo psicológico y después atacó lo físico y táctico? Empezó psicológicamente, sí, porque todo lo demás este equipo ya lo tenía. Salvo tres o cuatro jugadores somos los mismos que caímos ante un Segunda B en la Copa [el Albacete, en diciembre de 2011], pero mentalmente estábamos hundidos: no confiábamos en nosotros, desconocíamos dónde íbamos a llegar, no reaccionábamos. Creo que el míster, psicológicamente, es el número uno. Y también lo es por cómo transmite su visión del fútbol. Así que empezó por contagiar su gen ganador (lo saca hasta en las partidas de cartas), nos resaltó nuestras virtudes y nos ayudó a tapar los defectos. Y nos hemos ido hacia arriba hasta casi sentirnos invencibles. ¿Cómo es aquella primera charla del Cholo, nada más llegar? Le presentan en el Calderón y vienen más de 3.000 espectadores. Claro, los jugadores eso lo vemos... Luego nos coge en el vestuario y nos dice: ''esta gente ha venido a ver al Cholo jugador, que es al que conocen, pero si no respondo como se espera en tres meses estarán en mi contra como los tenéis ahora vosotros''.

Gabi, el oso del escudo

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Dossier: Porque somos del Atleti

''No me gusta nada posar'', afirma mientras contradice sus palabras con una facilidad propia del equipo de moda.

Desde el primer minuto nos convenció de que podíamos revertir la situación. ¿Era el único que podía lograrlo, y encima apaciguar el club? No sé si el único pero desde luego sí el mejor. Tenía a la afición de su parte gracias al recuerdo que dejó como ídolo; conocía a la directiva, porque lo habían tenido como jugador; y sabía qué había en la plantilla. Tenía todos los apoyos, pero esa era un arma peligrosa si se le volvía en contra: de no responder a las expectativas pasaría de mito a fracasado. Tomó unos riesgos porque era la ilusión de su vida. Y sabía de sus posibilidades.

"Simeone se sorprendió de mi evolución: 'No eres el Gabi que conocí', me dijo a su vuelta"

Tú lo conociste como jugador. ¿Ha cambiado? Es el mismo, es el mismo. Casi se le saltan las lágrimas cada vez que no puede saltar al campo... Eso sí, ha madurado a la hora de gestionar el grupo, de ser exigente (empezando por él mismo), de saber cómo motivar a cada uno de los jugadores. Cuando debutas coincides con Simeone y el 'Mono' Burgos en la alineación... y dicen que al Cholo no le convencías. ¡Eso es verdad! Mi relación con él no es la misma porque yo sí que no soy el mismo.Ya no soy el chaval que subía del filial, con la responsabilidad y el protagonismo mínimos. De hecho, mi primera charla a su vuelta pasa por ahí, porque no se esperaba que pudiera ofrecerle tanto: ''Tú no eres el Gabi que yo conocía''.

Gabi, el oso del escudo

¿Y eso te ha pasado con mucha gente? De forma bastante callada has ido convirtiéndote en un líder... Tengo lo que tengo porque me lo he ganado... y creo que incluso he tenido que hacer un poquito más para que la gente me reconozca, pero estoy orgulloso de que ahora se me contemple como alguien capaz de llevar las riendas de un gran equipo, y sobre todo capaz de triunfar en el club de su vida. Cuando de pequeño me preguntaban qué quería ser de mayor no decía ''futbolista'' sino ''futbolista del Atleti''. Yo vivo el sueño de todo aficionado, que no es otro que jugar con el equipo de sus amores. Mis colegas siempre me recuerdan la suerte que tengo. Entonces lo de la Copa del Rey tuvo que ser la leche... [Risas] ¡Fue un éxtasis total! Por todo lo que significaba, porque ellos son el equipo poderoso de la ciudad y del país... Lo he hablado luego con el míster y él discrepa pero yo creo que, emocionalmente, será el momento más importante de mi carrera. Por lo que significaba para mí y para mi gente dudo que viva un instante más emocionante. Esa victoria, ¿suponía la muerte del Pupas o sólo la confirmación de que ya había muerto? El cambio de mentalidad se había producido mucho antes, así que en todo caso supuso la confirmación en el momento oportuno. La temporada pasada firmamos un gran ejercicio pero nos faltaba competirles a los dos grandes. Después de la final en el Bernabéu, en los partidos que hemos tenido esta campaña contra Barça y Madrid, hemos demostrado que podemos jugarles de tú a tú. Hablemos de aspectos tácticos. ¿Os sentís contraculturales en el reino del tiki-taka? [Risas] A mí me apasiona nuestro fútbol. He visto diez veces la vuelta de la Supercopa en el Camp Nou.

Algunos dicen que fue aburrida; a mí me emociona ver cómo trabaja, cómo se compromete, el equipo. La cultura del tiki-taka... bueno, hay estudiosos a los que les encanta y luego estamos otros, que hemos vivido el fútbol desde siempre, que valoramos la dificultad de las demás opciones. El tiki-taka es muy bonito si tienes los jugadores idóneos, pero nuestro fútbol es muy exigente: trabajo, sacrificio, unidad, ilusión, saber leer los partidos y ser conscientes de que si tenemos el día malo podemos perder porque, a diferencia de otros equipos, no tenemos a un Messi o a un Cristiano. ¿No contar con esas cartas supone una presión añadida? Para mí supone un halago: si ganamos será porque nos lo hemos merecido entre todos, no porque los megacracks nos salven el culo. Por eso estamos tan unidos y nos sentimos tan partícipes. ¿La gran calidad olvidada en el fútbol es la inteligencia? Los jugadores que no tienen tanto talento lo han de suplir con la inteligencia.Y eso me parece más digno de ver que un don natural que puedes tener o no. A mí me gusta mucho Busquets. Cuando lo empecé a ver pensaba: ''joder, este tío se coloca y no hace nada''. Y luego te vas fijando y descubres por qué en el Barça pueden rotar todos, incluidos los cracks, menos él. ¿Hemos sido injustos desde los medios al menospreciar el juego del Atlético? ¿Sois más futbolistas de lo que se dice? Bueno, a mí me gustaría que se resaltara mucho más, claro. Es muy difícil competir con los dos grandes, no por su presupuesto sino por lo que ello supone: si necesitan a un jugador van y fichan al mejor. Nosotros lo suplimos con otras armas y creo que eso, como decíamos antes, también tiene su lectura en la sociedad: gusta más conseguir las

UN CURRANTE FELIZ Más maduro de lo que proclama su DNI y más inadvertido de lo que su fútbol reclama, Gabriel Fernández Arenas (Madrid, 10 de julio de 1983) irradia felicidad. Arranca cada una de sus contestaciones esbozando una carcajada, como correspondiendo a un universo que le sonríe a él. Superó dos cesiones con nota, en Getafe y especialmente en Zaragoza, de donde regresó con un máster en gestión y administración de equipos. Su vuelta a casa ha coincidido con el periodo más ilusionante del Atlético en los últimos 15 años. En ese tiempo, el club colchonero perdió el pie de su historia y engordó el mito del Pupas. Ahora todo eso parece un mal sueño lejano. Brillan Diego Costa, Arda o Koke pero, como pregona su entrenador, "Gabi es el corazón". El mediocampista, que siempre bombeó en rojo y blanco, parece hoy tan satisfecho como para no necesitar debut con la selección: con el Atleti le basta.

Dossier: Porque somos del Atleti

cosas con trabajo y sacrificio que, simplemente, ir a comprarlas. Y un mensaje que el Atleti ejemplifica a las mil maravillas: tiene más mérito caer y levantarte que estar siempre arriba. Eso es. Nuestra obsesión es estar entre los mejores, pero sabemos que podemos caernos, que será complicado aguantar este ritmo hasta mayo, y somos conscientes de que pueden venir mal dadas. Y en ese momento nos estaréis esperando para matarnos. Pero aún así, estoy seguro, el equipo se levantará.

"¿Qué es el talento? ¿Hacer dos caños? Para mí es saber leer el partido, posicionarte..."

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Usáis un discurso tan basado en el trabajo y el esfuezo, que vosotros mismos os quitáis un poco de mérito Bueno, somos realistas. Pero os pregunto, ¿para vosotros qué es el talento? ¿Hacer dos caños en un partido? Para mí es saber leer el partido, estar bien posicionado, ayudar al compañero, hacer coberturas... Es que el talento es tan relativo. A mí también me gusta ver dos bicicletas, ver a Messi, a Cristiano, Iniesta me encanta. Pero siempre tienen al lado a jugadores que trabajan para que ellos brillen. Nosotros tenemos que seguir con el mismo discurso... aunque también soñamos, claro. Ojo, sabiendo que la realidad es la que es y que sólo con mucho curro la podremos transformar en lo que queremos.

¿Cómo definirías el juego del Atlético? Somos muy versátiles, en función del rival al que nos enfrentemos. Contra el Barça o el Madrid buscamos los contragolpes, porque somos muy fuertes con el 'Guaje' Villa o Diego Costa. Y contra rivales con menos posesión llevamos el ritmo con jugadores como Arda o Koke. Tenemos muchas alternativas y entiendo que la gente nos identifique con un estilo

esforzado y hasta brusco, pero en realidad contamos con jugadores de una calidad individual al alcance de pocos equipos. ¿Vuestro trabajo semanal es muy diferente en función del rival? Mucho. El técnico estudia muy bien a los rivales, conoce sus puntos débiles y cómo aprovecharlos. A partir de ahí trabajamos para encarar cada encuentro. Además, el míster varía mucho de jugadores, de sistema, con Raúl García en banda o arriba... Y ya tenemos ciertos automatismos: yo sé que si un día atacamos más por banda derecha tendré que estar atento para cubrir las subidas de Juanfran. Se habla mucho de Simeone y el 'Mono' pero no tanto del 'Profe' Ortega... No sé cuánto se hablará de él, pero es el tercer gran responsable del equipo; es quien nos lleva a este estado de forma y de tensión que pocos equipos en el mundo tienen hoy. Lo prepara todo antes de los entrenamientos. Nosotros, sin él, no seríamos el equipo que somos. Durante esta charla, uno descubre que te gusta mucho el fútbol. ¿Ves muchos partidos? Me apasiona. Veo mucho fútbol, incluidas las categorías inferiores. Es que hay futbolistas, igual conoces a alguno, a los que no les gusta el fútbol: van al trabajo, fichan y se acabó. Y en ti se puede intuir incluso un futuro técnico. [Risas] Claro que conozco casos. No les gusta pero tienen la capacidad innata de jugar bien y le sacan partido, legítimamente, para tener una vida cómoda. En mi caso es al revés, siempre he sido un obseso del balón. La gente me pregunta si me veo de entrenador, y todavía no sé qué responder. Esa pasión te la inoculó tu padre, que no llegó a profesional pero creó un

Gabi, el oso del escudo

equipo en el barrio para que jugaras... ¡Hasta eras el capitán! Sí, jugó en el Leganés pero no triunfó. A mí y a los chavales nos veía jugar por la calle y al final montó un equipito, el San Hilario, para que estuviésemos controlados. Y yo era el niño más feliz del mundo. Fijaos, recuerdo que el primer partido nos tocó un sábado a las ocho de la mañana. Yo creo que si nos hubieran puesto ese horario muchas veces más mi padre me habría borrado... Yo ahora trato de transmitirle el amor por el fútbol a mi hijo. Tiene tres años y 47 balones... ¡47 contados! Habrás tenido que asumir bastantes sacrificios hasta triunfar; en cambio, un hijo de futbolista profesional tiene la vida resuelta. Cannavaro dice que por mucha calidad que tenga su hijo no llegará a la elite, que siempre le faltará esa ambición que él sí tenía cuando jugaba por las calles de Nápoles.

No estoy de acuerdo. Conozco gente muy adinerada que ha tenido esa hambre de progresar. Por mucho que lo tenga todo, si quiere mejorar y luchar por un sueño lo hará; si le falta ese espíritu de sacrificio, no. Yo le ayudaré en la medida de mis posibilidades y desde luego nunca le obligaré a hacer algo que no quiera. Qué futbolista te pedías ser en el patio? Pues, aunque suene raro, me pedía siempre a los que metían goles [risas]. Kiko, Kiko me encantaba. Y luego también al Cholo y a Redondo. Me da igual que jugara en el Madrid, era un jugadorazo. ¿El Pupas ha muerto o volverá? Pero ¿el Pupas, por qué? Cuando ves un equipo que se compromete nunca puede ser el Pupas. No somos un club derrotista, la dinámica ha variado.Y el entorno tiene que cambiar también.

La felicidad debe parecerse mucho a esto: un aficionado se convierte en capitán de su equipo... y gana.

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Dossier: Porque somos del Atleti

"Que se mueran todos aquellos a los que les jode que yo sea rico y el Atlético, líder"

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Cuando por el Manzanares bajaban los cánticos de un Calderón enfervorecido al grito de 'Y tal, y tal, y tal, y tal...', a Jesús Gil, hinchado, más si cabe, le daba por soltar frases como: "Con la popularidad que tengo podría ser Dios". Esas eran las noches buenas, aunque él disfrutaba casi igual con las malas, cuando el 'Gil cabrón, fuera del Calderón' de la afición colchonera resonaba cargado de odio. No es de extrañar que se confesase igual de admirador de Franco que del 'Che' Guevara. Extremista, siempre circulaba por el carril derecho o el izquierdo, jamás por el centro. Eso era para fascinerosos, para piojosos, para cobardes. Gil era otra cosa. De la mano de Paolo Futre, ganó las elecciones a la presidencia tras la muerte de Vicente Calderón en 1987. Y ahí se acabaron las votaciones. En 1992, adquirió de forma irregular el 95% de las acciones en la transformación del club a SAD y, hoy en día y pese a las sentencias que probaron la estafa, su hijo Miguel Ángel y Enrique Cerezo todavía comandan la nave rojiblanca. Ese no fue su primer delito. En 1969, el homicidio involuntario de 56 personas tras el derrumbe de uno de sus edificios lo envió a prisión por dos años. Salió, indulto del Generalísimo y pago de 400 millones de pesetas mediante. Dicen que la cárcel agrandó al personaje: faltón, gánster, protector, todopoderoso... Un tsunami que bañó la costa atlética durante dos décadas.

Texto de César Sánchez / @cesar_sanchez_ Ilustración de Marta Vilches

50.000 atléticos inundaron las calles de Madrid en la romería organizada para celebrar el doblete de 1996. 16 carrozas y más de 40 caballos en un desfile encabezado por Gil y, por supuesto, su caballo Imperioso. Fue el éxtasis para un presidente que apenas celebró un par de Copas del Rey más, aunque la del 92 se la ganó al Madrid y en el Bernabéu. Mucho y mucho ruido para tan pocas nueces.

"Soy el nuevo opio del pueblo" En los años 90, Gil y Gil llegó a ser una marca tan popular que hasta la incipiente Tele 5 le dio un programa de dudoso gusto desde su jacuzzi de Marbella y rodeado de mujeres en bikini. Casposo o no, el universo conformado por su oronda silueta, sus dotes como políglota, sus chándals de táctel o su particular léxico, coronado por el indeleble mamporrazo en la sede de la Liga de Fútbol Profesional a los dirigentes del Compostela, forman parte de la España más kitsch.

La crisis de la burbuja

"Es un maricón y será recompensado en su afición pederasta" Si con los suyos era despiado, con el resto... Quizá la inhabilitación más célebre fueron los 18 meses que la UEFA le impuso por unos comentarios sobre la orientación sexual del árbitro francés Michel Vautrot. En España, el Comité de Competición le suspendió en 12 ocasiones para sumar un total de 93 meses de sanción.

"Echar a un entrenador es como tomarme una cerveza. Puedo echar a 20 en un año. Hasta a 100 si hace falta" Capítulo aparte mercen sus principales víctimas, los técnicos. En sus 16 años como presidente conoció a 31 entrenadores en 43 cambios. En el curso 93-94, el banquillo del Calderón tuvo seis huéspedes, récord de la Liga. Sólo seis veces inició y acabó la temporada con el mismo míster.

"Mi error ha sido tratar a los jugadores como personas" Arteche, Futre, Luis, Kiko... Todos ídolos atléticos y todos defenestrados por la egolatría de un ser sin mesura. Muchos sufrieron su ira cuando las cosas no salían como deseaba. Gil no entendía de personas, sólo de impulsos.

"Soy el hombre más perseguido de España" Jesús Gil fue juzgado más de 100 veces y entró en prisión en tres ocasiones, aunque siempre se las ingenió para no permanecer demasiado tiempo entre rejas. Homicidio involuntario, prevaricación, apropiación indebida o estafa. Los Ángeles de San Rafael, el Atleti o Marbella. Un escenario de lodo, corrupción e intereses en el que se movía como nadie.

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Milonga rojiblanca

Desempolvamos la crónica de la ida de la Intercontinental de 1975. Desde Buenos Aires, el enviado especial de Panenka para el choque ante Independiente teoriza sobre la fortuna del Atleti, que deberá remontar si quiere ser rey del mundo. Con su suerte, seguro que lo logra. Texto de Chema Valdivieso Bonelli Fotos de agencia

Cuestión de azar

ue yo estuviera tirado en el aeropuerto de Río de Janeiro se debía a la buena suerte del Atlético de Madrid. A la potra, churro, chamba, chorra, baraka, culo, fortuna, inabarcable buena suerte del Atlético de Madrid. Poco antes de meter la ropa de verano en la maleta porque las noticias del Río de la Plata nos avisaban de un calurosísimo otoño, había discutido con el maestro Antonio Valencia a cuenta del puñetero buen fario colchonero. Valencia era un sabio y más listo que Calisto, que no son cosas iguales lo de sabio y lo de listo, y había cogido por el moño una frase del presidente Calderón para llenar media crónica de Blanco y negro. Es lo que tienen las frases sonoras, que falsas o ciertas dan para mucho. A Vicente Calderón se le había escapado un pensamiento amargo, somos el Pupas, y la frase con su concepto hizo furor en tres minutos gracias a plumas ilustres como la de Antonio Valencia que vieron en el latiguillo un filón inagotable. Se lo reprochaba con el semanario en la mano al ilustre cronista aragonés mientras él se despachaba tranquilamente su tercer café en la esquina de Recoletos donde parábamos doctores y aprendices. "¿Pero de qué va el artículo?", medio gritaba yo en el círculo de plumillas. "De la final de la Copa del Mundo, o la Intercontinental como la llaman ahora", respondía a la retórica sin dejar que otro se atreviera a contestar antes. "Y esa" -subía un tono y agitaba imperativo el semanario de los Luca de Tena-, "esa es la última prueba de lo que digo". Un equipo que desciende y en lugar de bajar se para la Liga porque aquí nos liamos a mandobles, dan en cruzarse un montón de extrañezas y a la vuelta de la guerra no sólo se queda en Primera sino que gana el Campeonato… ¡Venga ya, hombre, la caraba en verso! Eso no le ha pasado a nadie ni volverá a pasar. Salvo al Atlético de Madrid, claro. Que

no gana la Copa de Europa pero va a jugar la final de la del Mundo porque a los alemanes les ha entrado colitis. Antonio Valencia apuró el último sorbo del café. Solo el café. Se limpió despacio los labios limpios con una servilleta de papel. Y sin perder la calma, precisó: "Sería bueno que cuando leyeras no sumaras letras sino pensamientos, vuelve a leer lo que tienes en la mano, anda". Qué fenómeno, qué grande, qué listo, pero qué listo. Era verdad: en lugar de defender que el Atleti era un equipo gafado daba una vuelta al bolillo y lo encajaba en su punto. El Atlético de Madrid es el primer equipo español en creer en su propia jettatura. Decía Valencia lo que decía de sí mismo el Atleti de Madrid. Pagó los cafés, fuese y no hubo más.

CON LA POTRA POR MONTERA Bueno, sí, sí hubo más, porque en su página de la actualidad deportiva, el maestro de periodistas aseguraba que las opciones del club madrileño eran pocas, que era un once decadente, plomizo y que sus posibilidades vendrían dadas, más que por su juego presente, por el carácter de torero imprevisible que estaba en el alma de los rojiblancos. Una victoria tras el doble partido salvaría la temporada; al Atleti y a Luis, que aún no ha podido dar al equipo el aire que busca. Eso me lo había dicho el mismo Luis y me lo había repetido Víctor Martínez, el secretario técnico y valedor del de Hortaleza en el arriesgado salto del interior en punta al banquillo como director. Así, de corrido. El 'Sastre', que era el remoquete que acompañaba a don Víctor, dormitaba a tres metros justos de mí en ese momento. 40 horas, 40 desde que salimos de Barajas con dos bajo cero para llegar a Brasil con 36 de calor. Yo, en la mitad del Santos Drumond, anhelando la voz que desde los altavoces acabara con el medio día de

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A Calderón se le había escapado un pensamiento amargo, somos el Pupas, que hizo furor en tres minutos

Dossier: Porque somos del Atleti

retraso, la corbata caída, un par de botones abiertos en el cuello de la camisa y mi cargamento de Celtas casi agotado. Un periodista semimoribundo tirado al otro lado del meridiano por culpa de la puñetera, ostentosa buena suerte del Atleti de Madrid. Yo: Chema Valdivieso Bonelli, seguidor secreto del equipo que me torturaba porque es sabido que un periodista que se precie debe ocultar siempre sus colores.

AMOR PATRIO

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Adelardo, cumpliendo el pronóstico de Chema Valdivieso Bonelli, alzará la Intercontinental en el partido de vuelta en el Manzanares.

No pregunten por los ronquidos canoros del pasajero de la corbata ladeada en el vuelo 213 de Varig entre Río y Buenos Aires del 10 de marzo de 1975. No pregunten, por favor. En Ezeiza tardamos una barbaridad en el trámite de maleta y pasaporte, un cuarto de hora sin exagerar, la conocida parsimonia austral; menos mal que me pegué a la rueda del secretario técnico y tras los pasos de Don Víctor todo fue más sencillo: nada más cruzar la raya una pequeña multitud (tres personas juntas ya evitan el oxímoron) se cerró sobre nosotros. España, Atleti, Patria, Lejos, Cojones, Vamos Colchoneros... Una ola

imparable de palabras aguantadas desde siempre caían sobre nosotros y nos cubrían por entero; lágrimas; risas; abrazos; a los cinco españoles que formábamos la adelantada de la expedición, que habría de llegar al día siguiente, nos apretujaba un convoy de afecto. Dos periodistas, uno de los de material, el cocinero y el secretario técnico de la entidad acababan de batir su récord de abrazos recibidos, por nada, por venir de allá, por estar acá, por oler a los viejos olores, por devolver los acentos perdidos. Un señor de Lugo me cogió del brazo como si fuéramos compinches desde el cole: "Che, carallo, qué alegría, me llamo Francisco Ríos Seoane, soy del Centro Gallego y del Deportivo Español, e logo, si querés cualquier cosa pasate por Mitre con Roca que estoy abriendo un restorán y a la noche corro las mesas y se vuelve boliche. No lo olvidés, Ríos Seoane, Ríos Seoane", seguía gritando mientras se nos tragaba un coche grande, negro, americano.

EL SABIO GRIFFA A la mañana siguiente, los 60 o 70 que habían ido a recibirnos, y 900 más, esperaban a la muchachada atlética como si el aeropuerto de Buenos Aires fuera la estación de Atocha y el equipo volviera de Sabadell con Marcel Domingo al frente igual que hace cuatro años. Por allí andaba la familia de Heredia, todos clavaditos a él, ellos y ellas; la de Ayala, la de Panadero Díaz. A palmetazo limpio llegaron al autocar que los llevó al Hotel de San Martín donde paraba la expedición madrileña y donde tenemos nuestra habitación los cinco adelantados. No demasiado lejos se encuentra la plaza de la Recoleta, allí me está esperando, porque le llego tarde, Griffa, Jorge Bernardo Griffa Monferoni, el bravo defensa central que vistió el cinco del Atleti durante tantos años. Griffa sudó como un titán para comprar una finca de más de 500 hectáreas y todos le recordamos con su seiscientos verde entre los haigas de algunos compañeros menos ahorrativos. Lo malo fue que el

Cuestión de azar

socio que le cuidaba sus ingresos directamente le salió Mandrake y le estafó bien estafado. Pero Griffa no quiere hablar de eso, quiere hablar de fútbol y lo hace con una claridad y una simpleza que maravilla. "Mirá", dice, "Pérez, el arquero del Rojo, es notable, no te hará la imposible pero no te dejará colgado de la brocha con una cagada; los del medio son fuertes, pero el poder está delante con las llegadas por sorpresa de Balbuena, la habilidad de Bertoni que es grande y el talento de Bochini. Bochini es súper, pero no le gusta la marca pegada como se hace en España, si le atrapan de cerca, chau, a sufrir. Y al final, verás, el mejor será Pavoni, el capitán, como siempre: un lateral zurdo que nunca se equivoca". De salida hacia el hotel, pasamos por la puerta del Cementerio de la Recoleta. La familia de Evita tiene un panteón en este camposanto y Jorge Griffa me contó bajando la voz que tras la vuelta de su cuerpo a la Argentina parece que este será el destino de sus restos embalsamados. Durante el camino al hotel, Griffa me ha ido hablando de sus planes y de su deseo de volver a Madrid para trabajar como técnico en su club del alma: "Tengo un proyecto para formar a los pibes desde abajo que es cosa seria". Ojalá lo veamos porque transmite un entusiasmo contagioso. Ya en el hotel todo han sido abrazos, bromas y recuerdo de anécdotas, especialmente con Adelardo que no le ha dejado solo ni un minuto. Al despedirse nos pide que le demos un abrazo muy fuerte a su gran amigo, más que eso, dice, Isacio Calleja y le prometemos que lo tendrá incluso antes de nuestra vuelta: ahí va, señor licenciado en Derecho. Varios jugadores se vuelcan sobre las páginas del Diario Clarín. Hay unas declaraciones de Juan Carlos Lorenzo, el entrenador al que ha sustituido Luis. Habla bien de los que fueron sus chicos y asegura que el Atlético de Madrid opondrá a Independiente "una táctica lateral perforativa por los interiores". Lástima que ya se haya ido Griffa para que me lo explique. Otros, Reina, Melo, Capón, están eligiendo la

película que van a ver esta tarde. Gana El Archivo de Odessa. En otra sala, el vicepresidente Santos Campano se reúne con los directivos de Independiente, los argentinos piden ocho millones para que el partido se juegue en Madrid si hubiera desempate; no habrá, en todo caso prórroga.

REMONTADA El partido. Campo lleno, récord de recaudación en el Estadio de la Doble Visera: 200 millones de pesos. 21:15 de la noche, calor. Partido televisado en directo para el país. Césped alto, suelo duro. El árbitro húngaro Palotai obliga al Atlético de Madrid a jugar con medias blancas. En el palco, Artemio Franchi y los más altos dirigentes de la FIFA. Banda de Madariaga para los himnos. Planteamiento defensivo del Atlético que sale con dos puntas únicamente: Garate y Ayala; cuatro medios: Eusebio, Adelardo, Irureta y Alberto; cuatro atrás: Melo y Capón en los laterales, Heredia y Benegas por el centro y Reina en la portería. Inicio ofensivo de Independiente, cuando el partido se equilibra, pasada la media hora, llega el gol local que nace de una falta protestada de Melo. El balón llega en corto a Bertoni que hace su jugada característica, baila el balón entre sus pies, izquierdo, derecho, izquierdo, derecho, y sale del engaño con un pase cruzado que mata Balbuena golpeando a la red. A partir de ahí juego bronco. No hay más ocasiones claras salvo una notable de Ayala que se frustra por un mal bote, normal visto el campo. Así transcurre el choque hasta su conclusión. Bochini le ha dicho a Adelardo que si en Madrid va a seguir corriendo igual. El mejor de Independiente ha sido Pavoni (Adelardo está seguro de que lleva peluquín). Lo fácil es que sí, que Adelardo y todos los demás corran mucho en Madrid donde la fuerza del estadio colchonero y la cita con la historia que obliga al Atlético pueden darle el cetro máximo del fútbol mundial. Yo apostaría por el Campeonato. Tiene tanta suerte el Atleti de Madrid…

Récord de abrazos recibidos por venir de allá, por estar acá, por oler a los viejos olores, por devolver los acentos

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De Pupas a Campeón El Cholo Simeone no sólo ha logrado imprimir un sello futbolístico al Atlético de Madrid. También ha recuperado la identidad de un club que ya no teme vestirse de ganador. A prueba está la capacidad de admiración y simpatía de todos los que llevan años promoviendo la idea de que el rojiblanco es el color del victimismo y el infortunio. Texto de Rubén Uría / @rubenuria Foto de Getty

Un traje incómodo

n cuarto de siglo después, en la búsqueda de su penúltimo escudo humano para que la grada del Calderón siga sin tener cuello que girar en dirección al palco, Gil Marín y Cerezo decidieron contratar a Simeone como entrenador. Nada mejor que un ídolo de la hinchada, que un tipo sin mácula con el escudo y que un ganador patológico para resguardarse de un público harto de ver cómo un equipo histórico se convertía en sociedad anónima histérica. Condenados a sufrir el negocio de dos, los aficionados colchoneros necesitaban algo en qué creer. Atrapados por una apropiación indebida -el delito prescribe, la memoria no-, por el 'caso Negritos', por una intervención judicial, por la amenaza de la quiebra, el descenso a Segunda, la venta sin previa consulta del Calderón y dos lustros de proyectos en el contenedor de la basura, los hinchas del Atlético, al fin, se sintieron representados por alguien que, en su época de jugador, prestigió el escudo y la camiseta, regando el césped con su sudor. Hoy, esa esperanza de un mañana mejor ha derivado en la ilusión desbordante de una afición que durante años vivió conformándose con las migajas que se le caían de la mesa a los dos grandes de siempre. Una ilusión justificada, porque con Simeone al mando, aquellos gritos de general acorralado que le caracterizaban en el campo, se han traducido en una filosofía de juego, en un credo futbolístico, en un mantra de positividad revestido de una figura en la que, si el Atlético es religión, Simeone es su profeta. A años luz de los dos de siempre en cuanto a presupuesto, pero a apenas centímetros si el patrón de medida es la cultura del esfuerzo, emerge el Atlético, que se ha ganado a pulso un sitio en la elite del fútbol mundial. A golpe de piolet, hasta alcanzar la cima del Everest. Sin oxígeno, sin sherpa,

The Special Sime-One, el mismo al que sus amigos le decían que estaba loco por firmar por el Atlético, ha escalado el ochomil, a pleno pulmón, obrando el milagro: de heredar un muerto a devolver un campeón. Desde que el periodismo vendió su dignidad en aras de la audiencia, el negocio consiste en trasladar a la opinión pública que lo único que vende es hablar de los dos de siempre. Esa cuota de mercado, partido a partido, la está reventando el Atlético, obligando a la industria a tener que abrir las puertas de una habitación donde todo olía a cerrado. El público necesitaba una tercera vía. Una alternativa. Un estímulo para el campeonato, una nueva fuerza. Hubo una época para el Superdepor, otra para el Valencia de Benítez, incluso un par de años dorados para el Sevilla. Equipos respetables y respetados, que se ganaron su cuota de mercado, hasta que lograron ganar. Entonces, dejaron de ser simpáticos y populares, para convertirse en amenazas coyunturales del sistema. El sorprendente Atlético de Simeone ocupa, desde hace dos años, esa plaza vacante. Vende menos que los de siempre y no genera tanta audiencia como los ojos inyectados en sangre de los telepredicadores del villarato, pero ya no es ese equipo que inspiraba pena, que presumía de la estética del perdedor y que se refugiaba en su leyenda del Pupas, esa prótesis que el periodismo le diseñó, como un traje de madera de pino, a medida. Hoy, gracias a Simeone, el Atlético pelea pulgada a pulgada. Por cada partido, por cada título y por cada portada. Se ha vuelto tan competitivo que se ha invitado a una fiesta que, durante años, le era ajena. Adicto a la autodestrucción por cortesía de la familia Gil, el Atlético, un club mucho más grande que el Barça en los años 70, se acostumbró a jugar el papel de obediente comparsa y chiste facilón en la oficina. Durante lustros, lejos de denunciar el expolio del club por parte de la familia

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Dossier: Porque somos del Atleti

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Gil, el negocio le improvisó una leyenda negra al Atlético, un mantra repetido mil veces que, aunque fuese mentira, mutó en verdad social. Le diseñaron un traje a medida, el del Pupas. Se le presentó en sociedad como un perderor. Mejor dicho: el perdedor. Antes de la llegada del Cholo, los medios concebían al Atlético como una partida de dados. Si tiraba el dado y sacaba uno, dos, tres, cuatro o cinco, era motivo de mofa y sólo se hablaba de él para decir que sus estrellas se querían ir. Y si sacaba seis, le obligaban a tirar otra vez. Ahora, después de sacar ocho, nueve y hasta diez veces seis, incluso el periodismo ha tenido que plegar velas ante la cruda realidad. El Atlético, al fin, ha recuperado su identidad. Primero dejaron caer que la Europa League era un título menor, luego que la Supercopa era un partido único sin importancia y después, que un buen campeonato liguero era flor de un día, pero que el globo se deshincharía en unos meses. Hoy, con el equipo consolidado, fuerte en el campeonato doméstico y en Champions, tras ganar la Copa al Madrid, superar por puntos al Barça en la Supercopa y noquear de nuevo al Madrid en su propio campo, el periodismo comienza a entender que aquel equipo al que despreció, ninguneó e ignoró, merece el respeto al que se le ha faltado. No es el mejor equipo del mundo, pero sí uno que se empeña en pelear para intentar serlo. Querer cambiar las cosas es el primer paso para cambiarlas. Simeone, que ha puesto en fila de a uno a los atléticos, es el cambio sustancial. Su Atlético jamás ganará la Liga de la prensa, de acuerdo, pero está ocupado en otra tarea: derrumbar ese sistema informativo a base de conquistar títulos. Con menos dinero que los dos portaviones, con una plantilla más corta y un calendario igual de exigente, el Atlético camina con prudencia. Con ilusión, pero sin euforia. Con empuje, pero sin sacar pecho. Es menos que Madrid y Barça, pero sabe a qué juega, qué discurso tiene y en qué dirección desea crecer. Arropado por el mantra del partido a partido, que no ayuda a vender periódicos ni vender humo, Simeone, única autoridad moral del club, no es uno de esos pagafantas a los que la familia Gil manejaba a su antojo. Ni siquiera es, simplemente, un entrenador extraordinario. Significa mucho más. Es un aficionado del Atlético de Madrid. Está enamorado de la empresa en la que trabaja. Piensa, siente y dirige desde la mentalidad del hincha. Y sabe qué plantilla gestiona: no tiene a los mejores jugadores que el dinero puede comprar, pero tiene chicos que ponen en el campo algo que el dinero no puede pagar. Con

todo por hacer, porque el esfuerzo viene antes del éxito, Simeone prefiere no hablar de favoritos, ni de ruido mediático. Él no contenta oídos, trabaja para levantar títulos. El equipo del Cholo está poseído por algo que sólo él cree posible y no se detiene para recrearse en el paisaje. Se mira a sí mismo y ha sido capaz de sacudirse esa línea editorial destructiva que complace a quienes le dispensan trato de mujer barbuda. Algunos medios llevaban tantos años diseñándole el traje del Pupas, que ahora no están programados para intentar abandonar ese discurso, aunque los acontecimientos les hayan obligado a ello. El gran mérito del Cholo, su gran conquista, es que los atléticos ya no tengan la cabeza agachada en la oficina los lunes, sino que se sientan especiales en ella. Lo ha logrado con una receta tan simple como directa: dejar de abrigarse en el fatalismo, dejar de poner excusas y pelear como un pequeño para ser grande. Lejos de ser un perdedor, este Atlético del Cholo es un competidor. Su comeback es real. Por mentalidad, camina con decisión hacia la playa y tiene a la altura del muslo el agua de McArthur. Y la leyenda negra de El Pupas ha sido pisoteada por Simeone. El pupismo consistía en celebrar el casi, en refugiarse en la excusa, en culpar al empedrado y llorar lo añorado. Ya no importa qué suceda de ahora en adelante, si ganará más títulos para el Atlético, si se marcha de la entidad algún día o incluso si el club, abandonado a su suerte y a las negligentes manos de su directiva, vuelve a instalarse en la depresión y la desidia. Simeone ya es inmortal para el aficionado rojiblanco. Forma parte del santoral sagrado de los dioses en rojo y blanco. Su legado se transmitirá, como el carné, de abuelos a padres y de padres a nietos, marcando a las futuras generaciones atléticas. Él mostró el camino: se podía enterrar al Pupas y vestir esa camiseta con orgullo. Simeone, pase lo que pase de aquí a los próximos 100 años, podrá seguir sentado sobre su dignidad hasta el resto de sus días. Heredó un muerto y devolvió un campeón. Su mensaje permanecerá vivo en la memoria de quienes sufren y padecen por el sentimiento atlético: nadie podrá olvidar jamás la filosofía de vida de quien pudo hacer posible lo imposible. La marca del Cholo es una patente personal e intransferible, un material con el que están hechos los sueños: ser campeón no es una meta, se convierte en una actitud. Simeone es un nombre de guerra. Su filosofía, el cholismo, se compone de dos palabras: grupo y equipo. Y sólo conjuga un verbo: ganar.

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ENTREVISTA A MARCOS SENNA

""Sigo animando a Brasil. Es mi selección desde niño""

La polémica en la que se ha visto envuelto Diego Costa después de renunciar a la canarinha y declarar amor eterno a la selección española ha convertido a Marcos Senna en el futbolista más solicitado de todo Estados Unidos. Es normal. El actual jugador del NY Cosmos, santo y seña del mejor Villarreal de la historia, fue también el primer brasileño en disputar un Mundial y ganar una Eurocopa con La Roja. Le invitamos a viajar por algunos de los capítulos más brillantes, duros y trascendentales de su carrera. Pero del ariete colchonero, ni una palabra. Texto de Roger Xuriach / @rogerxuriach Fotografías de Getty

Un paseo por Nueva York

¿Cómo te va con el inglés? No es tan difícil como pensaba pero mi nivel aún es bajo. Cuando vuelvas al Villarreal, una vez retirado, ¿te lo exigirán? [Risas] Espero que no, pero se trata de un idioma universal y, de cara al futuro, me ayudará bastante. Porque vas a regresar, ¿verdad? Seguro. Dejamos la puerta abierta. Tú en Nueva York. ¿Te lo imaginabas? Lo había visto en las películas y me preparé a fondo antes del viaje. A nivel de personas, el trato es genial. Vives en Garden City pero supongo que haces vida en la Gran Manzana. Por supuesto. Tren arriba y tren abajo, con mi familia. Pocos tienen la oportunidad de conocer Nueva York y mucho menos de vivir aquí. Cada paseo por la ciudad es como estar en un sueño.

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¿Y en qué piensas cuando paseas por la Quinta Avenida? En que estoy proporcionándole a mi familia una vida mejor. Paseo por Nueva York y pienso en Sao Paulo, en Brasil, en las favelas en las que crecí. Es como una película que se proyecta a diario. ¿Viajas a menudo a Sao Paulo? Siempre que puedo. Visito a mis amigos de siempre y solemos jugar unas pachangas. Ahora vive un ami-

go mío en la casa donde me crié, así que no es difícil seguir conectado a los recuerdos de la infancia. Es una sensación extraña: poder mirar de dónde vengo para saber dónde estoy. Es una mezcla de sentimientos. Y al final el que predomina es el orgullo. Estarás orgulloso de la foto en la que sales junto a Pelé y Carlos Alberto en el Empire State en el acto de regreso del NY Cosmos, el pasado agosto. Créeme. Sentí vértigo y no precisamente por estar en un rascacielos. Pelé, el mejor de la historia, de mi país... Habría sido una frustración retirarme sin haberlo conocido. En serio, ese día flipé mucho, era como un niño cuando ve a un futbolista profesional por primera vez. ¿De qué hablasteis? Bueno... Creo que hablamos dos minutos. ¡A cada segundo era reclamado por alguien! Charlé más con Carlos Alberto, me explicó como fue su etapa en el Cosmos. Tú tenías siete años cuando desapareció el club. A esa edad, en Brasil, ¿qué llegaba sobre aquel equipo americano? Pues sólo sabía que Pelé había jugado allí. Luego, poco a poco, me fui enterando de toda su historia. 30 años después... lideras su retorno. ¿Una elección simbólica o deportiva? Fifty fifty. Quería jugar en los Estados Unidos y el Cosmos me daba la oportunidad de ser su futbolista

más emblemático. A nivel deportivo, era lo que necesitaba con 37 años. Lo he jugado todo, he marcado cuatro goles en 13 partidos y hemos ganado el torneo de otoño de la NASL. La NASL vendría a ser una segunda división de la MSL. ¿Existe mucha diferencia con la segunda española? Sí que existe, claro. El presupuesto de los clubes es aún muy bajo aquí. Y el nivel futbolístico tiene que mejorar. Pero fíjate, incluso en la elección de equipo he tenido suerte. El Cosmos cuida el balón. Tampoco lucháis por subir de categoría. ¿El sistema de franquicias americano resta competitividad al torneo? Es un sistema muy diferente al europeo. Nadie se preocupa por ascender o descender así que el que no logra el título no interesa a nadie. Si ganamos la NASL [el campeón del torneo de primavera se disputa la corona con el de otoño] jugaremos un torneo similar a la Champions americana. Tengo contrato hasta finales de 2014 y, si las lesiones me respetan, quiero cumplirlo. ¿Pensaste precisamente en irte cuando el Villarreal descendió a Segunda? Todo lo contrario. La noche del descenso conducía en coche, de camino a casa, y tuve un acto reflejo: llamé a mi representante y le dije que quería reunirme con el club al día siguiente. Antes de que se dirigieran ellos a mí le dije al presidente que seguía.

"En Estados Unidos ningún club se preocupa por ascender o descender. El que no logra el título no interesa a nadie"

Un paseo por Nueva York

"Si el Villarreal no hubiera descendido me habría ido aquel verano. A mi mujer le dije que no podía abandonar a mi otra familia"

Tras once temporadas en España, Senna ha llegado al renacido NY Cosmos para ganar la NASL.

Un Fernando Roig que no pudo evitar llorar a mares el día del descenso. Ni siquiera hablé con él ese día. Estaba absolutamente roto. ¡Éramos los que menos posibilidades teníamos de bajar! Fue una pesadilla, aquello no podía estar ocurriendo. Pero siempre hay una primera vez… Decidiste quedarte y el premio fue el ascenso de este año. ¿Tomaste igual de rápido la decisión de dejar el club? Es que si el equipo no hubiera descendido, me habría ido aquel verano. Mi familia ya estaba al corriente, las maletas estaban casi hechas. Pero aquello fue un shock tan grande que tuve que ser sincero con mi mujer. Le dije que me daba igual renunciar al dinero pero que no podía abandonar a mi otra familia. A partir del ascenso, deber cumplido, ciclo cerrado. Retrocedamos un poco. Es 2002 y tú juegas en el Sao Caetano. José Manuel Llaneza va a verte sin querer porque está siguiendo a otro compañero tuyo. Un delantero, sí. Recuerdo que estaba metiendo muchos goles en la Libertadores. Pero fue bajando el nivel. De hecho no sé dónde está ahora. En cambio a Llaneza le gusté mucho así que me fichó. Lo pienso a menudo: ¿por qué a mí y no a él? ¿No encuentras respuesta? ¿Estar en el sitio indicado y en el momento justo? A veces, la paciencia y el azar van de la mano. En 2002, el Shakhtar Donetsk me quería contratar a toda costa, había mucho

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Un paseo por Nueva York

Capitán, leyenda, internacional ilustre. Marcos Senna lo ha sido todo en la historia del Villarreal.

56 dinero de por medio. Pero yo dije que no. Quería jugar en Europa, y desde que visité A Coruña en un torneo con el Corinthians, en 1999, España se convirtió en mi primera opción. Cuando Llaneza me dijo que el Villarreal quería ficharme, supe que mi oportunidad había llegado. Y me tiré de cabeza. La temporada en la que llegas coincide con la Liga que gana el Valencia. Desde entonces se la han repartido Barcelona y Real Madrid. De hecho, yo llegué a decir que llegaba al Villarreal para ganar la Liga. ¡Mis compañeros se descojonaron, me dijeron si estaba loco! Yo venía de una liga brasileña donde 14 clubes pueden levantar el título y pensaba que aquello era lo normal. Pero no tardé en descubrir la cruda realidad.

En la 2007-08 estuvisteis cerca... Por eso aquel subcampeonato fue celebrado como si hubiésemos ganado la Liga. Fue algo histórico. ¿Cuando llegaste a España se hablaba del 'estilo'? No mucho. Recuerdo a Palermo en punta y la cosa iba de buscarle a él a base de juego directo. Cuando llegó Pellegrini sí hubo un estilo definido. Ahí empezamos a ganarnos una identidad, con un fútbol de toque. ¿Cuesta mantener una identidad? Al final son los futbolistas los que marcan el estilo. Ahora el fútbol del Villarreal es más directo, más rápido, más 'a lo Madrid'. Y en cambio están ganando partidos y haciendo un buen arranque liguero. Apúntalo como equipo revelación.

Al Real Madrid lo tuvo contra las cuerdas. Si no llega a ser por Diego López... Con Diego puedes esperar un paradón en cualquier momento. ¡Además jugaba con ventaja, las porterías del Madrigal se las conoce como nadie! Casillas no está en el banquillo porque sí. Fuiste el primer brasileño en jugar un Mundial con España. Y la opinión pública era mucho más escéptica que ahora... Viví aquello como un sueño. Que una selección con tanta tradición como España se interesara por mí me sorprendió mucho, a pesar de que estaba en un gran momento de forma en el Villarreal. Pero también lo viví con mucha ansiedad, no sabía cómo me iban a recibir los compañeros, cómo iba a verlo la afición.

Un paseo por Nueva York

"¿En serio Del Bosque dijo que, de reencarnarse, lo haría en Sergio Busquets? Pues creo que es una gran elección"

Pero por suerte el recibimiento fue fantástico y no tardé en integrarme. Luis Aragonés influyó en que me sintiera como en casa. ¿En la Eurocopa 2008 viviste el mejor fútbol de tu carrera? Creo que fue en Villarreal, a partir de 2004, cuando inicié mis mejores años. En 2006, cuando debuté con España, llegamos a las semifinales de la Champions. En total fueron cuatro años seguidos en Villarreal de muy buen nivel, coronados con la Eurocopa. Fue el broche de oro a mi trayectoria y además logramos practicar un fútbol espectacular. El romance con la selección se truncó un mes antes del Mundial de Sudáfrica, ya con Vicente Del Bosque. No había vivido mi mejor año. Las lesiones habían estropeado el arranque liguero pero a mitad de temporada me recuperé. Seguía entrando en las convocatorias pero en mi cabeza planeaba la incertidumbre del 'qué pasará'. A final de temporada me encontraba muy bien. Cesc, Iniesta y Torres venían también recuperándose de lesiones... Creo que Del Bosque tuvo algo de miedo, vivió una situación tensa. Sin embargo, en la última convocatoria, un amistoso ante Francia, me probé los trajes para el Mundial así que era optimista.Y de repente estaba fuera. Fue un golpe durísimo, muy duro, de verdad. Disfruté del juego de mis compañeros en aquella Copa del Mundo, pero yo estaba muy triste.

¿Cómo lograste recuperarte? A través del Villarreal, me animaron mucho. Pasó el tiempo, se fue la tristeza y hoy no tengo nada en contra de Del Bosque. Sigo pensando que es una persona espectacular, muy buena en todos los aspectos. Y cuando Del Bosque reconoció que, de reencarnarse, lo haría en Sergio Busquets, ¿qué sentiste? ¿En serio dijo esto? Así es. Bueno, bueno... ¡Pues yo creo que es una gran elección! Sergio es hoy el mejor centrocampista del mundo en su posición. Lo ha ganado todo con el Barça y la selección española. Y además aún es muy joven. No puedo decir nada malo de él. ¿Cómo viviste la final de la Copa Confederaciones entre España y Brasil? Sinceramente, me encontré con una situación que nunca imaginé que podría llegar a ocurrirme. Después de mi debut con la selección española nunca se habían enfrentado así que cuando vi a los dos conjuntos en el estadio de Maracaná, jugándose un título internacional, me dije: '¿Sabes qué? Intenta disfrutar del fútbol...' Parece mentira, pero fue así. Me abstraje y esperé que ganara el que mejor jugase. Y Brasil fue mejor. El Mundial está a la vuelta de la esquina y se juega en tu país natal... ¿Tienes más claro a quién animar?

Creo que me va a ocurrir lo mismo... España pasó a ser mi selección durante unos años increíbles pero Brasil también sigue siendo mi selección, de hecho lo es desde que era niño. Y aún sigo animando a la canarinha. Pero en La Roja están mis ex compañeros, mis amigos y deseo que sigan logrando cosas importantes. La situación social en Brasil, a pesar de esta Copa del Mundo, no es la idónea. ¿Estás siguiendo todas las protestas? Ofrecen una imagen negativa. Todos sabemos que en el mundo hay mucha corrupción pero en Brasil esta realidad se multiplica. Los ciudadanos tienen derecho a protestar porque Brasil no se corresponde con lo que dicen los políticos. Es una oportunidad única para protestar, ahora que el mundo nos mira con atención. De lo que estoy absolutamente en contra es de las protestas con violencia, destrozos de hospitales, calles, autobuses... Pero en cuanto al fondo, las reivindicaciones me parecen legítimas. En abril te vimos como ponente en una mesa redonda sobre psicología aplicada al fútbol. En este deporte, ¿tener cabeza es más importante que tener talento? No, yo creo que una cosa va ligada a la otra. A un futbolista con mucho talento le perjudicará no tener cabeza. Y un futbolista que tiene mucha cabeza, pero no tiene talento, no vale para este deporte.

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A pesar de que sólo tres estados no reconocidos por la comunidad internacional admiten su soberanía, Transnistria cuenta con su propio parlamento -donde despunta una estatua de Lenin-, su ejército, sus fronteras y su moneda. Desde Tiraspol, la capital, el Sheriff FC se esfuerza en proyectar las bondades de uno de los más aislados enclaves del mundo. Viajamos a un país desconocido en el que la URSS parece no haber desaparecido. Texto de Andrés A. Gutiérrez / @Por_el_mundo Fotografías de agencias

Un Sheriff con hoz y martillo

La información sobre Transnistria es tan escasa como negativa. De hecho, la Unión Europea desaconseja las visitas a la región

a República Moldava Pridnestroviana (RMP) es conocida popularmente como Transnistria y, sin embargo, ni su nombre oficial ni el oficioso logran despertar demasiada información entre quienes los escuchan. De hecho, se trata de un pequeño 'país', situado a orillas del río Dniéster entre Ucrania y Moldavia, que se autodeclaró independiente de esta última en 1992, cuando tras la disolución de la URSS fue ensamblado dentro de las fronteras moldavas contra la voluntad de su pueblo. Han pasado más de 20 años de aquello y la mayoría de sus habitantes siguen considerándose "parte de la Unión Soviética", como sugiere Anatoliy Gorgonov. Gorgonov reside en Tiraspol, capital de la República y sede del Sheriff FC, club que, junto al FC Tiraspol, representa a Transnistria en la Divizia Nationala moldava. Su peculiar nomenclatura se debe a que el equipo pertenece a una destacada empresa, de homónimo nombre, propietaria de supermercados, gasolineras, constructoras o editoras en el país. La entidad, presidida por Viktor Gushan, un millonario ruso con pasado como dirigente del KGB, ha hecho una importantísima inversión para lanzar el fútbol en la capital del estado secesionista, construyendo una moderna ciudad deportiva que ha costado más de 170 millones de euros. Si el fútbol es un pretexto para conocer territorios lejanos e inciertos, Transnistria no es una excepción. La información sobre esta región es tan escasa como negativa. Tanto es así que la Unión Europea desaconseja visitarla, alarmada por los casos de trata de armas y soborno en sus fronteras.

UN TERRITORIO HERMÉTICO Las comunicaciones, como casi todo en Transnistria, están muy lejos de los estándares europeos. Tras hacer escala en Bucarest, un avión a hélices me transporta a Chisinau, capital moldava, en un viaje no apto para aerófobos. Allí conocí a Dimitriy, un conductor que solo hablaba ruso y cuya misión fue la de

llevarme a Tiraspol por una carretera 'principal' sin señalización, ni luz, con agujeros en el firme y a unos 150 km/h. Pensaba que no llegaba ni a la frontera. Entre sobresaltos, a la una del mediodía, alcanzamos dos barreras: la primera moldava y unos metros más adelante la de acceso a Transnistria. La autoridad fronteriza, ataviada con armas de asalto estilo Kalashnikov y pocas ganas de agradar, nos hizo salir del coche. Durante 30 eternos minutos me revisaron el pasaporte varias veces, tuve que rellenar muchos papeles en ruso (que cumplimenté con ayuda del conductor) y me preguntaron sobre mis motivaciones para entrar en el estado. Rodeado por un clima algo angustiante, me entregaron un salvoconducto con el que podría permanecer en el país un único día. Los trámites burocráticos son, con diferencia, lo peor de este hermético territorio. Al alcanzar Tiraspol, en una infinita llanura majestuosamente iluminada se levanta la ciudad deportiva del Sheriff. Enorme, con tres estadios, uno de ellos cubierto, nueve campos de entrenamiento, piscina olímpica, pistas de tenis, restaurante, tres concesionarios de coches, centro médico, residencia… Un flamante complejo megalítico que poco tiene que ver con el paisaje de la región, colmado de añejas edificaciones comunistas de 20 pisos de altura y muchas décadas a sus espaldas. Al salir del coche, me esperaba un guardia fornido, serio y ataviado con uniforme de camuflaje. Las primeras impresiones de los lugareños no fueron del todo cautivantes. Su rostro, siempre impertérrito, la barrera lingüística y su naturaleza poco comunicativa dista mucho de parecerse a Occidente. Sin embargo, tras relacionarme con la gente de a pie, sentí que a pesar de ser reservados y sobrios, a su manera son amables y entregados. Todo muy Soviet-style. El guardia me acompañó a una habitación del complejo, sin lujos, pero limpia y con lo necesario para vivir (es decir, con canal de fútbol 24 horas) e incluso me proporcionó el desayuno para el día siguiente. Todo un detalle.

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Un Sheriff con hoz y martillo

UCRANIA

MOLDAVIA

Transnistria Tiraspol

RUMANÍA

POBLACIÓN

517.963

habitantes (2012)

SUPERFICIE

4.163

kilómetros cuadrados

GRUPOS ÉTNICOS

60 5

mayorías (moldavos, rusos, ucranianos, búlgaros y rumanos)

A plena luz del día, Tiraspol asombra más que de noche. Moldavia es el país con el PIB más bajo de Europa y, aunque dentro del impoluto complejo del Sheriff eso no se aprecia, fuera resulta evidente. No hay que rebuscar mucho para detectar una gran brecha social entre las distintas clases. Vehículos de los 80 y trolebuses comparten vía con modernos Mercedes o Hammers, siendo éste un vivo ejemplo de las consecuencias de la acelerada y desorganizada penetración del capitalismo en la ex URSS. Por eso, en Transnistria, con unos índices de paro grotescos, muchos añoran los años de la hoz y el martillo; símbolos todavía presentes en monedas, instituciones o publicidad de la región. Como mi salvoconducto era para un único día, no tuve más remedio que confiar mi pasaporte a un miembro del club para que la oficina de inmigración ampliara la validez de mi estancia. Sin pasaporte, no hay manera de salir del país. Sin mucho más tiempo para evaluar la situación, acudí al despacho del director deportivo del Sheriff Tiraspol, Valery Pavlichenko. Joven, no llegaba a la treintena, con diccionarios de inglés sobre la mesa y banderines de clubs europeos en las paredes, Valery empezó a hablar de fútbol y todo se volvió... mucho más cómodo. "El Sheriff está creciendo, pero para evolucionar hay que jugar en Europa. Hemos ganado 12 de las últimas 13 ligas porque Moldavia no es muy competitiva. Si pudiéramos disputar la liga rusa o ucraniana todo sería más sencillo, pero ahora, debemos hacer un equipo fuerte para poder competir en la Europa League. Ese es nuestro objetivo y también nuestra puerta hacia al exterior", explica. La conversación derivó hacia la confección de la plantilla: "Tenemos, jugadores brasileños, croatas, israelíes, españoles, africanos, eslovenos… el fútbol es global y para ser competitivos necesitamos firmar futbolistas foráneos. Podemos darles una excelente plataforma de crecimiento y todas las comodidades, incluido el alojamiento dentro del complejo, para que se centren únicamente en el deporte".

Charlando llegamos al mediodía y Valery me invitó a comer. Su chófer nos llevó a Kumanek, un restaurante con mesas de madera muy acogedor. La comida fue excepcional: una sopa típica de Tiraspol y una brocheta de carne (de unos 30 cm) muy sabrosa, acompañada de varias salsas. La comida de ambos costó unos nueve euros, en uno de los lugares más caros de la ciudad. Al cambio con el euro, en Transnistria puedes comer por tres euros, pedirte un helado por 20 céntimos o hacerte con un paquete de tabaco por 0’35. Poseen una peculiar divisa, el rublo transnistrio, que solamente tiene valor dentro de su territorio, y, a diferencia de Moldavia, donde se habla rumano, el ruso es la lengua vehicular.

HEGEMONÍA LOCAL Tras el festín, paseé por la ciudad, a pesar de que a la gente del club no les entusiasmó la idea de que caminase sin pasaporte (pues aún no me lo habían devuelto), sin visado oficial y solo por las calles de Tiraspol. La capital transnistria no será nunca patrimonio de la humanidad, pero vive rodeada de una atmosfera postcomunista atrayente para nostálgicos y curiosos. La Avenida Lenin, propaganda de héroes comunistas, banderas de Osetia del Sur o Alto Karabaj (estados no reconocidos por la ONU), monumentos a Suvorov, el Soviet supremo, tiendas de coñac Kvist, bebida 'oficial' del territorio, o tanques conmemorativos de la Segunda Guerra Mundial adornan un rupestre entramado de moles de cemento y calles mal asfaltadas a la orilla del Dniéster. Además, también hay cines, parques, una pista de patinaje, algún hotel, como el moderno Russia, y gente modesta. No sentí temor al pasear por sus calles, ni al comprar en uno de sus populares mercadillos callejeros. Aunque el entorno, propio de los peores suburbios, y la notoria presencia de la policía militar no ayuda,Tiraspol es una ciudad segura. El día siguiente era día de partido. A primera hora mi pasaporte y

Un Sheriff con hoz y martillo

El Sheriff se ha convertido en la mayor y casi única puerta que tiene Transnistria para sacar la cabeza hacia el exterior

Tiraspol se ha convertido en una tierra de acogida para futbolistas emergentes.

un papel con un sello impreso (visado transnistrio), me fueron entregados. Mi tranquilidad volvía a ser absoluta. El Sheriff recibía al Costuleni, equipo de media tabla. Entradas a un euro y aparcamiento gratuito dentro del recinto. Todas las facilidades para tratar de enganchar a una afición fría que únicamente llena el estadio en los envites europeos. Tras un inicio intenso de los visitantes, el Sheriff tomó el control y se mostró muy superior. El equipo entrenado por el barcelonés Juan Ferrando, fortificado atrás con el ex central del Betis Melli y las individualidades de los brasileños Cadú, Luvanoor y Ricardinho en ataque, es un bloque casi imbatible en el campeonato local. Los goles se sucedieron y el choque finalizó 4-1. Supremacía manifiesta y liderato. Tras el partido, el contacto con los futbolistas se sucede de forma ágil. ¡Incluso para los periodistas! El brasileño William me comentó que el Sheriff era "una buena oportunidad para entrar en Europa" y, con una amplia sonrisa en el rostro, confesó que el equipo disponía de "mucha plata". Luva, uno de los jóvenes reclutados por la academia directamente desde Brasil

añadió: "Llegué aquí porque era más sencillo convertirme en futbolista profesional". Pragmáticos o no, muchos jugadores ven en Tiraspol un buen lugar para vivir y crecer en sus carreras. Aunque al final se acabe recurriendo a uno de los temas estrella de la región: la belleza de las transnistrias. Confirmé que más de un futbolista ya se había dejado seducir por alguna mujer de allí... A pesar de tener una estructura muy jerarquizada y preservar una herencia autoritaria y poco transparente -como casi todo en el país-, el Sheriff FC proporciona trabajo a muchas personas en Tiraspol (jardineros, personal de seguridad y de la limpieza, cocineros, transportistas…) y mediante el fútbol, se ha convertido en la mayor y casi única puerta que tienen en la arrinconada r epública secesionista para sacar la cabeza hacia el exterior y mostrarle al mundo orgullosamente que Transnistria está ahí. Actualmente el Sheriff se encuentra disputando la fase de grupos de la Europa League. La visita del Tottenham a finales de octubre se vivió con fervor. Quién sabe si, desde entonces, muchos ingleses se interesan por conocer esta región. El poder del fútbol tiene estas cosas.

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Entrevista a Juan Ferrando

""Para jugar un partido de liga te toca cruzar dos fronteras""

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Una llamada te cambia la vida. Tienes 32 años y trabajas cada día con jóvenes que sueñan con llegar a La Rosaleda. O más allá. Pero suena el teléfono y te ofrecen dejar la academia del Málaga para empezar una nueva vida en el otro extremo de Europa, en una zona de la que no conoces prácticamente nada, básicamente porque Europa entera ignora lo que sucede cada día en Tiraspol. Osado, precoz y valiente, Juan Ferrando escuchó lo que le contaban. Lo valoró. Y en 24 horas decidió que su primera experiencia como entrenador de un primer equipo sería en la liga moldava.

Es tu primera experiencia como entrenador en la élite. ¿Qué le sedujo al Sheriff de tu currículum? Haber trabajado en diferentes ámbitos del fútbol. Empecé como jugador y luego me licencié en Educación Física en Barcelona. La tesis doctoral la hice en el departamento de Medicina de Zaragoza. Como entrenador estuve en la escuela del Espanyol y después pasé por los juveniles del Terrassa y L'Hospitalet. En Inglaterra estuve trabajando la preparación física con jugadores como Cesc Fàbregas o Robin Van Persie. Y cuando me llamaron del Sheriff, estaba en la academia del Málaga.

Texto de Toni Padilla / @Toni_Padilla Foto de agencia

Y de Málaga a Tiraspol. Casi sin tiempo para procesar el reto… Un 14 de junio me llamaron y dos días más tarde ya trabajaba en Tiraspol. Cuando llegué no teníamos mucho tiempo porque el día 29 se jugaba la Supercopa moldava. Una semana más tarde, teníamos que disputar el primer partido de las eliminatorias de clasificación para la Champions League. En la segunda ronda lo hicimos muy bien contra el campeón de Montenegro, el Sutjeska [el Sheriff goleó 0-5 en el partido de vuelta], y luego nos encontramos a un Dinamo Zagreb muy preparado en comparación con la liga moldava

[los croatas ganaron por un global de 4-0]. Así que saltamos a la previa de la Europa League, donde hicimos historia superando a la Vojvodina serbia en el playoff, llegando a la fase de grupos, todo un éxito para el club y la ciudad. El Sheriff Tiraspol es un club relativamente joven, con dinero y que ha fichado jugadores por medio mundo hasta construir una torre de Babel... Cuando llegué me encontré un equipo con búlgaros que hablan turco, serbios que conocen un poco el inglés, moldavos que se comunican en ruso, africanos que dominan el francés y brasileños que te pueden entender en español. Hablo español, catalán, inglés, italiano… pero el reto era mayúsculo, y más con poco tiempo antes de debutar. Aposté por los vídeos, mostrando situaciones de juego. Lo grabamos todo y luego, en grupos reducidos de jugadores, lo vemos, trabajamos y analizamos. Nos comunicamos con imágenes. Moldavia es uno de los estados más pobres de Europa pero tu club se puede considerar ambicioso, con buenas instalaciones y ganas. ¿El sueño es llegar a la fase de grupos de la Champions? Una manera de entender este equipo es pensar en la liga rusa. La men-

Un Sheriff con hoz y martillo

talidad es similar. Son equipos que se fundan y en dos años quieren ser campeones de Europa. Lo quieren todo en dos días. Aquí no me piden la Champions, pero sí otras cosas. Si conseguimos que un día este club se meta en la fase de grupos de la Liga de Campeones sería muy importante. Me exigen ganar la liga, la Copa y la Supercopa. Y participar en Europa. De momento las cosas van bien. En el club interesa mucho conquistar el campeonato doméstico, no por la supremacía local, sino para estar metido en la previa de la Champions. Si tienes un mal día y pierdes, te dan una segunda oportunidad con la Europa League, como ha sucedido este año. Trabajas y vives en Tiraspol, capital de Transnistria, una zona que se proclamó estado independiente de Moldavia aunque no ha sido reconocida a nivel internacional. ¿Cómo se vive esta realidad? Cierto, es curioso. Desconocía parte de la historia de esta zona. Cuando llegas a Chisináu, la capital de Moldavia, y te diriges a Tiraspol, tienes que cruzar una frontera para acceder a Transnistria. Es un territorio den-

"La mentalidad aquí es similar a la de la liga rusa. Clubes que se fundan y en dos años quieren ser ya campeones de Europa"

tro de la República Moldava, pero con su moneda, sus fiestas locales… un estado normal pero no reconocido. Es más, tienes que cruzar dos fronteras, la de Transnistria y otra antes de Tiraspol, algo sorprendente cuando tienes que jugar partidos de tu propia liga. La gente te cuenta que hubo una guerra civil cuando desapareció la Unión Soviética, conflicto que dividió a una parte de la población que miraba más hacia Europa y a otra que lo hacia a los territorios de la vieja URSS.Te tienes que adaptar a esta doble realidad. En Moldavia te puedes comunicar si tienes conocimientos de italiano y de español, ya que el rumano es de la misma familia lingüística. Sin embargo, en Tiraspol sólo se habla ruso. Cuando jugamos fuera de casa todo es más fácil ya que te puedes comunicar con los árbitros o los rivales en inglés. Aquí, en Tiraspol, toca aprender ruso. ¿La realidad del fútbol moldavo complica poder competir bien en Europa? Sí que afecta. Nosotros no jugamos en una liga que tenga mucho nivel, así que tenemos que aprender a competir como sea. La idea es poder

ir a Zagreb, jugar delante de 45.000 aficionados que te están apretando y saber elegir las decisiones correctas sobre el césped. Poco a poco, el fútbol se vive más en Moldavia. Pero aún cuesta porque no es la prioridad. Gustan mucho más deportes como la lucha grecoromana o la halterofilia. ¿Cómo se vivió la visita del Tottenham a Tiraspol en la Europa League? Fue como un día festivo para la ciudad. La gente era consciente que este encuentro ponía a Tiraspol y al fútbol moldavo en primera línea. El estadio se llenó hasta la bandera y los seguidores del FC Sheriff vistieron camisetas del club y hasta se maquillaron la cara con la estrella, nuestro símbolo, animando al equipo hasta el último segundo. Enfrentarnos contra el Tottenham es una oportunidad maravillosa para dar a conocer a la entidad y a la gente que trabajamos aquí. Jugar contra equipos grandes te pone en el mapa. Buscamos algo parecido a lo que les ha pasado a clubs como el Bate Borisov o el Viktoria Plzen, que primero te dejaban frío y ahora ya son reconocidos por la gente.

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Maldita ignorancia

Con 20 años, Giorgios Katidis malgastó sus 15 minutos de gloria celebrando un tanto con el brazo alzado, al estilo nazi. El ex del AEK optó por escudarse en su incultura para justificar semejante idiotez, pero rápidamente comprendió que debería vivir para siempre con las secuelas de su pésimo gusto para los saludos. Desde su exilio futbolístico en Novara, el joven talento griego aborda causas y consecuencias de su celebérrima, en el peor de los sentidos, acción. Texto de Alexandre Pedro y Hecate Vergopoulos / @sofoot Fotos de agencia y Catherine Kõrtsmik

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l pasado 18 de septiembre fue un gran día para Giorgos Katidis. Después de posar para la foto oficial del Novara Calcio 2013-14, su nuevo club en la Serie B italiana, el joven futbolista griego estaba emocionado por poder recoger a su nuevo cachorro. "Ya tengo cuatro perros, pero se los he tenido que dejar a mi madre en Grecia. Estaba muy encariñada con ellos y no quería que me los trajese a Italia", explica. El ex centrocampista del AEK de Atenas vive solo en su nuevo destino, lejos de su familia y de su novia, que no le ha acompañado hasta el próspero y reluciente norte de Italia. La burguesa Novara y el zafio Katidis no estaban destinados a conocerse, pero la historia no admite el uso del 'control Z' y lo sucedido el pasado 16 de marzo en el choque de liga entre el AEK y el Veria FC les ha obligado a encontrarse. Tras anotar el tanto decisivo del partido, Giorgios se dirigió hacia sus seguidores brazo alzado apuntando al cielo. Para hacerlo más comprensible: un gol celebrado con el saludo nazi en un país como Grecia,

"Sueño a menudo que perdemos ese partido y que los seguidores me persiguen por haber fallado aquella ocasión"

en el que el movimiento de extrema derecha Amanecer Dorado ha accedido al parlamento al mismo tiempo que se le acusa de ser una organización criminal encubierta relacionada con diez asesinatos de carácter xenófobo. Escándalo y, consecuentemente, exilio.

ACIERTO FATAL La joven promesa helena muchas veces imagina qué hubiese sido de su vida si aquel toque con la zurda ganador en el minuto 83 no se hubiese colado en el marco rival. "Sueño a menudo que perdemos ese partido y que los seguidores me persiguen por haber fallado aquella ocasión", desvela. Cuando se explica, su cara es mucho más juvenil, más dulce, en las antípodas de esa imagen todo odio, pectorales contraídos y tatuajes por doquier, del día de su penosa celebración. Pero Katidis no falló y, seis meses después, vive en una confortable habitación de hotel que da al campo de entrenamiento de su nuevo club. Piamontesa administrativamente hablando, Novara reivindica un alma y un PIB lombardos. Milán sólo está a 45 minutos, lo que justifica su influencia hasta en el Villaggio Azzurro, el nuevo domicilio del griego en el que se sitúa

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Segundas vidas

Novarello, un centro de entranamiento cinco estrellas hecho a imagen y semejanza de las famosas instalaciones rossonere. Al antiguo equipo de Silvio Piola le van el confort y la opulencia, un entorno en el que Katidis se confiesa "feliz", aunque lo cierto sea que, a sus 20 años, todavía se está reconstruyendo. Su reconversión tras el saludo filonazi está siendo una tarea complicada porque, básicamente, sólo había dos opciones: o asumir el gesto y su condición de fascista para convertirse en el nuevo Paolo Di Canio o reconocer su ignorancia y pasar por un cretino sin criterio. Mientras que Di Canio puede disertar durante horas sobre los aspectos positivos (¿?) del fascismo y Mussolini, Giorgios reconoce que sabe quién es Hitler "pero poco más". La elección es más que evidente. "Sólo fui un año a la escuela y me presentaba a primera hora para firmar el registro de asistencia y que constase que estaba estudiando. Me cuesta interesarme en la política o en la situación económica que está pasando Grecia. No puedo hacer nada para cambiarla, para ayudar a la gente, así que prefiero ver una película en la televisión", confirma. Katidis ha optado por culpar a su ignorancia, algo que ya hizo justo después del escándalo su entrenador, el alemán y declarado defensor del pensamiento de izquierdas Ewald Lienen. "Habrá visto el saludo por internet o vete a saber dónde y lo ha reproducido sin saber qué era", le justificó. Capitán y máxima referencia de los sub 20 griegos subcampeones de Europa en 2012, sobre Giorgios se dibuja rápidamente un perfil de chico inmaduro y egocéntrico, pero las primeras explicaciones del protagonista no convencen a nadie. Argumenta que se dejó llevar por la emoción, ya que el AEK vivía la peor temporada de su historia y él, junto a otros jóvenes, tenían la responsabilidad de salvar al equipo del descenso y de la quiebra. Al

"No me interesa la política y no puedo hacer nada para cambiarla, así que prefiero ver una película en la televisión"

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anotar el tanto, afirma, quiso trasladar un mensaje a los seguidores. "Le habían dado la espalda al equipo y habían cuestionado nuestra implicación. El club estaba en la quiebra y nos pedían a nosotros, unos adolescentes, que lo salvásemos. Con el gesto les quise demostrar que debían respetar a los jugadores", rememora. Efectivamente, el saludo lo había visto unos días antes en internet durante una concentración. "Con un compañero, dimos con un vídeo cómico en el que cada vez que un tipo alzaba el brazo todo el mundo se levantaba. Cuando marqué me vino a la mente, pero ni él ni yo sabíamos lo que significaba el gesto", ahonda. Katidis acabó el partido con normalidad, pero pronto descubrió que su ocurrencia había abierto la caja de Pandora. "Tras el partido, los periodistas me rodearon y no paraban de preguntar por qué había celebrado así el gol. No se trataba de las típicas entrevistas postpartido", narra el joven heleno que se esforzó en repetir una explicación improvisada en el momento por un miembro del club. Quisieron vender que se trataba de un saludo viril para unos amigos. Pero ni la excusa ni las disculpas calmaron la tormenta. Al día siguiente, la federación le suspendió de por vida con la selección y la afición del AEK lo declaró non grato, especialmente el grupo de izquierdas Original 21: "Tu inmadurez, tu peinado y tus tatuajes no nos molestaban, pero tu saludo fascista nos avergüenza. No te podremos perdonar jamás".

‘MI ERROR' Katidis, cual niño tras cometer una travesura, se refugió en Tesalónica en casa de su madre, que lo crió sola tras la huida de su padre a Estados Unidos. "Quise dejarlo todo atrás, pero era imposible. Con todo lo que se decía sobre mí en los diarios, no podía hablar ni con mis familiares. Enseguida entendí que jamás volvería a ser un jugador normal y que debía aprender a convivir con lo que había hecho", concede el joven talento heleno.

Segundas vidas

La hemeroteca juega bromas macabras: Katidis con la elástica griega y un brazalete en contra del racismo.

Durante un tiempo, Giorgios pensó en enterrar una carrera apenas iniciada. "Quería dejarlo todo, pero me pregunté qué podía hacer para ganarme la vida y no tenía demasiadas alternativas. No soy un tipo inteligente y acabé diciéndome: 'no has hecho otra cosa en la vida que ser el mejor futbolista griego de tu generación", reflexiona Katidis. Como primer símbolo de arrepentimiento, se tatuó en el tobillo la fecha del 16 de marzo de 2013 junto a dos palabras: 'Mi error'. Un error tan grave que ha hecho que medio planeta le conozca como un icono de la extrema derecha. "Si fuera nazi, Dios me hubiera castigado y no me permitiría seguir jugando a fútbol y ganarme bien la vida", teologiza el ahora futbolsita del Novara, que se esfuerza en desmarcarse de todo lo que tiene que ver con Amanecer Dorado. "Me duele que

"Enseguida entendí que jamás volvería a ser un jugador normal y que debía aprender a convivir con lo que había hecho"

puedan pensar que estoy con ellos. Hay que estar desesperado para creer su discurso, no tener alma. Y yo todavía tengo alma", apuntilla. Un alma que ahora Katidis pasea por Italia y que ha tratado de enriquecer con clases particulares de historia para entender en profundidad por qué su gesto ha levantado tantas ampollas. "La profesora me preguntó si preferiría estar tomando algo con alguna chica en Glyfada [la zona más chic de Atenas] o estar estudiando. Seguro que si sólo hubiese metido mi gol y basta estaría tomando algo con alguna chica", confiesa. Pero hoy, Giorgios le ha dado la espalda a Glyfada y a su antigua vida. No sabe si algún día su suspensión con la selección será revocada, ni si lo desea. Demasiada amargura. "La federación me ha abandonado. Me condenaron sin tan siquiera escuchar mis explicaciones. Yo sé que si un día vuelvo a jugar con Grecia no será porque me hayan perdonado, sino porque me habré convertido en un jugador tan importante que no podrán pasar sin mí", sentencia.

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Un kamikaze en traje

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uería, al menos, probar. Probar primero si me iba a gustar y en segundo lugar, si iba a valer, que es lo más importante. Y me gustó tanto que aún hoy sigo sentado en un banquillo''. Con esta reflexión cambió Paco Jémez las botas de fútbol por una pizarra. Era una idea que siempre había tenido en su cabeza y que se acentuó con el paso de los años al ver que las piernas ya no respondían y que el cuerpo no se recuperaba como antes de los continuos esfuerzos. Los momentos de gloria como internacional y las dos Copas que levantó con el Deportivo de la Coruña y el Zaragoza quedaban ya muy atrás en la retina. El calendario marcaba los últimos meses del año 2005 y por aquel entonces Jémez vivía en el Lugo sus últimos días como futbolista. La amistad y el compromiso le llevaron hasta Galicia, tierra de marineros que salen cada día a la mar arriesgando su vida, para dar las últimas patadas al balón. Pero él ya pensaba como entrenador. En cada sesión de preparación y en cada partido. Veía el fútbol con otros ojos, con una capacidad mayor de análisis. Así, tan sólo era cuestión de tiempo que llegase su oportunidad en un banquillo. A finales de marzo de 2006 el Alcalá marchaba segundo en el grupo VII de Tercera División. Había comenzado fuerte la temporada pero tras el

Al cobijo de un banquillo y hablando de fútbol Paco Jémez es feliz. Se encuentra a gusto y se nota. Disfruta charlando sobre su profesión con naturalidad, la misma que implanta en sus equipos y que a la vez éstos plasman sobre el césped. Los que le conocen bien le definen como un 'echao palante' y él reconoce orgulloso esa condición porque, asegura, ''la vida es de valientes''. Texto de Alberto Robledo / @AlberRobledo Fotos de agencias

parón navideño el equipo evidenció un bajón de juego considerable que trajo varios resultados negativos. Llegaron los titubeos y con ellos la destitución del técnico. La directiva de El Val tenía en su agenda a varios nombres y finalmente se decantaron por uno sin experiencia, Paco Jémez. Cuando su agente le trasladó el interés del conjunto complutense le invadió una sensación de duda. "Me extrañaba mucho que un equipo que estaba tan arriba echase al entrenador a mitad de temporada. Ahí pasaba algo raro seguro", pensaba en los días previos a la firma del contrato. Sin embargo, aceptó. Las ganas pudieron más que el miedo a lo desconocido. Tenía decidido ya sentarse en un banquillo, a pesar de que no sabía absolutamente nada del Alcalá ni del plantel que se iba a encontrar cuando viajase a Madrid. Bastaron sólo tres meses para dejar claro cuál era su estilo. Valiente, decidido, queriendo ir a buscar al rival. Los resultados llegaron en la fase regular del campeonato. Cinco empates y cinco triunfos alzaron al Alcalá al liderato que le permitió jugar el play off de ascenso a Segunda B. El primer objetivo estaba conseguido. Sólo quedaba rematarlo. El primer escollo con el que se encontró Jémez fue el Motril. Lo superó. Pero cayó en la siguiente eliminatoria, ante el Girona. La visita a Montilivi, en la ida, se saldó con un 2-1 en contra. Por tanto, la vuelta se-

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Los huevos de Paco

ría una batalla a tumba abierta. Marcó pronto el Alcalá, todo se le puso de cara, pero antes del descanso se quedó con un hombre menos. "El campo de El Val es muy grande y estaba convencido de que si jugábamos 45 minutos metidos atrás no nos llevábamos la eliminatoria. ¡Era demasiado tiempo! El Girona tenía muchos recursos para hincarle el diente a un equipo encerrado en su área porque contaba con gente que dominaba el juego aéreo y futbolistas de banda que ponían buenos centros. La única opción que veía, a pesar de estar con diez, era hacer otro gol. De marcarlo sí que podría pensar en defender la renta que teníamos. Así que para no perder la superioridad en el centro del campo y para seguir teniendo llegada, opté por dejar una defensa de tres hombres e ir a buscarles", relata. La apuesta no salió aquella vez. El Alcalá tuvo sus oportunidades, perdonó y el Girona, a la contra, dio la vuelta al marcador. Así terminó la primera aventura de Paco Jémez en un banquillo. Pero en la tierra de Cervantes había dejado por escrito cuáles eran sus señas de identidad...

"Yo disfrutaba marcando al hombre. Ahora a los centrales no les gusta defender y en eso tenemos culpa los técnicos"

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Llama la atención que hayas sido defensa y que tus equipos jueguen al ataque… El hecho de haber sido central y que por mis cualidades desarrollase un tipo de fútbol no quiere decir que no me guste otro. Ojalá los defensas que tengo fuesen como yo. No lo digo porque sean mejores o peores, sino porque les gustase tanto su profesión como a mí. Ahora a los centrales no les gusta defender y en eso tenemos mucha culpa los entrenadores, que les animamos a que jueguen el balón y estamos descuidando la acción de defender. Yo era un enamorado de mi profesión, me encantaba hacer un marcaje al hombre, aunque para muchos fuese un coñazo. El reto de marcar a ju-

gadores como Zamorano, Maradona, Van Basten y ver hasta dónde podías llegar... Eso ahora lo echo en falta. La mentalidad ha cambiado y en el fútbol actual un central que no saca el balón jugado parece que es malo. ¿Por qué ese estilo ofensivo? Todo parte de la inquietud de cada uno. A mí me gusta que mis equipos tengan el balón y una vez que está en tus pies, tienes que hacer algo con él. No puedes estar en un campo sin cuidar el balón. Es evidente que me gusta ser ofensivo pero también quiero que mis equipos defiendan bien, que lo hagan en zonas alejadas del área… Es una visión que he tenido siempre, no es un estilo que haya interiorizado ahora. Lo que es indudable es que a medida que pasa el tiempo a ese modelo le vas dando los matices que quieres y lo vas perfeccionando. Si me equivoco, prefiero hacerlo dando un paso adelante que no echándome unos metros hacia atrás. Le das mucha importancia a la imagen, aunque al final el marcador indique una derrota de tu equipo... Es que yo no quiero perder un partido encerrado en mi área. No lo concibo. Es más, desde que soy entrenador nunca he perdido en esas condiciones. Podré salir derrotado y me podrán pintar la cara, pero no perderé haciendo un planteamiento rácano. A nadie le gusta perder, pero cuando pierdo quiero salir del campo teniendo la sensación de que he podido sumar los tres puntos. Lo más triste que te puede pasar como deportista es irte a casa después de una competición con la idea en la cabeza de que no has tenido ninguna opción de vencer. Esa sensación no la he tenido nunca como jugador y no la quiero vivir ahora como entrenador. ¿Recuerdas algún partido en tu etapa como jugador en el que el técnico os echara para atrás contra tu voluntad?

Los huevos de Paco

Muchas veces. Recuerdo partidos en el Depor, cuando jugábamos contra el Real Madrid o el Barça. Eran otros tiempos, otra manera de funcionar y de hacer las cosas. Los equipos buscaban de forma prioritaria la fortaleza defensiva y a partir de ahí, organizar los ataques. Era normal ver a todo el equipo defendiendo en su área para no encajar goles. Con el paso de los años ese rigor defensivo ha dejado paso a la diversión. Al final esto es un espectáculo y tienes que ofrecer entretenimiento a la gente que compra una entrada y va a un campo de fútbol. Como aficionado quiero ver ganar a mi equipo pero quiero que juegue bonito. El fútbol es un espectáculo, como el cine o el teatro, y al final tú pagas por pasártelo bien.

FÚTBOL CON MARGEN DE ERROR Ascendió al Cartagena al fútbol de plata, cumplió con creces las expectativas de la siempre exigente parroquia del Insular de Las Palmas y a punto estuvo de tocar el cielo de Primera con el Córdoba, el club de sus amores y de la ciudad que le vio crecer cuando sus padres se marcharon de Canarias y aterrizaron en la península. Allá por donde pisó siempre dejó buen recuerdo y su comunión con la grada fue absoluta por lo que plasmaba sobre el césped. "Los entrenadores dependemos de los resultados y por muy bien que hagas las cosas y juegue tu equipo, si las victorias no llegan, estás fuera. Hay veces que juegas como los perros y, como has ganado, la gente te lo perdona y otras que juegas de cine y pierdes. A mis equipos lo que les he trasmitido es que sean muy sacrificados en el esfuerzo, que se dejen los huevos en el campo. Si no me das eso, no me vales. Además, como intentamos hacer un fútbol para que la gente que va al campo se divierta, es fácil que al final te concedan un margen de error más grande", explica. En todo este periplo lo que permaneció fue una idea muy concreta de fútbol,

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Con o sin melena, Jémez siempre ha tenido una misma idea en la cabeza: defender atacando.

Los huevos de Paco

una idea que, muchas veces, ha rozado lo kamikaze. ¿Qué técnico de los que has tenido en tu etapa de jugador te ha marcado más? De todos aprendes algo. Si quieres, todos te enseñan. Incluso de aquellos con los que no comulgas aprendes lo que no quieres hacer. Si tuviera que elegir me quedaría con José Antonio Camacho. No creo que fuera el mejor ni el peor que tuve, pero sí ha sido el que ha estado conmigo en momentos puntuales que han sido importantes. Me dio la oportunidad de debutar en Primera División y también con la selección española.

"Vallecas, al ser un barrio obrero donde la crisis es más acentuada, te pide que los jugadores se maten en el campo"

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¿Y de los que no has podido coincidir en el mismo equipo? Los que han salido de La Masia siempre han sido un reflejo para los que nos gusta este estilo de fútbol. He aprendido mucho de los equipos de Guardiola, ya fuera el Barcelona o ahora el Bayern de Múnich. Se fue Pep y llegó Tito Vilanova, que tiene el mismo patrón. Recientemente, también han empezado a demostrar su valía ex futbolistas como Sergi o Luis Enrique. Pensamos que La Masia es sólo una fábrica de jugadores exquisitos y la gente desconoce que también produce un gran número de entrenadores que tienen la misma mentalidad. La Masia, Guardiola y el Dream Team… El Barcelona de Guardiola estaba a la altura del Dream Team de Cruyff y sería difícil decantarme por uno u otro. El Barça más reciente fue una evolución del modelo, llevado casi a la excelencia. El que aprecia el fútbol habrá disfrutado porque eran los equipos más completos que han existido, incluso cuando no tenían el balón. Fue la evolución de un estilo, de unos valores. Yo creo que no hay nadie al que no le guste

ver las cosas que hacen en espacios tan reducidos. El resto de equipos y entrenadores tan sólo podemos admirarles y tratar de imitarles, siempre salvando las distancias, porque estamos hablando de dos equipos únicos que han marcado un antes y un después en el fútbol. Ahora, el equipo con el presupuesto más austero de Primera da qué hablar con él. El Rayo y Jémez, convertidos en un único ser. "Vallecas tiene su idiosincrasia y hay que entenderla. Yo me siento muy identificado porque tiene valores que todavía hoy conservo. El trabajo y el sacrificio gusta. Pero agrada en Vallecas, en el Bernabéu y en el Camp Nou. No obstante, sí es verdad que Vallecas, al ser un barrio obrero donde las desgracias o la crisis se hacen sentir de forma más acentuada, lo que te pide es que los jugadores se maten en el campo. Si no les das eso va a ser imposible que se enganchen al equipo, no se te va a perdonar y vas a tener los días contados", relata. Sabe de lo que habla porque esa simbiosis entre el entrenador y el club al final da sus frutos. Los resultados la temporada pasada lo corroboraron. Con 53 puntos y la octava posición en la tabla clasificatoria, Vallecas vio los mejores registros de la historia de su equipo. Este curso, el arranque no ha sido tan cómodo. El Rayo Vallecano, equipo pequeño, queriendo jugar como un grande. Hay que tener coraje… Es que si además de ser pequeño, eres cobarde, te van a dar hostias por todos los lados. Creo que la única forma de sacarle rendimiento a una plantilla que, por presupuesto es la más pequeña de la categoría, es querer ir más allá que el resto. Pero no sólo eso. También trabajar más que los demás, correr más que los otros, querer jugar más y mejor que el resto. Sólo así puedes igualarte con los rivales. Por eso yo no entiendo un Rayo Vallecano cobarde, apagado y encerrado atrás. En serio, no íbamos a sacar ni un punto.

Los huevos de Paco

Y esta campaña hasta quitándole la posesión a todo un Barcelona 315 partidos oficiales después… Me siento muy orgulloso de haberle quitado la posesión al Barcelona. Y lo que más me fastidia es que algunos digan que fue porque el Barcelona con el Tata Martino ya no quiere el balón. El Barça busca la pelota y la va a querer siempre, no concibe el fútbol de otra manera. Si les quitamos el balón fue porque hicimos méritos suficientes para ello. Eso no nos sirvió para ganar pero, después de 315 partidos, que un equipo tan pequeñito como nosotros le quite la posesión al Barcelona y que tuvieran que correr detrás de nosotros supone un orgullo y una satisfacción que no se puede describir con palabras. ¿Esa estadística es agridulce cuando cogen los Messi, Iniesta y demás y te golean? Dentro del guión había muchas posibilidades de que aun quitándole el balón te ganasen. No es sólo robarle la posesión, también hay que defender bien, con mucho orden y matarle cuando se presenta la oportunidad. Nosotros la tuvimos y no lo hicimos. En esta categoría a nadie se le puede hacer regalos y mucho menos al Barcelona. Hicimos todo lo que pudimos, todo lo que estaba en nuestras manos y nos quedamos vacíos, pero no fue suficiente. Como síntoma de hombre de agallas que es, Paco Jémez confiesa retos por cumplir aún. De niño anhelaba alcanzar el éxito como futbolista y lo consiguió. Quiso abrirse camino al cobijo del área técnica de un banquillo y ahora goza de credibilidad como técnico. Para el futuro reconoce querer entrenar en cada uno de los equipos en los que jugó.Ya ha cumplido con el Rayo y el Córdoba. Es su ilusión.Y como él mismo reconoce en lo último que captó la grabadora, "los retos son para los valientes y yo siempre lo he sido". Seguro que Deportivo y Zaragoza ya han tomado nota...

El buen amigo

Hay amistades que se forjan desde la infancia y que sobreviven para siempre. Es el caso de Faustino Asprilla y Víctor Manuel Osorio 'Caremonja'. El primero fue uno de los grandes delanteros de los 90, cuyo desembarco en el Parma podría haber acabado antes de tiempo sino llega a ser por el apoyo que le brindó desde su Colombia natal su gran amigo, un reconocido humorista y publicista que trabaja para grandes multinacionales. Ahora, con Asprilla como ex futbolista y 'Caremonja' en la cúspide de su carrera, ambos siguen cuidando una amistad que ya es eterna. Texto e ilustración de Las 2 orillas (El Escorpión) / @elescorpionofic Foto de agencia

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austino y Víctor Manuel se bajaron de un Ferrari Spider F355, convertible, dos asientos, amarillo, edición limitada. Se disponían a entrar en la discoteca más famosa y cara de Milán. Escoltándolos se encontraba el chófer de Faustino en una camioneta Grand Cherokee, trasladada a la zona por si se necesitaba otro vehículo para subir a las conquistas. Era 1999, tanto Faustino Asprilla como Víctor Manuel Osorio 'Caremonja' estaban viviendo su momento de gloria; el primero triunfaba en el Parma y había sido nominado al Balón de Oro en dos ocasiones. Por su lado, 'Caremonja' estaba considerado como el mejor publicista de Colombia, uno de los mejores del mundo. Cuando los dueños de la discoteca vieron entrar a Asprilla, le dieron el mejor sitio, tan exclusivo que la mesa tenía un cronómetro que cobraba una lira por cada cinco minutos. Los colombianos pidieron una botella de champán Dom Pérignon servida en una cubeta repleta de fresas. Modelos y actrices se acercaban para tomarse una foto junto a la estrella del Parma que esa temporada se despediría del club. Las dos mujeres más guapas de la noche enviaron un mensaje con el camarero para saber sí podían acompañarlos.

Una de ellas era una morena italiana y la otra, una despampanante rubia rumana. Ambas desfilaban para una importante casa de modas. Después de vaciar varias botellas de champán y de pagar cerca de cinco millones de pesos colombianos (1.900 euros actuales) sólo por el cronómetro de la mesa, Faustino salió en su Ferrari con la italiana y Víctor Manuel con la rumana en la Grand Cherokee. Así, durante una semana, esta dupla colombiana se daba un banquete nocturno hasta la madrugada. La amistad entre ambos comenzó en su infancia, generando una relación tan estrecha que vivir sin el otro era imposible. Ambos nacieron en la ciudad de Tuluá. Faustino creció en el seno de una familia de clase media. Su papá, don Diego, era el jefe de calderas de una empresa azucarera. 'Caremonja', regordete por aquella época y de familia aún más acomodada, fue el primero en acercarse al delgado y ágil 'Tino'. Sus lazos se estrecharían un día que los niños del barrio de Alvernia tenían que jugar un partido en el Club Campestre contra los chicos del Sajonia, el otro barrio de ricos de Tuluá. A 'Caremonja' se le ocurrió reforzar el equipo con aquel 'pelado' del barrio Popular que hacía goles hasta con los ojos cerrados. Ganaron por goleada. Cuando cumplieron sus

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Amistad a prueba de éxitos

15 primaveras, ambos ya destacaban en todo lo que les haría célebres: Faustino estaba en las inferiores del club Carlos Sarmiento Lora, mientras que Víctor interpretaba monólogos en el club La Gran Fonda.

INICIOS COMPLICADOS

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En 1986, Vladimir Popovic, director técnico del Deportivo Cali, vio jugar a Faustino en un entrenamiento contra el primer equipo. Le elogió, pero le dijo que por su fragilidad lo iba a dejar con los reservas para irse formando. Asprilla se quedó un poco frustrado. Al mismo tiempo, el papá de Víctor Manuel, que siempre le decía que nunca viviría de hacer reír a la gente, lo matriculó para estudiar Arquitectura en la universidad, carrera a la que renunció en el tercer semestre. Año y medio más tarde, Faustino fue fichado por el Cúcuta Deportivo, mientras Víctor Manuel convenció a su papá para que le pagara sus estudios de Publicidad en la Universidad Católica de Manizales. Ambos dejaron Tuluá. Asprilla acaparó sus primeros titulares de prensa tras endosarle dos goles al portero de Millonarios, el argentino Sergio Goycochea. En su debut profesional marcó 17 goles y fue fichado por el Atlético Nacional. En diciembre de 1988, y durante el resto de diciembres que irán viniendo hasta que alguno de los amigos deje este mundo, ambos iniciaron un rito de fraternidad en Los Moreno, un establecimiento de comida rápida de Tuluá. Allí, Faustino le contaba cómo era jugar en un equipo profesional y 'Caremonja' le enseñaba sus nuevas parodias. En 1991, Asprilla era una estrella del Nacional. Era indispensable en el

Su amistad surgió en su ciudad natal, Tuluá (Colombia), generando una relación tan estrecha que vivir sin el otro era imposible

equipo, pero preocupaba su carácter. El técnico Hernán Darío Gómez se enteró que se había comprado una moto de 125 centímetros cúbicos. Le pidieron que la vendiera o no volvería a ser alineado como titular. Fausto se negó. Un amigo le explicó que el Cartel de Medellín había ordenado que le robaran la moto para evitar que fuera al banquillo. El avezado Asprilla se embarcó en un viaje de más de 10 horas por carretera para guardar su juguete en la casa de 'Caremonja'. Víctor Manuel, más humorista que publicista en aquel momento, llegó a Bogotá para hacer sus prácticas en la agencia Publicidad Toro DDB y fue invitado a participar en algunos programas de televisión. Por una pantalla, vio cómo Faustino se clasificaba para los Juegos Olímpicos de Barcelona'92. Asprilla fue el primer futbolista colombiano en ser vendido por la astronómica suma de siete millones de dólares al Parma. Al llegar a Italia, le contó a los dirigentes que su deseo era amueblar y pintar la casa de su mamá, doña Marcela. Los ejecutivos le pidieron un número de cuenta. Cuando Faustino vio el ingreso, tuvo que repasar los ceros una y otra vez. Nunca jamás había tenido 300 millones de pesos (115.000 euros) en su poder. Del susto, los sacó todos en efectivo. En el barrio Popular se levantaba la primera mansión con piscina. 'Tino' llegó a Europa en pleno invierno, y la añoranza lo mataba. Sólo había dos cosas que rompían el silencio de aquel apartamento vacío: hablar con su mamá y llamar a 'Caremonja' para que le contara chistes. "Mijo, ya hizo lo más: llegar. Ahora falta lo menos: triunfar. A Colombia no vuelve si no lo consigue, hágalo por usted, no por mí", le espetó doña Marcela cuando fue

Amistad a prueba de éxitos

a visitar a su hijo por primera vez a Parma. El 1 de mayo de 1993 murió, víctima de un cáncer, la mamá de Faustino. El jugador cambió. Con el corazón apaleado, se quiso ir a la eternidad con ella. A su regreso a Italia, para motivarlo, los directivos del Parma le regalaron el coche de moda, un Mercedes 500. Faustino aceptó con una condición: que el carro se lo enviaran a Colombia. Mientras tanto, 'Caremonja' se había convertido en el mejor redactor publicitario de la agencia en la que trabajaba, aunque no ganaba ni un sueldo mínimo. Faustino era el mejor delantero de las eliminatorias al mundial EEUU'94 y ganaba 120.000 dólares mensuales en el Parma. En diciembre de 1993, 'Tino' viajaba con su nuevo Mercedes 500 hasta Tuluá. Capota abajo y a 140 kilómetros por hora, se salió en una curva. Entonces, cayendo al río Cauca y esperando a la muerte, un árbol de guayaba se lo arrebató a la eternidad. Meses más tarde, a principios de 1994, Víctor Ma-

nuel, pasado de kilos, hizo reír a medio país en el programa televisivo Sábados Felices. Cuando descubrieron que era el mejor amigo de Asprilla y que además era su mejor imitador, le llovieron más contratos de trabajo.

DESILUSIÓN MUNDIALISTA Colombia, una de las favoritas para el Mundial de Estados Unidos, notó el cansancio de una exigente preparación y cayó eliminada en la primera fase. El Parma vendió a Asprilla al Newcastle inglés por 16.5 millones de dólares. Por aquellos días comenzó la moda en Colombia de usar las camisetas importadas de los equipos del fútbol europeo. Ayudado por el trabajo publicitario de 'Caremonja', 'Tino' abrió los almacenes Faustino Asprilla Sport. En julio de 2009, y cinco años después de su retirada oficial en el Cortuluá, Faustino acudió vestido de esmoquin al homenaje que su amigo del alma le organizó en Medellín. Ahora Asprilla se dedica a descansar y a manejar sus negocios. La fortuna que hizo en su carrera deportiva la invirtió en tierras productivas de caña de azúcar, el mismo sector al que se dedicaba su padre. La fortuna de 'Caremonja' radica en los premios de publicidad que ha merecido en 25 años de carrera. Ha sido uno de los pocos creativos colombianos que ha ganado seis metales, dos de ellos de oro, en el festival de publicidad más reputado del planeta, el Cannes Lions International. Algo así como los Oscar de la publicidad. Grandes multinacionales encargan sus estrategias de venta al único hombre que hace reír y llorar a Faustino Asprilla.

'Tino' (izquierda) y 'Caremonja' (derecha) acuden juntos a cualquier tipo de acto.

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Cuando concebir el día a día como un partido que se gana o que se pierde puede sumirte en una crisis existencialista. Texto de Axel Torres / @axeltorres Ilustración de Marta Vilches

Parte de la vida

ba a escribir sobre la rivalidad entre el Eintracht y el FSV Frankfurt, pero probablemente sería algo muy poco interesante. Es la historia de siempre, mil veces contada: un club con tradición, dimensión social e historia; otro creado de la nada con el poder del dinero. En Frankfurt hay un aeropuerto internacional que podría definirse como el gran aeropuerto de Europa, pero no sé si esto acaba por compensar a un joven de Frankfurt al que le guste el fútbol. Es decir: sí, desde fuera parece que sí, que uno puede ir por el mundo presumiendo de que 'tiene' un aeropuerto mejor que el del resto de europeos y que si quieres ir a Kuala Lumpur a subir a las torres tienes que pasar por ahí, igual que si vas a la Full Moon Party o si quieres visitar Kyoto. Frankfurt debe ser una de aquellas ciudades por las que uno pasa muchas más veces de las que en realidad está en ellas. No he estado nunca en Frankfurt y en cambio he pasado como cinco o seis veces por Frankfurt. ¿Qué te parece Frankfurt? Está bien, tiene un aeropuerto muy grande. Y cuando el avión despega se ven rascacielos. Y un campo de fútbol muy moderno que, obviamente, está patrocinado por un banco. Es una ciudad financiera, Frankfurt. Es la última ciudad a la que se iría de Erasmus un joven de 20 años con ganas de explorar su juventud. Pero oye, tienen un gran aeropuerto. Qué contentos deben estar. En Sabadell tenemos un banco que es la hostia pero esto no acaba de salvarme la vida. Cuando tienes 17 años y vas por Londres en el viaje de final de curso y ves la oficina del Banc Sabadell gritas y te exaltas y les quieres decir a los londinenses que tú eres de la ciudad de ese banco, pero eso no es nada. A los londinenses les da igual eso, porque ese es uno más de los cientos de bancos que tienen una oficina en su ciudad.

El fútbol es bastante extraño porque puede hacerte caer en una crisis existencialista. No sé si os ha pasado nunca a vosotros, pero cuando se rompen los sueños futbolísticos aparecen todos los asuntos pendientes que estaban siendo tapados por el deseo de vencer. Cuando perdimos en Irún, mi mundo se vino abajo, porque tras la derrota no había ascenso, era el fin, y sólo me quedaba la vida real por delante: la vida real de siempre. La de los egos contra los egos, los celos contra los amores, los amores que no serán, las noches de paseos por habitaciones demasiado pequeñas, una vuelta, y otra, y otra, y parezco Marcelo Bielsa caminando por la banda, y 13 pasos, y me doy la vuelta, y estoy jodido, jodido, porque al fin y al cabo el ser humano se supone que ha venido a amar, o eso nos han contado. "Un entrenador de fútbol necesita tener pareja estable, porque cuando llega de un partido en el que ha perdido no puede tener que enfrentarse a la soledad", me dijo un amigo. Un entrenador de fútbol y un periodista de fútbol y todo aquel que conciba su día a día como un partido que se gana o se pierde, como una carrera en la que se avanza o en la que se retrocede. Por suerte existe la música. Hay discos, esencialmente extranjeros, a poder ser de lenguas rarísimas para que la letra no se entienda, que te alejan del mundo real. En el aeropuerto de Frankfurt venden libros sobre humanismo, existencialismo y espiritualidad, por si no lo sabíais. ¿Cuántos libros he comprado en los aeropuertos y luego no los he leído? ¿Cuántos libros he comprado, en general, a lo largo de mi vida, y no los he leído? ¿Cuántos deseos instantáneos no se van a cumplir jamás?

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Parte de la vida

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Incluso hay amores que caen en el olvido. Es posible que alguna chica me hiciera sufrir y hoy haya olvidado que existió. El sufrimiento pasado, cuando ya se ha superado, se minimiza. "No fue para tanto". Como la ocasión de Lago Junior en Eibar. "No fue para tanto", pensé, cuando la vi por primera vez repetida, justo dos años después. A mí sólo me importa preservar los momentos sublimes y no permitir que el tiempo desgaste la magnitud de su efecto sobre mis sentidos. Voy a llorar una tarde de otoño, el primer lunes tras el cambio de hora, pensando en Eibar y en los héroes maltratados. En los héroes denostados. En los héroes golpeados. Eibar ha dejado de existir en el imaginario colectivo y cuando me doy cuenta de lo que supone su eliminación de la memoria me pongo a llorar porque debo volver a casa y no me espera nadie. "Oye, no hay nada que sea tan importante", me dijo mi amigo, apoyado en una farola. "Debes pensar que todo forma parte de la vida. Lo bueno, lo malo, todo es lo mismo. Una flor puede ser un coño volando; un polvo es una puesta de sol; un gol, la muerte, el dolor, la tierra... Todo forma parte de la vida". Todo forma parte de la vida. Caminé hacia casa con mi camiseta del Hibernian puesta. Imaginé a alguien cantando Sunshine in Leith, pero en las calles sólo había rostros bellos. Rostros bellos disfrutando de los 20 grados del atardecer otoñal, ya oscuro, de la Barcelona de este tiempo. ¿Por qué no ocurre nunca que una de esas chicas de rostro bello, que parecen haber estudiado serbocroata y leído a Platón, se pare, me mire y me diga... "Estoy de acuerdo; deberíamos probar

el modelo de sociedad de la Grecia clásica"? Y yo la invitaría a una copa de vino, y es probable que se nos hiciera de día sólo charlando. Y disfrutaríamos sólo charlando. Y me bastaría su belleza y su alma, porque los dos seríamos fans de Platón, y en el fondo todo forma parte de la vida: el sexo, la literatura, el fútbol... Todo es lo mismo. ¿Por qué darle importancia? En Frankfurt coinciden cada día millones de personas. Se cruzan por los pasillos buscando su terminal. Intentan descifrar los jeroglíficos de letras y números. Toman cafés y se levantan miradas por encima de los periódicos. Qué bella es esa rusa. ¿Me dirá algo el uzbeco que vuela a Turkmenistán? La gente compra libros de autoayuda en inglés y anuarios de Kicker para seguir la Bundesliga. Todo esto acabará tirado en el suelo en un rincón de algún apartamento burgués de alguna ciudad grande. Y se perderá en el olvido. Como los amores que nos hicieron sufrir. Como la ocasión de Lago Junior, que cada año que pasa es menos ocasión. El wifi no se conecta y el 3G es carísimo, pero qué más da, todo forma parte de la vida. En Frankfurt coinciden cada día millones de personas y a la gran mayoría de ellas les da igual el Eintracht, les da igual el FSV y les da lo mismo que haya hinchas que lloren cuando estos equipos pierden. Lo único que les preocupa es que su avión no se vaya a caer. En cualquier caso, si eso ocurre, qué le vamos a hacer: todo forma parte de la vida.

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El oasis jordano

Jordania, país árabe con predominio del desierto en el que sólo un 3,32% de sus tierras son cultivables, es un oasis de estabilidad política en una de las zonas más conflictivas del planeta. Hogar para muchos refugiados que huyen de la guerra en la vecina Siria, los jordanos no quieren despertar del sueño de ver a su selección por primera vez en un Mundial. Uruguay es el último escollo en un camino épico que ha devuelto la ilusión en mitad de tanta desesperanza. Texto de Diego Huerta / @diegofhuerta Fotos de Getty

Cómo dejar de ser un 'loser'

W

e are losers''. Con ese lacónico "somos perdedores", me recibió después de un largo día, en octubre de 2012, el conserje del hotel Hammoudeh en Ammán, la capital de Jordania. Se refería a su selección nacional, que, en ese preciso momento, estaba perdiendo en Omán (2-0) un partido de las eliminatorias asiáticas para el Mundial de Brasil 2014. Seguramente, nuestro amigo ahora debe haber cambiado de opinión después de ver el rendimiento de los Nashama (los valientes) en estos últimos 12 meses. En un hecho sin precedentes, Jordania, un equipo con escasa historia que disputó sus primeras eliminatorias mundialistas en 1986, ha obtenido el billete para disputar la respeca contra Uruguay. Será algo inaudito. La Celeste, vigente campeona de la Copa América y cuarta en el último Mundial, visitará Ammán para encontrarse con una cultura totalmente diferente en la que la importancia del Islam se respira en cada esquina y que sufre de cerca un conflicto que tiene en vilo a toda la zona y al resto del mundo. Y es que a 60 kilómetros de la capital jordana, se encuentra la frontera con Siria, país que vive una cruel guerra civil. En todos los países árabes existe un gran fanatismo por el fútbol y Jordania no es una excepción. Algunos de sus ciudadanos se sienten más atraídos por la liga francesa, otros por la alemana o la española, pero en toda la región se siguen las campañas de los grandes

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Ver a Jordania jugar en Montevideo o a Uruguay, en Ammán... dos momentos históricos, inimaginables hace apenas un año

equipos europeos y el Barça-Madrid se vive como un clásico local. Alejado de los titulares de los medios de comunicación de Occidente, el fútbol jordano ha ido dando pequeños pasos hasta llegar a este momento de gloria. En los últimos diez años, los Nashama lograron sus únicas dos clasificaciones para jugar la fase final de la Copa Asiática (2004 y 2011), llegando en ambas ediciones a los cuartos de final donde cayeron ante Japón (1-1, y por penalties) y Uzbekistán (2-1), respectivamente.

Un crecimiento gradual En mitad de estas apariciones, en el 2007, los jordanos lograron un hecho único, clasificándose para el Mundial sub-20 en Canadá. Allí, dejaron una grata imagen de la mano del entrenador danés Jan Poulsen ya que perdieron por la mínima contra Uruguay (1-0), empataron con Zambia (1-1) y cayeron ante España (2-4). El plantel actual de los Nashama se compone de algunos de los jóvenes que disputaron el Mundial sub-20 en tierras canadienses más los sobrevivientes de ese hito de la Copa de Asia 2004. Uno de estos últimos es, quizás, la mayor figura del equipo, su arquero Amer Shafi, convertido ahora en héroe nacional. Jordania inició su camino hacia el Mundial de Brasil en julio de 2011 con un cruce accesible contra Nepal (10-1 el global). Después, en la primera liguilla, pudo pasar ronda por detrás de

Cómo dejar de ser un 'loser'

85 Los japoneses ya tomaron de la medicina de Amer Shafi, un especialista parapenaltis.

Irak y dejando a la cuneta a China, un gigante económicamente hablando, y a Singapur. Ya en la última fase, alcanzó el tercer lugar por detrás de Japón y Australia -a los que pudo ganar en sus partidos en casa- y superando a Omán e Irak. Jordania alcanzó su billete para la repesca asiática después de una victoria en casa contra Omán (1-0) en junio de 2013. En ese momento, el equipo y al país empezaron a pensar que podían aspirar a más, que podían dejar de ser "losers". Sin embargo, después de ese éxito, y de forma sorprendente, su entrenador, el iraquí Adnan Hamad, anunció que no renovaba su contrato después de cuatro años en el cargo. Mantener el sueño mundialista dependía de una eliminatoria a doble partido contra la otra selección que había acabado tercera en su grupo:

Uzbekistán. A pesar de llegar a la eliminatoria con la moral por las nubes, el rival, que se había quedado a un único gol de entrar directamente en el Mundial, parecía tener más galones. Después de sendos empates a uno, el ganador final se tuvo que decidir en los penaltis en un partido disputado el 10 de septiembre de 2013 en la ciudad uzbeca de Tashkent. En ese momento, Shafi consumó la hazaña y después de una emocionantísima tanda que acabó 8-9, metió a Jordania en la repesca, vengándose de la eliminación sufrida ante los ex soviéticos en la Copa de Asia del 2011. En esa celebración en Tashkent uno de los más emocionados era el entrenador, el egipcio Hossam Hassan, que había cogido el relevo del iraquí Hamad. El ex delantero llegó a Jorda-

Cómo dejar de ser un 'loser'

POBLACIÓN

6.321.000

IraK

Siria

habitantes (2011)

SUPERFICIE

92.300

kilómetros cuadrados

CISJORDANIA Amman

RANKING FIFA

70 ISRAEL

JORDANIA Arabia SaudITA

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Ciudadanos de una monarquía constitucional avanzada, los jordanos apenas protestaron durante la 'primavera árabe'

nia a darle una continuidad al trabajo realizado por su compatriota Mahmoud Al-Gohary, quien sentó las bases de este presente entre 2002 y 2007. Desgraciadamente, el ex técnico egipcio no podrá vivir el histórico duelo contra Uruguay ya que falleció el 3 de septiembre de 2012 en Amman a los 74 años. Pese a la evolución del fútbol jordano, que ahora ocupa el puesto 70 en el ranking de la FIFA, sus futbolistas no han logrado dar el salto rumbo a Europa. A lo máximo que llegan es a jugar en torneos vecinos con más poder económico como los de Arabia Saudita o Kuwait. Sin embargo, hay una excepción, un jugador que sí muestra su fútbol en Europa. Se trata de Taher Bawab, cuyos padres, palestinos, nacieron en un campo de refugiados en Libia. Bawab pasó por el fútbol español -llegó a jugar en el filial del Real Madrid y el FC Barcelona sin demasiada suerte- y ahora es una de las grandes estrellas del Gaz Metan Media rumano. Jordania ha sido un oasis dentro de la conflictiva zona que la rodea. Siem-

pre ha sido un estado con estabilidad política y alejado de tensiones, mucho más asociado a Petra y a sus maravillas naturales. La 'primavera árabe' apenas generó algunas protestas -marginalescontra la monarquía de Abdalá II, que ostenta el trono del Reino Hachemita de Jordania desde 1999 tras la muerte de su padre, Hussein I. Mientras todo un país se alimenta de una ilusión enorme por el fútbol, el único motivo de preocupación se encuentra fuera de su frontera. Y es que en la vecina Siria las batallas no cesan desde marzo de 2011 entre los rebeldes y los partidarios del presidente Bashir al Asad. Un conflicto local que, después del probable uso de armas químicas, estuvo a punto de generar una intervención militar por parte de Estados Unidos.

HOGAR DE REFUGIADOS Al norte de Jordania, se encuentra el campo de refugiados de Zaatari, cerca de la ciudad de Mafraq, a 50 kilómetros de la capital y a seis del límite sur con

Cómo dejar de ser un 'loser'

HOGAR SIRIO EN JORDANIA

Zaatari es un campo con 160.000 refugiados sirios situado cerca de la ciudad jordana de Mafraq. La guerra en la vecina Siria entre los rebeldes y partidarios de Bashir al Asad estalló en marzo de 2011 y ha provocado el desplazamiento de casi dos millones de ciudadanos hacia países como Jordania, Irak, Turquía y Líbano. Según Naciones Unidas, este conflicto bélico es el que ha generado más víctimas mortales desde el genocidio de Ruanda en 1994.

Siria. Las historias en ese lugar, donde hay casi 200.000 sirios, son desgarradoras. Pero incluso en estas circunstancias, el fútbol puede aparecer como vehículo de escape mental, al menos por un instante. Mientras un chico de no más de 10 años anda correteando cerca de este lugar con el '10' de la camiseta del Barcelona, un numeroso grupo de personas se agolpa en las puertas del campo de refugiados. Solicitan autorización para entrar. Son sólo algunos del medio millón de sirios que han huido de su país. Uno de los que aguarda para reencontrarse con su familia es un señor de más de 40 años, flaco, tez curtida y un frondoso bigote. Carga su documentación en mano. Va en busca de su mujer e hijas, con las que perdió el contacto hace dos semanas desde que entraron en el

campo. Antes, trabajaba en un bar en Siria que fue destruido por un bombardeo. Quizás él también podría utilizar la palabra "losers" para hablar de la selección nacional siria, eliminada por Tayikistán antes de la primera liguilla de las fases mundialistas. Así como lo hiciera Irak en los Juegos Olímpicos del 2004, Jordania ha movilizado los sueños en medio de un contexto social que dista de ser el ideal. El 20 de noviembre, la selección jornada, y tras una histórica visita de la Celeste a Ammán, pisará el césped del mítico Centenario en busca de su billete a Brasil. Seguramente, en ese instante, en ese infierno en Zaatari, muchos sirios estarán haciendo fuerza por sus hermanos árabes, demostrando, una vez más, que el fútbol es algo más que un deporte.

Campo de refugiados sirios en Jordania. El fútbol, como en otras tantas ocasiones, es una medicina ideal para evadirse de la dura realidad.

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Con él se acabó el aburrimiento

Boring, boring Arsenal (Aburrido, aburrido Arsenal). Así era conocido el club gunner hasta los años 90. El viejo Highbury vivió incontables tardes de tedio viendo a su equipo jugar la peor versión del denominado fútbol inglés. Todo eso cambió en 1995 con el fichaje de Dennis Bergkamp. El holandés, que venía de una horrible experiencia en el Inter de Milán, encontró su salvación en Inglaterrra y devolvió el favor, generando una revolución en el juego y los títulos conseguidos por su club. Brillante sobre el césped y discreto fuera de él, el libro escrito por David Winner y Jaap Visser, Dennis Bergkamp, Stillness and Speed: My Story (Dennis Bergkamp, Quietud y Velocidad: Mi historia), nos ayuda a conocer mejor a un futbolista cuya elegancia ha sido comparada con la de Zinedine Zidane o Roger Federer. Texto de Simon Kuper / @KuperSimon Traducción de Jordi Anglès / @jordiangles Fotos de Getty

¿Dennis tiene tres pies?

90

C

orría agosto de 1995 y Dennis Bergkamp había acabado de jugar su primer partido con el Arsenal en el pequeño y acogedor estadio de Highbury, un amistoso contra su antiguo equipo, el Inter de Milán. Dos periodistas holandeses y yo nos escabullimos dentro de las salas de mármol a la espera del gran hombre. La familia de Bergkamp ya estaba allí, aguardando mientras Dennis se cambiaba. El padre, electricista, estaba de pie, estudiando fotografías de los grandes del Arsenal. Reconocía a la inmensa mayoría. Como muchos holandeses de su generación, el señor Bergkamp era un anglófilo que decidió el nombre de su hijo más joven en honor a Dennis Law, delantero del Manchester United en la década de los 60. El padre y uno de los hermanos Bergkamp nos saludaron tímidamente. No era una familia ruidosa. Después de que Bergkamp hiciera acto de presencia, y una vez que había intercambiado silenciosos y bergkampianos saludos con su familia, lo acompañé hasta el aparcamiento de Highbury y le supliqué para que algún día me concediese una entrevista. Se mostró reacio y me explicó el porqué. El periódico local de Amsterdam había publicado una vez un artículo titulado

El holandés, bautizado en honor a Dennis Law (ex ManU), generó una nueva era en un club, una liga y todo un país '¿Le gustan a Dennis Bergkamp las chicas?', señalándolo como el único jugador del Ajax sin novia. Desde entonces, siempre había sido muy precavido con los periodistas. Bergkamp apenas habló en público durante su carrera. Es por ello que Dennis Bergkamp, Stillness and Speed: My Story (Quietud y Velocidad: Mi Historia), su nueva y maravillosa 'no-autobiografía' escrita por David Winner y Jaap Visser, es todo un regalo. El gran valor del libro se encuentra en las abiertas y francas entrevistas sobre Bergkamp hechas por uno de sus coautores, David Winner, a Wenger, Cruyff y a muchos de sus antiguos compañeros en el Arsenal. Todo ello te hace retroceder a una era que empezó aquella noche en el ahora derruido Highbury: un tiempo en el que un traspaso cambió a un club, incluso a una liga, y quizás, de forma pequeña, a todo un país. Hoy es difícil recordar que, en aquel verano de 1995, el club más triste era el Arsenal. Su sobrenombre era Boring, boring Arsenal (Aburrido, aburrido Arsenal). Sus dos mejores jugadores, Tony Adams y Paul Merson, eran alcohólicos (pese a que Merson, cuya autobiografía se tituló Cómo no ser un futbolista profesional, tenía una gran variedad de adicciones). El entrenador durante un largo periodo de tiempo,

George Graham, había sido destituido recientemente por hacer chanchullos; esto es, embolsarse dinero de los traspasos. Su sucesor, Bruce Rioch, comenta en el libro de Bergkamp: "He tenido jugadores que han venido antes de un entrenamiento a decirme, envueltos en lágrimas, que estaban pensando en suicidarse". Y Adams añade: "En 1995, me quería morir. Dennis me importaba una mierda". En una gira de pretemporada por Suecia, después de un duro día de entrenamientos, Bergkamp fue a dar un paseo con su mujer y se quedó sorprendido al ver a "ocho o nueve jugadores del Arsenal tomando cervezas en la terraza de un pub". En resumen, aquel Arsenal encajaba muy bien en el gris Londres de mediados de los 90, una ciudad donde las casas eran baratas, los pubs, horrendos y en la que nadie había oído hablar del Britpop y de la Cool Britannia. No había gran cosa que hacer después de las 11 de la noche a no ser que un jugador del Arsenal estrellara su coche en frente de tu jardín. Bergkamp dice en su libro: "Hay algo que me pregunto a menudo: ¿En qué estaba pensando el Arsenal? Antes de que yo llegara era el Boring, boring Arsenal. Y entonces, me fichan a mí y a David Platt… ¿Qué tenían en mente para el futuro?". Parece ser que era un

¿Dennis tiene tres pies?

nuevo Arsenal imaginado en la cabeza del vicepresidente del club, un elegante hombre de negocios londinense llamado David Dein, quien a principios de los 90 fue un personaje clave en el nacimiento de la Premier League.

INICIO DE UNA REVOLUCIÓN Dein también tiene algo que decir en el libro de Bergkamp. "En aquel momento yo representaba a Inglaterra en la UEFA y en la FIFA -recuerda-, me movía en esos círculos, vi qué se cocía por el mundo y pensé que el futbol inglés debía cambiar". Quería jugadores más habilidosos, que cuidaran su cuerpo y se tomaran en serio su profesión. Fichó a Bergkamp y poco después contrató a un mánager francés con gafas que trabajaba en Japón y del que nadie había oído hablar. Rápidamente, Arsène Wenger se hizo con un joven galo que se estaba marchitando en el banquillo del Milan, Patrick Vieira.Y algo empezó a cambiar. La súbita avalancha de jugadores extranjeros levantó suspicacias en

la crecientemente rica, pero todavía mediocre Premier League. En el verano en el que Bergkamp llegó, la revista satírica Private Eye sacó un reportaje sobre el querido, aunque ficticio, equipo Neasden FC. Venía a decir algo así: El Neasden FC tiene una nueva cara esta temporada. Cuando el árbitro Sid Himmler silbe para dar inicio al primer partido de la temporada en la liga regional de Neasden, ninguno de los jugadores en el campo serán ingleses. Nunca más el portero de una pierna Wally Foot recogerá la pelota de dentro de la red. Ahora, es el trabajo del veterano griego Odysseus Christodoulo, de 48 años. En la medular, la legendaria camiseta número cinco de Baldy Pevsner pasará a manos de la leyenda italiana de 63 años Gino Ginelli. Arriba, Hans Rastafarian de 92 años… Etcétera, etcétera, etcétera. Sin embargo, Bergkamp no había venido a Inglaterra en busca de un descanso bien pagado. Cuando llegó, tenía 26 años y estaba lleno de energía, dejando atrás dos años horribles en el Inter. Además,

aquel verano había revelado su miedo a volar, y la idea de que nunca más volvería a coger un avión le tranquilizó. "Me costó", relata en el libro. "Durante las negociaciones con el Arsenal, si yo decía un millón, ellos automáticamente descontaban 100.000 porque no volaba. Y lo acepté". En Inglaterra, Bergkamp se convirtió en algo más que en un gran jugador; fue un futbolista que marcó época. Después de él, nada en el Arsenal volvió a ser igual. No se trataba de que fuese supremamente efectivo. De hecho, Adams, Vieira, incluso el potente centrocampista Ray Parlour, ganaron más partidos para el club. Sin embargo, nadie entregaba un pase como el holandés. Como si de un pintor se tratase, tenía la visión compositiva y la técnica para ejecutarla. Todo empezó en 1970, en la pared de su bloque de pisos a las afueras de Amsterdam. El pequeño Bergkamp, según lo que le explica a Winner, pasaría horas allí "pateando la pelota contra la pared, viendo como bota, como vuelve,

91 Nunca destacó por mostrar su alegría en público. Para sus compañeros gunners, sin embargo, tenerlo fue una bendición.

¿Dennis tiene tres pies?

simplemente controlándola. ¡Me parecía de lo más interesante! Jugaba con todos los recursos disponibles, por ejemplo con los botes del balón. Chutaba y la pelota volvía a mí tocando solo una vez el suelo. Entonces me decía, 'vamos a intentar hacerlo con dos botes', así que tenía que disparar un poco más suave o un poco más alto". Estaba aprendiendo una forma sutil de controlar y pasar que quizás solo Zidane ha sido capaz de igualar. De hecho, cuando se trata de comparar a Bergkamp con alguien el nombre que viene a la cabeza es el del tenista Roger Federer: "Al igual que la volea cortada de Federer, sus precisos globos... Hacer algo que los otros no hacen o no entienden o no son capaces de hacer. Ése es mi interés, no seguir a alguien, sino crear algo propio". Bergkamp era capaz de dar una inigualable cantidad de pases al espacio que nadie más podía ver. David Winner, el coautor de su libro, me dijo una vez: "Es casi matemático. Es algo que surge de su interior. Tiene esa visión. Y

cuando marca uno de sus goles o da uno de sus pases, te das cuenta de que ha visto algo que nadie en el campo podía haber visto". Era como si pudiese ver en otra dimensión.

MOMENTOS BERGKAMP Esta es la verdad de los momentos de Bergkamp que siempre recordaremos: el toque instantáneo de espaldas a portería y el giro completo alrededor de Nikos Dabizas, del Newcastle, seguido de un gol; el pase de cuchara que dejó a Fredrik Ljunberg solo delante del portero de la Juventus; o su tanto con el exterior contra Argentina, en el Mundial de 1998. Encontraba huecos que ni los espectadores con los mejores asientos del estadio habían detectado. En ocasiones, tenías que ver varias veces uno de sus movimientos para hacerte a la idea de lo que había hecho. "¿Tiene Dennis tres pies?", se preguntaba Nick Hornby, novelista y fan del Arsenal, en otoño de 1997 durante las semanas de máximo esplendor creativo del holandés.

Thierry Henry apunta que incluso en los entrenamientos del Arsenal, Bergkamp parecía calcular la velocidad del viento cuando ejecutaba un pase. Muy pocos jugadores son capaces de saber dónde se encuentran sus compañeros y sus rivales en cualquier momento del partido; él podía prever donde estarían unos momentos después. "Siempre tengo una imagen en mi cabeza con lo que sucederá de aquí a dos o tres segundos", describe. "Pienso, se está moviendo en esta dirección, y él hacia esta otra, así que si doy el pase con esta potencia ninguno de los dos podrá tocarlo porque se están alejando de mi línea". Su antiguo compañero Ian Wright, recordando el gol contra Dabizas, comenta a Winner: "Es un arquitecto del espacio, detecto cómo ha hecho los bocetos, ha tomado medidas y lo ha construido todo en una fracción de segundo". No todos opinan igual. Ricardo Ferri, compañero de Bergkamp en el Inter, considera que el holandés no era un jugador "decisivo". Puede argumentarse

92 Pocos jugadores son capaces de saber en qué posición están sus compañeros. Bergkamp podía ver a donde iban a estar después

¿Dennis tiene tres pies?

En el Inter de Milán Bergkamp fue acusado de apático. Las lesiones y algunos rifirrafes con la prensa le sentenciaron definitivamente.

De arrodillarse ante la impotencia de triunfar en Italia, a hacerlo para celebrar goles y títulos con el mejor Arsenal de la historia, el de los 'Invencibles'.

93 como algo cierto. Para alcanzar sus grandes momentos a veces parecía que entraba en trance. A menudo, podían pasar largos periodos de un partido sin que se involucrase en el juego. "La gente no sabe lo que implica crear goles como esos", dijo Bergkamp una vez para defenderse. No quería ser otro eficiente delantero goleador. Él quería ser Bergkamp. Afortunadamente, en el Arsenal, a diferencia de Italia, aficionados y jugadores no exigían resultados todas las semanas. Estaban orgullosos de tenerlo en Highbury, y también en Inglaterra. Lo habían estado esperando durante mucho tiempo. Otro aspecto clave: el fútbol es un mundo que venera la belleza del cuerpo, la estética. Habitualmente no se habla de ello de forma directa porque podría sonar algo gay, pero la reacción ante los bellos movimientos de Bergkamp siempre fue muy primitiva. En el libro, Wenger detecta "una

especie de aristocracia en la forma en como camina".Vieira dice que "para dar ese tipo de pases tienen que gustarte que las cosas sean perfectas. No me sorprendería en absoluto si en su casa tiene la ropa muy bien organizada".

UNO DE LOS ‘INVENCIBLES' Bergkamp acabó por ser miembro de los 'Invencibles' del Arsenal, equipo que alcanzó un récord de 49 partidos sin perder hasta octubre de 2004, y que es considerado como el mejor equipo, a nivel de clubes, de la historia del futbol inglés. Pero el último trofeo del Arsenal llegó en la final de la FA Cup contra el Manchester United en 2005. Después de ocho años de sequía, leer este libro es como una evocación a un Arsenal perdido, a una época de milagros. En el momento en el que Dennis Bergkamp se retiró, en 2006, quizás solo Wenger y Eric Cantona podían recla-

mar un papel más importante en la transformación del fútbol inglés. Hoy, Bergkamp ejerce como entrenador en las categorías inferiores del Ajax, club en el que debutó y donde dedica sus días intentando enseñar a delanteros adolescentes a detectar el espacio. No tiene ninguna intención de ser entrenador de un primer equipo. Todo el mundo tiene su 'momento Bergkamp' favorito. El suyo propio es aquel día en el que su colega Vic Akers, encargado de material del Arsenal, estaba apoyado en una puerta del campo de entrenamiento charlando con unas chicas. Entonces, Bergkamp se colocó justo detrás suyo y le bajó los pantalones.Los jugadores del Arsenal se cachondearon de la escena durante semanas. "¿Sabes? -reflexiona Bergkamp- He ganado algunos títulos y he marcado algunos goles bonitos. Pero este debe ser el punto álgido de mi carrera". Yo todavía citaría ese giro ante Dabizas, pero vaya...

El hermano Phil

Decían que era el único futbolista en todo North West England capaz de tumbar a lanzamientos de falta a Beckham

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rrodillado bajo la bóveda del ábside, frente al retablo, Philip Mulryne recoge bendiciones. La luz entra plegada por las vidrieras de la iglesia de Santa María, en el convento dominico de Cork, en la Irlanda más sureña, revolucionaria y apostólica. El coro canta y el prior Gregory Carroll reparte consagraciones. Hay ofrendas y predicaciones. El hábito de Mulryne cae sobre las baldosas de mármol, justo al lado de una de las columnas del baldaquino, pilares de color rojo -como camisetas del United- que fueron levantados con granito escocés, de Aberdeen, la ciudad que había conquistado justamente Alex Ferguson, su primer gran protector, antes de llegar a Manchester. Pero el fútbol queda atrás. Le acompañan ahora los hermanos Matthew Farrell, Jesse Maingot y Michael Ronan O'Dubhgaill. Ellos cuatro son los protagonistas de la ceremonia. Han compartido un año de oraciones y preparativos para esa jornada tan especial en el monasterio contiguo a la iglesia. Han paseado por sus jardines. Han leído en sus bibliotecas. Y han buscado la paz de los ratos libres frente al muelle, en la larga Popes Quay, en la orilla del río Lee. Tras la misa, la intensidad de la homilía crece con el momento definitivo: la primera profesión religiosa, el punto culminante al año de noviciado que significa la asunción de los votos monásticos. Es el turno de Mulryne. El abad Carroll le sujeta el libro de la congregación y él lee y enuncia la fórmula. Pobreza. Castidad. Obediencia. Acaba de adentrarse en la Orden de Predicadores, los Dominicos, y ya es un fraile feliz. ¿Cómo llegó a ese lugar y a ese momento? La vida de Mulryne sufrió un zarandeo hace cuatro años. Una trascendente conversación con el obispo Noel Treanor, de la diócesis de Down and Connor, en Belfast, fue la frontera final del anterior Philip Patrick Stephen Mulryne, el futbolista profesional, el internacional con Irlanda del Norte y el chico al que se proclamó una de las principales promesas del Manchester

United de mitad de los 90. Aquel diablo rojo al que Ferguson no pudo asentar en su equipo había decidido cortarse la cola. Borrar ese pasado, y abrirse una nueva página vital como fraile dominico. Una rebelión de vocaciones: del fútbol a la fe. Un camino repensado, con nuevo campo de juego, un convento; nuevo vestuario, sus hermanos de orden monástica; nuevo uniforme, el hábito blanco, la capa negra dominica, la esclavilla, el rosario y el escapulario; y un nuevo jefe, el Papa de Roma; aunque, quizá, en este aspecto, todo le sea mucho más familiar. Si el fútbol ha tenido alguien con una capacidad pontificia a la altura del mismo Papa, ese ha sido Alex Ferguson.

TAPONADO POR SCHOLES Nacido en la unionista Belfast el día de Año Nuevo de 1978, dentro de la comunidad católica de Irlanda del Norte -lo que introduce otra pincelada de singularidad dentro de su historia-, Mulryne cayó en las factorías de Old Trafford con 16 años. Ese es el kilómetro cero de su vida como futbolista. Crecía como un versátil centrocampista, con talante ofensivo y cierta habilidad para el remate. Eran años de buenas camadas en el Manchester United. Mulryne pertenecía a la generación solapada con la que lideraba David Beckham. Aquellos chicos habían crecido en los alrededores de Old Trafford y representaban la genética perfecta del club. Ferguson no tardó en apadrinarlos: Paul Scholes, Gary Neville, Chris Casper y Nicky Butt completaban el catálogo de aspirantes a cambiar la historia moderna de la institución. Algo más joven que ellos, Mulryne ganó la FA Youth Cup de 1995 en un equipo encabezado por él y Phil Neville. Irlanda del Norte lo cobijaba como uno de sus talentos potenciales y lo hizo internacional antes de pisar el vestuario de Ferguson. Decían de él que era el único futbolista en todo North West England capaz de tumbar a lanzamientos de falta a Beckham. Mulryne nunca se hizo un hueco en ese incipiente equipo de campeones.

Bajo el manto de Alex Ferguson han surgido un buen puñado de entrenadores, un actor llamado Eric Cantona y un fraile dominico: Philip Mulryne, cuya vida ha dado un vuelco formidable. Ha pasado de obedecer al viejo jefe del Manchester United a estar bajo las órdenes del Papa de Roma. Puede que no haya diferencias. Pero este norirlandés sí las vio: dijo adiós al fútbol y se abrazó a la vocación católica. Ésta es su historia. Texto de Chema Erre / @Chemaerrebravo Fotos de Agencias

Umbro y Sharp esponsorizaron el primer uniforme de Mulryne. Hoy viste el hábito blanco.

tabloides… Pero en Norwich comenzaron también las lesiones. Se rompió una rodilla y, aunque recuperado, no terminó nunca de ser el mismo. Cuando salió de Carrow Road, su fútbol ya no tenía horizonte. Le quedaron cuatros años para cruzarse el Reino Unido como un alma errática: unos pocos minutos en el Cardiff City o el Leyton Orient, pruebas fracasadas en Ipswich Town, Brighton, Legia Varsovia, Barnsley, Bournemouth o St. Mirren, el estertor de una carrera en King’s Lynn y Cliftonville… Y la cuchilla anímica de un bucle de problemas físicos. Ya en su etapa final hay quienes advirtieron que esas lesiones estaban cambiando al futbolista y a la persona. Mulryne, después de probar, vacío de piernas y pulmones, resolvió despedirse del fútbol y se retiró en Belfast. Era 2008. Fueron días de introspección, definitivos. Nadie, ni el ex jugador, ni su familia, han comentado nunca qué sucedió en esos meses, por qué colgó unas botas y agarró un hábito.

AUSTERIDAD Y VIDA MONACAL Debutó en la Premier con el Manchester United en 1998 contra el Barnsley, pero no pasó de allí. Le dio tiempo a asumir que el espacio estaba demasiado comprimido, con su posición inaccesible y apoderada en las botas incansables y sutiles de Scholes. Se marchó al Norwich City y allí arraigó. En cinco temporadas, se convirtió en uno de los mascarones de proa de los Canaries: lideró un ascenso a la Premier, marcaba goles, lanzaba faltas y penaltis, se afianzaba en las convocatorias de Irlanda del Norte… Su vida como futbolista gozaba de normalidad. Entrenaba, vaciaba alguna pinta en algún pub, vestía buena ropa, conducía buenos coches, salía en los

Todo lo que se sabía es que Mulryne había desconectado del fútbol y se había entregado a la caridad, al activismo misericordioso, a la ayuda a los necesitados… Nadie supo interpretar ese cambio en clave vocacional porque Mulryne nunca había insinuado nada. Al contrario, no fue un rebelde, pero tampoco había sido un santo. Agitó en 2005 una concentración de Irlanda del Norte, selección con la que jugó 27 partidos, después de fugarse a tomarse unas cervezas con unos amigos. El entrenador Lawrie Sánchez lo expulsó. Aunque callado, tampoco era un chico discreto. Famosa fue su relación con la guapísima Nicola Chapman, una mode-

El hermano Phil

Mulryne no fue un rebelde pero tampoco había sido un santo. Nadie supo interpretar las razones de su repentina vocación

lo inglesa, seleccionada en 2005 como una de las novias más atractivas entre los futbolistas británicos, uno de esos títulos que en Inglaterra importan tanto como una FA Cup. En Belfast, entró en relación con el obispo Noel Treanor. Él escuchó sus inquietudes, pulió su vocación religiosa y le sugirió el camino del sacerdocio. De qué hablaron, los porqués, todos los interrogantes, siguen abiertos. Las razones concretas del paso que iba a dar Mulryne continúan enterradas bajo secretos. Ni el jugador ni Treanor ni su familia han hablado de ello. Su amigo de la infancia y ex compañero en Norwich, Paul McVeigh, fue uno de los pocos hombres del fútbol que contactó con él, en 2011, cuando iniciaba sus estudios eclesiásticos en el Pontificio Colegio Irlandés de Roma. "Sabía que había cambiado su vida, que ayudaba a los demás. Pero fue una sorpresa total conocer que sentía esa vocación", anunció entonces. "Cuando lo visité en Roma, vi a Phil muy contento", agregó. Aún habría un giro más en la historia, ya religiosa, de Mulryne. En la búsqueda de la espiritualidad, optó por prepararse para algo más que sacerdote. Decidió enfocar su vocación hacia la vida monacal e inició los trámites para nombrarse fraile dominico. Con ocho

Desde el convento de San Salvador de Dublín, Mulryne posa orgulloso con su nuevo equipo.

siglos de existencia, los dominicos son una orden mendicante, conocida dentro de la Iglesia por su austeridad, como los franciscanos, por vivir de las limosnas y por renunciar a todos sus bienes y propiedades. Personifican con exactitud el voto de pobreza. Mulryne, ex futbolista, traspasado en su día por 500.000 libras al Norwich, afortunado con varios miles de libras en sueldos, iba a ser ahora dominico. El 12 de septiembre de 2012, inició su año de noviciado, una etapa de meditación y descubrimiento de la vivencia religiosa. Un tiempo en el que, integrado en la comunidad dominica de Cork, aprendió las líneas maestras de la Orden, su historia, tradiciones, costumbres y leyes. Un año más tarde, el 13 de septiembre de 2013, ahí está Mulryne, aceptando los votos y su profesión dominicana. Arrodillado junto a las columnas de granito rojo de Aberdeen mientras el coro canta de nuevo. Recién nombrado fraile y con cuatro años por delante de estudiantado, dedicados a la filosofía y la teología, en el convento de San Salvador de Dublín. Ya no será nunca más Mulryne, sino el hermano Phil. Quizá, desde Maradona y su mano en el partido contra los ingleses en México'86, ningún otro futbolista había estado tan cerca de Dios.

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Una estrella emerge sobre la niebla Cuando en 1989 el gran Milan de los holandeses estaba contra las cuerdas, la niebla en Belgrado le salvó de una segura eliminación. ¿Y si hubiera continuado el partido? Texto de Francisco Ávila / @pacoavila Ilustración de Àlex Santaló / @alexsantalo

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El Delorean: realidad vs ficción

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a niebla iba calando poco a poco en las repletas gradas del 'pequeño Maracaná' de Belgrado y amenazaba con posarse para siempre sobre el césped. Poco antes del descanso, Dragan Dzajic, el director técnico del Estrella Roja, se reunió con el presidente Svetozar Mijailovic para advertirle de la situación. Con 0-0 y los problemas que estaba teniendo el Milan, era hoy o seguramente nunca, una ocasión única. En la ida, los yugoslavos habían llevado a la práctica su plan y les había salido a la perfección. Sin dejar jugar al todopoderoso equipo de Sacchi, un zarpazo de Stojkovic les había regalado un tanto de oro en el Giusseppe Meazza. 1-1 había acabado el primer asalto. Virdis equilibró el partido. Dos semanas después, el 9 de noviembre de 1989, todo estaba a punto para que el Estrella Roja consumara la proeza. Ni Gullit ni Filippo Galli jugaban, no quedaba ni rastro de los 'Invencibles de Sacchi' y los balcánicos manejaban el tiempo del partido sin sobresaltos. Todo estaba perfecto para el Estrella Roja menos aquella niebla que se colaba por los vomitorios del estadio y se extendía poco a poco desde la ribera del Sava. Dzajic bajó a los vestuarios y fue a buscar a Otto Demuth. Sabía que el delegado de la UEFA no tenía potestad para suspender el partido, una decisión que sólo dependía del árbitro, Dieter Pauly, pero quería confirmar que si, como se temía, en caso de suspensión el partido tendría que repetirse desde el principio con 0-0 y nuevos jugadores. La gran apuesta del Crvena Zvezda había nacido tres años años atrás. Fue una obra conjunta de Dzajic y de Vladimir Cvetkovic, una vieja gloria del baloncesto yugoslavo de la década de los sesenta. Captaron a las mejores promesas del país con el sueño de convertirse en el primer equipo balcánico en conquistar la Copa de Europa. Lograron con creces el objetivo. Firmaron a Dragan Stojkovic, Dragisa Binic, Robert Prosinecki, después a Pancev, Savicevic, Sabanadzovic, Belodedici y Mihailovic. Subieron al primer equipo a Stojanovic y Jugovic. Aquella noche de principios de noviembre del 89, muchos de ellos estaban sobre el terreno de juego cuando se retiraron a los vestuarios mientras comprobaban las caras de preocupación de Maldini, Baresi, Rijkaard, Donadoni, Ancelloti, Van Basten, Virdis y Sacchi. Las voces de Galliani sorprendieron a Dzajic y a Demuth, pero mucho más al árbitro. Pauly no comprendía cómo el italiano había llegado hasta la zona de vestuarios y menos que le presionara para que el partido se suspendiera por falta de visibilidad a causa de la niebla. Galliani fue desalojado de la zona por los miembros de seguridad y llegó el momento de Dzajic que mantuvo un breve encuentro con Demuth y Pauly, una conversación cuyo contenido nunca trascendió.

En el minuto 50, Savicevic marcó y los 100.000 espectadores hicieron temblar los pilares del 'pequeño Maracaná'. En el 54, Virdis fue expulsado. Los jugadores del Milan amagaron con abandonar el terreno de juego porque la niebla era cada vez más densa, pero Pauly decidió seguir adelante con el partido. Allí acabó la historia europea de aquel año del Milan y empezó la del gran Estrella Roja, que eliminó al Werder Bremen en la ronda de cuartos y se vengó del Real Madrid en semifinales. Los blancos habían eliminado dos años antes a los yugoslavos en cuartos de final de la Copa de Europa, gracias al valor doble de los goles en campo contrario. En la final, el sorprendente Steaua de Bucarest era el rival. Los rumanos, campeones en 1986 tras imponerse por penaltis al Barça en Sevilla, habían eliminado a Spartak, Goteborg y Galatasaray. La final en el Camp Nou no tuvo color. Los yugoslavos se impusieron con claridad. Dicen que aquel partido se había decidido mucho antes del inicio, como pudo ocurrir en la final de 1986. Un conocido representante próximo al Barcelona, Josep Maria Minguella, desveló que el precio por ganar aquel partido era de un millón de dólares, pero la operación no se llegó a cerrar, porque los azulgrana se sentían muy superiores a los rumanos. Dzajic conocía la historia. Aquel partido en Belgrado, disputado en noviembre de 1989, supuso que la UEFA cambiara su reglamento y determinara que ante casos de condiciones meteorológicas adversas, los partidos se reanudarían al día siguiente, pero con el resultado que reflejara el marcador antes de la suspensión. Si Pauly hubiera suspendido el encuentro, el partido se hubiera iniciado al día siguiente con 0-0, el Milan hubiera podido alinear de inicio a once jugadores y hubiera recuperado a Ruud Gullit, con lo que sus opciones de éxito hubiera aumentado y se le habrían abierto las puertas de los cuartos y la posibilidad, quién sabe, de llevarse el máximo cetro continental que hacía 20 años que no levantaba. Se rehizo el Milan de aquel golpe la temporada siguiente cuando consiguió su segunda Champions tras derrrotar en la final al Benfica portugués (1-0). Los lisboetas seguían bajo el influjo de la maldición de Bela Guttman. En 1991, el Estrella Roja siguió haciendo historia. Recuperado el cetro nacional que tenía la Vojvodina, los yugoslavos ganaron la Copa de Europa por segunda vez en tres años, derrotaron en los penaltis al Olympique de Marsella en una de las peores finales a nivel técnico vividas en la historia de la competición. Tras ganar la Copa de Europa, el Crvena Zvezda se llevó la Intercontinental tras imponerse al Colo-Colo chileno. La desmembración de Yugoslavia a causa de la guerra de los Balcanes despertó de su sueño al Estrella Roja. Sus jugadores se desperdigaron por clubes de toda Europa.

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VISTE PANENKA

HAY UN ANTONIn para cada ocasión descubre el tuyo EN panenka.org/tienda-panenka

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sde má l fútbol de e r e v a e d u que nos ay oria. abe todo lo el Doctor en la mem c e d n o d io c n a o c sp y e Un

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Iker Jimén

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Pág. llón Por Juan Ta

30 horas con Tonda El sueño se hizo realidad. Antonin Panenka, el futbolista cuyo apellido tomamos prestado para convertirlo en nombre de la revista que tienes entre las manos, accedió a nuestra invitación y vino a visitarnos el pasado mes de octubre. En total fueron 30 horas en las que Tonda -abreviatura cariñosa de Antonin- estuvo en Barcelona. Un periodo de tiempo en el que brindó una conferencia de prensa en la Antiga Fàbrica Damm, disfrutó de la cocina mediterránea, firmó un acuerdo de hermanamiento con un club histórico barcelonés, el CE Europa, y aún tuvo tiempo de pisar el césped del Camp Nou, algo que no pudo hacer como jugador. Esta es la crónica de su breve pero intenso periplo en suelo catalán.

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1 Comida mediterránea | Antonin y su buen amigo Petr, periodista checo que le acompañó en su visita a Barcelona, disfrutaron con los platos típicos del país. El vino y el jamón ibérico pasaron por sus manos en repetidas ocasiones. 2 Sagrada Família | La Pedrera, primero, y la Sagrada Família, después, impactaron a nuestros invitados. El clima, caluroso en pleno mes octubre, hizo que en ocasiones Antonin deslizara la posibilidad de quedarse algunos días más en la Ciudad Condal. 3 Antiga Fàbrica Damm | El punto álgido de la visita de Panenka tuvo lugar en una antigua fábrica de cervezas. Atento y participativo con todos los medios que se interesaron por su historia, coronó el acto con espuma en el bigote. ¡Salud! 4 La redacción | Las oficinas de Panenka impactaron a Panenka. Camisetas con su rostro y pósters con su figura ruborizaron al ex futbolista checo. "¡Pero si la mayoría de vosotros no había nacido cuando marqué ese penalti!", exclamó. Y razón no le falta... 5 CE Europa | Antonin se sintió tan cómodo en la visita al estadio del CE Europa, uno de los clubes históricos del fútbol barcelonés, que firmó un acuerdo de hermanamiento para que su apellido aparezca en las camisetas del primer equipo. Comunión total. 6 Camp Nou | Así como en su día jugó en el Santiago Bernabéu, el estadio del FC Barcelona se le resistió al Tonda futbolista. Pudo quitarse la espina con un tour por el Museu y el coliseo culé. El veterano azulgrana Josep Maria Fusté hizo de cicerone. 7 El reto | Antonin se despidió con un reto a la altura de su grandeza. A través de un video, el ex futbolista 'invitó' a Leo Messi y a Cristiano Ronaldo a lanzar un penalti a su manera. ¿Quién será el primero en atreverse? Un desafío para valientes.

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Uno-equis-dos

Edad: 59 Profesión: Artista Localidad: Sevilla

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1. Sevillista hasta la médula, ve al equip o: con muchas dudas – como su espe ctáculo, ‘En positivo’ Emery ha construido un proyecto con much as caras nuevas. Hay que darle tiempo para que lleguen los resultados. 2. En el colegio era más de… contar chist es – partidillos de fútbol en el recreo De chaval ya apuntaba maneras con los chistes, y en los partidillos me gustaba jugar de mediapunta. 3. ‘Sevilla tiene un color especial’, pero ese color és más: blanco y rojo – verde y blanco Yo lo veo más rojo y blanco, pero también tengo muchos amigos béticos. 4. ¿Qué tiene más guasa? Un gag de Los Morancos – Que un ídolo del Villamarín se apellide Sevilla Seguro que él dice que lo de Sevilla es por la ciudad. Si no, vaya cachondeo… 5. A quién le es más devoto: a Ramón Sánchez Pizjuán – a la Virgen del Rocío No hay punto de comparación. Voy al Rocío varias veces al año porque me encanta. 6. La mayoría de partidos los ve: en el backstage de un escenario o un plató – en el estadio, como 'er' Paco Muchos me toca verlos por la tele, pero cuand o puedo, me gusta ir con los amigos a Prefe rencia Tribuna Alta. 7. ¿Quién tiene peor sentido del humo r? Un bético tras un derbi perdido – Drag utinovic Cuando ocurrió lo del puñetazo hacía poco que había llegado a Sevilla y no entendió la broma. Luego se disculpó. 8. Última jornada de Liga: Si gana el Sevil la, a la Champions – Si pierde el Sevil la, el Betis a Segunda Hay que mirar por lo nuestro, y a mis amigo s del Betis no les deseo tanto mal. 9. El 2 de julio se disputa la final de la Europa League: tiene función – se lo ha reservado por si acaso Pues no lo tenía presente, pero me apunt o lo del 2 de julio por si hay que ir a Turín. 10. ¿Qué está más difícil ahí afuera? Gana r lejos del Pizjuán – Ganarse la vida con el IVA cultural al 21% Con esas subidas de IVA, no solo nos comp lican la vida a los artistas, también al espec tador. 11. ¿En qué está más fino su amigo Monc hi? Descubriendo a futuros cracks – Canta ndo chirigotas Monchi es un artista, pero por fortuna se le da mucho mejor descubrir figuras que cantar. 12. Usted de dúos sabe un rato. Se qued a con: Gameiro/Marin - Negredo/Navas Negredo y Navas funcionaban de lujo. Game iro y Marin acaban de llegar. Ya veremos. 13. ¿Qué es más inimitable? El Sevilla de Kanouté y Luis Fabiano - Los gesto s de Emery en la banda Aquel Sevilla marcó una época y va a ser difícil volver a ver algo así. 14. ¿Dónde hay más arte? En el Palac io de la Condesa de Lebrija – En el carril izquierdo del Sevilla Sin duda, en nuestra banda izquierda, pero me da a mí que Alberto Moreno nos va a durar poquito. 15. Es autor de la letra de un himno de la Selección. ¿Qué triunfará en Brasil? La bossa nova – La ‘Roja Pasión Espa Nos vengaremos de la Confederaciones. ñola’ Ganar dos Mundiales seguidos es muy difícil , pero yo confío.

Foto de Getty

César Cadaval

Texto de Jordi Domínguez / @jdominguezfd

Texto de Senil Dion @senildion

Biografías inéditas

De zamarra a camiseta Anoten esto, por favor: un pionero no es solo quien ve las cosas antes de que puedan hacerlo los demás. Es sobre todo quien adivina el momento justo para llevarlas a cabo. Ese fue mi caso. España se hallaba en la Transición y venía de superar un intento de golpe de estado. En aquel estallido de libertad algunos vieron una oportunidad para una movida madrileña y otras la vimos para hacer negocio. Hay que saber transformar los acontecimientos en oportunidades, anoten eso también. El problema, como siempre, eran los cuatro que se oponen a todo. Los enemigos del progreso. Hasta entonces la mayor osadía había sido añadir al equipaje del Real Madrid las tres rayas características de una marca deportiva. El miedo a la reacción del aficionado hacía que el que quedaba junto al escudo siguiese siendo un espacio virgen. Con un buen trabajo de preparación y tocando las teclas adecuadas -no sé si me entienden-, al final logramos superar el escollo. De los 124 clubes que asistieron a la asamblea que me hizo posible, 82 votaron a favor. En Francia ya se había hecho y en Argentina hacía 14 años que la titular de Boca se había atrevido a lucir una marca de gaseosa en su franja amarilla. El resto seguramente ya lo habrán oído. El 27 de diciembre de 1981 me presenté a España y al mundo en un Real Madrid-Racing de Santander. Aquel día perdimos 4-0 en el Bernabéu, pero ¿quién se acuerda de eso? Todas las miradas estaban clavadas en mí. Había sellado un acuerdo con Teka para lucir su marca en mi parte frontal y era la primera vez que aquello ocurría en España. Gracias a mí,

aquella decimoséptima jornada dejamos de ser zamarras y nos convertimos en camisetas. Si quieren dedicarse a esto deben tener presente una cosa: puede que a ras de césped el fútbol sea un deporte de equipo. En los despachos, en cambio, se parece más a una carrera de Moto GP. Hay que ser el más rápido y también el más duro en el cuerpo a cuerpo. No hay sitio para sentimentalismos. Después de aquella salida fulgurante mía, la camiseta del Madrid se apresuró a firmar con Zanussi y el resto se limitó a seguir la estela. Solo Barça y Athletic se quedaron rezagados en esto. Sería interesante que un día viniese aquí a hablarles la elástica blaugrana. Hasta 2006 no rompió la tradición y únicamente lo hizo por una buena causa: luciría el logo de Unicef y no solo no ingresaría dinero por ello, sino que además destinaría una donación a ayuda humanitaria. ¿Quién podía negarse a eso? Cinco temporadas después, cuando la publicidad ya era un hecho, el logo de Unicef se hizo a un lado para dejar sitio a la Qatar Foundation. ¿Lo ven? Las masas resultan dóciles si se sabe cómo manejarlas. Lo sé porque por esas fechas yo también andaba por allí. Mi acuerdo con Teka finalizó en la temporada 88-89 y por entonces ya tenía metas más altas. En 1991 hicimos del Racing el primero en constituirse en sociedad anónima. Así empezó mi carrera en los despachos. Cierto que al club no le ha ido demasiado bien en estos años. Por el contrario -gracias por su asistencia y espero que hayan aprovechado la sesión-, la verdad es que yo no me puedo quejar de cómo me han ido y me van las cosas.

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Este soy yo... ahora

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Iker Jiménez

Antes de que el amor por el misterio se cruzara en su vida hasta convertirlo en una estrella, un icono, de la radio y la televisión actual, el niño Iker Jiménez (Vitoria, 1973) mamó fútbol del auténtico desde las gradas de Atotxa o El Sadar. La épica de las dos ligas ganadas por la Real Sociedad a principios de los 80 le hizo enamorarse del deporte rey, del que no se desenganchó ni con la decepción del Mundial 82. Ahora, convertido en el gran referente del periodismo del misterio, gasta el poco tiempo libre que tiene para jugar pachangas con los amigos, disfrutar con el buen momento del equipo que le ha robado el corazón de adulto, el Atlético de Madrid, y añorar aquellos años de la infancia en los que soñaba con ser Megido o Paolo Rossi. Texto de Rafa Jiménez / @raf_jimix Foto de Roberto Garver

En mi familia nadie era futbolero. Nadie. Soy un misterio hasta en eso. El primer recuerdo que asocio con este deporte son las ligas ganadas por la Real Sociedad. Desde ese momento, y con la euforia de lo que se presumía iba a ser el Mundial 82, comenzó mi afición. La Real y Atotxa me entusiasmaban. Para mí era el mejor estadio del mundo, el más auténtico, donde se respiraba ese rito del viejo fútbol de graderío pegado a la cal, puros farias, txirimiri cayendo por las verjas, bombos a tope, banderas tocando la espalda del línier, el tipo de la boina atusando el pelo de López Ufarte al colocarse para sacar un córner, balón Adidas completamente blanco y terreno convertido en un barrizal. Los jugadores de la Real eran como gladiadores que derrotaban, con menos medios que los gigantes, a sus contrincantes. Eran David contra Goliat. Zamora, López Ufarte, Arconada, Satrus, Olaizola, Celayeta, Cortabarria, el gran 'Periko' Alonso… un club de leyenda. Un ejemplo imposible hoy. Por eso es un mito imborrable. Me alegro mucho de haber vivido todo aquello. Mi familia materna es de Villava, el pueblo de Indurain, ¡casi nada! Todos los largos veranos de mi infancia transcurrieron allí. Sobre todo, en un campo de fútbol abrasado por el sol de las cuatro de la tarde en el colegio Dominicos. Ahí aprendí lo poco que sé del 'deporte rey'. Mi mejor amigo de Villava, Pachi, me mostró por primera vez la camiseta de Martín Monreal, de Osasuna. Con su once blanco a la espalda. Aluciné. Mi abuela me hizo, con un polo azul, un pantalón blanco recortado y bastantes horas de bordado, el traje de Paolo Rossi. Y me hacía llamar 'Bambino de oro'. Era el 82, claro. Fui con mi abuelo y mi tío muchas veces a El Sadar. No se quedaba atrás el mítico estadio pamplonica. Me gustaba el futbol de garra, coraje y amor a unos colores. Esos valores me parecen muy positivos. Quizá por eso añoro tanto aquel fútbol, el de mi niñez, la verdadera patria del alma. Todo lo demás es sucedáneo. Yo intento pelear por ser niño siempre. Pero no es fácil. El fútbol hipermercantilizado e hiperaséptico ha borrado muchas señas de identidad que para mi lo hacían algo único. Echo mucho de menos aquello. Me imagino de delantero y salir con lluvia, de noche, a esos estadios, y otros míticos como Las Gaunas, El Plantío o el Viejo Sardinero, y ver enfrente a Cortabarria, Sañudo, Tanco o similares… ¡Eso es pavor y no mi programa! Recuerdo especialmente el gol de Zamora en el Molinón que le dio la Liga a la Real en 1981. Otro de Bayona, de Osasuna, contra el Valladolid... creo que ese fue el primer gol que ví en mi vida. También tengo presente el tanto de Señor con un Jose Ángel de la Casa emocionado y desgañitado como todos. Quizá ese fue el más emocionante. El más épico. El más imposible. El que resume lo que es el fútbol y lo que es España. El de Alfonso en la Euro 2000 me dejó afónico la misma tarde que tenía programa, como colaborador, en Radio Nacional. Tuve que pedir disculpas en antena… dijeron que aquello no era serio, pero yo me sentía muy feliz. El gol de Iniesta en el Mundial de 2010 lo grité junto a Carmen, mi mujer, en una casa de montaña en Ibiza. Momento inolvidable. A veces parece que todo fue un sueño. Quién me lo iba a decir a mi, que fui un desconsolado niño del Mundial 82. He hecho algunas locuras por el fútbol. La más fuerte, cambiar el día de grabación de un programa de Cuarto Milenio durante la primera temporada para que no coincidiera con mis partidos de los lunes. Forcé la máquina. El fútbol es sagrado. Los directivos ya sabían que estaba loco, pero eso se lo confirmó del todo. Cuando juego soy un delantero peleón, poca técnica, pero mucho coraje. Defectos, todos. Y no los corrijo. Eso es imposible. Pero tengo fe siempre. Nunca me doy por vencido. Jamás. Puede que sea mi única virtud. Si me tengo que quedar con un ídolo me quedo con Megido. Es un ser legendario. Un outsider. Un rebelde con causa. Su aspecto, su explosividad, su arte. Megido representa para mi todo lo que es el fútbol de la frontera de los años 70-80. Fue, creo, un hombre a contracorriente del sistema. Un genio. Jugó en el Sporting, Granada, Betis, Málaga, Hércules… tenía fama de no callarse una. Fue una vez internacional, salió veinte minutos y metió el gol de España. Pero nunca volvió. ¿Acaso no es un misterio eso? Quizá por eso siempre fue mi ídolo. También me gustaban López Ufarte, 'Lobo' Carrasco, Marañón, Zamora… De la actualidad, y al margen de las superfiguras cuya calidad es más que evidente, me encanta el 'Cebolla' Rodriguez. Todo corazón. Ahora soy del Atlético de Madrid. Es un enorme misterio, ¿verdad? Puede que, en un sentido profundo, sea como un acto de rebeldía para ir contracorriente. Es un poco estar del lado de lo inesperado, de lo mágico, de lo que no está en el guión.  Yo nunca hago el programa con guión. Ni leo. A lo mejor hay cierta similitud. Lo que está haciendo Simeone tiene un enorme mérito. El fútbol, como casi todo, es una cuestión de fuerza mental. De fe en las propias posibilidades. Una fuerza absolutamente desconocida, pero maravillosa.

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Textos de Jorge Nazar / @jorgenazar

Botas de barro De Pilar Távora

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Lejos de las luces, de las estrellas, de los millones de euros que se mueven alrededor del fútbol, pero es -de lejos- una de las caras más reales, potentes y comunes que esto de la pelotita muestra por el planeta. Porque el fútbol como herramienta de superación, de avanzar en la vida, de salir de la pobreza, es un cliché que por repetitivo que suene, marca vidas y destinos. Por ello, Botas de Barro, el proyecto que se filmará el próximo año en Sevilla y -principalmente- en Melilla, reclama nuestra atención. La noticia llegó al dossier Panenka sobre fútbol e inmigración hace un año y ahora saltará a la gran pantalla: un equipo de fútbol nació en febrero de 2006, formado en su totalidad por inmigrantes ilegales que se encontraban internados en el CETI de Melilla sin tener resuelto su expediente y desconociendo si serían repatriados, expulsados o recibirían el permiso de residencia. "En España, creo que todavía no se ha hecho un buen drama sobre el mundo del fútbol, salvo una de mis películas favoritas, de los años 50, que era Once Pares de

Botas", aclara Tirso Calero (Amar en tiempos revueltos, Bandolera, Gran Reserva, El Origen...), guionista y productor de esta nueva película de la directora andaluza Pilar Távora (Madre Amadísima, 2010). Desde la producción avanzan que la temática es potente: "Hombres desesperados que se aferran a la única posibilidad que les queda para salir adelante. Muchos habían perdido la ilusión por vivir, pero la recuperaron gracias a un fenómeno que no entiende de fronteras: el fútbol"; y cuyos protagonistas componen "un mosaico cultural, proceden de Guinea, Marruecos, Camerún, Mali, e incluso de la India". Habrá que esperar hasta finales del próximo año para ver el resultado. Un 2014 donde el fútbol estará de gala, con Brasil como escenario y con España como monarca defensor, pero que tiene una cara más dura, común y extendida que la que gozaremos bajo el lujo casi obsceno de la FIFA. Tal vez por eso el fútbol, es mucho -muchísimo- más que sólo un deporte.

La Selección

‘99ers

Les rencontres d'après minuit

Hoy el fútbol colombiano está de fiesta. Y eso hace que Colombia esté de fiesta. Clasificada para el Mundial, la selección cafetera vuelve a ilusionar a un país, tal como lo hizo aquella generación de los Carlos Valderrama, Freddy Rincón, René Higuita y Faustino Asprilla hace ya varios años. La historia de los cuatro cracks se refleja en esta serie de TV.

La maravillosa factoría ESPN lo ha vuelto a hacer. El canal de deportes, bajo la dirección de Erin Leyden, ha logrado reunir a ocho de las heroínas estadounidenses que cambiaron el rumbo del soccer femenino el 10 de julio de 1999, cuando el combinado de EEUU derrotó en la final del Mundial, y tras una agónica tanda de penaltis, a China.

Eric Cantona sigue con su carrera cinematográfica y lo hace con una comedia erótica francesa, Les rencontres d'après minuit (Encuentros después de medianoche). En el film, el ex del Manchester United es secuestrado por una pareja y su mayordomo travesti para participar en una orgía. Así, sin más. Por algo sigue siendo 'The King'...

Textos de Rafa Jiménez / @raf_jimix

Preparénse para perder Diego Torres

Vestuarios del estadio de Mestalla, Valencia. 20 de abril de 2011. Final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el FC Barcelona. Los dos grandes, frente a frente, en plena efervescencia del pulso entre José Mourinho y Pep Guardiola. En la charla previa al partido, el luso arenga a sus jugadores sobre la importancia del partido, motivándoles con planteamientos más políticos que deportivos. Su pasado como miembro del cuerpo técnico del Barça, dice, le permite conocer bien a Catalunya, un pueblo que, según su opinión, educa a sus niños desde pequeños para que sientan odio hacia España. Ese discurso de Mou tenía un claro objetivo: eliminar de raíz cualquier sentimiento de amistad que sus jugadores internacionales españoles pudieran sentir hacia sus compañeros de selección del 'otro bando'. Esa charla, de la que el diario El País ya habló hace un tiempo, es uno de los momentos culminantes que describe el libro que ha publicado el periodista Diego Torres (Mendoza, Argentina, 1972).

Torres, de madre española, llegó a Madrid cuando tenía 18 años para estudiar Derecho en la Universidad Complutense. Atraído por el periodismo, decidió apuntarse al máster que organiza El País, medio en el que entró a trabajar como becario en deportes. Con el paso de tiempo, Diego nunca dejó la sección y se ha convertido en una de las plumas más reconocidas del diario, destacando su gran conocimiento sobre los entresijos del siempre complicado vestuario del Real Madrid. Recurriendo a sus buenas fuentes -sus informaciones, a pesar de ser molestas para el club blanco, jamás han sido desmentidas u objeto de una demanda-, Torres se consolidó como uno de los azotes de Mourinho durante las tres temporadas en las que el portugués estuvo en el banquillo del Santiago Bernabéu. Precisamente, de lo que pasó durante esos tres años (2010-2013) habla el libro Preparénse para perder, cuyo título se inspira en la frase que el técnico luso les dijo a sus futbolistas en la charla previa al partido de vuelta de las semifinales de la Champions League en el Camp Nou. Este libro, publicado por Ediciones B, es un resumen de aquellos años tan turbulentos y supone un decálogo psicológico de la mentalidad de Mourinho, desgranada a lo largo de 250 páginas a través de sus mensajes, discursos y charlas. Miembros del vestuario blanco y algunos empleados del club que no estaban de acuerdo con el poder que el presidente Florentino Pérez le fue dando a su entrenador también nutren con sus vivencias el relato tejido por Torres.

El método Guardiola

Leyendas del Atlético de Madrid

La pelota no entra por azar

Ni el propio Pep sabe tantas cosas de sí mismo como Miguel Ángel Violan, que se define como un 'guardiólogo'. Violan, periodista de profesión, se ha dedicado a analizar la forma de trabajar y de ser del técnico catalán, al que también ha seguido hasta Múnich. Este libro, que salió a la luz en 2012, ya ha sido publicado en catalán, castellano, japonés, esloveno y alemán.

Los periodistas Nacho Montero y Miguel Ángel Guijarro se han querido unir a la celebración en este 2013 de los 110 años de vida del Atlético de Madrid. Con ese motivo han escrito este libro que, a lo largo de 296 páginas, repasa la historia del club desde el punto de vista de 110 futbolistas (en realidad son 111 porque aparecen los hermanos Olaso) que han marcado su historia.

Ferran Soriano, ex vicepresidente económico del Barça con Joan Laporta y que ahora trabaja para el Manchester City, plasma en este libro su visión empresarial del fútbol. La obra puede ser atractiva tanto para los aficionados al balón como para los que estén más interesados en la gestión y dirección de grandes empresas. Abstenerse afectados por el cierre de Spanair.

109

noviembre de 1969

U

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Texto de Carlos Torres / @carlosaspe Ilustración de Marta Vilches

n pequeño paso para el

su madre cuando vino a traer una tortilla

hombre, un gran paso

de patatas para amenizar la reunión. "No

para la humanidad''. La

todo es malo en Londres señora, este año

frase pronunciada por

han inventado la televisión a todo color y

Armstrong al pisar la

por fin podremos distinguir a los del Betis

Luna hacía apenas cuatro meses se repetía

del Barcelona en las retransmisiones", le

en la redacción como símbolo de la mayor

respondimos.

proeza que habían visto nunca nuestros

Sólo faltaba avisar a nuestro corres-

ojos. Pero "¿qué es el pequeño paso de

ponsal en Madrid de la decisión tomada:

un astronauta al lado de la zancada por-

"Marcar 1.000 goles en la liga brasileña es

tentosa de O Rei camino de su gol nú-

muy fácil, me gustaría ver a Pelé contra

mero 1.000?", defendió nuestro delegado

Benito. Jóvenes como esos son los que

sudamericano en la reunión de elección

necesitamos en primera plana", gritó algo

de la portada. Efectivamente aquel mes de

molesto. "¿Y qué pasa si Pelé no alcanza

noviembre, y si ninguna lesión lo impedía,

esa cifra?", añadió antes de colgar. Las du-

Pelé iba a bajar la luna con el pecho, se

das se instalaron en la redacción, el número

la iba a acomodar para cualquiera de sus

ya estaba en imprenta y podríamos hacer

piernas y finalmente la iba a mandar al

el ridículo si Edson Arantes do Nascimento

fondo de las redes otra vez. "El jugador del

sufría un 'gatillazo' a última hora. "Todavía

Santos, nuevo astro del cosmos", propuso

estamos a tiempo de dedicarle un mono-

titular el becario, en plan poeta. Y eso que

gráfico a Bélgica", se mofó nuestro redactor

su estética era engañosa: desde que volvió

francés para recordarnos que España se

de Inglaterra aquel mismo verano estaba

había quedado fuera del mundial de Mé-

muy raro, llevaba la cabeza rapada como si

xico. "Ya no hay vuelta a atrás, vamos con

le hubieran atacado los piojos y no se quita-

Pelé a muerte", coincidimos. Y cruzamos

ba las Dr. Martens de cuero ni los días más

los dedos a la espera de que Houston no

calurosos. "Estas modas británicas algún

nos diera ningún problema. 3…2…1… El

día nos van a dar un disgusto", nos confesó

lanzamiento de O Rei estaba en marcha.

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En vísperas de partido Por Juan Tallón / @xoantallon Ilustración de Pep Boatella / @pepboatella

N

os vamos o qué», propuso Eduardo en forma de dilema, no tanto por cansancio como por miedo a la inercia. Beber es una bola de nieve, casi siempre en ligera pendiente. En estos años se habían ido conociendo, y no había nada más peligroso, a ciertas horas, que ser uno mismo. No por otra razón propuso una retirada. Corrían el peligro de hacer lo de otras veces, emborracharse y al día siguiente jugar un partido lamentable. "Es temprano", respondió Robert, que a continuación consultó el reloj para comprobar si llevaba razón o había hablado de oídas. Eran las cuatro de la mañana, vagamente pasadas. "Además tengo la copa llena", añadió. En otras condiciones, un argumento así no tendría defensa posible, incluso para el propio Eduardo, que respetaba profundamente los vasos llenos, incluso mediados. Pero mañana había partido. "Jugamos dentro de doce horas", recordó innecesariamente. Robert lo miró como un padre decepcionado. Habían salido, en parte, porque mañana había partido. En regional, al fútbol también se jugaba de vísperas. "Si no vomito no juego bien, ya lo sabes", dijo con una irreverencia de la casa, haciendo sonreír con nostalgia a Eduardo, que algunos días creía que su amigo era el mejor del equipo porque era cáustico, nihilista y no se tomaba en serio, y no tanto porque tuviese regate, cambio de ritmo, desborde y un disparo ancestral, que aprendió en la Edad Media. Robert hacía anillos de humo con el futuro que todos le auguraban. Según el entrenador, y el presidente, y algunos que sí entendían de fútbol, podía llegar a Primera. Pero a él no le importaba lo que dijesen. No le importaba el futuro. Creía que el fútbol era la cosa más importante en su vida, pero claramente por detrás de otras más valiosas todavía. Se trataba de esas incoherencias que no hay que explicar. El pub había empezado a llenarse. La música simplemente añadía presión a la olla. Robert se sacó el jersey y lo ató a la cintura. "Voy al baño, cuídame el vaso con tu vida", dijo. Luego, se volvió y lentamente se difuminó entre la multitud, de ese modo tenue que el puño se deshace cuando se abre la mano. Eduardo aprovechó la soledad que sentía entre la multitud para reparar en las vistas. Se fijó en una rubia, que lamentablemente se fijaba en su novio. Luego se fijó en una morena, que no se fijaba en nada, salvo en bailar donde no había sitio. Optó por no fijarse en nada más. La noche podía volverse terriblemente deprimente si se observaba de cerca cada detalle. Otra vez volvió a pensar en el partido de mañana. Y en la resaca, que daba por inevitable.

Entretanto, había consumido su copa. A fuerza de reiteración, era de esas cosas que se hacían sin querer, o sin querer demasiado, como escupir las pepitas de la uva. La dejó sobre la barra y la empujó hacia el fondo, como si los vasos vacíos, y el vacío en general, lo horrorizasen. Empezó a parecerle que Robert tardaba demasiado. No era bueno en estimaciones, pero creía que habían pasado ya cinco minutos. Se apartó de la barra y se dirigió al cuarto de baño, abriéndose paso en el laberinto. Algo empezó a olerle mal cuando distinguió a gente apelotonada en la puerta. Se hizo hueco a empujones, presagiando la constatación de algo atroz y oscuro, y cuando rebasó el umbral vio horrorizado cómo Robert llevaba de una pared a otra a un tipo rubio, desgarbado, que entre sus manos parecía una toalla mojada en busca de la percha. Eduardo se lanzó a separarlos, como si escupiese pepitas, pero Robert no soltaba la chaqueta del otro. Era una chaqueta horrible, todo sea dicho. Cuando consiguió arrastrar a Robert fuera del baño, y calmarlo, no le costó convencerlo de que la noche se había acabado. Y mañana había partido, repitió como un mantra. Salieron del pub. Caminaron sin una dirección. Eduardo no tenía ganas de saber qué había ocurrido. Sólo deseaba caminar hasta quedarse solos, como si ahora el vacío le resultase atractivo. Robert se dejó llevar, como si se sintiese acunado por el retumbar de sus pasos. "Me miró mal", resumió tardíamente. Eduardo lo estudió con cara de ¿te miró mal?, pero no dijo nada, y sonrió como si le pegase el viento en la cara con fuerza, mezcla de decepción y recreo. Eran las cinco de la mañana cuando se abrazaron, felices de tenerse el uno al otro, como si el fútbol fuese el reencuentro tras la oscuridad de los amigos. Solo unas horas después, como si el fútbol también consistiese en saltar al campo y jugar, estaban en el vestuario, vistiéndose para salir a hacer el calentamiento. Cada pequeño acto, atar las botas, ajustar las medias, colocarse el brazalete de capitán, formaba parte para Robert de un ceremonial sagrado. El fútbol era una suma de miles de actos y decisiones insignificantes, que respetados, conducían al gol y la gloria. Antes de completar el túnel hasta el campo, se detuvo en el vestuario del árbitro, para saludarlo, como de costumbre. Era otra insignificancia importante. Llamó a la puerta, y cuando se abrió, encontró a un hombre desgarbado, rubio, con la cara cubierta de hematomas. Le tendió la mano y él le deseó suerte.

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Las intrahistorias del Panenka continúan en el blog Los apuntes de Antonin (www.panenka.org)

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"¿Cuándo caducará?"

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Andrés Gutiérrez fue nuestro enviado especial a Transnistria. Ojo, el chico nos cae genial, al contrario de lo que pueda parecer por el hecho de empujarle a uno de los rincones de más difícil acceso del planeta. Para poder cruzar una de sus fronteras, tuvo que rellenar en ruso un pasaporte de lo más curioso. Debajo del nombre, la edad y las motivaciones para acceder al país aparece su fecha de expiración... ¡que es de un día! Por suerte pudo renovarlo porque si no el ejército acostumbra a entrar 'de oficio'.

Míchel es "un chaval" El talante dialogante de Paco Jémez posibilitó una agradable charla en uno de los muchos banquillos que salpican los campos de entrenamiento de la ciudad deportiva del Rayo Vallecano. Entre pregunta y respuesta apareció Míchel, el eterno capitán rayista retirado hace dos años y actual director del Área General de Metodología de la entidad madrileña, para hacer carrera continua. Jémez no pudo evitar suspirar al verle trotar por el verde. "Mira lo en forma que se mantiene. Está hecho un chaval", dijo.

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'Picados' por el escorpión En Panenka nos congratula anunciaros el debut de una nueva revista de cultura futbolística. Se trata de El Escorpión, un magazine editado en Colombia cuyo primer número impreso ha causado sensación en su país. De hecho, en este número damos cobijo a uno de sus reportajes estrella, el del ídolo cafetero de los 90 Faustino Asprilla. Un gusto y sobre todo, que sea la primera de muchas colaboraciones.

SOLO EN

X A B I A L O N S O PA R A E L C O R T E I N G L É S