Las 5 necesidades de Amor, de hombre y mujeres - INP Camino ...

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necesidades de amor de los Hombres y las Mujeres explora algunos de los mitos ... Los Rosberg viven en West Des Moines, Iowa, y son los padres de dos.
Tapa Las 5 necesidades de amor de los Hombres y las Mujeres America‟s Family Coaches (Entrenadores de la familia estadounidense) comparten este nuevo estudio que puede sorprenderle y cambiar la forma en la que usted vive su matrimonio. Dr. Gary Rosberg y Barbara Rosberg Lomo Las 5 necesidades de amor de los Hombres y las Mujeres Rosberg Tyndale Contratapa “Entrenadores de la Familia Estadounidense” Dr. Gary Rosberg y Barbara Rosberg El Dr. Gary Rosberg habla a las esposas sobre -

Las cinco necesidades principales de un esposo El secreto de la sexualidad del hombre La necesidad del esposo de amor incondicional

Barbara Rosberg habla a los esposos sobre -

Cómo las esposas deletrean INTIMIDAD Cómo salvaguardar su matrimonio Qué significa cuando una mujer crea distancia

“Cada vez que escuché a Gary hablar, mi corazón fue tocado. El suyo también lo será si lee este libro.” Max Lucado, autor de God Came Near “Con un claro entendimiento de las realidades de la vida matrimonial, juntamente con una cuidadosa exposición de la Biblia, Gary y Barbara Rosberg exponen las necesidades de los esposos y las esposas, para que las parejas puedan disfrutar las alturas del matrimonio y evitar los pozos de la infidelidad marital.” Dr. Tony Evans, autor de Who Is This King of Glory?

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“Los Rosberg exponen y explican necesidades, a menudo son inexpresables, que hay en el corazón de los esposos y las esposas.” Michael Medved, anfitrión de un programa nacional de entrevistas radiales y columnista de USA Today, y Dr. Diane Medved, autora de The Case Against Divorce “Personalmente, no sólo he prestado atención a este revelador libro de Gary y Barb, sino a sus propias vidas también. Y créanme, ellos saben lo que están diciendo.” Patsy Clairmont, conferencista de Women of Faith y autora de I Love Being a Woman y Stardust on My Pillow Lengüeta de la Tapa Basados en resultados sorprendentes de una investigación a nivel nacional sobre las necesidades de las parejas en el matrimonio, Las 5 necesidades de amor de los Hombres y las Mujeres explora algunos de los mitos sobre el matrimonio. Conduce a esposos y esposas a un nivel más profundo de entendimiento mutuo y provee pasos prácticos para desarrollar un matrimonio genuino y maravilloso. Lea lo que otros han dicho acerca de los Rosberg y Las 5 necesidades de amor de los Hombres y las Mujeres: “Este libro tiene el poder de impactar radicalmente su relación... provee una guía excelente para entender al amor de su vida.” Dr. Gary Smalley, autor de Secrets to Lasting Love “Cuando pienso en un gran compañerismo, pienso en Gary y Barb Rosberg. He conocido y observado a estos dos siervos increíbles amar, bendecir y animar a cientos de hombres y mujeres con el correr de los años, comenzando con sus propias hijas.” Dr. John Trent, autor de Choosing to Live the Blessing “Este libro está lleno de sugerencias bien específicas y herramientas para esposos y esposas. Gary y Barb escriben honestamente respecto a las necesidades que todos tenemos en nuestro matrimonio.” Dr. Stu Weber, autor de Tender Warrior “Toda pareja que quiera que su matrimonio sea todo lo que Dios espera que sea, tiene la obligación de leer este libro.” Dr. Dennis Rainey, autor de Moments Together for Couples

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Lengüeta de Contratapa El Dr. Gary Rosberg y su esposa Barbara, quienes han estado casados por veinticinco años, son America‟s Family Coaches (Entrenadores de la Familia Estadounidense). Juntos, Gary y Barbara son los anfitriones de tres programas radiales, incluyendo America’s Family Coaches LIVE, un programa diario a nivel nacional. Los Rosberg también son parte de los equipos nacionales para conferencias matrimoniales de FamiliLife y eventos para parejas llamados “I Still Do (Todavía lo digo: Acepto)”. Gary también habla en eventos masivos de los Cumplidores de Promesas y “Life on the Edge” de Focus on the Family. Gary, quien obtuvo su Ed.D. en la Universidad de Drake, ha sido consejero matrimonial y familiar por más de quince años. Ha escrito dos best-sellers: Dr. Rosberg’s Do-It-Yourself Relationship Mender y Guard Your Heart. También supervisa CrossTrainers, un estudio bíblico y de rendición de cuentas para un grupo de más de seiscientos hombres. Barbara ha sido coautora (con Gary) de un estudio bíblico para vida familiar y de edificación de hogares titulado Improving Communication in Your Marriage. Barbara supervisa y anima a las mujeres por medio de A Woman‟s Legacy, una serie que enfatiza el increíble valor y la dignidad de ser mujer. Los Rosberg viven en West Des Moines, Iowa, y son los padres de dos hijas adultas.

Reconocimientos Han pasado cinco años desde que escribí (Gary) Guard Your Heart. En la opinión de algunas personas, esperar cinco años entre dos libros es mucho tiempo. Para mí no, principalmente por tres razones. Primero, Barb y yo sabíamos que la próxima vez que escribiéramos un libro, lo haríamos juntos. La vida es corta, y queremos trabajar como equipo y en pareja lo más posible, para poder causar un impacto positivo en las familias. Barb escribió una sección muy poderosa y especial en Guard Your Heart, en la conclusión del libro, mostrándole a

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las mujeres cómo ayudar a sus esposos a guardar sus corazones. Pese a eso, ella tiene mucho más que decir, lo cual usted leerá en este libro. En segundo lugar, nuestras dos dulces hijas debían ser educadas y recibir más “independencia.” Dios hizo que esa “independencia” se produjera con una separación de diez días la una de la otra en septiembre de 1999. ¡Ay, ay, ay! Sarah se casó el 11 de septiembre con Scott Wolfswinkel. Estamos emocionados, y ahora tenemos un hijo, a quien amamos. Missy, nuestra hija menor, partió rumbo a la universidad el mismo mes. Decidimos que nuestro rol como madre y padre era mucho más importante que escribir un libro, así que esperamos. Ahora que nuestras hijas tienen más independencia, nosotros tenemos la independencia para escribir también. La tercera razón es quizá más importante para usted que las dos primeras. No queríamos escribir otro libro hasta que el Espíritu Santo hiciera arder en nuestros corazones y espíritus alguna enseñanza que debía ser dicha. Nuestro querido amigo el Dr. John Trent me dijo una vez: “La comunidad cristiana no necesita otro libro escrito por gente que no tiene nada que decir.” Recibimos su consejo. Esperamos hasta ahora porque ahora tenemos algo que decir. Luego de nuestra comunión con Jesucristo, nada es más importante que el matrimonio. Es por eso que escribimos este libro. Queremos ayudarle a fortalecer su matrimonio y animarle a que usted tenga la pasión de ayudar a otros a que fortalezcan sus matrimonios también. Algo que nos ayudó mientras escribimos este libro, fue estar rodeados de gente que estaba tan comprometida como nosotros en sacar el mejor libro posible. Eso es lo que hicimos, y queremos agradecer a aquellos que nos ayudaron. Primeramente, agradecemos a Ron Brees de Tyndale House Publishers. Cuando te conocimos en el CBA en 1997, supimos que eras una persona auténtica. Tu compromiso no sólo con los grandes libros sino también con las relaciones interpersonales maravillosas nos convenció inmediatamente. Gracias por haber trabajado en equipo con nosotros y estar tan comprometido con la excelencia para publicar este libro. Gracias también a Ken Petersen y el resto del equipo de Tyndale. Ustedes son lo máximo. También queremos agradecer a Greg Johnson, nuestro agente literario de Alive Communications, Inc. Greg, tú no solo nos condujiste en la dirección indicada (hacia Tyndale), sino que además contribuiste con un sólido fundamento para este libro. Es bueno ser tu amigo y tu colaborador en la publicación de libros que marcan una diferencia. Lynn Vanderzalm y Judith Markam, ustedes son unas editoras extraordinarias. Nos mantuvieron en la senda correcta. Elevaron el

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nivel de la excelencia así como también el nivel de la gracia. Ustedes dos son el dúo dinámico en nuestros corazones. Agradecemos al Dr. Lloyd Taylor de Midwestern State University por ayudarnos con el análisis estadístico de nuestros datos, y a todas las parejas que participaron en nuestra encuesta, la cual fue usada como base para este libro. El mismo se enriqueció con todo su conocimiento revelador. Ustedes están marcando una diferencia. Queremos agradecer al Pastor Quintin Stieff por ministrar a nuestra familia, semana tras semana. Has pastoreado las familias de Valley Evangelical Free Church con gracia y verdad. Gracias por servirnos a todos tan bien. Asimismo queremos agradecer a nuestro equipo ministerial de America‟s Family Coaches. El compromiso que ustedes tienen de llevar la verdad de Dios a las familias del centro de Iowa y a toda la nación es algo notable y que sale de sus corazones. Su sacrificio nos ha permitido invertir el tiempo necesario para escribir este libro. Que sus familias y miles de otras sean fortalecidos como resultado de su servicio. Les amamos y consideramos un gran honor el poder servirles. Y por sobre todo, queremos agradecer a nuestra familia. Sarah y Scott, les amamos y estamos orgullosos de ustedes y de cómo Dios está desarrollando su precioso matrimonio. Les apoyamos en oración y les queremos muchísimo. Han comenzado bien y ahora, con el poder de Dios, acaben bien. Missy, también te apreciamos y nos emociona que nos llames Mamá y Papá. Es un verdadero gozo ver a Dios usándote y moldeándote para llegar a ser una mujer valiosa. ¡Manténganse bajo Su cuidado chicos, y acaben en forma victoriosa! Dr. Gary Rosberg y Barbara Rosberg America‟s Family Coaches

Sobre los autores El Dr. Gary Rosberg y su esposa Barbara son America‟s Family Coaches (Entrenadores de la familia estadounidense); ellos preparan y animan a las familias estadounidenses a vivir la vida en buena forma y terminarla en buena forma también. Habiendo estado casados por más de veinticinco años, Gary y Barbara tienen un mensaje único para las parejas. Han conducido conferencias sobre la familia y las relaciones interpersonales en más de cien ciudades de Estados Unidos. Están en los equipos nacionales de predicadores para las conferencias matrimoniales de FamilyLife, y para los eventos para parejas de FamilyLife llamados “I Still Do (Todavía lo digo: Acepto.)” Gary

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también ha hablado a miles de hombres en los eventos de Cumplidores de Promesas y a padres y adolescentes en las conferencias denominadas “Life on the Edge Tour” del ministerio Focus on the Family (Enfoque a la familia). Juntos, Gary y Barbara llevan a delante un programa radial diario, transmitido a nivel nacional que se llama America’s Family Coaches LIVE. Este programa con llamadas en vivo, es escuchado en ciudades de todo el país, donde se atiende a radioescuchas que llaman para preguntar sobre variados temas familiares. Gary y Barbara también son anfitriones de un programa radial los sábados, en la premiada Radio WHO. Gary, quien obtuvo su Ed. D. en la Universidad Drake, ha sido consejero matrimonial y familiar por más de quince años. Ha escrito dos best sellers: Dr. Rosberg’s Do-It-Yourself Relationship Mender (Tyndale y Focus on the Family), que trata sobre el tema de acortar el distanciamiento creado por el conflicto en las relaciones interpersonales, y Guard Your Heart (Multnomah), que ayuda a los hombres a resistir firmes en medio de las tentaciones. Gary es entrenador en CrossTrainers, un grupo de rendición de cuentas y estudio bíblico para hombres que tiene más de seiscientos miembros. Barbara se unió a Gary al escribir un capítulo especial para Guard Your Heart y al escribir un estudio titulado Improving Communication in Your Marriage (Group Publishing) para la serie de estudios para parejas de FamilyLife‟s HomeBuilders. Además de hablar a familias, Barbara instruye y anima a las mujeres por medio de A Woman’s Legacy, una serie que enfatiza el increíble valor de la mujer. El matrimonio Rosberg vive en West Des Moines, Iowa, y son padres de dos hijas: Missy, universitaria que estudia comunicaciones, y Sarah, quien vive en West Des Moines con su esposo, Scott. Para más información sobre los ministerios de America‟s Family Coaches, contacte: America’s Family Coaches 2540 106th Street, Suite 101 Des Moines, Iowa 50322 1-888-ROSBERG www.americasfamilycoaches.com

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A nuestros hijos-Sarah y Scott Wolfswinkel y Missy Rosberg y su futuro esposo Que experimenten la plenitud de un gran matrimonio, lo cual es el resultado de rendir sus vidas al Señor y mutuamente. LES AMAMOS A TODOS PROFUNDAMENTE. ¡Gracias por llamarnos Mamá y Papá! ÍNDICE Reconocimientos La carta que cambió un matrimonio PRIMERA PARTE: Entendiendo y satisfaciendo las necesidades mutuas de amor

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1. La necesidad de amor #1 del esposo: Amor incondicional (Gary habla a las esposas) 2. La necesidad de amor #1 de la esposa: Amor incondicional (Barb habla a los esposos) 3. La necesidad de amor #2 del esposo: Intimidad-Los hombres deletrean Intimidad así: S-E-X-O (Gary habla a las esposas) 4. La necesidad de amor #2 de la esposa: Intimidad-Las mujeres deletrean Intimidad así: H-A-B-L-A-R (Barb habla a los esposos) 5. La necesidad de amor #3 del esposo: Amistad (Gary habla a las esposas) 6. La necesidad de amor #3 de la esposa: Intimidad espiritual (Barb habla a los esposos) 7. La necesidad de amor #4 del esposo: Aliento (Gary habla a las esposas) 8. La necesidad de amor #4 de la esposa: Aliento (Barb habla a los esposos) 9. La necesidad de amor #5 del esposo: Intimidad espiritual (Gary habla a las esposas) 10. La necesidad de amor #5 de la esposa: Amistad (Barb habla a los esposos) SEGUNDA PARTE: Disfrutando el matrimonio maravilloso que Dios planeó 11. Palabra final de Gary para los hombres 12. Palabra final de Barb para las mujeres Apéndice Acerca de los autores

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BOSQUEJO. I. CONCEPTO DE COMUNICACION EFECTIVA. II. ¿COMO LOGRAR LA COMUNICACION EFECTIVA? A. CLAVE 1: LA CREACION DEL MENSAJE. B. CLAVE 2. ELIMINAR LAS INTERFERENCIAS. C. CLAVE 3. APRENDER A ESCUCHAR. D. CLAVE 4. SENTIMIENTOS EN CORRESPONDENCIA. 1. TIENES QUE ENTENDER TUS SENTIMIENTOS. 2. LA PERSONA SENTIMIENTOS.

TIENE

QUE

HACERSE

RESPONSABLE

DE

SUS

3. NECESITAS EXPRESAR TUS SENTIMIENTOS DE MODO POSITIVO. 4. DEBES RESPONDER A LOS SENTIMIENTOS DE LOS OTROS. E. CLAVE 5. LA COMPRENSION Y LA PRÁCTICA DEL AMOR. 1. EL AMOR COMO UNA NECESIDAD. 2. EL AMOR ES ALGO CARO.

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3. EL AMOR COMO MOTIVACION. 4. CARACTERÍSTICAS DEL AMOR. F. CLAVE 6. ALIMENTAR EL DIALOGO. G. CLAVE 7. LA FUENTE DE PODER.

¿QUE ENTIENDE USTED POR UNA COMUNICACION EFECTIVA? ¿CUAL SERIA LA FORMA DE COMUNICARSE CON LOS DIFERENTES PUBLICOS? Para nuestro trabajo utilizaremos como texto el libro “Siete claves para la comunicación efectiva”, de Paul A. Cedar. I. CONCEPTO DE COMUNICACION EFECTIVA. La comunicación efectiva en su sentido pleno requiere no solamente la transmisión de la información, sino la participación en el mensaje; no sólo la participación en el mensaje, sino en el sentido del mensaje; no sólo en el sentido del mensaje, sino la participación en la vida del otro, y esto es lo que se llama comunicación. II. ¿COMO LOGRAR LA COMUNICACION EFECTIVA? Para lograr una comunicación efectiva Paul A. Cedar menciona siete claves que presentaremos de forma resumida. A. CLAVE 1: LA CREACION DEL MENSAJE. Hemos de entender los componentes básicos de la comunicación a fin de crear un mensaje efectivo. Los componentes básicos de un mensaje son los siguientes: 1. 2. 3. 4. 5.

Origen. Es el comunicador o comunicante original. Transmisor. Es el medio por el cual la fuente envía su mensaje. Cauce. Es el medio de unión de la fuente con el destinatario. El receptor es el órgano a través del cual se recibe el mensaje. Destinatario. Es la persona que recibe el mensaje.

B. CLAVE 2. ELIMINAR LAS INTERFERENCIAS.

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Hemos de eliminar el “ruido” que interfiere o bloquea nuestra comunicación efectiva. El “ruido” es todo aquello que interfiere o bloquea la transmisión precisa y la recepción apropiada del mensaje. Ejemplos de interferencias externas: Sonidos. Vista. Lengua o idioma. Vocabulario. Símbolos. Posición del cuerpo. (poner ejemplos) Ejemplos de interferencias internas. El aire de superioridad. Egocentrismo. Dogmatismo. Falta de sensibilidad. Manipulación. El habla compulsiva. Una actitud crítica. C. CLAVE 3. APRENDER A ESCUCHAR. Hemos de dominar el arte de escuchar de modo inteligente y comprensivo. “Dios nos ha dado dos oidos y una sola boca. Por lo que es más sabio escuchar que hablar en las muchas palabras no falta pecado” Podemos ver que existe una gran diferencia entre oir y escuchar. El oír denotya simplemente la acapacidad fisiológi a de recibir mensajes orales de otra fuentes. Sin embargo el mensaje piede semplemente entrar por un oído y dalir por el otro. El escuchar es deteniminto aprendisaje del mensaje transmitido, respuesta adecuada al mismo, no es un oír pasajero y general sino algo concreto y asimilable.(Poner ejemplos) No es tan grabe la encontrar un comunicador como encontrar uno que esté dispuesto a escuchar. En muchas ocaciones se pone más la

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tención en lo que uno va a decir cuando el otreo termine de hablar que nno le presta atención. Si queremos ser buen comunicador debemos ser buen escuchador, (aun del tercer oido): el sudor, los mivimientos bruscos y nerviosos, la fente fruncida, los accidentes repetidos, el comer excesivo, un silencio peolongado no común, la puerta cerrada, y tantas otras manifestaciones que hablan frecuante, pero muchas veces no son escuchadas. La clave para vencer estas barreras se halla en ti mismo. Por medio de un acto de la voluntad y con la práctica asidua puedes convertir estas barreras en cauces de comunicación. D. CLAVE 4. SENTIMIENTOS EN CORRESPONDENCIA. Hemos de reconocer y darnos cuenta de cuáles son nuestros sentimientos y luego hacernos sensibles y corresponder a los sentimientos de la otra persona. Los sentimientos son meramente una expresión de la condición o estado presente. Cuando expresas tus sentimientos, lo que estás en realidad expresando es tu “ser real”, tu “yo” en un momento dado. Los sentimientos comunican la realidad de tu yo interno. Revelan tu condición interna. Por desgracia, una razón por la que muchos toman drogas o beben en exceso es porque esto hace que se sientan menos cohibidos y más libres de comunicar sus sentimientos después de haber usado la droga o el alcohol. En muchos casos la inconformidad de las personas con el “yo verdadero” los lleva a la supresión de la expresión de sus sentimientos, por ello se cierran, se vuelven reservados y se ponen a la defensiva. Veamos algunos consejos para cambiar nuestro yo interior de modo que podamos expresar los sentimientos con alegría y satisfacción en vez de avergonzarnos de ellos. 1. TIENES QUE ENTENDER TUS SENTIMIENTOS. Debes empezar por reconocer el hecho de que los sentimientos son una realidad importante en nuestras vidas. Hemos sido creados como seres sensibles o emocionales, con sentimientos. Muchos conseguirían una nueva dimensión de libertad si pudieran reconocer la naturaleza de su emociones.

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El problema es que a muchos se les enseña desde niños que no deben expresar sus sentimientos. Hemos de reconocer nuestros propios sentimientos. Es posible que no nos gusten, pero nunca podemos conseguir cambiarlos a menos que reconozcamos su naturaleza. Sólo entonces podemos empezar a trabajar sobre ellos y cambiarlos para hacerlos mejores. Por ejemplo: ¿Has estado airado alguna vez contra alguien a quien amas de veras? En vez de expresar esta ira, lo que hacemos muchas veces es suprimirla y quedarnos callados. Cuando la persona de que se trata nos pregunta qué es lo que nos pasa, le contestamos muchas veces diciendo simplemente que no tenemos ganas de hablar. En realidad, el problema no se puede resolver nunca hasta que hemos reconocido nuestro sentimiento de ira, y lo hemos expresado de una manera constructiva. Sólo así se puede resolver el problema. Nuestras vidas pueden ser como un río que fluye de un modo sosegado y hermoso dentro del cauce, o sea, con las orillas como bordes, es decir, bajo control; o bien pueden ser como un río impetuoso y desbordado, que acarrea destrucción y muerte a su paso. ¡Qué diferencia pueden hacer las emociones en la vida cuando están bajo control! Si hemos de comunicar nuestros sentimientos de modo adecuado y también responder de modo apropiado a los sentimientos de otros, hemos de empezar reconociendo la realidad de nuestros sentimientos y luego aprender a reconocerlos e identificarlos. 2. LA PERSONA SENTIMIENTOS.

TIENE

QUE

HACERSE

RESPONSABLE

DE

SUS

Al aprender a reconocer e identificar nuestros propios sentimientos hemos de aprender también a asumir responsabilidad por ellos. Los sentimientos vienen de dentro. Sólo nosotros somos responsables de nuestros sentimientos. Debido a nuestra naturaleza humana, con frecuencia intentamos poner en toros la responsabilidad de nuestros sentimientos en un momento dado. Por ejemplo, decimos: “¡Me ha hecho enojar!”, o bien: “¡Me da asco!” Esto simplemente no es exacto. La otra persona no es la causa esencial de estos sentimientos nuestros: nosotros consentimos en que ella nos influencie de esta manera.

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El poner la culpa de nuestros sentimientos negativos en otro, es buscar excusas o escaparse por la tangente. La otra persona da lugar al estímulo que nos hará reaccionar, pero nosotros tenemos la capacidad de responder a este estímulo según queramos hacerlo. Sólo tú eres el que decide si vas a responder con ira o con buen humor. Tú puedes dominar tus sentimientos. ¡Tú eres responsable! El asumir responsabilidad por nuestros sentimientos nos da una sensación de libertad. Dios nos ha dado a cada uno la capacidad de controlar nuestras emociones. Cuando nuestras emociones nos controlan no somos dueños de nosotros mismos. Cuando controlamos nuestras emociones somos los guías de nuestra propia vida. 3. NECESITAS EXPRESAR TUS SENTIMIENTOS DE MODO POSITIVO. Cuando tú estás en control de tus sentimiento, estás en una posición ventajosa para poder expresarlos de modo abierto y franco. Por desgracia, muchos hemos aprendido el arte de suprimir nuestros sentimientos. Debido a que nuestros sentimientos son, con frecuencia, negativos o potencialmente destructivos, nos vemos en la necesidad de retenerlos o mantenerlos a raya. Si uno está constantemente suprimiendo sus emociones, puede estar seguro de una cosa: acabará enfermo, sea física, emocional o espiritualmente. la supresión conduce a la enfermedad. De hecho, algunos médicos sugieren que un porcentaje enorme de las enfermedades físicas tienen causas que podemos llamar psicosomáticas, es decir, se originan en el estado anímico o del alma. El suprimir las emociones no permite tener paz con uno mismo, o sea, bienestar. Puede darnos la impresión de que estamos a punto de “estallar” o “colapsar”, pero lo que no hará nunca es darnos satisfacción. Voy a poner un ejemplo de este principio. Supongamos que la madre de Billy le ha dicho al niño que no pinte monigotes en la pared, pero que Billy no ha obedecido y los ha pintado. Su madre puede responder de varias maneras. Puede encolerizarse, chillarle a Billy y castigarle, incluso físicamente. Sin embargo, es mucho mejor para los dos si ella puede expresar su ira verbalmente con calma, explicarle el por qué y luego disciplinarle de modo apropiado, y hacerle limpiar la pared acto seguido. En otras palabras, Billy debe aprender que no puede controlar a su madre, ni tampoco puede conseguir que ella pierda su propio control:

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lo que sí debe hacer es pagar las consecuencias de su desobediencia Es posible que una azotaina sea un medio adecuado en este caso, pero lo importante es que Billy se dé cuenta que la azotaina no es el resultado de la ira de su madre, sino la consecuencia directa de su desobediencia. Estos mismos principios deben ser aplicados en nuestras relaciones con otros adultos. Necesitamos reconocer que no hay nadie que pueda “hacernos enfadar”. Tenemos el derecho a decidir si nos enfadamos o no, y de qué forma, si nos enojamos, vamos a expresar este enojo. ¡No tenemos que suprimir nuestros sentimientos, sino expresarlos de modo sincero y constructivo! 4. DEBES RESPONDER A LOS SENTIMIENTOS DE LOS OTROS. Al aprender a reconocer y asumir responsabilidad por nuestros propios sentimientos y a saber expresarlos de modo franco y constructivo, estamos preparados para aprender a responder a los sentimientos de los demás. hemos de empezar con nuestro propio modo de vida. Al comunicar con los otros hay que practicar una sinceridad total, y expresar no sólo nuestras ideas, o sea dar información, o datos, sino que también hemos de comunicar nuestros sentimientos. La identificación o reconocimiento es, pues, una herramienta importante. Cuando las otras personas están comunicándose contigo verbalmente, procura no sólo reconocer lo que están diciendo, sino también entender al comunicante como persona. Escucha no sólo el mensaje verbal, sino está atento a los sentimientos que expresa. Luego, intenta “corresponder” a estos sentimientos, del mismo modo que respondes a la persona. Responde al que te comunica algo de un modo simple, por lo que te dice. No caigas en la trampa de tratar de analizar al comunicante. Respóndele de modo simple, con afecto y sensatez. En otras palabras, hemos de aprender a gozarnos con los que se gozan y llorar cono los que lloran. Si hemos de ser comunicantes efectivos hemos de serlo todo para todos, según las necesidades. La comunicación de eficacia máxima incluye mi deseo y voluntad de estar disponible para la otra persona, identificarme con ella y responder con interés genuino y con ayuda práctica.

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Al intentar corresponder a las emociones del otro, hemos de tener cuidado de compartir, animar, construir, llevar cargas, suavizar heridas, curar y vendar, todo con sentimientos de compasión y amor auténtico. E. CLAVE 5. LA COMPRENSION Y LA PRACTICA DEL AMOR. Hemos de comprender la dinámica del amor y luego practicarlo activamente en nuestro modo de vivir. Sin el amor, la comunicación interpersonal se hace meramente mecánica. El amor es a la comunicación lo que la corriente sanguínea es al cuerpo humano. Sin el flujo continuo de la sangre a las células, el cuerpo humano es un mero cadáver. Y sin el amor como centro de muestras comunicaciones personales, las relaciones con los otros acaban también muriendo. ¡El amor trae la vida! 1. EL AMOR COMO UNA NECESIDAD. Sólo el amor puede satisfacer una d las necesidades más primarias de la humanidad. Si los científicos de la psicología behavorista están de acuerdo en una premisa común, es la de que el amor, amar y ser amado, es una necesidad universal, o sea de todas las personas. No hay ninguna otra necesidad más evidente en nuestras vidas diarias que la necesidad de amar. De hecho, gran parte de nuestra conducta personal es una expresión de nuestra necesidad básica de ser amados. Deseamos ser aceptados, apreciados y corroborados Y, generalmente, nos comportamos de manera que invitamos a la respuesta del amor. Todos hemos observado a niños que están haciendo un gran esfuerzo por recibir atención y ganar la aprobación de sus mayores. Gran parte de nuestra conducta como adultos es meramente una expresión velada de este mismo modo de comportamiento: el buscar ser amado y ser corroborado. Los técnicos de los anuncios usan sus medios múltiples sobre nosotros en el punto preciso de nuestras necesidades y luego intentan instigarnos a que compremos una mercancía particular a fin de satisfacer esta necesidad. Se nos está bombardeando constantemente en los periódicos, la radio, o la televisión, asegurándonos que un cierto desodorante, pasta dentífrica o un automóvil nos hará más aceptados y queridos.

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Muchos hemos probado estos productos con grandes expectativas, pero hemos quedado decepcionados con los resultados obtenidos. Hemos descubierto que el perfume de una cierta loción para afeitarse o el color de un cierto lápiz para labios no es un punto clave para ser aceptado y ser amado. Para gozar del amor de los otros y vivir una ida de amor se requiere mucho más que esto. ¡El amor auténtico es mucho más caro! 2. EL AMOR ES ALGO CARO. Si has de disfrutar una vida de amor, tienes que satisfacer unos requisitos inevitables. El amor no fluye meramente de una fuente indefinible. El verdadero amor viene siempre de Dios. El es la única fuente del amor. Veamos cuáles son los precios que hay que pagar por esta mercancía tan maravillosa del amor. Riesgo. Dolor. Tiempo. Decisión. Sensibilidad. 3. EL AMOR COMO MOTIVACION. La conducta de una persona está determinada por sus motivos interiores. La palabra procede de la palabra latina “motum”, que quiere decir “mover”. ¡el motivo es pues lo que nos induce a la acción o causa movimiento! Si el amor pasa a ser nuestro motivo interno primario, la vida empezará a ser caracterizada por el amor. Esta cualidad de amor es muy diferente de lo que es sólo contentación y fachada. El amor fabricado es superficial y poco digno de confianza. Su existencia es como un actor en el escenario que hace los gestos, pero que no tiene los sentimientos auténticos. El amor que es genuino debe fluir de dentro del corazón. No puede ser fabricado. Este amor empieza como un motivo, y entonces se manifiesta como una expresión auténtica, en palabras y en hechos. Si es así, ¿Cuáles son las características de un amor genuino? 4. CARACTERÍSTICAS DEL AMOR. -El amor es muy paciente.

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-El amor es amable. -El amor no es envidioso ni tiene celos. -El amor nunca es fingido. -El amor no es jactancioso, arrogante, altanero u ordinario. Se preocupa siempre de lo que es mejor para los demás antes de hacerlo por uno mismo. Reconoce que lo que es bueno para uno mismo y lo que es bueno para los demás no se excluyen en general. Al contrario, están en armonía entre sí. Cuando hay amor, lo que es bueno para el uno es bueno para el otro. Naturalmente , esta afirmación se basa sobre la premisa de que la vida no es meramente un accidente, sino que Dios está realmente en control del universo y se preocupa de nuestras vidas. He descubierto que cuando Dios me bendice, nunca lo hace perjudicando a otro. La bendición de dos no va dirigida a aislarme, sino que me hace potencialmente una bendición para otros cuya vida está relacionada con la mía. Cuando otro es favorecido y yo no, aun puedo gozarme de modo genuino, porque la bendición del otro es una bendición para mí. Esta es una de las distinciones básicas entre el amor y el deseo egoísta. El deseo egoísta exige siempre y procura conseguir la satisfacción propia sin la menor preocupación respecto al otro. En el amor hay una sana preocupación para uno mismo y para el toro. El amor prefiere dar y compartir para el bienestar mutuo o de todos los afectados. - El amor no es irritable, quisquilloso o resentido. - El amor nunca se deleita en la injusticia, sino que se deleita en la verdad. El amor sólo se decide por lo recto y lo justo, cualquiera que será el precio a pagar. De hecho, hemos dicho ya que el amor siempre es costoso. La búsqueda de la justicia y la verdad es siempre muy costosa, y el amor es el que guía. La Biblia habla muy claramente de “decir la verdad en amor”. Hay una manera de expresar la verdad que hiere, que destruye. Pero, cuando la verdad es expresada en amor, es constructiva, anima, edifica. ¡Donde hay verdad y justicia, se necesita amor! - El amor es también optimista y animoso. El amor tiene el potencial de reparar toda relación humana fracturada. ¡No es de extrañar que el amor sea optimista y animoso! - El amor puede vencer literalmente toda clase de obstáculos. El amor lo resiste todo. El amor es una de las pocas cualidades de la vida que

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tiene el potencial de persistir para siempre. ¡El amor nunca termina, y nunca fracasa! F. CLAVE 6. ALIMENTAR EL DIALOGO. Hemos de aprender a alentar el diálogo y luego a vivirlo. Una definición contemporánea del proceso de comunicación sería: la comunicación es el proceso del encuentro. Hallaremos el modelo de esta definición moderna en las siguientes páginas. El vocablo que hemos usado para esta definición es “encuentro”. Veamos qué queremos decir con esta palabra. Es en realidad un modelo de tipo existencial contemporáneo, que reconoce que dos personas, Juan y María, son algo más que meros objetos de comunicación. Como personas las dos tienen necesidades y ansiedades. La comunicación en este modelo es mucho más que un comunicante (o fuente) que hace llegar una carga de información a otro (el destinatario). Este modelo reconoce la realidad de dos individuos que tienen necesidades y problemas personales y que se acercan el uno al otro a fin de experimentar un “encuentro significativo”, como se dice hoy. FIGURA 9, PAGINA 92. Cuando dos personas reconocen la existencia de necesidades y ansiedades personales, pueden comunicarse en un nivel completamente diferente del nivel en que lo harían de otro modo. Tienen un potencial para experimentar un encuentro auténtico. son capaces de expresar sus sentimientos de modo franco y abierto, de responder el uno al otro con comprensión compasiva y de empezar a mostrarse el uno al otro tal como son, como si fueran transparentes. El “encuentro” es muy distinto, pues, de pasar información de un objeto a otro objeto. Pero hay todavía un nivel más elevado de comunicación. Es el “milagro del diálogo”. El diálogo auténtico es la comunicación en su forma más elevada y significativa. La definición de diálogo en el sentido de comunicaciones es como sigue: Es un proceso de comunicación que consiste en una relación creativa, en hacerlo todo común o mutuo. Dice: “Yo quiero compartir mi vida con la tuya. No sólo mi conocimiento, mi fuerza, mis éxitos, sino que también quiero compartir mis fallos, mis preguntas, dudas y necesidades. Quiero

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compartir mi amor y mis sentimientos contigo de modo abierto y franco, para nuestro mutuo crecimiento y beneficio.” ¡La clave para este tipo de comunicación en diálogo es el amor! el modelo de comunicación en diálogo se ve en la figura siguiente FIGURA 10, PAG. 95. El diálogo implica el acto de compartir la vida. Como podemos ver en el modelo, en la comunicación en diálogo, Juan y María no sólo se buscan uno al otro para el encuentro y comunicación de información y de ideas; en realidad se buscan para compartir sus vidas. La comunicación en diálogo tiene lugar en las áreas que han sido subrayadas. Sin la menor duda no comparten sus vidas de modo total. De hecho, la mayor parte de sus vidas permanece privada. Pero hay un acto abierto de su voluntad, y comparten una porción de sí mismos el uno con el otro. ¡Esto es diálogo! Al ir creciendo una relación en diálogo, el círculo del diálogo crece más y más. Al ir compartiendo su vida, hay un aumento en el amor, la confianza y la relación personal. A medida que el círculo del diálogo se va haciendo mayor, el círculo de la vida privada y personal se va haciendo menor. La relación última en diálogo sería el compartir totalmente la vida del uno con el otro. Es interesante notar que este es el modelo bíblico para la relación del matrimonio: ¡el que dos vidas se vuelvan una! En mi opinión, esta verdad es la refutación más clara de los llamados “matrimonios a prueba”. Un matrimonio a prueba nunca puede ser auténtico. Sólo cuando dos personas hacen un pacto uno con el otro y con Dios puede haber el potencial para que las dos vidas se conviertan en una. Esta clase d entrega total del uno al otro es absolutamente esencial para el matrimonio. En realidad, esta relación de amor, confianza y entrega es el epítome de la vida de diálogo. G. CLAVE 7. LA FUENTE DE PODER. Hemos de permitir a Dios que sea la fuente que nos dé fuerzas para hacer posible nuestra comunicación. 1. LA VIDA DE DIALOGO.

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El libro de los Hechos nos habla del estilo de vida de la Iglesia Cristiana Primitiva. Estos cristianos disfrutaban de modo espontáneo de un estilo vida en el que reinaba el amor y el gozo, la paz y a franqueza. la palabra que describe este tipo de relación es la que en griego se dice “koinonía”, que literalmente se traduce por “fraternización” o “comunión”. Se caracteriza por un modo de compartir generoso, de relacionarse unos con oros de modo común, o sea, en comunidad. En realidad “koinonía” es el ejemplo humano más perfecto de lo que hemos presentado como la comunicación en diálogo. Es el compartir la vida con otros en el sentido más profundo. Estas personas se nos dice que “estaban juntas”, “lo tenían todo en común”, “compartían lo suyo con los que tenían necesidad”, “participaban en las comidas con gozo espontáneo”, “estaban juntos en una genuina alabanza a Dios”, y eran bien considerados por todo el pueblo.” En resumen, disfrutaban de una vida de máxima comunicación, un estilo de vida de diálogo. No hay duda que no sabían nada de la teoría de las comunicaciones que nosotros formulamos o de nuestros principios sociológicos, pero experimentaban la cosa de modo verdadero, todo lo que muchas veces nosotros discutimos en teoría, pero que somos incapaces de poner en práctica. Creo que la solución a este problema en nuestras vidas es en realidad simple u accesible por completo a daca uno de nosotros. Además de conocer los principios básicos de la comunicación y el modo de practicarlos necesitamos recibir el poder de vivirlos, para gozar de la máxima comunicación posible. Como probablemente has supuesto, yo creo que lo que necesitamos para conseguirlo es que Dios mismo nos ayude. Y como muchos otros, yo he encontrado esta ayuda, que está a nuestra disposición. Podemos gozar del mismo estilo de vida de la “koinonía” auténtica que experimentaron los cristianos primitivos.

Tres áreas de la comunicación 1- La comunicación familiar. (Esposa, hijos) 2- La comunicación en el noviazgo.

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3- La comunicación secular. Principios para ser un buen comunicador. 1- Conocerse bien 2- Ser un buen escuchador 3- Sea empática Sentir lo que la otra persona siente. La ventana Johari puede ayudarle a lograr más empático con otra persona. 4- Sea confiable. 5- No sea un comunicador selectivo (los nosotros y los ellos) El joven del siglo XXI Debe planificar bien su tiempo El joven es libre (ama a Dios y haz lo que quieras) Debe ser un buen comunicador Debe escoger bien su pareja Debe conocer el peligro o la bendición del sexo. Tipos de personas que existen en una comunicación - los introvertidos y poco comunicativos, penosos - los que son todo lo contrario. Peligros de la Comunicación Es la lengua un fuego (estudio inductivo)

Más y más hombres se están haciendo esta pregunta. Y las estadísticas de divorcios muestran que muchos de ellos no encuentran la respuesta. Pero sí hay respuestas; en la Palabra de Dios. Y es con esta confianza que David Egner ha escrito este opúsculo para dar una recapitulación de lo que la Biblia dice acerca del matrimonio. Es nuestra oración que por medio de las respuestas que se encuentran en estas páginas el amor de muchos se vea renovado y sustentado. Cuando una relación matrimonial comienza a deteriorarse, los hombres y las mujeres reaccionan de diversas maneras. Aquí

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tenemos un muestrario de cómo reacionan algunos maridos y mujeres: Lo voy a dejar correr. No tengo por qué seguir en este suplicio más tiempo. La vida es demasiado corta para tener que soportar todo este sufrimiento. Me sentiría más feliz si lo dejara correr, y ella también. Lo hemos intentado todo. No hay nada que parezca funcionar. Él sólo insiste en que todo sea como a él le parece. Es inútil. Lo único que queda es separarnos. Estamos en la década de los ochenta, no de los veinte. El matrimonio no significa lo que solía significar. Y mucha gente ya ni se molesta en celebrar la ceremonia. Lo pruebas, y si no va bien, lo dejas. No hay razón para ponerse moralizador acerca de esto. No hay más que mirar el elevado porcentaje de divorcios. Todos se divorcian, hasta destacados cristianos. ¿Por qué debo yo sufrir por causa de un mal matrimonio? No tengo ninguna necesidad de ser yo la excepción. Nuestro matrimonio sólo necesita de un poco de animación. Estamos demasiado acostumbrados el uno al otro. Quizá si tubiera una breve relación extramarital volvería un poco de calor a nuestra relación matrimonial. Hemos ido pasando de consejero en consejero. No sé cuánto dinero hemos gastado. Incluso fuimos a ver a un predicador. Alguien debe tener la fórmula adecuada para nuestro caso. Supongo que simplemente tendremos que seguir buscando.

Sé que al final nuestro matrimonio saldrá bien. Una vez me he tomado unas cuantas copas, puedo tolerar casi cualquier cosa. Esto me ayudará a aguantar hasta que las cosas mejoren.

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Supongo que mi destino es una vida de infelicidad. No hay nada que pueda hacer acerca de mi matrimonio. Quizá cuando los niños se hayan ido de casa tendré el valor suficiente para irme yo también. Hasta entonces, tendré que hacer ver que todo me va bien. Divorcio. Relaciones extramaritales. Consejeros. Alcohol. Drogas. Resignación. Éstas son algunas de las maneras en que se intenta afrontar las dificultades matrimoniales. Pero en la mayor parte de las ocasiones lo que se consigue con ello es empeorar una situación mala. Hay otra vía, una vía mejor. Incluso si estás deseando llamar a un abogado. Incluso si la reconciliación parece imposible. Puedes acudir a Dios, a Aquel que instituyó el matrimonio al principio, Él es Quien puede transformaros en el marido o la mujer adecuados, en la persona que le agrada a Él. El matrimonio fue ideado en el cielo. Todo comenzó en el Paraíso. Dios vio que la soledad del hombre no era buena, por lo que le hizo "una ayuda comparable a él". Y cuando Dios le trajo la mujer comenzó la primera relación marital. Adán y Eva compartieron como marido y mujer el maravilloso y paradisíaco huerto que Dios había creado para ellos. Así nos dice la Biblia que todo comenzó: Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. ... Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, formó una mujer, y la trajo al hombre (Génesis 2:18,21,22). Eva fue hecha para ser la "ayuda comparable" de Adán. Como su ayuda, ella fue dada a él para ayudarle a hallar la plenitud. La palabra castellana "ayuda" no expresa todo lo que denota el término hebreo. Se refiere a alguien que ayuda a otro a encontrar la plenitud. En un caso, se emplea para designar a alguien que acude al rescate de otro. Así, en aquella primera relación marital la mujer fue traída al hombre para realizarlo, en el sentido de rescatarlo de su soledad.

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Como ayuda idónea o comparable, Eva era la compañera cualificada de Adán, correspondiéndose con él. Dios la hizo a ella para que fuera una compañía apropiada para el hombre que había hecho. Ella era, tal como la ha descrito Charles Swindoll, "la pieza que faltaba en el rompecabezas de su vida". Así es como Dios lo empezó en Edén. Y para que nuestro matrimonio funcione nos es necesario volver a Sus principios: aquellos bloques constructivos para el matrimonio que encontramos en la Palabra de Dios.

El relato de Génesis acerca del origen del matrimonio concluye con una declaración que expresa cuatro elementos que deberían constituir parte de cada matrimonio (véase Génesis 2:24,25). Son como sigue: 







Una separación. "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre". Las partes del matrimonio dejan a sus padres. Una adhesión. "Y se unirá a su mujer". La imagen del primer matrimonio incluye la idea de un encolado, de una adhesión permanente. Una unidad. "Y se harán una sola carne". Los dos deben considerarse como uno. Las viejas unidades familiares se rompen, y se forma una nueva. Una intimidad. "Y estaban ambos desnudos... y no se avergonzaban" Su carencia de egocentrismo les posibilitaba disfrutar del otro y suplir las necesidadesl del otro sin ningún sentimiento de turbación o de rechazo.

Cuando Dios instituyó el matrimonio, dio el mandamiento de que la tierra fuera llenada, e insistió en que el matrimonio era

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una relación para siempre. No nos dejó a nosotros mismos para que lo hiciéramos funcionar como mejor supiéramos. A continuación examinaremos 10 bloques constructivos bíblicos para edificar un matrimonio con éxito. 1. Entrega para toda la vida 2. Identidad compartida 3. Fidelidad absoluta 4. Papeles bien definidos 5. Amor sin reservas 6. Sometimiento mutuo 7. Plenitud sexual 8. Comunicación abierta 9. Tierno repeto 10. Compañerismo espiritual

Al ir examinando y reflexionando acerca de estos 10 bloques constructivos, recordemos que no son de factura humana. Nos han sido dados por el mismo Dios. Y por cuanto ello es así, puedes saber con certidumbre que cuando tú y tu cónyuge los sigáis, tendréis un matrimonio que funciona. Pero quizá eso sea imposible porque tu cónyuge que no es salvo, o porque rehúsa aceptar la autoridad de la Biblia. Sin embargo, si tu cónyuge está dispuesto a quedarse contigo, tienes la oportunidad de mostrar a tu cónyuge clase de marido o mujer que Dios puede ayudarte a ser (1 Corintios 7:12-16). Así que no pongas este libro a un lado. De verdad creemos que te será de ayuda.

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El primer bloque constructivo bíblico para un matrimonio que funcione es que el hombre y la mujer se entreguen mutuamente para toda la vida. Cuando un hombre y una mujer deciden casarse, están a la vez comprometiéndose a permanecer casados hasta que uno de ellos muera. El Señor Jesús dijo: ¿No habéis leído que el que los creó, desde el principio los hizo varón y hembra, y dijo: Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos vendrán a ser una sola carne? Así que ya no son dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre (Mateo 19:46). Luego, en respuesta a una pregunta acerca del divorcio, Jesús proseguía: Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero no fue así desde el principio. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio (vv. 8,9). Por tanto, el voto matrimonial es la expresión de una entrega para toda la vida. El significado del voto "desde hoy en adelante" dura toda la vida. Es un voto que no debe ser quebrantado (véase Eclesiastés 5:4). Considera esta historia de la vida real: Un hombre y una mujer llevaban casados sólo un año cuando a ella se le diagnosticó una esclerosis múltiple. Después de pensar seriamente acerca de lo que ello significaba, le dijo a su marido que "le concedía la libertad". Pero él no quiso dejarla. Los tiernos cuidados y el amor que derramó sobre ella hicieron que los últimos años de ella fueran dichosos y especiales. ¿Por qué actuó él así? "Porque", dijo él, "cuando me comprometí ante Dios 'para lo bueno y para lo malo' y 'en salud y en enfermedad', sabía lo que decía. Y Dios nos hizo a ambos increíblemente felices como resultado de ello".

El segundo bloque constructivo en un matrimonio que funcione es que marido y mujer se vean como uno. Ya no se trata de un hombre viviendo su vida para sí y de una mujer viviendo la

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suya para sí misma. Hay ahora una nueva unión, una nueva familia, una nueva unidad. Adán expresó esta identidad compartida cuando Dios le trajo la mujer. Dijo: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada (Génesis 2:23). El siguiente versículo concluye con las palabras "se harán una sola carne" (v. 24). Pero no siempre es fácil vivir esta identificación en la vida de cada día. Esto se debe a que el marido y la mujer tienen diferentes hábitos, diferentes antecedentes, diferentes padres, diferentes educación, diferentes personalidades y diferentes cicatrices emocionales.

Además, Eva no era un clone de Adán, sino que era singular, como lo es cada ser humano. Ella no salió de ninguna línea de montaje. Era diferente, tanto física como emocionalmente. Tenía diferentes necesidades, necesidades que sólo Adán podría satisfacer. Y sólo ella podría dar satisfacción a las necesidades de Adán.,/p> En el matrimonio, el hombre y la mujer son llevados a la unión. Vienen a ser uno, fundiéndose en la vida del otro. Es un acto de una vez para siempre, pero conlleva un proceso. Se precisa de tiempo, amor, paciencia y perdón para llevar a la madurez la identidad compartida del matrimonio. Y tiene maravillosos resultados. El hombre y la mujer ya no están solos. Son uno, incluso en momentos en que:      

él está en la habitación de un hotel a miles de kilómetros. ella siente dolores de parto. él acaba de perder su trabajo. ella ha descubierto un bulto misterioso en su cuerpo. él ha recibido un ascenso en el trabajo. a ella le han ofrecido un nuevo trabajo.

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Los dos son uno. Aunque sean distintas personas con inmensas diferencias, han acordado caminar por la vida como uno. Comparten una misma identidad.

No sólo el matrimonio es una entrega mutua para toda la vida de dos personas que comparten una misma identidad, sino que también demanda una fidelidad total por parte del marido y de la mujer. Deben ser fieles el uno al otro. La Biblia no admite vacilaciones en esta cuestión. El hombre debe ser fiel a su mujer, y la mujer a él. El escritor de Proverbios advierte: ¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? ¿Andará el hombre sobre brasas sin que sus pies se quemen? Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; no quedará impune ninguno que la toque (6:27-29). La Biblia no admite contemporizaciones en su exigencia de fidelidad sexual. Pablo ordenó a Tito que las mujeres más ancianas enseñaran a las mujeres jóvenes en la iglesia a "a ser amantes de sus maridos y de sus hijos, a ser sensatas, castas ..." (2:4, 5). Cuando una mujer entra en la relación matrimonial, debe comprometerse a entregarse sólo a su marido., El adulterio está estricatamente prohibido en la Biblia. El sexto mandamiento promulgado en el Sinaí fue: "No cometerás adulterio" (Éxodo 20:14). Jesús mencionó este mandamiento en Su conversación con el joven rico (Mateo 19:18). Y Pablo mencionó el adulterio en su lista de los pecados de la carne (Gálatas 5:19). La fidelidad marital es el cumplimiento del voto pronunciado ante Dios y los hombres durante la ceremonia nupcial. "Y a ti te prometo mi fidelidad". Un escritor ha dicho: Es de esta manera que nos tenemos que amar uno a otro, con un amor comprometido que no depende de la felicidad ni de ninguna evidencia de éxito. ¿Dónde ha de comenzar tal amor si no comienza con aquelllos más cercanos a nosotros, con el cónyuge que hemos elegido de entre todas las otras personas del mundo como la niña de nuestros ojos? (Mike Mason, The Mystery of Marriage, pag. 106). Aquí tenemos algunas de las implicaciones de una absoluta fidelidad - el tercer bloque del matrimonio:

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    

Concentraremos nuestro amor en nuestro cónyuge. No seremos desleales en las cosas pequeñas. No galantearemos con otros. Huiremos de la tentación. Controlaremos nuestras fantasías.

Para las actuales normas, la fidelidad absoluta "no es natural". Naturalmente que no lo es, no lo es en un mundo caído. Pero para nuestros primeros padres en el Paraíso era tan natural como la vida misma. Y en la actualidad será parte integral de todo matrimonio que funcione bien.

La sociedad actual ha emprendido un ataque frontal contra el matrimonio. Y uno de sus ataques se lanza contra los papeles tradicionales dentro de la familia. A la esposa se le dice que por cuanto ella tiene los mismos derechos que su marido no tienen que someterse a nadie. Se está aplicando presión al marido para que se cuide de sí mismo y no se ocupe de ella. Como resultado de ello, los maridos y las mujeres necesitan orientación. Necesitan respuestas a las preguntas básicas acerca de sus papeles específicos. Estas respuestas se hallan en la Biblia. Y cuando sean puestas en práctica, el matrimonio funcionará. El papel del marido. La Biblia dice que el marido es la cabeza de la mujer. Pablo escribió: Pero quiero que sepáis que ...el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo (1Corintios 11:3) Porque el marido es cabeza de la mujer. (Efesios 5:23). ¿Qué significa esto? Significa que el marido debe proveer un liderazgo responsable sin ser dictatotial o ciegamente egoísta. Biblicamente, su liderazgo debe:    

ser ejercido en amor (Efesios 5:25; Colosenses 3:19). seguir el ejemplo del amor de Cristo para con la iglesia (Efesios 5:25). ser ejercido sin amargura (Colosenses 3:19). ser ejercido con comprensión (1 Pedro 3:7).

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ser igual en su amor a su esposa al que tiene por su propio cuerpo (Efesisos 5:28).

Ahora bien, el hecho de que el marido haya sido designado como cabeza de la mujer no significa que sea superior a ella. El mismo versículo que dice que el hombre es cabeza de la mujer dice también que Dios es la cabeza de Cristo (1 Corintios 11:3). Y sabemos que ellos son idénticos en naturaleza. Ambos son plenamente el mismo Dios. La posición de cabeza del marido es funcional. Ayuda a que el matrimonio funcione. Desempata "los votos iguales". Conlleva asimismo una gran responsabilidad. El marido debe proveer un liderazgo amante, comprensivo y que honre a Dios. El papel de la mujer. La mujer es instruida en la Biblia a someterse al liderazgo de su marido. Por ejemplo: Las casadas estén sometidas a sus propios maridos, como al Señor (Efesios 5:22; cp, Colosenses 3:18). Asimismo vosotras, mujeres, estad sometidas a vuestros maridos (1 Pedro 3:1). ...que enseñen a las mujeres jóvenes a ser...sujetas a sus maridos (Tito 2:4,5). Dios hizo que el hombre y la mujer tuvieran una relación que los llenara y satisfaciera. Hizo primero a Adán (1 Timoteo 2:13), y lo hizo ser cabeza (1 Corintios 11:3; Efesisos 5:23). Adán fue realizado como conductor; Eva iba a ser realizada aceptándole como su conductor (Génesis 2:18; 1 Corintios 11:8,9). Una mujer que insista en ser la que toma las decisiones en la familia se está situando en una posición de desobediencia. Su decisión a salirse con la suya - a pesar del claro mandamiento de Dios y de las instrucciones en las Escriturases una vergüenza para ella y una amenaza al éxito de su matrimonio. El matrimonio funciona en su punto óptimo cuando tanto el marido como la mujer aceptan sus papeles respectivos. Ello es una necesidad funcional, necesidad que queda ejemplificada incluso en el seno de la Deidad. Considérense estas palabras de

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Cristo: "El Padre es mayor que yo" (Juan 14:28). Sin embargo, también había dicho: "Yo y el Padre somo una sola cosa" (Juan 10:30). Jesús vino a la tierra a llevar a cabo de manera exacta la voluntad y el plan del Padre. Aunque Él era igual al Padre, se sometió a la dirección del Padre. Es similar en el matrimonio. El marido encontrará su realización como cabeza, y la mujer encontrará gozo en el sometimiento, y el matrimonio será bendecido por Dios. Ésta es la forma en que Él lo dispuso.

El quinto bloque constructivo para un matrimonio que funcione es el amor: un amor genuino, cordial, a toda prueba, hasta que la muerte nos separe. Marido y mujer deben amarse con la clase de amor carente de reservas que los conduzca a honrarse el uno al otro, a estimarse el uno al otro, a considerar el bienestar del otro antes que el propio, y a mantenerse al lado del otro a través de los altibajos de toda vida matrimonial. Al marido se le ordena específicamente en la Biblia que ame a su mujer. Pablo lo dijo sucintamente en Colosenses 3:19: "Maridos, amad a vuestras mujeres..."(véase también Efesios 5:25). La mujer también debe amar a su marido. Recordarás, por ejemplo, que a las mujeres ancianas de Creta se les mandó que enseñaran a las mujeres jóvenes "a ser amantes de sus maridos" (Tito 2:4). El amor entre marido y mujer, que va creciendo a través de los años de relación matrimonial, no aparece automáticamente con la repetición de los votos o el intercambio de anillos. ¡Se tiene que cultivar! Cierto, muchos maravillosos y profundos sentimientos son experimentados por una pareja que se enamoran, galantean y se casan. Pero al ir transcurriendo el tiempo aprenden que el amor tiene una dimensión más profunda y práctica que el aspecto romántico. Descubren que tienen que cultivar el amor hacia el otro.

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La pauta bíblica del amor cristiano es descrita en 1 Corintios 13. Aunque el amor definido y explicado en estos conocidos versículos es cierto para todas las relaciones, puede aplicarse al matrimonio. Piensa acerca de la forma en que los elementos del amor que se ven en los versículos 4-8 se aplican en la relación marido-mujer:   



           

el amor es paciente, perdonando sus olvidos una y otra vez. el amor es servicial y lava los platos sin murmurar cuando ella ha tenido un día difícil. el amor no tiene envidia de la importante posición que él tiene en su trabajo ni de la alabanza que ella recibe por su amabilidad. el amor no es jactancioso acerca de conseguir el mayor salario ni acerca de conseguir el mejor resultado en un deporte. el amor no se engríe sino que admite que ella puede haber tenido razón acerca de qué problema tenía el automóvil. el amor no hace nada indecoroso, porque habla repetuosamente de él en privado así como en público. el amor no busca su propio interés, sino que la lleva de buena gana de compras un sábado por la mañana. el amor no se irrita, y si se irrita ni siquiera levanta la voz. el amor no toma en cuenta el mal, sino que perdona de inmediato y no vuelve a mencionarlo. el amor no se goza de la injusticia y no apremia al cónyuge a actuar mal. el amor se goza de la verdad afrontando la realidad y actuando en consecuencia. el amor siempre protege, guardándola y poniéndola a seguro. el amor siempre confía, dándole el beneficio de la duda y evitando las sospechas. el amor siempre espera, aferrándose a los sueños compartidos cuando su puesto de trabajo es eliminado. el amor siempre persevera, haciéndose aún más fuerte en medio de la adversidad y de las tensiones. el amor nunca caduca, aunque la juventud, la salud y el vigor se desvanezcan.

Marido o mujer cristianos, esto debería ser la descripción de tu amor para con tu cónyuge. El amor debería expresarse en la

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paciencia, amabilidad, confianza y esperanza en vuestra vida diaria. No tendría que esperar una crisis para expresase. Los principios del amor cristiano deberían ser experimentados con la mayor profundidad y genuinidad, y con la mayor frecuencia por parte de aquellla persona que tú hayas elegido como tu cónyuge. "Pero espera un minuto" - dirás tú - . "Estoy poniendo todo de mi parte, pero mi cónyuge no. ¿Esperas de mí que siga amándolo cuando a mi no me ama a su vez? Es difícil amar cuando todo el amor parece que va en dirección única. Es difícil cuando tú eres el único que está dando, sacrificando, persisitiendo. Es difícil cuando el ego u orgullo o egoísmo de tu cónyuge impide que tu amor sea correspondido. Tú has intentado hablar con él pero nada cambia. Y sientes ganas de tirar la toalla. Si estás pensando así, pudiera serte de ayuda meditar acerca del Señor Jesús. Si alguien jamás tuvo razones para dejar de amar, fue Él. Pero Él nos amó sin reservas, hasta el punto de morir en la cruz por nosotros. Ésta es la clase de amor que debemos manifestar.

Algunos intérpretes bíblicos han sacado mucho del hecho de que en la Biblia se ordena a las mujeres que se sometan a sus maridos. Pero al destacar la responsabilidad de la mujer han dejado de ver que este pasaje de Efesios 5 va precedido por estas importantes palabras: Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay libertinaje; antes bien, sed llenos del Espíritu..., sometiéndonos unos a otros en el temor de Dios (Efesisos 5:18,21). Estos versículos fueron escritos a toda la comunidad cristiana. El apóstol aplicaba a continuación el principio de la mutua

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sumisión a muchas relaciones diferentes, el matrimonio la primera. Cuando un hombre y una mujer pronuncian sus votos matrimoniales, entran en una relación de amor que los llama a una vida de mutuo sometimiento. El sometimiento y el amor van de la mano. Sabemos que Dios es amor, pero ¿cómo sabemos que Él nos ama? Porque con toda humildad y sumisión Cristo fue a la cruz (Filipenses 2:5-8). En un matrimonio cristiano, el marido y la mujer, por cuanto aman a Dios, se someten a la voluntad de Dios para ellos. Están en el proceso de desligarse de sí mismos y de someterse a Dios y el uno al otro. La adopción de "la mente de Cristo" produce el mutuo sometimiento. Algunos aspectos pueden expresarse de esta manera:      

el matrimonio es un toma y daca - no sólo tomar. el matrimonio es un conflicto de voluntades. el matrimonio es conseguir la victoria sobre el yo. el matrimonio es ser siervo. el matrimonio es lavar los platos cuando ella está demasiado cansada. el matrimonio es lavar sus camisas favoritas.

Así, ¿qué significa todo esto? Significa que una mujer no tiene derecho a considerar que las tareas domésticas están por debajo de ella. No tiene que considerarse como la criada de la familia, sino debido a que estos deberes son de ella. Pero también significa que el marido no debe considerar que su casa es su castillo, y que todos sus moradores, incluyendo a su esposa, sean sus súbditos. Más bien, teniendo la mente de Cristo, tiene que considerarla como el lugar en el que tiene la mejor oportunidad para humillarse a sí mismo, para ser un siervo. Después de todo, en cada situación vital - incluyendo el hogarésta es la clase de personas que los cristianos deben ser. La sumisión mutua es un bloque constructivo importante que llevará a que un matrimonio funcione.

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En el paradisíaco huerto donde todo comenzó. Adán y Eva compartían una maravillosa intimidad: "Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban" (Génesis 2:25). Además, el mandamiento de llenar la tierra fue dado antes de la caída. Así, la intimidad y la mutua realización física siempre han formado parte da la relación marido-mujer. El marido y la mujer deben encontrar su realización sexual el uno con el otro. La Biblia nos da las siguientes prespectivas: Es protectora. Marido y mujer deben reservar esta especial intimidad el uno para el otro, y deben entregarse libremente. Pablo escribió: "Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido" (1 Corintios 7:2). Vivimos en una época socialmente promiscua. Hay pocos frenos. Los anuncios son extremados. Las escenas televisivas son provocativas. Hay énfasis en el cuerpo. Los hombres y las mujeres son más agresivos que nunca.

Un marido y una mujer que mantienen su intimidad se protegen entre sí ante una sociedad obsesionada en lo sexual. Protegen su propia fidelidad. Es deleitosa. Después de dar una severa advertencia acerca de la prostitución, el sabio autor de Proverbios escribió estas palabras a los jóvenes maridos: ¡Bebe las aguas de tu misma cisterna, y corrientes que manan de en medio de tu propio pozo! ¿Acaso tus manantiales deben derramarse por las calles, y tus corrientes de aguas, por las plazas? Sean tuyas solamente, y no de los extraños juntamente contigo. ¡Sea tu fuente bendita, y regocíjate con la mujer de tu juventud¡; ¡séate como la ambale cierva y la graciosa gacela;

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sus pechos te embriaguen en todo tiempo, y anda siempre ciego de su amor. (Probervios 5:15-19,Versión Moderna). El aspecto sexual del matrimonio no es un mal necesario que debe ser soportado con el propósito de procrear. Fue designado por Dios para dar un placer continuo -- una parte íntima, entusiasmante y renovadora de la relación conyugal. Es de esperar. Cuando un hombre y una mujer se unen en matrimonio, ambos tienen derecho a esperar la satisfacción sexual de parte del otro. Pablo escribió: El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer (1 Corintios 7:3, 4). Pablo seguía diciendo que si un conyugue decide abstenerse, ello debe ser acordado primero con el otro. Además, el tiempo de abstenencia debe ser breve. No os privéis el uno del otro, a no ser por algún tiempo de común acuerdo, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia (1 Corintios 7:5). La satisfacción sexual constituye una parte importante del matrimonio. La sexualidad no es mala. No fue esto el pecado en Edén que trajo la caída. No tiene que hacerse más importante de lo que es; pero tampoco debería ser minimizada. Constituye una parte de la totalidad, una parte íntima de la identidad compartida de marido y mujer.

En una encuesta efectuada hace unos cuantos años, la Asociación de Servicios Familiares descubrió que el 87 por ciento de maridos y mujeres entrevistados dijeron que el principal problema en sus relaciones matrimoniales era la falta de comunicación. El porcentaje sería probablemente el mismo en los matrimonios cristianos. la mujer se queda frustrada porque no consigue hacer hablar a su marido. El marido no cree

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que valga para nada, por cuanto su esposa ya está decidida de todas maneras. Estas son algunas de las razones que los maridos y mujeres no se comuniquen eficazmente:      

No se hacen caso. Quieren evitar un enfrentamiento. Se sienten obsesionados por sus propios intereses. Creen que están siendo manipulados. Están demasiado agobiados para tomarse el tiempo. No quieren hacer daño a la otra persona.

Pero para que un matrimonio funcione bien se tienen que echar abajo las barreras a la comunicación. Y una manera de hacerlo es seguir el ejemplo de Cristo. Recordarás que a los maridos se les manda que amen a sus esposas como Cristo amó a la iglesia. Se podrían aplicar al matrimonio dos aspectos de la relación del Señor con la iglesia: Cristo, el Comunicador. Él es el Verbo viviente de Dios (Juan 1:1-4). Vino para revelar a Dios por palabra y ejemplo. Reveló al hombre el carácter y la voluntad de Dios. Cristo está también involucrado en un proceso en marcha de comunicación con la iglesia. Está sentado en el cielo, invitándonos a acercarnos "confiadamente al trono de la gracia" (Hebreos 4:16) para relatar a Dios lo que está en nuestros corazones y hacerlo sabedor de nuestras necesidades. ¿Cómo puede aplicarse al matrimonio el ejemplo de Cristo de Su comunicación con la iglesia?     

Los maridos deben hablar con sus mujeres. Las mujeres deben hablar con sus maridos. Ambos deberían sentirse con la libertad de responder sinceramente. Cada problema debería ser tratado a fondo. Se debería dar valor a las oportunidades para hablar.

Sin la comunicación abierta, será difícil que el matrimonio funcione bien.

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Cristo, la cabeza. En Colosenses 1:18 se dice que Cristo es "la cabeza del cuerpo que es la iglesia". Una cabeza debe estar en contacto con todas las partes del cuerpo para que éste funcione bien. Por medio del sistema nervioso, envía y recibe informacion. Le dice al dedo cuándo moverse; sabe cuándo el dedo es dañado. Si no hay comunicación, el cuerpo no puede funcionar como una unidad. Lo mismo sucede con un matrimonio. El hombre, como cabeza de la casa, debe sentirse libre para comunicarse con él. A no ser que haya una comunicación de dos vías, como entre Cristo y los suyos, el matrimonio se encontrará con dificultades. El psicólogo cristiano Paul Tournier hizo esta observación acerca de la comunicación conyugal: Es indudable que ellos, marido y mujer, hablan acerca de todo, pero es todo objetivo, todo acerca de hechos e ideas, que es en lo que el hombre está interesado. Para una mujer, un verdadero diálogo significa hablar acerca de los sentimientos de ellla -- lo que siente en su interior--. Pero aún más importante, acerca de los sentimientos de su marido, que ella quiere comprender, pero que él no sabe cómo explicar ("Listening to Her" -Escuchándola a ella-, Family Life Today, noviembre 1982, pág. 26). ¿Qué puedes hacer si crees que tu cónyuge no te escucha? Aquí hay cuatro sugerencias:    

Comunícale tu necesidad de comunicar. No rehagas viejas conversaciones. Comienza a un nivel factual. Vete pasando a los niveles de los sentimientos y de las convicciones.

Es difícil conversar honradamente a todos los niveles, pero vale la pena y el esfuerzo. ¡La comunicación abierta es un bloque constructivo esencial para el matrimonio!

En ocasiones los cónyuges se comportan como el doctor Jekill y mister Hyde. En público son considerados, perdonadores,

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pacientes y dulces. Pero una vez se encuentran detrás de las puertas de su propio hogar se vuelven temperamentales, ásperos y duros. Y sus cónyuges sólo querrían ser tratados de la manera en que el otro trata a los extraños. En Efesios 4:31, 32 el ápostol Pablo escribió así: Quítese de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes bien, sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándonos unos a otros, como también Dios os perdonó a vosotros en Cristo. Este pasaje desde luego se aplica a maridos y mujeres en una relación conyugal. Hablando a las mujeres, Pablo dijo: "...la mujer respete a su marido" (Efesios 5:33). Pedro dijo a las mujeres que fueran sumisas a sus maridos, e incluso que conformaran su conducta a la de Sara, que "obedecía a Abraham, llamándole señor" (1 Pedro 3:1, 5, 6), una imagen del respeto que ella tenía hacia él. Pedro se dirigió luego a los maridos en el versículo 7, ordenando también que ellos respetaran a las mujeres. Dio tres instrucciones: 1. "Convivid con ellas con compresión". Estaba diciendo: "Conoced a vuestra mujer de manera que podáis respetar sus sentimientos". El marido debería hacer de esto su meta. Debería saber qué es lo que la complace y consuela, y también lo que le duele e irrita. Esta especial comprensión puede ser empleada luego para la edificación de ella, en lugar de para su demoronamiento. 2. "Tratando a la mujer como a vaso más frágil". Si un hombre va a cambiar de sitio cinco recipientes, y sabe que uno de ellos es más frágil que otros, manejará éste con mayor cuidado. Así es como el marido debería tratar a su mujer. Debería tratarla con especial cuidado y respeto. Maridos, comprad regalos para vuestras mujeres, mandadles flores, recordad su cumpleaños, llevadla a lugares especiales. 3. "Dándoles honor también como a coherederas de la gracia de la vida". Los dones de la vida no son sólo para el disfrute del marido. Son dados por Dios igualmente a

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ambos, y debieran ser compartidos por un igual. El hombre debe respetar a su mujer y no defraudarla del goce de la vida que Dios dispuso que ella tubiera.

Finalmente, y quizá lo más importante, un marido y una mujer cristianos deberían considerarse como compañeros espirituales. Están juntos en una peregrinación espiritual a través de la vida, andando de la mano como hijos de Dios hacia la maravillosa eternidad con el Dios que les espera. ¡Qué diferiencia hay en un matrimonio formado por un marido piadoso y una mujer entregada! Nadie puede medir cuánto pueden ayudarse el uno al otro espiritualmente al viajar juntos a lo largo del camino de la vida. La dimensión espiritual ha sido incluida en los pasajes que hemos estado considerando respecto al matrimonio. Hablando a los maridos acerca de sus mujeres, Pablo dijo: Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado con el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a él a sí mismo como una iglesia gloriosa, que no tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que sea santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos (Efesios 5:25-28). En el matrimonio debe haber una relación purificadora, limpiadora. Así como la iglesia es purificada por Jesucristo, así la mujer debe ser mejorada por medio de su relación con su marido.

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¿Y cómo se consigue esto? De la misma manera en que Cristo ayudó a la iglesia: La amó y se entregó a sí mismo por ella. Amor y sacrificio: esto pone aparte a un matrimonio, y posibilita un verdadero compañerismo espiritual. Pedro también mencionó la dimensión espiritual en su pasaje acerca del matrimonio. Terminaba diciendo: "...para que vuestras oraciones no sean estorbadas" (1 Pedro 3:7). Al adoptar el marido una actitud de comprensión hacia su mujer, honrándola y considerándola como coheredera de la gracia de la vida, podrá orar con poder. Si no es así, dice Pedro, sus oraciones serán "estorbadas". Perderá la fácil libertad de la oración sin obstáculos. Éstas son algunas de las cualidades presentes en una relación conyugal en la que marido y mujer son compañeros espirituales:       

Adoran a Dios juntos. Buscan juntos la voluntad de Dios. Sirven juntos a Cristo. Crían juntos a sus hijos. Oran el uno por el otro. Fortalecen el uno la fe del otro. Aceptan la autoridad de la Palabra de Dios.

Al ir marido y mujer allegándose más y más al Señor por medio de la oración, de la lectura de la Biblia, de la comunión y de la sumisión a Cristo, también se allegarán el uno al otro. Esta relación puede ser diagramada como un triángulo. Al allegarse marido y mujer a Dios, tambiénse estrecharán sus vínculos entre sí en una relación que complace a Dios.

Los Pastores y los consejeros matrimoniales oyen repetidamente a maridos y mujeres haciendo afirmaciones que no son ciertas. Aquí tenemos cinco hechos acerca del matrimonio que son frecuentemente contradichos por cónyuges bajo tensión.

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1. No estás casado con la persona equivocada. A veces no se precisa de mucho tiempo antes que la mujer comienza a preguntarse si se casó con el hombre que debía, o que el marido comienza a pensar que cometió un error. Esto sucede frecuentemente en aquel período de ajuste en que las expectativas idealistas acerca del matrimonio son llevadas en línea con la realidad.    

Descubres que a ella le disgusta cocinar. Descubres que él es incapaz de ajustar un carburador. Tenéis puntos de vista diferentes acerca de las finanzas. Aprendéis los dos que el otro puede ser terco, fácilmente ofendido, deprimido o encolerizado.

Así, comienza a convencerte de que te casaste con quien no debías. Pero esto ya no es más un problema. Concertaste un compromiso para toda la vida. Ahora tu responsabilidad ante Dios, excepto en casos de infidelidad, es permanecer con aquella persona con quien te casaste (Mateo 19:4-9; 1 Corintios 7:10-14). 2. Que él descuide su deber de guiar no es una excusa para ti. "Bueno", dijo la joven mujer, "si tan sólo guiara yendo adelante del camino, tal como se supone que debe hacer, podríamo solucionar las cosas. Pero no quiere, por lo que soy yo quien tiene que tomar las decisiones. Luego, él lo que hace es criticarlas. No puedo soportarlo más". Ella tiene razón en un punto. Su marido debería asumir el papel que le corresponde de cabeza de familia. Debería tomar la conducción, especialmente en las cuestiones espirituales. Incluso así, su descuido en asumir la conducción no es una excusa para la desobediencia de ella. Su responsabilidad ante el Señor sigue demandando que ella sea una mujer amante y espiritual con una belleza interior creciente (1 Pedro 3:1-6). Si ella emplea lo que considera ser su dejación de guiar como excusa por su propia conducta deficiente, está fallando tanto como él. 3. La resistencia de ella a someterse no es excusa para ti. Algunos maridos tienen una excusa incorporada para cada uno de sus fallos o deficiencias: le echan la culpa a su mujer.

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"Ella es siempre tan piadosa. Me corrige cada vez que intento conducir las devociones familiares. Es culpa de ella que ya no las tengamos". "Ella tenía que tener esta casa. Me lancé a ello porque sabía que le complacería. Es su culpa si nos encontramos empantanados en probemas de dinero".

Cuando un hombre comienza a hablar de esta manera, está rehusando aceptar su propia responsabilidad en el proceso de toma de decisiones de la familia. Cierto, ella aportó de su parte. Quizá se puso muy insistente. Pero esto no sirve de excusa para él. Tiene que dejar de echarle la culpa a ella y comenzar a hacer lo que es recto delante de Dios. 4. El sexo no es lo único que le interesa a él. En ocasiones una esposa muy trabajadora y ocupada comienza a pensar que todo lo que su marido quiere es tener satisfechas sus necesidades sexuales. Este pensamiento puede llegar a ser muy obsesivo si se dan algunas de estas cirunstancias:    

Él tiene adicción al trabajo. Ella tiene una casa muy grande que mantener limpia. Él raras veces ayuda con los niños. Tiene el día lleno de actividades.

Ahora bien, es cierto que él puede que necesite un marcado recordatorio de que tú tienes otras necesidades aparte de las físicas. Pero también es verdad que puede que hayas estado entregándote a la autocompasión y a exagerar tu problema. Los dos necesitáis reajustaros un poco. Intenta darle el beneficio de la duda. Háblale acerca de tus sentimientos. Planea un fin de semana a solas o una minivacación juntos. Y no lo dejes para más tarde. El problema tiene que ser tratado antes que se hinche. 5. No es cierto que ella sólo se preocupe de las apariencias. Un tercer hecho acerca del matrimonio es que las mujeres piensan más acerca de las apariencias. Pero algunos maridos no se lo creen. Y argumentan así:  

"Ella casi siempre quiere comprar cosas nuevas para la casa" "Tarda demasiado tiempo en escoger un vestido"

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  

"Ella insiste en que los armarios de la cocina piden otra mano de pintura. ¡Pues para mi están bien!" "Necesita una eternidad para prepararse para ir a cualquier parte. ¡Y siempre llegamos tarde! "Le encanta ir de compras y gastarse en tonterías el dinero que tanto me ha costado ganar".

Es verdad que las mujeres se cuidan mucho de su apariencia. Frecuentemente se preocupan más por lo que los otros piensan acerca de ellas que los hombres. Y Pedro desde luego habló sin ambagajes a las mujeres sobre poner demasiado énfasis acerca de parecer bien exteriormente, cuando debieran estar prestando atención al "ser interior de la persona" (1 Pedro 3:4). Pero enfrentémonos con la realidad, hombres: necesitamos que nuestras mujeres nos ayuden. Algunos de nosotros somos unos descuidados. Si somos honrados, admitiremos que estamos contentos por la atención que ellas prestan a los detalles.

Maridos, ahora que habéis leído lo que la Biblia os enseña acerca de vuestro papel y responsabilidades en la vida matrimonial, tomaos un tiempo para evaluarnos a vosotros mismos. Calificaos poniendo un círculo alrededor del número apropiado: 5, excelente; 4, muy bien; 3, bien; 2 escaso; 1 suspenso. 1 2 3 4 5 Me considero como habiendo dejado padre y madre y como unido a mi mujer. 1 2 3 4 5 Veo a mi mujer como una conmigo en cada fase de mi vida. 1 2 3 4 5 Hago todo lo posible por serle fiel en pensamiento así como en acto. 1 2 3 4 5 Doy a mi esposa el tipo de liderazgo amante que Cristo da a la Iglesia.

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1 2 3 4 5 Frecuentemente sacrifico mis intereses por el bienestar de mi mujer. 1 2 3 4 5 Le digo frecuentemente que la amo, y hago pequeñas cosas para mostrárselo. 1 2 3 4 5 Tengo interés en sus sentimientos, y le presto atención cuando me habla acerca de ellos. 1 2 3 4 5 Intento decir algo agradable a mi mujer cada día, y no ir irritado a la cama. 1 2 3 4 5 No empleo los fallos de mi mujer como excusas para mis propios fracasos. 1 2 3 4 5 Hablo con ella acerca de cuestiones espirituales, y frecuentemente oro con ella y por ella. Ahora que tu mujer te califique. Ábrete a aquellas áreas que precisen de mejora.

Mujeres, ahora que habéis leído lo que la Biblia os enseña acerca de vuestro papel y responsabilidades en la vida matrimonial, tomaos un tiempo para evaluaros a vosotras mismas. Calificaos poniendo un círculo alrededor del número apropiado: 5, excelente; 4, muy bien; 3, bien; 2, escaso; 1, suspenso. 1 2 3 4 5 No me permito pensar que me he casado con quien no debía. 1 2 3 4 5 He dejado a mi padre y a mi madre y comparto la identidad con mi marido.

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1 2 3 4 5 Estoy entregada a hacer nuestro matrimonio hasta que uno de nosotros muera. 1 2 3 4 5 No empleo la sexualidad como un arma para conseguir mis propios fines. 1 2 3 4 5 Estoy dispuesta a someterme a la posición de cabeza de mi marido como está ordenado por Dios. 1 2 3 4 5 Pienso que la belleza interior es más importante que el atractivo físico. 1 2 3 4 5 Muestro respeto hacia mi marido con mis actitudes y acciones. 12345

Hago cosas pequeñas para él que sé que le complacerán.

1 2 3 4 5 No empleo los fallos de mi marido como excusa de mis fracasos. 1 2 3 4 5 Me considero la compañera espiritual de mi marido, y oro por él y con él. Ahora que tu marido te califique en estas áreas, y comparad las conclusiones. Sé honrada y abierta a las áreas que precisan de mejora.

Para que un matrimonio funcione de la manera que Dios quiere, ambos cónyuges deben estar reconciliados con Él. Él creó el matrimonio porque vio que no era bueno que el hombre estuviera solo. Él ha revelado Su voluntad acerca del matrimonio. Y cuando marido y mujer le obedezcan, el matrimonio de ellos irá bien. Como cristiano, ¿va bien tu matrimonio? Si hay problemas, ¿se deben a que has dejado a Dios de lado, intentando hacerlo

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funcionar con tus propias fuerzas? Si es así, permite que te apremie a que te vuelvas a la Biblia... y al mismo Dios. Admite que lo has echado a perder todo y que no puedes hacer nada sin Él. Vuélvete de tu orgullo, rebelión y terquedad. Confiesa a Dios tu pecado. Pídele que te ayude a edificar en tu vida matrimonial los 10 bloques constructivos bíblicos que hemos visto en este opúsculo. Y comunica a tu cónyuge lo que has hecho, incluso si tienes que verte quebrantado en esíritu para volver a empezar. Si no eres cristiano, el primer paso que tienes que dar es confiar en Jesucristo. El punto de partida para un matrimonio que funcione es que involucre a dos personas renacidas. Para ser cristiano tienes que reconocer tu pecado, estar dispuesto a apartarte de él, admitir que no te puedes salvar a ti mismo, y pedir a Cristo que te salve. Reivindica la promesa de Juan 3:16 y confía en Cristo como tu Señor y Salvador. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. ¡Cuando creas en Él, habrás dado el primer paso hacia un matrimonio que funciona! Contenido Lo que algunos dicen Todo comenzó con Dios Diez bloques constructivos bíblicos 1. Entrega para toda la vida 2. Identidad compartida 3. Fidelidad absoluta 4. Papeles bien definidos 5. Amor sin reservas 6. Sometimiento mutuo 7. Plenitud sexual 8. Comunicación abierta 9. Tierno respeto 10. Compañerismo espiritual Cinco hechos acerca del matrimonio Tests para maridos Tests para mujeres El primer paso

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La carta que cambió un matrimonio Phil llamó a mi oficina de consejería (la de Gary) para preguntar si él y su esposa podían hacer una cita. Al mirar mi ajustadísima agenda le respondí: -Estoy realmente ocupado estos días, Phil. Puede que pasen varias semanas antes que podamos tener una cita.-No puedo esperar varias semanas,- me dijo. –Tiene que ser hoy.Luego agregó, -Gary, no te lo pediría si no fuera urgente.Yo no conocía muy bien a Phil, pero sí sabía reconocer el pánico cuando lo escuchaba. –Si realmente necesitas venir,- le dije, -pasa por aquí a las cinco.-Estaremos allí,- dijo. Durante el transcurso del día seguí pensando en esa llamada telefónica y estuve orando por Phil y su esposa. El tono urgente de su voz era como una bandera roja, la cual me advertía que estábamos por comenzar una batalla, una batalla por la vida de su familia. Varias horas después mis peores temores se cumplieron cuando saludé a Phil y a Susan en la sala de espera de mi oficina. Susan estaba llorando y mirando hacia el suelo. Phil se veía como un hombre que acababa de enfrentar su peor pesadilla. Una vez que estuvimos todos sentados en mi oficina, les pregunté sobre qué necesitaban hablar. -Iba a llevar a los niños al parque esta tarde,- dijo Phil. –Antes de salir, estaba cambiando el pañal de Annie. No podía encontrar las toallas higiénicas, así que le pedí a uno de los niños más grandes que cuidara a la bebé mientras buscaba algunas. Entonces recordé que Susan a veces lleva un paquete de toallas higiénicas en su bolso de playa, el cual estaba en el armario de nuestra hija mayor. Cuando busqué dentro del bolso, encontré una carta. Era una carta de amor para Susan. El único problema es que... no era mía.Phil miró a Susan por un segundo, entonces volvió a mirarme. -La carta era de otro hombre. Él estaba expresando su amor por mi esposa. Hablaba de momentos en los que estuvieron juntos. Frente a mis ojos y por escrito, comencé a ver cómo mi vida se desenmarañaba. No podía creerlo. Él hablaba del perfume de ella... del vestido que a él más le gustaba, y había sido yo quien le había comprado ese vestido. Hablaba de sus recuerdos de hoteles y almuerzos en secreto. No podía creer lo que veía. Era mi esposa, la madre de mis hijos, de quien él estaba hablando. Pero creo que la cosa que más me afectó fue que incluso estuvieron juntos en nuestra

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recámara. Yo salgo de la ciudad para ganar dinero para ella y los niños, y ella está en nuestro cuarto con este hombre. Todo lo que pude hacer fue mirar fijamente la carta.-¿Qué hiciste luego?- le pregunté. -Me deslicé hacia el suelo, dentro del armario y leí la carta una y otra vez. No podía detenerme,- dijo. –Sabía que si salía de ese armario, tendría que enfrentar más dolor del que pudiera imaginar. Sabía que mi vida no sería la misma. Podía escuchar a los niños corriendo a través de la casa, completamente inconscientes de que su mundo estaba a punto de cambiar. Finalmente reuní la fuerza suficiente para ponerme en pie. Pude escuchar a Susan que hablaba desde el teléfono de nuestro cuarto, así que comencé a caminar por el pasillo hacia donde ella estaba. A medida que lo hacía, pasé al costado de las fotos que representaban todo lo que tenía sentido para mí. Fotos de vacaciones, reuniones familiares, aventuras en el río... Fue la caminata más larga de mi vida.-Al entrar al cuarto, Susan estaba dándome la espalda. Entonces colgó el teléfono y se volvió hacia mí. Al hacerlo, la miré a los ojos y todo lo que pude decir fueron cuatro palabras: „Susan, ya lo sé.‟ -Al decirlo, ella se postró sobre la cama y comenzó a sollozar. Fue allí que me di cuenta que no era un mal sueño. Realmente estaba sucediendo. Mi esposa estaba teniendo una relación extramatrimonial. Un dolor desgarrador me atravesó desde alguna parte de mi alma, y ambos nos desmoronamos. -Oh no Señor. No otra familia más, comencé a orar. No esta pareja... esos pequeños niños. Padre, dame las palabras, dame la sabiduría. -¿Qué fue lo que nos sucedió Gary?- preguntó Phil, con lágrimas en sus ojos y mirándome. –Comenzamos nuestro matrimonio con mucho amor el uno hacia el otro, con una esperanza tremenda con respecto a nuestro futuro juntos. Estábamos decididos a tener un matrimonio fuerte y Cristocéntrico. ¿Qué sucedió?-Phil y Susan, lo lamento mucho. Hablemos un poco sobre su situación,- les dije. –Lo que suceda en los próximos minutos será literalmente un momento de definición para el resto de su matrimonio, porque ustedes dos están en una encrucijada. Si estuvieran en una crisis física tan seria como esta, haría que un médico les hospitalizara. Ahora, no hospitalizamos a parejas que están en crisis, pero lo que sí hago yo es proveerles un lugar seguro en el cual sufrir, con la promesa de que Dios puede solucionar todo esto. No es demasiado tarde. Él está aquí, y yo también.En los minutos siguientes, ayudé a Phil y a Susan a comenzar a drenar su dolor. Hubo lágrimas, exabruptos de ira, y momentos en los cuales estuvieron listos para irse. Pero no lo hicieron. Se quedaron y comenzaron a enfrentar esta tormenta. Entonces, cuando comencé a

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sentir que estaban listos para escuchar algunas verdades, comencé a hacer dos cosas: presionarles y darles una visión de lo que debería suceder para que su matrimonio fuera restaurado. -Debo comenzar por preguntarles algunas cosas que puedan ponerme al tanto,- dije. –Susan, creo que comenzaré preguntándote cómo fue que tu relación con este otro hombre pasó de cero a 145 kph. Por doloroso que sea, Phil debe escuchar esto, y yo también si es que voy a ayudarles. Sé que no comenzó con una relación sexual.-No, no comenzó así. Comenzó con la atención,- respondió Susan. – Miradas, inocentes al comienzo, y luego juguetonas. Escuchando. Luego nos hicimos amigos a través de un proyecto voluntario en el que trabajamos juntos. Nunca hubiera hecho esto intencionalmente, Phil, lo juro. Te amo y amo a los niños. Estaba muy confundida. Es como si hubiera dado algunos pasos inocentes y luego quedé atrapada en esto. Estaba muy sola. Tú estabas viajando y totalmente absorto en tu trabajo. Yo trataba de manejar a los niños, la casa, las cuentas. Ese proyecto fue mi único descanso, y creo que en el mismo bajé mi guardia. Comenzó con pequeñas cosas. Yo sabía que estaba mal, pero se sentía muy bien. ¿Cómo es que algo que se sentía tan bien me haga sentir ahora tan sucia y avergonzada? No puedo creer que esto me esté sucediendo.-Susan, ¿cómo es que podías mentirme una y otra vez?- preguntó Phil. –Aquella vez que yo pensé estabas en la casa de tu hermana estabas con él, ¿verdad? Y cuando dejabas a los niños con diferentes personas, yo pensaba que estabas haciendo un trabajo voluntario. ¡Qué farsa! Toda mi vida es un chiste. Nada es lo que parece ser. Sé que no le estaba prestando atención a todas tus necesidades, pero tenía que terminar este tiempo de mucho trabajo.En ese momento me metí nuevamente. -Phil y Susan, quiero que me escuchen. No voy a suavizar la realidad de la condición de su matrimonio. Es un caos. Están en problemas, y todo lo que tenía sentido para ustedes al despertarse esta mañana está hecho pedazos. Susan, tus mentiras ahora están expuestas a la luz. Phil, estás siendo arrollado por un tren de carga que ni siquiera sabías venía en camino.-Susan, bajaste la guardia. En vez de guardar tu corazón y ser precavida, te entregaste a lo que se sentía bien en ese momento. Esta persona satisfizo una necesidad de escuchar, responder y pasar tiempo contigo. En todas las formas. Te creo cuando dices que no pretendías que eso sucediese. Rara vez la gente quiere eso. Pero sí sucedió. Y Susan, precisamente las cosas que tú le dabas a este otro hombre eran las cosas que Phil necesita de ti. Él necesita tu amor, tu afirmación, saber que crees en él. Él necesita tu compañía y tu tiempo. Él necesita saber que tú eres de él únicamente, sexualmente y en tu

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corazón. Él necesita que le alientes, y que le equipes para las batallas de la vida.-Y Phil, tú no te salvas del anzuelo tampoco. Tú no le estabas prestando atención a las necesidades de tu esposa, ¿verdad? Sé lo que significa tener un itinerario muy exigente. Tenías mucha presión en el trabajo. Además, a los hombres les gusta ir a aquellos lugares donde alcanzan el éxito, donde saben que pueden lograr algo, y ese lugar por lo general es el trabajo. Pero el tiempo y atención que le dedicaste a tu trabajo tuvo que restarse de algún otro lado, y fue de Susan y los niños por ejemplo. Phil, tú también bajaste la guardia. Precisamente el compromiso y energía que se requería para alimentar tu relación matrimonial se dirigió a cualquier persona y cosa, excepto a tu esposa. La casa, el trabajo, las actividades de la iglesia e incluso el jardín. Susan necesita tu amor, tu corazón, tu tiempo. Necesita que seas quien la anima y alienta y la dirige espiritualmente. Ella necesita que tú seas su amigo del alma, su mejor amigo.Hice una pausa por un momento y miré directamente a Susan y luego a Phil. –Créanme en lo siguiente, no pueden edificar un matrimonio a menos que se derramen el uno en el otro. En eso consiste el compromiso. De eso se trata el pacto del matrimonio. En eso consiste el matrimonio de tres: Dios, un esposo y una esposa. Ustedes perdieron el primer amor el uno por el otro. Ambos necesitaban que sus necesidades fueran satisfechas, pero buscaron en los lugares equivocados. -Ahora, ambos necesitan estar dispuestos a caminar a través del ojo de esta tormenta, sabiendo que Dios caminará con ustedes si se lo permiten, durante todo el camino, hasta llegar al otro lado. Pero permítanme que les diga, será la pelea de sus vidas.Mientras miraba a este hombre y esta mujer que estaban sentados en mi oficina, cuyos corazones estaban quebrantados y heridos, hice la gran pregunta: -Phil, ¿qué vas a hacer?-Te digo lo que voy a hacer,- dijo, mirándome con determinación en sus ojos. –Voy a reconquistar a mi esposa.Al decirlo, se volvió y miró a Susan. –Te amo Susan- dijo. –Te quiero a ti. Aunque eso demande todo lo que tengo, te reconquistaré. -Estoy herido y airado,- siguió diciendo, -pero te quiero a ti, Susan. Quiero a nuestros hijos, y quiero que nuestra familia se sane.En ese momento, Susan estiró sus brazos alrededor de su esposo y se aferró a él como si su vida dependiese de eso. -¿Después de todo lo que te hice todavía me quieres?- Su voz estaba entrecortada por las lágrimas. -Sí. Te quiero. Me has herido y sé que yo también te he herido con el correr del tiempo. No he prestado atención a tus necesidades. Sé que

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mi trabajo me ha consumido, y no me he acercado a ti. Pero te amo. Por favor... hagamos que esto funcione.¿Y qué piensa usted? ¿Cuál es su respuesta a la historia de Phil y Susan? ¿Acaso está pensando, Eso nunca nos sucederá a nosotros? Antes que arribe a esa conclusión, por favor entienda que Phil y Susan hubieran dicho la misma cosa un año o dos antes. Ellos nunca soñaron que con sus responsabilidades en el trabajo, la familia y la iglesia, habían abandonado inconscientemente su compromiso de satisfacer las necesidades del otro. Ellos no vieron que su relación se estaba deteriorando. No eran conscientes del déficit y las carencias que les dejaban vulnerables y desprotegidos. No quiero ser insidioso cuando digo que lo que sucedió con Phil y Susan puede sucederle a usted. Tal vez su amorío no sea sexual. Tal vez sea un amorío emocional o un amorío con el trabajo u otras actividades. He visto que eso sucede demasiadas veces como para ignorar esa realidad. También sé que no tiene por qué suceder. Usted puede salvaguardar su matrimonio, y el resto de este libro le ayudará precisamente a eso. O tal vez usted lea la historia de Phil y Susan y piense: Esos somos nosotros. Nuestro matrimonio se está desintegrando. No veo cómo podemos llegar a tener un gran matrimonio. Mi cónyuge y yo ya no hablamos mucho. Nuestra vida sexual es casi inexistente. Discutimos más que nunca. De hecho, no estoy seguro de si mi cónyuge realmente me quiere. Si usted está en ese punto de desánimo en su matrimonio, aliéntese. Puede que sea tarde, pero no es demasiado tarde. Dios puede restaurar la relación más dañada. Y creemos que él puede usar las historias, la perspectiva y los principios de este libro como herramientas para fortalecer y sanar su matrimonio. ¿Por qué es importante satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge? El satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge es una de las responsabilidades más importantes que usted tiene en su matrimonio... por varias razones. Satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge consiste en mantener sus votos. Cuando usted se casó, prometió amar a su esposo, cuidar a su esposa, enfrentar lo bueno y lo malo de la mano, juntos, como uno. Cuando usted satisface las necesidades de su cónyuge, está cumpliendo sus votos matrimoniales. Precisamente de eso se trata el pacto matrimonial, que fue lo que les recordé a Phil y Susan. Nuestra cultura no reconoce, respeta ni apoya la importancia

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de los votos. Pero Dios sí, así como también los hombres y mujeres que eligen vivir matrimonios bíblicos. Satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge es lo que Dios nos llama a hacer. Algunas de las palabras más poderosas del Nuevo Testamento al respecto del matrimonio llama a los esposos y las esposas a vivir un tipo de amor sacrificado que les lleva a estar dispuestos a ofrecer sus vidas el uno por el otro. Dios quiere esposos y esposas que consideren las necesidades del otro como más importantes que las suyas propias. Cuando usted satisface las necesidades de su cónyuge, es como si usted fuera “Dios en carne y hueso,” una frase que Barb y yo usamos para describir el privilegio que tenemos de reflejar el amor de Cristo mutuamente. Satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge le llevará a un gran matrimonio. ¿Usted quiere un gran matrimonio? ¿Acaso desea una relación íntima y saludable con su esposo o esposa? Cuando usted satisface las necesidades de amor de su cónyuge, está colocando los cimientos para un matrimonio grandioso. Cuando usted presta atención a cómo satisfacer las necesidades de su cónyuge, se motiva a hacer lo que Dios le llama a hacer. Y cuando un esposo y esposa hacen esto de corazón, cuando cada uno apunta con amor a satisfacer las necesidades legítimas del otro, la relación sin lugar a dudas se fortalece. Ya no es un acuerdo en el que cada parte pone un 50 por ciento, sino que es un compromiso de un 100 por ciento. Pero cuidado: cuando nuestras necesidades de amor no son satisfechas y escogemos vivir el plan del mundo, que propone un resultado basado en un 50 por ciento por cada parte, los resultados no son buenos. El ser negligente en satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge le puede costar su matrimonio. Tal vez la razón básica por la cual se debe satisfacer las necesidades del cónyuge es que si no lo hace, puede terminar perdiéndolo o perdiéndola frente a otro hombre o mujer, o frente a cualquier “amorío” que su cónyuge considere que satisface esa necesidad de su corazón. Obviamente, usted nunca pensaría en dejar de satisfacer las necesidades que su cónyuge tiene de agua y comida, ya que moriría sin estas cosas esenciales. De la misma forma, las necesidades emocionales, físicas, de relaciones y espirituales de su cónyuge son tan vitales, tan críticas, que si no son satisfechas, su matrimonio comenzará a morir. Es así de sencillo. Cuando usted satisface las necesidades de su esposo o esposa, usted protege su matrimonio de la tentación.

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Esto nos resulta tan imprescindible que Barb y yo sentimos que el satisfacer las necesidades de amor es nuestro profundo compromiso con el matrimonio y la familia, tanto la nuestra como la suya. Los primeros diez años de mi vida como adulto, trabajé con hombres y mujeres en prisión, cuyas vidas estaban marcadas por relaciones interpersonales quebrantadas y familias devastadas. Durante los últimos dieciséis años, en más de veinticinco mil horas de consejería, he trabajado con miles de parejas que han venido a mi oficina para intentar reparar sus relaciones heridas. En total entonces, estos últimos veintiséis años he vivido “debajo de la superficie” con gente herida, escuchando el dolor de sus corazones. Ahora, juntos, Barb y yo hablamos a parejas en todo el país sobre cómo mantener sus matrimonios firmes y arraigados en la verdad bíblica. Todos hacen la misma pregunta básica: -¿Cómo podemos tener un matrimonio maravilloso? Creo que la mayoría estaríamos de acuerdo en que nuestra cultura no tiene respuestas para esa pregunta. Y el sólo hecho de ser cristiano no hace que un matrimonio sea genial. Una encuesta de Geroge Barna nos dice que los matrimonios cristianos están terminando en divorcio en un porcentaje más elevado que los no cristianos (27 por ciento versus 23 por ciento). Estas estadísticas indican que el sólo hecho de asistir a la iglesia no hará que edifiquemos un matrimonio saludable y bíblico. Debemos ser más que meros oidores de la Palabra, debemos ser hacedores de la misma. Eso es lo que quiso decir Santiago, uno de los escritores del Nuevo Testamento, cuando dijo: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismo” (Santiago 1:22). Usted necesita conocer las necesidades del corazón de su cónyuge, y entonces, con sacrificio, apartarse de su propio egoísmo y aprender, aprender realmente, cómo satisfacer esas necesidades. Debe construir su vida sobre un cimiento que resista la prueba de las tormentas, un cimiento firme como la roca, que no se mueva bajo la presión. Esa es la roca a la que Phil y Susan se aferraron para poder mantener sus vidas a flote. Al final del Sermón del Monte, Jesús dijo, “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina” (Mateo 7:24-27).

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Las casas sobre un fundamento arenoso no duran mucho. Tampoco las relaciones semejantes. Los matrimonios edificados sobre la roca de Cristo Jesús no sólo comienzan en buena forma sino que terminan así también.

¿Cuáles son las necesidades de amor de su cónyuge? La naturaleza humana es extraña. Hay algo dentro de nosotros que asume que si tratamos a nuestro cónyuge en la forma que nos gustaría a nosotros ser tratados, estamos satisfaciendo las necesidades de nuestra pareja. Pero cuando hablamos de necesidades, la Regla de Oro no se aplica siempre. ¿Por qué? Porque en muchos casos, las necesidades de un esposo son diferentes de las de su esposa. Eso se hace más evidente en áreas como las necesidades sexuales, pero también se aplica en otras áreas. Si le preguntara si usted está satisfaciendo las necesidades de amor de su cónyuge, usted probablemente respondería que sí. En realidad, lo que muchos de nosotros en realidad hacemos es simplemente asumir que nuestro cónyuge quiere lo que nosotros queremos, así que obramos de acuerdo a ese pensar. A menudo no sabemos en realidad cuáles son las necesidades de nuestro cónyuge. Y si desconocemos sus necesidades, tampoco podremos satisfacerlas eficazmente. Para ayudarnos a entender las necesidades de amor particulares de los esposos y las esposas, Barb y yo hemos investigado más de setecientas parejas, a las cuales les dimos una lista de veinte necesidades y les pedimos que las calificaran en orden de importancia, lo que ellos necesitaban de su cónyuge y lo que pensaban que su cónyuge necesitaba de ellos. Los resultados completos de esa investigación se pueden encontrar en el apéndice, pero aquí están las cinco respuestas principales:

Principales necesidades de amor de los esposos

Principales necesidades de amor de las esposas

1. Amor incondicional y aceptación 1. Amor incondicional y aceptación 2. Intimidad sexual

2. Intimidad emocional y comunicación

3. Amistad

3. Intimidad espiritual

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4. Ánimo y afirmación

4. Ánimo y afirmación

5. Intimidad espiritual

5. Amistad

Compare estas necesidades de amor con las suyas. ¿Alguna de estas necesidades le sorprende? ¿Le sorprende el orden de prioridad? Barb y yo tenemos un buen matrimonio. De hecho, tenemos un matrimonio realmente bueno. Hay momentos en los que estamos convencidos que tenemos el mejor matrimonio del planeta. Nos miramos a los ojos el uno al otro y decimos: -Lo que tenemos no podríamos mejorarlo.- Pero también están esos momentos en los que sabemos que aún no lo hemos logrado. Sin embargo, armados con nuestro amor mutuo y las herramientas de información necesarias, seguimos trabajando para lograr que nuestro matrimonio sea lo mejor que pudiera ser. Queremos un matrimonio maravilloso, y ese es nuestro deseo para usted también. Me encanta observar y entrevistar a parejas que han estado casadas por cincuenta años o más. Barb y yo tratamos de tener una pareja que esté en sus “bodas de oro” en nuestro programa radial una vez al mes, y cuando lo logramos, nos dedicamos a absorber su sabiduría. Una de las cosas que les pregunto es esta: -¿Qué les dirían a aquellos que no han recorrido tanto camino en su matrimonio? ¿Qué es lo que funciona? ¿Cómo lo han hecho? Sus respuestas casi siempre incluyen las necesidades que las parejas que entrevistamos pusieron como prioritarias: -Gary y Barb, tomamos tiempo cada día para escucharnos mutuamente y saber lo que el otro experimentó ese día.-Nos encanta pasar tiempo el uno con el otro. Sencillamente disfrutamos ser el mejor amigo el uno del otro.-Es un poco vergonzoso decirlo en la radio, pero Barney me enseñó hace mucho tiempo que cuando yo satisfago sus necesidades sexuales, él se siente valorado. Cuando lo escucho y lo animo, se siente respetado. Cuando ora conmigo, me siento segura. Cuando paso tiempo con él, él siente como si tuviese un millón de dólares.-Mildred me enseñó hace mucho tiempo que mi voz, cuando le expreso que confío en ella, es la única voz real (junto con la de Dios) que ella realmente necesita escuchar. Así que aprendí a hablar. Sí, hemos estado casados por cincuenta y cuatro años, y creo que el matrimonio

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perdurará, ¿no les parece Barb y Gary?- La guiñada del ojo de este hombre casi nos hace caer de nuestras sillas. Amor incondicional. Estímulo. Compañerismo. Intimidad sexual y espiritual. ¿Le suena familiar? Mire nuevamente las principales necesidades de amor de los hombres y las mujeres. Todas están allí. No todas las parejas que han estado casadas por cincuenta años o más tienen matrimonios maravillosos, pero muchos de nuestros padres y abuelos sí los tuvieron y quieren dejarnos la experiencia. En los siguientes diez capítulos, exploraremos cada una de las necesidades de amor listadas anteriormente. Hablaré con las esposas acerca de las cinco principales necesidades de amor que los esposos tienen porque creo que puedo ofrecerle a las esposas un enfoque único sobre cómo los hombres piensan y sienten. Barb hablará a los esposos acerca de las cinco principales necesidades de amor que las esposas tienen, porque ella puede hablar con autoridad sobre cómo las mujeres piensan y sienten. Luego, en los dos capítulos finales del libro cambiaremos los roles, yo le hablaré a los esposos, y Barb hablará a las esposas. Al combinar nuestras “voces”, esperamos poder ofrecerle la mejor oportunidad posible para que entienda las necesidades de su cónyuge y aprenda a satisfacer las mismas. Usted puede optar por leer todos los capítulos del libro, o puede elegir leer sólo aquellos que sienta se aplican específicamente a usted. Sin embargo, le recomiendo que los lea todos, porque si usted es un esposo, puede llegar a descubrir que no hice un buen trabajo al describirle sus necesidades a su esposa. Y si usted es una esposa y siente que Barb no le describe en forma adecuada sus necesidades a su esposo, puede ampliar lo que ella dice para que su esposo tenga una idea más clara de sus necesidades. De esta forma, el libro será una fuente inspiradora para sus conversaciones y acciones personales. También le animamos a estudiar este libro con otras parejas en su casa o en la Escuela Dominical. En vez de agregar preguntas para estudio grupal al final de cada capítulo, optamos por incluir preguntas a lo largo de los capítulos. Úselas como base para sus intercambios de opiniones sobre las necesidades particulares que tienen los esposos y las esposas. Luego incentívense unos a otros a satisfacer las particulares necesidades de amor de sus cónyuges. Nuestras metas en este libro van más allá de ayudarle a entender y aprender a satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge. También queremos que entienda por qué es importante que satisfaga dichas necesidades. Y esperamos que las historias y principios que compartimos le inspiren y motiven a hacer un compromiso de por vida

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de amar a su cónyuge en formas que ninguno de ustedes creía posibles. Pero sobre todo, deseamos que descubra que al satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge, usted está haciendo que el amor de Dios sea como de “carne y hueso”. El matrimonio es en realidad una relación de tres: Dios, un hombre y una mujer. El mundo no entiende eso, ¿verdad? Y tristemente muchas parejas cristianas no han entendido la profundidad de esa verdad tampoco. Pero cuando un esposo y una esposa verdaderamente comienzan a entender el significado de un matrimonio de tres, las relaciones comienzan a florecer. Dios ha usado la intimidad de la relación matrimonial como una metáfora para describir su amor por nosotros. Como esposo o esposa, usted puede demostrar cómo es el amor de Dios por su cónyuge; usted puede ser la voz de Dios, y sus brazos de amor y cuidado. ¡Qué privilegio!

El resto de la historia Ahora, usted debe estarse preguntando qué sucedió con Phil y Susan. Bueno, durante varios meses luego de su primer cita en mi oficina, vinieron a consejería e investigaron las causas de su desintegrada relación. En ese momento tenían un largo camino por delante, pero como se mudaron cuando el empleo de Phil los llevó a otro estado, no los vi por un buen tiempo. Luego, no hace mucho, Phil y Susan me llamaron. Habían oído que yo iría a hablar en una conferencia en su ciudad, y me pidieron si podía pasar una noche en su casa. Les dije que sí, deseando verles. Al llegar a la entrada para autos de su casa en la primera noche de la conferencia, observé su hermosa casa y me pregunté si las vidas de las personas que estaban dentro se verían tan bien como la casa. Cuando hice sonar el timbre, una pequeña niña, vestida como de domingo, respondió la puerta. Esta niña de cabello rubio y enrulado levantó su cabecita para verme y preguntó, -¿Es usted el Dr. Gary?-Pues sí, cariño. Soy yo. ¿Cuál es tu nombre?-Yo soy Annie. Usted se va a quedar en mi cuarto esta noche.Con esa proclamación, la pequeña Annie, quien era un bebé cuando Phil y Susan vinieron por primera vez a mi oficina hacía cuatro años, me dio la bienvenida. Y luego, junto a la escalera estaban Phil y Susan, tomados de la mano con el resto de su familia.

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¡Qué cuadro! Tan sólo verles hacía que las lágrimas comenzaran a fluir. Hubo lágrimas de gratitud a Dios que es quien nos da segundas oportunidades. Lágrimas de gratitud ya que Phil tuvo la humildad de perdonar a su esposa y reedificar su familia. Lágrimas de gozo ya que a medida que Susan y Phil aprendieron cómo entender y satisfacer sus necesidades mutuas, comenzaron a edificar un matrimonio que no sólo estaba sobreviviendo, sino que estaba radiante. Ese es el gozo y la unidad que Barb y yo deseamos para cada matrimonio.

Dé un paso hacia delante para satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge Así que, ¿por dónde empezar? Bueno, primeramente... 1. ¿Qué tan comprometido está en satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge? 2. Tómese un tiempo durante los siguientes dos días para hablar con su cónyuge sobre cuáles son sus necesidades de amor. Una forma en la que puede comenzar esa charla es haciendo una lista con las que usted piensa son las cinco necesidades principales. 3. Al mismo tiempo, haga una lista de sus propias cinco necesidades principales. (Si no está seguro que las necesidades listadas en la página 8 sean sus necesidades y si quiere algunas otras ideas, vaya al apéndice de la página 235 para ver la lista de las veinte necesidades que usamos en nuestra encuesta.) 4. Siéntese con su cónyuge y diga: -Quiero saber cuáles son tus necesidades de amor para poder satisfacerlas más plenamente. He hecho una lista de lo que pienso son tus cinco necesidades principales de amor, y quiero que hablemos sobre ellas juntos. Pero lo que es más importante para mí es lo que tú piensas que son las necesidades de amor más importantes que quieres que yo satisfaga.- Luego comiencen a hablar sobre esas necesidades. Si su cónyuge le pregunta cuáles son sus propias necesidades de amor, ya usted tiene su lista hecha.

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Primera Parte

Entendiendo y satisfaciendo las necesidades mutuas de amor

CAPÍTULO 1 Amor incondicional La necesidad de amor #1 del esposo -¿Quieres decir que me amarás pase lo que pase?Gary habla a las esposas Amor incondicional y aceptación. ¿Acaso no es eso lo que cada uno de nosotros busca, y la razón por la que nos arriesgamos al permitir que otra gente se nos acerque? Cuando abrimos nuestros corazones a otra persona, nuestro deseo fundamental es ser aceptados y amados tal y como somos, con todos nuestros defectos. Queremos poder dejar a un lado la máscara y sentirnos seguros. Queremos amor incondicional. Queremos algo auténtico. Profundo. Duradero. Flexible. En nuestra encuesta nacional la mayoría, tanto de hombres como de mujeres, nos dijo que el amor incondicional es la necesidad de amor número uno que esperan sea satisfecha por su pareja. Sin duda alguna, muchos hubieran esperado que la necesidad número uno para los hombres fuera el sexo y que la número uno para las mujeres fuera la comunicación, pero eso no fue lo que nosotros encontramos. En lugar de eso, por diferentes que sean los hombres de las mujeres, ambos están de acuerdo en esta verdad: todos necesitamos ser amados incondicionalmente por nuestros cónyuges. Cuando mi esposa necesita mi amor incondicional, sencillamente significa que ella necesita que la ame y la reciba cualquiera que sea la

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situación. En riqueza y en pobreza. En enfermedad y en salud. ¿Recuerda los votos, verdad? El amor incondicional es el compromiso que dice: “estaré contigo pase lo que pase. Siempre te amaré. Siempre te ayudaré y te apoyaré.” La aceptación significa: “te recibiré incluso en el medio de los tiempos difíciles.” Barb y yo hemos descubierto que nuestro amor mutuo es algo glorioso en los buenos tiempos (las vacaciones en la playa, las experiencias memorables con las niñas, los momentos de profunda intimidad con Jesucristo). Es fácil amar en los buenos tiempos. Pero cuando nuestro matrimonio está bajo una prueba intensa, necesitamos amor incondicional. Amor que no claudique. Necesitamos saber que somos aceptados aun cuando nos equivocamos, aun cuando no podemos ver más allá de nuestro dolor y fracaso. Usted ha tenido tiempos de esos, yo sé que sí. Tiempos de crisis. Tiempos de un estrés insoportable. Tiempos en los que, en lo profundo de su corazón, usted se pregunta si su esposo se le acercará y la amará sin cuestionarla o si le volverá la espalda y la rechazará. Permítame compartir una de mis experiencias con este tipo de crisis. Hubo un tiempo en el que yo realmente necesitaba escuchar que Barb dijera, “Estoy aquí, Gary. No me voy a ir. Estoy aquí por ti. Pase lo que pase.” Mi crisis comenzó con una llamada telefónica a un cliente que tenía en otro estado. Durante la llamada, tuve que asumir una posición firme en cuanto a un asunto de ética. El resultado de esa decisión fue que cuando esa llamada terminó, yo había perdido la mitad de mis ingresos anuales. ¡La mitad de mis ingresos! Esa llamada telefónica hizo que comenzara a caer en picada, y supe que necesitaba ayuda para poder salir de esa situación. Más que eso, necesitaba un lugar seguro, un lugar donde mi corazón, mi espíritu, y mi alma fueran amados incondicionalmente. Sin ataduras. Sin excepciones. Sin límites. Tomé el teléfono y llamé a Barb. –Algo ha sucedido. Necesito saber Barb, pese a lo que tenga que decirte, que tú me apoyarás. Que vamos a estar bien. Que el Señor y tú estarán a mi lado.-Gary, ni siquiera tienes que preguntármelo. Sí, te apoyaré. Y Dios promete que nunca nos abandonará. ¿Qué sucedió?-Barb, necesito hablar contigo ahora mismo, pero no puedo hacerlo por teléfono. Estaré en casa en diez minutos. Por favor, despeja la casa para que podamos hablar.Cuando colgué el teléfono, supe que la red de seguridad para mi caída estaba en su lugar, lo mereciera o no. Yo sabía por el tono de voz de

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Barb que ella era mía, y yo era de ella, y que ambos éramos de Dios. Supe que pese a lo que yo le iba a contar, estas cosas no cambiarían. Pese a eso, en camino a casa, ciertos temores asaltaron mi corazón. Como hombre, mis roles como proveedor y protector (los dos roles que todo hombre siente que tiene que cumplir) estaban en peligro. Me sentía como un fracasado, y tenía temor de estar poniendo arriesgando el bienestar de mi familia. Así que comencé a reprocharme lo que había hecho. Tal vez podría haberlo arreglado de alguna forma. ¿Debía haber asumido esa posición tan firme con mi cliente? ¿Pudiera ser que yo haya malinterpretado lo que él estaba diciendo? Entonces pensé en las consecuencias que esto tendría sobre mi familia: ¿Cómo voy a compensar esta significativa pérdida en los ingresos?¿Qué dirían Barb y las niñas? ¿Qué tendremos que vender para mantenernos a flote? En ese momento, el Espíritu de Dios comenzó a disipar algunas de las dudas que estaban rondando mi cabeza. Sabía que él proveería para todas nuestras necesidades, y que yo había tomado la decisión acertada al confrontar el tema. Pero aún necesitaba poder mirar a Barb de frente. Necesitaba estar conectado a ella y saber que ella pensaba que había hecho lo correcto. Necesitaba saber que me amaba, y que nada cambiaría entre nosotros. Al entrar por la puerta trasera, yo debo haber tenido “una mirada de aquellas” en mi rostro, ya que Barb inmediatamente me tomó y me sostuvo. –Pase lo que pase, Gary, estoy aquí contigo,- me aseguró. – Por favor, siéntate y dime qué sucedió.Fue uno de esos momentos en los que ella parecía “Dios en carne y hueso”, necesitábamos afirmarnos el uno al otro y estar seguros, a salvo, mutuamente y con el Señor. -Barb, hablé con ________________ por teléfono. Sabes que yo he sentido que algo está mal, muy mal, en nuestra relación de negocios. Como resultado de eso, no he dormido bien últimamente, ni me he concentrado ni enfocado en el ministerio, y tú y las chicas no han tenido lo mejor de mí en los últimos días. En fin, tenía una convicción tan profunda en mi espíritu que necesitaba confrontar a esta persona acerca de sus prácticas comerciales, pero sabía que si lo hacía, correría el riego de perder el contrato. Hoy le llamé y le pregunté si podía hablar algo con él. A los pocos minutos estuvimos de acuerdo en que no podíamos seguir trabajando juntos. Así de rápido, nuestra relación comercial llegó a su fin. Sé que hice es lo correcto, pero en realidad nos va a afectar bastante económicamente.-Gary, lo siento mucho,- dijo Barb. –Debes sentirte abrumado y atemorizado a la vez.-

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-No sé qué voy a hacer. ¿Qué pasaría si esto implicase que tuviésemos que vender la casa? Me sigo preguntando si debí haberlo manejado de otra manera.-Cariño, ¿cuál es la mejor forma en la que te puedo ayudar ahora?me dijo. -Así como lo estás haciendo, sencillamente escuchándome.Pese a estar diciendo todo eso, observaba los ojos de Barb para ver cuál era su verdadera respuesta. Qué alivio sentí cuando no vi pánico ni temor en ellos. Ni siquiera decepción. En vez de eso, sus ojos me dijeron las mismas cosas que sus palabras: -Siento que te haya sucedido esto. Pero todo va a estar bien. Vamos a estar bien.- Frente a cada comentario cargado de temor que yo hacía, Barb respondía con un toque alentador, o asintiendo con su cabeza en señal de comprensión. Las circunstancias no habían cambiado, aún íbamos a perder una parte significativa de nuestros ingresos por un buen tiempo. Pese a eso, debido a la respuesta de Barb todo era diferente. Sabía que no estaba solo, y sabía que con el Señor y mi esposa estaba seguro. Cuando terminé de decirle por qué y cómo había tomado la decisión de terminar la relación comercial con esta persona, Barb me miró a los ojos y calmadamente pero con confianza me recordó una verdad que a menudo descuidamos en momentos de presión, estrés, o problemas. – Gary, Dios es el dueño de todo. Él proveerá para ti y para nuestra familia,- dijo. –Y pase lo que pase, yo estaré cerca de ti.- Y luego dijo las palabras que nunca me canso de escuchar: -Estoy orgullosa de ti, Gary. Hiciste lo correcto.Recuerdo haberla mirado y pensar, pese a que las lágrimas corrían por mis mejillas, ¿Quieres decir que me amas... incluso ahora? Y no puedo siquiera comenzar a explicar el impacto que su respuesta tuvo sobre mí. Sus palabras, su toque, su mirada, cosas que afirmaban mi valor como hombre y que me ayudaron a tener nuevamente la confianza en que yo era un esposo que merecía el respeto de ella. Esa fue la más pura manifestación de amor incondicional y aceptación. Y permítame decirle, no hay nada mejor que eso para un hombre. Cuando la esposa que Dios le ha dado le recuerda que siempre estará allí por él, es ahí cuando él conoce el poder, el verdadero poder, del amor incondicional y la aceptación. El amor incondicional comienza con Dios La respuesta de Barb aquel día llegó a ser un momento trascendente en nuestro matrimonio. Pero ese momento fue posible sólo debido a que, años atrás, Barb y yo habíamos sido presentados a Aquel del cual fluye todo el amor incondicional. Permítame retroceder un poco...

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Yo crecí en un buen hogar, un hogar moral. Era un hogar culturalmente cristiano, pero no bíblicamente cristiano, pese a que no fue hasta que yo estaba en la universidad que aprendí la diferencia entre ambos. De hecho, estaba sentado en una sociedad de estudiantes cuando aprendí la diferencia, escuchando a algunos muchachos de la Cruzada Estudiantil para Cristo, los cuales hablaban de una comunión personal con Jesucristo, e inmediatamente me di cuenta de dos cosas. La primera era que yo no podía “vivir la vida” sin Dios, y que su amor estaba allí, al alcance de quien lo quisiera. Todo lo que debía hacer era pedirlo. Dependía de mí el humillarme y confesar a Dios que le necesitaba en mi vida. La segunda cosa era que él me amaba a mí (a mí, Gary Rosberg) lo suficiente para enviar a su Hijo a vivir una vida perfecta en la tierra y morir una muerte sacrificial por mis pecados. Sabía que Dios amaba a la gente. Pero no tenía idea hasta esa noche que él me amaba a mí con ese tipo de amor sacrificial. Estas dos verdades que pueden parecer elementales para usted, hicieron que yo me estremeciera. ¿Por qué nadie me había dicho esto antes? -fue mi primera reacción. Mi segunda reacción fue tratar de probar que la resurrección de Jesucristo no era cierta. En ese tiempo estaba saliendo con Barb y me estaba enamorando de ella. Ella recién se había convertido. Luego de cinco meses de estudio intenso, en los cuales luchaba con Dios, y a veces casi torturaba con incontables preguntas a Barb y a los muchachos que Dios había enviado a mi vida, finalmente acepté a Jesucristo como mi Señor y Salvador. ¿Qué fue lo que me convenció en definitiva? Fue la sencilla pero abrumadora verdad que Dios me amaba incondicionalmente. Completamente. Sin reserva. Inequívocamente. Tal y como yo era. A pesar de todo. El apóstol Pablo nos recuerda, “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)” (Efesios 2:4-5). Eso describe el amor ágape. Su gran amor. Su misericordia. Su gracia. Estas palabras cobraron un completo y nuevo significado a medida que comencé a tener un verdadero entendimiento de cuánto Dios realmente me ama. Y ahí está el corazón del amor de Cristo para mí: El realmente me ama sin límite. Me amaba antes que yo confiara en él. Antes que yo le conociese. Antes que yo incluso existiese. Él me ama, aunque yo le fallo en forma lastimosa, aunque me equivoco emocionalmente, espiritualmente y racionalmente. Él me ama pese a que yo no lo merezco, lo cual es mucho decir. Él me ama aunque sería más fácil no

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amarme ya que yo le decepciono con mis pensamientos, palabras, acciones, y obras. Él me ama aunque mi corazón está lleno de orgullo y mis pensamientos son egoístas. ¿Conclusión? Él me ama, pase lo que pase. Él me acepta, pase lo que pase. Y es así que yo sé en qué consiste el amor incondicional, porque he ido a la Fuente misma.

El amor incondicional cambia vidas Pero ese es Dios, puede que alguno esté pensando. ¿Cómo es que el amor incondicional y la aceptación operan en forma práctica a un nivel humano?

Mateo y Melania Permítame decirle cómo opera, en ambos niveles, para Mateo y Melania. Hace dos veranos, Mateo subió a un autobús con un grupo de hombres de su iglesia para dirigirse a una conferencia de Cumplidores de Promesas. Su esposa, Melania, y sus hijos estaban emocionados y entusiasmados ya que habían orado por Mateo por varios años, y ahora aquellas oraciones podrían ser respondidas. Y lo fueron. Mateo hizo un compromiso personal con Cristo en la conferencia y volvió a su hogar con una vida nueva y redimida. Luego comenzó a reunirse semanalmente con un grupo masculino de estudio bíblico y rendición de cuentas, y estaba creciendo espiritualmente. Entonces Mateo comenzó a recibir ondas negativas de parte de los compañeros de oficina. -¿Qué pasó con Mateo? ¿Acaso no está llevando este tema de la religión demasiado lejos?- Encima de eso, sus padres expresaron su preocupación de que se había pasado del límite, que quizá estaba siendo demasiado extremista. En los próximos meses, el compromiso de fe de Mateo comenzó a disminuir, y volvió a viejos hábitos: Horarios excesivos de trabajo, reuniones con sus amigos para beber después del trabajo. Como él se aferró a la creencia de que podía “manejar” su propio pecado en vez de ser transformado por el poder de la obra del Espíritu Santo en él, se alejó más y más de su caminar con Cristo y de su revitalizado matrimonio. Las esperanzas que Melania tenía de que su matrimonio cristiano y su familia fueran algo distinguido se estaban desvaneciendo frente a sus ojos. Con todo, ella sabía que había aceptado un compromiso cuando

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tomó sus votos matrimoniales, y que los mismos implicaban amar a Mateo pese a su temor de perder todo lo que ella consideraba querido. Sus fieles amigos hacían eco de esta verdad. –Ámale incondicionalmente,- le animaban. –Has visto la obra de Dios en Mateo. Sabes que es posible. No claudiques nunca.Así que Melania continuó amando a su esposo, pese a que él hizo cosas que le decepcionaron a ella profundamente, e incluso cuando él se comportó en formas que hicieron muy difícil que ella le amara. Mateo está muy consciente del amor de Melania por él, y se da cuenta que a menudo no lo merece. Felizmente, él está volviendo a mostrar señales de que está volviendo a su compromiso de seguir a Cristo.

Patricia y José José creció en una granja con tres hermanos, y el padre de José siempre hacía tiempo para pescar, cazar, y practicar deportes con sus hijos. A José le fascina cazar, y tenía la expectativa de compartir esta experiencia con su propio hijo, Zacarías. La esposa de José, Patricia, sin embargo, creció en la ciudad y no compartía la pasión de José por pasar días en el bosque durante el otoño con un rifle. Además de eso, a ella le preocupaba. Creía que Zacarías era demasiado joven e inexperto para ir en un viaje de caza. –Apenas ha disparado y probado el alcance de su nueva arma unas pocas veces- le dijo a José. –Por favor, no lo lleves. Todavía no. No está listo.- José desatendió los temores de su esposa. Ella sencillamente no entendía la importancia de esta tradición familiar para un padre y su hijo. Así que José y Zacarías se fueron al bosque un sábado en la mañana, y pasaron un día maravilloso. Zacarías incluso cazó su primer venado. Cuando José conducía rumbo a su hogar esa noche, sabía que él y Zacarías se habían acercado debido a esa experiencia en común y el tiempo que pasaron juntos. Él estaba pensando en formas en las que podría continuar profundizando su relación con su hijo. Repentinamente, un auto que venía de frente subió la loma a alta velocidad y perdió el control, pasándose a la senda por donde venían José y Zacarías. José sobrevivió el terrible accidente, pero Zacarías falleció instantáneamente. Han pasado tres años desde el accidente, y pese a que Patricia sabe que el accidente no fue culpa de José, aún es perseguida por voces que siguen diciéndole a su mente: Si tan solo no hubiesen ido ese día. Si sólo José me hubiese escuchado. Si sólo... El dolor de su pérdida y

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la presión sobre su matrimonio a menudo parecen ser insoportables. Pese a eso, Dios continúa llamando a Patricia a que ame a su esposo, pese a todo. Y ella lo está haciendo. Mientras tanto, José mismo está comenzando a sentirse un poco aliviado de su propia culpa y dolor. Dios está vertiendo nueva vida en la relación que tienen como matrimonio, y gran parte de eso se debe al amor incondicional de Patricia por José.

Margarita y Benjamín Benjamín es otro hombre que sabe lo que significa ser amado pase lo que pase. Luego de una carrera profesional de veintitrés años, Benjamín estaba agotado, exhausto de intentar subir la escalera de la corporación. Resulta que una mañana vio un comercial informativo en televisión que le prometía todos los lujos de la vida si simplemente asistía a un seminario que se celebraría próximamente en un hotel de la ciudad. Así que Benjamín fue al seminario, y quedó abrumado con el potencial del programa a medida que veía los videos y estudiaba los folletos. Él y Margarita habían decidido siempre juntos sobre cualquier gasto que superara los cien dólares. Pero ese día él se aferró a su codicia y retiró todos sus ahorros, así como también sus ahorros de jubilación, para invertirlos en este negocio que rápidamente le haría rico. Parecía algo tan seguro. Había funcionado para tanta gente. Meses más tarde, la vida de Benjamín era un gran caos. Había renunciado a su trabajo, creyendo que si le dedicaba todo su tiempo a esta nueva aventura, seguramente cosecharía las riquezas que los videos y los llamativos folletos ofrecían. Desafortunadamente, eso no fue lo que sucedió. Se quedó sin empleo, sus tarjetas de crédito fueron canceladas, y Margarita tuvo que volver a trabajar a tiempo completo por primera vez desde que habían comenzado a tener hijos. Pese a todo esto, Margarita no abandonó a su esposo. Cuando habló con su pastor sobre su temor, ira y frustración, él le dijo, “Margarita, acabas de chocar contra una de esas realidades expresadas por la frase „En salud o enfermedad.‟ Pero estás llamada a amar a Benjamín pese a... Ese es el tipo de amor que Cristo nos otorga, amor ágape. Ese es el amor auténtico, Margarita. Es un amor sin límites.- Con la fuerza y el compromiso que según Margarita admite provienen solamente de Dios, tomó las palabras de su pastor a pecho. Y Benjamín respondió. Encontró un nuevo trabajo con un patrón cristiano, y la naturaleza del trabajo le hizo sentirse verdaderamente útil por primera vez en años. Él y Margarita tuvieron que mudarse a

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una casa menor, vendieron su bote e hicieron cambios serios para pagar a sus acreedores. Benjamín reemplazó su deseo de enriquecerse con una renovada visión y compromiso de vivir y terminar su vida en buena forma. Cuando le pregunté qué fue lo que marcó la diferencia, él dijo, “Cristo y Margarita. Así de sencillo. Aprendí que Dios realmente me ama. Margarita me enseñó eso. Ella me aceptó incluso cuando yo eché a perder todo. Y me mostró el tipo de amor incondicional y aceptación que yo nunca pensé existiesen. Realmente me había enredado en mi propia codicia, pero ahora las cosas sencillas tienen más sentido. Una caminata con Margarita. Una tarde en nuestro hogar. Pasar tiempo con los amigos cercanos. La Palabra de Dios cada día. Y un día honesto de trabajo. Estoy comenzando a sentirme completo nuevamente.Mateo, José, y Benjamín, a través de experiencias dolorosas y difíciles, aprendieron la diferencia que puede producir el amor incondicional y la aceptación. De parte de Cristo y de nuestras esposas. Ahora, permítame que le haga una pregunta difícil. ¿Ha sido puesto a prueba alguna vez su amor incondicional? ¿Los votos que tomó en el día de su boda, de amar a su esposo en las buenas y en las malas, han sido puestos en el crisol de la dolorosa realidad? Si es así, de igual forma que Barb y Melania, Patricia y Margarita, usted ha sido llamada a amar a su esposo incondicionalmente. Pese a todo. Toda familia lucha con tiempos difíciles, promesas rotas, expectativas no cumplidas, retrocesos financieros, traiciones. Cuando enfrente tales dificultades, acuda a la fuerza de Dios, para que usted y su esposo puedan caminar a través del dolor juntos, y emerger más fortalecidos. Más fortalecidos en lo individual y como pareja.

El poder del amor incondicional y la aceptación El amor incondicional es una cosa poderosa. A manera de ejemplo, permítame decirle qué sucedió dentro de mí cuando Barb me mostró su amor incondicional. Si Mateo, José y Benjamín pudieran hablar con usted, probablemente dirían cosas semejantes. La respuesta de Barb me hizo sentir seguro en el medio de una tormenta eléctrica. Su amor me permitió ser honesto. Proveyó un ambiente cómodo para abrir la comunicación entre nosotros. Su amor me recordó que yo no era en definitiva quien estaba a cargo, sino el Señor. Me recordó que su compromiso era realmente en las buenas y en las malas. Me confirmó que pese a que mi decisión iba a poner a nuestra familia bajo un riesgo económico, fue la decisión correcta.

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Cuando comparto la historia de aquel día memorable, la gente a menudo me pregunta: -¿Qué habría sucedido si Barb no hubiera respondido con tanta gracia y aliento? ¿Qué hubiera pasado si ella respondía con ira y me decía que había tomado una decisión tonta? ¿Qué si hubiera entrado en pánico y se hubiera alejado? ¿Qué si me hubiera vuelto la espalda? ¿Qué si me hubiera dicho: “Gary, te lo dije. Nunca debías haberte involucrado con esa persona.” No me malinterprete. Barb ciertamente tuvo que lidiar con su propia porción de temor e incertidumbre durante ese turbulento momento de nuestra vida. Pero si me hubiera rechazado, o aún peor, si hubiese sido neutral e insensible conmigo, me habría sentido solo y aislado. Su rechazo hubiera edificado un muro que habría debilitado nuestra intimidad y confianza.

¿Qué puede hacer para satisfacer las necesidades de su esposo? Su respuesta, su iniciativa y su conexión con su esposo son vitales para la salud de su matrimonio y la de su familia. La expresión que usted demuestre de su amor incondicional y aceptación es precisamente la fuerza que les unirá en el medio de los tiempos difíciles de su matrimonio. El que esté al lado de él en los tiempos dolorosos así como en los tiempos felices, es uno de los elementos primarios de un gran matrimonio. Algunas veces eso implicará que deje a un lado sus propias necesidades para poder satisfacer las de él. Implica que resista su tendencia de ser egoísta y de autoprotegerse. Pero si usted ama incondicionalmente en los tiempos difíciles, tanto usted como su esposo se harán uno con el tipo de intimidad que el Señor desea para ustedes. Si no lo hace, terminarán viviendo como dos hijos inmaduros, cada uno tratando de salirse con la suya y resentido con la otra persona cuando no lo consigue. Puede que usted aún permanezca casada, pero se perderá el gozo de vivir un gran matrimonio. Su esposo desesperadamente necesita saber que usted le acepta a pesar de los pesares. Incluso cuando fracase o tome decisiones que dejen que desear. Incluso cuando él se sienta inferior o le decepcione. Su amor es una realidad que, o construye o destruye. Si no está capacitada o si rehúsa amar, dañará a su esposo y lo desmoronará. Por otro lado, su amor incondicional y aceptación le edificará y le liberará para seguir adelante.

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Bien, todo esto suena lindo en teoría, puede que usted diga, ¿pero cómo poner en práctica esto en los detalles de la vida real?¿Cómo se hace? Antes de que lleguemos a eso y discutamos algunas formas prácticas en las que puede demostrar amor incondicional, enfoquémonos una vez más en lo que dijimos anteriormente en este capítulo: El amor incondicional comienza con Dios. No podemos perder eso de vista. Nuestra habilidad de entregar un amor valioso viene del amor incondicional con el que Dios nos ama. Piense por un momento en su propia relación con Dios. Debido a que usted está convencida de Su gracia hacia su vida, su fe tiene sentido y fundamento. Después de todo, cada uno de nosotros conoce la condición de su corazón; sabemos lo que hemos hecho que ofende a Dios en palabra y en hecho. Pese a eso, como creyentes podemos comenzar de nuevo cada día con Dios, arrepintiéndonos de nuestros lapsos de pecado y teniendo la seguridad de Su perdón. Tal vez, en una forma similar, necesitamos una limpieza diaria entre esposos y esposas. Esto se hace especialmente importante para aquellas de ustedes que están en situaciones en este preciso momento en las cuales la necesidad de demostrar amor incondicional es una preocupación diaria o una lucha. Puede que usted viva con un esposo de corazón duro. O quizá sus deseos y sus sueños han sido puestos en espera, mientras que usted ayuda a su esposo a que logre sus propios sueños. Puede que su esposo le haya lastimado y traicionado. O puede que usted esté casada con un hombre que es pasivo espiritualmente, que no le sirve a usted tal y como Dios le instruyó a que hiciera. Pero ya sea que usted esté en el medio de una crisis, o que esté viviendo una circunstancia que perdura, o que esté respondiendo a la rutina normal de la vida de casada, el darle a su esposo la seguridad de su amor inmutable requiere por lo menos cinco elementos: Muestre gracia frente a sus debilidades, anímelo siempre que pueda, ayúdele a sentirse a salvo, tome tiempo para conectarse y estudie a su esposo.

Muestre gracia frente a sus debilidades Todos necesitamos gracia. Pero más la necesitamos cuando estamos totalmente conscientes de que no la merecemos, cuando hemos fracasado, cuando hemos cometido errores, cuando hemos sido egoístas, cuando hemos pecado. Si su esposo le ha fallado o decepcionado, o pecado contra usted, entonces él necesita su gracia. Y cuando usted expresa gracia hacia su

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esposo en áreas de debilidad y pecado, le ama de la misma forma en que Jesús le ama a él. Permítame que le pregunte, ¿dónde es que su esposo necesita una dosis extra de gracia en este momento? ¿Qué parte de sus debilidades necesita que se le cubra con la gracia que proviene de usted, su esposa? 

Si él ha pecado contra usted, perdónele. Una y otra vez.



Si él ha dañado seriamente la confianza que le tenía, muestre su amor recibiendo ayuda de un pastor o de un consejero cristiano profesional.



Si está experimentando el fracaso, hágale saber que usted estará con él, pase lo que pase.



Si él está experimentando una cierta presión en su vida, tal vez en el trabajo o por una decisión que debe tomar, anímele con comprensión.



Si está pasando por un período peligroso de su vida y se están zafando sus amarras, recuérdele que Dios y usted le aman y que ambos están con él, incluso en esas circunstancias.

Anímelo siempre que pueda Mark Twain dijo una vez: “Puedo vivir todo un mes con un solo cumplido.” Piense en la vitalidad que le puede dar al matrimonio una fuente de la que continuamente fluya el estímulo. Fortalezca a su esposo con comentarios tales como:



“Estoy orgullosa de ti, cariño.”



“Me encanta la forma en la que me amas cuando ...”



“Cuando te vi con uno de los niños esta mañana, me animó tanto que tú...”



“Ayer, cuando me dijiste que me amabas significó mucho para mí. Gracias por expresarme tu amor.”



“Gracias por proveer para nuestra familia.”



“Tú eres una de las más ricas bendiciones de Dios para mí.”

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“Cuando me recibes, pese a que te he lastimado, me siento a salvo y segura en tu amor.”

El ánimo nacido del corazón es un ingrediente clave del amor incondicional. Es como si fuese un imán: nos acerca, nos atrae. Si a usted le cuesta verbalizar su aliento hacia su esposo, piense en cuando le conoció por primera vez. ¿Qué lo atrajo a él? ¿Qué hizo que usted le abriese su corazón? ¿Qué había en él que hizo que usted sintiera un hormigueo por dentro? ¿Qué le hubiera dicho en ese entonces? Ahora bien, ya que usted ha madurado en su matrimonio, ¿qué es lo que aprecia de su esposo? Escriba sus pensamientos en una hoja de papel. Aquí están algunos ejemplos:  “Aprecio la forma en que haces que los niños me respeten.” 

“Aprecio lo duro que trabajas para proveer para las necesidades económicas de nuestra familia.”



Cuando participas en ______________ (alguna actividad familiar) me hace sentir segura.



“Me encanta observarte interactuar con gente que no conoce al Señor.”



“Tienes tanta paciencia con nuestros problemáticos vecinos.”



“Aprecio cuando estás activo con otros hombres creyentes.”



“Cuando me tocas con ese toque de aliento, me hace sentir amada.”



“Me enorgullece que no seas parte de la actitud negativa en el trabajo, pese a que estás rodeado de ella diariamente.”



“Me enorgullece que perseveres frente al desánimo.”



“Aprecio que tomes la iniciativa de orar conmigo y me digas qué es lo que Dios te está enseñando en su Palabra.”

De sus propias respuestas, haga una lista de por lo menos cinco oraciones a las que se pueda aferrar, y comience a repetírselas a su esposo. Alguien me dijo una vez que se requieren entre ocho a diez frases de estímulo para equilibrar el impacto de un comentario negativo. ¿Usted alienta a su esposo ocho a diez veces más de las que lo critica?

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Tome su lista de estímulos y comience a repetírselos a usted misma cada día. Luego repítaselos a su esposo cada día, aún cuando él la haya decepcionado. Especialmente si él la ha decepcionado. Ayúdele a sentirse a salvo Cuando sé que Barb me entiende, me siento a salvo. Cuando no me siento entendido, mi inseguridad aumenta. Normalmente, un hombre no lo reconocería en estos términos. Él no pensaría: Mi esposa no entiende las presiones que tengo en el trabajo y cómo afecta mis sentimientos hacia mí mismo. Así que voy a buscar una forma de compensar. Me voy a descargar con ella y con los niños. Después de todo, algo tengo que controlar. Nosotros los esposos no sabemos cómo decirles esto, así que, en vez de eso, explotamos. O nos enterramos en algún comportamiento excesivo. O buscamos algo que podamos controlar. Algunos hombres trabajan o comen de más. Otros se vuelven al alcohol o las drogas, o la pornografía. Algunos hombres se obsesionan con los pasatiempos o los deportes. Si usted ve alguno de estos patrones en el comportamiento de su esposo, hay algo que está faltando en su relación. No estoy diciendo que usted es la responsable, aunque puede que usted esté contribuyendo a esos patrones, pero hay algo que definitivamente está faltando y necesita ser encaminado. ¿Por dónde comenzar? Pase un tiempo a solas con él y dígale que no intenta criticarlo, sino que usted está comprometida con él y quiere ayudarle a solucionar cualquier patrón que pudiera estar socavando la seguridad de su matrimonio. Al hacer esto, usted comenzará a colocar las bases para que comience la sanidad. En algunos casos, las parejas o los individuos que están luchando con un comportamiento excesivo pueden necesitar la ayuda externa de un consejero profesional cristiano y/o de un pastor. Pero primero usted necesita acercarse a su esposo para comenzar el proceso. ¿Cómo es que nosotros los esposos sabemos que estamos siendo entendidos? En dos formas: 1. Cuando usted está realmente interesada en nuestra vida cotidiana al punto de la fascinación. 2. Cuando tratamos de “arreglar” algo y sabemos que usted entiende que simplemente estamos ejercitando la parte de nuestra masculinidad que necesita “hacer que las cosas mejoren.” Así como usted se siente entendida cuando nosotros escuchamos sus sentimientos, nosotros nos sentimos mejor cuando usted escucha nuestras ideas. Por ejemplo, Barb me hace saber que ella aprecia mis

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buenas intenciones, pese a que algunas veces me chequea en cuanto a mi tiempo. En general sucede más o menos así: -Gary, sé que estás tratando de hacer lo correcto. Y sé que tienes buenos aportes. Pero en este momento necesito que escuches lo que siento sobre este tema. Después de eso, me alegraría escuchar lo que piensas que debo hacer al respecto.- Yo realmente puedo recibir ese mensaje ya que ella no me está diciendo, -Gary, te equivocas.” Sencillamente está diciendo: Me estás dando tu buen aporte con demasiada anticipación.- Puedo aceptar el hecho de que mi sentido del tiempo adecuado sea pobre en la medida que no me sienta completamente inservible como esposo. ¿Le suena familiar? Tomemos el ejemplo de Roberto y Cecilia. Ellos están teniendo una conversación de sobremesa luego de la cena, y ella está describiendo un doloroso desacuerdo que tuvo con su madre en el teléfono ese día. Otro desacuerdo. Ya hubo dos esa semana. A medida que Roberto escucha, él tiene la solución para el problema en la punta de su lengua. No puede aguantarse para arreglar la situación, de modo que Cecilia se sienta mejor y que puedan seguir adelante con el resto de su noche. Durante todo el día él se encarga de solucionar cosas, y esta no es muy complicada: Sencillamente no llames a tu madre tan seguido ya que te perturba tanto. Para él tiene todo el sentido del mundo. Inconscientemente, Roberto está obrando basado en la suposición de que si Cecilia le valorara y entendiera, sabría cuán importante es que reciba su aporte para que ella pueda resolver su problema. En vez de eso, Cecilia está concentrada en su propia (e inconsciente) necesidad de ser escuchada, animada y abrazada. Ella necesita el apoyo y la aprobación de su esposo. Es verdad, esas son necesidades reales también, pero ahora le estoy hablando a usted sobre los hombres. (Barb le dará palos a los hombres sobre este tema en el capítulo de ella.) Cada día, parejas como la de Roberto y Cecilia toman decisiones sutiles que, o fortalecen a su cónyuge o alimentan sus inseguridades. Así como su esposo le muestra lo valiosa que es cuando le escucha hablar sobre sus sentimientos (fortaleciéndola), así le hace usted sentir valioso cuando él sabe que usted le entendió y le escuchó. Realmente no me enorgullezco de los hombres en este punto, pero mi experiencia en el ministerio y en el hogar lo confirma: Cuando sentimos que nuestra opinión no está siendo recibida con entusiasmo, nos sentimos frustrados y rechazados. Luego comenzamos a impacientarnos o a enojarnos. Y cuando esto sucede con frecuencia, puede destruir la seguridad de la relación. Para que un matrimonio sea un gran matrimonio, los esposos y las esposas deben aprender a andar juntos, acentuando mutuamente sus puntos fuertes y ayudándose a compensar las debilidades mutuas también.

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Tome tiempo para conectarse Por increíble que parezca, los primeros minutos en los cuales usted y su esposo se conectan al final del día de trabajo son cruciales. A medida que yo crecía, vi un ejemplo positivo de esto con mis padres. Cuando de niños escuchábamos que papá estacionaba en la cochera después de trabajar, gritábamos, “Llegó papá.” Luego corríamos para saludarlo en la puerta trasera y él nos acariciaba despeinándonos o nos abrazaba. Pero entonces, los siguientes sesenta minutos, nosotros desaparecíamos (la mayoría de las veces) mientras él y mamá se sentaban y hablaban. ¡Sesenta minutos! Barb y yo llevamos esa tradición a nuestro propio hogar. A los pocos minutos de saludarnos al final del día, nos sentamos en dos sillas de color lila claro, y hablamos, sólo nosotros dos. Hablamos acerca de las niñas y repasamos el día de Barb y el mío, hablamos de lo bueno, de lo malo, en fin, de todo. Algunas veces esto implica conversaciones profundas, pero a menudo simplemente se trata de noticias, conversaciones que nos conectan. Y esta conexión establece el tono para el resto de la noche. Nos recuerda que somos compañeros de equipo que están absolutamente comprometidos en el mismo juego. No hay competencia entre nosotros, ni temor de escuchar un sermón en lugar de un oído comprensivo. Yo no trato de solucionar sus problemas (por lo menos no siempre), y ella me escucha. Somos dos personas cansadas que nos reconectamos, y lo más importante, nos quitamos de encima las costras del día. Entonces, al hacerlo, nuestras almas reviven. Cuando esto no sucede en forma consistente, la atmósfera se puede poner más fría que un día invernal al sur de la Patagonia. Perdemos la sincronización, nos desconectamos, y eso da lugar a que crezca la frialdad y el egoísmo. He tratado de imaginarme qué sucedería si no hubiera conexión entre nosotros por una semana, un mes o un año. ¿Adivine qué? No tengo que hacer mucho esfuerzo para imaginarme, porque veo la cruel realidad de esa situación cada semana acercarse a mi oficina de consejería. Parejas que se aferran con desesperación, deseando que sus matrimonios sobrevivan, cuando todo podría haberse prevenido con una hora al día... treinta minutos... o incluso quince. El amor incondicional ocurre sólo en el contexto de la comunicación y la verdadera conexión. Piense en su relación con Dios. ¿Cuándo se siente más segura, protegida, amada y entendida? Cuando ha tenido un enriquecedor tiempo de oración, cuando Dios le ha hablado personalmente a través de su Palabra, y cuando usted ha alcanzado el corazón del Padre en adoración. Y cuando esta conexión se lleva a cabo todos los días, no

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sólo usted se siente segura como creyente, sino que también desarrolla una relación madura con Dios, en la cual todo es posible. El matrimonio se formó para que funcionase de esa manera. Estudie a su esposo Una de las mejores formas en las que usted puede saber cómo satisfacer las necesidades de su esposo de amor incondicional y aceptación es conociendo a su esposo. Esto significa que usted debe transformarse en una estudiante, llegando a conocer a su esposo por dentro y por fuera. Como hombre, no puedo darme cuenta cómo es que Barb conoce ciertas cosas, pero ella las conoce. Las niñas pueden estar lastimadas, o escondiendo algo, o teniendo problemas con una amiga, o aislándose un poco debido a alguna inseguridad o conflicto, y Barb lo sabe. Y nuestra casa no es la única en ese sentido. Cuando un esposo y padre siente que los niños no están por ahí tanto como de costumbre, él puede pensar: Bien, ahora puedo trabajar un poco, o mirar tal partido, o leer el periódico. Pero cuando una esposa y madre siente este tipo de distancia hacia los niños, se preocupa. Usted necesita utilizar precisamente esa sensible feminidad para darse cuenta qué es lo que está sucediendo con su esposo, lo cual implica no sólo leer sus movimientos, sino también su estado de ánimo. Los hombres a menudo no saben cómo verbalizar lo que están sintiendo. Así que es esencial para usted usar sus instintos cuando trate de entender lo que está sucediendo en nuestras cabezas. Conocer los tiempos es siempre importante, incluso cuando se lidia con el hombre de temperamento más moderado. Así que aprenda a leer nuestros estados de ánimo. Si lo hace, pronto conocerá la respuesta a este tipo de preguntas. 

Si usted plantea un asunto delicado al final del día, ¿su esposo entrará en la conversación, se aislará en el transcurso de la misma, o la va a increpar?



Cuando su esposo llega a casa después del trabajo y usted le está contando sobre su día, ¿es más probable que el le dé algún consejo o hace lo que usted realmente necesita y sencillamente escucha?



Si usted recibe una preocupante llamada telefónica de su madre un sábado por la tarde y su esposo está trabajando en la cochera, ¿él la atenderá con cariño y comprensión, o se distraerá por las tareas que tiene a mano?



¿Cuándo su esposo se vuelve caprichoso?

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¿Qué cosas tienden a disminuir el sentido de valor de su esposo?



¿Su esposo se irrita más cuando está cansado o fatigado?



Aunque no sea algo común, su esposo parece estar irritable. ¿Está molesto con usted o está estresado por alguna razón laboral?

Un amigo mío recientemente alardeaba: “Mi esposa puede leerme como a un libro.” Piense en esa declaración. Usted va a una librería, deseando que entre la gran cantidad de libros pueda encontrar un tesoro. Toma algunos, lee la portada, hojea algunos otros, y se pregunta si su interior concuerda con toda la publicidad que se le hace por fuera. ¿Será el contenido tan hermoso como la tapa? Finalmente usted elige uno y se lo lleva a su casa, y se acurruca en su silla favorita. Repentinamente, los personajes se vuelven sus amigos y la historia se hace parte de usted. No siente ganas dejarlo y desea seguir la lectura más y más. Cámbiele algunas palabras, y así podría describir lo que es un gran matrimonio. La relación comienza con una atracción hacia lo externo, los aspectos visibles, la apariencia, la personalidad, el encanto y el sentido del humor. Pero es cuando ven lo que realmente hay adentro que ustedes se comienzan a conocer mutuamente en el sentido más profundo de una relación entre esposo y esposa; es cuando realmente comienzan a deleitarse mutuamente y a hacerse uno. Gracia. Aliento. Seguridad. Tiempo. Estudio. Todos estos son clave para el amor incondicional y la aceptación. Aquí hay una lista para evaluar, la cual le ayudará a medir cómo le está yendo en cada una de estas áreas:  ¿Dónde necesito mostrar algo de gracia, gracia verdadera, al hombre con el cual me casé? ¿Dónde necesito dejar de obrar yo y permitir que Dios haga Su obra en él? 

¿Quién necesita mis palabras de aliento más que nadie en mi vida? ¿Es más fácil para mí alentar a mis hijos y a mis amigos de lo que lo es alentar a mi esposo?



¿Qué estamos haciendo para edificar la seguridad en nuestro matrimonio, de tal manera que nos arriesguemos a amar incondicionalmente?



¿Cuándo fue la última vez que tomamos un tiempo para profundizar mutuamente? ¿Estamos dejando algún tiempo para conectarnos mutuamente a diario?

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¿Estoy estudiando a mi esposo? ¿Conozco sus puntos fuertes así como también sus debilidades? ¿Le estoy ayudando a edificar lo primero y fortalecer lo último de modo tal que pueda llegar a ser una con él de la mejor forma?

Estas son preguntas difíciles. Construir un gran matrimonio no es fácil. Como dice Barb, el verdadero amor no siempre tiene lugar en un balcón romántico. Algunas veces se lleva a cabo en un campo de batalla. Permítame que le cuente sobre un esposo y una esposa que saben todo sobre la realidad del amor incondicional en tiempos difíciles. El mejor ejemplo de amor incondicional Ernesto trabajaba duro y provenía de una larga genealogía de hombres trabajadores, estoicos, de buena madera. Su padre y su abuelo se habían enorgullecido de una ética de trabajo que se jactaba diciendo: “Quizá seas más inteligente que yo, pero nunca trabajarás más que yo.” Con todo, bajo la presión, esa firme ética laboral parecía más bien una actitud tozuda que hería y asustaba a la esposa de Ernesto, Karen. El mayor temor de Karen era que Ernesto se rehusaba a cuidarse, y que eso la llevara a quedarse sin esposo, y a los niños sin padre. Ella tenía buenas razones para temer. Tanto el padre de Ernesto como su abuelo habían muerto a los cincuenta y tantos años debido a ataques cardíacos. A la edad de cuarenta y ocho, Ernesto tenía el colesterol alto y comía alimentos pesados en cada “poderoso” almuerzo. Hacía meses que no participaba de la rutina de su hogar, y habitualmente cancelaba su visita anual al médico, diciendo con insistencia: “Estoy demasiado ocupado en el trabajo para ir allí.” Karen había hecho todo lo que podía para cuidar a su esposo. Le había presionado para que fuera a ver al doctor. Había hecho un itinerario de comidas saludables en la casa, pese a que ya había desistido de tratar de controlar sus hábitos alimenticios en el trabajo. En resumen: Ernesto no se estaba cuidando, y la estaba enloqueciendo. Habían tenido más de una discusión acalorada al respecto. Ernesto sabía que las molestias que Karen le causaba (como él solía llamarlas) fluían de su amor y preocupación por él, pero él no estaba dispuesto a cambiar. Simplemente no podía ser molestado. Entonces comenzó a sentir un leve dolor en el pecho y se asustó. No le dijo nada a Karen. Por un lado no quería que ella se preocupara, y por otro no quería admitir ante sí mismo que algo andaba mal. Entonces, una noche sus dolores de pecho se hicieron más intensos, haciendo que dejara de negarlos y llegara al punto de exclamar: -

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Karen, tengo que decirte algo. Durante las últimas tres semanas aproximadamente he tenido un dolor en el pecho. Creo que probablemente es sólo una indigestión, pero... - De alguna manera, el permitir que ella estuviera al tanto de sus temores alivió algo de la ansiedad de Ernesto. Si bien Karen estaba agradecida que Ernesto había sido honesto con ella, sintió aún más temor. Le suplicó que fuera al hospital inmediatamente. Él no quiso hacer eso, pero le prometió que llamaría al médico al otro día. Con desesperación Karen le dijo, -Si tienes un ataque cardíaco y mueres, los niños y yo siempre sabremos que fue tu culpa. Tú deliberadamente escoges no cuidarte. Estoy muy frustrada, y no sé siquiera a dónde ir. Por favor, haz algo.Pero era demasiado tarde. Cuando a la mañana siguiente estaba subiendo a su oficina del segundo piso por las escaleras, Ernesto tuvo un ataque cardíaco masivo. No murió, pero tuvo que enfrentar una larga recuperación, y nunca volvería a ser el mismo. Karen por mucho tiempo había temido que esto mismo sucediera, y finalmente sucedió. En un instante, la vida de ella había cambiado. Con uno de sus hijos en la universidad y el otro listo para ir, tuvo que enfrentar algunos ajustes significativos. Trabajaba día y noche, cuidando a Ernesto, siendo una madre para sus hijos y tratando de poner orden y estabilidad en una casa en crisis. En su corazón sentía que había quedado sólo ella para luchar debido a la negligencia de Ernesto, pese a eso amaba a su esposo y quería cuidarlo. El estilo de vida que llevaban cambió dramáticamente. Ernesto ya no podría retornar a su gran empleo. Habiendo disminuido en gran manera sus ingresos, y con sus ahorros agotados, Karen se vio forzada a conseguir un empleo fuera de la casa. Ella tuvo que enfrentar una decisión. Podía resentirse con Ernesto por su comportamiento obstinado y despreocupado, el cual les había llevado a esa situación, o podía perdonar sus equivocaciones y amarle incondicionalmente con el amor de Cristo. ¿Le daría ella un amor que él no merecía? ¿O cubriría su corazón con una pared y continuaría con su matrimonio sin que le importara mucho, no liberándolo nunca del dolor que sus acciones habían ocasionado a su familia? Ella escogió amarlo incondicionalmente. Karen enfrentó la verdad que mientras no le otorgara amor y perdón a Ernesto, su propia ira y resentimiento la encarcelarían. En su quebrantamiento y obediencia, Dios le ayudó y le dio el valor y la humildad para amar a su esposo a pesar de los pesares, independientemente del resultado de las acciones de este. Ella tomó un camino superior, devolviendo bendición por maldición (vea 1 Pedro 3:9). Al amor sacrificial de Karen ejemplificó el amor de Cristo frente a Ernesto, y él respondió. Comenzó a lidiar seriamente con el dolor que

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le había ocasionado a ella y a su familia, y comenzó a amarla con el mismo tipo de amor sacrificial. Esta familia que supo tener éxito social, se había transformado en algo mucho más significativo: habían llegado a modelar el amor de Cristo el uno al otro. Su matrimonio tomó una dimensión completamente nueva, y comenzaron a servirse y amarse mutua e incondicionalmente. Las cosas que parecían ser tan importantes (membresía en el club de golf, vacaciones exóticas, una cartera con sustanciosas sumas) fueron reemplazadas con momentos juntos en oración, placeres sencillos, tales como salir a caminar una vuelta a la manzana, y el tipo de entendimiento y conexión íntimas que nunca habían experimentado. No me malinterprete, Ernesto y Karen tuvieron que hacer grandes ajustes en su estilo de vida. Pero lo hicieron bien. ¿Por qué? Porque siguieron el ejemplo de Cristo, amándose uno a otro con el amor ágape. Y Karen estableció el paso. El amor incondicional es lo auténtico. El artículo genuino. Es el tipo de amor que se da cuando no se merece. Jesús nos da el ejemplo de esto, Pablo escribe sobre él, y el Padre nos lo da. ¿Amará a su esposo incondicionalmente, en la misma forma que Karen amó a Ernesto? Esta es la principal necesidad de amor que los hombres tienen en sus matrimonios. Esta es la forma en la que se puede obtener un gran matrimonio. Es Dios quien lo dice.

Capítulo 2 Amor incondicional La necesidad de amor #1 de la esposa “Necesito que me ames con el amor de Cristo.” Barb habla a los esposos

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Ni en sus sueños más atrevidos, José podría haberse preparado para lo que estaba a punto de escuchar de su esposa. -¿Qué es lo que te molesta, Leslie?-Nada- Una nube descendió sobre el rostro de ella, a medida que se alejaba de él. Era una pregunta sencilla. La misma pregunta que José le había hecho docenas de veces durante sus treinta y cinco años de matrimonio. Y la respuesta de ella era siempre la misma: las palabras de Leslie decían que no había nada mal, pero su humor y la distancia que ponía decían lo contrario. Cuando este interruptor invisible se activaba dentro de ella, José se sentía incómodo e inútil. Tal vez el caminar nos ayude. –Vayamos a caminar,- le dijo. –Es un día sumamente hermoso.El clima era perfecto en esa tarde fresca de octubre, y el sol les abrigaba. A José le fascinaba poder estar con su esposa. Le tomó la mano mientras caminaban, deseando que el sol pudiera penetrar el frío de su alma. Nuevamente intentó llegar a ella. -¿Quieres hablarme sobre lo que te está preocupando?-No es nada, José.-Mira, estoy intentándolo todo para que seas feliz hoy. Una caminata en el parque, un tiempo a solas como pareja. Pensé que te gustaría, pero no puedo obtener nada de ti. No puedo llegar a ti. Pareces estar muy fría.Fría. Tienes razón, José. Estoy fría. Estoy congelada por mi pasado. También estoy aterrada. ¿Cómo podría contarte sobre los recuerdos que me atormentan? He orado para poder olvidar, pero no puedo. Si te lo dijera, me dejarías. Nunca podrías amarme si supieras. Nadie podría amarme. Es mi secreto, y tengo que mantenerlo así. A medida que Leslie batallaba con sus pensamientos internos, comenzó a llorar. Oh grandioso, está llorando de nuevo, pensó José. Yo sólo quería que este fuera un lindo día. ¿Qué hago ahora? -Sentémonos por unos minutos,- le sugirió él. Se sentaron en un banco del parque que estaba debajo de árboles de hojas rojas y robles dorados. El viento movía las hojas hacia nuestros pies mientras Leslie continuaba llorando. -¿Qué anda mal, Leslie? Lamento si te parecí duro o abrupto, pero cuando estás así de herida quiero ayudarte. Sin embargo sólo guardas silencio, y no puedo acercarme a ti. Leslie, te conozco desde hace treinta y siete años, y puedo ver que sea lo que sea que causa este dolor, se está poniendo peor. ¿De qué se trata?-Te amo tanto, José, y tú sabes que me amas en la medida que me conoces,- susurró Leslie, enjugando sus lágrimas.

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-¿En la medida que te conozco? Te conozco desde que tenías diecisiete años y te mudaste a aquella casa vieja al final de la calle. ¿Qué quieres decir con eso de que „en la medida que te conozco‟? Cariño, por favor dime qué es lo que anda mal. Me puedes contar cualquier cosa.Sobrevino un silencio que parecía una eternidad, a medida que Leslie luchaba entre si al fin y al cabo le diría o no a José. Luego de lo que había sucedido dos días atrás, ella sabía que no tenía mucho tiempo. Las circunstancias podrían llegar a tomar esa decisión en vez de ella. Dios, por favor no permitas que pierda a José. No ahora. No después de todos estos años. José esperó pacientemente, sintiendo la batalla interior de su esposa. -Oh José, te amo tanto, pero tengo tanto temor.José sostuvo su mano con firmeza. –Está bien cariño. Toma tu tiempo. Estás a salvo conmigo. Te amo más de lo que cualquier otra persona sobre la faz de la tierra pudiera amarte.Leslie se sonó su nariz con su pañuelo y tomó aire profundamente antes de continuar. –José, sé que es así, y eso es lo que tengo miedo de perder. Tengo temor de que no puedas amarme después que sepas quién soy realmente.-Siempre te amaré,- le susurró José, sin querer perturbar su disponibilidad de hablar. -Cuando nos conocimos, tú me otorgaste el tipo de amor y respeto que yo nunca antes había conocido. Ahora sé que no puedo vivir sin ese amor, y tengo temor de perderlo. He estado corriendo toda mi vida. Cuando me mudé a nuestro vecindario siendo joven y te conocí, pensé que podría comenzar de nuevo. Yo estaba comenzando de nuevo José. Estaba huyendo de algo terrible de mi pasado. Estaba tan avergonzada de decírtelo. Verás, yo tuve un bebé.- Leslie comenzó a sollozar nuevamente. José exhaló y cerró sus ojos. –Oh cariño, lo siento mucho. Que cosa tan pesada para haber cargado todos estos años.- Él puso su brazo alrededor de ella, dejó que la cabeza de Leslie quedara gacha y oró en silencio, dándole la oportunidad de continuar. -Tenía catorce años cuando sucedió. Mis padres estaban devastados y avergonzados de mí. Su principal preocupación era que nadie supiera de mi embarazo, así que me enviaron a vivir con mi tía Edna por seis meses.José acarició el hombro de ella, alentándola silenciosamente a seguir hablando. -El bebé era una niña. La sostuve por sólo unos minutos y luego se la entregué a la enfermera. Nunca más volví a verla.-Oh Leslie, que duro debe haber sido para ti hacerlo. Qué pérdida tan terrible,- le dijo José tiernamente.

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Alentada por su consuelo y palabras de comprensión, Leslie tomó aliento profundamente y levantó su cabeza un poco. –Luego de conocerte, tú te transformaste en mi todo, y me aterraba pensar que nunca me amarías verdaderamente si sabías. He vivido una mentira todos estos años porque no te lo dije. Y deseaba mantener esa mentira por el resto de mi vida. Pero esa esperanza murió hace dos noches.- Leslie inclinó su cabeza nuevamente y dudó, preguntándose si tendría el valor de decirle el resto. -Está bien. Puedes decirme.-Hace dos noches recibí una llamada telefónica. Era mi hija, José. Ella ha estado buscándome, y me ha encontrado. ¿Qué voy a hacer?- y se echó a llorar. José comenzó a llorar también. Envolvió a su esposa con sus dos brazos, y juntos lloraron por el engaño, las heridas y las cicatrices del pasado. Él sostuvo la cabeza de ella contra su pecho y la arrulló, susurrando en su oído: -Sea lo que sea que está por delante, me tienes a tu lado. Nunca te dejaré, cielo. Pasaremos juntos por esto, y saldremos mejor. Siempre te amaré. Sin importar qué. Nunca te dejaré. Nunca.Aliviada por las palabras de su esposo y fortalecida por su inamovible amor, Leslie comenzó a relajarse. Todavía resonaban los temores dentro de ella: ¿Puedo confiar en su amor? ¿Realmente se quedará? Percibiendo que su esposa necesitaba una reafirmación, José comenzó a hablar sobre lo que él estaba sintiendo. –Yo no siento vergüenza de ti, Leslie. No sería honesto si te dijera que no estoy herido debido a que no me dijiste esto antes, pero te perdono. Dios nos permitirá superar esto. No necesitas sentir más temor, cariño. No te dejaré.Leslie levantó su cabeza y miró a José a los ojos por primera vez desde que se sentaron. –José, no puedo creer que me ames luego de saber esto sobre mí. Me siento tan vulnerable, tan culpable, tan indigna.-Tú eres culpable e indigna. Igual que yo. Ambos somos pecadores salvados por la gracia. Pero si lo que creemos sobre el amor de Dios es verdad, que nos ama incluso cuando no lo merecemos, entonces debemos creer que él puede ayudarnos a amarnos mutuamente, pese a que hayamos hecho cosas que están mal. ¿Crees que Dios te ha perdonado?-No puedo decirte cuántos cientos de veces he confesado mi pecado y le he pedido que me perdone. Sé que la Biblia dice que él lo hace, pero yo no lo siento. Sencillamente me siento sucia.José la tomó en sus brazos nuevamente y la abrazó firmemente por varios minutos. –Dios te ha perdonado Leslie. Y yo también.- luego él comenzó a orar. –Señor, realmente necesitamos tu ayuda. Libera a Leslie de esta carga pesada que ha llevado por tanto tiempo. Ayúdala

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a aceptar tu perdón y tu amor. Ayúdala a creer en mi amor por ella. Me entrego nuevamente para amarla incondicionalmente por el resto de nuestras vidas. Llena mi vida con el tuyo propio. Ayúdanos ahora a seguir adelante desde aquí. Amén.En los días y las semanas que siguieron, José y Leslie compartieron la historia de Leslie con sus hijos adultos. Y en la medida que José modeló su amor hacia Leslie, los hijos siguieron el ejemplo del padre. Ellos animaron a su madre y la consolaron a medida que ella les reveló el dolor de su pasado. Una noche, cuando Leslie y José fueron a su cama, ella dijo, -José, tú conoces mis más severas equivocaciones y con todo, tu amor me cubre. Me siento limpia y aceptada. Ya no siento la desgracia. Nunca soñé que pudiera sentirme así de segura.-Estás a salvo, cariño. Y estás libre. Ya no eres una prisionera de tu pasado. Algo siempre nos ha unido como familia, y ahora sabemos de qué se trata. Esta es como una segunda oportunidad para todos nosotros.Al ser liberada de su temor, Leslie pudo comenzar a tener algún contacto con la hija que había dado en adopción. El destino de toda una familia fue cambiado debido a que un hombre amó a su esposa incondicionalmente. El poder del amor incondicional La historia de cada esposa es diferente, pero cada esposa comparte esta misma necesidad de amor incondicional y aceptación. Eso se nos hizo bien en claro cuando la mayoría de las mujeres de nuestra encuesta respondió que la necesidad de amor incondicional y aceptación era su principal necesidad de amor. No deberíamos sorprendernos si lo consideramos. Todos necesitamos amor, pero más lo necesitamos cuando menos lo merecemos, cuando hemos pecado contra alguien, cuando hemos hecho malas elecciones, o cuando hemos fracasado. En estas situaciones, el amor común y corriente se transforma en un amor extraordinario. Imagine que su cónyuge le ame por completo, sin siquiera dudar al pensar en los errores suyos. ¿Verdad que luce como el amor de Cristo? Lo es. Esa es la raíz del amor incondicional, y él es la fuente exclusiva del mismo. El amor incondicional cubre nuestros errores, y los resultados conducen a que una pareja profundice su relación. El amor de José hacia Leslie reflejó el amor de Dios hacia nosotros. Fue cuando aún éramos pecadores (cuando no merecíamos el amor de Dios), que él nos mostró su amor enviándonos a Cristo a morir por nuestros pecados (Romanos 5:8). Recuerdo cuando sentí por primera vez el poder del amor incondicional de Dios hacia mí. Fue durante mi segundo año en la universidad,

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cuando me di cuenta que estaba por perder dos materias. No tenía a nadie para culpar más que a mí misma por dicha situación; sencillamente había pasado más tiempo con mis amigas que con mis tareas escolares. Pero no podía soportar el tener que decírselo a mis padres, quienes con tanto sacrificio financiero me estaban apoyando allí. Estaba avergonzada de mí misma, mi corazón estaba enfermo por haberlos defraudado. Había fracasado en satisfacer sus esperanzas y expectativas. Anhelaba tener la aprobación de mis padres, y quería que ellos estuvieran orgullosos de mí, pero mis notas reflejaban que yo era una hija muy inmadura. Sentía como si tuviera un enorme cartel en mi espalda, que me pesaba mucho, sobre el cual estaba el veredicto: Culpable. ¿Se identifica con lo que yo estaba experimentando? Independientemente de lo que hayamos hecho, nuestra culpa y vergüenza tienen una forma de hacernos sentir abrumados y horribles. Al darse cuenta de que mi corazón estaba sobrecargado, mi hermano Barry quiso hablar sobre mi desánimo. Barry era un recién convertido, y me animó con palabras sobre cómo la gracia de Dios cubre nuestros peores errores y cómo su amor hacia nosotros es incondicional, él nos ama incluso cuando somos culpables. Esa noche, mientras yo luchaba con mis sentimientos internos y las palabras de Barry que daban dirección espiritual, fue como si las fuerzas del bien y del mal estuvieran en una batalla por mi alma. Y fue en esa hora negra que comencé a ver y creer que Dios me amaba a pesar que yo no lo merecía. Escuché a Dios diciendo: Barb, te amo tanto que envié a mi Hijo a morir por ti. Y por causa de su muerte, te declaro inocente. Esa noche, por primera vez gusté el amor incondicional de Dios. Y en los años que le sucedieron, Dios me ha recordado una y otra vez, en muchas formas, su amor incondicional hacia mí, especialmente en los momentos en que mi esposo me ha amado cuando no lo merecía o cuando yo le estaba hiriendo. Cuando usted ama a su esposa incondicionalmente, le refleja el amor de Dios a ella. Así como Leslie, su esposa, querido amigo, necesita este tipo de amor, mayormente en momentos de sufrimiento. Ella necesita que usted le rodee con su presencia, su cariño, y su deseo de ayudarla para que sane. Pruebas tan terribles le ofrecen a usted la oportunidad de colocar sus pies sobre las brasas juntamente con ella y mostrarle a su esposa que usted la ama a pesar de los pesares. Aproveche estas oportunidades para mostrar su completa confianza y devoción hacia ella. Use esos momentos para amar a su esposa en la forma en que Dios la amaría. El Espíritu de Dios está en usted. Confíe en que él le enseñará qué decir, cómo decirlo tiernamente y qué

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hacer. Apóyese en su entendimiento para llegar a ser “Dios en carne y hueso” para su esposa. El amor incondicional tiene el poder de transformar a su esposa. Así y como transformó a Leslie. Así como transformó a Julia. Julia intentaba educar a sus cinco hijos por sí misma mientras que su esposo, Frank, viajaba constantemente ya que era vendedor. La mayor parte de los días sobrevivía a la batalla, pero en la noche caía sobre su cama exhausta por las interminables demandas que se le hacían. Las olas del desánimo pasaban sobre ella. En la oscuridad sus temores crecían. Julia temía que su esposo la abandonara. Después de todo, el padre de ella ya lo había hecho antes. Luego que sus padres se divorciaron, su padre remontó vuelo, dejando a su esposa y a los niños para valerse por sí mismos. Durante las prolongadas horas de la noche, Julia temía que Frank se escapara de ella también. Para el momento en que Frank regresaba de sus viajes de negocios, sus temores habían crecido con tal proporción que a menudo se irritaba fácilmente con él y le gritaba por lo más insignificante. Una vez incluso llegó a amenazarlo con abandonarlo. No sé si se daba o cuenta o no de esto, pero su contaminante sufrimiento estaba destruyendo la confianza mutua que se tenían. Frank estaba frustrado por los arrebatos de su esposa, los cuales a él le parecían irracionales, pero no desistió. Entonces un día, en un ataque de ira, ella dejó salir todos sus temores: -Sé que me vas a abandonar tal y como hizo mi padre cuando yo tenía ocho años.Repentinamente, Frank tuvo un vistazo de la raíz del problema: Julia estaba viviendo y reviviendo el abandono que sufrió de niña, en un constante temor de que el hombre que amaba la dejaría tal y como su padre había hecho. Frank decidió que amaría a su esposa para llevarla nuevamente a sentirse segura. Ajustó su itinerario de modo que pudiera pasar más tiempo con ella cada semana durante dos meses. Canceló un juego de pelota que tenía el fin de semana, le pidió a su hermana que cuidara a los niños y llevó a Julia al museo de arte. En algunas ocasiones sólo almorzaban juntos, caminaban por algún centro comercial, o iban a la tienda a hacer las compras. La persistencia amorosa de Frank y su acción decisiva le comunicaron a Julia que él reconocía las muchas responsabilidades que ella estaba cargando cuando él estaba fuera. Cuando estaban juntos, él la animaba a que hablara. Él se apoyaba sobre su silla y decía, -Háblame de tu día, Julia.- Entonces la escuchaba. A medida que lo hacía, conoció más temas que surgían del abandono por parte del padre de ella, la sucesiva soledad, y el deseo de que Frank la acompañara. Frank comenzó a ocuparse de las preocupaciones de su esposa en

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nuevas formas. Al entender la soledad de su esposa, intentó llamarla más a menudo cuando estaba de viaje. En lugar de culpar a su esposa por su comportamiento irritable, Frank escogió amarla incondicionalmente. Y Julia floreció a la luz de ese amor. Al igual que Frank y José lo descubrieron, cuando usted elige amar a su esposa incondicionalmente, ese amor cosechará enormes dividendos en su matrimonio. De hecho, transformará su matrimonio. Cuando miro hacia atrás y contemplo todo lo que Gary y yo hemos atravesado como pareja, me doy cuenta que nuestro matrimonio ha sido fortalecido más en los momentos en que él me amó a pesar de mis fracasos y debilidades. A través de esos tiempos dolorosos, Dios forjó un amor en nosotros que durará toda la vida. Nos hemos unido de tal forma que nada nos puede separar. El experimentar el profundo gozo del amor incondicional de Gary hacia mí me ha dado el deseo ferviente de devolverle el mismo tipo de amor que he recibido. Si usted tiene hijos, descubrirá, así como José y Leslie hicieron, que su amor incondicional hacia su esposa también tendrá una gran influencia en ellos. Cuando sus hijos le vean amar a la madre de ellos en forma incondicional, tendrán un ejemplo para imitar en sus propios matrimonios. Por lo tanto, el efecto será transmitido de generación en generación. ¿Cuándo necesita su esposa su amor incondicional? ¿Cómo completaría su esposa las siguientes oraciones?    

Me gustaría que mi esposo me amara incluso si yo ... Necesito el amor de mi esposo especialmente cuando ... No merezco el amor de mi esposo porque yo ... Mi esposo nunca me amaría si supiese ...

Si usted puede completar estas frases con confianza, ha dado un paso importante hacia delante en lo que respecta a satisfacer las necesidades de su esposa al estar consciente de las situaciones que requieren de su amor incondicional. Cómo mostrar ese amor es el próximo paso, el cual veremos después. Pero ahora, concentrémonos en lo que es entender la necesidad de ella. Si no puede completar las oraciones, entonces puede hacer dos cosas: lea las siguientes secciones y pídale a su esposa que le ayude a completar las frases en la forma que se aplican a ella. Amor en su punto de máximo sufrimiento Las áreas de sufrimiento varían de mujer a mujer. Quizás la mayor área de sufrimiento para su esposa tiene que ver con algo que ella

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hizo en el pasado, algo que todavía la persigue. Así como Leslie, su esposa puede necesitar perdón y paciencia y un lugar seguro donde sanar. Tal vez ella no pueda olvidar una relación que según su parecer ella echó a perder, o algún incidente que ella perciba como un fracaso de su parte. O quizá el sufrimiento es algo que le fue hecho en el pasado. Si su esposa fue descuidada o si se abusó de ella o fue abandonada cuando niña, ella necesita su amor incondicional a medida que vaya saliendo del daño que le fue hecho. Si fue humillada, haciéndole que perdiera confianza en sí misma, necesita saber que usted la amará pase lo que pase. El sufrimiento de su esposa puede surgir de problemas físicos, de ella o de alguien más. Si su esposa tiene problemas crónicos de salud o si cuida a otra persona que los tiene, necesita paciencia y estímulo. Su disposición de estar con ella revitalizará su energía emocional. Puede que su esposa esté luchando con alguna pérdida. Puede ser un extravío o la muerte de uno de sus padres, un cambio de carrera o la pérdida de alguna amiga, el mudarse a una nueva localidad o a una nueva iglesia. Ya sea que esté planeado o no, los cambios tienen su forma de afectar a la mujer, haciéndola sentir como si le hubiera quitado la alfombra donde estaba parada. En tales momentos, ella desesperadamente necesita que esté conectado emocionalmente a ella, compartiendo el dolor con ella. Amor en su punto máximo de vulnerabilidad Para muchas mujeres, el deseo de complacer es un punto de enorme vulnerabilidad. La mayoría de las mujeres tienen una profunda necesidad de complacer a otros. Simplemente fuimos hechas así. Necesitamos conectarnos y relacionarnos con la gente a medida que cumplimos nuestras metas en la vida. Nos estimulan las actividades que involucran a las personas. Y parte de nuestra conexión con la gente es complacerles: nos sentimos útiles al saber que hemos complacido a otros, que hemos hecho a otros felices, que hemos hecho bien nuestro trabajo. El problema es que el tratar de complacer a otros puede tomar la prioridad sobre cualquier otra cosa. Cuando eso sucede, puede algunas veces parecer como si hubiese un mar de rostros en una audiencia, y se supone que nosotros debemos complacer a cada uno de ellos. Esta es la exigencia que nostras las mujeres nos podemos atribuir fácilmente, y es una meta que nunca podremos alcanzar. Trabajamos lo más que podemos para complacer a las personas a quienes rendimos cuentas: nuestros esposos, nuestros hijos, nuestros padres y nuestros amigos cercanos. Pese a eso, no podemos satisfacer

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a todos durante todo el tiempo sin autodestruirnos. Es allí que su amor incondicional, querido esposo, puede marcar una verdadera diferencia. Usted puede animar a su esposa en esta área de vulnerabilidad al recordarle que ella está viviendo su vida delante de una audiencia de Una persona, y que la verdadera fuente de sus logros es su comunión con el Creador. Él la creó, planeó el propósito de su vida, y la formó para complacerle. Ese es el “vacío con forma de Dios” que ella intenta llenar. Ella no debe definirse a sí misma por lo bien que pueda complacer a otros, sino por cómo ella le trae gozo al Señor, complaciendo esta audiencia de Uno sólo. Demasiadas veces sin embargo, las mujeres buscan en los rostros de las personas que rodean sus vidas para satisfacer esta necesidad, colocando demasiada presión sobre ellas mismas y experimentando devastadores desengaños cuando las mismas no satisfacen sus propias expectativas o las de otros. En lugar de intentar complacer a Dios, ellas se ponen en la precaria posición de complacer a las personas. Muchas mujeres trabajan muy duro, tratando de causar una buena impresión a todos, y terminan sin complacer a nadie, ni siquiera a ellas mismas. Algunas veces, esa tendencia lleva a las mujeres a comprometerse con demasiadas actividades, dejándolas abrumadas o con riesgos de sufrir problemas de salud. Si usted ve estas tendencias en su esposa, asegúrele que usted la ama en la forma que ella es. Recuérdele a menudo que Dios se deleita en ella. Su amor incondicional puede ayudarla a dejar de intentar complacer las demandas interminables de la gente, y a descansar en los planes de Dios para su vida. El temor al fracaso puede ser otra área de vulnerabilidad para las mujeres. Si el temor está inmovilizando a su esposa al punto de que ella tiene temor de hacer cualquier cosa, ella necesita saber que usted la amará incluso si ella fracasa. Ella necesita saber que la amará independientemente de sus logros. Su amor incondicional derretirá su temor y la liberará de las expectativas interiores que está amontonando sobre sí misma. Si su esposa es como la mayoría de las mujeres, pasará mucho tiempo comparándose con otras personas, a menudo evaluándose como inadecuada. Ella teme secretamente que otras son mejores, más fuertes, más sabias, o más hermosas que ella. Eso puede quitarle su contentamiento y su confianza en sí misma. Ella necesita su amor incondicional para cubrir esas inseguridades escondidas y asegurarle que ella es una bendición para usted. Recuérdele que ella es el regalo de Dios para usted. Recuérdele todas las cosas que ella le provee a su vida. El amor incondicional provee un clima de seguridad en el cual su esposa puede aceptarse a sí misma por quien ella es.

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Amor en su punto máximo de fracaso Espero que usted piense que su esposa es la mujer más maravillosa del mundo. Espero que usted sea quien más la admire y le dé ánimo. Pero usted probablemente es también la persona que ve sus fallas con más claridad. No debido a que usted se dedique a criticarla (por lo menos espero que no lo haga) sino porque usted la conoce más que ninguna otra persona. La pregunta crucial es esta: ¿Qué es lo que usted hace con lo que sabe sobre ella? ¿Qué hace cuando ve las faltas de su esposa? ¿Las exagera? ¿Retiene el amor que le tiene hasta que ella corrija sus equivocaciones? ¿Usa lo que ve para poder herirla? ¿O acaso ve todas sus debilidades humanas y elige amarla a pesar de las mismas? ¿Elige amarla incluso aunque ella no cambie? Eso es el amor incondicional. Cuando la necesidad de amor número uno de su esposa no es satisfecha Marcos es un exitoso hombre de negocios, él es un alto productor para su compañía y recibe muy buena recompensa por su duro trabajo. Su empleo implica que viaje mucho, y cuando no está de viaje, preside diversas juntas. Siempre está activo, siempre mirando hacia adelante, siempre procurando nuevas oportunidades para lo que él denomina “la razón” de su vida. La esposa de Marcos, Sally, es precisamente lo opuesto. Parecería que se queda en la espera. De hecho, puede que hasta incluso vaya hacia atrás. Invierte horas viendo televisión, y cuando Marcos llega a casa, parece estar en otro mundo y desinteresada en lo que él hace. Sus conversaciones giran principalmente en torno al calendario familiar, los niños, y asuntos inmediatos que deben ser resueltos. Molesto con esta situación, Marcos se ha dedicado aún más a sus propios intereses. Lo que Marcos no ve es que mientras él se ha dedicado a su trabajo y a sus otras actividades, ha estado descuidando a su esposa y las necesidades de ella. Sally siente que Marcos no la valora tanto como valora su trabajo. En su ausencia, ella se ha vuelto a las telenovelas, los programas de entrevistas y las redes de compra en busca de compañía. Marcos tiene una elección que hacer aquí. A un cierto nivel él está consciente que su esposa esta marchitándose. Él puede continuar estando molesto y apartarla cada vez más, o puede mirar por encima de sus “fallas” y descubrir que la raíz de todo es la necesidad que ella tiene de ser amada. Si Marcos está dispuesto a darle a Sally tiempo y una verdadera atención, la verá florecer y transformarse en la mujer

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que debe ser. También verá a su matrimonio transformarse en la relación vital que debería ser. Su esposa es un regalo especial de Dios para que usted disfrute durante toda su vida. Ella tiene amor, ternura y mucho más para ofrecerle. Pero una mujer que no recibe amor incondicional y aceptación de su esposo se marchitará y se alejará. Si sus necesidades emocionales no son satisfechas por su esposo, tal y como las de Sally no fueron satisfechas por Marcos, este amor y ternura no tiene a dónde dirigirse. Se seca y abandona tanto al esposo como a la esposa, dejándoles vacíos. En el peor de los casos, Sally podría comenzar a mirar a otros hombres para obtener el tiempo y la atención que no consigue de Marcos. David ha tenido una amarga experiencia con “el peor de los casos”. Cuando su esposa le confesó que había estado teniendo un amorío con su jefe, la respuesta de David fue, -¿Quieres divorciarte?- Él nunca le habló acerca del amorío que su esposa le mencionó. Nunca discutió con ella sobre el tema, nunca intentó salvar su matrimonio. Sencillamente claudicó. Después que yo escuché su historia, le pregunté a David, -¿Por qué no peleaste por tu matrimonio? ¿No pensaste acaso que tal vez ella te confesó lo que había hecho para probar tu amor hacia ella? ¿Se te ocurrió que quizá estaba intentando averiguar si tu amor era condicional o incondicional? Al llegar a ese punto tan bajo de su vida, ella probablemente anheló que tú la amaras completamente, y que pelearas por el matrimonio. Tal vez ella nunca quiso el divorcio. Quizás sólo te estaba pidiendo que la amaras incondicionalmente. En ese momento del fracaso más profundo de tu esposa, tuviste una oportunidad de mostrarle cómo es el amor y perdón incondicional de Dios. Me pregunto cómo habría respondido ella si lo hubieras hecho.El rostro de David reflejó su profundo arrepentimiento, ya que se dio cuenta que había perdido una oportunidad de intentar salvar a su matrimonio. En vez de eso, había dado la vuelta y se había marchado. Cuando Marcos y David se casaron con sus respectivas esposas, cada uno se comprometió delante de Dios a ser el hombre exclusivo que amara y sostuviera a su esposa. Y esos votos matrimoniales incluían el ajuste de las actividades diarias para continuar satisfaciendo las necesidades de ellas así como también mostrarles el continuo y real amor de Dios. ¿Que dónde dice eso? Bueno, Efesios 5:25 contiene este mandamiento: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.” Su primera acción es seguir a Jesucristo, quien nos mostró lo que es el amor auténtico e incondicional. Él no fue egoísta. Él voluntariamente cambió el confort celestial y su posición de realeza por la forma humana; se hizo uno de

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nosotros para poder servirnos, hombres y mujeres sin Dios y culpables. Satisfaciendo la necesidad de su esposa de amor incondicional Una vez que entienda las particulares necesidades de amor de su esposa, usted puede comenzar a aprender cómo satisfacerlas. Pese a que todas las mujeres son diferentes, tenemos varias áreas en común en las cuales necesitamos amor incondicional y aceptación. Anímela Cuando su esposa falle o le defraude, a usted o a otros, la primer respuesta suya (sus palabras) determinarán si ella se rinde ante la presión o si se eleva por sobre las circunstancias. Usted le puede mostrar amor incondicional con frases como    

-Nunca te dejaré ni te daré la espalda.-No interesa lo que hayas hecho, podemos resolverlo.-Te amo, y mi amor nunca será algo que tú tengas que ganarte.-Te perdono.-

El poder de la aceptación incondicional durante momentos difíciles o de fracaso puede sanar el alma herida de una mujer. Debido a que estos mensajes emotivos conectan su corazón al de ella, literalmente pueden alimentar y fortalecer a su esposa... y su matrimonio. Un estímulo tal sana corazones quebrantados. Mitiga la dolorosa soledad que roe el espíritu de la persona. En definitiva, depende de usted el proveer a su esposa con el sentido de permanencia y seguridad en su matrimonio, venga lo que venga. Esté con ella Cuando su esposa se siente como un fracaso o cuando está desanimada por no crecer, su habilidad para estar con ella durante dicha trayectoria le dará la fuerza para llegar a estar más fortalecida. Toda mujer lucha con la inseguridad de vez en cuando. Cuando eso sucede, ella debe decidir si el problema con el que está luchando habrá de sacudirla y hacerla cautiva del mismo, o si tomará el control de la situación. La peor cosa que un marido puede hacer es usar este tipo de situación para ejercer el control sobre su esposa. Lamentablemente, Gary y yo hemos visto a muchos hombres que hacen exactamente eso. En vez de “ponerse al lado” de sus esposas y ayudarles a atravesar por ese período difícil, estos hombres se vuelven dominantes, dejando a sus esposas con un sentimiento de desvalorización.

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Gary es fabuloso durante esas ocasiones en las que yo estoy luchando y no puedo librarme de mis cargas. Él usa esos momentos para acercarse más a mí y saber qué es lo que me está sucediendo. Al hacer esto, con gentileza y consolación me expresa su amor incondicional hacia mí, asegurándome que me amará cualquiera sea la situación. Usted puede mostrarle su amor incondicional a su esposa diciéndole cosas como  -Está bien. Estoy aquí. -No puedo fingir que sé lo que sientes. Dime qué es lo que te está molestando. -No entiendo bien qué es lo que te está pasando, pero sinceramente quiero entender. Ayúdame diciéndome lo que estás pensando. ¿Es algo del pasado lo que te causa problemas? Háblame de eso. -Permíteme que ore contigo. Juntos averiguaremos los pasos que deben ser tomados. -Saldremos de esto juntos.Su habilidad para estar con su esposa durante esos momentos de verdaderas pruebas tiene el poder de disolver el temor. ¿Por qué? Sencillamente porque ella no tiene que enfrentar la vida sola. ¿Quiere usted saber cómo es la verdadera sabiduría? Entonces deje a un lado lo que sea que está haciendo y sintonícese con el tema que tiene entre manos. Apague el televisor y sintonice a su esposa. Mírela a ella y escúchela atentamente. Sienta como ella siente lo mejor que pueda. Su esposa necesita una atención no dividida. Su amor incondicional en esta área le permite a ella saber que no hay nada más importante para usted. Además de eso, su compasión le otorga a ella la fortaleza que necesita, a ella la sostiene el saber que no tendrá que atravesar ese momento sola. Hágale cumplidos Cuando su esposa se sienta insegura y preocupada consigo misma, usted puede hacerle cumplidos y afirmarla. Todas las mujeres quieren lucir bien y sentirse bien acerca consigo mismas, pero cuando se miran en el espejo, tienden a darse cuenta de lo que está mal en ellas en vez de lo que está bien. Esa tendencia puede robarle el gozo a su esposa. Así que aquí está lo que puede hacer para mostrarle aceptación incondicional y afirmación:  Dígale específicamente que la ama. Hágale saber cuánto ella lo excita, lo bien que luce, y lo bien que huele.  Use palabras de estímulo. Si puede hacerlo con creatividad, hágale un cumplido a su esposa por lo menos tres veces al día.

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Es fácil. Sólo comience cada frase con, “Tú eres...,” y haga un comentario sobre su cabello, la suavidad de su piel, lo encantador que es su rostro, el atractivo de su ropa, las cosas especiales que ama de ella. Sea sensible. La mayoría de las mujeres son sensibles a temas como la edad, el peso y los cambios corporales. Cuando su esposa se sienta desanimada por su apariencia, diga cosas como: -Tú eres la mujer que siempre necesitaré.-Sé que te desanima tu cuerpo, pero recuerda que yo pienso que eres hermosa.-Amo tu cuerpo porque es tuyo.-Para mí nunca luces mal.-Tus quejas no pueden lograr que yo mire para otro lado. Aún eres la mujer más hermosa que he visto.-

Hágale cumplidos a su esposa por quien ella es. Sus acciones y su carácter son tan importantes como su apariencia. Exprese su amor incondicional con palabras sobre:  Su habilidad para manejar las cosas, tales como la casa y el trabajo  La forma en que aconseja a otras mujeres que vinieron a ella buscando consejo  La paciencia con la que maneja a los niños  El fruto del Espíritu que usted ve en la vida de ella  Lo bien que ella trata con la familia de usted  Su perspectiva, la cual le da un panorama adicional sobre las personas y sus situaciones  La forma en que ella renuncia a cosas en su vida para que usted pueda alcanzar sus sueños  Su habilidad de ser amable incluso cuando otros son descorteses  Su crecimiento espiritual Respete su opinión Cuando su esposa está expresando su opinión, demuestre su amor escuchándola. Valide lo que ella dice con comentarios como:  -Esa es una gran idea. -Hiciste un buen trabajo en esa situación difícil. -Dime más. Necesito entender. -Desearía que se me hubiera ocurrido eso.Tales comentarios positivos reafirman la presencia que ella tiene en su vida.

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Cuando su esposa dice cosas con las que usted puede estar en desacuerdo, antes de intentar “enderezarla” o “arreglar su forma de pensar,” exprese su amor incondicional estando dispuesto a escucharla y hacerle preguntas. Ese tipo de aceptación y entendimiento le permitirá a ella procesar sus propios pensamientos, descargar su ansiedad, y responder positivamente frente a la reacción de usted. Hable con ella y escuche Cuando su esposa necesita hablar, es esencial que usted cree una atmósfera segura para ella. No minimice la importancia que tiene su rol. Establezca dicha atmósfera al:  apagar el televisor a la hora de un partido de fútbol o quitándole el sonido (y sin estar mirando de reojo la puntuación)  decirle a los niños que usted y mamá tendrán un tiempo para hablar y que necesitan diez minutos ininterrumpidos para estar juntos.  No contestar el teléfono si este sonara. Comience los tiempos de charla entre los dos. Recuerde que la práctica hace al maestro. Su habilidad de amar a su esposa incondicionalmente depende en cierto grado de la profundidad de su relación. Prepárese para momentos en los que su amor deba pasar de lo común a lo extraordinario, manteniendo una atmósfera abierta donde compartan mutuamente.¿Recuerda a Leslie y José? José persistió con Leslie acerca de la necesidad que ella tenía de hablar. La llevó a caminar. La animó a decir lo que sentía y le proveyó seguridad a través de su amor incondicional. Como resultado, Leslie fue finalmente capaz de compartir sus temores y sentimientos más profundos con él. Como veremos en capítulos posteriores, las mujeres necesitan procesar verbalmente sus pensamientos e ideas, más que los hombres. Usted puede crear un ambiente seguro para que su esposa se franquee totalmente con usted al tomar tiempo para hablar con ella y asegurarle que la escucha. Practique estas cosas regularmente:  Establezca momentos frecuentes para preguntarle sobre lo que piensa, sus sueños, esperanzas y temores.  Escuche con atención cuando su esposa expresa un deseo o un sueño. Pídale que le diga más sobre ese anhelo. Pregúntele cómo usted podría ayudarla a cumplir ese sueño.  Resístase a la tentación de arreglar el problema cuando su esposa describe una situación vergonzosa que tuvo que atravesar. Déjele en claro que usted la ama, aunque haya hecho algo que la haya hecho queda mal (a ella o a usted).  Llámela a mitad del día para ver cómo va su día.

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Cuando su esposa siente confianza en que usted la escucha y que la entiende (o por lo menos lo intenta), tendrá una intimidad muy profunda con usted. Sea tierno con ella ¿Le resulta difícil amar a su esposa cuando ella está caprichosa e irritable? Nos damos cuenta que es imposible para usted entender por completo lo que las mujeres experimentan con sus cambios mensuales de humor y su fluctuante nivel de energía. Nosotras lloramos aparentemente sin razón alguna, o cambiamos nuestra forma de pensar repentinamente, sufrimos, nos molestamos con todos por cosas sin importancia. Todos los factores fisiológicos (calambres, hinchazones, lentitud) hacen que la mayoría de las mujeres se sientan irritables. ¡Algunas hasta cambian por completo su personalidad! Cuando a su esposa le llega “ese momento del mes,” dé un paso hacia atrás y permítale expresar sus sentimientos. Anticipe su ciclo menstrual, y reconozca que las hormonas afectan sus emociones. ¿Qué debería hacer?  Haga un esfuerzo especial para ser más cariñoso y sensible con su esposa. No importa lo resistentes que podamos ser, nuestra necesidad de ternura está siempre presente.  Esté preparado para que ella agrande sus problemas. Un día yo estaba sentada en el piso, llorando por la leche que había caído sobre la alfombra. (¡Realmente estaba llorando por la leche derramada!) Gary bajó su mirada hacia mí y me dijo con tranquilidad: -Este es el tiempo difícil, ¿verdad?- ¿Me humilló o se rió? No, supo manejar la situación. Se apresuró a realizar sus tareas de padre para que yo no tuviera que enfrentar presiones adicionales.  No tome el cambio de humor de ella personalmente. Luego que haya pasado la tormenta interna, ella se sentirá avergonzada por cómo actuó en forma exagerada. Incluso puede que hasta se disculpe si actuó en una forma que no era muy cristiana. Pase tiempo con ella Cuando los días de su esposa estén llenos de trabajo duro y de necesidades interminables por parte de la familia, cuando ella esté dando más de lo que está tomando, necesita tiempo con el hombre más familiar, confiable y consolador de su vida. Usted no creería lo reconfortante que puede ser para ella. Haga que ese tiempo juntos se haga posible.

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Elimine algunas actividades deportivas durante la semana. Dígale a sus amigos que es un tiempo reservado para su esposa. Deje a un lado el golf o la cacería una vez al mes y pase tiempo con ella. Establezca períodos específicos cada mes para estar con su esposa. Dígale: -Tenemos un nuevo mes, planifiquemos el calendario juntos.Reemplace una reunión “extra” a la que generalmente va, y sirva a su esposa pasando tiempo con ella. Inviértalo en hacer algo que a ella le fascina hacer.

Sírvale La primera vez que Gary hablo a los hombres en una conferencia de Cumplidores de Promesas, yo fui con él para poder apoyarlo y orar por él. El escenario era un vasto mar de hombres, miles de ellos, y Gary estaba animado esa noche, predicando con fuego. Entonces, hacia el final de su mensaje, recibí el impacto de escuchar estas palabras: -Le voy a pedir a mi esposa, Barbara, que venga a la plataforma conmigo. Ella no sabía que le iba a pedir que hiciera esto.Mientras esas palabras se arremolinaban en mi cabeza, alguien me guió por las escaleras de metal negro. En el momento en que pensé que mis rodillas se paralizarían por el miedo, un hombre me trajo una silla. Yo no me atrevía a mirar hacia la izquierda. Sabía que seguramente moriría si veía sesenta mil hombres mirándome. Así que fijé mis ojos en Gary, esperando la próxima señal. ¿Para qué me había llamado a estar en la plataforma con él? Nuestros ojos se encontraron, los míos estaban gritando, ¿Qué va a pasar ahora? Luego sentí las palabras “Confía en él” resonando en mi corazón. Delante de mí estaba mi esposo con su Biblia en la mano. Al comenzar a leer la Escritura, me di cuenta que estaba leyendo en el Evangelio de Juan, “Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás” (Juan 13:8). El temor se apoderó de mí nuevamente. ¿Pies? ¿Los pies de quién? Oh no, nadie me va a lavar los pies. Todo lo que pude hacer fue confiar en Gary, mi compañero del alma. Mi amigo más confiable. Un hombre de integridad. Un hombre que practica lo que dice. Así que observé y esperé mientras él se arrodillaba frente a mí y me quitaba los zapatos. Confié en él a medida que tomó mis pies y comenzó a lavarlos. Lágrimas corrían por sus mejillas al mostrarme la profundidad de su amor por mí. Le observé sacar su pañuelo del bolsillo. Ese era el mismo pañuelo que me da cuando vemos alguna película triste. El mismo en el que lloro cuando nuestra hija menor Missy interpreta “Memories” en el piano. El mismo en el que lloré hasta que ya no me quedaron lágrimas cuando

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le dije adiós a Sarah, nuestra hija mayor, cuando partió rumbo a su primer año en la universidad. Con ese pañuelo él enjugó sus lágrimas y el agua de mis pies. Y en ese momento sentí como si nosotros dos fuéramos las únicas personas en el estadio. Luego Gary se paró delante de aquella multitud silenciosa de hombres perplejos. Y con la fuerza de un guerrero pero con la ternura de un cordero, desafió a esos hombres a ir al siguiente nivel de amor hacia sus esposas, y les pidió que se arrodillaran mientras oraban. A través de todo el estadio, los hombres se arrodillaron, demostrando públicamente que querían ir a su hogar para amar y servir a sus esposas. ¿Tiene usted idea de cómo se siente una mujer que vive con un hombre así? La disposición de Gary de servirme (demostrada no solamente en ese momento en la conferencia, sino también en los momentos diarios de nuestro matrimonio) me convence en la forma más profunda que no importa qué nos pueda sobrevenir, no importa qué fallas pueda tener, no importa qué pueda hacer que lo defraude, él me amará incondicionalmente. Arriésguese. Pídale a Dios que le ayude a amar y aceptar a su esposa incondicionalmente, en el medio del dolor de ella, de su vulnerabilidad y debilidad. Ámele aunque ella lo moleste, aunque lo defraude, aunque ella no merezca su amor. Ámela con el mismo amor que Cristo le muestra. Derrame sobre ella un amor extravagante, un amor que no es condicional.

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Capítulo 3 Intimidad – Los hombres deletrean intimidad así: S-E-X-O La necesidad de amor #2 del esposo “El sexo es una necesidad más profunda de lo que usted cree.” Gary habla a las esposas Daniel y Mónica podrían servirnos como ejemplo del diseño creativo de Dios. Para Mónica, la intimidad es sentarse junto con Daniel en su sofá para dos, con un par de capuchinos a su lado, los leños de la estufa ardiendo frente a su vista, sin niños alrededor y mucho tiempo para tener una buena conversación de corazón a corazón. Si bien Mónica ciertamente puede sentirse estimulada sexualmente en este ambiente, primeramente necesita sentir la seguridad del compromiso y el amor de Daniel. La idea de Daniel de intimidad es pasar de largo los capuchinos y encender su propia hoguera. La primera vez que ambos hablaron realmente sobre este asunto de la intimidad, Daniel dijo:-Sé que te gusta toda la cuestión romántica cariño, pero ¿qué sucede cuando, de la nada me pasa que, tú sabes, te miro a ti, la mujer a quien amo con todo mi corazón, y..., bueno, de pronto me vienen ganas.Como sucedió en un domingo específico. Después de la iglesia y el almuerzo, Daniel pagó algunas cuentas, miró un poco la cadena ESPN de deportes, y jugó baloncesto con uno de sus hijos. Luego entró en la cocina y vio a Mónica caminando allí y... eso fue todo lo que hizo falta. De pronto le vinieron ganas. Mientras tanto, Mónica vio a Daniel y pensó, -Sé lo que significa ese tipo de mirada en sus ojos. Pero hay cosas que debemos hacer hoy, y además, siempre estamos diciendo que vamos a salir a caminar por ese nuevo sendero que está cerca de la casa.- Así repentinamente ella estaba pensando en toda la lista de cosas que quería hacer esa tarde:

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plantar algunas flores en el cantero del frente, salir a caminar juntos, y quizá hasta visitar a su madre. Pero Daniel tenía otra cosa en su mente. Así que a eso de las seis de la tarde, cuando estaban cenando, él comenzó a enviarle a Mónica algunas señales “guiñando sus ojos”. Era su danza de cortejo. Uno de los niños lo miró y le dijo, -Papi, ¿tienes algo en tu ojo?El desafío de Daniel (porque lo tomaba como todo un desafío) era no sólo llegar hasta Mónica sino además lograr que los niños se distrajeran. Pocos minutos después se quitó su zapato y comenzó a frotar el tobillo de Mónica con sus dedos. Su hija de seis años hizo una mueca y dijo, -¿Mamá, no hueles algo extraño? Para el momento en que Daniel y Mónica se fueron a acostar, ella estaba dispuesta a estrangularlo por estar tan enfocado en una sola cosa. Debido a que Daniel estaba tan deseoso que los niños se acostaran temprano, los planes de Mónica se interrumpieron, y ella se frustró por el hecho de que nunca salieron a caminar. Escenas similares se suceden cada fin de semana en innumerables hogares. Pese a las muchas veces que escucho a parejas que se quejan de sus diferencias, ya sea en la sala de consejería o en las conferencias, es siempre la misma historia: los hombres deletrean intimidad S-E-X-O, y las mujeres la deletrean H-A-B-L-A-R. ¿Por qué esto es así? ¿Por qué la mujer piensa en dormir, en los mandados, en los niños, en la casa... mientras que su esposo está pensando en el sexo? Comencemos con la verdad que es fundamental: Dios nos creó diferentes. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Génesis 1:27). Lo que esto nos está diciendo es que somos bien diferentes. Pero aquí están las buenas noticias: ese es el diseño de Dios. Él le creó a usted como mujer con todos los talentos y necesidades increíbles y únicas que usted habrá de aportar a la relación con su esposo. Y él creó a su esposo con todos sus talentos y necesidades únicas. Incluyendo su necesidad de intimidad sexual. Los hombres y las mujeres están hechos en forma diferente Cuando se trata de expresar intimidad, los hombres y las mujeres están hechos diferentes. Piense en esto. Al final de un largo día, Daniel entra a la casa completamente exhausto. Sin embargo, por cansado que pueda estar, no pasa mucho rato hasta que tiene “esa mirada” en sus ojos. Puede que haya tenido una maratón de reuniones o que haya armado un motor, puede que se haya visto forzado a eliminar varios megabytes en su computadora o que haya tenido que construir una casa durante todo el día a temperaturas bajo cero, y pese a cómo pasó su día, aún tiene la misteriosa y asombrosa habilidad de colocar los

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cambios y acelerar inmediatamente. Todo lo que requiere es un toque, una palabra, una sola mirada. Por otro lado, al final del día de Mónica, a menudo ella sólo quiere abrazar una sola cosa cuando va a su cama: su almohada. Ella no sólo está exhausta por todo el estrés del día de trabajo, lo niños y la casa, sino que también está preocupada por lo que tiene que hacer mañana. Y si pudiera escapar de todo eso, ¿qué cosa querría? Pasar un buen tiempo a solas tomando un baño relajante. Un tiempo sencillamente para sentarse y disfrutar de su casa y de su esposo. Eso suena maravilloso. ¿Qué era lo que Dios estaba pensando cuando creó a los esposos con tan poca energía para la comunicación y un entusiasmo de sobra cuando se trata de... „tener ganas”? Seamos honestos: Usted ha experimentado esta transformación de primera mano más de una vez, ¿verdad? No importa lo pésimo que pueda haber sido el día para su esposo o cuánta presión tenga que soportar, cuando él tiene ese sentimiento... bueno, tiene ese sentimiento. Pero no se trata solamente de sentimientos; tiene muchísimo que ver con nuestra química como hombres. No es de sorprenderse que los hombres que encuestamos citaron a la intimidad sexual como su necesidad de amor número dos. Dios creó a los hombres con un fuerte deseo sexual. Los estudios científicos de los deseos sexuales indican que los mismos son generados en nuestro cerebro y que el deseo sexual puede ocurrir sin ningún estímulo externo o de nuestro propio cuerpo. El sistema límbico de nuestro cerebro contiene centros que estimulan nuestro deseo sexual, y otros centros que, cuando son activados, lo inhiben. También sabemos que la testosterona, la principal hormona masculina (que también se encuentra en las mujeres), juega un rol fundamental en el deseo del hombre de tener sexo. Los hombres también tienen la misteriosa habilidad de separar sus vidas en diferentes áreas. Vivimos en “cajas.” Tenemos una caja para el trabajo, otra para la iglesia, una caja para los amigos, otra para los deportes, otra para el sexo, y así podríamos seguir. La caja del sexo está siempre en la periferia de nuestras vidas, lista para ser abierta en cualquier momento. Puede que estemos agotados por nuestro trabajo, preocupados con las presiones, o incluso luchando con el conflicto de nuestros corazones, pero rápidamente colocamos cada uno de esos problemas en una caja diferente (mucho más pequeña), separada de la del sexo. Nos olvidamos de todas las otras cajas cuando somos estimulados sexualmente. Las mujeres, sin embargo, tienden a unir todas estas cajas. O quizá una mejor forma de decirlo es que cuando una caja se abre, todas las demás también lo hacen. Es por eso que la comunicación abierta y

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vulnerable es tan importante para una mujer. Eso es lo que la ayuda a resolver el resto y sentirse cómoda para tener intimidad sexual. Tal vez el hecho más importante que usted necesita saber es que el hombre encuentra mucho de su propia masculinidad en su sexualidad. Esto forma parte de nuestra masculinidad, no podemos evitarlo. Pese a que los porcentajes difieren de hombre a hombre, no menos de un 50 por ciento y puede llegar hasta un 90 por ciento de la autoimagen (el hecho de que se “sienta hombre”) depende de su sexualidad. ¡Noventa por ciento! (Quise decirlo nuevamente sólo por si usted pensó que fue un error de imprenta.) El sexo, la pasión, el satisfacer a la mujer que ama... eso es lo que hace que un hombre se sienta como hombre. Consecuentemente, cuando el hombre experimenta un rechazo sexual de su esposa, incluso cuando se trata de una razón completamente justificable, puede cerrarse, apartarse, o (en el peor de los casos) hacer algo moralmente tonto. Cuando una esposa no se entrega sexualmente, sea cual sea la razón, su esposo se siente castrado y debilitado. Seamos claros, otros factores también pueden contribuir a este sentimiento: cuando la esposa es demasiado crítica, cuando compara a su esposo con otros hombres, cuando su proyecto número uno de mejora en el hogar es su propio esposo, etc. Cuando un hombre comienza a sentir que él nunca podrá satisfacer las expectativas de su esposa, entonces, a menudo inconscientemente, dejará de satisfacer las necesidades emocionales de ella. ¿Y adivine a qué lleva todo eso? No hay diálogo, no hay sexo. No hay sexo, no hay diálogo. Es un círculo vicioso. Puede que usted piense, ustedes sí que tienen un ego sensible. Bueno, tiene razón. Es por eso que la forma en la que ustedes se conectan con nosotros marca la diferencia. Entendiendo la necesidad de su esposo de intimidad sexual Recientemente estaba hablando con un grupo de hombres acerca del matrimonio, los hijos, el envejecimiento, y el equilibrio en nuestras vidas ocupadas. Fue una de esas ocasiones en las que uno puede sentir que el Espíritu Santo se está moviendo y que estábamos a punto de experimentar una discusión honesta. Bernardo fue el primero que se atrevió a decir: -Tina y yo estamos teniendo algunas luchas. ¿A ustedes les ha pasado alguna vez que se sienten como si no encajan en el área sexual como quisieran hacerlo? En vez de responder con risas (que es la forma en la que la mayoría hubiera respondido en nuestros días de adolescentes), su pregunta fue recibida en una forma completamente diferente. Cada uno de los hombres miró a su alrededor, y se hizo visible que cada uno de ellos esta dando ese tipo de permiso no verbal para profundizar más.

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-Por años esperé que un hombre de Dios tocara este tema, pero ya comenzaba a pensar que nadie nunca lo haría,- dijo Timoteo. –Amo a mi esposa. Me encanta hacer el amor con ella. Pero hay algo que realmente me molesta. Ella nunca toma la iniciativa. Y si le digo que me gustaría que lo hiciera, me hace sentir como un viejo sucio. ¿Hay algo mal en mí? Uno podía sentir que la atmósfera iba cambiando a medida que las preguntas y comentarios comenzaban a hacerse más personales. Es difícil para los hombres hablar sobre sus sentimientos, pero debido a que estas personas querían respuestas y, yo creo, realmente querían honrar sus matrimonios, las cosas llegaron a un nivel profundo y osado de honestidad. -¿Está bien si siento que no siempre soy el mejor amante?-Perdí la erección el otro día. Nunca pensé que me pudiera suceder. Me sentí fracasado. Sé que esto le sucede a los hombres algunas veces cuando hay mucho estrés o fatiga, pero siento como si yo hubiese fracasado, no mi sistema.-Creo que mi esposa me ve como si fuese una máquina salvaje de sexo cuando quiero hacer el amor con ella. Admito que en ocasiones quiero tener sexo para aliviar cierta tensión, pero otras veces quiero un tiempo de amor que nos satisfaga, con toda la pasión, y sin embargo no obtengo nada a cambio. ¿Alguna vez se han sentido así?-No me malinterpreten. Yo amo a mis hijos. Pero antes de tener hijos nosotros éramos muy espontáneos con el sexo. Ahora mi esposa está agotada por su tarea como madre, yo estoy estresado por el dinero, y parece como si nunca tuviéramos tiempo o energía para hacer el amor. Para ser realmente honesto, siento que he sido reemplazado por mis propios hijos en su corazón. ¿Cómo es que ustedes hacen todo? Es decir, ¿cómo logran el equilibrio de ser esposos, padres, hijos, amigos, y empleados? Yo no puedo resolverlo, y cada vez que mi esposa y yo intentamos hablar de esto, suena el teléfono, o llora el bebé, o yo tengo que salir a trabajar. ¿Mejorarán las cosas en algún momento?-Creo que yo tengo un problema bien diferente. Mi esposa está más interesada en el sexo que yo. Últimamente he tenido que lidiar con la muerte de mi madre y los problemas del trabajo, por lo tanto ya no le doy importancia. El sexo es en lo último que pienso.Sé que esto probablemente no es lo que las mujeres piensan que se conversa en los vestidores, pero estos hombres son creyentes auténticos y esposos preocupados, quienes intentan encontrar respuestas a preguntas difíciles sobre una parte fundamental de sus vidas y una parte crucial de su relación matrimonial. A medida que hablaban tocaron los temas principales que veo en las sesiones de consejería cuando hablo con los hombres y la intimidad sexual:  Un esposo necesita que su esposa inicie la relación sexual

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Un esposo a menudo lucha con sentimientos de inadaptabilidad o fracaso. Un esposo se desanima cuando su esposa no expresa su pasión por él. Un esposo siente que él no es importante para su esposa cuando ella no se toma tiempo para hacer el amor. Un esposo se preocupa cuando las situaciones de la vida (tales como la depresión, la tristeza, y la pérdida) interfieren con su interés en el sexo. Un esposo se siente amado cuando su esposa le recibe y responde a él sexualmente

A la mayoría de los hombres no les gusta hablar de sexo con nadie. Eso incluye nuestros amigos y nuestras esposas. Cuando niños, ansiosamente compartíamos nuestra ignorancia acerca del tema con nuestros amigos, pero como hombres (reales y piadosos) a menudo no sabemos qué decir ni cómo decirlo. Es cierto que algunos hombres inseguros harán bromas sobre su vida sexual, incluso en momentos exageran la realidad. Pero rara vez un esposo se acercará a su esposa y le dirá: -Hablemos de nuestra vida sexual.- No queremos admitir para nosotros mismos, mucho menos verbalizar a alguien más, que podemos estar teniendo un problema. Queremos que el aspecto sexual de nuestra vida se resuelva solo. Pero luego de años de aconsejar parejas, le puedo decir que rara vez sucede. Principalmente se debe a que los hombres no están seguros de lo que es el deseo sexual “normal.” Debido a que ni siquiera sabemos de dónde viene nuestro deseo (más allá del hecho que Dios lo puso allí), el saber lo que es normal en un matrimonio es más complicado aún. Sicológicamente, por supuesto, existe un fuerte vínculo entre nuestro interés sexual y nuestra salud sicológica. Si estamos estresados o deprimidos, o atravesamos por ciclos difíciles de nuestra vida, nuestro interés sexual disminuye. Entre nuestro cerebro, nuestras hormonas y nuestras emociones, muchas cosas pueden influir en nuestro deseo sexual y nuestra relación sexual en el matrimonio. Generalmente, sin embargo, no son los problemas “internos” los que preocupan a los hombres. Es usted. ¿Por qué han pasado meses o años desde que usted tomó la iniciativa para hacer el amor? ¿Por qué, cuando no hay obstáculos para la intimidad un domingo por la mañana, usted elige lavar la ropa o lavar los baños en lugar de abrazarlo cariñosamente a él? ¿Por qué es que, tarde tras tarde, no hay una chispa en usted hacia él?

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¿Por qué es que una vez más ha rechazado sus insinuaciones cuando está en la cama por la noche? Estas son las preguntas que dividen a los matrimonios en toda la tierra. Algunas parejas se divorcian porque las heridas y la negligencia han llegado a puntos muy profundos. Pero muchas parejas cristianas simplemente soportan la distancia emocional. Hombres que aman a Dios, a sus esposas y a sus hijos pasan por intensas luchas tratando de darse cuenta de qué es lo que no está funcionando. A menos que ambos cónyuges estén de acuerdo, la falta de frecuencia sexual (una vez por semana o menos) debería ser una causa de mayor preocupación en cualquier matrimonio. Cuando la necesidad de intimidad sexual de su esposo no es satisfecha Para cuando veo a los hombres en mi oficina de consejería, sus frustraciones sexuales les han conducido a verdaderos problemas en sus matrimonios. Luis, por ejemplo, me dijo que él había llegado al punto en el que había abandonado la idea de siquiera tener una relación sexual saludable con su esposa, Laura. En la primera etapa de su matrimonio habían tenido una relación sexual vibrante, pero a medida que transcurrió el tiempo, Laura mostró cada vez menos interés, y Luis se sintió rechazado. En vez de comunicar que se sentía herido y mostrar sus necesidades, ambos se alejaron. Ahora Laura parece que satisface sus necesidades de amor por la relación con sus hijos, y Luis reprimió las suyas... o por lo menos eso pensaba. Pero entonces comenzaron a involucrarse en áreas incorrectas. Él se halló teniendo fantasías con una de las mujeres de su clase de escuela dominical. Algunas veces esos pensamientos eran sexuales, otras veces románticos, pero independientemente del contenido, siempre causaban sentimientos de culpa. Rogelio dijo que él sencillamente se enfadó y se alejó de su esposa, Micaela, cuando ella le rechazó. Rogelio tenía una elevada necesidad sexual y culpaba a Micaela no sólo por no satisfacer sus necesidades sino también por socavar la intimidad de su matrimonio. Micaela había sufrido abuso sexual siendo joven y nunca había logrado superar ese dolor. Ella se sentía paralizada y atrapada entre su temor de entender el abuso que había sufrido y su falta de deseo por un esposo que no respetaba sus heridas ni trataba de resolverlas junto con ella. Rogelio sabía que iban cayendo en picada, pero no podía imaginarse cómo salir, así que alimentó la situación con un comportamiento autodestructivo y una furia creciente. Comenzó a comer excesivamente y aumentó muchísimo de peso, lo cual le hizo menos atractivo aún y le hizo decrecer mucho en su auto-imagen.

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Cuando las necesidades sexuales de un hombre no son satisfechas en el matrimonio, él responde en una o más de estas tres formas: Se siente rechazado. Se cierra. Busca fuera de su matrimonio para satisfacer su necesidad. Se siente rechazado como persona Gregorio creció en un hogar donde cualquier palabra de elogio que recibía estaba ligada a sus logros en la escuela o en los deportes. Su papá aplaudía sus logros atléticos, y su madre le alababa en sus estudios. Pese a eso, a menudo se hallaba en un conflicto entre ellos dos. Si sus notas comenzaban a caer, su madre no sólo le criticaba sino que además le retiraba sus palabras de aliento. Si se dedicaba más tiempo a los estudios y no le iba demasiado bien en uno de los tres deportes en los cuales se había inscrito, su padre le gritaba desde las gradas y refrenaba las frases de aliento que todos los jóvenes necesitan. A partir de esta experiencia en sus años formativos, Gregorio aprendió una cosa: -Si hago las cosas bien seré amado y recibiré afirmación. Si no, soy rechazado.- Él llevó este estándar de comportamiento a su matrimonio con Carolina, y cuando comenzaron a tener problemas sexuales, él simplemente se sintió rechazado y se alejó. Debido a que sus padres nunca le habían animado a hablar las cosas ni le proveyeron una atmósfera en la cual él se sintiera seguro para hacerlo, Gregorio no tenía la práctica de verbalizar lo que sentía. A menudo, cuando las necesidades del hombre son obstruidas, se siente rechazado y se aislará en vez de expresar su frustración y conectarse verbalmente con su esposa. Muchos hombres ni siquiera se arriesgarían a exponer sus sentimientos de rechazo porque eso los sujeta al temor o a un rechazo mayor aún. En hombres como Gregorio, cuyo temor de rechazo fue aprendido a temprana edad por medio de sus padres, este patrón de “logro = aceptación” debe ser quebrantado de alguna forma. Si no se cambia este patrón, entonces se volverá auto protector y sencillamente se cerrará y alejará. Se cierra o se aleja Algunos hombres, cuando sus necesidades de intimidad sexual con sus esposas no son satisfechas, se cierran emocionalmente. Comienzan a alejarse de sus esposas y se aíslan. Aquí están algunos de los síntomas:  Él no va a la cama cuando usted lo hace por temor a otro rechazo.  Desistirá de ser romántico con usted con flores o citas debido a que usted le ha transmitido el mensaje de que cuando él hace eso, sólo quiere una cosa.

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Trabajará más horas así no tiene que pensar en la distancia emocional que tiene con usted. Se ocupará en actividades recreativas, actividades con los niños, o el televisor (cualquier cosa con tal de evitar el dolor de expectativas que nunca se satisfacen).

¿Qué deben hacer las esposas cuando esto sucede? Lamentablemente, la mayoría le da la bienvenida al sentirse aliviadas. Se imaginan que han tenido éxito en “entrenar” a sus esposos a que estén satisfechos con la baja frecuencia. –Él se ha acostumbrado a mi reloj biológico, y las cosas son ahora como deberían ser.- Algunas esposas tienen la idea de que “el sexo no es como la comida o el aire. En realidad no lo necesita.” Jaime es un buen ejemplo de un hombre que a menudo tiene más deseos sexuales que su esposa. Al principio, su relación sexual era vibrante. Sin embargo, al pasar varios años llegaron los niños, el estrés laboral, y los problemas financieros. ¿Resultado? Su intimidad sexual no es frecuente. Pese a eso, el deseo de Jaime sigue siendo fuerte. -Quiero y deseo tener relaciones sexuales más que una vez por semana o una vez al mes como a veces me sucede con Amanda,- dice Jaime. –Pero parece que no logro que ella responda, mucho menos que tenga la iniciativa.Su vasta diferencia en ritmos sexuales está causando un conflicto no sólo dentro de Jaime sino también entre Jaime y Amanda. Jaime se está volviendo cada vez más frustrado, y esto solamente alimenta los conflictos diarios. Cuando Jaime espera y necesita intimidad sexual y ésta no se da, a menudo termina haciendo que Amanda se las pague ya que le quita las cosas que ella necesita de él (el apoyo emocional). La distancia emocional que él coloca sólo agrava su conflicto matrimonial. Su matrimonio comienza a caer en picada. Busca fuera de su matrimonio para satisfacer su necesidad Cuando un hombre se siente rechazado o se aísla, nuestro enemigo, el príncipe de las tinieblas, está precisamente allí, listo para proveer una alternativa que arruinará no sólo al hombre de la familia sino también las generaciones que surgirán de él. No estoy siendo melodramático en esto. Sucede a cada rato. Algunos hombres se vuelven a otras mujeres. Lorenzo, en su anhelo de intimidad, comenzó una relación emocional con una mujer con la que trabaja en la oficina de uno de sus clientes. La esposa de Lorenzo, Ruth, era una perfeccionista. Ella era exigente y criticaba mucho a Lorenzo. No es de sorprenderse que la actitud de ella comenzara a afectar su intimidad marital. Ella presionaba y él

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corría (a los brazos de otras mujeres). Parecía algo tan inocente al comienzo, la otra mujer era amable y comprensiva, y ellos podían mantener grandiosas conversaciones. Pero las conversaciones sobre negocios pronto llevaron a almuerzos en privado, y antes que pasara mucho tiempo ambos habían consumado una relación sexual. Ahora eran dos familias (la de él y la de ella) las que estaban siendo derribadas. Otros hombres se vuelven a una vida perversa de fantasía y pornografía. Con el acceso a Internet, esto ahora está más disponible en el propio hogar. Los hombres solían tener que salir de su hogar para buscar la pornografía en un kiosco de revistas o en una librería, pero ahora no. Tal y como me decía un hombre recientemente en una conferencia masculina: -Ahora el pecado viene buscándolo a uno. Está allí mismo, al alcance de la mano en la pantalla de mi computadora, las veinticuatro horas del día. Yo solía tener que ir a buscarlo. Ahora me persigue y me consume, y parece que no puedo detenerlo.” Arnaldo se queda hasta altas horas de la noche navegando en Internet, buscando pornografía. Él dice que comenzó por curiosidad, pero se ha vuelto una obsesión. La esposa de Arnaldo, Luisa, creció con una madre que le decía repetidamente que los hombres querían sólo una cosa: Sexo. Luisa arrastró a su matrimonio esta distorsionada perspectiva del diseño de Dios para una relación sexual saludable. Le dijo a Arnaldo que ella podía tener sexo o no. De hecho, parecía estar más inclinada a no tenerlo, ya que pasaba más tiempo con sus novelas románticas que con él. A medida que Luisa se alejaba, Arnaldo comenzó a actuar a través del uso de la pornografía. Debido a que él nunca había establecido límites espirituales efectivos para su vida, pronto empezó a caer en picada, sintiéndose totalmente fuera de control. Él se siente avergonzado de su comportamiento, pero piensa para sí que como no tiene una relación sexual vital con su esposa, se merece tener sus necesidades satisfechas en alguna otra forma. Él desarrolló un hábito de masturbación que sólo perpetúa su auto-desagrado. Pese a eso, se siente atrapado en su incapacidad de expresarle sus verdaderas necesidades a su esposa. Si bien los esposos son ciertamente los responsables de sus propias decisiones morales, la esposa juega un rol fundamental en lo que respecta a evitar que su esposo desees satisfacer sus necesidades sexuales, dadas por Dios, en algún otro lugar que no sea su matrimonio. Ella es la persona elegida por Dios para satisfacer esas necesidades. Eso no significa que ella es una esclava sexual, significa que ella tiene el privilegio de ser la única persona que satisface las necesidades sexuales de su esposo y de tenerlo a él satisfaciendo las

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de ella también. Por lo tanto, usted juega un rol vital en lo que respecta al contentamiento de su esposo. Satisfaciendo la necesidad de intimidad sexual de su esposo Cuando hablo con los hombres en las conferencias o en la oficina de consejería, les animo a que reconozcan que nuestro enfoque en las necesidades físicas nos hace parecer como si eso fuera todo lo que pensamos. De hecho, el hombre típico sí piensa en el sexo durante todo el día, evidentemente no es eso en lo único que pensamos, pero el entender esto con respecto a su esposo es fundamental para aprender a satisfacer su necesidad. Cuando aconsejo a una mujer sobre esta área sensible, a menudo le desafío a que reconozca que la intimidad sexual es una necesidad muy real y vital para su esposo. Y cuando ella responde a él sexualmente, le afirma más de lo que se puede imaginar. Esto por consiguiente, resulta en una respuesta recíproca por parte de él, ya que se siente motivado a satisfacer las necesidades de afecto de ella, toque (no sensual), y cariño. Recientemente, Barb y yo estábamos hablando con una pareja joven acerca de esta gran diferencia entre los hombres y las mujeres. –No puedo explicarlo, pero sé que es verdad,- le decía Barb a la joven esposa. –Nosotras como mujeres a menudo respondemos sexualmente cuando nuestra necesidad de cariño y afecto es satisfecha. Nuestros esposos, por otro lado, a menudo responden cariñosamente después que sus necesidades sexuales fueron satisfechas. Sí, somos lo opuesto, pero es en esas diferencias que Dios nos une para honrarnos el uno al otro y satisfacer las necesidades mutuas. He estado casada con Gary por casi veinticinco años, y todavía es un misterio para mí, pero sé que es cierto: cuando atiendo a sus necesidades y me acerco a él sexualmente, él recibe una gran afirmación. Luego casi no puede esperar para darme el cariño que yo necesito. Ambos debemos buscar las formas de servirnos mutuamente.Hable con Dios sobre este tema Uno de los mejores lugares para comenzar es siendo honesta con Dios y directamente admitirle lo que él ya sabe: el aspecto sexual de su matrimonio puede estar necesitando una evaluación. Para algunas parejas, por supuesto, la relación sexual es el único aspecto del matrimonio que está funcionando. Este hecho siempre me sorprende en mi oficina de consejería, pero es cierto: alrededor del 10 por ciento de las veces, las parejas que todavía disfrutan de una relación sexual maravillosa tienen matrimonios que están en profundos problemas. Pese a eso, es común que las parejas que están luchando con conflictos, desilusiones, falta de comunicación, aislamiento y dolor

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señalan que su vida sexual es realmente un barómetro de los problemas en el matrimonio. Para aquellos de ustedes que tienen matrimonios saludables con una relación vibrante, quizá un poco de estímulo pueda ayudarles en esta sección. Para aquellos que están padeciendo, profundicemos un poco para poder encontrar algunas respuestas. Comience con su propio corazón El siguiente lugar para analizar es su propio corazón. Permítame que le haga algunas preguntas:  ¿Qué es lo que obstaculiza que usted disfrute el aspecto sexual de su matrimonio?  ¿Existen algunas heridas en la relación con su esposo? ¿Hay conflictos no resueltos? ¿Existe falta de perdón?  ¿Acaso está arrastrando un dolor del pasado (de otras relaciones) a su lecho matrimonial? ¿Acaso las experiencias sexuales del pasado o las dificultades familiares le obstaculizan que pueda disfrutar de una relación sexual saludable con su esposo? Si la respuesta a alguna de estas preguntas es sí, entonces descubrirá que mientras que usted no desinfecte su propio corazón y su dolor, será casi imposible que tenga una relación sexual activa y saludable con su esposo. Las mujeres que tienen un dolor emocional no resuelto encuentran dificultades en arriesgarse a abrir sus corazones y sus cuerpos a sus maridos. Me tocó aconsejar a Reinaldo y a Elisa, y para ser honesto estábamos estancados (un término que usamos en consejería cuando uno deja de ver progreso). Pese a lo duro que Elisa intentaba derribar su pared de autoprotección, Reinaldo no podía atravesarla. Ella le permitía que se acercara hasta cierto punto, y luego se alejaba de él, hasta que un día él respiró profundamente y decidió arriesgarse aún más. -Elisa, ¿no te parece que tu temor de entregarte a mí, quiero decir, totalmente a mí, puede tener algo que ver con lo que me contaste cuando éramos novios?- le preguntó. -¿Podríamos permitir que Gary lo sepa para que nos pueda ayudar?-No sé si puedo,- susurró Elisa. –Siento mucha vergüenza.Entonces Reinaldo la miró a los ojos y con un tono de voz genuino y firme le dijo, -Yo sé cariño. Pero estoy aquí, y nada de lo que hablemos cambiará jamás mi amor por ti.En ese momento todos estábamos respirando profundamente. Yo sabía que estábamos a punto de aventurarnos en un área donde había algún tipo de trauma. Un aborto tal vez. O tal vez abuso sexual o abandono. La relación sexual de la pareja está directamente relacionada con las

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experiencias que arrastran al matrimonio, o a aquellas que ocurrieron fuera del lecho matrimonial. Estas heridas pueden ser sanadas, pero el único camino que lleva a una verdadera sanidad es penetrar al dolor de nuestros corazones. Con el apoyo de Reinaldo y su estímulo de profundizar, Elisa le permitió al Espíritu Santo que obrara. Finalmente comenzó a lidiar con las consecuencias emocionales de haber abortado un niño cuando estaba en la secundaria. -Estaba tan atemorizada,- nos dijo. –Sólo tenía catorce años, y pensé que el entregarme por completo sexualmente a mi novio era la única forma en que podría retenerlo.La historia de Elisa es dolorosamente familiar. Pero a medida que comenzó a caminar a través de los malos recuerdos, también comenzó a caminar en la luz de la gracia de Dios y su perdón. Este proceso de restauración tomó varios meses, pero a medida que las barreras emocionales comenzaron a caer, también lo hicieron las barreras físicas. Con el amor y el apoyo de su esposo, Elisa recorrió aquellos dolorosos recuerdos y los confrontó. Al hacerlo, comenzó a evacuar el dolor y a experimentar la sanidad. Ella había arrastrado la vergüenza durante muchos años ya que el enemigo le susurraba sus mentiras: -Reinaldo nunca te amará si le cuentas la verdad.- Pero a medida que su corazón comenzó a sentirse vivo nuevamente, ella supo que podía arriesgarse a contarle a Reinaldo. El nivel de intimidad entre esta pareja creció más y más a medida que ambos bebieron del pozo de la honestidad. Reinaldo le aseguró que ella era alguien nueva y limpia delante de los ojos de él, y que su amor incondicional le ofrecía paciencia y apoyo. Él venía a las sesiones de consejería con ella y (muy importante) se tomó vacaciones en el aspecto sexual durante ese tiempo en que Elisa necesitaba sanar. La raíz de todo conflicto es la condición del corazón. Si nuestros corazones se han endurecido por los recuerdos dolorosos de relaciones que fracasaron, será difícil para nosotros tener una relación sexual íntima y saludable en el matrimonio. ¿Por qué? Porque antes que los dos cuerpos se toquen, los dos corazones deben tocarse. Y antes que dos corazones se abran mutuamente, nuestra relación con Cristo necesita ser abierta y transparente. Esto necesita de confesión, quebrantamiento, y de enfrentar los hechos del pasado. Un matrimonio saludable es ciertamente un matrimonio de tres: el esposo, la esposa y Jesucristo. Y cuando un hombre y una mujer se someten a la obra de Dios en sus vidas (quebrantando la dureza de sus corazones) Dios les junta en una unión que no se rompe fácilmente (Eclesiastés 4:12 nos recuerda que “cordón de tres dobleces no se rompe pronto”).

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A medida que usted presente los asuntos de su corazón a Dios y le pida que le limpie, él promete perdonarla. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). A medida que reciba el perdón de Dios, él le otorgará que tenga intimidad con él. Y cuando eso sucede, su corazón estará preparado para la intimidad de la relación matrimonial con su esposo.1 Aprenda qué es lo que satisface a su esposo Desde 1988, Barb y yo hemos viajado por Estados Unidos, enseñando en conferencias matrimoniales sobre Vida Familiar para FamilyLife (una división de Cruzada Estudiantil para Cristo). Uno de los principales puntos que intentamos comunicar durante esas conferencias es la absoluta necesidad de convertirse en un “estudiante” de su cónyuge, emocionalmente, espiritualmente, en término de relaciones, y sexualmente. ¿Qué quiero decir con esto? Sencillamente esto: estudie a su esposo. Aprenda todo lo que pueda sobre él: su ritmo sexual, sus necesidades, y cómo es que usted, siendo su compañera en un matrimonio de por vida puede obrar para satisfacer esas necesidades en la medida que Dios fortalece su matrimonio. El misterio (y la belleza) de una unión sexual saludable es el deseo de ser conocido al nivel más profundo e íntimo. ¿Usted sabe, o se preocupa, por lo que complace a su esposo sexualmente? ¿Qué señales le da que le indican su deseo de tener una experiencia sexual con usted? ¿Cuál es su ritmo sexual? ¿Con cuánta frecuencia necesita sentirse entendido y satisfecho sexualmente? Algunos hombres admiten que desean tener relaciones sexuales diariamente. Para otros es una vez por mes. Para la mayoría de los hombres el ritmo está en algún punto intermedio entre las dos posturas anteriores. ¿Sabe cuál es el caso de su esposo? Algunas mujeres toman una revista de la tienda, leen un artículo que habla sobre la estadística nacional y luego tratan de aplicar ese dato a su propio matrimonio. Probablemente no tenga que decirle que esa no es su mejor fuente de información. Otras mujeres hablan con sus amigas, pero esa no es una buena fuente tampoco. Cada relación matrimonial es única. Así que la mejor fuente para averiguar lo que es normal para su esposo es su esposo. ¿Cómo lo averigua? Hay dos formas: obsérvelo y pregúntele. Sea observadora. Usted sabe cuando se siente amoroso. Él le envía algunas señales. Algunos hombres lo hacen en forma sutil, pero la mayoría son bastante obvios. Entonces vaya más allá de la observación. En el momento y lugar adecuado, sencillamente mírelo a

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los ojos y pregúntele. La mayoría de los hombres no esperan que sus esposas lean sus mentes (por lo menos no todo el tiempo). Tampoco esperan ver la perfección. Pero sí esperan entendimiento y atención. Muestre interés en la vida sexual de él y en su satisfacción sexual. ¿Acaso actúa como si estuviese frustrado o irascible? Tal vez necesite conectarse con usted íntimamente para que le ayude a aliviar la tensión que pueda estar experimentando. Esté alerta a sus necesidades de amor y a sus señales observando sus comentarios y acciones. Puede que esté iniciando un deseo de experimentar de intimidad sexual con usted a través de matices que sólo usted y él conocen. Así que si usted no tiene su antena sintonizada, puede que pierda su señal y deje de satisfacer esta necesidad real. Hágale alguna de las siguientes preguntas, las cuales reflejarán su deseo de ser una estudiante de su esposo:  -¿Qué te mostraría que estoy interesada en tus necesidades sexuales? -¿Cuán a menudo necesitas relaciones sexuales? -¿Qué es lo que más te satisface de nuestra relación sexual? -¿Qué es lo que necesitas que haga más seguido? -¿Qué es lo que necesitas que haga con menos frecuencia? -¿Qué significa para ti si yo inicio la relación sexual? -Si no estoy lista para el sexo en el mismo momento que tú, ¿cómo puedo mostrártelo en una forma que no te haga sentirte rechazado?Si la esposa no satisface a su marido en el área de la intimidad sexual, la mayoría de los hombres (aún los cristianos) a la larga comenzarán a tener un mal funcionamiento. Así que si una esposa no sabe lo que conlleva satisfacer a su esposo, es esencial que averigüe. Si una mujer conoce las necesidades sexuales de su esposo pero no puede satisfacerlas por un período de tiempo, el esposo tiene la capacidad de ofrecer la gracia que ella necesita. Si usted estuviese enferma o bajo estrés emocional o está tratando con un dolor sexual del pasado o algún otro asunto, entonces un breve receso en lo sexual es a menudo apropiado. Pero sólo por un breve tiempo. La Escritura es clara: “No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia” (1 Corintios 7:5). Si su esposo está luchando en alguna área de su vida, entonces usted necesita amarle de forma sacrificada, poniendo sus propias necesidades a un lado por un tiempo. Hay momentos en que el esposo no inicia la intimidad sexual o no responde a las necesidades sexuales de su esposa. Puede que esté experimentando algún dolor físico

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(dolores crónicos o problemas después de una operación quirúrgica), dolor emocional (depresión o ansiedad), o estrés. Si un hombre se halla perdido en su propia vida, puede que experimente o un aumento de su deseo por el sexo o un decaimiento de su necesidad de intimidad sexual. Es frecuente que los hombres experimenten algunos de estos momentos intermitentes de impotencia o problemas a largo plazo sin poder obtener o mantener la erección. Las investigaciones recientes y los medicamentos han acelerado el tratamiento de esta condición, y una visita al médico puede ser de mucho valor, pero la respuesta suya para con su esposo durante esos momentos es vital. Nuevamente, la mejor regla general es conocer a su esposo. Conozca las necesidades que él menciona y las que no menciona también. Los esposos y las esposas deben estar siempre dispuestos a sacrificadamente privarse de su necesidad sexual para alcanzar una meta superior durante los tiempos difíciles... siempre y cuando haya mucha comunicación y entendimiento. Si existe dolor o conflicto, entonces tómense el tiempo para solucionarlo. Pero uno no puede estar mucho tiempo sin intimidad sexual sin causarle algún daño a la relación. A medida que pasa el tiempo y las necesidades del esposo o la esposa no son satisfechas, el cónyuge que ha sido descuidado puede sentirse tentado a tomar rutas alternativas para satisfacer esta necesidad. Pese a que esto nunca será una excusa para el pecado que consiste en satisfacer las necesidades sexuales fuera del matrimonio, los riesgos para una pareja son demasiado grandes como para que sean ignorados. Comprométase a satisfacer las necesidades de él La sexualidad de su esposo está tan ligada con su masculinidad que a medida que usted se llegue a él y satisfaga su necesidad de intimidad sexual, estará afirmando la masculinidad que Dios le ha dado. Tal y como Barb ha hecho en nuestro matrimonio, ella ha estimulado la pasión dentro de mí y un compromiso creciente a servirla. Así que, al concluir este capítulo, le desafío a que se comprometa a satisfacer las necesidades de su esposo en esta área de intimidad sexual. Pero no limite este compromiso al silencio de su propio corazón; cuéntele a él sobre su gran deseo de animarle sexualmente. ¡Dígaselo! ¡Y entonces hágalo!2 Ahora, permítame ofrecerle algunas sugerencias sobre formas en las que puede demostrar su compromiso hacia una intimidad sexual con su esposo:  Llame a su esposo durante el día y dígale que él es el único y que no puede contenerse para tener un interludio con él en el momento oportuno.

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Déjele notas (siempre en lugares discretos: su portafolios, en su equipaje cuando viaje, en la bolsa de su almuerzo, en su agenda) para estimular la pasión. Recuérdele que usted está comprometida a satisfacer sus necesidades así como también que usted necesita que él se comprometa a satisfacer sus necesidades de intimidad, tanto emocionales como sexuales. Pregúntele en qué aspecto él necesita que usted sea una mejor estudiante de él y dónde ambos necesitan “volver a la escuela” en lo que se refiere al desarrollo de su relación sexual. ¡Esto estimulará grandes conversaciones! No olvide que hay pocas cosas que afirmen a su esposo tanto como cuando usted inicia, inicia, e inicia momentos de intimidad sexual. Dígale que usted se siente atraída hacia él cuando le ve servirle al pasar tiempo con los niños, y apenas puede esperar para pasar un tiempo en privado con él más tarde. A medida que lo vea crecer en su vida espiritual en oración, o leyendo la Palabra, o compartiendo las verdades espirituales con usted, déjele saber este secreto: que como su esposa, usted se siente alimentada y segura en el liderazgo espiritual de él y eso hace que usted quiera acercarse a él sexualmente. Coquetee y juegue con su esposo. Barb y yo hemos estado casados desde 1975, y jugamos más ahora que cuando éramos recién casados. Cuando las personas nos comentan sobre esto, a menudo decimos que es porque nos sentimos seguros el uno con el otro y estamos comprometidos a edificar el cimiento de nuestro matrimonio sobre la Roca. Esto nos permite jugar y divertirnos, disfrutándonos mutuamente. A medida que fortalezcan su matrimonio y se sirvan mutuamente, aumenten su coqueteo. ¡Estimule el fuego romántico de su matrimonio! Barb y yo disfrutamos del romance más y más cada año que pasa en nuestro matrimonio. Recuerde que su esposo responde al estímulo visual. En este aspecto, use su imaginación en la seguridad y privacidad de su relación matrimonial.

Nunca es demasiado tarde Martín y Lila han estado casados por más de quince años. Al comienzo de su relación el sexo era algo grandioso. Lila le decía a su amiga íntima, -No puede quitarme las manos de encima cuando llega a casa.Lila estaba tanto halagada como también molesta por el hecho que Martín parecía inclinar mucho su relación hacia el lado del sexo.

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Sin embargo, cuando comenzaron a tener hijos, como nos pasa a la mayoría, se dieron cuenta que el sexo pasó a un segundo plano, debido a la educación de los hijos, el trabajo, y los asuntos de la vida diaria. Lila no estaba muy preocupada con respecto a su cada vez menos frecuente relación sexual. Algunas veces, de hecho, al final de un largo y agotador día, se sentía aliviada de que Martín sencillamente se diera vuelta en la cama y se durmiera. Pero sí extrañaba lo que para ella era “el romance” de su vida matrimonial al principio y se preguntaba si volverían a experimentar esa vibrante relación nuevamente. Para satisfacer esa necesidad, comenzó a leer novelas románticas y a vivir a través de las heroínas. En vez de buscar tiempo para tener momentos íntimos con su esposo, ella se hallaba fantaseando con extraños altos, morenos y atractivos. Martín también extrañaba la relación que habían tenido al principio de su matrimonio. Le hacía falta tanto la intimidad sexual como la espontaneidad que tenían para hacer el amor. Es verdad que él no siempre tenía energía al final de un largo y estresante día en la oficina. Pero a menudo se sentía dejado a un lado, aislado por la preocupación de Lila con los niños, la casa e incluso sus amigas (parecía que ella siempre tenía tiempo para ellas.) Y cuando sí lograba llegarse a ella sexualmente, la mayoría de las veces ella no respondía a sus avances. Martín se halló al tiempo alejándose y distanciándose de una verdadera intimidad con Lila. Cuando los compañeros de su grupo de “rendir cuentas” le preguntaron si estaba “limpio,” él decía que sí, pero no estaba siendo honesto. Debido a que su trabajo lo llevaba a viajar mucho, la tentación se acercó en forma imperiosa. Después de muchas noches solitarias y sin la protección de un matrimonio saludable, Martín dejó a un lado sus votos matrimoniales. Comenzó mirando películas para adultos en el hotel y luego se extendió a navegar buscando sitios pornográficos en Internet. La curiosidad pronto se transformó en un quebrantamiento moral total. Cuando la pornografía dejó de satisfacer sus necesidades, comenzó a visitar “clubes de caballeros” cuando estaba de viaje. El dilema, tal y como se había convencido a sí mismo, era que su vida sexual nunca sería mejor en su hogar, y como ya había llegado tan lejos, le era fácil avanzar a una serie de encuentros sexuales. Erróneamente pensó que la falta de sexo era la razón de que su corazón se sintiera tan vacío. Todas estas malas decisiones le hicieron olvidar que él nunca estaría satisfecho fuera de una relación íntima y obediente a Jesucristo... y una relación honesta y abierta con Lila. Todo este asunto estalló el día que Lila encontró un recibo de la tarjeta de crédito de Martín, había sido usada en un salón de masajes. Luego que ella pidió el divorcio, terminaron viniendo a mi oficina, buscando por lo menos una oportunidad de salvar su matrimonio.

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-¿Cómo pudo deteriorarse tanto lo nuestro?- Cuántas veces he escuchado esa pregunta. Y la respuesta no se encuentra en el “juego de la culpa.” Este tipo de dolor es la consecuencia de la dureza de dos corazones, hacia Dios y mutuamente. Cuando eso sucede, todo es posible. Este matrimonio parecía destinado a terminar en tragedia; otro hogar más que va rumbo a la destrucción. Pero Martín y Lila lograron vencer los tenebrosos pronósticos. ¿Cómo? Comenzó con Lila. Dios quebrantó su corazón y la convenció que ella tenía que amar y perdonar a su esposo. Pese a que tenía todo el derecho de estar enojada y de alejarse, siguió el principio bíblico que ha sobrevivido la prueba del tiempo en un sinnúmero de parejas: “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición” (1 Pedro 3:8-9). Puede que algunos digan: -Espere un minuto, Gary. ¿Me está diciendo que ella volvió a recibirlo? Él sólo merecía que lo echara de la casa, merecía quedarse fuera del hogar. Incluso Dios mismo dice que una mujer o un hombre cuyo cónyuge ha cometido adulterio puede quedar libre de la unión matrimonial.Tiene razón. Martín no se merecía el perdón de Lila ni su disponibilidad de volver a recibirle. Él merecía quedarse fuera, solo. Pero Dios tenía un plan diferente. Cuando Lila fue a Dios con su quebrantamiento, y le pidió que hiciera una obra en su corazón, Martín vio algo tan sobrenatural como respuesta en la vida de ella que no pudo resistir el deseo de Dios de obrar también en su propia vida. El Espíritu Santo convenció a Martín del engaño y las mentiras de su vida, y Martín enfrentó la verdad: él se había aislado, no solo de Lila y de sus hijos, sino también de Dios. Cuando sus “pecados lo descubrieron,” él reconoció que tenía que elegir. Podía continuar alimentando su lujuria y una vida de engaño, o podía confesar su pecaminoso corazón a su Padre celestial y comenzar a experimentar la gracia y el perdón que sólo puede venir de nuestro Señor. Gracias a Dios, Martín escogió permitir que Él obrara su voluntad. Humillado y quebrantado, Martín comenzó a buscar la sanidad de Dios para su propia vida. Entonces, juntos, Martín y Lila comenzaron a trabajar a través de los dolorosos pasos de enfrentar lo que habían hecho mal. Lila reconoció su propia responsabilidad en su relación resquebrajada. Si bien Martín era 100 por ciento responsable de sus elecciones y acciones pecaminosas, ella era responsable por ser negligente, por el rechazo y

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la indiferencia hacia él. Ella también vio cómo se había vuelto a caminos insalubres de fantasías románticas para satisfacer sus necesidades. La voluntad de Lila de aceptar a Martín nuevamente fue una verdadera expresión de amor incondicional y aceptación. También se comprometió a entender las necesidades de Martín referentes a la intimidad sexual y a descubrir cómo satisfacerlas. Martín y Lila aún tienen mucho camino por recorrer, pero son la prueba viviente de que Dios es el Dios de la segunda oportunidad, y la tercera... y la cuarta y... él demuestra una y otra vez que es fiel. Una relación sexual satisfactoria y vibrante es parte del plan de Dios para un matrimonio espectacular. Es por eso que cuando un hombre y una mujer se comprometen a la unidad en su matrimonio, su relación sexual sólo se pone mejor. Una relación sexual vibrante es el resultado de una vida y un matrimonio saludable y satisfactorio. ¡Así que disfrute de su esposo! Afírmele. Consiga alcanzarlo. Estúdielo a él y a sus necesidades. Comuníquele su amor y pasión por él. Y experimente profundo placer en la seguridad de su relación matrimonial. ¿Necesita tener el gozo de la intimidad sexual restaurado en su matrimonio? Dé el primer paso. Satisfaga a su esposo, no hasta la mitad, sino por completo. (Y a todos los esposos que están curioseando en este capítulo les digo que hagan lo mismo. En eso consiste el liderazgo servicial.) El diseño de Dios para el matrimonio es siempre el mejor. 1

Si esta es un área de necesidad en su matrimonio, le sugiero que le dé un vistazo a mi libro Dr. Rosberg’s Do-It-Yourself Relationship Mender (Wheaton, Ill, 1995) para aprender cómo cerrar esos abismos de conflictos no resueltos. 2

Este deseo y compromiso no significan que usted debe participar con su esposo en una actividad sexual con la que no se siente cómoda. Los esposos y las esposas deben comunicarse claramente sus propios deseos, así como también su propio nivel de confort y los límites cuando se trata de la intimidad sexual. Pero yo siempre aliento a las parejas a que tengan estas discusiones fuera de lo que son los momentos de intimidad sexual.

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CAPÍTULO 4 Intimidad – Las mujeres deletrean intimidad así: H-A-B-L-A-R La necesidad de amor #2 de la esposa “Acércate a mí.” Barb le habla a los esposos Carlos es un ex piloto de la fuerza aérea. Él sabe lo que quiere y hace sus planes para conseguirlo. Hoy no es la excepción. En camino de regreso a casa conduce su automóvil y se siente muy bien, silba y sueña acerca de su “plan de amor.” Dejaré el auto en el garaje, caminaré hacia la casa y desataré mi corbata. Dejaré mi maletín, me relajaré un rato, haré el amor con Débora, me pondré ropa deportiva, jugaré un poco al básquetbol, tomaré el control remoto, miraré algunas noticias, y luego cerraré mis ojos por unos minutos antes de cenar. Cuando Carlos llega a su hogar, entra por la puerta trasera, Débora lo mira y sus ojos se encuentran. Sus ojos traspasan los de ella con “esa mirada.” Durante todo el día, Débora ha estado tratando de lidiar con dos niños preescolares. Sus conversaciones se centraron en una criatura de ficción color púrpura que se llama Barney, y tuvo que lidiar además con varias catástrofes: la manguera del lavarropas se rompió, los niños derramaron jugo de uva sobre la alfombra color crema, el gato había arañado a uno de los niños, y la madre de Carlos había llamado diciendo que iría a visitarlos por una semana. Esa “mirada” en los ojos de Carlos fue la gota que derramó el vaso. Puso a Débora al límite. Carlos ya no era la compañía y el consuelo

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que había anhelado durante todo el día. Él ahora era... el enemigo. Su mirada, ese guiñar de ojos le estaba enviando varios tipos de mensajes a ella: -Permíteme tomar cada partícula de energía que aún te queda.- -Permíteme que tome todo lo que tienes y que te deje sin nada.- -Déjame ser como todos los demás y pararme en la fila para tomar, tomar y tomar.Débora levantó sus manos hacia el aire y gritó, -No, no ahora.Entonces salió abruptamente de la cocina y fue a la sala de estar para sentar sola por primera vez durante todo el día. Normalmente ella es una persona fuerte y resistente, pero ese día tuvo que contener sus lágrimas. Su tanque de gasolina indicaba que estaba mucho más que vacío. Carlos pensó mientras suspiraba, -Aquí se terminó el “plan de amor” maestro que traía. Pero en lugar de acusar a Débora por reaccionar así, caminó hacia la sala de estar y se sentó junto a ella en el sofá. -Cuéntame sobre tu día, Débora,- le dijo mientras gentilmente la tomaba y colocaba su brazo alrededor de ella. -Realmente no tenía idea que ser madre sería tan difícil, Carlos. Estoy tan cansada de cereales y salsa de manzana. Extraño poder conversar con personas adultas y tener una conversación que no sea interrumpida por discusiones y libros para pintar. La casa está en desorden. Voy de cuarto en cuarto recogiendo cosas, y apenas me salgo de la vista de ellos entonces comienzan a tirar más cosas. Siento como que nunca estuviera por encima de la situación.Lo que Débora necesitaba en ese momento por parte de Carlos era la seguridad de poder descargar algo del estrés que se había estado acumulando en ella durante el día. Y como Carlos conocía a su esposa tan bien, sabía que en ese momento ella necesitaba conectarse con él, así que se sentó y la escuchó. A medida que descargaba, él se concentró totalmente en ella. Luego, después que ya se había desahogado y quedo más tranquila, él la besó en la frente y le dijo que se relajara. Entonces fue a la cocina, se arremangó la camisa, vació el lavaplatos que tenía platos ya limpios y puso los platos sucios que estaban sobre el mostrador. Cuando terminó eso, se asomó por la cocina y dijo: -Débora, sé que tuviste un día muy exhausto. Simplemente siéntate un rato. Voy a jugar un poco con los niños afuera.La sensibilidad de Carlos y su disposición de entrar en acción y compartir las tareas de la casa no solo validaron la necesidad de Débora, sino que también aligeraron su carga. De esa manera ella tuvo tiempo para sí, para poder llenar su tanque vacío. Luego de cenar Carlos todavía mostraba ternura, asegurándose de que ella estuviera mejor. -¿Cómo te sientes? ¿Puedo traerte algo?- le preguntó en cierto momento. También tomó su mano y le dijo: -sé lo

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duro que trabajas por nuestra familia, y quiero que sepas lo mucho que aprecio todo lo que haces por los chicos y por mí. Puede que no pienses así, pero sé que eres la mejor madre del mundo para nuestros hijos. Me fascina mirarte cuando estás con ellos.Débora abrazó a Carlos y le dijo: -Gracias cariño.Cuando llegaron las noticias de las diez de la noche, Carlos apagó el televisor, se levantó de su sofá, cerró la puerta, apagó las luces y subió las escaleras para dormir antes de comenzar un nuevo día de trabajo. Pero al abrir la puerta de su dormitorio, vio el brillo de la luz tenue de un candelero y a Débora sonriéndole desde debajo de las sábanas. -La noche es joven, Carlos,- le dijo ella. Carlos ya no se sintió cansado. Así que, ¿logré captar su atención muchachos? Si bien los hombres enlistaron la intimidad sexual como su necesidad de amor número dos en el matrimonio, las mujeres indicaron que la intimidad emocional es su segunda necesidad de amor más importante. Los hombres y las mujeres están hechos en forma diferente Tal y como Gary le dijo a su esposa en el capítulo anterior, los hombres deletrean intimidad así: S-E-X-O, y las mujeres la deletrean así: H-A-B-L-A-R. ¿Qué tan cierto es esto para usted? Si usted es como la mayoría de los hombres, cuando usted escucha la palabra intimidad, piensa en una experiencia física y pasional. Pero cuando su esposa escucha la palabra intimidad, piensa en la conexión emocional y en la comunicación. Dios ha hecho al hombre y a la mujer en forma bastante diferente. El impulso sexual que usted tiene está conectado a sus ojos, usted se excita visualmente. El impulso sexual de ella está conectado a su corazón; ella se excita sólo después de sentir la cercanía emocional y la armonía. Usted puede separar el sexo de todo lo demás en su vida, mientras que su esposa ve que todas las cosas están conectadas entre sí. Usted se siente menos masculino si su esposa se resiste a sus avances sexuales. Su esposa se siente como una máquina si no experimenta la intimidad sexual como algo que fluya de la intimidad emocional. La palabra intimidad viene de una palabra latina que significa “lo más profundo.” El significado que esto tiene en nuestra relación matrimonial es que compartamos nuestros pensamientos internos, nuestros sentimientos, espíritu y verdadero yo al punto de quedar vulnerables. Tanto los hombres como las mujeres necesitan sentirse seguros en este compartir, y confiados del apoyo de su cónyuge. Este apoyo se logra escuchando, mostrando empatía, y también mediante la oración y la confianza. Generalmente, el compartir y el apoyarse

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deben estar en su lugar antes de que una mujer se entregue físicamente en una unión sexual. Como dijimos antes, la gente ve la intimidad en forma diferente. Por ejemplo, la perspectiva de Esteban es que la intimidad consiste solamente en el sexo. Cuando mira a su esposa, Gina, su refrán es “Hagámoslo.” La respuesta de Gina hacia Esteban es “Ni se te ocurra.” Ella insiste en que Esteban debe entender y respetar el corazón y la mente de ella antes de iniciar la relación sexual. Para Brenda, el procurar la intimidad con Sebastián es una rica experiencia cuando realmente se abren mutuamente y comparten sus pensamientos profundos. Los primeros diez años de su matrimonio fueron bastante duros debido a que Sebastián no entendía cómo es que Brenda fue hecha. Él pensaba que ella tenía la misma perspectiva de la intimidad que él. Sólo recientemente Sebastián ha entendido lo satisfactorio que es un tiempo para hablar para su esposa. Carla tiene una personalidad fuerte, es extrovertida. Para ella la intimidad es tener sexo con su esposo, y a ella le molesta que Juan siempre quiera hablar. Carla fácilmente puede tornarse controladora y crítica. Es por eso que Juan tiene la fuerte necesidad de hablar como preparación para los momentos de intimidad; la comunicación con ella crea seguridad en el matrimonio, afloja el control que ella tiene, y los coloca en el mismo lugar. La forma en la que Juan piensa es representativa de cómo la mayoría de las mujeres ven la intimidad, lo cual puede ayudarle a usted a entender las necesidades de su propia esposa de forma mejor. Los hombres, por naturaleza, son criaturas que pueden poner las cosas en diferentes compartimientos. Hablando en forma figurada, usted ve su trabajo, su familia, sus pasatiempos y su recreación como cajas separadas. Una caja sería su desayuno. El que tenga desacuerdos con su esposa es otra caja. Pasa su día trabajando y para usted eso es otra caja. Los hombres viven día en cada caja por separado, sin que se interconecten. ¡Las mujeres son totalmente diferentes! Podemos realizar las mismas actividades, pero cada caja tiene una conexión invisible y emocional que las vincula a todas. Todas las áreas se relacionan. Nuestras emociones están conectadas a nuestros pensamientos, nuestros corazones, nuestras mentes y nuestros cuerpos. Cuando una caja se afecta, existe una reacción en cadena que por último afecta nuestro espíritu. Por ejemplo, si su esposa ha tenido un día difícil con los niños o con una compañera de trabajo, su tanque emocional estará agotado. Como resultado, su energía física puede haber disminuido también, y puede que necesite alejarse un poco para reabastecerse. Su maternidad o su trabajo están conectados con su caja emocional, la

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cual está conectada a su caja de energía, que a la vez está conectada a su caja de relaciones. ¿Se ha dado cuenta de lo rápido que su esposa puede recordar una desilusión que tuvo hace tres años? Es por eso también que puede recordar exactamente la última vez que usted le dio flores. Los eventos en la vida de la mujer están cuidadosamente entrelazados. Entendiendo la necesidad de intimidad emocional de su esposa Los Cumplidores de Promesas y otros grupos más han hecho un trabajo notorio en lo que se refiere a educar a los hombres sobre las diferencias entre ellos y las mujeres. Los hombres generalmente salen de esas conferencias sabiendo que las mujeres tienen necesidades que son exclusivamente femeninas, y muchos de estos hombres se comprometen a satisfacer las necesidades de sus esposas. El problema es que conocen su destino, pero les falta el mapa que les diga cómo llegar allí. Espero que cuando usted termine este capítulo, pueda tener el manual de la intimidad emocional en su mano y en su corazón. Pero primero me gustaría que escuche lo que algunas mujeres tienen que decir sobre el tema. Gary y yo estábamos llevando a cabo una conferencia matrimonial de una semana de duración en un crucero, cuando informalmente invité a las mujeres a que nos reuniéramos un día para una discusión sobre la intimidad emocional. A la siguiente mañana, todas las mujeres se presentaron a esa reunión. -¿Cómo les afecta cuando sus esposos no reconocen su necesidad de intimidad emocional?- les pregunté. Una mujer comenzó a decir: -Cuando mi esposo entra con esa “mirada de amor” en sus ojos-¿Mirada de amor o lujuria?- interrumpió otra mujer. Todas se rieron para aliviar la tensión de hablar sobre este tema delicado. Entonces la primera mujer prosiguió. -Mi respuesta inicial es desilusión: Oh, todo lo que quiere es sexo. Me siento desilusionada porque sé que mis necesidades emocionales no serán satisfechas.La intimidad emocional es tan rica, tan gratificante para una mujer. No reemplaza la necesidad de sexo, pero para ella, la necesidad emocional es tan intensa como la necesidad física. Y cuando esa necesidad es satisfecha por su esposo y apoyada a través de un significativo D-I-Á-L-O-G-O, es mucho más fácil para ella poder trasladarse rápidamente hacia el plano sexual. ¿Pero qué pasa si eso no sucede? Puede que usted no se dé cuenta, pero cuando muestra su desilusión porque su esposa no le responde sexualmente, usted envía un mensaje no verbal que puede ser escuchado así: -Oh no. ¿Me estás diciendo que debo escucharte antes

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de usarte?- Puede que eso suene grosero, pero es así como sus avances sexuales pueden hacer sentir a su esposa. La mujer tiene la necesidad dada por Dios de estar conectada emocionalmente, pero si esa necesidad no es reconocida o si es irrespetuosamente menospreciada, ella siente que su esposo está únicamente usándola para satisfacer sus propios deseos sexuales. -Quiero que mi esposo me trate como a uno de sus clientes,- dijo otra mujer en el grupo. –Él es el principal vendedor, y les da a sus clientes el mejor servicio que usted pueda imaginarse. Cuando él hace eso conmigo, cuando me muestra interés en lo que digo y me mira directamente a los ojos siguiendo mi conversación, ¡me siento increíble! -Sí,- dijeron a coro las demás mujeres, asintiendo con su cabeza y aprobando con sus palabras. Una mujer cuyo esposo es un agente de viajes dijo: - La mente de mi esposo es brillante. Él trabaja con cientos de personas, y pese a eso puede decirle cuál de sus clientes prefiere los asientos del pasillo y cuál prefiere junto a la ventana. Algunas veces deseo que recordara mis preferencias con la misma claridad.Todas estuvieron de acuerdo en que después de todo un día de trabajo, tanto los hombres como las mujeres están cansados y exhaustos. Pero cuando el esposo pareciera reservar toda su atención para su trabajo y no muestra ninguna atención a su esposa, ella no se siente amada. Cuando eso sucede, en lugar de tener una respuesta sexual y amorosa por parte de la esposa, él correrá el riesgo de estar en continuo desacuerdo con ella. Obtendrá ira en vez de cariño. Deje de darle a su esposa las sobras al final del día, y comience a tratarla con el tipo de atención que usted le reserva a sus mejores clientes. ¡Los resultados le sorprenderán! ¿Ha tenido alguna vez una conversación con su esposa en la cual usted balbucea, -Sí querida... Te entiendo cariño... Claro mi dulce,- pero si ella le preguntara qué le acaba de decir usted difícilmente podría hacerlo? La necesidad de la mujer de hablar se ha transformado en material estándar para hacer bromas, pero no es ninguna broma. Para muchas mujeres, el hablar es una forma de obrar por medio de los pensamientos, sentimientos, ideas, y problemas. Es la forma en la que fuimos hechas, y es una construcción sólida. Obviamente, tal y como la forma en que usted fue hecho, puede haber un cortocircuito algunas veces. Pero más allá de todo, es una forma positiva de expresar y procesar sus pensamientos y emociones. Sea sabio: escúchela y acérquese a ella. Eso les acercará mutuamente como pareja. Algunas veces, el escuchar y procesar los temas puede parecer de todo menos algo lógico para usted. Como en esos momentos en que lo que comenzó como una tranquila discusión sobre un tema familiar

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termina poniéndose tenso. Pese a que ambos, el esposo y la esposa, estén de acuerdo lógicamente en el problema (no tener suficiente tiempo familiar, por ejemplo) puede que encaren el tema desde dos perspectivas emocionales diferentes. Él quiere llegar a la raíz y resolver el problema rápidamente. Cuando no escucha y no intenta entender la perspectiva de ella, el rostro de la esposa cambia, comienza a sentir cosquilleo en su estómago y sus emociones comienzan a exaltarse. Enojada y herida ella se sale de las casillas, y él contesta de igual forma. Entonces él decide que la confrontación no los lleva a ningún lado, así que se da vuelta y se va, mientras que ella se quebranta en lágrimas al borde de la cama. Esta no es una escena imaginaria. Sandra y Douglas estaban en esta misma situación. Y cuando él se daba vuelta para irse, ella le gritó, ¡Douglas, vuelve aquí! Estamos edificando una pared entre nosotros y debemos resolver las cosas, ahora.- Cuando una mujer está herida, quiere sentirse entendida y por lo tanto, ligada a su esposo. ¿Sabe qué fue lo que hizo Douglas en ese momento? Se dio la vuelta y sin decir una palabra caminó hacia Sandra, la levantó de la cama y la abrazó. ¿Qué hizo ella? Se aferró a él como a la vida misma. Ella sabía que en ese mismo momento estaban peleando para mantener la unidad, que es el resultado de dos corazones que se unen luego de haber atravesado el dolor. Con demasiada frecuencia las parejas claudican cuando están en conflicto y permanecen en un aislamiento crónico. Ese día en particular, mientras Douglas y Sandra se abrazaban, se sentían emocionalmente exhaustos. Pero una vez que atravesaron la dificultad y se comunicaron (quiero decir que realmente se escucharon y entendieron mutuamente) experimentaron la más intensa intimidad emocional que una pareja puede compartir. La intimidad emocional no viene cuando un lado abandona su posición o cuando finalmente se pone de acuerdo. Para una mujer, la intimidad viene cuando su punto de vista fue valorado, escuchado y entendido. Esto la conecta con la parte más profunda de su alma. Permítame recapitular aquí.  Su esposa necesita experimentar cercanía emocional.  Su esposa necesita sentirse escuchada y entendida.  Su esposa necesita sentir que ella es su principal cliente.  Su esposa necesita su atención completa.  Su esposa necesita que usted le demuestre respeto como persona  Su esposa necesita sentir que está por encima de otras personas.  Su esposa necesita saber que es de valor para usted.

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¿Qué sucede cuando la necesidad de intimidad de su esposa no es satisfecha? Si usted no satisface la necesidad de intimidad emocional de su esposa, habrá de dejarla vulnerable. Puede que ella se aleje de usted o que no se sienta con libertad de responder a usted sexualmente. Finalmente, ella puede comenzar a buscar en otros lugares para lograr que sus necesidades sean satisfechas. Se alejará Una señal de que su esposa puede estar sedienta de intimidad emocional es cuando ella se aparta. -¿Qué te sucede, cariño?- pregunta Ricardo. -Nada,- contesta ella. ¿Qué hice ahora? Piensa él para sí mismo. ¿Qué nos está sucediendo? Ricardo conoce esa pared invisible muy bien. La pared que María construye ladrillo a ladrillo cuando la relación entre ellos no ha sido la prioridad de él. Esto sucede generalmente cuando han tenido muchas actividades. Él tiene que estar fuera mucho tiempo o es distraído por otros temas, y ambos no tienen tiempo para hablar. María comienza a alejarse a ese lugar dentro de ella que está guardado y es estricto. Es muy probable que María esté herida por la falta de conexión de su esposo para con ella en los momentos de diálogo. Ella no sabe a dónde llevar todos esos temas reales que necesita compartir, así que los guarda dentro de sí, los entierra vivos, si usted así lo quiere. Cuando usted siente que la pared de su esposa está subiendo, sabe que algo está muy mal. Desde la perspectiva de la mujer, significa que su esposo no representa una seguridad sino mas bien una amenaza. Y si esto permanece así, con el tiempo pueden terminar como dos extraños que coexisten bajo el mismo techo, compartiendo las mismas comidas y la misma cama, pero con una pared que los separa emocionalmente. Mire a la persona que encuentra frente al espejo y hágale la difícil pregunta: -¿Qué he dicho o hecho para contribuir a la pared que mi esposa ha edificado?La mayoría de las veces, la mujer se alejará para protegerse a sí misma si ella ha sido amenazada por algo que usted esté haciendo o si ella se siente verbalmente atacada. Cuando sus palabras son positivas, estas fortalecen el fundamento mismo del matrimonio. Pero si sus palabras son de crítica, duras y destructivas, su esposa se retirará para protegerse a sí misma. Si usted en contrapartida la lastima, o la menosprecia, entonces sepa que le estará arrojando ladrillos que

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lastimarán su corazón; puede que entonces ella tome esos ladrillos y continúe edificando la pared. Tome la iniciativa y encare el dolor. Hágase responsable por el tono de la relación, y vuelva a encarrilarse, especialmente si es culpable de haber contribuido al dolor. Si ve alguna de las siguientes señales de dolor, puede que su esposa se esté alejando, aislando y protegiéndose a sí misma para no ser herida:  ¿Su esposa parece estar distraída?  ¿Mantiene una relación distante con usted?  ¿Está invirtiendo más tiempo del usual en el trabajo o en otras actividades?  ¿Está demasiado ocupada para tener intimidad con usted?  ¿Evita pasar tiempo a solas con usted?  ¿Parecería como que los niños tienen una prioridad más alta que la suya? Una mujer puede esconderse detrás de una pared, o puede ir manteniéndose ocupada con un calendario personal que no tenga el nombre de usted escrito. Cuando una mujer parece fría y congelada emocionalmente, algunos hombres cometen el error de intentar quitar rápidamente esa actitud de ella y “hacerla que se enderece.” Le aseguro, esta no es la forma de ganar a su esposa nuevamente. Si usted la intimida por medio de la ira, el enojo o las demandas, ella se alejará aún más. Permanecerá encerrada y congelada. No sentirá la libertad de responderle sexualmente Una segunda señal de que las necesidades emocionales de su esposa no están siendo satisfechas es que ella puede no responderle sexualmente. Cuando las esposas se resisten a los avances sexuales de los esposos, estos tienden a interpretar esa resistencia como rechazo. A menudo, la resistencia de ellas no es rechazo, sino una señal de que puede no estarse sintiendo segura y que no puede pasar por encima de un conflicto que ambos están teniendo. Miguel es un adicto al trabajo, y tiene éxito en el mismo. Él avanza en lo que son conquistas, ya sea de personas o de acuerdos. Quince horas de trabajo diarias lo consumen. Está orgulloso del estilo de vida que le ha proporcionado a su esposa Paula. Después de todo, él ha alcanzado el sueño americano de tenerlo todo: una casa grande en una comunidad selecta, un garaje para tres autos con dos autos nuevos en el mismo, y vehículos para la nieve para él y para ella. Pero lo que se define como éxito en la industria no se define de la misma forma en el hogar. El trabajo que provee todos los juguetes no es más que “la otra mujer” a los ojos de Paula; el trabajo es la amante

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que le está robando la atención de su esposo. Ella ha sido desplazada de la agenda diaria que él tiene. Cuando las puertas del dormitorio matrimonial se cierran, apartándoles del resto de la casa, las dos personas que quedan dentro se cierran también el uno al otro. Miguel puede conquistar cosas en su trabajo, pero no la está conquistando a ella. Si realmente se preocupara por ella, estaría tan deseoso de pasar tiempo con ella como lo está respecto a pasar tiempo en su trabajo. La mayoría de los días él está tan agotado para el momento en que llega a la casa que no tiene energía emocional para satisfacer las necesidades del corazón de ella, y Paula responde rechazando sus avances sexuales. Miguel trata de comprar su afecto, llevándola a las mejores habitaciones de hotel cuando viajan, permitiéndole que gaste todo el dinero que quiera, pero obtiene muy poco a cambio. Él siente como si estuviese tratando de “enamorar a una piedra.” Pero Miguel no se da cuenta de que más cosas no satisfacen el corazón de una mujer. Lo que Paula necesita es una relación que le conecte con su esposo. Ella le ama y quiere una vida ligada a la de él. Ella no quiere ser la mujer que está fuera de todos los demás acuerdos. Si un hombre quiere tener relaciones sexuales grandiosas con su esposa dentro de las puertas de su dormitorio, debe buscar la forma de relacionarse con ella fuera de dichas puertas. Ella puede buscar en algún otro lugar para satisfacer sus necesidades Una tercera consecuencia de que su esposa no satisfaga su necesidad de intimidad emocional es que pueda involucrase con otro hombre. Este sería el peor de los casos, pero sucede. Si una mujer no es entendida y amada, y su necesidad de intimidad emocional no es satisfecha, entonces se vuelve vulnerable a otros hombres que muestren interés en sus pensamientos y emociones. Si otro hombre hace que su esposa se sienta cómoda y segura con él, ya que valorará que comparta sus pensamientos y emociones, usted puede estar a punto de experimentar problemas. Lo más probable es que este hombre sea alguien a quien ella encuentra en su vida diaria: su mejor amigo, un vecino, su jefe, o un socio. Comenzará siendo algo muy inocente, con unas pocas conversaciones aquí y allá. Cuanto más compasivo o más empatía muestre, más peligroso se volverá. Reinaldo y Ana profesan ser cristianos profesantes. Se conocieron en el trabajo, y fue ahí donde comenzaron los problemas. Si pudiéramos volver un año en el tiempo y advertirles de la ruina que proviene de corazones desprotegidos, tanto Reinaldo como Ana hubieran alardeado: -Bueno, eso nunca nos sucederá a nosotros. Somos cristianos. Juramos que nunca nos podría pasar.- Pero sí pasó.

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Todo comenzó en forma muy inocente cierto día en que Ana estaba vulnerable emocionalmente y comenzó a conectarse con Reinaldo, un hombre con quien se sentía cómoda de hablar las cosas en su trabajo. Esta conexión de entendimiento la hacía sentirse tan maravillosamente bien que quiso tener más y más acceso a la mente de este hombre espiritual. Con todo, esto nunca hubiera sucedido si la necesidad de Ana de intimidad emocional hubiera sido satisfecha por su esposo. Ella ni siquiera sabía que estaba en peligro. Ana y Reinaldo trabajaban juntos en una oficina en la que la atmósfera entre los empleados era bastante buena. La gente era abierta con respecto a sus problemas y voluntariamente se animaban unos a otros. Pero Reinaldo era un hombre que sobresalía de los demás. Él realmente se preocupaba por las personas con las que trabajaba y se entregaba para asegurarse que los demás estaban bien. Él era muy franco y extrovertido, y a Ana le fascinaba escucharlo. Se sintió atraída a su personalidad y gradualmente se quedó embelesada con él porque era un cristiano muy bueno. Ella sentía la ausencia de esas características en su propio esposo, quien era un cristiano nominal y un cónyuge no comunicativo. Él rara vez le expresaba abrigo y amor, y nunca oraba con ella. De hecho, una de las razones por las que Ana había tomado el empleo era que este le daba la oportunidad de hablar con otros cristianos. Un día Reinaldo encontró a Ana llorando. Puso su brazo alrededor de ella y la consoló. Luego oró por ella. Él, por supuesto, no tenía forma de saber que el esposo de Ana no estaba satisfaciendo sus necesidades emocionales básicas. Así que lo que sucedió en los siguientes minutos tomó a Ana totalmente desprevenida. Mientras Reinaldo oraba por ella, estaba tocando su vulnerable corazón. Sus palabras, su calidez, su toque, y su espiritualidad hicieron que algo dentro de ella se encendiera. Ella sintió intimidad emocional con él ya que él tuvo acceso a su desprotegido corazón en lo espiritual, emocional y físico. Ana comenzó a pensar mucho en Reinaldo. Mientras se vestía para ir a trabajar en la mañana, pensaba qué podía hacer para que él se sintiera atraído hacia ella. No podía aguantar las ganas que tenía de ir al trabajo y conversar con él. Se dirigía hacia la oficina de él por el problema más pequeño para obtener así su atención. A ella le fascinaban esos momentos de conexión emocional y con confianza compartía cosas con él, y usaba cualquier excusa para obtener más de él. Ella le respondía llegándose a él y tocándole, dando palmaditas en su brazo mientras hablaban. Reinaldo pensaba que él era intocable por cualquier otra mujer que no fuera su esposa, hasta que Ana comenzó a tocarlo en formas muy

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tiernas. El encanto de ella hacía que se volviera un área gris. Después de todo eran simplemente amigos, él sólo le estaba ministrando a ella. ¿Cómo es que cosas así le pueden suceder a los cristianos? “Por sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida,” Proverbios 4:23 nos advierte. Al satisfacer la necesidad de amor de su esposa con respecto a la intimidad emocional, protegemos mutuamente nuestros corazones. Una mujer puede crear vínculos emocionales más fácilmente de lo que un hombre lo hace. Y cuando una mujer tiene su corazón desprotegido, antes que se dé cuenta, ha desarrollado una atadura emocional con alguien más además de su esposo. No permita que el orgullo y la arrogancia le digan que lo que sucedió con Reinaldo y Ana no puede sucederle a usted. La etiqueta de “cristiano” no hará que su matrimonio permanezca intacto. Como cristianos debemos abandonar todo lo que se interpone en el camino de seguir a Dios con todo el corazón en nuestros matrimonios. Comience estando alerta a las banderas rojas que puedan indicar que su esposa está encontrando satisfacción para sus necesidades emocionales en otro hombre. Luego trabaje duro para proteger su matrimonio, asegurándose que usted es el único que satisface las necesidades emocionales de su esposa completamente. ¿Cómo puede satisfacer la necesidad de intimidad emocional de su esposa? Nada satisface la necesidad emocional de una mujer como su conexión con su marido. Ella confía que usted estará cerca de ella pase lo que pase (cuando incluso los familiares más cercanos no puedan estar con ella o entenderla). Y los amigos pueden venir e ir en su vida, pero usted es su compañero constante, usted está siempre allí con ella. A manera de ejemplo, desearía que usted se pudiera sentar en mi sala de estar al final del día y mirara a mi esposo en acción. Gary entra a casa cada noche deseoso de hablar. No es broma, realmente lo hace. No importa cómo haya sido su día, él siempre guarda un poco de energía para mí. Me saluda con un caluroso beso y entonces me cuenta sobre su día (las conversaciones que tuvo con el equipo de trabajo, las llamadas telefónicas, las decisiones, lo que estuvo pensando, etc). Algunas noches podemos hasta sonar como las noticias de las seis de la tarde, dando el reporte de nuestro día mutuamente: quién hizo qué, cuándo sucedió, dónde estuvieron, etc. Pero pase lo que pase, nos involucramos mutuamente, escuchándonos y respondiéndonos.

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Nosotras como esposas florecemos al involucrarnos emocionalmente con nuestros esposos y saber que una es realmente escuchada. Nos encanta estar en el centro de atención de nuestros maridos. Pero a ustedes los hombres les fascina tanto como a nosotras. Frecuentemente, Gary entra por la puerta de atrás, se quita su chaqueta deportiva y le da vueltas alrededor de la cabeza, entonces grita: -Nena, tu hermoso perrito está en casa. Vamos a hablar.- Hace que me desternille de la risa, y entonces se aprovecha del momento y me hace cosquillas. Tengo que admitir que la risa alivia todas las tensiones de un mal día para los dos. Atesoramos nuestro tiempo para compartir al final del día, y eso establece el tono para toda la noche a medida que permanecemos conectados. Cuando Gary me muestra su continuo amor y activa presencia, cuando él abiertamente comparte conmigo todo de todo, veo su devoción hacia mí, y me siento muy atraída hacia él. Su esposa será capaz de soportar la mayor parte de las dificultades que el mundo pueda ofrecer siempre y cuando usted esté a su lado, y su deseo de ser ese compañero cercano la motivará a darle lo mismo a usted, al 100 por ciento. Una mujer está deseosa de escuchar los detalles más pequeños de su vida, desde lo que comió para almorzar hasta lo que usted estaría dispuesto a defender con su vida. Ella quiere saber lo que usted piensa y cómo piensa, y quiere que usted haga lo mismo con ella. ¿Quiere mantener la química en su relación con su esposa? Pregúntele qué piensa. A las mujeres les fascina una conversación de ida y vuelta. Ábrase y cuéntele lo que está pensando y se sorprenderá de lo regocijante que es eso para ella. Cuando ella le ve creciendo y desarrollándose, se siente motivada a hacer lo mismo. ¿Recuerda cómo se sentía cuando comenzó a salir con esa joven que ahora es su esposa? ¿Cómo la llamaba durante el día sencillamente porque estaba pensando en ella, y porque quería escuchar su voz? Usted se salía de su ruta para aparecer de pronto y verla en el trabajo o en su casa. Usted no se distraía cuando hablaba con ella. De hecho, ambos podían sentarse y hablar por horas. Usted en realidad escuchaba todo lo que ella decía. Hasta deseaba fervorosamente descubrir sus pensamientos y opiniones. La conversación era muy fácil. Usted le contaba todo. La intimidad emocional era fácil en ese entonces porque sus corazones estaban siempre conectados. Y ese es el secreto, la raíz: dos corazones deben estar conectados para experimentar intimidad emocional. Esa es la forma en la que Gary y yo comenzamos nuestro día, antes de que siquiera salgamos de la cama. Gary es la persona madrugadora en nuestra casa, así que generalmente se despierta antes. Aún estoy medio dormida cuando le escucho susurrarme: -Te

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amo Barb... te necesito Barb.- Pero lo que me fascina es cuando dice: -Nena, nena, nena.- Me hace reír cada vez que lo dice, le trae gozo a mi alma, y es allí cuando yo comienzo a decirle que le amo. Cada día comenzamos así. Inténtelo. Antes de salir de la cama en la mañana dele a su esposa un –Te amo- desde su corazón. Entonces, durante el día llámela desde su trabajo. No creerá la cantidad de puntos que una sencilla llamada puede anotar. Hace que una mujer se sienta amada y honrada que usted se tome un tiempito en medio de todo para hacerle saber que está pensando en ella. El esposo de Sonia tiene un elevado puesto de gerente en una gran compañía de servicio. Con todo, él se toma tiempo por lo menos una vez al día para llamarla. Algunas veces es para contarle lo que le está ocurriendo. Algunas veces es para ver cómo le va a ella. Y otras veces es sencillamente para decir: -Estoy junto a ti. Te amo.Este tipo de conexión, de tomarse el tiempo para estar en sintonía mutuamente provee seguridad e intimidad en la relación. Es parte de lo que hace que un matrimonio sea grandioso. Su esposa tiene un intenso deseo de ser emocionalmente transparente con usted. Ella necesita saber todo sobre usted. No para que ella pueda poseerle o controlarlo, sino para que pueda experimentar una verdadera unidad con usted. En eso consiste la intimidad al nivel más profundo: cuando le permite llegar hasta su alma y usted puede llegar a la de ella, cuando mutuamente se revelan como son el uno al otro, cuando pueden hablar todo de todo, cuando comparten sus opiniones y perspectivas. Cuando una mujer se siente segura y lo suficientemente protegida para desvestirse completamente en lo emocional con su esposo, es lo mejor que puede pasar. Le daré una ayuda: si sus almas se desvisten frente a frente, sus cuerpos le seguirán. Si usted provee este tipo de atmósfera de intimidad emocional para su esposa, su vida jamás será la misma. Pero para que pueda hacerlo, tiene que lograr varias cosas. Escúchela Sobrecargada. Estoy seguro que conoce la palabra, y el sentimiento. Pocos podemos escapar de esto en el mundo de hoy. Usted está ocupado, su esposa está ocupada. El ritmo veloz a menudo separa a las parejas sencillamente porque no hay tiempo de conectarse, o por lo menos no hacen tiempo para conectarse. Una forma segura de conectarse es ofrecer un oído para escuchar. El énfasis aquí está en escuchar, no en arreglar. Realmente escuche los mensajes que su esposa le envía. No los oiga simplemente, sino escúchelos. ¿Qué es lo que le está diciendo? ¿Está escuchando los

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mismos comentarios una y otra vez? ¿Siempre discuten sobre las mismas cosas? Despiértese, estos son temas no resueltos, los cuales se están comiendo a su esposa. Y para serle franco, puede que ella ni siquiera se dé cuenta. Como ya dijimos anteriormente, puede que ella no reconozca la profundidad de su necesidad de conectarse hasta que encuentre a un comprensivo oyente en otro hombre. Invierta unos minutos ahora mismo pensando en cualquier tema no resulto que usted tenga con su esposa. Luego pregúntele a su esposa si ella tiene alguno. Y si dice: -Oh, nada cariño- no de un suspiro de alivio, sentándose frente al televisor. Investigue un poco, y escuche mucho más aún. Déjela hablar hasta que alcance lo profundo del corazón de ella y descubra el verdadero problema. Aquí están algunas formas reales y prácticas para que usted escuche:  Dele su completa atención cuando ella le hable. Deje a un lado el periódico. Apague el televisor. Mírela a los ojos.  Permita que el contestador del teléfono atienda la llamada si el teléfono suena mientras los dos están hablando.  Encuentre algún deporte que puedan practicar juntos. Esto no sólo les proveerá estar juntos físicamente sino que además les proveerá mucho tiempo para hablar y escuchar. Salgan a pasear en bicicleta, o a caminar, o a jugar al golf.  Siéntense los dos al final de cada día y hablen acerca de todo lo que sucedió. Retenga las ganas de resolver los problemas y simplemente escuche.  Esté listo para ir a la cama juntos, y vayan a acostarse al mismo tiempo. Tienen la oportunidad de terminar el día juntos, escuchándose mutuamente, abrazándose mutuamente. Muéstrele comprensión de corazón ¿Es usted crítico con su esposa? Probablemente respondió rápidamente que no a esta pregunta. Pero piense. ¿Acaso usted, ya sea por sus palabras o su actitud, algunas veces la hace sentirse avergonzada o tonta por la forma en que ella se siente? ¿Le dice que se preocupa mucho? Cuando ella sueña en grande, ¿le ofrece las razones por las cuales tales proyectos no funcionarán, o se pone usted a la defensiva? ¿Está preocupada ella con lo ocupado que parece estar su itinerario familiar el próximo mes? ¿Y acaso usted le respondió: -No te preocupes por nada. Siempre sale bien.-? ¿Qué me dice si intenta esto: -Cariño, realmente estamos haciendo muchas cosas, démosle un vistazo a nuestra agenda y reanalicemos algunos de los planes-? Le puedo asegurar que para cuando terminen de hablar, su agenda quedará exactamente igual, pero al haber invertido unos minutos

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compartiéndolo con su esposa, le ha otorgado un increíble sentimiento de alivio. Cuando una mujer ve que su esposo está dispuesto a abrirse y compartir con ella (y más aún, mostrar comprensión y el deseo de ayudarla a llevar sus cargas) ella le honrará a él y a sus necesidades. Si por el contrario las necesidades de ella no son satisfechas, se sentirá desconectada. Y cuando esto sucede veintitrés horas y media al día, olvídese también de conectarse físicamente esa última media hora. Le puedo asegurar que no habrá conexión. Pero cuidado: si su motivación para conectarse emocionalmente con su esposa es simplemente para lograr que ella se conecte físicamente, ella se dará cuenta de su intento. Ella le observa cada día durante toda la semana. Si usted no es tierno ni demuestra aprecio en forma consistente, le será difícil confiar en usted y entregarse por completo. Para la mujer, la intimidad debe ser genuina y constante, y créame, ella sabe si usted pone a funcionar su encanto cuando quiere estar con ella en el dormitorio. Dios hizo a la mujer con el deseo de experimentar un alimento emocional mutuo. En el momento en que usted se dé cuenta de lo fuerte que es esta necesidad para su esposa (y esté dispuesto a caminar la milla extra para satisfacerla) su matrimonio podrá ser transformado. ¿Quiere algunos consejos?  Escríbale una carta, y dígale todo lo que le ha estado preocupando. Si usted le permite entrar en las áreas más profundas de su corazón, eso cambiará la vida de ambos.  Ore con ella diariamente. Y recuerde agradecerle a Dios, cuando ella le escuche, porque le ha dado una mujer tan maravillosa.  Encuéntrese con ella para almorzar, y pregúntele qué podría hacer para aliviar su carga.  Métase en la conversación cuando ella está compartiendo una historia o una carga, repitiendo lo que escucha y animándola. Ella necesita que usted sea su abogado defensor.  Sintonícese con su esposa en el mismo minuto en que entre a su casa al final del día. Dele atención y afecto La Biblia anima a los esposos a ser atentos con sus esposas. “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil” (1 Pedro 3:7). ¿Alguna vez su esposa le dijo, -No le estás prestando suficiente atención a nuestro matrimonio-? Si lo ha hecho, en realidad está diciendo, -Me siento distante emocionalmente de ti, y tú no me prestas suficiente atención.- ¿Cómo fue que usted la conquistó al principio? Le

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dio su más completa atención. La escuchaba y se preocupaba por las cosas más pequeñas. Un marido amoroso cuida y alimenta a la verdadera mujer que está dentro de su esposa. Sea específico. Señálele los cambios positivos que ella ha tenido en su vida. Deténgase y observe con cuidado las cosas que ella está haciendo en su mundo. Pero haga más que sólo darse cuenta; dígalo en voz alta. Su esposa necesita su cercanía, su toque no sensual que le comunica que usted se preocupa genuinamente y le recuerda que es amada más allá de su cuerpo solamente. Su toque cariñoso le comunica: -Estoy aquí. No estás sola. Te disfruto. Me preocuparé por ti.La atención a los detalles más pequeños le demuestra a su esposa que usted está pensando en ella y que es la persona más importante de su mundo. Sea romántico con ella:  Dele un beso y un abrazo cuando se va y cuando vuelve a casa.  Compre entradas para un espectáculo musical que a ella le fascine.  Dele una rosa de tallo largo como una declaración pública de que la ama.  Esfuércese en pasar tiempo juntos a solas: salgan a cenar, vayan a caminar, salgan a tomar un café. Muéstrele a ella (y a otros) que disfruta la intimidad de estar a solas con ella.  Vaya con ella cuando sale a hacer mandados al supermercado, a la tienda o al banco. Demuéstrele que usted disfruta su compañía.  Sorpréndala con un almuerzo tipo picnic, incluyendo un mantel y velas. O haga una fogata romántica, y acurrúquense con una frazada mientras beben chocolate caliente. Logre una buena comunicación con ella Cuando los hombres se hablan entre sí, se informan. Hablan sobre sus logros, las cosas más importantes, los eventos del fin de semana, el rendimiento de su nuevo automóvil, en fin, la lista es interminable. En su “conversación informativa” los hombres condensan sus historias y dejan a un lado los detalles, para así dar a entender su punto rápidamente. Las mujeres, sin embargo, fuimos hechas para una “conversación más comunicativa.” Los detalles son importantes para las mujeres. No queremos tener la versión abreviada; queremos todo el paquete. A medida que hablamos, descubrimos quiénes somos y por qué pensamos en la forma que lo hacemos. Procesamos la información a medida que dialogamos. Resolvemos los temas en la conversación. Hablamos las cosas en su totalidad. De alguna forma, nuestro escuchar, hablar y pensar están interrelacionados, y necesitamos

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lograr que los tres funcionen al mismo tiempo para expresarnos completamente. Así que si usted quiere conectarse emocionalmente con su esposa, debe construir una buena comunicación con ella. Su esposa quiere saber lo que usted piensa. Ella quiere procesar las cosas junto con usted. Preste mucha atención a su esposa cuando se llega a usted, y no siempre intente ofrecer respuestas. La mayoría de las veces ella simplemente querrá unirse a usted mientras está procesando sus pensamientos. Ella necesita una audiencia que la ame. A medida que usted intenta tener una buena comunicación con su esposa, recuerde estos parámetros: 





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No vea cada queja como un ataque. Las mujeres piensan que en la medida que sientan que el matrimonio está marchando bien, pueden hablar sobre eso. Los hombres sienten que la relación no está funcionando bien si tienen que hablar de ella. Cuando su esposa comente alguna queja, trate de verlo como un acto de amor. Resístase a la urgencia de resolverlo (sea lo que sea). Su esposa necesita que usted reconozca sus sentimientos; ella necesita saber que lo que está diciendo, está siendo registrado por usted. Incluso cuando usted no esté de acuerdo con ella, el hecho de reconocer sus emociones le permitirá saber que usted no las está menospreciando al pasarlas por alto y apurarse a sugerir una solución. Reconozca las emociones fuertes como si fuesen signos de exclamación. Cuando ella está disgustada, enojada, o frustrada, dese cuenta que estas emociones son su forma de hacerle saber lo mucho que le importa un determinado asunto. Reserve su evaluación o juicio. Escúchela y muestre empatía. Permítale que se sienta escuchada y entendida. Tenga una actitud respetuosa. No presuma conocer sus pensamientos ni entender sus sentimientos. Encuentre el tesoro en los hechos. Reúna la información basado en lo que ella está comunicando, dándole valor a lo que ha hecho bien. Existe un buen dicho para esto: -Escriba las virtudes sobre mármol, y los errores en la arena.- Con demasiada frecuencia invertimos esto y desanimamos a nuestro cónyuge. Esté junto a ella emocionalmente. Si está en luchas, lo último que necesitaría es que se le digan las razones por las que no debería estar luchando. Lo que ella necesita de usted es que esté allí con ella.

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Resuelva el Conflicto En Efesios 4:31-32 Pablo nos dice “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Usted no podrá conectarse emocionalmente si en su interior tiene o alimenta el rencor, la amargura o la ira. Estas emociones son tóxicas para cualquier relación. En el ámbito espiritual, el enemigo usa estas emociones como puertas de entrada para introducir todo tipo de desorden en el matrimonio. Debido a que usted está leyendo este libro, sé que tiene cierto nivel de compromiso hacia su esposa. Afírmese en el poder de sus votos matrimoniales y permita que este compromiso le libere de las cadenas de la discordia, las cuales fácilmente pueden alejarlo de la verdadera intimidad emocional. Resista cualquier deseo de usar palabras críticas, rencorosas o sarcásticas. Luego de un seminario matrimonial, una esposa me escribió la siguiente nota: -Cuán agradecida estoy por el impacto que su charla en la sesión para los hombres en la Conferencia sobre las Cinco Necesidades de Amor de los Hombres y las Mujeres provocó en Roberto. Él había escuchado millones de veces que “las palabras hieren a las mujeres”, pero su ilustración de que nos lastima como si fuésemos golpeadas por piedras finalmente le hizo entender.Las palabras rudas, insolentes y críticas pueden lastimar el alma de su esposa y quebrantar su espíritu. El abuso verbal es tan malo como el abuso físico. No deja ninguna cicatriz física, pero el daño emocional es igual de devastador y doloroso. Usted tiene el corazón de su esposa en sus manos, y debido al impacto que ocasionen sus palabras, será transformado para siempre para bien o para mal. Usted ya habrá escuchado la expresión: -No lo piense dos veces.Bueno, sencillamente usted no se puede dar el lujo de darle a los pensamientos o comentarios negativos un pie de apoyo (oportunidad que lo piense dos veces) si quiere permanecer con pensamientos puros y un corazón puro hacia su esposa. Una mujer nunca se conectará emocionalmente ni íntimamente con un hombre que la destruye. ¿Alguna vez estuvo cerca de parejas así? ¿Se sintió rebajado emocionalmente al escuchar a un esposo decirle cosas hirientes a su esposa? Palabras críticas, palabras demandantes, el tipo de palabras “que la ponen en su lugar.” Me sentí rebajada por una situación así recientemente en un aeropuerto. Estaba en el sector donde se recoge el equipaje cuando me fijé en un hombre y una mujer que llevaban un carrito cargado hasta arriba con sus maletas. Repentinamente él se detuvo, giró y comenzó a gritarle a ella. No pude escuchar lo que le estaba diciendo,

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pero tan solo mirar a su rostro me asustó. Algunas veces, la expresión de su rostro, y ni hablar del completo impacto de sus palabras, pueden asustar a su esposa. El negar las emociones honestas no es saludable, pero tampoco lo es el tomar como hábito “arrojar” las negativas sobre otro para que usted se sienta mejor. No está de más decir que cuando se sienta enojado o frustrado, entonces debe hablar con Dios. Si usted no aprende a controlar esas emociones tóxicas en una forma saludable, le prometo que ocurrirá una de las siguientes tres alternativas: su esposa responderá dándole pelea, huirá, o se paralizará. Cualquiera de las tres son malas opciones. ¿Existe algún conflicto en su relación? ¿Es usted consciente de alguna cosa por la cual le es necesario perdonar a su esposa? ¿Está guardando algún rencor sobre alguna cosa de su relación? Si es así, es importante resolver su conflicto. Pedro tiene una familia que es extremadamente unida, y para su familia fue difícil aceptar a Belinda en su círculo desde que se casaron. Pedro tampoco ayudó a remediar la situación. En teoría, él colocaba a Belinda en primer lugar, pero en la práctica le era muy difícil desprenderse de su mamá y su papá. Por ejemplo, si Pedro y Belinda hacían planes para el fin de semana pero su madre le llamaba y le invitaba a que fueran a cenar, ¿adivine qué es lo que hacían? Adivinó. Dejaban a un lado sus planes e iban a la casa de los padres de él para cenar. Durante tres años Pedro y Belinda pelearon por este tema. Cada conflicto parecía hacer surgir ese reprimido tema (que Pedro no podía cortar su cordón umbilical). La cosa se ponía peor con cada conflicto, hasta que finalmente Belinda se hartó. La dependencia de Pedro sobre su familia estaba arruinando un matrimonio saludable en potencia, pero ella estaba cansada de hablar sobre eso. Así que prefirió mantener silencio. El alejamiento de Belinda sorprendió a Pedro, y lo asustó. Fue lo suficiente como para que por primera vez comenzara a ver la verdad. Se dio cuenta del dolor que había causado a su esposa permitiendo que su relación con sus padres fuera más importante que su relación con ella. Pedro y Belinda se dispusieron a resolver el asunto y dejar atrás todo el dolor que se habían ocasionado mutuamente, y se dispusieron a seguir adelante. A partir de allí no han tenido un conflicto sobre ese tema nuevamente. Si usted tiene un conflicto en su matrimonio, trate de arreglarlo. Hable con Dios al respecto. Luego hable con su esposa. Perdone si tiene que hacerlo. Confiese si tiene que hacerlo. Deje a un lado su rencor. El albergar resentimientos puede ofrecer un inmediato sentido de gratificación o poder, pero los resentimientos causarán úlceras y a la larga le controlarán. La manera de restaurar la armonía en su

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matrimonio es quitando los resentimientos, no reviviéndolos. Ningún matrimonio es capaz de recuperarse de las desilusiones y seguir avanzando hacia la madurez a menos que ambos dejen a un lado la amargura. Usted no podrá confiar en su esposa ni amarla mientras tenga resentimientos hacia ella, ya sea secretamente o abiertamente. El dejar atrás el rencor, la amargura, el resentimiento y la ira es algo que hacemos por nosotros así como también por nuestro cónyuge. La ira pone nuestro propio corazón en tinieblas. Y cuando estamos en tinieblas, no podemos vivir en la luz. Dios debe ser la fuente para ese perdón, a medida que extraemos del profundo pozo de sus provisiones. Dios quiere que amemos en la forma en que fuimos amados, que consolemos como fuimos consolados, y que perdonemos como fuimos perdonados (1 Juan 4:11; 2 Corintios 1:4; Efesios 4:32). Póngale protección a sus relaciones interpersonales Para ser claros, para un hombre es fácil comenzar a cautivar el corazón de otra mujer sin que siquiera se dé cuenta. Usted piensa que simplemente está disfrutando una conversación con una compañera de trabajo, pero ella puede verlo como la única atención que ha tenido en toda la semana. Antes que se dé cuenta, sus conversaciones dejarán de ser una charla amistosa y abarcarán temas más íntimos. No le estoy sugiriendo que no puede tener amistades con otras mujeres. Simplemente le advierto que es más fácil de lo que piensa cautivar el corazón de otra mujer fuera de su matrimonio. Aquí hay algunas señales de peligro que podrá observar en otras mujeres:        

Elogios Contacto visual intenso Efusividad inapropiada Excesiva referencia a lo importante que usted es Querer hablar sobre temas íntimos Querer tocar su brazo o frotar su espalda mientras conversan Hablar más sobre usted que sobre su esposo Actuar como si usted fuera su audiencia

Piense en lo siguiente, si esta mujer le invitara a su casa y estuvieran solos, ¿los temas y la conversación seguirían siendo los mismos que cuando están en público o con una audiencia? Si ella es sugestiva en su conversación, y le confiesa que su esposo no satisface sus necesidades, haciendo que usted sienta compasión o lástima por ella, tenga mucho cuidado. ¿Le cuenta ella historias que tienen alguna tonalidad sugestiva o que le lleven a verla a ella bajo esa luz? ¿Acaso hace referencias sobre su cuerpo o sobre su dormitorio?

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Sé que esto puede sonar extremista, pero lo mejor es que usted no permita que lo toque ninguna mujer con la excepción de su esposa. Si una mujer toca físicamente, es una buena indicación que está tocando emocionalmente. Si usted está teniendo acceso a las emociones de una mujer que no es su esposa, está entrando en una zona mayúscula de peligro. Para ella es algo tan íntimo como prepararse para tener relaciones sexuales. Es así de serio. Independientemente de lo atractiva que le pueda resultar a su masculinidad tener la atención de otra mujer, una amistad inocente puede rápidamente tomarle por sorpresa y llevarle por un sendero que pronto lamentará. Un consejo: confíe en los instintos de su esposa en esta área. Si ella le sugiere que otra mujer se está comportando en forma inapropiada, su esposa probablemente tenga razón. La mayoría de las mujeres tienen un radar, un estado de alerta innato hacia la comunicación no verbal y la habilidad de trasladar el lenguaje corporal a los hechos emocionales. Su esposa probablemente es capaz de ver estas cosas claramente, así que no la critique ni la culpe de inseguridad por sus advertencias. Considérelo como un regalo de Dios que ella le aleje del peligro. Las recompensas de la intimidad emocional El verano anterior a que nuestra hija más joven, Missy, nos dejara para ir a la universidad, la llevé al lugar que más le fascina en el mundo, Kamp Kanakuk. Por veintiséis días ella estaría como campista, con importantes responsabilidades de liderazgo en un grupo de doscientas chicas de todo el país. Si bien este viaje tenía un significado muy especial para nuestra hija, también tenía un significado abrumador para mí. Sabía que este era el comienzo del fin de una era. Pronto tendría que enfrentarme con un nido vacío. Nuestras dos pequeñas hijas habían crecido. Cuando Missy regresara a casa, inmediatamente partiría para la universidad. A la vez, estábamos planificando el casamiento de nuestra hija Sarah. Como madre, sentía como si toda una vida de apoyo, participación y compromiso estuviera a punto de desvanecerse sobre el horizonte, y entonces despertaría- sin hijas. Me quedé en el campamento tanto como pude para ayudar a que Missy se estableciera. Luego finalmente supe que tendría que irme. Ambas estábamos llorando cuando nos abrazamos. Luego me compuse momentáneamente y le deseé que tuviera un tiempo maravilloso, mientras yo emprendía mi viaje de ocho horas de regreso a casa. Quería llegar a casa y estar con Gary lo antes posible, necesitaba conectarme con él y sentir su apoyo y comprensión, así que decidí tomar un atajo. Al tomar ciertas rutas podía ahorrarme una hora de viaje. Mi mente estaba llena de pensamientos sobre Missy, nuestra pequeña niña. ¿Cuándo había crecido? Yo la necesitaba. Nos había

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traído tanta alegría. Entonces me puse a llorar de nuevo y me di cuenta que estaba manejando sola hacia el resto de mi vida sin mis hijas en casa. Más y más lágrimas me brotaron, al punto en que no podía ver nada. Me detuve al costado de la carretera y enterré mi cabeza en mis brazos, llorando con dolor. Precisamente allí, Gary me llamó al teléfono del auto y yo me desahogué. Hablamos, lloramos, miramos el futuro y volvimos a hablar. Gary estaba tan conectado conmigo que yo estaba convencida que él estaba en el auto conmigo. Finalmente colgamos y yo seguí conduciendo. Me sentí apoyada y fortalecida para el resto del viaje. Solamente quería llegar a casa y caer en los brazos de mi esposo, mi compañero del alma y mi mejor amigo. Mi confianza había sido restaurada, pero la confianza que Gary tenía en mí estaba palideciendo. Comenzó a llamarme para preguntarme cómo me encontraba. Estaba preocupado con mi seguridad y lidió con la misma tratando de solucionar el problema. Me presionó para que me saliera de la ruta y pasara la noche en un hotel. Olvídate de su solución, pensé. La idea me ponía furiosa. Yo necesitaba su presencia, su compañía, lo necesitaba a él, no una habitación de hotel. Con gusto habría conducido hasta el fin del mundo para encontrarme con él. Varias llamadas después, Gary me anunció que había hecho una reservación en un hotel en la ciudad de Kansas, a mitad de camino entre nuestro hogar y el campamento. A esa altura estaba bastante enojada con él. Lo que no me dijo es que en ese momento, él estaba manejando cuatro horas para encontrarse conmigo en esa habitación de hotel. Cuando yo llegué, él ya estaba esperándome allí. Él sabía lo que yo necesitaba; necesitaba su presencia. Él me satisfizo emocionalmente, y una vez más yo estaba confiada y floreciente. A la mañana siguiente, al salir el sol, abrí un ojo y escuché esa maravillosa voz decir: “Nena, nena, nena.” Sonreí y pensé, Hey, quizá el tener un nido vacío no sea tan malo. Fue así que quedé más convencida que nunca que como pareja nosotros podíamos atravesar lo que fuera, con la condición de que lo hiciéramos con intimidad emocional y siempre juntos. La forma en la que Gary estableció la atmósfera del día, al entrar a nuestro nido vacío con una postura tan firme y servicial en lo emocional es el tipo de amor sacrificado y conexión íntima que él ha demostrado una y otra vez en nuestra relación. Es el tipo de intimidad emocional que ha construido una fortaleza de protección alrededor de nuestro matrimonio. Le animo a que construya paredes de protección alrededor de su esposa, entregándose a satisfacer su necesidad de intimidad emocional y comunicación. Si lo hace, ella florecerá y se acercará a

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usted, tanto emocionalmente como físicamente. Esta es realmente la llave hacia el corazón de la mujer.

CAPÍTULO 5 Amistad La necesidad de amor #3 del esposo “Te necesito como mi compañera más confiable.” Gary le habla a las esposas -Barb, estoy camino de regreso a casa. Necesito hablar contigo inmediatamente. Tengo unas noticias fantásticas y necesito dártelas en persona.Sé que otras personas hubieran estado deseosas de escuchar estas noticias también, pero quería que Barb fuera la primera en escucharlas. Y quería que ella las escuchara directamente de mí.

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Cuando entré por la puerta de atrás, Barb estaba esperándome. – Barb, es maravilloso,- dije, sonriendo de oreja a oreja, -Mi papá acaba de confiar en Cristo como su Salvador.Para entender el significado de ese anuncio, usted necesitaría conocer un poco la historia de esto. Yo no crecí en un hogar cristiano. Si bien nuestra familia iba a la iglesia, daba dinero, y respetaba a Dios, yo nunca había oído acerca de una relación personal con Jesucristo hasta 1973, cuando escuché una presentación de la Cruzada Estudiantil para Cristo en mi sociedad de estudiantes universitarios. En el verano de 1973 yo había aceptado a Jesucristo en mi vida como mi Señor y Salvador. Cuando le conté a mis padres sobre esto, mi padre reaccionó fuertemente. Él pensó que yo me había unido a una secta y tenía temor que me estuviese volviendo loco. Casi inmediatamente me encontré entre la espada y la pared. Estaba sediento de esta nueva relación con Cristo y sentía una increíble carga por la salvación de mi padre, pero también necesitaba su afirmación o consentimiento, la cual él no estaba dispuesto a darme. Durante los siguientes veintiún años oré por mi padre y compartí mi fe con varias veces sin ningún provecho. Entonces, en la víspera de su cumpleaños número setenta y cinco, y como estaba a punto de pasar por una seria operación del corazón, le escribí una carta y se la di antes de irme de la ciudad. En esta carta le contaba las docenas de recuerdos de padre e hijo que habíamos experimentado juntos. También le aseguré que si no sobrevivía la cirugía, yo me haría cargo de mamá, financieramente y emocionalmente. Finalmente, le hablé una vez más sobre su necesidad de una relación personal con Jesucristo. Le dije que me lamentaría por el resto de mi vida si él no sobrevivía la cirugía sin que yo me hubiera arriesgado a compartir mi sentir y las Buenas Noticias con él por última vez. Las últimas palabras en la carta fueron: -Papá... te llamaré en dos días, precisamente antes del día de tu operación, y te preguntaré una cosa: ¿Hiciste la oración (oración de salvación) de la página 205 de mi libro Guard Your Heart?Cuando lo llamé dos días después, mi mamá me preguntó, -¿Qué le dijiste a tu padre en esa carta? Está llevando tu libro a todos lados con su dedo en una página, pero no me quiere mostrar esa página. Sólo la sigue leyendo Gary.-Déjame hablar con él mamá.Cuando mi padre tomó el teléfono le pregunté, -¿Papá, oraste esa oración?-Hijo, hoy me hice cristiano,- me dijo. Usted no se puede imaginar el gozo que conmovió mi alma cuando escuché esas palabras, y la primera cosa que quise hacer fue llegar a

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casa y decírselo a Barb, mi esposa, mi amante, mi mejor amiga, quien había orado conmigo durante todos estos años por la salvación de mi padre. Otras personas también habían orado (nuestras hijas, mi grupo de amigos de oración) pero Barb tenía que ser la primera en escuchar las noticias. Quería decirle a Barb en primer lugar ya que al fin y al cabo, los mejores amigos se cuentan sus mayores temores y gozos. En eso consiste la amistad de un matrimonio. La mirada en sus ojos cuando entré por la puerta valía mil palabras. Me decía: -Tú siempre creíste, Gary, y tu mayor deseo se acaba de cumplir. Tienes la seguridad que estarás en la vida eterna con tu papá.- Cuando su esposa, querido lector, como su mejor amiga puede compartir las experiencias de la cima de la vida luego que soportaron juntos el dolor del valle, ustedes realmente están en la cumbre de la montaña. En esto consiste el matrimonio: la intimidad alcanzada por medio de la unión de dos corazones, almas y mentes en el medio del gozo y del dolor. Al poner los pies sobre la tierra, hay una persona con la que sé puedo contar, pase lo que pase: Barb. Independientemente de lo unido que esté con mis hermanos en Cristo en una conferencia para hombres o en nuestros grupos semanales de rendición de cuentas, Barb realmente es mi amiga número uno, mi mejor amiga. Así como Barb me había recibido con su amor incondicional el día que llegué a casa con las dolorosas noticias de perder la mitad de nuestros ingresos (cosa que compartí en el capítulo 1 ), ella me recibió en este día con celebración. Eso es lo que hacen los mejores amigos: ellos le reciben sea cual sea la historia que usted lleve. Ya sea dolor, heridas, esperanza, pérdida o celebración. Los amigos, los mejores amigos, se conectan con usted en el transcurso de cualquier experiencia. En eso consiste ser amigo de su cónyuge. Cuando comparto la historia de la salvación de mi padre, las personas reaccionan haciendo eco de mi celebración de la fidelidad de Dios. Incluso estimula a algunos de ellos a contarme sus propias oraciones contestadas y anima a otros de a contarme sobre su esperanza que sus oraciones por algún ser querido sean contestadas un día. Cierto día, en una conferencia, una mujer me preguntó algo particular al respecto, -¿Qué fue lo que Barb dijo que le hizo sentirse tan conectado? Me encantaría acercarme al corazón de mi esposo como mi mejor amigo.- Como le dije a ella, fueron en realidad varias cosas.  

Barb dejó todo a un lado y me dio su completa atención. Barb se conectó con mi alma con una profunda expresión de gozo y celebró conmigo.

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Debido a que Barb había orado conmigo por tanto tiempo, sus oraciones genuinas y sentidas también fueron contestadas, así que ella se regocijó en el obrar de Dios hacia nosotros dos.

¿Qué era lo que yo necesitaba de ella en ese momento? Su atención. Tener acceso a su alma. Su genuina alegría de que su mejor amigo estaba celebrando la respuesta a su prolongada oración. Eso es lo que hacen los mejores amigos: ellos dan así como también buscan; dejan a un lado sus agendas para buscar el corazón del otro, ellos sienten con uno en vez de imponer sus propios sentimientos sobre el otro. Mi amistad con Barb es lo que define la mayor parte de nuestro matrimonio. No sólo la amo con un amor ágape (incondicional, como Cristo). También estoy enamorado de ella con el amor eros (romántico). Pero mi profundo amor phileo (amistad) hacia mi esposa es tan esencial como mi amor ágape y mi amor eros. No es una coincidencia que nuestra investigación sobre las necesidades de amor de los cónyuges indica que las principales necesidades de amor del esposo concuerdan con las descripciones bíblicas del amor. El amor ágape, eros y phileo encabezaban la encuesta sobre las necesidades de los esposos en sus matrimonios (y en ese mismo orden). Lamentablemente, he visto un patrón una y otra vez en mi oficina de consejería: un hombre y una mujer se enamoran románticamente, se comprometen en casamiento, pero les falta la profundidad del amor de amigos en su relación. Rebeca y Patricio son un ejemplo. Rebeca me dijo en una sesión de consejería: -Si fuera realmente honesta (y no sé cómo admitir esto a mí misma, mucho menos a Patricio) soy yo la que obstaculiza que construyamos una fuerte amistad en nuestro matrimonio.Rebeca tuvo que reunir mucho valor para admitir esto, pero esa confesión fue el comienzo de su habilidad para construir un matrimonio fabuloso. Patricio quería una amistad profunda con Rebeca, pero ella no le permitía acercarse. Rebeca había sido abandonada por su padre cuando era adolescente. Precisamente cuando estaba en una etapa de desarrollo tan importante, su papá abandonó a su esposa y a sus cuatro hijos. El día que su padre se fue, Rebeca se prometió a sí misma: -Nunca volveré a confiar en un hombre.- Ahora Patricio era quien pagaba los platos rotos por la traición de su padre. La experiencia pasada de Rebeca y su falta de confianza se había interpuesto en la senda que avanza hacia una relación íntima con él, y ella simplemente fingía que las cosas estaban bien. Fue sólo cuando Rebeca comenzó a derribar sus propias paredes de autodefensa y a lidiar con el dolor no resuelto de su pasado que

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comenzó a acercarse a Patricio. Hoy día, su relación está creciendo a medida que su apertura y confianza es fortalecida día a día. Sé que suena como una paradoja decir que uno tiene que desprenderse para construir, pero es cierto. Las paredes no se construyen en un día, y no pueden ser derribadas rápidamente. En vez de eso, necesitan deshacerse ladrillo por ladrillo. Las paredes interiores que dividen a un esposo de su esposa necesitan ser reemplazadas con una pared saludable alrededor del matrimonio. Esto, entonces, permite que se tomen riesgos y que se experimente la vulnerabilidad y la transparencia dentro de la relación matrimonial, y cuando eso sucede, las dos almas se conectan con el amor phileo. ¿Qué es lo que su esposo necesita en la amistad con usted? En nuestra encuesta, la necesidad de amor número tres para la gran mayoría de los hombres es la compañía, o la amistad. Esto en realidad no debería sorprendernos. Desde que Dios colocó a Adán, el primer hombre, sobre la tierra, los hombres necesitaron ser complementados por sus esposas. A menudo le digo a la gente: -No estoy bien solo. Necesito a Barb.- Adán experimentó la misma cosa al estar nombrando los animales. Él estaba solo. Simplemente no se había dado cuenta de su soledad hasta que vio a todas las parejas que estaba nombrando. Allí estaba él, trabajando en el huerto de Eduardoén cuando “dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18). Así que, como Adán estaba cumpliendo el plan de Dios para él nombrando los animales, Dios estaba cumpliendo su plan para Adán: “Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre” (Génesis 2:2122). Dios trajo a Eva a Adán para complementarlo. Ellos fueron los compañeros del alma. El tipo de amistad que experimentaron ha sido una importante necesidad para los hombres y las mujeres desde ese entonces. Nosotros queremos esa relación cercana, tal y como Dios quiere estar relacionado con su creación. Nosotros como hombres necesitamos la amistad de nuestras esposas. Adán necesitaba a Eva. Yo necesito a Barb. Su esposo le necesita a usted. Esto puede sonar como un misterio, así que profundicemos un poquito. Debemos descifrar lo que un hombre está queriendo transmitir cuando dice: -Necesito la amistad y compañía de mi esposa.- También necesitamos comparar eso a lo que usted quiere transmitir cuando piensa en esos términos. Cuando usted escucha la palabra amistad, ¿qué es lo que pasa por su mente? ¿Vulnerabilidad? ¿Transparencia? ¿Comunicación de corazón a

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corazón? Este es probablemente un buen comienzo para describir las necesidades de una mujer. Ahora, permítame darle una idea de lo que es el corazón de su esposo. Él necesita las mismas cosas, pero probablemente no lo comunicaría en la misma forma o con los mismos términos. Él sabe, por lo menos en lo profundo, que quiere estar seguro con usted para explorar lo que está dándole vueltas en su corazón y mente. La verdad es que, probablemente tiene cierta inseguridad interior, pero no se lo va a comunicar directamente. Él sabe que si decide arriesgarse con usted, no va a ser juzgado o rechazado. La mayoría de los hombres que conozco quieren comunicarse, pero no quieren ser malinterpretados. ¿Alguna vez ha escuchado a alguien decir estas cosas: -Pensé que teníamos mucho tiempo.-? O -¿Dónde se han ido los años?- O, -Nunca creí que fuésemos a envejecer tan rápido.Si usted está en los veinte y tantos o los treinta y tantos probablemente esté pensando, Hágame el favor. Eso suena como algo que mis padres o mis abuelos dirían. Bueno, usted no podrá creer lo rápido que los años se van volando. Cuando nuestros hijos son jóvenes, soñamos en tener tiempo a solas con nuestro cónyuge. (Oiga, ¡cuando son realmente jóvenes, soñamos con tan solo poder tener cuatro horas de sueño ininterrumpido!). Pero antes que se dé cuenta, tendrá cuarenta y tantos años, contemplando un nido vacío. Usted anhelará un poco de ruido en la casa proveniente de sus hijos y sus amigos. Así que aquí le va un consejo: comience a edificar esos patrones de amistad lo antes posible en su relación matrimonial. ¿Es demasiado tarde hacerlo más adelante en la vida? No. Pero cuanto antes comience, mejor habrá de terminar. No sólo serán excelentes ejemplos para sus hijos, sino que usted y su esposo se beneficiarán de la dimensión extra que la verdadera amistad trae a su relación. La amistad no sucede del día a la noche, incluso entre cónyuges. ¿No le parece sospechoso cuando alguien dice que un recién conocido es su “nuevo y mejor amigo”? La verdadera amistad, que implica confianza y vulnerabilidad, honestidad y estímulo, intereses y actividades compartidas, demanda tiempo para poder desarrollarse y madurar. Y la amistad entre cónyuges requiere lo mismo. Yo lo llamo el “síndrome del conejo aterciopelado.” Para el momento en que nuestro cabello se haya caído y nuestros ojos no puedan ver bien, finalmente estamos cómodos el uno con el otro. Estamos los suficientemente cómodos para decir lo que necesitamos decir y ser lo que necesitamos ser con honra y gracia y sin condenación. Su esposo quiere poder ponerse su camiseta favorita y sus jeans favoritos y estar en casa con usted. Ya sabe, la camiseta que usted vive amenazando que la usará como trapos y los jeans que no lucen

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demasiado bien pero le calzan, además son su primera elección cuando abre la puerta del ropero. Lleva un tiempo hacer que queden así. La etapa rígida, la de los “pantalones lindos” tiene que pasarse para lograr que queden más amoldables y cómodos. Lo mismo sucede con el matrimonio. Usted debe trabajar en la relación hasta que llegue a la etapa de amistad y compañerismo, la cual logra que un matrimonio fabuloso se sienta “cómodo.” Teniendo estas cosas presentes, entonces, concentrémonos en algunas de las formas en que su esposo pueda necesitar su amistad. Él necesita que usted tenga expectativas reales Jugando un poco con el título del libro de Wellington Boone Your Wife Is Not Your Momma, quiero recordarle que “su esposo no es su amiga.” Piense en eso. Las esposas y los esposos encaran su necesidad de amistad en forma diferente. Su esposo nunca será como “una de las chicas.” Ese no es el tipo de amistad y compañía que él necesita de usted. Él no es una de las chicas. Y usted tampoco querría que lo fuera. Lo que Barb dice que ella necesita de una amiga es una tonelada de palabras, una relación de confianza en la cual ella pueda explorar toda una gama de emociones, y un enorme abrazo cuando la conversación termina con una nota emotiva. Lo que yo necesito con frecuencia de Barb, como amiga, son pocas palabras, un pequeño espectro de emociones de modo que no me sienta fuera de control, y un gran abrazo después de una conversación de corazón a corazón. Hace un tiempo atrás, yo estaba escuchando mientras Barb estaba conversando por teléfono con una amiga. Ambas saltaban de sentimiento en sentimiento y de tema en tema. Cuando terminó yo le dije, -¿Cómo es que una conversación así puede tener sentido? Yo sé cómo resolver tu problema. Simplemente haz esto...” Barb sacudió la cabeza y dijo profundamente, -Gary, simplemente no eres mujer.A lo cual respondí, -Gracias, Jesús.Ella me ignoró y continuó: -Sé que tú quieres “hablar como las mujeres los hacemos” algunas veces, pero no fuiste diseñado para ser mi amiga... sólo mi mejor amigo.Esa fue una declaración brillante. Cuando pienso en que las expectativas realistas sean un componente de la amistad de nuestro matrimonio, pienso en ambos dándonos cuenta de quiénes somos y quiénes no somos. En momentos de mucha presión yo utilizo muchas palabras. En momentos de gozo exuberante puedo estallar con muchas palabras. Pero en las experiencias cotidianas de la vida, el ministerio y los temas familiares, puede que no exprese lo que pienso o siento con tantas palabras. Eso no significa que no necesite a Barb.

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Significa que necesito que ella entienda que menos palabras no significa tener menos necesidad de compañía. Usted necesita aferrarse a ese entendimiento con su esposo también. Nosotros los hombres no nos metemos en ese completo espectro de emociones tan frecuentemente, expresándolas con tanta prontitud y libertad como ustedes lo hacen. Cuando ustedes sí experimentan eso con nosotros, quieren más (y tiene sentido), pero dese cuenta que la mayoría de los hombres no lo hacen tan seguido ni quizá tan profundamente. ¿Acaso estoy diciendo, -Tome lo que pueda, pero no espere mucho más-? Quizá. Pero lo más importante es que la estoy animando a recibir a su esposo y ser ejemplo para él de lo que es la comunicación profunda, pero sea realista en sus expectativas con respecto a él. Y cuando él le comunica cosas profundas, recuerde mantenerlo como algo únicamente de ustedes dos. Él necesita que usted le diga la verdad en amor Ser honesto significa ser vulnerable, y la vulnerabilidad puede ser como aguas lóbregas para los hombres. En primer lugar, es muy duro para los hombres abrirse con otros hombres, primeramente debido al orgullo que tenemos. A menudo se lo llama “ser macho,” pero en realidad es tener temor de quedar como unos tontos. Si somos muy honestos nos imaginamos que estamos admitiendo que necesitamos a alguien que nos ayude a solucionar un problema. En esencia estamos diciendo: -No sé cómo hacer esto. ¿Me dirías cómo?- (Es como tener que detenerse y preguntar por una determinada dirección) Nos sentimos inadecuados, y cuando nos sentimos así, tenemos temor de terminar pareciendo que somos unos tontos. Odiamos el quedar como un tonto frente a otro hombre. Pero hay una cosa que odiamos aún más: quedar como unos tontos frente a ustedes. Pero si es que los esposos hemos de ser verdaderamente los mejores amigos de nuestras esposas, tenemos que desarrollar un nivel de confianza que nos permita sentir que podemos ser honestos con ellas. El verano pasado, Barb y yo estábamos en la cocina una mañana, esperando que el café estuviera pronto, cuando lo pregunté lo que yo creía sería una pregunta sencilla: -Cariño, ¿puedes pensar en algún momento en el que me viste lleno de orgullo pero que yo no lo reconocí?- Su respuesta me tomó con la guardia baja porque ella usó mi vulnerabilidad para señalar con amor pero honestamente algo que nunca habíamos hablado. Pocos meses antes de eso, yo había hablado en un gran evento secular, donde había varias cámaras de televisión y luces brillantes. Demasiado brillantes para mi propio bien, de acuerdo a como terminó todo. El gobernador de Iowa, que resulta ser un querido amigo así

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como también un miembro de mi estudio semanal de la Biblia con hombres, me precedió en el podio e hizo unos buenos comentarios sobre mi persona. Cuando yo hablé, la multitud respondió positivamente frente a mi presentación, y sentí que había podido controlar el leve equilibrio de llevar a los hogares un mensaje para una audiencia secular sin violar la confianza de los planificadores que me habían dicho “juega limpio” (es decir, no prediques). Luego del evento, Barb y yo salimos a cenar, y comencé a hablar sobre el logro de aquella tarde, con demasiado de mí en esa conversación. Ahora Barb me estaba recordando esto y me dijo cómo aquella noche sintió, por primera vez, que yo estaba comenzando a creer lo que quienes me adulaban decían de mí. Cuando dijo eso, un escalofrío subió por mi espalda. Una de mis mayores preocupaciones es no olvidarme nunca que separado de Dios no puedo hacer nada. -Cariño, nunca te había visto así antes,- dijo Barb. –No fue evidente desde la plataforma, pero en la cena era como si hubieses sido picado por el enemigo y comenzaras a inflarte. Fue casi como si tuvieras una reacción alérgica a la picadura de un insecto. Recuerdo que oré para que Dios obrara en ti al punto en que con gentileza te trajera nuevamente al lugar donde te veo día y noche.- Ella hizo una pausa y me miró a los ojos para ver cómo estaba tomando su honestidad, entonces continuó. –Tú tienes un corazón de siervo y una humildad que demuestra la unción con la que Dios te ha bendecido.- (No me di cuenta en ese momento, pero ella con sabiduría estaba tratando de edificarme como contrapartida a las alteraciones que le hubiera ocasionado a mi ego.) –Pero tengo que admitirlo, Gary, me asusté un poquito aquella noche.Sin duda alguna fue riesgoso el quedar vulnerable al hacerle a Barb esa pregunta. Pero Barb también se arriesgó al ser honesta conmigo sobre mi comportamiento. Al principio me sentí inseguro y quería defenderme. Luego me di cuenta que quien hablaba conmigo era en realidad mi mejor amiga. Barb me dijo la verdad (como todo mejor amigo hace) y la ocasión para hacerlo fue perfecta. Además, lo hizo con un tono de consuelo, de ánimo y de gracia. Como mi amorosa esposa y mi amiga, me encaró en mi punto más vulnerable (mi orgullo) y gentilmente me dio una dosis de realidad. No me trató como a un tonto que está intoxicado con su ego, sino más bien como a un hombre que está en proceso. Y ella esperó hasta que yo estuve tanto receptivo como dispuesto a aprender. (Ella no me crucificó en la mesa de la cena aquella noche después del evento porque sintió que yo no estaba listo para oírlo). En todas estas formas, reafirmó mi confianza en ella y en nuestra relación.

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Él necesita que usted perdone Recientemente hablé con un grupo de hombres sobre la necesidad del esposo de tener a su esposa como mejor amiga, y luego Alejandro vino a hablar conmigo. –Quiero conocer a Nina,- dijo, -y quiero que ella me conozca, pero no estamos cerca. Tengo este agujero en mi corazón que tiene el tamaño de un transatlántico. No recuerdo la última vez que ella animó o apoyó alguna cosa mía. Tenemos cuatro hijos maravillosos. Nuestra empresa está floreciendo. Pero cuando se trata de este matrimonio... bueno, sencillamente me siento vacío. Pareciera que ella encuentra faltas en todo lo que hago.Yo conocía la historia completa, así que estaba consciente que al principio de su matrimonio Alejandro había complicado las cosas ya que trabajaba de dieciséis a dieciocho horas diarias intentando establecer su empresa. Entonces Nina se apartó y tuvo una relación emocional con el mejor amigo de Alejandro. Cuando Alejandro se enteró, hizo lo correcto. En vez de echarle la culpa a ella, procuró su perdón e hizo todo lo que pudo para acercar esa distancia de amargura. Desdichadamente, si bien Nina perdonó a Alejandro por fuera, su enojo estuvo hirviendo a fuego lento durante años. Ella aún tenía rencor ya que Alejandro no había satisfecho sus necesidades emocionales al comienzo de su matrimonio, cuando ella profundamente le necesitaba para conocerla en la forma que ella necesitaba ser conocida: sus temores, su pasión, sus esperanzas y sueños. Alejandro continuó tratando de llegarse a ella, pero sus comportamientos de castigo continuaban aflorando en la superficie cuando ambos comenzaban a acercase. -Creo que ella nunca lo dejará atrás,- dijo él. –Siento que más allá de lo que yo pueda hacer, todavía estaré pagando por mi error del pasado. La confianza está destrozada. Así que cuando le escuché hablar sobre el hecho que de tener una amistad íntima con mi esposa, le digo que suena fantástico. Pero no puedo ver que nos esté llevando a ese punto.Muchas parejas viven con esa especie de distancia dolorosa de la que Alejandro estaba hablando. Las razones pueden ser diferentes, pero los resultados son los mismos. Quizás su esposo cometió algunos errores inmaduros al principio de su matrimonio. Probablemente amontonó una deuda financiera increíble de la que usted aún está queriendo recuperarse. Quizás su esposo era increíblemente egoísta sobre sus deseos sexuales, no teniendo en cuenta sus propias necesidades en absoluto querida lectora. Quizás le daba el primer lugar a su profesión, o al desarrollo de hábitos de trabajo esclavizantes. Tal vez fue insensible con respecto a la profesión de

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usted, o al contrario, su propio deseo de ser un ama de casa a tiempo completo. Todo tipo de cosas pueden ocasionar problemas en un matrimonio, y las mismas deben ser resueltas. Pero no debemos permitir que temas del pasado, o incluso hábitos actuales, se interpongan en el camino de la edificación de un gran matrimonio. Necesitamos enfrentar los problemas, y una vez que lo hayamos hecho, no debemos cargar la amargura con nosotros. Él necesita que usted sea honesta Una de las cosas que conozco sobre mí mismo es que la honestidad es uno de los principales bloques en la edificación de mis relaciones. Ya sea con Barb, nuestras hijas, mis amigos o mi equipo ministerial. Yo le doy un gran valor a la honestidad. Y me atrevería a pensar que su esposo también. La honestidad construye la confianza, y la confianza construye la amistad. La deshonestidad quebranta la confianza, y la falta de confianza hace que las relaciones no sean saludables. Cuando un esposo conoce que su esposa es honesta con él, comienza a confiar en ella y se hace cada vez más vulnerable para con ella. Cuando siente que no puede confiar en ella, se aparta o se controla más. Esto se manifiesta en la forma en la que hacemos todo tipo de cosas en nuestros matrimonios: el control de las finanzas, el ser padres, la comunicación con nuestros padres, el decidir cómo invertir nuestro tiempo. Cuando un esposo sabe que el sí de su esposa es sí y su no es no, él comienza a confiar en ella. Si ella intenta encubrir cosas o es deshonesta sobre su modo de gastar dinero, la confianza se resquebraja. Si ella cambia la disciplina que ambos decidieron darle a los hijos, la confianza se resquebraja. Si los padres llaman y les invitan a ambos a ir el fin de semana a la casa de ellos y ella inventa una excusa, la confianza se resquebraja. Por favor, sepa que cada uno de estos ejemplos puede obrar en ambos sentidos. Algunos esposos no son dignos de confianza en sus finanzas o en su vida como padres. Algunos esposos inventan obstáculos cuando quieren evitar un fin de semana con sus parientes políticos. Y ese tipo de comportamiento resquebraja la confianza. La honestidad es crucial al edificar su relación matrimonial y satisfacer las necesidades mutuas. Si no hay honestidad, en el mejor de los casos una amistad común y corriente sería débil o superficial. Pero si no hay honestidad en un matrimonio, el verdadero compañerismo entre esposo y esposa es imposible.

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Él necesita que usted se introduzca en el mundo de él Barb estaba almorzando con algunas de sus amigas una tarde, y una de las mujeres comenzó a quejarse que su esposo estaba yendo a jugar golf muy a menudo. -¿Por qué no vas con él?- le preguntó Barb. -No soporto el golf,- le respondió su amiga. -Pero tú amas a tu esposo, Anita. Ve y juega con él. Únete a él. Introdúcete en su mundo.Barb ayudó a su amiga a entender que usted no tiene que ser “buena” en todo lo que su esposo se destaca, ni tiene que ser tan entusiasta como él en las cosas que le gustan. Lo que a él le importa es que usted le dé valor a sus intereses y se una a él en alguna de sus actividades. Juegue con él. Recréese con él. Ciertamente él tendrá “sus cosas” y usted tendrá “las suyas.” Puede que a usted nunca le llegue a gustar ir a cazar faisanes y puede que a él nunca le entusiasme ir a un nuevo supermercado en la ciudad, pero usted puede caminar junto con él a través del campo algún día hermoso, y él puede caminar junto con usted en una salida al nuevo departamento del supermercado. ¿Qué es lo que entusiasma a su esposo? ¿La bolsa? Únase a un club de inversiones y aprender la jerga ¿Ver un juego de fútbol? Preparare palomitas de maíz y únase a él durante un tiempo del partido. Esto no significa que el la o el fútbol deban convertirse en su pasión, pero lo que sí significa es que las necesidades de su esposo son su pasión. Así como usted desea que su esposo se introduzca en su mundo, entre al de él. Anímelo. Alégrelo. Si no lo hace usted, ¿quién lo hará? (Y nunca queremos llegar a ese punto). ¿Cómo es que puede satisfacer la necesidad de amistad de su esposo? Para poder entender los componentes básicos de la necesidad de su esposo de tener en usted la mejor amiga y su compañera del alma, permítame recapitular aquí. Ajuste sus expectativas con respecto a su esposo recordando que él es un hombre. No lo trate como si fuera su amiga. Disfrute su masculinidad. Atesore esos preciosos momentos de profunda y abierta transparencia que comparte con usted, pero sepa que él probablemente no le dará una dieta diaria de una comunicación profunda y vulnerable. Eduardoifique y fortalezca la confianza entre usted y su esposo. Cuando él eche algo a perder, como hice yo en aquella cena, lidie con él en forma honorable y llena de gracia. Recuerde que bastan unas palabras acertadas de parte suya para quebrantarlo rápidamente. Permita que el Espíritu Santo controle su lengua y sus comentarios.

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Eduardoifíquelo, especialmente cuando está comentando sobre su comportamiento. Ejercite el perdón, y entonces permita que la ofensa se aleje. No almacene o recuerde las heridas de su brusco comportamiento. Incluso cuando perdonamos, no olvidamos completamente. Sólo Dios tiene la capacidad de hacer eso. Algunas veces necesitamos recordar para poder ayudarnos mutuamente a aprender lo que estamos escuchando de Dios. Pero queremos que recordar con gentileza. Tome la firme resolución de ser honesta, no en una forma que hiera o sea condescendiente, sino en forma que se pueda confiar y que edifique. Las parejas que tienen una relación de confianza y amistad madura y profunda están comprometidas con ese tipo de honestidad sólida. Acérquese a su esposo al entrar a su mundo y disfrutar las pasiones de su vida. Si bien su elección de recreación puede no ser su primera elección sobre la forma de pasar una tarde o las vacaciones, él es su primera elección. Y el hecho de que usted entre a su mundo sólo le animará a que él aprenda a entrar al suyo. Permita que su esposo sepa que usted quiere ser su mejor amiga Eduardo quedó realmente sorprendido cuando me escuchó decirle a nuestro grupo semanal de estudio masculino que nuestras esposas desean no sólo ser nuestras amigas, sino también nuestras mejores amigas. -Nunca le escuché a Carmen decir que necesitaba esto de mí,- me dijo después. –Esta misma noche, cuando llegue a casa le voy a preguntar y la semana que viene le haré saber lo que ella dijo. Creo que se equivocó esta vez, Rosberg.A la semana siguiente, después de nuestra reunión, Eduardo me dijo, Tenía razón. Cuando le pregunté por qué no me lo había dicho, ella me dijo que creyó que yo pensaría que eso nunca sucedería, así que ni siquiera quiso arriesgarse. Eso fue lo que originó una buena conversación.El mejor lugar para comenzar a edificar su relación con su esposo es informándole que, desde su perspectiva, esta es una necesidad real en su relación. Su esposo creció rodeado de muchachos y haciendo con ellos “cosas”, por ejemplo practicar deportes, conducir automóviles, o simplemente pasar tiempo juntos. Cuando los hombres se casan, algunas veces necesitan aprender cómo hacer “cosas” con sus esposas. Si su esposo sabe que usted quiere pasar tiempo con él (además de simplemente cuidar las necesidades de la casa y hacer de madre con los niños) puede que se arriesgue a pedirle que se le una. ¿Por dónde comenzar?

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Haga un inventario de algunos pasatiempos e intereses de su esposo, y pregúntele si se puede unir a él en alguno de ellos. Lea algunas de las cosas en las que él esté interesado, y comience a mencionarle lo que está aprendiendo. Hágale preguntas sobre lo que está haciendo en el trabajo, cuando juega o en su tiempo libre. No el tipo de preguntas que suenan a una inquisición, sino el tipo que muestran verdadero interés. Comparta de su propia experiencia con él, para poder acercarlo a usted también. Dígale que necesita amor phileo (amistad) de parte de él y que este tipo de amor bíblico es importante para usted también. Recuérdele que su relación es un lugar seguro para resolver lo que sea que está pasando por su corazón. En cualquier momento y en cualquier lugar.

Haga que su relación sea un lugar seguro para que su esposo enfrente su dolor Muchos hombres tienen que lidiar con algunos eventos dolorosos o algunos temas no resueltos en sus vidas. Un padre alcohólico. Una familia rota. El haber sido golpeado duramente cuando niño. La lista es interminable. La verdad es que, usted bien puede ser la clave para ayudarle a resolver estos temas. Algunas personas pueden decir: -Eso suena como si usted criase relaciones codependientes.- Eso no es para nada lo que estoy diciendo. Su esposo es responsable de llevar sus asuntos al Señor así como usted es responsable de sus propios temas delante del Señor. Sólo su esposo puede lidiar con el dolor de su corazón, humillándose a sí mismo y teniendo una perspectiva de la vida firme y honesta. Como su esposa y mejor amiga, sin embargo, usted puede ser (y necesita serlo) el lugar de refugio para él cuando esté a punto de sumergirse bajo la superficie. Su ánimo, apoyo y cuidado pueden ayudar a crear una atmósfera en la cual él se sienta capaz de confrontar su dolor y comenzar a lidiar con él. Dígale que él está seguro con usted. Recuérdele que usted está allí con él. Muéstrele en palabras y hechos que nada puede separarle de él y que nada puede interponerse al amor que Dios tiene por él. Luego dígaselo una vez más. Y otra vez. Y nuevamente. Cuando César supo que su madre abandonaba a su padre, todo lo que tenía sentido fue para él fue lanzado al viento. Él no quería admitirle a nadie el profundo dolor que sintió, ni siquiera a Juana, su esposa. Pero a medida que él se aquietaba más y más, y se introvertía cada vez

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más, ella con amor creó un ambiente seguro en el cual él podría lidiar con su dolor. Finalmente, una noche todo lo que había escondido salió a luz, y admitió lo que estaba pensando y sintiendo. –Juana, no puedo creer que mi madre abandone a mi padre. ¿Luego de años de habernos educado con el mensaje de que un hogar cristiano permanece unido se aleja de él? Sé que a veces puede ser doloroso vivir con él, pero lo que ella hace en realidad está mal.¿Cómo fue que Juana creó un ambiente seguro para César cuando su mundo se dio vuelta por completo?     

Escuchó y no juzgó. Le dio valor a los sentimientos y temores de él. Le animó a no sólo tomar el tiempo para solucionar el tema con su madre, sino también para buscar la dirección de Dios con respecto a cómo comunicarse con ella. Le recordó que nunca lo dejaría. Le recordó que la cruz es el lugar más seguro de la tierra.

Esté dispuesta a amar sacrificadamente ¿Usted está reteniendo cosas que son importantes para su esposo hasta que usted misma obtenga lo que es importante para usted? Usted es un ser humano, estamos de acuerdo. Pese a eso, a medida que edificamos matrimonios íntimos y profundos, debemos amar a nuestros cónyuges sacrificadamente. Necesitamos amarlos en una manera que dé la bienvenida, en una forma que ambos se digan mutuamente: -Quiero ser Dios en carne y hueso para ti.- -Quiero amarte como Dios te ama, incondicionalmente y sin reserva.- -Quiero que me des la bienvenida a tu vida así como quiero darte la bienvenida a la mía.Cuando le retiene a su cónyuge el amor que da la bienvenida, usted está viviendo una relación condicional. Y para un seguidor de Jesucristo esto es inaceptable. El ejemplo número uno (y el más profundo ejemplo) de amor sacrificado es la provisión de Dios de su Hijo como nuestro único medio para obtener la vida eterna. Sé que ya discutí esto en el primer capítulo, pero se puede repetir: necesitamos seguir la guía de nuestro Salvador y amar como él ama. Si él retuviera sus bendiciones en la misma forma en que muchos de nosotros retenemos nuestro amor a nuestros cónyuges, si su amor para nosotros fuera condicional en la misma forma que nuestro amor es condicional, viviríamos como unos miserables sobre la tierra y nunca nos llegaríamos el cielo. Nosotros no tenemos absolutamente nada que nos pueda ganar nuestra salvación. Así que permítame que le haga algunas preguntas: ¿Qué pasaría si encaráramos nuestros matrimonios en la misma forma

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caritativa en que Cristo encaró nuestra salvación? ¿Qué pasaría si nosotros intentáramos aventajar a nuestros cónyuges en servicio, amor y sacrificio? ¿Qué pasaría si no sólo no retuviéramos nada sino que además diéramos a nuestros cónyuges, incluso cuando no se lo merezcan? El principio enseñado en 1 Pedro 3:9 se aplica siempre: “No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.” ¿Sabe por qué? Porque Dios lo manda. No fueron algunos sicólogos populares que lo soñaron así, Dios lo ordenó. Y aquí les va otra gentil admonición amigas: “Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.” Funcionó durante el primer siglo de la iglesia, y funciona hoy día también. Así que si quiere una relación de amistad íntima con su esposo, si quiere el tipo de relación que automáticamente hace que él quiera venir a usted primeramente, tanto en los buenos como en los malos tiempos, aquí están algunos lugares específicos para comenzar: Primeramente, revise los puntos en este capítulo e identifique los temas que se interponen en el camino hacia una amistad cercana entre usted y su cónyuge. ¿Es usted quien se resiste a esta necesidad? ¿Es su cónyuge? Segundo, lidie con este asunto por medio de la oración, pidiéndole a Dios que le revele dónde usted puede estar bloqueando su necesidad de una relación marital íntima. Y al pedirle a Dios sabiduría para su matrimonio, confiese cualquier dureza de su corazón y cualquier deseo que tenga de levantar paredes de autoprotección, manteniendo a su esposo a cierta distancia. Pídale a Dios que le revele a su esposo cualquier área en la cual él esté siendo negligente o bloqueando su amistad. Tercero, comparta estas preocupaciones con su esposo. Usted puede escribirle una carta a él. Comiéncela reafirmando su compromiso de amor hacia él. Recuérdele que usted es su “única mujer” y que está corriendo la carrera junto con él, y que quiere terminar con vitalidad. Luego usted puede continuar explicando por qué este aspecto de la amistad necesita que se le trabaje un poco. Sin embargo, resístase a la tendencia de ponerlo todo en la carta. Sencillamente use la carta como una fuente para comenzar la comunicación con su esposo. Entonces dígale que le ha escrito algo y que quiere que lo lea en algún momento privado. Tenga cuidado de no usar la palabra escrita como una herramienta para arruinarlo. En vez de eso, úsela como una forma de acercarlo a usted. Las palabras ilustradas pueden ser muy útiles para describir sus sentimientos.1 Cuarto, confiese lo que haya hecho que le haya herido, pídale que le ayude a identificar los errores que usted no ve de su propia vida.

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También pídale permiso para compartir con él dónde pueda él tener manchas que no ve (tal y como Barb hizo conmigo en el tema del orgullo). Quinto, al confesar, exprese tristeza y arrepentimiento genuino, no se olvide de buscar el perdón de él. Y entonces, si puede, dígale con gentileza las áreas donde usted necesita que él busque el perdón de su parte. Sexto, no sea tímida con respecto a expresar el tipo de amistad que necesita de su esposo. Sea específica y positiva. –Cariño, cuando haces esto (mencione el comportamiento) conmigo, realmente me estimula a edificar la amistad de nuestro matrimonio.- Pregúntele qué es lo que usted puede hacer para satisfacer sus necesidades de amistad. Sean tan específicos como puedan mutuamente. Entonces comiencen a practicar aquellas cosas que edifiquen el cimiento de la confianza. Finalmente, encuentre y enfóquese en actividades, deportes o cosas recreativas que ambos disfruten hacer juntos. ¡Sea creativa! Y cuando su esposo se enganche y participe en estas actividades de amistad, asegúrese de reafirmar esto con alguna declaración, tal como: Gracias por hacer esto conmigo. Realmente me hace sentir amada y que te preocupas por mí.Si usted edifica este tipo de amistad desde el comienzo de su matrimonio, tendrá un fundamento sólido antes y cuando vengan los momentos difíciles y de mucha presión. Pero nunca es demasiado tarde para comenzar. Incluso si usted está en el medio de tiempos difíciles o ha atravesado por ellos, comience a extenderse para edificar este tipo de amistad con su cónyuge, tanto para el presente como para el futuro. Encuentre la unidad en las estaciones de crecimiento de la vida Durante uno de los tiempos más dolorosos de nuestras vidas, hace años atrás, Barb y yo aprendimos lo importante que era la amistad que teníamos para nuestro matrimonio. Al comienzo de este capítulo, le dijo cómo yo había orado por veintiún años para que mi padre comenzara una relación personal con Jesucristo. Como puede imaginarse, entonces, fue uno de los días más felices de mi vida cuando escuché las palabras: -Hijo, hoy me hice cristiano.- Sin embargo, dieciséis meses después que esas palabras me llegaron por la línea telefónica, recibí otra llamada (la llamada que cada hijo teme). Era mi madre quien llamaba para decirme: -Papá está en coma.Momentos después estaba hablando por teléfono con el neurocirujano que atendía a mi padre. –Probablemente no sobreviva,- me dijo. – Venga ahora si quiere verlo.-

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En dos horas, Barb me llevó a tomar un avión, y llegué a estar junto a la cama de mi padre a tiempo para tener dos horas y media con él antes que muriera. La muerte de mi padre me golpeó como una tonelada de ladrillos, pese a que sabía que él estaba con el Señor. A pesar de todo, dos días después del funeral estaba nuevamente de viaje, hablando y ministrando a las familias por todo Estados Unidos. Nunca había llorado en realidad por la muerte de mi padre. Sí, experimenté las etapas iniciales de la tristeza, pero en vez de atravesar por todo el penoso proceso, me mantuve ocupado para ocultar el profundo dolor dentro de mi corazón. Guardé mi tristeza en una caja y decidí no lidiar con ella. (¿Recuerda esos compartimientos de los que hablamos en el capítulo 3?) No era de sorprenderse entonces que un año después mi cuerpo y espíritu finalmente se rindieran, y entrara en una depresión. Ese año fue en realidad el año más largo de mi vida. Algunos días simplemente me aislé de los demás y me encerré. Algunas tardes me escabullía por la puerta trasera de mi oficina y conducía por la autopista, buscando un lugar donde poder estar solo para llorar. No creía que pudiera proveer para mi familia. No creía que Dios pudiera usarme. No creía siquiera que alguna vez podría salir de ese profundo hoyo. Durante esos tiempos, a menudo caminaba por horas, deseando que el ejercicio pudiera traer algo de alivio. Ciertamente ayudó, pero los profundos sentimientos de fracaso e inseguridad eran más pesados de lo que yo podía soportar. Un día me hallé sentado por horas en el banco de un parque, con mi Biblia y una botella de agua. Clamé a Dios: -No me voy a ir hasta que te reveles a ti mismo y a tus promesas por medio de tu Palabra.Después de cinco horas me crucé con Éxodo 14:13-14: “No tengan miedo – les respondió Moisés-. Mantengan sus posiciones, que hoy mismo serán testigos de la salvación que el SEÑOR realizará a favor de ustedes... ustedes quédense quietos, que el SEÑOR presentará batalla por ustedes.” (NVI) Luego que Dios me reveló esta promesa que le hizo a Moisés, conduje a casa para estar con Barb, mi mejor amiga, y decirle lo que había sucedido. -Sé que hay esperanza, Barb,- dije. –Voy a salir de esto.- Mientras hablábamos, una vez más me recordó algunas verdades básicas que son fundamentales en nuestro matrimonio. -Gary, yo no espero que tu sólo salgas de esto. Espero que salgas caminando conmigo a tu lado. También quiero que recuerdes que Dios peleará por ti, así como te lo reveló en ese banco. Tú necesitas confiar en él y estar tranquilo. Permítele que te cargue en tu espíritu, y permíteme cargarte como a mi compañero del alma.-

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Me recordó que podía confiar en ella. –Estoy unida a ti como el pegamento, y nada me puede separar de ti. Somos uno. Aquellos votos matrimoniales son auténticos. Ese pacto es verdadero. En las buenas o en las malas significa que incluso en los peores momentos somos un equipo.Hablamos sobre cómo algunos de mis comportamientos durante esos meses de depresión fueron perjudiciales para ella. Mis silencios le habían herido. Mi alejamiento la había frustrado. Mi profundo sentimiento de temor, por momentos, la había atemorizado. Concluimos varias cosas inconclusas durante esos días. El perdón abundó a medida que recuperé mi esperanza y optimismo en que Dios no había acabado conmigo todavía. Barb nunca disminuyó su honestidad para conmigo durante esos momentos. Ella me afirmó y me reafirmó que nunca me dejaría, que me amaba y confiaba en mí, y que estaría conmigo a través de esos momentos, así como había hecho en nuestros tiempos de gozo. Y yo confié en ella, sabiendo que podríamos superarlo todo juntos. Incluso comenzamos a aprender más a jugar juntos a medida que salía de ese tiempo de depresión. Salimos más a caminar. Nos reímos más. Salimos más en las noches. Durante esos meses difíciles, varios amigos estuvieron junto a mí como mentores, dándome ánimo y como compañeros de oración. Pero la persona que yo más necesitaba en la tierra era mi compañera de toda la vida, mi amiga, mi esposa. Y ella estuvo siempre allí, en mi rincón. Ella vivió lo que son los votos matrimoniales mientras yo lloraba la muerte de mi padre. Ella me amó y me honró. Estuvo conmigo en las buenas y en las malas, en riqueza y pobreza, en salud o enfermedad. Como resultado de eso, la intimidad que se forjó en nuestro matrimonio es tan profunda e impenetrable que sólo Dios sería capaz de apartarnos el uno del otro cuando él esté listo para llamar a alguno de los dos a nuestro hogar eterno. Esa es la amistad íntima. Esa es la unidad marital. Eso es lo que Barb y yo tenemos, y es lo que queremos para usted. ¿Por qué? Porque este es el plan de Dios. Para algunas de ustedes, esto implicará tomar un pequeño paso en la dirección correcta y luego implementar los principios de este capítulo. Para otras, resulta que ya lo estarán haciendo. Si es así, la próxima vez que vea a su esposo, abrácelo y recuérdele el amor y compromiso que tiene para con él. Cuando oren juntos, recuérdenle a Dios del amor inmutable que tienen el uno por el otro. Cuando se sienten juntos a conversar, profundice y comparta otro aspecto de quién es usted con el esposo que Dios le ha dado.

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Luego róbense una hora los dos y salgan a estar juntos. Celebren una amistad matrimonial de tres: El Señor, su esposo, y usted. 1

Para recibir ayuda en cuanto al uso de palabras ilustradas, le recomiendo el libro de Gary Smalley y John Trent The Language of Love (Colorado Springs, Colo.: Focus on the Family, 1992). Es el mejor libro que he leído sobre el tema.

CAPÍTULO 6 Intimidad Espiritual La necesidad de amor #3 de la esposa “No hay mayor consuelo y seguridad que esta.” Barb le habla a los esposos Estimado Sr. Rosberg: Muchos buenos libros cristianos para hombres están al final de la mesa junto a la silla de mi esposo en la sala de estar. Personalmente los he leído casi todos, y son fantásticos, libros muy útiles con todo tipo de consejos maravillosos. Mi esposo nunca se molesta en tomarlos. No los ha leído, así que ¿cómo es posible que pueda aplicar algo de todo lo bueno que hay allí? Yo les quito el polvo y los pongo nuevamente en su lugar cada semana. Allí dan una apariencia buenísima cuando tenemos invitados, y estoy segura que todos deben pensar que mi esposo es un super esposo. La verdad es que es un esposo miserable. Él hace todo un buen espectáculo al asistir a las reuniones de Cumplidores de Promesas y trae a casa más de esos libros fabulosos. Vamos a la iglesia juntos, y él asiste a reuniones de liderazgo y es activo en nuestra iglesia. Se considera a sí mismo un buen cristiano. Rara vez me habla, nunca me hace un cumplido, me critica tanto en privado como en público, y es rápido en señalar alguna persona que no lleva una “buena” vida. Si estamos conduciendo por la calle, no se pierde detalle de algún nuevo edificio y se fija en cada detalle del mismo, pero no se da cuenta cuando fui a la peluquería o cuando estoy vistiendo algo especialmente atractivo. Exteriormente parecemos una pareja normal. Pero por dentro estoy dolida, solitaria, triste y desilusionada. Nuestro matrimonio no es en

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absoluto lo que yo esperaba que fuera. Pensé que tendríamos una relación íntima, tanto emocional como físicamente, que iríamos a lugares juntos, que reiríamos mucho y que nos divertiríamos, ya fuera que estuviéramos en casa juntos o que saliéramos a cenar. Pensé que tendríamos un estudio bíblico diario y que oraríamos juntos ya que él aparentaba ser un hombre tan cristiano. En lugar de animarme, me desanima; en vez de sonreír, generalmente está con su ceño fruncido. Siempre puede encontrar algo negativo. En lo personal siempre he sido optimista, y generalmente sonrío pese a su constante crítica y su hábito de molestarse por cosas sin importancia. Trato a mi esposo bastante bien, considerando la forma en la que me ignora, me descuida y me critica. Entonces, después de todo un día de ser criticada e ignorada, se supone que me tengo que transformar en una “bomba sexual” cuando él se da cuenta que soy un cuerpo cálido junto a él en la cama. Es ahí que se molesta cuando le digo “olvídate,” y todavía es lo suficientemente caradura para quejarse diciendo que se siente “rechazado,” luego de que él estuvo rechazándome todo el día, en una forma u otra. ¿Qué es lo que anda mal en todo esto? Francamente estoy harta. No estoy segura de querer continuar con un matrimonio como este. Soy cristiana y creo en la santidad del matrimonio. Y si bien no se abusa de mí físicamente, estos segura que no soy tratada en la forma en que Cristo trata a su iglesia, que es el modelo que ustedes los Cumplidores de Promesas predican a sus hombres. Simplemente quiero que mi esposo me ame, y quiero que eso sea obvio para otros y para mí que me ama y que piensa que soy muy especial. Quiero que me tenga cariño, así como yo aún tengo cariño por él a pesar de que se ha vuelto cada vez más difícil para mí recordar las razones por las que me enamoré de él al principio. Todo lo malo está enterrando lo bueno. Uno de estos días ya no habrá nada bueno para ver y será muy tarde para tratar de desenterrarlo de nuevo. Esta carta anónima que Gary recibió recientemente me rompe el corazón. Me duele no sólo por esta mujer sino también por otras mujeres que están recibiendo el mismo tipo de tratamiento de sus esposos. Lamentablemente, este no es el único “hogar cristiano” donde el esposo ha quitado sus ojos (ya sea sutilmente o deliberadamente) de Jesucristo y los ha puesto en sí mismo. El resultado es siempre el mismo: todos sufren. Si usted realmente quiere satisfacer la necesidad de amor de su esposa de tener intimidad espiritual, entonces debe ver su matrimonio

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como una trenza de tres cordones: Dios, el esposo, y la esposa. Dios es el cordón central, alrededor del cual los otros dos son entrelazados. Y como Dios sin ningún cuestionamiento debe estar entretejido en la relación marital, no es de sorprenderse que la necesidad de intimidad espiritual se haya ubicado entre las principales necesidades (de acuerdo con la encuesta) tanto para hombres como para mujeres. La intimidad espiritual puede tomar varias formas, pero desde la perspectiva de la esposa, implica el crecimiento espiritual de su propio marido, que compartan el crecimiento espiritual de ambos como esposo y esposa, que tenga comunicación con su marido acerca de asuntos espirituales, y que su esposo tome el liderazgo espiritual del hogar. En el centro mismo de la intimidad espiritual está la confianza. Su esposa debe confiar en usted, pero no debido a su rango o posición (ni siquiera porque usted sea su esposo). Es cierto que parte de la confianza se construye durante el noviazgo y en el compromiso que se toma con los votos matrimoniales, pero la confianza total es lograda con el tiempo y bajo las presiones de la vida diaria. Por mi propia experiencia, y por la experiencia de un sinnúmero de mujeres con las que he hablado, cuando se trata de asuntos espirituales, una mujer necesita confiar en su esposo en     

el caminar que tenga con Dios, el apoyo que le brinde al crecimiento espiritual de ella, la educación espiritual de los hijos, las decisiones que tome que afecten a la familia, y su liderazgo espiritual en el hogar.

En 1 Pedro encontramos una aseveración muy clara sobre lo crucial que es su rol no sólo en su propia vida espiritual, sino también en su relación matrimonial: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo” (1 Pedro 3:7). A Propósito, el punto aquí de que su esposa sea “más frágil” no significa que ella sea moralmente o mentalmente más débil o inferior a usted; más bien se refiere a la relativa fuerza física. ¡Dios le pide mucho! Pero debido a que usted escogió aceptar su misión (¿verdad?), causará un increíble impacto en su esposa. Ella anhela experimentar la llenura que viene de saber que usted ama a Dios y está dispuesto a servirle al ser un marido y un padre efectivo. Así que, en la medida que usted fortalece su relación con Dios y toma seriamente el rol que Dios le ha dado en su hogar, la ayudará a fortalecer su relación con Dios y con usted.

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Sin embargo, no me crea así y punto. Pregúntele a su esposa sobre sus necesidades específicas en esta área. ¿Cuáles son las necesidades de su esposa en cuanto a la intimidad espiritual? Las necesidades de una esposa en cuanto a la intimidad espiritual tienen varios componentes, todos los cuales fortalecen el crecimiento espiritual de ella y aumentan su seguridad en la relación matrimonial. Ella necesita crecer espiritualmente; necesita estar en compañía de otros cristianos, especialmente usted; y necesita expresar sus dones espirituales. También necesita que usted sea un líder espiritual en el hogar. Ella necesita estar creciendo espiritualmente Su esposa necesita crecer espiritualmente, y si bien usted no es el responsable principal de su crecimiento, puede contribuir a ese crecimiento en formas muy significativas. Al acercarse a ella, recuerde que usted no es la fuente de poder espiritual para su vida. Dios debe ser la fuente de fortaleza para la vida de ella; él es el único que realmente puede satisfacer el clamor de su corazón. Pero como esposo, usted es completamente responsable de ser ejemplo del amor de Cristo para ella y mostrarle a Aquel que es único para satisfacer las necesidades más profundas que pueda tener. Usted también puede animarla a apagar la sed espiritual que tenga al involucrarse en estudios de la Biblia, grupos de oración, conferencias femeninas, u otros ámbitos en los que pueda crecer en la relación con Cristo. Teresa trabaja cuarenta horas semanales como profesora. Cada noche tiene tareas que revisar y lecciones que preparar para el siguiente día. Cada vez se frustra más con su trabajo porque está consumiendo todo su tiempo. Como consecuencia, ella está cada vez más impaciente e irascible con su esposo Juan. El empleo que antes le fascinaba se ha convertido ahora en una fuente de resentimiento. Está cansada, vacía y agotada, y siente que ya no tiene nada que dar a nadie. Teresa y Juan son lo suficientemente sabios como para saber que la solución está más allá de ellos mismos. Ambos saben que Teresa necesita tomar un tiempo para apartarse de todos y profundizar en su fe, cultivando su propio corazón. Juan ha pasado por lo mismo y conoce el impacto que ha tenido en su propia vida el preocuparse por su alma. Como esposo, Juan está en la posición ideal para animar a Teresa a que consiga ayuda. Si no lo hiciera, no estaría cumpliendo con el cuidado que debería tener del otro en su rol de líder, que le ha sido dado por Dios. La mujer por naturaleza es sensible en su relación con su esposo. Ella es (en términos futbolísticos) como un delantero, y él es un

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mediocampista. Ambos son buenos en su trabajo, pero además ambos se necesitan mutuamente. En este caso, Teresa necesita que Juan se acerque y le ayude con su tremenda carga. La mejor forma en la que Juan puede hacerlo es animando a su esposa a tomar tiempo para refrescar su propia alma y entonces hacer lo posible para que eso acontezca. ¿Ha llevado ella su carga a Dios? ¿Han orado juntos sobre la situación? ¿Podría ella unirse al grupo femenino de estudio bíblico que se reúne en la iglesia los martes de noche? Entones, en forma bien práctica, ¿qué es lo que él puede hacer en la casa para hacerle más fácil a ella tomarse ese tiempo? Dios es la fuente de descanso y refrigerio, y necesitamos a nuestros esposos que nos ayuden y nos guíen hacia él. Ella necesita estar en compañía con otros cristianos, especialmente usted La comunión espiritual es una relación entre dos o más personas que tienen hambre y sed de la misma cosa, las cuales se satisfacen mutuamente, y la experimentan unidos en Cristo. La comunión ocurre cuando nos animamos, nos apoyamos, y oramos uno por el otro, es el estar unidos como una familia espiritual, saludable y feliz, donde podemos abrirnos, sentirnos conectados y disfrutarnos mutuamente. Cierta noche, Carlos y Rosa estaban sentados en su jacuzzi y hablando de todo un poco (los niños, el trabajo, el perro, etc). Al poco rato, Rosa le dijo a Carlos lo distante que se sentía. Como todos los niños iban a la escuela, ella había vuelto a trabajar, lo que quería decir que ya no podía reunirse con el grupo femenino de estudio bíblico los miércoles en la mañana. Y como recientemente habían cambiado de iglesia, se sentía como desarraigada de sus amigas cristianas. Ya que Carlos es su mejor amigo, él la escuchó y le hizo preguntas para poder intentar conocer sus necesidades en mejor forma. Luego tomó su mano y oró para que Dios satisfaciera su necesidad. Pero poco antes que terminara de orar, él dijo: -Sabes, hay algo en lo que he estado pensando mucho pero que aún no te he mencionado. ¿Qué te parecería si comenzáramos un estudio bíblico para parejas en nuestro hogar? De esa forma podríamos crecer juntos al estudiar sobre el Señor, y también podríamos conocer algunas parejas nuevas de la iglesia. También podrías hacerte nuevas amigas en ese grupo.Esa noche fue algo más que dos personas relajándose en un jacuzzi, eran un esposo y una esposa teniendo comunión espiritual con el tipo de intimidad que les hace uno. Ella necesita expresarle sus dones espirituales Dios nos ha dado a cada uno diversos dones espirituales. Al ejercitar esos dones, nuestra fe crece, fortaleciendo nuestro carácter para estar

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firmes en la batalla en otras áreas de nuestras vidas. “Por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros” (Hebreos 11:33-34). El crecimiento en la fe es el resultado directo de activar y usar nuestros dones espirituales. Las mujeres crecen en su fe a medida que se esfuerzan en apoyarse en el Espíritu Santo para que las equipe a hacer su tarea. Ellas se asombran cuando contemplan lo que Dios hace al darles dones y habilidades para cumplir Su obra. Laura trabaja veinticinco horas a la semana, tiene tres hijos y es anfitriona en su casa de un estudio bíblico para unas treinta mujeres de su vecindario. Para Laura, el liderar este estudio bíblico es una de las cosas más importantes que hace. A ella le encanta enseñar, y el observar lo que Dios está haciendo en las vidas de otras mujeres hace que crezca su propia fe. Su esposo, Leonardo, la ha apoyado totalmente a medida que ella lidera este grupo, y esto también ha influido mucho en la vida de ella. El se asegura que ella tenga tiempo para estudiar, preparar las lecciones y desarrollar buenas relaciones con las mujeres del grupo. Pese a que él no participa de dicho grupo, no lo ve como una competencia al tiempo que pasa con ella. Tener este estudio bíblico ha sido un sueño para su esposa y ha sido un medio valioso para su propio crecimiento con Dios. Leonardo la ha animado en su crecimiento más allá de su relación con él, lo cual, a cambio, ha hecho que ella le aprecie mucho más. ¿Cuáles son los dones espirituales de su esposa? Tal vez, como Laura, su esposa ame enseñar. Tal vez su corazón compasivo la haga una buena consejera de otras personas. Tal vez está interesada en las necesidades de los enfermos o los pobres. Tal vez sea una persona detallista y se sienta atraída a grupos que necesitan de sus habilidades para organizar. Puede que su esposa sea creativa en la música, el arte o la escritura. Tal vez tenga un tremendo talento de hospitalidad. Quizá sea una intercesora. ¿Qué dones espirituales ve usted en ella? ¿Qué dones espirituales ve ella en sí misma? ¿Está ejerciendo esos dones? ¿Cómo podría usted ayudarla a que los ejerza, de manera que tanto ella como la gente que la rodea crezcan espiritualmente? Ella necesita que usted sea un líder espiritual en el hogar Al principio en nuestro matrimonio, Gary trabajaba y a la vez iba a una escuela para graduarse, lo cual le consumía todo el tiempo. Estaba absorto con su trabajo y sus estudios, y tenía muy poco tiempo o energía de sobra para mí o para nuestras dos hijas preescolares. No es que un cierto día se levantó y decidió ser negligente con nuestra

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familia, sencillamente estaba con demasiado trabajo y en medio de demasiados libros, así que no estaba nunca en casa. Como yo realmente quería que él tuviera éxito, tuve que asumir y proveer el liderazgo (tanto emocional como espiritual) que nuestra familia necesitaba. Pero yo extrañaba mucho su presencia en nuestras vidas. Anhelaba tener una interacción espiritual con él, y anhelaba que él fuera el líder espiritual en nuestro hogar. Entonces un día, durante el tiempo que Gary estaba estudiando para su tesis doctoral en consejería, nuestra hija de cinco años, Sarah, entró a su estudio con un retrato familiar que había dibujado. –Déjame ver el dibujo cariño... ah, ¡qué lindo!- dijo aunque estaba bastante ausente. –Lo colgaré en la pared.Entonces volvió a mirarlo. Sarah había dibujado a Mamá, a Sarah, a Missy y al perro, pero Papá no estaba en el cuadro. -Cariño, ¿dónde está tu Papá?- preguntó Gary. -Estás en la biblioteca- respondió descuidadamente. Esa imagen dibujada con una crayola verde valía mil palabras que yo hubiera querido decirle a Gary con respecto a su ausencia. Yo no supe de este incidente hasta algunas semanas después, cuando él finalmente encontró el valor de decir: -Barb, ¿es demasiado tarde para que yo vuelva a casa, y vuelva a tomar mi lugar en esta familia?Me dijo esto una noche en que ambos estábamos acostados en nuestro dormitorio a oscuras. Pensé que él estaba durmiendo, y me sorprendió cuando lo escuché susurrándome, -¿Puedo volver a casa?Pese a que mis ojos estaban cerrados, mi corazón estaba abierto y receptivo a él. Me sentí apenada por él, ya que escuchaba en su voz una vulnerabilidad que nunca antes había escuchado. Lo último que yo quisiera hacer era lastimar a este hombre maravilloso que estaba tratando de lograr un cambio por nuestra familia. -Las niñas y yo te amamos mucho. Queremos que estés en casa,- le dije. –Pero no has estado aquí y me siento como si yo hubiese sido el único padre por un buen tiempo. Anhelamos tu liderazgo espiritual.Para ser honesta, cuando Gary finalmente reconoció que estaba absorto consigo mismo y comenzó a hacer cambios, fue difícil para mí ajustarme. Estaba exhausta, pero había estado solucionando las situaciones por tanto tiempo que me fue difícil pensar que él era capaz de sobrellevar la tarea. Sin embargo, en lo profundo, sabía que nuestro hogar estaba en desorden, y no me gustaba. Quería que mi esposo fuera un líder vibrante en nuestra familia. ¿Cómo es que usted puede ser un líder espiritual en su casa? ¿Qué es lo que su esposa necesita? Primeramente, ella necesita que usted le dé oportunidad de expresar sus ideas espirituales, que se sintonice a ella y la escuche. Ella puede tener una mayor necesidad de hablar con usted sobre cosas

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espirituales que usted mismo. No se moleste por eso. Escuche. Haga preguntas. Comparta sus aportes con ella. Su esposa necesita que usted se enfoque en sus puntos fuertes a nivel espiritual. Cuando usted la vea tomando una decisión difícil basada en sus convicciones, alábela. Cuando vea la profundidad de su carácter, dígale lo que ve. Cuando usted se acerque a Dios debido a ella, hágaselo saber. Su esposa necesita que usted tenga una vida espiritual vibrante. Ella necesita ver que Dios tiene el primer lugar en su vida. Cuando usted llena ese lugar con su trabajo, sus intereses, o sus actividades, le roba a Dios el lugar que le corresponde, y entonces todos sufren. Las cosas que le consumen pueden debilitarle como persona, y a la larga pueden derribar un matrimonio. Esto se revela por medio del caos y la frustración en su hogar. Cuando usted ignora su necesidad de Dios y deja de crecer espiritualmente, no sólo se está colocando en un lugar peligroso sino que también pone en peligro su matrimonio y su familia. Pero cuando coloca a Dios primero y lo mantiene allí, está proveyendo no sólo un firme modelo para los miembros de su familia, sino también un sentido de seguridad para ellos. Su esposa espera que usted guíe con su ejemplo. Un líder espiritual va a la iglesia con su familia. Un líder espiritual es consistente, actuando de igual forma en público que en privado. Demuestra un deseo de crecer. Un líder espiritual guía a la familia a estudiar la Biblia; los lleva en oración. Estas cosas pueden sonar difíciles para usted, pero si da aunque sea pequeños pasos hacia este tipo de liderazgo, a su esposa le encantará y será animada por ello. Usted no tiene que temer la presión de estar orando por una hora; sólo tómela de su mano y ore para bendecir los alimentos. Así de sencillo. Su disposición significa todo para ella. Algunos hombres encuentran el liderazgo espiritual como algo difícil porque no tuvieron modelos. Muchos hombres (y quizá usted es uno de ellos) vienen de familias quebradas u hogares en los cuales ambos padres no eran cristianos, u hogares en los cuales se decían ser cristianos, pero la realidad dentro de las cuatro paredes era bastante diferente. Debido a que estos hombres carecieron de modelos adecuados en sus propias familias, muchos de ellos aprendieron patrones insalubres de comportamiento y hábitos egoístas. Se espera que sean líderes espirituales, pero no saben las reglas, y no tienen un director técnico. Piense en su propia vida. ¿Usted tiene o tuvo un buen modelo del cual aprender? Muchos de los amigos de Gary y míos son los únicos cristianos en sus familias, y la mayoría ha luchado tratando de conocer sus responsabilidades espirituales hacia su esposa y su familia.

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Aquellos que reconocieron esto han buscado un mentor de afuera, ya sea en su iglesia o leyendo libros sobre el tema. ¿Cómo le está yendo en su rol de líder espiritual? Evalúe los siguientes puntos.  



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¿Ora en voz alta con su esposa? (No se puede tener más intimidad que cuando se ora como pareja.) ¿Está estudiando la Palabra de Dios diariamente? Pueden pasar algún tiempo juntos, leyendo algo como La Biblia en Un Año, la cual divide la Biblia en 365 lecturas, una para cada día del año. O cada uno puede leer el mismo libro devocional o la misma guía de estudio en su devocional individual, y luego compartir lo que aprenden mutuamente en algún otro tiempo. ¿Han descubierto la emoción de un ministerio compartido? Dos personas particulares puede que no sean atraídas automáticamente a los mismos intereses, pero si pueden ministrar como equipo, eso dará comienzo a una maravillosa armonía espiritual. ¿Su esposa lo ve leyendo la Biblia? ¿Ora con su esposa antes de acostarse? ¿Ora diariamente por su esposa y luego le dice por qué cosas ha orado a su favor? ¿Lee libros que le ayuden a tener más confianza al entender cómo guiar a su esposa espiritualmente? ¿Usted dirige a su familia a la hora de tomar decisiones? ¿Le está enseñando a sus hijos, por ejemplo, la importancia de un acuerdo entre esposo y esposa para tomar decisiones? ¿Les muestra armonía a ellos? ¿Escucha el consejo de su esposa? ¿Es usted abierto con sus hijos? ¿Le enseña a sus hijos, por ejemplo, a depender del poder de Dios cuando están atravesando la adversidad? ¿Les cuenta historias de cómo Dios le ayudó en tiempos difíciles? ¿Les ayuda a entender cómo la adversidad le da a uno fortaleza y carácter? ¿Sus hijos le ven leer la Biblia? ¿Ora con sus hijos a la hora que ellos se acuestan? ¿Usted cuenta sus bendiciones, haciendo una lista mental de lo que sucedió en el día y cómo Dios respondió sus oraciones y luego se lo cuenta a su familia en la noche? ¿Ora a diario por sus hijos y les dice en qué forma específicamente ha orado por ellos?

¿Cómo puede satisfacer las necesidades de su esposa de intimidad espiritual?

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Si quiere crecer en su habilidad de satisfacer las necesidades de su esposa de intimidad espiritual, aquí hay una lista de cosas que podría hacer. Incentive el crecimiento espiritual de ella Si hablamos de la comunión que su esposa tiene con Jesucristo, ¿qué es lo que la ayuda a crecer? ¿Alguna vez lo ha hablado con ella? ¿Su esposa alguna vez habla con usted sobre su vida de oración? ¿Qué es lo que la activa espiritualmente? ¿Usted sabe cuando ella atraviesa por un “desierto espiritual”? ¿Cómo lo sabe? ¿Cuál es su respuesta cuando esto sucede? ¿Y qué hace su esposa como resultado de su propia fe? ¿Cómo es que expresa su propio compromiso espiritual? ¿Ella conduce o participa en estudios bíblicos? ¿Ayuda en la guardería en la iglesia o con las comidas? ¿Le escribe cartas a misioneros o trabaja con esposas golpeadas? Como dijo Yoghi Berra una vez: “Uno puede observar mucho con sólo mirar las cosas.” Fíjese qué es lo que hace falta para ayudar a que su fe crezca, y entonces anímela a seguir esas actividades. Hace varios años, Eugenio asistía a un grupo de estudio bíblico masculino, un grupo vibrante, en el cual las personas se reunían para escuchar buena enseñanza bíblica y aprender cómo aplicar los conceptos de vida en forma que se obtenga un verdadero significado y propósito. Un día volvió a su hogar y animó a su esposa, Mariana, para que considerara ir al grupo de estudio femenino. –Tu vida cambiará espectacularmente si le dedicas tiempo a estudiar la Palabra en profundidad con otras mujeres. Sé que estudias la Biblia por ti misma, Mariana, pero también sé lo mucho que este estudio bíblico ha hecho por mí. Creo que tú podrías obtener mucho del mismo.Debido a la dirección y el ánimo de su esposo, Mariana comenzó a asistir al Compañerismo de Estudio Bíblico. También pudo compartir sus luchas con las otras mujeres y así trabajar juntas para encontrar soluciones. Se sintió animada y a cambio, le dio ánimo a las mujeres que estaban atravesando por situaciones similares. Dios estaba trabajando personalmente en su vida. Hoy, las conversaciones entre Eugenio y Mariana están centradas en la fe y los propósitos de Dios para ellos. Ellos elevan aún las decisiones más intrascendentes a Dios, para que él les guíe. Sin embargo, lo que ella disfruta más que nada es lo conectada que está la fe de ellos en su comunión. Eugenio lee mucho, y a ella le encanta escucharle decir: Oh Mariana, tienes que leer esto. Hay tanta enseñanza aquí. Seguramente te animará.- Y realmente lo hace. Nunca olvidaré la primera vez que Gary abrió la puerta de nuestro closet y me encontró allí a oscuras, de rodillas. Fue así que descubrió

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que yo realmente tengo un closet de oración y lo precioso que es ese tiempo para mí en mi propio crecimiento espiritual. Si yo descuido la oración o me enfoco en cosas que me preocupan en vez de orar acerca de ellas, mi corazón rápidamente se puede endurecer. Así que una forma en la que tengo comunión con Dios es ir a un lugar aislado para orar. Ahora que Gary sabe lo vital que es este tiempo de oración en privado para mí, hace todo lo posible para asegurarse que nada interfiera con eso. El ritmo de crecimiento espiritual de cada uno es diferente. Descubra qué es lo que carga las baterías de su esposa, y entonces haga lo que pueda para mantenerlas cargadas. Estimule su comunión con usted y con otros -Miguel es el mejor cuando se trata de animarme a salir con mi grupo de rendición de cuentas,- me dijo Clara. –Él deja ese tiempo de su agenda sin compromiso y se hace cargo de los niños. Y nadie podría estar más entusiasmado. Él simplemente dice: -Ve.Hace siete años, Clara y Miguel comenzaron un estudio bíblico para parejas, y tres de esas parejas aún se reúnen. Clara dice que ella le atribuye el éxito del grupo a los hombres. Con los años ellos siguieron adelante, mantuvieron un compañerismo entre sí, se reunían para desayunar y orar una vez al mes. Esto se extendió a la dinámica de las parejas. Debido a eso, las esposas se reunían en un grupo de rendición de cuentas, en el cual podían tener comunión y compartir sus necesidades también. Susana es líder de un pequeño grupo de estudio bíblico que se da en la ciudad, pero el equipo de liderazgo se reúne cada miércoles a las 5:25 a.m. así que cada miércoles, a las 5:00 a.m., Javier se levanta para orar con su esposa antes que salga para el grupo. Él está orgulloso de que ella esté creciendo espiritualmente y quiere que sepa cuánto la apoya. Ella aprecia que él sacrifique su sueño por amor a ella, de manera que pueda experimentar el sello de la intimidad espiritual juntos antes que ella comparta algo con las mujeres del grupo. Patricia y Timoteo han estado casados por veinte años, y él siempre la ha estimulado a que vaya a conferencias y eventos femeninos. Él nunca se ha quejado ni la ha hecho sentir culpable de que lo estaba cargando con tareas domésticas. Y cuando ella regresa al hogar, no hay platos sucios para lavar, ni pañales para cambiar, ni una comida para preparar, ni tiene que bañar a nadie. Él lo llama “el deber de Papá.” Timoteo conoce el valor de cuidar el corazón de su esposa. Anímela a expresar sus dones espirituales Piense en cómo usted se siente cuando otros reconocen sus propios logros. ¿Acaso dicho reconocimiento no le hace sentirse más completo

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dentro? Su esposa no es diferente. Esto no significa que ella necesite ser continuamente elogiada o palmeada en la espalda. Pero ella necesita que se le recuerde el precioso regalo de Dios que ella es, tanto para usted como para otros. Una amiga mía no es una de esas mujeres que esté al frente de un grupo. No enseña en la Escuela Dominical ni sirve en los comités de la iglesia, pero tiene un talento de hospitalidad sin paralelos. Todos los que entran a su casa inmediatamente saben que el Señor vive allí. Ella le da la bienvenida a sus invitados en una forma tal que les hace sentirse como viejos amigos, y les ofrece el tipo de zona confortable y amistosa en la cual se pueden disfrutar de la comunión cristiana. Su esposo, por su parte, le anima a expresar este talento de hospitalidad. Él sabe que ella se siente más satisfecha cuando está sirviendo a otros de esta forma, así que hace lo posible para darle el tiempo y los recursos para que lo haga. Él sabe que cuando la familia, los amigos y otros invitados se van, habrán sentido algo con respecto al Salvador. Su esposa tiene hambre de ser tratada con dignidad y respeto; ella no quiere ser alguien tomada por descontado. Ya sea que está usando sus talentos para el servicio en la iglesia, el trabajo o el hogar, necesita saber que usted aprecia quién es y cómo Dios la está usando. Maravíllese de sus dones únicos, y busque formas en las que pueda aumentar sus dones naturales. Si su esposa no tiene seguridad sobre sus dones espirituales, ayúdela a identificarlos. Comparta sus observaciones con ella, anímela a discutir esto con aquellos amigos que la conozcan bien. Luego hable sobre formas en las cuales ella pueda ejercitar sus dones. Por ejemplo, si ella tiene el don de misericordia, puede que esté interesada en hacer visitas a algún hospital u hogar de ancianos. Si ella es tímida o insegura, anímela a salir de su zona de comodidad y a que se apoye en el poder de Dios, aprendiendo a depender de él para cumplir la tarea. Una vez que se sienta involucrada en un ministerio, ofrézcale alivio en las tareas del hogar y muestre continuo interés en lo que ella está haciendo. Afirme su valor y contribución. Anímela con sus oraciones Recientemente, una amiga nuestra se fue a hacer la mamografía anual. Varias mujeres en su familia habían tenido cáncer de mama, así que este historial hizo que le golpearan más duro las palabras que toda mujer teme: “Hemos detectado algo anormal en su mamografía.” Algunos de ustedes probablemente han pasado por esta experiencia con sus esposas, así que saben exactamente de lo que estoy hablando. ¿Cómo reacciona un esposo en esta situación? Bueno, déjeme decirle lo que hizo el esposo de Carolina. Cuando ella entró a la casa y le dio

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las noticias, él sencillamente extendió sus brazos y la acercó hacia él. Se sentaron por unos minutos en el sofá, y hablaron sobre los temores que ella tenía. Él la escuchó y la abrazó mientras ella lloraba. Después de unos minutos comenzó a orar por su esposa. Ella dijo después: “Nada me habría confortado o afirmado más que lo que Tomás hizo en ese momento.” ¿Su esposa sabe que usted ora por ella? ¿Lo escucha orar por ella? Si usted no ha orado por o con su esposa, comience despacio, pero comience hoy. Sus oraciones por y con ella son uno de los mayores regalos que le puede dar. Cómo usted lidera es importante para su esposa El tema de su liderazgo espiritual es fundamental para su esposa. Pero cómo usted lidera es tan importante para ella como el hecho que usted lidere. Hay un pasaje en Efesios que da algunas directrices sobre cómo los esposos deben amar y guiar a sus esposas: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama” (Efesios 5:25-28). El ser como Cristo es estar dispuesto a dar su vida por la de su esposa. La Escritura es clara en que un esposo está llamado a “santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra.” Existe un tipo de transacción divina que ocurre cuando un esposo cambia su amor superficial por un profundo amor sacrificado, al colocar las necesidades de su esposa por encima de las suyas propias y tiene como meta la santidad de su esposa. Al hacer esto, él cumple su rol de servirle y ser un ejemplo de Cristo Jesús. Tal demostración de divinidad diaria al vivir con su esposa produce resultados divinos, tanto en ella como en él. Él será capaz de “presentarla sin mancha ni arruga ni cosa semejante.” Ella será “santa y sin mancha.” Fíjese que esta es la segunda vez en este pasaje que se usa una palabra con respecto a la santidad. Cuando usted derrama su vida en la vida de su esposa, ella se hace santa. ¡Qué transacción más maravillosa! El modelo para el liderazgo descrito en estos versículos es el de un líder siervo. Ese es el ideal bíblico. Pero demasiado a menudo la realidad en el matrimonio es que el esposo cae presa de dos estilos extremistas: Control o pasividad. Antes que analicemos más profundamente el estilo del líder siervo, miremos estos dos extremos.

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El líder controlador El estilo de Cristo nunca incluye la amenaza de un esposo hacia su esposa en un intento de controlarla o intimidarla. Ninguna mujer quiere estar casada con un hombre así. En su libro Rocking the Roles, William Hendricks y Robert Lewis concluyen que por causa del pecado original (la naturaleza pecaminosa que todos heredamos de Adán y Eva desde la Caída), los esposos tienen una tendencia de dominar a sus esposas. “[Génesis] nos dice de antemano cómo es que los hombres caídos naturalmente tratarán de vivir con sus esposas. Nos profetiza que las dominarán y las subyugarán a posiciones de un estatus inferior. Como sabemos, ese ha sido el caso ciertamente. Tenemos miles de culturas y miles de años para documentar que eso es exactamente lo que sucedió. Las mujeres lucharon bajo la dura dominación del hombre natural por siglos. Incluso hoy día, los lamentos y quejidos provenientes de muchos hogares, surgen como resultado de un gobierno por parte de intimidadores egoístas e insensibles” (p. 64). Aunque usted tenga una esposa extremadamente confiada o de voluntad muy firme (como Gary tiene a veces), cada mujer está diseñada para responder a un liderazgo auténtico y bíblico de parte de su esposo. Lamentablemente, tal como Hendricks y Lewis relatan, algunos hombres toman la ruta fácil del “liderazgo” e intentan ser los “jefes.” Esto es dominio, no liderazgo espiritual. Los hombres que son líderes controladores a menudo tienen el tipo de personalidad que les capacita para ser motivadores y emprendedores, los empresarios del mundo. Son resueltos y saben tomar decisiones, y fácilmente pueden inspirar a otros a que estén en la misma línea de sus planes y visiones. El problema es que ese tipo de hombre, cuando está gobernado por sus inclinaciones naturales, fácilmente puede transformarse en un déspota, y cuando eso sucede en un matrimonio, lleva a problemas serios. David es un muy buen ejemplo de esto. En el trabajo, está encargado de un departamento altamente productivo. No podríamos decir que a la gente le cae bien, pero consigue que se hagan las cosas. En su hogar él opera en una forma similar: él es la cabeza de la casa, y todo tiene que estar bajo su control. Él piensa que puede conducir a su familia en la forma que quiera. Para él sólo existen dos resultados en cualquier área de la vida: o se gana o se pierde. Y él detesta perder (especialmente frente a una mujer, incluso si esa mujer es su esposa). Todo aquel que se pone en su camino (lo cual significa también todo aquel que opina diferente que él) es una amenaza. Su esposa Ruth, es una mujer capaz, cálida y se preocupa por los demás, pero ha sido herida tantas veces por las crueles palabras de David que uno casi

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puede verla achicarse cuando él abre su boca. En conclusión: David es un hombre egoísta y exigente. Por más que esto parezca un ejemplo extremista de lo lejos que puede llegar un cristiano como David, quien es diácono en su iglesia, no es tan raro como pudiera pensarse. Por favor observe que si bien el seguir el instinto personal, o dar órdenes, y lograr que las cosas se hagan es algunas veces necesario en el mundo de los negocios, en general no funciona con su esposa y sus hijos (y ciertamente no es la forma en que el Señor espera que funcione el matrimonio). El líder controlador crea desarmonía y discordia, rebelión e infelicidad para todos quienes viven bajo su autoridad. El resultado a menudo es una esposa resentida que no quiere andar recibiendo órdenes y niños que se rebelan con facilidad. El líder controlador ciertamente no está modelando el amor de Cristo delante de su esposa ni su familia, y no está creando en ellos la sed de tener una comunión más íntima con Jesús. Si usted se amolda a esta descripción, pídale a Dios que no solo le muestre los momentos en los que usted es controlador, sino que le ayude a poner su estilo de liderazgo bajo Su control. Luego admita delante de su esposa que usted ha sido un esposo dominante y que le gustaría cambiar. Pídale que le ayude. Si puede hacerlo en forma genuina, permítale a su esposa que le diga cuando ella cree que usted es controlador. Luego pida ayuda a otros cristianos. Es allí que un grupo de rendición de cuentas es tan útil. Los hombres pueden estimular abiertamente a otros hombres a dejar de ser controladores y pasar a ser líderes serviciales. El líder pasivo El otro extremo es la pasividad, o la abdicación del liderazgo. ¿Alguna vez ha tenido luchas en decidir quién se hará cargo de la salud espiritual de su familia? Muchos hombres se sienten totalmente cómodos permitiéndole a sus esposas hacer el trabajo, especialmente si las vidas de ellas tienen una relación más consistente con Dios o un conocimiento más profundo de los temas espirituales. ¡Termine con eso! Su esposa (aún en el caso en que sea una líder natural) no quiere que usted abdique de su rol como líder espiritual. Cuando Gary y yo hablamos en las conferencias matrimoniales, me reúno con muchísimas mujeres que quieren consejo sobre cómo tratar con sus esposos pasivos. Julia me habló una vez sobre su esposo, Pablo, el cual es un gran padre, esposo y proveedor. Él es el tipo de persona que dice que “no se puede esperar nada más que de uno mismo”, es diestro y tiene buena autoestima. Pero cuando se trata de las cosas espirituales, él permanece en la periferia, y deja que su esposa tome el liderazgo. A Julia le encantaría permitir que él tome el

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liderazgo espiritual tanto con ella como con la familia, pero parecería que él no sabe cómo comenzar, o tal vez simplemente no está interesado. Hombres como Pablo puede que tengan el conocimiento para dirigir la condición espiritual de la familia, pero no lo están usando para animar y ayudar a sus esposas e hijos a adquirir una sed y hambre por el amoroso liderazgo de Jesús. Y debido a que ellos escogieron quedar en la periferia, no existe un ejemplo bíblico de un hombre piadoso en el hogar. Un sinnúmero de familias están siendo afectadas en forma negativa por ese tipo de apatía espiritual o indiferencia por parte de los esposos y padres. Es interesante, sin embargo, que el hombre que es un líder pasivo en el hogar, puede ser el mismo hombre que lidera en muy buena forma en los negocios durante todo el día. Sencillamente no transfiere esas habilidades a su rol como padre y esposo. Cuando él entra a la casa cada día, deja de ser el Sr. Dragón Asesino y se convierte en el Sr. Mosquita Muerta. Por supuesto que esta es una exageración, ya que existen grados de pasividad, pero imagino que usted entiende lo que digo. Si usted es un líder pasivo, eso no significa que debe convertirse en un tirano en forma repentina. De hecho, usted no debe ser un tirano. Lo que sí significa es que necesita adquirir (por medio de la obediencia diaria a Jesucristo) una estatura espiritual que acerque a su esposa a usted en la medida que toma la iniciativa que Dios quiere que tenga en el hogar. Cuando un hombre hace esto, su matrimonio y su familia serán transformados.2 El líder siervo Un liderazgo balanceado implica el servicio a su esposa. Aquí tenemos cómo Steve Farrar describe este rol en su excelente libro Point Man: “Significa, caballeros, que ustedes deben tomar la iniciativa en su sumisión a Cristo a tal punto que llegarán a ser un ejemplo para su esposa. La disponibilidad de un hombre de servir a su esposa y satisfacer sus necesidades le proveerá una atmósfera y un estímulo para que ella responda en sumisión a su liderazgo. Si ella ve ese tipo de actitud en usted, y siente que usted está buscando diligentemente seguir a Cristo con firmeza, será mucho más fácil para ella descansar en su liderazgo en el hogar. Todavía no conozco una mujer cristiana cuyo esposo le provea este tipo de liderazgo y que ella aún tenga dificultad con la idea de la sumisión bíblica. Cuando un esposo ama a su esposa como la Escritura manda, se obtiene una situación en las que todos ganan” (p. 182). La Biblia claramente indica que un esposo creyente debe aceptar las responsabilidades que Dios le da de amar, liderar y honrar a su

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familia. Este tipo de liderazgo es un equilibrio entre liderar y servir. Cuando un hombre asume este rol, protege y provee para cada miembro de la familia. Alberto es un ejemplo de servicio en muchas áreas de su vida, pero en particular con su esposa, Victoria. Cuando su trabajo le requiere horas extra, él siempre lo conversa con Victoria, asegurándose que las horas extra de trabajo no interfieran con sus compromisos familiares. Él siempre trata a Victoria con cortesía. Si ella está entrando las compras desde el automóvil, él siempre se apresura para cargárselas. Cuando salen a comer afuera, deciden juntos a dónde irán. Desde cosas como bañar a los niños hasta orar con su familia, Alberto vive una vida de servicio. El liderazgo bíblico es una responsabilidad que Dios le ha dado a usted. Es una oportunidad para que sirva a su familia. Las palabras de Jesús en Marcos 10:45 ilustran bellamente el liderazgo bíblico: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” Jesús dejó su lugar de honra a la derecha de Dios y vino a la tierra en humildad para salvar al mundo y mostrar cómo era Dios realmente. Su rol consiste en aprender de él y demostrar la misma humildad en su vida. El servir a su esposa en sus necesidades más profundas y sacrificarse para que ella pueda ver más de Jesús le traerá un consuelo y seguridad que ella nunca conoció. Como usted tiene la responsabilidad de ser el líder espiritual, debe cultivar su espíritu para que sea sensible a la gentil guía y dirección del Espíritu Santo. Pero el desafío no termina ahí. Antes que usted sea completamente capaz de ministrar a su esposa, debe ser sensible al espíritu de ella también. Eso implica un verdadero discernimiento (y paciencia) de su parte, para poder leer las complejas necesidades emocionales de su compañera de por vida. ¡Es por eso precisamente que Dios le da a usted toda una vida para hacerlo! El que el hombre sea sensible al Espíritu de Dios, así como también a su esposa, implica humildad. A medida que aprenda esta humildad, sin embargo, disfrutará de su matrimonio más de lo que jamás imaginó posible. El liderazgo servicial lleva a una intimidad espiritual, y esta meta alcanzable puede transformarle, dejando de ser un esposo o esposa que luchan con sus egos y batallan por el control, para transformarse en una amorosa pareja que experimenta el trabajo de equipo matrimonial en su más alto nivel. Una soleada mañana de diciembre, hace muchos años, el suelo estaba cubierto con un manto de nieve de 13 centímetros de espesor, y Gary nos había dejado la espina que tenía algo especial para nosotros después de la iglesia. Le suplicamos y rogamos que nos revelara ese gran secreto, pero no nos dijo. Cuando llegamos a casa, nos dijo que

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nos pusiéramos abrigo, y entonces nos hizo ir hasta el frente de la casa. -Bien, aquí está,- dijo. -¿Aquí está qué?- fue mi reacción -Aquí está el lugar para nuestro primer hombre de nieve en la historia.-¿Es eso lo que vamos a hacer? Pesamos que íbamos a ir a algún lado.-No necesitamos ir a ninguna parte para divertirnos como lo vamos a hacer,- dijo. –Mira esto.- Fue allí que se inclinó y comenzó a formar una bola de nieve que sería la base para el hombre de nieve. Las niñas y yo lo seguimos, y al poco tiempo estábamos sonriendo y riendo a carcajadas. Pronto, nuestro Congeladito tenía ojos de carbón, una nariz de zanahoria, una sonrisa hecha de rocas, y un gorro con franjas rojas y blancas. Fue una tarde grandiosa, ninguno necesitó de Disneylandia para tener un recuerdo como familia. Missy entró y salió de la casa toda la tarde, abrazando a Congeladito y orando para que él “estuviera con nuestra familia para siempre.” Aquella noche, antes de salir de la casa para dar una vuelta y ver las luces navideñas, Missy dijo que temía que Scott, el travieso adolescente que vivía cruzando la calle, derribara el hombre de nieve. Y cuando regresamos de nuestro paseo, nuestros peores temores se habían hecho realidad. Congeladito estaba hecho pedazos por todo el frente. Missy lloró, y Gary y yo cruzamos la calle hacia la casa de Scott para conversar con él. Scott negó haberlo hecho. –Estuve en casa toda la tarde trabajando en una tarea.Dándonos cuenta que no iba a confesar, nos fuimos a casa y comenzamos a rearmar a Congeladito. Al poco tiempo sentimos unos pasos que pisaban la nieve. Nos dimos vuelta y vimos a Scott que estaba detrás de su padre, Nick. -Gary, si tienes algo que decirle a mi hijo, apreciaría que comenzaras conmigo. Scott ha estado en la casa conmigo todo el día, trabajando en un deber para la escuela. No hay forma en la que pueda haber hecho esto. Ahora tú y yo tenemos un problema.- Inmediatamente de haber dicho esto, Nick y Scott se volvieron y se alejaron. Gary le preguntó a Missy, -¿Scott te dijo que él derribaría el hombre de nieve o simplemente pensaste que lo haría?- Nosotros habíamos asumido que Scott le había dicho eso a Missy en una de sus salidas para abrazar a Congeladito. -Bueno, en realidad no me dijo que lo haría.-Missy, déjame ver si entiendo. Scott no te dijo que iba a derribar a Congeladito, pero tú pensaste que lo haría. ¿Por qué?-

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-Porque él siempre nos hace cosas. Pero no creo que haya hecho esto.Gary nos llevó a todos dentro de la casa para que pudiéramos hablar sobre esta crisis familiar llamada: “Cómo tener problemas con los vecinos en treinta segundos.” La decisión que se tomó fue que teníamos que cruzar la calle y disculparnos. –Yo no voy a ir allí,- dijo una. –Papi, tú ve. Tú eres el padre,- dijo otra. -¿Puedo quedarme en casa? Me siento un poco mal.- (No voy a decir “quién fue” que dijo eso). -No,- dijo Gary. –Todos vamos a ir. Voy a telefonear a Scott y a su padre para pedirles que se reúnan con nosotros. Pero antes de hacerlo, creo que debemos hablar sobre lo que hemos aprendido de esto.- Su liderazgo hizo que reconociéramos que habíamos acusado falsamente a Scott. Todos nos sentimos horrible por lo que habíamos hecho. Entonces, pese a que teníamos temor de enfrentar a los vecinos, Gary nos llevó a poner en práctica esta humildad dolorosa y necesaria. Gary llamó a Nick y le dijo si podíamos ir para hablar con él y con Scott. -No hay nada que quiera hablar contigo,- dijo Nick. -Por favor, sólo sal a la puerta del frente y dame un par de minutos,dijo Gary. –Es importante que mi familia hable contigo y con tu hijo.-Bien,- dijo Nick y colgó bruscamente el teléfono. A medida que atravesábamos la calle, oramos. ¡Y cómo oramos! Lo primero que dijo Gary fue, -Nick y Scott, mi familia y yo les hemos ofendido, y estamos muy apenados. ¿Nos perdonan por favor?Nick, obviamente sorprendido fue el siguiente en hablar. –Y yo estoy apenado por haberme disgustado tanto. Estaba bastante enojado. Scott había estado dentro todo el día, por lo cual yo sabía que no había derribado tu hombre de nieve Missy. Está bien. Olvidémoslo.Entonces, la arrepentida Missy lloró y abrazó al vecino adolescente que tenía, y Scott dijo: -Está bien, Missy. Sé cómo te sientes.Cuando volvimos a casa, Gary tuvo una segunda reunión familiar. Nos sentamos en un círculo en el suelo y hablamos acerca de lo que habíamos aprendido de esta experiencia: que necesitamos orar mucho antes de que ninguna acusación salga de nuestros labios; que las palabras airadas deben ser evaluadas antes de dejarlas salir; que cuando uno se humilla, el corazón de las personas se ablanda; que cuando uno se equivoca con un vecino, vale la pena el riesgo de pedir perdón. El liderazgo espiritual de Gary nos había ayudado a hacer lo correcto, crecer como familia, y sembrar unidad en vez de discordia. Las recompensas de la intimidad espiritual El pasaje de Efesios 5 que hemos examinado anteriormente en este capítulo exhorta al esposo a dar su vida por su esposa “para

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santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra.” ¿Alguna vez ha purificado a su esposa en la palabra? Gary con frecuencia abre su Biblia y me dice: -Escucha esto, Barb...Luego me lee lo que la viva e inspirada Palabra de Dios está haciendo en su propio corazón y cómo está cambiando su vida. ¡Qué tremendo testimonio resulta eso para mi propia vida! Algunas veces, en realidad, yo no me siento cómoda con lo que me lee ya que desafía mi naturaleza egoísta. Pese a eso, no puedo negar que mis pensamientos son puestos sobre aviso, y aprendo a ser más como Cristo debido a eso. Recuerdo un poderoso ejemplo de esto en nuestras vidas. Gary y yo estábamos hablando en una conferencia de FamilyLife en Jacksonville, Florida. Nuestro avión aterrizó tarde, la noche antes de que la conferencia empezara, y ambos estábamos exhaustos. Estábamos sentados en nuestra habitación de hotel, con la intención de repasar nuestras notas para prepararnos para el día siguiente, pero ambos quedamos repentinamente abrumados. Gary, quien en ese tiempo aún estaba lidiando con la pena de la muerte de su padre, estaba agotado emocionalmente. Y esa semana yo había recibido una carta muy dura de alguien a quien admiraba y respetaba muchísimo, por lo cual estaba devastada. Pero al estar sentados en esa habitación, Gary tomó su Biblia y comenzó a leérmela. Al principio me resistí. Mi propia herida estaba demasiado fresca, el dolor demasiado profundo. Pero él insistió y siguió leyendo. Ambos comenzamos a llorar a medida que la Palabra de Dios seguía derramándose en nuestros corazones y mentes. Gentilmente, las palabras de Dios abrieron mi protegido corazón y comenzaron a sanar mi afligido espíritu. La Palabra de Dios nos fortaleció a ambos, y para cuando Gary terminó de leer, ambos nos sentíamos renovados, limpios y frescos. Sí, hasta santos y limpios. A la semana siguiente recibimos una llamada del gerente de la conferencia FamilyLife. Sus palabras fueron, -¿Qué pasó en Jacksonville la semana pasada? Sus evaluaciones son increíbles. Metieron un gol de media cancha.Lo que había sucedido es que Dios estuvo con nosotros, como personas quebrantadas, y restauró nuestras almas a través de su Palabra en un tiempo de verdadera comunión espiritual. Cuando Gary toma el liderazgo en esta forma, refleja el carácter de Dios. Como resultado de ver este tipo de espiritualidad en su vida, me siento animada a confiar en Dios más y a seguir a Jesús más de cerca. Esto nos trae a un nivel de confianza y seguridad en nuestra relación que no se puede encontrar en ningún otro lado. Ahora, por favor entienda que nosotros luchamos con los temas familiares lo mismo que todos. Por ejemplo, luchamos con las

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finanzas. Nos enfrentamos con una pila de cuentas: la universidad de nuestra hija, las cuentas de la boda de nuestra otra hija, los impuestos, las contribuciones para el retiro, etc. La lista es interminable. Pero cuando Gary se acerca a mí en la iglesia y me dice: -Demos más esta semana,- me siento y admiro lo que Dios está haciendo en mi esposo. Su generosidad y obediencia a Dios derriten mi corazón. ¿Aún tengo inseguridad con respecto a dar dinero? Por supuesto que sí, pero confío en el juicio de Gary y en su liderazgo en este sentido, porque él es un hombre que sigue a Dios. Cuando usted se sintonice independientemente con Dios, entonces gire y sintonícese también con su esposa, así creará una apertura que es la máxima intimidad entre el esposo y la esposa. Un esposo y una esposa que construyen su matrimonio sobre el compromiso fundamental de buscar a Dios sobre todas las cosas, pueden compartir sus temores, ansiedades, alegrías y sueños. Pueden abrirse y compartir pensamientos y sentimientos, incluso cuando puedan lastimar. Tienen la libertad de experimentar la honestidad y transparencia, sabiendo que se aman mutuamente e incondicionalmente, y que nunca se alejarán ni levantarán un dedo en acusación. Construyendo el futuro ¿Se da cuenta que usted esta formando la próxima generación de esposos? Hay un viejo adagio que dice: -Si quieres saber qué tipo de esposo será un hombre, observa cómo trata a su madre.- Y un hombre trata a su madre, en general, en la forma en que ha visto a su padre tratarla como esposa. Así que la forma en la que usted ama, guía y protege a su esposa y a sus hijos, habla a gritos a sus hijos. Le muestra a su hijo el tipo de hombre que debe ser, le muestra a su hija el tipo de hombre que debería buscar como marido. Una de las lecciones más valiosas que puede enseñarle a sus hijos es cómo un hombre piadoso debe relacionarse con su esposa y cómo debe liderar en amor a su familia. Gary tomó a un lado a Scott, nuestro yerno, antes de casarse con nuestra hija Sarah y le dijo: -Scott, tienes la oportunidad de comenzar desde el princpio con oración e intimidad espiritual con Sarah. Comienza tu relación liderando espiritualmente en tu hogar. Cada mañana cuando despiertes, o en la noche antes de ir a dormir, toma las manos de Sarah y oren en voz alta juntos. ¿Cuántos hombres piensas que pueden decir al final de sus vidas que oraron diariamente con sus esposas? No soy legalista. Si te equivocas, te equivocas. ¿Pero qué me dirías si te conviertes en el único muchacho en Estados Unidos que se compromete a orar diariamente con su esposa? Si lo haces,

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será más fácil para ella confiar en ti y poner su confianza en tu liderazgo. La estimulará también a desear tener una misma mente y espíritu contigo. Si quieres una familia bíblica, entonces debes orar con tu esposa. Dios ha prometido bendecir ese tipo de legado espiritual.¿Usted ora cada noche con su esposa? Por mucho que Gary y yo oremos juntos, no tenemos ese tipo de récord. Pero puede creer lo que le digo, el orar con su esposa les acercará a ambos en seguridad, estímulo, e intimidad espiritual. Nada hace que una mujer se sienta más segura, a salvo y protegida. Pero no puedo terminar este capítulo sin contarle de mi amiga Emma. Ella y su esposo son creyentes, pero la distancia que él ha puesto y el fracaso en satisfacer las necesidades de ella son la fuente de un gran dolor para Emma. Recientemente ella compartió sobre esa situación conmigo, tratando de refrenar sus lágrimas. –Lo que sucede es que yo recuerdo vívidamente a mi madre y mi padre luego de venir de la iglesia los domingos, el regreso a casa, la puerta de su dormitorio cerrada mientras se cambiaban de ropa, y su risa juntos.- Su voz se entrecortaba. –Yo vi la intimidad espiritual puesta en práctica. Cuando íbamos a la iglesia éramos uno. Los domingos en la tarde estábamos realmente juntos como familia, ya sea que fuéramos a pasear, o a visitar un museo, o si nos sentábamos a leer. Esa intimidad les ha acompañado durante sus cincuenta y cinco años de matrimonio. Ahora mamá tiene el mal de Alzheimer. Recientemente volvió a casa del hospital. Papá estaba exhausto, pero se sentó en la cama con ella y la abrazó. –Estoy muy feliz de tenerte en casa,- dijo. Ella, al sentirse aliviada en esos brazos familiares dijo: -Estoy muy feliz de estar en casa.- Estando segura por sus recuerdos, pero abrumada con su dolor, Emma cerró sus ojos. –Sentí la intimidad de ellos. Escuché su intimidad. Pero no tengo eso con Jordan.- Su voz vaciló. –Tal vez algún día se dé.No deje a su esposa lastimada y anhelando experimentar la intimidad espiritual, soñando con lo que podría haber sido. Hoy es un nuevo día. Comience a comprometerse usted mismo a desarrollar una cercanía espiritual con su esposa, su mejor amiga. 1

Le recomiendo los siguientes libros: De Gary Rosberg, Guard Your Heart (Sisters, Org.: Questar, 1994); de Steve Farrar, Point Man: How a Man Can Lead His Family (Sisters, Oreg.: Multnomah, 1992); y de Stu Weber, Tender Warrior (Sisters, Oreg.: Multnomah 1993). 2

Si quiere profundizar más en el tema, le recomiendo el libro de James Walker, Husbands Who Whon’t Lead and Wives Who Won’t Follow (Minneapolis> Bethany House, 1989).

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CAPÍTULO 7 Aliento La necesidad de amor #4 del esposo “Aliéntame, y cree en mí.” Gary le habla a las esposas

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Detesto confesarle esto, pero los hombres son en realidad niños atrapados en cuerpos grandes. Ya sé, ya sé, se ha quedado totalmente pasmada. Lo crea o no, este secreto no muy bien guardado, no me resulta nada fácil de admitir, ni a mí ni a ningún hombre. Creo que a las mujeres se les critica por su sensibilidad con respecto a envejecer, como si de alguna forma el ego masculino fuera impermeable al pasar de los años. Pero permítame que le diga, en representación de todos los hombres, es duro ver piel sobre nuestra cabeza en lugar de cabello. Y cuando comenzamos a agregarle centímetros a nuestra medida de cintura, puede tornarse bastante frustrante. Después de todo, esa expansión de la cintura significa que debemos ir a comprar pantalones nuevos, y usted sabe lo mucho que nos gusta comprar. ¿Recuerda la vieja canción de Bob Dylan, “The Times, They Are A Changin‟(Los Tiempos Cambian)”? Bueno, nuestra canción lema como hombres podría ser: “The Old Body, It Is A Changin‟(Nuestro cuerpo cambia).” Sin embargo, la mayoría de los hombres no lo admiten sin dar la pelea. Así que peinamos nuestro cabello en forma más estratégica, hacemos ejercicios e intentamos estar en forma, tratando de ponernos a dieta. Entonces, una vez cada tanto nos colocamos nuestros tenis y salimos a la cancha, pista o terreno de béisbol, para intentar demostrar que todavía “somos buenos.” Hasta que nuestros tobillos o rodillas nos traicionan. Oiga, no le exagero en este punto. Recientemente, en una semana, tres hombres diferentes vinieron verme en muletas, bastón y enyesados, cantando su canción de lamento atlético. Uno se lastimó la rodilla en una liga de baloncesto para gente de más de cuarenta años. El otro se desgarró los ligamentos en la liga de softball de su iglesia (pero pudo atrapar la bola). El tercero se quebró el brazo practicando luchando con uno de sus adolescentes. Seguramente que ustedes, sabias mujeres, miran todo esto y dicen: ¿Qué es lo que les pasa a estos hombres? ¿Por qué no puede entrar en su dura testa la idea de que no pueden actuar como muchachos de veinticuatro años cuando tienen treinta y cuatro, o cuarenta y cuatro, o cincuenta y cuatro o sesenta y cuatro?A primera vista, tiene todo el sentido del mundo... hasta que su hija le pasa la pelota de baloncesto. Es allí que usted se transporta inmediatamente a sus días de adolescente, y no hay nada que pueda impedir que la lleve a la calle a practicar (usando su traje de negocios). O quizá su hijo le lanza algo cuando usted está ayudando a su esposa a limpiar la mesa luego de la cena. Su única opción es darle esa mirada que dice: “Vamos, todavía puedo darte tu merecido.” O uno de los muchachos de la iglesia llama y le desafía diciendo, -¿Estás

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demasiado viejo para ir a la cancha para un partido de baloncesto? No estás en tan mala forma, ¿verdad?Entonces usted cuelga el teléfono y todo lo que dice es: -Cariño, ¿dónde están mis tobilleras y mis rodilleras?Los hombres se encuentran con desafíos como los siguientes casi a diario: “Hágalo.” “Aprovéchelo.” “Tómelo.” Y pese a que soy lo suficientemente sabio como para saber que hay cosas mejores, no soy diferente a su esposo. No puedo evitar que el entusiasmo me arrastre y me meto con ambos pies (y generalmente termino con uno de ellos enyesado). Pregúntele a mis hijas si no me cree. Cuando nuestra hija mayor, Sarah, tenía diez años, yo acepté ser el entrenador asistente de su equipo de baloncesto. Pensé que nos daría un buen tiempo para estar juntos. Nadie me había dicho que durante el último fin de semana de la serie, los entrenadores debían jugar con sus jugadoras en frente de las miradas y los gritos de muchos fanáticos. Era mi primer juego de baloncesto en veinte años, y me fue bien... en las primeras tres carreras cancha abajo. Luego, de la nada mis piernas ya no me respondían y mi cabeza no podía ni pensar. Le digo, no fue lindo. Mis hijas aún se ríen cuando recuerdan ese día. Y yo también me río... ahora. ¿Por qué lo hice? Porque como la mayoría de los hombres, me fascina la competencia. Amamos la emoción de la victoria. Pero aún más que eso, queremos que alguien nos aliente en esa victoria. Pregúntele a los chicos que compiten en un deporte, o tocan algún instrumento musical, o participan en actividades escolares, y ellos le contarán cada vez que sus padres estuvieron allí. ¿Por qué? Porque todos queremos y necesitamos a un admirador que nos aliente; necesitamos saber que somos especiales, que nuestra familia está orgullosa de nosotros. Y créame, no importa lo viejo que pueda ser su esposo, también es cierto en el caso de él. Necesita saber que es especial, que alguien lo está apoyando, y ese alguien es usted, su esposa. Su esposo necesita ser alentado La naturaleza del juego puede cambiar al pasar de la juventud a la madurez, pero nuestra necesidad de ser afirmados y animados no cambia. Los hombres aún necesitan saber que tienen algunos admiradores. Es la forma en la que fuimos formados. Es por eso que la mayoría de los setecientos hombres que entrevistamos para este libro dijeron que su necesidad de amor número cuatro en el matrimonio es el aliento y la afirmación. Si bien es cierto que a medida que envejecemos la necesidad de una palmada en la espalda por parte de nuestros amigos decrece un poquito, todavía necesitamos el firme apoyo de otros hombres

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cristianos. Pero la voz de afirmación que más anhelan escuchar es la que proviene de sus esposas. No puedo decirle la cantidad de veces que escuché a un esposo decir: -Ella le dedica todo su tiempo y atención a los niños. No me malinterprete, amo a mis hijos. ¿Pero qué con respecto a mí?- Esto no se trata de la canción “pobrecito yo” de un llorón egocéntrico. Se trata de un hombre que se siente dejado a un lado y necesita la atención de su esposa, su afirmación y aliento. ¿Qué es lo que pasa entonces cuando un hombre no escucha que su esposa lo alienta? dos cosas: Se sentirá continuamente desanimado o derrotado; o como en el caso de Timoteo, buscará el aplauso en algún otro lado. Timoteo y Graciela disfrutaban la mayoría de los prestigios del éxito material. Como pareja tenían ingresos económicos por ambos lados, no tenían hijos, y le dedicaban la mayoría de su tiempo a sus respectivas carreras... para deterioro de su matrimonio. Pero a pesar de que Timoteo tenía cada vez más éxito en sus negocios, la persona a la que quiere impresionar (Graciela) parece estar totalmente absorbida por su propio mundo. Ninguno de los dos protegió los vínculos de su relación, y Timoteo a la larga termino por abrir su corazón a una compañera en la oficina. Rita siempre estaba allí, era amistosa, servicial, y elogiaba sus logros, escuchando y comprendiendo sus necesidades. Meses después, en mi oficina de consejería, Timoteo le confesaba a Graciela que su corazón se sentía atraído hacia otra mujer. Cuando se le preguntó por qué había sucedido esto, Timoteo dijo: Graciela nunca estaba conmigo. Estaba tan absorta en sus propias cosas que yo me cansé de intentar obtener su atención. Rita parecía estar muy interesada en lo que yo hacía. Ella me preguntaba cómo me iba con mis proyectos. Me apoyaba muchísimo. Parecía valorarme por quién yo era. Rita me alentó cuando yo estaba en medio de luchas.Graciela estaba sentada y aturdida al principio, con el dolor escrito en su rostro. Luego surgieron las preguntas, rápidamente y con furia. – Timoteo, ¿llegaron a algo físico? ¿Te besó? ¿La tocaste?-Graciela, nunca hubo nada físico. Simplemente hablamos. ¿Recuerdas que solíamos hacer eso? Yo sólo necesitaba recibir afirmación de alguien. Lamento haberte herido de esta forma. Bajé la guardia y le permití a ella que entrara. Sé que no está bien. Y te quiero a ti, no a Rita. Pero realmente necesito que me apoyes, que me animes. Que me hagas saber que piensas que soy un buen muchacho.Tanto Timoteo como Graciela prestaron atención a este llamado para que despertaran, y gracias a Dios, salieron a salvo de las profundidades de la traición y el dolor. Con el transcurso de varios meses de consejería, ambos buscaron entender cómo recuperar el

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gozo de un matrimonio seguro y estimulador. A medida que comenzaron a poner en práctica lo que estaban aprendiendo, la pared que estaba alrededor de su matrimonio se fortaleció, y la pared que estaba entre ellos comenzó a derribarse. Comenzaron a escucharse mutuamente, a alentarse mutuamente. A compartir lo que pensaban y sentían, y a reaccionar el uno al otro. Eso era lo que Timoteo buscaba en su relación con Graciela: aceptación, acceso (un oído que escuchara), atención, y afirmación; o para decirlo todo en una palabra: aliento. Permítame que comience a decirle qué representa para un esposo el aliento dado por su esposa: 

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Alentar es separarse de las distracciones de los niños, la casa, su trabajo, las cuentas, y sintonizarse con él. Durante esos momentos él sabe que es el único en el mundo suyo. Usted ha reservado la energía y el tiempo para concentrarse totalmente en él. Alentar es escuchar (escuchar activamente) cuando él habla sobre el trabajo, sus esperanzas y sueños, sus inseguridades y tensiones. Alentar es recordarle que usted cree en él. A medida que él abre su mundo a usted, recuérdele que le ama, que puede vencer ese estrés que le parece tan abrumador. Alentar es animarlo cuando él le dice cómo los chicos más jóvenes del trabajo parecería que estuviesen esforzándose por su puesto, o que lo desafiaran a una dura competencia. Recuérdele que Dios lo ha conducido hasta ahora y que continuará fortaleciéndolo y usándolo. Alentar es recordarle que usted se casaría con él de nuevo. Recuérdele que no está cada vez más viejo, sino cada vez mejor. Sea su admiradora número uno.

Puede que algunas mujeres no respondan positivamente ante la ilustración de ser admiradoras. Quizá resulte un poco chocante la idea de estar al costado mientras otros están en el juego. Pero no piense así. Recuerde que los admiradores no son solamente las muchachas con los bastones, son los fanáticos, la banda musical, etc. Usted es todas esas cosas y más para su esposo. Cuando los dos se reúnen al final de un largo día y él está exhausto, abatido por el estrés del trabajo, usted es la persona en la que sabe puede confiar, ser honesto sobre sus sentimientos y compartir las cosas que tiene que enfrentar. Usted es la única persona en la que él puede descansar para que le reafirme y le anime.

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Si busca la palabra alentar, encontrará sinónimos como éstos: animar, consolar, inspirar, estimular, vigorizar, poner en la cima del mundo, regocijar el corazón, hacerle bien al corazón. ¿Se da cuenta del resultado que tendría esto en su relación matrimonial su usted hiciera todas estas cosas por su marido? Su esposo necesita ser animado y afirmado durante los buenos días así como también en los malos. Cuando especificó el mandamiento más grande, Jesús dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37). Usted debe amar a su esposo de la misma forma. Durante una reciente reunión en la iglesia me di cuenta que estaban Teodoro con su esposa, Judith, y sus hijos. Había escuchado que Teodoro tenía serios problemas en su empleo y que su carrera estaba en peligro. Me preguntaba cómo le estaría yendo. Al final de la reunión, Barb y yo fuimos a ofrecerles nuestro apoyo. Al comenzar a hablar, Judith comenzó a llorar. Barb la acercó a ella y le dijo: -Te amo, y quiero que sepas que en los tiempos dolorosos, Gary y yo todavía no hemos visto que Dios fracase en sacarnos adelante.Yo tomé a Teodoro e hice la misma cosa, recordándole que Dios no le había abandonado, que le amábamos, y que lo más importante es cómo iba a responder al dolor en el que se encontraba. Todos estábamos dándonos un abrazo grupal, hasta que Teodoro dijo finalmente: -Gary, todo lo que sé hacer es trabajar. Y como ahora no puedo, no sé qué es lo que el futuro me depara.-Yo tampoco lo sé, Teodoro. Pero la verdad más absoluta es que Dios sí lo sabe.Más tarde, cuando ya estábamos dejando la iglesia, Judith estaba tomando el brazo de Teodoro y dijo: -Me voy a aferrar a Teodoro, sea lo que sea que Dios haya planeado para nosotros. Le amo y quiero ayudarle a sobrellevar el dolor.Al mantener contacto con esta pareja, hemos visto a Judith respondiendo precisamente en la forma en que necesita hacerlo:     

Le recuerda a su esposo sobre la gracia de Dios. Acerca a los niños a Teodoro en el medio de esta lucha. Llama a los amigos de Teodoro para decirles que necesitan estar presentes en la vida de Teodoro. Se arrodilla para orar. Está a su lado, tan cerca como puede, animándolo.

Eso es lo que hace una esposa alentadora, en los tiempos difíciles y en los buenos tiempos. En eso consisten los votos matrimoniales, en amar, honrar y abrigar esperanzas.

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Cómo alentar a su esposo Si usted quiere crecer en su habilidad para animar a su esposo, practique varias de estas sugerencias. Aliéntelo a que escuche el aplauso Para el cristiano, el aplauso celestial (la aprobación de Dios) es esencial. Pero como en el caso de todo hombre, he descubierto que este aplauso celestial a veces es difícil de escuchar. ¿Por qué? Bueno, principalmente porque algunos hombres ni saben que existe. Les fascina la parte de la salvación del mensaje cristiano, pero cuando se trata de conocer a Dios en realidad, o no lo entienden o sienten que en realidad no lo necesitan. Otros hombres han bajado el volumen, bien bajo. No están pasando el tiempo suficiente con Dios, especialmente por medio de un devocional tranquilo que les aparte de este mundo ruidoso para poder escuchar claramente Su voz. Sus oídos están tan llenos con los sonidos de este mundo que constantemente se les pierde esa voz tranquila y pequeña. Es ahí que usted puede proveer un verdadero estímulo espiritual. Quizá las prioridades de su esposo están entreveradas. Puede que sea ambicioso para los negocios pero que no siempre lo sea para escuchar la voz de Dios. Puede que crea que está muy ocupado como para orar, o leer la Biblia, o tener comunión con otros creyentes. Ese tipo de hombre está en peligro de escuchar las voces incorrectas, y necesita sintonizarse con esta verdad: el enemigo, Satanás, no quiere que los hombres escuchen la voz de Dios. Él quiere que estén abrumados y distraídos por causa de otras voces. Dios quiere que su esposo gane la carrera, pero también está bien consciente de que Satanás quiere que su esposo caiga antes de alcanzar la meta final. Es por eso que Pablo dijo en Gálatas 5:7, “Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?” Sabemos la respuesta. Es el enemigo quien se pone en el camino. Lo que el hombre realmente necesita es tener como su máxima menta el eco del “Bien, buen siervo y fiel” resonando en su oído (Mateo 25:21). Él debería querer la voz de aprobación de Jesús en tal forma que obstaculice todas las demás voces que le distraen. Pero hacer eso significa que es lo suficientemente humilde para dejar a un lado su orgullo y sintonizarse. Implica que debe entrenar su oído para escuchar la voz del Señor. Aquellas de ustedes que son madres saben que pueden escuchar el llante de su hijo por sobre todas las demás cosas en una plaza de deportes llena de niños. Eso se debe a que han entrenado su oído para escuchar esa voz. Y necesitamos entrenar nuestros oídos para escuchar la voz de Jesús. Puede alentar a su esposo a hacer eso. Dios

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le ha colocado a usted estratégicamente en la vida de su esposo para ser quien le estimule, siempre de cerca. Recuérdele dos cosas: Dios y usted están allí las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana. Él puede ir a Dios (y a usted) con cualquier tema. Así como el Padre, usted quiere ser una voz audible que le aliente en medio de sus luchas. No se equivoque, él depende del aplauso que usted le de. Aplique estas frases de ánimo que he escuchado a las esposas decirle a sus esposos en mi oficina:    

-Creo en ti, Guillermo.-Cariño, sé que estás profundamente frustrado con tu trabajo, pero nos sobrepondremos a este valle. Recuerda que estoy a tu lado, y que estoy adherida a ti como un pegamento.-Pase lo que pase, Ricardo, sé que Dios te ayudará en este tiempo difícil. Y yo también.-Sé que es difícil soportar esto. Joaquín se está rebelando y rompiendo tu corazón, pero debemos mantener nuestra confianza en que todos los años que hemos invertido en él lo traerán de vuelta. Estoy contigo.-

Estas mujeres están animando a sus esposos diciéndoles la verdad en amor y alentándolos. Se han convertido en la admiradora número uno de sus esposos, incluso en medio de sus propias necesidades y luchas. Ayude a su esposo a escuchar la voz de Dios. Recuérdele que el Padre también le habla. Si Dios le hablara a su esposo, puede que le dijera cosas como:   

-Te amo. Envié mi Hijo a morir por ti.-Te he dado el poder del Espíritu Santo para alimentar tu fuego y procurar la santidad.Hijo, mantente en el curso. Cuida tu corazón. Termina en forma victoriosa. Estoy contigo.-

Anímelo recordándole la obra de Dios en su vida Roberto no tiene ni idea de cómo poner en orden su vida. Su negocio se tambalea, no está conectándose con su esposa, y sus hijos... bueno, ya ni sabe dónde están. Roberto ya casi no va a la iglesia, y cuando no está en el trabajo, está totalmente involucrado en su propio “vasto mundo de deportes.” Es entrenador de tres deportes diferentes porque le fascina el inmediato retorno y adulación que recibe de los chicos y los fanáticos. Es toda su vida. Bueno, casi toda su vida. En un momento de vulnerabilidad, le confesó a un amigo mutuo que hay otras cosas que están comenzando a dar vuelta en su mente. La mujer que acaban de transferir a su departamento. El sueño de hacer mucho

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dinero. La seducción de objetos que validen su importancia. En fin, Roberto está a punto de experimentar una crisis de mediana edad. Su esposa, Victoria, ama a Cristo y ama a Roberto. Pero está desanimada. Ha tratado de estar en contacto con él, pero él no parece escucharla en medio de un mar de voces que compiten con la de ella. ¿Qué puede hacer? Lo más importante que puede hacer es, para comenzar, ayudar a Roberto a que vea cómo Dios está obrando en la vida de él. ¿Sabe por qué lo sé? Porque es lo que Barb hace conmigo. Barb ha descubierto cómo alentarme al recordarme frecuente y adecuadamente las cosas que Dios está haciendo en nuestras vidas. Puede que estemos conduciendo por la avenida, conversando acerca de algo abrumador en nuestras vidas, y entonces trae a colación lo que ha leído ese día en su Biblia en Un Año. En otras ocasiones, debido a que me conoce a mí y a mis estados de ánimo, se da cuenta de que estoy luchando con cierta inseguridad en el ministerio o en una relación, y entonces me ofrecerá orar (por mí y conmigo). En más de una ocasión cuando yo estaba desanimado, me alentó señalando un ejemplo bíblico de cómo Dios obró a través de hombres con debilidades, a pesar de sus errores. Ella puede hacer esto porque ha plantado la “buena semilla” en su propia vida, y sus raíces ahora son profundas, arraigadas en la Palabra de Dios. Esto le ha permitido soportar un sinnúmero de tormentas. Con libertad me dice que me ama a mí y a las niñas más que su propia vida, y a la vez muestra mediante sus acciones que ama aun más a Jesús. Su habilidad de ser una animadora está al máximo debido a que va a la Fuente para obtener su propia llenura, la sabiduría de Dios en la Biblia y la persona de Jesucristo. En caso que se esté preguntando si todo es perfecto en nuestra relación, la respuesta es: por supuesto que no. Somos dos seres humanos, igual que ustedes. Pero sí tenemos un matrimonio fabuloso, y gran parte del crédito de esto se debe a Barb, quien ha llegado a dominar las habilidades necesarias para transformarse en mi admiradora y en una animadora consumada. Cuando tengo que enfrentar cosas difíciles, voy a Dios... y a Barb. Si llegara a ir a Barb primero, ella me oiría, me animaría y me motivaría a ir al Señor. Estas no son las únicas dos voces que sé debo buscar, pero debido la clase de esposa que tengo, estas son las dos voces más importantes que quiero oír. ¿Cómo es que usted esta buscando animar a su esposo para que vea la obra de Dios en su vida? Aquí le doy algunas sugerencias: 

Cuando vea a su esposo tomar una posición firme por algo que es bueno, afírmelo diciéndole que ve el carácter de Dios en él.

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 

Bendiga a su esposo con el aliento de la Palabra de Dios cuando lo vea desanimado. Envíele una tarjeta en la que escribió cuidadosamente un mensaje de aprobación, para sorprenderlo en su lugar de trabajo. Recuérdele la fidelidad que Dios le mostró a él en el pasado. Dígale a su esposo cómo ve a Dios obrando en otras personas a través de las actividades o relaciones interpersonales que él lleva a cabo. Apoye la expresión de su esposo de los dones del Espíritu (amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza) cuando vea que él actúa en alguna de estas formas.

Anímelo a que dé cuentas Dios me ha dado cinco amigos sólidos y firmes, para que caminen en la vida conmigo y a los cuales les rindo cuentas. Barb, en vez de resentirse por el tiempo que paso con estos hombres, entiende lo importante que es esta interacción para mi vida. Desde finales de los 70 me he reunido semanalmente con Jerry, Tim, y Mike. Ellos son mi grupo de rendición de cuentas. Hay otro hombre que tiene la libertad de hacerme preguntas difíciles, ese es mi amigo Steve Farrar. Pese a que él vive en Texas y yo en Iowa, generalmente hablamos dos o tres veces por semana y compartimos las cargas que tenemos. También está mi yerno, Scott, y como soy su mentor le hablo y le veo casi a diario. Este proceso de ser mentor es en realidad una cosa recíproca, ya que él me da tanto como recibe. Quizá su esposo haya ido a Cumplidores de Promesas y usted ha visto la obra de un Dios santo en su corazón cuando vuelve a casa: es más tierno, está más enfocado espiritualmente, y también más interesado en fortalecer a la familia. O quizá alguna otra obra del Espíritu Santo le ha motivado a comenzar a crecer espiritualmente. Usted, como esposa, debe ser su principal animadora en lograr esos cambios que están centrados en Dios, pero hay hombres piadosos que también pueden ser un firme apoyo para él en ese proceso. Los amigos creyentes comprometidos, animarán a su esposo a rendir cuentas. Le harán las preguntas difíciles y le presionarán un poquito, ya que se preocupan por él y quieren ayudarle a proteger su corazón. Le harán preguntas como:      

¿Cuáles son tus pensamientos? ¿Estás luchando con algún pecado secreto? ¿Meditas en la Palabra y oras con regularidad? ¿Tus prácticas comerciales son éticas y sin reproche? ¿Trabajas honestamente para tu patrón? ¿Estás lidiando con alguna tentación sexual o con pornografía?

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¿Estás atendiendo las necesidades de tu familia?

Algunos hombres evitan este tipo de rendición de cuentas porque creen que significa que están perdiendo el control de sus vidas. Por supuesto que no es así. Pero todos nosotros necesitamos hermanos creyentes que caminen en esta vida junto a nosotros. Es por eso que el sabio Salomón dijo: “¡Ay del solo! Que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.” (Eclesiastés 4:10). Su esposo necesita hombres piadosos que caminen con él, le levanten, le animen, y le hagan dar cuentas. “Si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán,” dice Salomón unos versículos después (Eclesiastés 4:12). Anime a su esposo a estar cerca de otros hombres piadosos. Él necesita este tipo de conexión en su vida. Anímelo a vincularse con sus hijos Estaba haciendo la fila para comprar entradas, lo cual no es una gran experiencia para mí. Pero recibir sabiduría de alguien frente a mí en la fila sí lo es. Hace unos meses, estaba parado detrás de una madre y su hija, la cual aparentemente tenía tres años. No podía dejar de mirar a la niña que, tomada de la mano de su madre, sonreía, y jugaba con su oso de peluche. La mujer debe haber sentido mi fascinación y me miró. –Usted tiene una niña muy hermosa,- le dije cuando capturó mi mirada. –¿Ve aquellas maravillosas mujeres que están allá? Son mis hijas y mi esposa. Mis niñas solían tener tu edad, cariño,- le dije a la niñita. –Y ahora ya son grandes.Sin demora, la mujer que estaba frente a mí dijo: -Padre, el tiempo ha pasado.Sí, ciertamente. El tiempo ha pasado. Y en ese momento recordé lo rápido que lo hace. Tan sólo “ayer” Sarah y Missy eran dos pequeños ángeles que abrazaban sus ositos de peluche, y hoy día una es una joven esposa y la otra una estudiante universitaria. El tiempo ha pasado. Pero no tengo resentimientos porque Barb siempre estuvo allí para animarme a estar vinculado con mis hijas. Un padre necesita a sus hijos tanto como ellos le necesitan a él. Cuando yo me preocupaba, Barb siempre estaba allí para animarme a pasar tiempo con las niñas. Me recordaba que aprovechara bien el tiempo (Salmo 90:12) ya que nuestras niñas no estarían siempre debajo de nuestro techo. Barb es una experta en ver las áreas sutiles de la vida. Por ejemplo, si mi corazón se endurecía un poquito o si tomaba distancia, ella se daba cuenta y sugería que tomara una noche libre para salir con una de las niñas; o me animaba a dejar la oficina temprano para llevar a las niñas al Centro Comercial, o a un cine, o a

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tomar un helado. Cualquier cosa que me vinculara con mi familia en términos personales. Una esposa que alienta siente cuando hay demasiada distancia entre su esposo y los niños (y gentilmente los acerca). Barb siempre ha hecho eso por mí, y siempre da buenos resultados. Como consecuencia, yo tengo el tipo de relación con nuestras hijas que es genuinamente una relación amorosa y de corazón. Yo soy de ellas, y ellas son mías. Anímelo a esforzarse y crecer Barb también está sintonizada con mi necesidad de desarrollarme continuamente como hombre. Ella gentilmente me anima a participar en eventos que me hagan esforzarme o que me ayuden a crecer. Cosas como meterme en un autobús con los muchachos e ir a un evento de Cumplidores de Promesas. Pese a que con frecuencia hablo en eventos que se llevan a cabo en estadios, este último verano ella insistió en que fuera a un evento de Cumplidores de Promesas con un grupo de muchachos de nuestro grupo masculino llamado CrossTrainers. Este es un grupo de seiscientos hombres a quienes les he enseñado semanalmente desde 1979. Caminamos juntos en esta vida, y como resultado, vemos cómo Dios fortalece hogares en todo Iowa. -Necesitas ese tiempo simplemente para estar con los hombres en las tribunas, no en la plataforma,- me dijo. –Permítele a Dios y a otros muchachos que llenen tu propio tanque espiritual. ¡Ve!El animar a su esposo puede ser algo tan sencillo como sugerirle que coloque algo de música cristiana en el equipo de audio, o recordarle de un nuevo libro devocional que cree que él disfrutará, o comentarle de un artículo en una revista cristiana. Es cierto que usted no puede obligar, ni lloriquear, ni importunar a su esposo para que tenga sed espiritual y de relacionarse (y ni debería intentarlo). Pero debe tomar una decisión consciente y diaria de animar a su hombre. Él tiene sed de su estímulo. Como todo ser humano, su esposo es una criatura compleja. Pero en otro sentido, también es bastante sencillo: él necesita a Dios; le necesita a usted; necesita a sus hijos (si tienen hijos); y necesita a sus amigos. Su esposo es un ser relacional tal y como usted lo es. Tal vez no logre poner en palabras su necesidad con respecto a estas relaciones, pero no se equivoque, porque él sí las necesita. ¿Por qué? Porque Dios le creó de esa forma. Ayúdelo a crecer como hombre, para sí mismo y para con otras personas.

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El poder del estímulo La mayoría de los hombres que conozco tienen una película favorita. Ya sabe a qué tipo de películas me refiero, esas que su esposo mira una y otra vez hasta que puede recitar el diálogo de memoria. Películas como Los Doce del Patíbulo o Tiburón o El Padrino. Bueno, la mía es Rocky. Bien, su siguiente pregunta es: -¿Cuál de ellas?¿Verdad? Ha habido apenas unas diecisiete. En este momento estoy pensando en una escena al final de Rocky II. Rocky acababa de noquear a Apollo Creed y estaba en el ring con el micrófono. –Sólo quiero decir una cosa... Apollo, eres el mejor.- (Ese es el boxeador que acababa de noquear.) –Quiero agradecer a Mickey, mi entrenador.- (Mickey gruñe.) Entonces se escuchan sus fanáticos gritando, -Rocky, te amamos.- A lo cual él responde, -Les amo- (por el aliento de la multitud). –Pero por sobre todo, quiero agradecer a Dios... Después del nacimiento de mi hijo, este es el día más grandioso de mi vida.- (No estuvo mal, Rock.) Y entonces viene la frase impactante, -Yo, Adrian (esa es su esposa, quien está mirando por TV en su casa)... ¡te amo!- A lo cual ella dice en respuesta, -Yo te amo también, Rock.Siempre que escucho ese triunfal tema musical de Rocky me erizo. Y apuesto que su esposo también. ¿Por qué?, se preguntará. Porque muchos hombres creen que son Rocky Balboa. Y cuando ven a Rocky gritar frente a todo el mundo: -Yo, Adrian, ¡te amo!,- y la ven responder, -Yo te amo también, Rock,- él sólo quiere una cosa: Que su Adrian (o sea usted) le aliente, que lo admire, que crea en él. Pero no se limite a creer en mis palabras, pregúntele a su esposo. Averigüe qué es lo que lo motiva. Puede ser cuando usted le guiña el ojo, o cuando asiente con su cabeza como señal de aprobación, o esa gentil sonrisa que le dice “Estoy orgullosa de ti.” Puede que usted lo diga por medio de una tarjeta que compró o por medio de un papelito que le pegó en la agenda de él o en su espejo, pero dígalo frecuentemente, positivamente y auténticamente. Si no ha desarrollado el hábito de hacer esto, comience hoy. Nunca es demasiado tarde. Aquí hay algunas ideas para que comience:     

Escríbale una nota diciéndole que está orgullosa de él. Averigüe en qué punto está su corazón con el Señor. ¿Qué está aprendiendo? Dígale en frente de los chicos que está agradecida por la forma en la que provee para las necesidades de la familia. Llame a sus padres y jáctese un poco de él, si es posible cuando él pueda escucharla. Hágale comentarios de aprobación por la forma en que la ama.

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Su esposo también necesita sus oraciones. Tenga el hábito de orar en formas muy específicas por él cada día.    



Ore para que escuche el aplauso celestial. Ore por su vida de oración, y por su fidelidad en estudiar la Palabra de Dios. Ore por formas en las que usted pueda estimularlo a hablar sobre su propia fe. Ore para que establezca una relación cercana con algunos hombres piadosos, los cuales le estimulen y a quienes les dé cuentas, hombres con quienes pueda ser honesto sobre lo que está en su corazón y sus necesidades, hombres que estén con él durante los tiempos buenos y los malos. Ora para que Dios continúe manteniendo la comunicación abierta entre su esposo y los hijos, si es que tienen hijos. Ore para que sea un padre amoroso y gentil. Ore por su propia sensibilidad para ver las formas en las que pueda promover esto.

Los hombres pasan por muchas luchas hoy día. Puedo verlo todo el tiempo en mi oficina de consejería, y en mi ministerio con otros hombres. Solamente en esta semana en CrossTrainers, estuve con hombres que vinieron a mí con las siguientes necesidades: uno estaba enfrentando el primer aniversario de la muerte de su hijo; otro acababa de perder su empleo. Otro hombre, quien había perdido a su padre hace pocos años, acababa de saber que su madre tenía cáncer. Otro hombre estaba padeciendo depresión. Uno de los muchachos más jóvenes acababa de decirle a su esposa que estaban en un verdadero problema financiero, había estado gastando excesivas sumas de dinero sin que ella supiera. Cuando los hombres estamos en el medio de tales pruebas, llegando al límite mismo, necesitamos escuchar la voz de Dios que nos guíe y nos sostenga, y necesitamos escuchar a nuestras esposas que nos alienten y que crean en nosotros. Trabaje continuamente para ser una presencia marcada en el mundo de su esposo. Recuérdele el valor que tiene en los ojos de Dios, así como también en los suyos y en los de sus hijos. Edifíquelo. Aliéntelo. Anímelo a seguir peleando la buena batalla, a terminar la carrera, y a retener la fe (2 Timoteooteo 4:7). Y ayúdelo a pelear la buena batalla y a terminar la carrera con usted. Anímelo a ser la mejor persona que pueda, de manera que un día, cuando uno de ustedes deba colocar al otro en las manos del Salvador, pueda escuchar las palabras que Jesús quiere que todos escuchemos, “Bien, buen siervo y fiel.”

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Terminar juntos es el mejor estímulo de todos: Un hombre y una mujer que terminan bien, que aman a sus familias y amigos, y que proclaman valientemente su amor por su Señor y mutuamente. Cuando termine de leer este capítulo, quiero que haga alguna de estas cosas. Si su esposo está en el trabajo, hágale una alentadora llamada telefónica. Si está acostado en la cama junto a usted mientras usted lee, dele un beso grande, húmedo y ruidoso. Si está en el otro cuarto, vaya a sentarse junto a él y dígale lo mucho que lo ama. Si no está disponible en el momento, escríbale una nota en la que le diga que está orgullosa de él, loca por él, y que quiere terminar su vida con él. Y si hay algo que esté bloqueando que usted pueda alcanzar a su esposo con libertad en este sentido, quiero que ponga a un lado sus sentimientos y que lo haga de todos modos. La vida es corta. Y cuando todo haya sido dicho y hecho, lo único que importará es nuestra comunión con Jesucristo y del uno para con el otro. CAPÍTULO 8 Aliento La necesidad de amor #4 de las esposas “Recuérdame que soy la única..” Barb le habla a los esposos Hace unos meses Gary asomó su cabeza en mi oficina y me pidió si podía unirme a él en los últimos minutos de una sesión de consejería. Como yo en general no hago eso, me quedé sorprendida, pero sabía que él tendría una buena razón para quererme allí. -Amanda está enfrentando una problemática seria con su esposo,- dijo Gary. –Creo que le vendría bien que la animaras un poco.El esposo de Amanda había estado más insensible hacia ella en los últimos dos años, y su espíritu se había endurecido gradualmente. Al comienzo, ella pensó que se estaban distanciando debido a sus días laborales cada vez más largos y sus frecuentes fines de semana en viajes de negocios. Lo que la había traído a la oficina de Gary buscando consejería, sin embargo, era el impacto de saber que su esposo estaba teniendo una relación amorosa, y para colmo ¡con su mejor amiga! La vida de Amanda estaba dando vueltas fuera de control. Las dos personas a las que más amaba estaban rompiendo su corazón. Gary hacía lo mejor que podía para darle a Amanda esperanza y consuelo en su hora más negra. Pero en ese momento, ella también necesitaba algo que él, como hombre que no era su marido, no podía

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proveerle: ella necesitaba ser sostenida y consolada. Ella necesitaba alguien que la abrazara, que llorara con ella y que la animara genuinamente. Ella necesitaba a “Dios en carne y hueso.” Es por eso que Gary me había introducido en la escena. Cuando las personas están dolidas, necesitan algo más que un diagnóstico, más que un consejo profesional. Necesitan sentir que alguien se preocupa genuinamente por ellos, y no simplemente porque ese es su trabajo. O, como el apóstol Pablo escribió, “...Podíamos seros carga como apóstoles de Cristo. Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos” (1 Tesalonicenses 2:6-8). Dos días después recibimos la siguiente carta: Queridos Gary y Barb: ¡Gracias, gracias, gracias! Desde lo más profundo de mi corazón quiero agradecerles por las oraciones que fueron elevadas en su oficina. Me siento humillada y admirada ante Dios. Ustedes no saben cuántas veces yo debatía conmigo misma si llamar para ver si de alguna manera Barb podía sentarse conmigo en la sesión de consejería con Gary. Pero había descartado el pensamiento en cada oportunidad, creyendo que era demasiado pedir. Pero pese a mi cavilar y mis dudas, Barb, Dios te puso allí. Él sabía que debías estar allí, e hizo que sucediera. Esta fue la primera vez en dos meses que estuviste en la oficina cuando yo tenía una cita. ¡Qué Dios tan maravilloso! Una necesidad inmediata fue satisfecha ya que me diste la impresión de que era Dios quien me decía: -Ven y siéntate en mi falda, yo seré como un esposo para ti.- Tú sabías que no obtenía eso de mi esposo terrenal. Pero ahora me imagino a Cristo abrazándome, amándome incondicionalmente y dándome toda la ternura que yo podría pedir. Gracias a ambos por dirigirme hacia Cristo para obtener respuestas, por arrodillarse y orar con corazones tan fervorosos por mi esposo, nuestro matrimonio y nuestra familia. Ahora tengo una verdadera esperanza de que el corazón de mi esposo se quebrante y que se convierta en un hombre diferente. Tengo una fe renovada de que él una vez más vivirá por Cristo. Lo que Gary y yo le ofrecimos a Amanda aquel día fue ánimo, en diferentes maneras. Y como puede ver, es una herramienta poderosa. Deseo que su esposa nunca haya tenido que enfrentar el tipo de traición devastadora que Amanda enfrentó. Pero, aunque esa no sea la situación, sé que ella tiene momentos en los que se desanima, o es

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malinterpretada, o tiene temor. A todos nos sucede. ¿A quién se dirige ella cuando le han quitado la alfombra donde estaba parada? ¿Adónde se dirige cuando se siente sola o fuera de control? ¿A quién se dirige cuando está abrumada por las circunstancias? Es allí que ella necesita la alentadora presencia de:     

Alguien que Alguien que Alguien que Alguien que Alguien que arrecia.

le ofrezca esperanza y apoyo la escuche sea de confianza la entienda se meta en la trinchera con ella cuando la batalla

Alentar literalmente significa “dar valor; inspirar con valentía, espíritu o esperanza; animar.” Es una palabra que inmediatamente me vino a la mente al ver recientemente algunas escenas de la Segunda Guerra mundial en el canal de Historia. El fotógrafo había captado algunos eventos de la noche anterior al día D, cuando el General Eisenhower estaba en Inglaterra, y caminaba entre los paracaidistas antes que partieran y atravesaran el Canal Británico. Eisenhower debe haber sabido que la mayoría de esos jóvenes nunca regresaría. Pero su presencia les recordaba que lo que estaban haciendo era importante para la causa de la libertad y que eran de mucho valor a los ojos de su comandante general. A lo largo de la historia, este tipo de aliento ha inspirado a hombres comunes y corrientes para comportarse con valentía en situaciones peligrosas. ¿Qué tiene que ver todo esto con su esposa? Bueno, su esposa pelea batallas cada día. ¿Y sabe qué es lo que la mantiene con la determinación de seguir adelante? Su estímulo. Tanto hombres como mujeres necesitan estímulo. Tanto así que ambos ubicaron el ánimo como su necesidad número cuatro en nuestra encuesta matrimonial. Pero debido a que los hombres y las mujeres son diferentes, ese aliento puede tomar diferentes formas. Observe estas dos listas de necesidades: Necesidades de los esposos 1. una tarjeta, una o dos veces al año, para decirles que son amados 2. salir una noche de vez en cuando 3. un compañero de golf (o de navegación, o de bolos)

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4. un nuevo desafío cada cinco años para hacer que la vida siga siendo interesante 5. una palmada en la espalda por parte de los muchachos en la cancha de básquetbol Necesidades de las esposas 1. dosis diarias de “te amo” (las tarjetas y las flores también sirven) 2. salir una noche por semana solos 3. una amiga en la cual pueda confiar 4. frecuentes tiempos de descanso de su rutina para que pueda recargar sus baterías 5. abrazos que demuestren apoyo por parte de sus amigas ¿Logra captar la idea? Las mujeres necesitamos mucho aliento. Es la forma en la que Dios nos hizo. Ni mejores ni peores, sólo diferentes. Su esposa necesita ser alentada Si usted mira un juego de golf por televisión, o si está en el campo de golf siguiendo un torneo profesional, pensará que las únicas palabras que algunas personas saben son: “Eres el hombre.” Es la forma de animar a un golfista favorito. Y pese a que los profesionales deben escuchar esta frase millones de veces, cuando alguno da un golpe de trescientas yardas y la pelota va directo al hoyo, y entonces escucha un coro que dice: “Eres el hombre,” se nota que se le infla un poquito el pecho. Pese a que su esposa nunca necesita escuchar que le diga: “Eres el hombre” (créamelo), sí necesita escuchar su versión apropiada de frases de afirmación para lograr que se le infle un poquito el pecho. Frases como...    

“Eres la mejor esposa que un marido podría tener.” “¿Te he dicho últimamente que eres mi héroe?” “Me fascina envejecer junto a ti.” “Eres mi mejor amiga.”

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Una mujer tiene una tremenda necesidad de que su marido le susurre, le declare, o que incluso le grite al mundo que ella es la persona más importante de su vida. No tengo temor de admitir que Gary tiene una increíble posición de poder en mi vida. ¿Por qué? Porque es quien mejor me conoce. Y debido a que se preocupa lo suficiente para saber que pienso diferente a él, entiende también qué es lo que necesito cuando se trata de alentarme. Un buen ejemplo es una situación que se da a menudo en la casa de los Rosberg (nuestra casa). Es el final de un día ocupado, y yo corro para arriba y para abajo de la casa, sintiéndome exhausta. Estoy preparando la cena y voy a lavar la ropa, vuelvo a la cocina, voy a ordenar las cosas, cocina nuevamente, contesto el teléfono, vuelvo a la cocina... sabe a qué me refiero. Entonces, Gary entra al cuarto y dice: -Eres la mujer más maravillosa del universo.Él sabe cómo darle energía a una mujer agotada, y sus palabras de edificación le agregan varias horas de energía a mi vida. Su voto de confianza fortalece mi espíritu, recicla mi energía, y me asegura que no estoy sola en el mundo. Ese es el poder del aliento. No es suficiente que aprecie a su esposa, debe decirle cuánto. Y permítame que le advierta: si usted no aprecia y anima a su esposa, ella se volverá a algún otro lado para satisfacer su necesidad. Muchos matrimonios han terminado en el fracaso por esta misma razón. Si el aliento de parte suya no es una parte constante de la dieta de su esposa, ella tendrá hambre del mismo. Muchas mujeres se vuelven a sus profesiones para encontrar aliento. No estoy sugiriendo que una mujer no debería tener satisfacción y afirmación por el trabajo que hace. Pero necesita escuchar que el aliento más audible y más apasionado provenga de su esposo. Cuando Gary y yo nos casamos, yo enseñaba arte en las escuelas elementales. ¡Me fascinaba! Amaba a los niños (los 350 jóvenes artistas que estaban bajo mis alas). ¡Oh, cómo atesoraba la aprobación que recibía de sus notas! Luego quedé embarazada con nuestra primera hija y comencé a dedicar mis dones y energías a la casa y a la educación de la niña. El nacimiento de un hijo, especialmente el primer bebé, es un milagro que cambia la vida de una mujer. También puede ser el comienzo de un viaje solitario. Me encantaba estar en casa con Sarah. Valoraba mi tiempo con ella. Pero también extrañaba aquellas notas diarias de mis alumnos, aquellas aprobaciones constantes que decían que estaba haciendo un buen trabajo. Anhelaba tener el mismo tipo de aliento en mi rol como madre y ama de casa para mi familia. Gary satisfizo esa necesidad fundamental en mi vida ofreciéndome dosis diarias de aliento.

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Existe un sinnúmero de formas en las que un esposo puede animar a su esposa en la rutina diaria de la vida:           

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Dígale lo valiosa e importante que es como esposa. Tenga una sonrisa en su rostro cuando entre a su casa en la noche. Escúchela cuando expresa su frustración sobre su día laboral. Recuerde que las presiones y tensiones que experimenta son tan reales como las suyas propias. Sea paciente cuando esté cansada y malhumorada. Dele espacio cuando lo necesite. Permítale que le hable hasta el cansancio cuando necesite hacerlo. Levante su espíritu al recordarle todas las cosas que hace bien. Déjele notas de agradecimiento en el espejo del baño. Lleve a su casa un ramo de flores sin ninguna razón en particular. Dígale a su esposa cuán valiosa e importante es como madre, si tienen hijos. Hágale saber que entiende que el estar en la casa con los niños puede ser un trabajo duro y solitario. Calme sus emociones al reconocer que los bebitos y los niños preescolares demandan mucha energía. Ayúdela durante esos interminables ataques de viruela, gripe, dolores de oído y de garganta. Dele a su esposa una ayuda extra con los mandados, la lavandería, las compras de alimentos, especialmente cuando está atada a la casa porque los niños están enfermos.

Las mujeres pasan mucho tiempo apoyando, ayudando y supliendo a las personas que rodean sus vidas, pero no siempre reciben el apoyo, la ayuda y la provisión que necesitan a cambio. Debido a que cada mujer es única, usted debe convertirse en un estudiante de su propia esposa (¿le suena familiar?) El entender su personalidad y carácter le permitirá que el estímulo que usted otorgue esté diseñado específicamente para ella. Miremos a los tres tipos básicos de mujeres y veamos cómo puede ser usted el mejor animador de la mujer con la que se casó. La mujer independiente Algunas veces también es conocida como la mujer maravilla. Es capaz de saltar edificios altos (o por lo menos ella cree poder hacerlo). Tiene una determinada ética de trabajo y a menudo tiene una carrera fuera de su hogar. Al comienzo de la relación, la seguridad de esta mujer, su

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independencia y su espíritu, le atrajeron a ella. Pero en algunas oportunidades, precisamente lo que la acercó a ella al principio es lo que obstaculiza que se sigan acercando. Leticia es una mujer fuerte y segura de sí misma. Es la mejor vendedora de una línea internacional de ropa femenina y es bien respetada en la industria de la moda. La auto-confianza le brota por los poros, y su deseo de triunfar la consume. Habla sobre el trabajo todo el tiempo y tiene la siguiente actitud: “Amo a mi esposo, pero no lo necesito.” No me malinterprete. La confianza no es algo malo. Pero puede serlo cuando está escondiendo un problema mayor. En el caso de Leticia, ella obtiene su sentido de valor propio por medio de su trabajo, en lugar de a través de su corazón. Su impulso por obtener el éxito en su carrera es una forma de probarle a su esposo y a aquellos a su alrededor que es alguien valiosa. Si esto describe a su esposa, entonces usted debe mostrarle a ella lo orgulloso que está de su persona, independientemente de la forma en la que ella decide usar sus talentos. Recuérdele que ella no tiene que lograr nada para ser exitosa en el corazón suyo. Anímela a desacelerar, a pasar más tiempo con usted, ámela incondicionalmente. Algunas veces, la mujer independiente está escondiendo un problema bastante importante. Su actitud de estar un tanto apartada de su esposo se puede deber al temor de estar demasiado cerca de él, es decir, es un recurso como el de silbar en la oscuridad. Mujeres así a menudo temen el abandono, así que se encierran en el búnker que dice: “No necesito a nadie, ni siquiera a mi esposo.” Detrás de esta actitud puede haber una experiencia de la niñez, algo que haya ocasionado que ella no se sienta segura de depender o confiar en otra persona. Si ha sido humillada o rechazada en el pasado, puede que se esté protegiendo a sí misma manteniendo la distancia, bajo el disfraz de no necesitar de nadie. El control también puede ser todo un tema con la mujer independiente. La vida sólo será segura si ella tiene el control. Ella ve la unión como si fuera cautiverio, y se preocupa por el hecho de perder su libertad. Con esta mujer, usted debe probar que es digno de confianza, tanto en las cosas grandes como en las pequeñas. Debe ayudarla a ver que se está perdiendo la satisfacción que surge de una verdadera cercanía en el matrimonio. Anímela a acercarse, y continúe acercándose usted mismo (realmente cerca) y comience a atravesar esas paredes. Que ella sepa que usted la adora. Muéstrele que ella no tiene que ganarse su amor y que usted nunca, nunca la dejará.

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La mujer insegura Beatriz tiene muchas cualidades maravillosas, pero se mantiene alejada de los cumplidos (tanto verbalmente como mentalmente). Si usted dice, -Qué comida tan maravillosa,- ella dice, -Vamos, simplemente tenías hambre.- Si dice, -La casa luce hermosa,- ella dice, -Deberías ver los armarios.- Si dice, -Estás en muy buena forma,- ella dice, -Oh no, estoy demasiado gorda.- Si usted dice, -Tus hijos se comportan tan bien,- ella dice, -Siempre son mejores cuando están con otra gente alrededor.Beatriz rechaza la verdad sobre ella misma. Uno puede verlo en sus ojos. En el momento en que alguien la elogia, ella aparta su mirada y la dirige hacia otra parte. Parecería estar incómoda, un poquito ansiosa. No puede entender cómo es que usted puede decir ese tipo de cosas positivas sobre ella. Internamente está discutiendo con usted. Esta mujer no sabe cómo aceptar su aprobación. Pero lo que es peor, es que a veces hasta desafía la aprobación, al menos hacia ella misma. Ella lo ve como una exageración, adulación, lisonja, una zalamería. Esto nos dice que probablemente vivió con dudas por mucho tiempo, quizá desde que era una niña. O quizá pasó mucho tiempo sola. Quizá sus padres estaban siempre trabajando o demasiado distraídos u ocupados que no se tomaron el tiempo para derramar palabras de estímulo dentro de esta pequeña niña sedienta de eso. Sea cual sea la experiencia específica, algo en su pasado inculcó mensajes de duda dentro de ella. Esta mujer rehúsa creer que ha sido hecha en forma “formidable y maravillosa” (Salmo 119:14). Si usted está casada con una mujer insegura, anímela desafiando su forma de pensar negativa. Ya que usted es quien la ama y se preocupa más por ella, anímela a liberarse de esas actitudes de auto desprecio. 



Dígale la verdad a menudo. Cuéntele las cosas que están yendo bien en su propia vida y recuérdele las cosas que ella hace bien. Destaque sus talentos y alabe sus virtudes. Ignore cualquier protesta de parte de ella, y habla la verdad en amor. Anímela a enfocarse en el mensaje de Filipenses 4:8, “Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Anímela genuinamente a reconocer cómo su actitud afecta su vida y sus relaciones. Quizá ella ni siquiera esté consciente de lo que está haciendo. Un primer paso gigante es lograr que ella vea o admita lo que está haciendo.

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Elabore un plan de acción con ella. Pídale permiso para ayudarla desafiando con amor sus pensamientos negativos con declaraciones de verdad positiva. Enséñele a recibir. ¿Recuerda cuando su padre le enseñó a recibir el balón de básquetbol, con sus manos abiertas para luego aferrarlo firmemente? Al principio seguramente se le caía, pero a la larga usted pudo asirlo. Anime a su esposa a abrirse, para así poder asir su aprobación. Si puede comenzar con una simple respuesta de una palabra: “gracias,” estará en el buen camino.

La mujer equilibrada La mujer independiente y la mujer insegura son ejemplos extremos. La mayoría de las mujeres se identifican en algún lugar intermedio del péndulo. Y todas las mujeres son una combinación compleja de éstas y muchas otras características, personalidades, trasfondos, talentos y temperamentos. Al fin y al cabo, usted quiere animar a su esposa a que logre un equilibrio saludable en su vida. Para hacer esto, debe entender que ella es una persona única.   

¿Puede decir cuándo tocó un área sensible para su esposa? Averigüe qué la hace hipersensible o la pone a la defensiva. ¿Por qué se siente estresada? ¿Tiene alguna profunda inseguridad? Si es así, a menudo está relacionado con la autoestima, los logros, o un impulso de ser perfeccionista. ¿Es motivada por exigencias auto impuestas basadas en logros?

Una gran parte de la saludable autoestima de la mujer está basada en que se dé cuenta del valor que tiene ante Dios y que entienda el gran tesoro de Su amor por ella. Incluso la mujer más segura de sí misma, por momentos, se olvida de esto. En ese momento ella necesita tener a su esposo al lado, con la afirmación adecuada. En su instructivo libro The Five Love Languages, el Dr. Gary Chapman dice que comunicamos amor y aliento a nuestros cónyuges en la forma en la que nosotros mismos necesitamos recibir amor y aliento. ¿Cómo es que su esposa lo anima? ¿Es por medio de atenciones que ella le hace? ¿Es ofreciéndole palabras de estímulo y admiración? ¿Es por medio del toque, acariciando su espalda, arrimándose a su lado? ¿Acaso le da ella dosis extra de tiempo y atención? ¿Le compra pequeños regalos cuando usted necesita reponerse, o cuando no hay ninguna razón en especial? Todas esas cosas son diferentes lenguajes

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del amor que demuestran aliento. Devuélvale su amor y su aliento con el mismo lenguaje, y ella entenderá el mensaje. ¿Cómo animar a su esposa? En los primeros días de la Compañía Ford Motor en Detroit, la planta de fabricación repentinamente se quedó sin electricidad. Henry Ford hizo todo lo que pudo para resolver el problema, pero fue en vano. Finalmente llamó a un electricista. El hombre caminó hacia la caja de electricidad, jugueteó un poco con dos cables y la energía fue restaurada. Luego le pasó a Ford una factura por diez mil dólares. Ford estaba perplejo. -¿Por qué debería costar tanto el trabajo de reparar unos cables si le llevó treinta segundos?-No le cobro por reparar los cables,- dijo el electricista. –Los diez mil dólares son por saber qué cables reparar.Así que, hombres, aquí les va la pregunta por diez mil dólares: ¿Sabe cómo está formada su esposa lo suficientemente bien como para saber qué mover y así poder animarla? Una de las mejores formas de aprender es observando, siendo (como ya hemos dicho antes) alguien que estudia a su esposa. Entendiendo cómo está formada La próxima vez que vea dos mujeres hablando, obsérvelas. Fíjese lo intensas que son. Escúchelas. Aunque no pueda escuchar las palabras, escuche el tono de sus voces. Fíjese qué vinculadas parecen estar. Fíjese cómo la conversación va para atrás y para adelante, como si fuera una pelota de tenis. Algunas veces incluso hasta una termina las oraciones de la otra. A veces el fluir es serio y abundante, a veces es liviano y sazonado. Para una mujer, esta forma de conversación sirve como un desahogo de su estrés, es incluso una especie de desahogo terapéutico. Si bien las amigas de su esposa son ciertamente importantes para ella, es absolutamente vital que su esposa reciba este tipo de apoyo de usted... su esposo, su mejor amigo. Al final de un largo día ella quiere pode compartir sus sentimientos con usted, sin sentir temor de ser juzgada. Ella no busca soluciones. Ella quiere compartir sus pensamientos íntimos para que sus cargas puedan ser aliviadas y sus vínculos emocionales hacia usted sean fortalecidos. Cuando usted escucha lo que ella comparte sobre sus sentimientos y pensamientos, se siente amada y valorada. Se siente valorada cuando usted le recuerda lo que hizo bien. Se siente reabastecida y robustecida, independientemente de las muchas responsabilidades que tiene que enfrentar. Cuando se trata de procesar un tema, las mujeres tienden a hablar del mismo en voz alta. Después de que tenemos ese monólogo (y a veces

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diálogo) terminado, estamos listas para conquistar el mundo. Dependiendo de la situación, nuestras emociones también pueden jugar un papel aquí. Todo esto tiene que ver con nuestra formación interna. Permítame que lo analice por usted. Usted y su esposa están discutiendo sobre su madre, la cual quiere venir y pasar una semana con su familia. –Bien, no hay problema,dice usted. –Es sólo cuestión de cambiar las sábanas. ¿Verdad?- Pero para su esposa no es así de simple. Ella ama a su suegra, pero una visita de una semana requerirá preparación. Su esposa ha estado muy ocupada últimamente, así que la limpieza ha estado un poco descuidada. Necesitará limpiar algunas gavetas en la cocina, el armario del pasillo, y el ropero del cuarto de invitados. También querrá que usted ordene el caos que hay en el sótano. Luego viene la preparación de las comidas. Necesitará planificar los menús, hacer las compras, preparar algunas comidas para congelar. Pero además, ¿qué hará con su madre por una semana? No puede simplemente dejarla sentada en la casa. ¿Y qué decir de la fiesta de “bienvenida al bebé” de una amiga de la oficina en la que ella será la anfitriona esa semana? Ella no podrá cambiar eso. Y así sigue, hablando sobre todo esto y con las emociones a flor de piel. Lo que sucede en este caso es que su instalación eléctrica está sobrecargada, y el circuito está a punto de cortarse. Una palabra de advertencia: en la misma forma en la que usted nunca tocaría un cable conectado a la corriente, tampoco se ponga a discutir con las emociones de ella. Aprenda cómo reducir la tensión. Si ella está lista para llorar, entonces anímela a que llore. (Sí, llorar.) Cuando las lágrimas se desahoguen, es una buena señal de que la sobrecarga está disminuyendo. Anímela permitiéndole que evacue el dolor. Entonces ella podrá escuchar. Si su consejo o solución es bueno, usted parecerá el mejor consejero del mundo. Cuando ella procesando sus sentimientos respecto a la situación, la lógica suya o su deseo de arreglarlo todo no serán bienvenidos, algunas veces será hasta ofensivo. Sin embargo, más adelante, probablemente le invitará a que la ayude a resolverlo. Pero recuerde: al comenzar a reparar algo, comience por valorar el punto de vista de ella. Incluso la valoración más pequeña puede hacer que usted pase de ser Clark Kent a volar como Superman en los ojos de su esposa. Dele el primer lugar Ya sea que los hombres estén participando de un juego, o que estén haciendo de entrenadores desde un sofá, a la mayoría les encanta un buen evento deportivo. Y las mujeres queremos disfrutar sus deportes, ya sea para vincularnos con los muchachos, o para gritar “Eres el

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hombre” a su jugador favorito. El involucrarse en los deportes puede ser un gran calmante para el estrés, y todas las esposas queremos que ustedes reduzcan el estrés de sus vidas. Eso les dará más tiempo de vida y le hará que sean una compañía mucho más agradable. Además, queremos que ustedes se relajen y se diviertan. ¡Se lo merecen! Pero la tensión comienza a amontonarse dentro nuestro cuando los lanzamientos de tres, los golpes del golf, o el mirar juego tras juego en el televisor toma el primer lugar, desplazando el tiempo que pasan con nosotras. Comenzamos a sentirnos dejadas a un lado. ¿Cómo se sentiría usted si llegara segundo y hay un solo premio? ¿Y qué me dice si invirtiéramos los roles y es su esposa la que sale con sus amigas los fines de semana y (o) varias noches por semana? Cuando no estamos en el primer lugar de sus vidas, no importa si estamos segundas, terceras o cuartas. Es todo igual. Nos sentimos completamente despreciadas y sin importancia. Algunas veces, aquello a lo que usted le da el primer lugar parecería ser tan importante que usted ni siquiera reconoce lo que está haciendo. Imaginemos que usted es un hombre que tiene su propio negocio. Tiene dos o tres (o más) personas que trabajan para usted, pero a la larga usted es el responsable del éxito de su compañía. Entonces las ventas comienzan a decrecer, y los clientes inconformes comienzan a llamar. Usted está abrumado. Pasa su tiempo apagando fuego tras fuego en lugar de seguir avanzando. Debe encontrar la manera de salvar todo para no perder a sus clientes en manos de la competencia. ¿Qué es lo que hace para resolver este problema? Trabaja sesenta, setenta, ochenta o más horas por semana. Pone su corazón y su alma en su compañía. Después de todo, es el futuro de su familia, ¿verdad? Todos los hombres quieren triunfar en sus carreras. No hay nada de malo con eso. Y a veces es necesario trabajar largas horas. Pero si se da cuenta de que su trabajo lo está alejando continuamente de su esposa y su familia, algo está mal. Usted piensa: Sólo es algo temporal. Si trabajo duro por un tiempo, las cosas mejorarán. Pero la agenda está siempre llena, el teléfono siempre está sonando, y las semanas se convierten en años. Día y noche usted está exhausto, sin energía para su esposa. Puede comenzar con algunas cenas en las que no usted no está, pero pronto puede que termine comiendo solo a últimas horas de la noche, y que la familia tenga un itinerario lleno en el que usted no figura. Lo que es peor, cuando sí está en su casa, los lamentos por el día de hoy y los planes por el de mañana absorben todos sus pensamientos. Emocionalmente está distante y desligado. Su trabajo se ha convertido en el ladrón que le roba el tiempo junto a la gente más importante de su vida.

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Si usted se identifica con algo de esto, debe parar ese comportamiento. Pero no mañana ni la próxima semana. Comience ahora mismo. No importa cómo es que lo justifica, ninguna carrera es más importante que su esposa (o su familia, si ha sido bendecido con hijos). Ya sea que su esposa lo manifieste o no, ella está sola, menospreciada y no está siendo amada. ¿Acaso se le ocurriría hacer pasar hambre a su esposa con los alimentos que necesita para mantener su cuerpo físico? No, me imagino que no podría. Pero pese a eso, usted está haciendo que padezca de hambre en términos del aliento que necesita para sobrevivir. Si ella le dice que está pasando mucho tiempo en el trabajo, no se sienta amenazado. Ella le está diciendo que nadie puede reemplazarlo en la vida de ella y que necesita su compañía y estímulo para complementarla como nadie podría. El principal mensaje es “Te amo y te necesito.” Destaque su potencial Hace años yo tomaba una clase de pintura y retratos en la noche para continuar mi crecimiento y educación como artista. El instructor era alguien respetado, pero su manera de corregir dejaba mucho que desear. Una noche, después de que yo había pasado toda la clase trabajando en un cuadro, el instructor se paró junto a mí, tomó mi lienzo del caballete y en forma verbal lo hizo pedazos. Quedé devastada y volví a casa en lágrimas, con la determinación de no volver a pintar nuevamente. Al siguiente día, Gary vino a casa del trabajo y me dio dos paquetes. Dentro de ellos había un caballete y una caja de madera totalmente equipada con pasteles Rembrandt. -Suficiente lamento-, dijo. –Dios te ha dado un talento, y tú vas a pintar. Comienza a hacerlo, ahora.Estas cosas no me las dijo con dureza, sino con firmeza, amor, y afirmando la verdad sobre mis habilidades. Me recuerda la historia de Jesús y su trato con el hombre paralítico que fue bajado por el techo para ser sanado. El Salvador fue firme, directo y claro. Le dijo al hombre que se pusiera en pie, tomara su lecho y que se fuera a su casa (Lucas 5:24). Y lo hizo. Gary me dijo que tomara mi paleta y pintara. Y lo yo hice. O también pienso en cómo Jesús vio el potencial de un hombre llamado Simón. Jesús incluso le cambió el nombre a Simón y le puso Pedro, la cual significa roca en griego, en un momento en el cual Simón podía parecer de todo menos una roca. No parecía que fuera una roca cuando perdía el control de su temperamento o cuando apartó los ojos de Cristo al caminar sobre el mar, o cuando negó conocer a Cristo en la víspera de la crucifixión. Pero Jesús reconoció el potencial que Simón tenía para ser un gran hombre de Dios, y cuando

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leemos acerca de Pedro en Hechos o en sus epístolas, nos damos cuenta cuánta razón tenía Dios. Nosotros aún vemos con ojos humanos, por supuesto, pero todos podemos recordarnos mutuamente el potencial que Dios nos ha dado. Haga esto por su esposa. Enfóquese en sus puntos fuertes, no en sus debilidades. Intente verla en la forma en que Jesús la vería. Aprecie su contribución No hace mucho tiempo, Gary y yo estábamos entrevistando al ex gobernador de Iowa, Terry Branstad, en nuestro programa de radio. Él y su esposa Chris habían celebrado recientemente el aniversario de bodas número veinticinco yéndose en un crucero a Alaska. Sabiendo que es una persona romántica, le pregunté al gobernador estando en el aire: -¿Cuál fue la mejor parte del crucero?- Tenía la convicción que le escucharía decir –estar con Chris- o algo parecido, porque sé lo mucho que este hombre ama a su esposa y valora su matrimonio. En vez de eso, el gobernador miró al hombre que estaba en nuestro estudio de radio y dijo: -Pescar un salmón de cincuenta y dos libras.Los hombres que estaban en el lugar se entusiasmaron. –¡Síííí!- Se elevaron como un cohete. Incluso creo haber escuchado a alguien decir, -¡Eres el hombre!Pero una vez que las risas se clamaron, los ojos del gobernador pusieron una mirada más seria y dijo: -La mejor parte de mi crucero fue Chris. Amo a mi esposa más que a mi vida. Ella está siempre conmigo.- Luego siguió diciendo lo valioso que ha sido el apoyo de ella para él y para la familia, y sobre su profundo amor y aprecio hacia ella. Su respuesta inicial para la audiencia de la radio fue divertida, y estoy segura que instantáneamente se vinculó con muchos escuchas masculinos, tal y como lo hizo con los muchachos del estudio. Pero usó es vínculo para inmediatamente subrayar lo mucho que valora a su esposa. Este es un hombre que sabe que su esposa merece ser apreciada. También sabe que necesita aprovechar los momentos para jactarse de ella en público. Usted necesita hacer lo mismo. Tanto en público como en privado, necesita hacer que su esposa sepa lo mucho que se la aprecia. Aquí están un par de sugerencias: 

Alábela en tres formas distintas durante el día. Como este es el alimento de su alma, nútrala. Cuando Gary me dice: amo estar en tu compañía; o, te preocupas tanto por nosotros; yo camino sobre las nubes durante días. Intente esto por todo un mes, le aseguro que cambiará la calidad de su matrimonio.

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Jáctese de ella con sus amigos, y permita que ella lo vea haciendo esto. Ella puede actuar avergonzada, pero en lo profundo la convencerá que usted realmente siente eso.

Si usted es un hombre muy talentoso, con una personalidad poderosa, o es alguien con mucho éxito, necesita tener cuidado extra. Su esposa podría, incluso sin intención, quedar a su sombra. Muchas mujeres entregan muchísimo de sí mismas por la familia (y lo hacen voluntariamente y con amor). Pero cuando no reciben señal de aprecio, tarde o temprano se resienten y son heridas. Nada podrá animar más a su esposa que el hecho que usted reconozca sus sacrificios y muestre su aprobación por el amor y la devoción por la familia. Piense en esto: ella haría todo por fortalecerle y apoyarle a usted y a sus hijos, ¿verdad? A menudo hace esto para que usted pueda seguir adelante en su carrera. El ánimo de su parte le servirá como un continuo recordatorio de que lo que hace vale la pena. Le doy una breve advertencia aquí: algunas mujeres reciben algún elogio sólo cuando han realizado o hecho bien alguna cosa. Pero cuando las palabras de elogio y valor están vinculadas solamente a los logros de la mujer, pronto se preguntará, ¿Soy amada por quien soy o por lo que hago? Alábela por quién ella es. Finalmente, esté consciente de que su silencio le sonará a ella como rechazo. No asuma que ella automáticamente sabe cómo se siente con respecto a ella, porque necesita que continuamente se lo recuerde. Las preocupaciones, el estrés, los niños, su madre, cualquier cosa puede perturbarla y ocasionar que se olvide lo que usted le dijo la semana pasada. Ella está en la línea del frente en la batalla y necesita su constante aprobación. Lo que significa ser un alentador Para una mujer, un simple hecho o una palabra de aliento en el momento preciso puede ser el factor de cambio durante un período de lucha. Emilia tiene temor. Acaba de recibir una llamada del consultorio del doctor. Los resultados de su último examen físico están allí, y el doctor quiere verla ahora, esa misma tarde para una biopsia. Ella llama a su esposo, y su respuesta inmediata es –Estaré en casa en una hora.- Él la lleva al doctor, porque no quiere que vaya sola. Quiere estar allí con ella, pase lo que pase. Gabriela es contadora en el departamento de contabilidad de una gran corporación bancaria. Ha descubierto un importante error en la contabilidad que alguien en su oficina ha estado cometiendo en cada depósito de pago de impuestos cada cuatro meses. La pena financiera será severa y podría poner a la corporación en peligro financiero. Si

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permanece en silencio, su integridad quedará en peligro; si reporta el error, puede que pierda el empleo. Su esposo, Roberto, la escucha mientras Gabriela explica su dilema. Entonces la anima a aferrarse a sus convicciones; ella está en lo correcto al seguir las reglas. Si pierde el empleo, que así sea. Juntos elaboran un plan para que ella hable con el gerente del departamento con la documentación adecuada. Roberto la anima a ser honesta y ora con ella por fortaleza y sabiduría para manejar la situación adecuadamente, sin perder el empleo. Debido al ánimo que sus esposos les dieron, ni Emilia ni Gabriela tiene que ir solas a la batalla. Un elemento fundamental para alentar es la comunicación. A la luz de eso, le sugiero que observe la forma en la que su esposa se relaciona con otras mujeres. A menudo, las esposas recibimos parte de nuestro mayor estímulo de otras mujeres, ya sea de una madre o hermana o una amiga. Independientemente de lo que nos pueda estresar, estas mujeres nos apoyan. Este es el caso de Pat Homertz. Yo puedo ser totalmente honesta con ella sobre cómo me siento o sobre las cosas con las que tengo que lidiar, y ella me escucha. Entonces, tal y como una trompeta en la batalla, me ofrece palabras que me dan el valor de salir de la trinchera y seguir adelante. Analice lo que sucede entre su esposa y su mejor amiga, u otras mujeres que le apoyen en su vida. ¿Existe alguna forma en la que usted pueda duplicar algo de ese lenguaje corporal, contacto visual, oír activo, y aceptación incondicional en su propia interacción con su esposa? Si necesita algunas ideas para comenzar, intente esto:  





Ábrase a ella. Permítale que vea lo que está ocurriendo en su corazón. Las mujeres son atraídas y alentadas por hombres que son comunicativos. Llévele la delantera. Cuando ella le diga que le ama, asegúrese de decírselo a ella el doble de veces. Vea, es como una partida de tenis, cuando ella arroje la pelota hacia usted, devuélvasela. Lo mismo sucede con la aprobación. Cuando ella le haga un cumplido, asegúrese de expresarle su aprecio también. Recuérdele en todo el día las cosas buenas que hace. Refracte el lenguaje de amor que ella usa hacia ella misma. ¿Cómo es que ella le comunica su amor y apreciación a usted? ¿A través de palabras de aprobación? ¿A través de cuidadosos regalos? ¿Preparándole su comida favorita? Es muy probable que eso mismo es lo que le fascinaría de vuelta. ¡Tenga un amorío con ella! Comience a conocerla nuevamente. Trátela como si la conociera sólo por unos pocos días. Llévela

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nuevamente a aquellos lugares donde solía llevarla al principio para intentar impresionarla. Deje una noche para los dos una vez por semana. Sintonícese con lo que es importante para ella. Obviamente, es importante que hagan cosas que ambos disfrutan hacer. Pero esté dispuesto a sacrificar sus propias preferencias por algo que usted sabe a ella le encantará hacer. Dele esa mirada de Don Juan. Una guiñada y una sonrisa cuando ella menos lo espera hará que se le mueva el piso. Dígalo con flores. Ya sea una o una docena, en ambos casos enviarán el mensaje correcto. Vacíe el interior del auto de ella y lávele las ventanillas. Entonces deje una nota que diga, “Sencillamente porque te amo.” Acepte su sensibilidad. Lo que para usted a veces parezca una hipersensibilidad, es precisamente la dimensión femenina que hace que esté alerta y sensible a sus necesidades. Resístase a la urgencia de intentar cambiarla.

Sea un Bernabé Sin que lo piense por más de diez segundos, estoy segura que usted recuerda las palabras de crítica de alguien que aún le duelen hoy día. Ese es el poder que tienen las palabras. Los investigadores nos dicen que necesitamos entre ocho a diez comentarios positivos para neutralizar uno negativo. Con todo, ese tipo de neutralización rara vez la experimentamos. Lo que todos necesitamos es gente que nos rodee y nos grite palabras de estímulo: “¡Adelante!” “¡Sé que puedes hacerlo!” “En todo tiempo estoy contigo.” “Estoy comprometido contigo.” “Creo en ti.” A través de las Escrituras encontramos evidencia del poder y la importancia de las palabras habladas. En el libro de Génesis solamente, la frase “Y dijo Dios” aparece más de veinte veces. Más adelante, el propio Hijo de Dios es descrito como el Verbo que “se hizo carne y habitó entre nosotros” (Juan 1:14). Dios siempre ha comunicado su amor hacia nosotros a través de palabras habladas. Y las palabras son la forma en la que expresamos el amor y el estímulo hacia otros. En los días de la iglesia primitiva, Bernabé era un hombre conocido por su generoso aliento. De hecho, su nombre era Juan, pero los apóstoles le llamaban Bernabé, lo cual significa “hijo de consolación” o literalmente “hijo de refrigerio.” Hechos 11:23 nos dice que “exhortó a todos a que con propósito de corazón permanecieses fieles al Señor.” Gary es mi Bernabé. Él conoce mis virtudes y debilidades; él sabe todo sobre mí. Él es tanto sabio como tierno conmigo. Como él sabe que el perdón que Cristo da

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cada nuevo día es fresco, se apresura a recordarme la gracia de Dios cuando estoy deprimida y desanimada. Y él no permite que sea introvertida. Me exhortará a alcanzar y perdonar a aquellos que me han ofendido. Algunas veces, su aliento es algo tan sencillo como recodarme una y otra vez lo que Dios ha hecho por nosotros. Lo más importante, sin embargo, es que Gary me desafía a transformarme más y más en lo que Dios me ha llamado a ser, y mi esposo no se vuelve atrás cuando yo me resisto. Hay momentos en los que yo preferiría correr y esconderme, pero Gary me desafía a ser abierta y transparente, para que él pueda ver tanto mis heridas como mis esperanzas. La actriz Celeste Holm dijo una vez, “Vivimos por medio del aliento, y morimos sin él. Lentamente, lamentablemente y airadamente.” Lo que me entristece es que el estímulo auténtico escasea en muchos hogares hoy día. Demasiados hogares están llenos de gente desanimada que desesperadamente está esperando una palabra amable. El poder de alentar Hace varios años, el Reader’s Digest publicó la historia de una notable profesora de Matemática en la escuela St. Mary en Morris, Minnesota. Un viernes por la tarde tarde, esta profesora le pidió a sus estudiantes que hicieran una lista con los nombres de todos los demás estudiantes de la clase. Luego les dijo que escribieran, junto a cada nombre, lo más hermoso que pudieran decir con respecto a cada compañero de clase. Al final de la clase ella recogería las hojas. Luego, durante el fin de semana ella hizo una hoja separada para cada estudiante, y en esa hoja listó todas las cosas que habían sido dichas sobre cada persona por sus otros compañeros. El lunes le dio a cada estudiante su lista. Cuando los niños comenzaron a leer, empezaron a susurrarse el uno al otro. –Nunca creí que pensaras eso de mí.- -No sabía que los demás me quisieran tanto.- El contenido de las hojas no fue discutido en la clase, pero la profesora sabía que el ejercicio fue un éxito porque pudo ver la diferencia que esta retroalimentación tuvo en las actitudes de sus alumnos con respecto a sí mismos. Varios años después, uno de los estudiantes, Mark Ekland, murió en Vietnam. Luego que su cuerpo fue traído a Minnesota, la mayoría de sus compañeros de clase, así como también su profesora, asistieron al funeral. Durante el refrigerio que se sirvió después del servicio fúnebre, el padre de Mark se acercó a la profesora y le dijo: Encontraron que Mark tenía esto cuando murió. Pensamos que usted podría reconocerlo.- Entonces le mostró dos hojas de cuaderno usadas que habían sido abiertas y dobladas muchas veces. Era la lista de las cosas buenas que los compañeros de Mark habían escrito sobre él.

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-Muchas gracias por haber hecho eso,- le dijo el padre de Mark a la profesora. –Como puede ver, nuestro hijo lo atesoró.- Varios de los compañeros de Mark estaban parados cerca y escucharon esta conversación. Uno tras otro comenzaron a revelar que cada uno todavía llevaba su hoja de comentarios y que la leían a menudo. Algunos la llevaban en la billetera; uno incluso la había puesto en el álbum de fotos de su boda. Un joven dijo: Creo que todos hemos guardado nuestra lista.Ese es el poder del aliento, de las palabras de estímulo. ¿Cree usted que su esposa tiene una lista como esa colocada en algún lugar de su mente? ¿Usted se da cuenta, aprecia, y dice las cosas más lindas que puede decir sobre su esposa? “Usted es el hombre,” ¿verdad? Entonces dele a su esposa, en palabras y en hechos, algo de aliento cada día en particular, y le aseguro que usted no sólo escuchará esa frase de ella a menudo (en su propia forma, por supuesto), sino que ella hará todo lo que pueda para hacerle sentir que usted es el hombre.

CAPÍTULO 9 Intimidad Espiritual La necesidad de amor #5 del esposo

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“Necesito que me ayudes a crecer espiritualmente.” Gary le habla a las esposas Su esposo, como todo hombre, necesita crecer espiritualmente. Él necesita una conexión espiritual, con Dios, con usted, y con otros creyentes. Si los esposos se toman la Biblia en serio, entonces sabrán que una de las dimensiones fundamentales de su vida espiritual es el liderazgo espiritual que deben proveer. -Detesto ese versículo que dice que los esposos deben ser la cabeza de nuestras esposas como Cristo es la cabeza de la iglesia, - dijo José. -¿Por qué dices eso?- le pregunté. -Porque significa que debo estar todo el tiempo „enchufado‟ espiritualmente. Se supone que debo ser el líder en el hogar, así que debo dirigir ya sea que me sienta débil o fuerte. Si tropiezo, no sólo me voy a caer yo, sino que también voy a afectar a mi esposa y a mis hijos.- José hizo una pausa y me miró directo a los ojos. –Gary, sé honesto conmigo. ¿Alguna vez te sientes así?Antes de decirle lo que le respondí a José, permítame asegurarle que él no es el único que siente esta frustración. Si yo pudiera leer el corazón y las mentes de la mayoría de los hombres cristianos, descubriría que el liderazgo (el liderazgo servicial) es el mayor desafío que enfrentan a diario. En su Palabra, Dios les manda a los hombres que sean líderes serviciales en sus matrimonios y en sus hogares. Pero el liderazgo servicial es una moneda con dos caras. Por un lado está el gran honor y la oportunidad que ese tipo de liderazgo ofrece, el honor de ser confiado con un llamado tan elevado y una oportunidad de servir para satisfacer las necesidades más profundas de nuestra familia. Sin embargo, el otro lado de la moneda es que el liderazgo servicial es un trabajo duro. Esta responsabilidad espiritual pesa mucho sobre su esposo cuando él se da cuenta que usted y sus hijos están descansando en que él tomará el liderazgo. Agréguele a eso el hecho de que él sabe que Dios lo hará responsable por la forma en la que lleve a cabo ese mandamiento. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás

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a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. (Efesios 5:25-31) Esta no es ni una sugerencia ni una opción, es una orden directa. Así que, ¿cómo le respondí a José? Bueno, fui honesto. -Sí José, algunas veces me siento así, - le dije. –Pero cuando me sucede, el Espíritu Santo me lleva de un tirón nuevamente a la realidad que no puedo vivir la vida cristiana basado en mis sentimientos, sino más bien en la verdad. Puede que yo sea inapropiado, por Dios no lo es. Esas son las buenas noticias. Si siempre me siento como el líder, o no, no es lo importante en realidad. Lo importante es que soy el líder. Y debido a este hecho, me veo siendo humillado una y otra vez. Entonces me arrodillo y le pido a Dios que me dé sabiduría, humildad, y valor para hacer lo que quiere que haga.Luego le conté a José sobre Richard, con la esperanza que le aportara algo más sobre el tema. La importancia de la conexión espiritual Richard amaba a su esposa y a sus hijos, y trabajaba duro para proveerles, tratando de mantener todos los platos en el aire y girando. Pero hace varios años perdió el equilibrio. Su trabajo se tornó excesivamente exigente. La tensión que eso implicaba sobrepasaba la presión diaria que la mayoría de los hombres experimentan. Trabajaba largas horas, tomando demasiadas responsabilidades, y comenzaba a quedarse agotado. Además de toda la tensión laboral, su padre se enfermó. Entonces, la esposa de Richard, Lynn, tuvo un accidente automovilístico y tuvo que ir a terapia física por varios meses. La única parte estable de su vida parecía ser su iglesia. Fue allí que él había cortejado a Lynn, y donde había crecido como cristiano, y donde él y Lynn habían dedicado sus hijos a Dios. Richard había madurado en lo espiritual, en sus relaciones, y en lo emocional en su iglesia. Las amistades se habían hecho profundas. Los estudios bíblicos eran ricos, y sus talentos eran usados. Cuando él entraba por las puertas de ese santuario, sabía que Dios le ministraría y que la familia de la iglesia le rodearía con el apoyo de una comunión de amor. Entonces llegaron las noticias devastadoras: la división estaba rasgando la congregación, dejando a las familias y a los corazones devastados. A medida que las familias comenzaban a ponerse de un lado o del otro, Richard se sintió en el medio de todo. Repentinamente, junto con todas las otras tensiones de su vida, su

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lugar de refugio, su santuario, se había esfumado. Su iglesia era ahora otra fuente de estrés y dolor. Algunos domingos incluso se dejó llevar por sus pensamientos y se quedó en la casa. ¿Para qué ir y sentir más dolor? se decía a sí mismo. Richard comenzó a secarse espiritualmente, y tanto él como su familia sufrían. Los hijos estaban perdiendo su interés. Su esposa clamaba por una iglesia local estable. Richard pronto se sintió como si no estuviese complaciendo a nadie. No podía liderar a su familia en buena forma ni seguir a su Señor en buena forma. Este liderazgo servicial le parecía más una soga alrededor de su cuello que una posición que el Dios amoroso le había dado. En medio de todo esto, Richard y su familia tomaron unas vacaciones al sur de California. Mientras estaban allí, fueron a una reunión un domingo en la mañana a la iglesia donde Chuck Swindoll era pastor en aquel entonces. Durante años, Richard y su familia habían escuchado el programa radial de Chuck Swindoll. Apreciaban sus enseñanzas y no podían dejar pasar esta oportunidad de adorar en su iglesia y escucharle predicar. Richard entró a este enorme santuario sintiéndose un poco a la defensiva y sumamente herido, pero en lo profundo estaba orando a Dios para que avivara su corazón estéril. A los diez minutos de comenzar la adoración, las lágrimas comenzaron a rodar de sus ojos. Habían pasado meses sin que sintiera ningún movimiento espiritual en su corazón. Repentinamente estaba comenzando a sentirse vivo una vez más. La adoración. La enseñanza. La comunión. El estudio de la Palabra. El tiempo de oración. Richard había permitido que las tormentas de la vida aflojaran esas conexiones espirituales, esas disciplinas espirituales. Pero ahora se estaba conectando nuevamente. Se le estaba recordando que Dios todavía estaba vivo (y con buena salud), y que Dios había estado allí todo el tiempo. Había sido él, Richard, quien había roto la conexión. Él sabía que tenía que tomar el liderazgo en su propia casa ya que Lynn y él habían tomado una dura decisión: la familia necesitaba encontrar otra iglesia local, un lugar donde poder adorar, beber de la Palabra, y obtener nuevamente el equilibrio espiritual. Richard fue honesto con su pastor sobre por qué querían ser liberados y bendecidos para buscar una nueva iglesia local. El pastor tuvo gracia y fue comprensivo. Al domingo siguiente, Richard y su familia fueron a un gimnasio, donde una iglesia pequeña de unas sesenta personas tenían sus reuniones. Desde el comienzo, Richard y Lynn supieron que esa sería su iglesia local. A medida que pasaron las semanas y los meses, Richard volvió a sentir el gozo del Señor. Su tiempo devocional se hizo más vibrante,

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su estudio de la Palabra volvió a tener la riqueza que había experimentado al principio de su caminar en la fe. Richard y su esposa se involucraron en un estudio bíblico para parejas, y sus hijos hicieron buenos amigos en su grupo de jóvenes. Él comenzó a liderar nuevamente, aunque en una forma diferente. Su confianza estaba mezclada con un buen sentido de quebrantamiento, ya que su deseo de hacer que las cosas sucedieran por medio de su fuerza humana fue reemplazado con un espíritu de servicio, arraigado en el amor de Dios. Cuando terminé la historia, José asintió con su cabeza dando señal de comprensión. –Realmente me identifico con Richard,- me dijo. –Él vivió esto. Pasó por el desierto de la sequedad espiritual y experimentó el fuego de la refinación. Conoce el sabor del quebrantamiento. ¿Qué pasó con él?Yo le sonreí y le dijo, -Lo estás mirando con tus propios ojos, José. Richard es mi segundo nombre. Me llamo Gary Richard Rosberg. Lynn en realidad es mi esposa, Barbara Lynn.-Rosberg, no sé si golpearte o si chocar los cinco contigo,- dijo con una sonrisa. -José, a todos nos toca pasar por esas situaciones. Días en los cuales nos sentimos como si fuéramos unos líderes miserables. Semanas en las que pensamos que no merecemos liderar, o que no sabemos cómo hacerlo. Y momentos cuando necesitamos que Dios haga su obra en nuestros corazones, recordándonos quién es él. Es por eso que necesitamos esa conexión espiritual.Entendiendo el corazón de su esposo Ser el líder espiritual en su familia es la tarea más difícil que su esposo realizará jamás. ¿Por qué? Porque para poder hacerlo, debe rechazar cada cosa que la cultura le enseña sobre su masculinidad. Permítame que le explique. Si como hombres vamos a liderar nuestras familias, debemos humillarnos y seguir a Dios, y existen dos desafíos en una frase así: liderar y seguir. Ambas son ciertas. Muchos hombres nunca lideran muy bien, y otros muchos no saben cómo ser seguidores. Cuando lideramos nuestra familia y seguimos a Dios, tenemos que rechazar nuestra actitud de sabelotodo. Debemos reconocer que nuestro mundo está fuera de control. Tenemos que menguar y permitir que Cristo crezca. La Biblia es realmente clara en esto: el Padre nos llama a morir al ego y, por medio del nuevo nacimiento, a crecer en él. Nos manda que entreguemos nuestras vidas, le magnifiquemos y sirvamos a otros, para que el mundo (incluyendo nuestra familia) le vea a él por medio nuestro. Es por medio de este tipo de liderazgo servicial que nuestra familia experimentará la gracia de Dios, incluso como nosotros lo hacemos.

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Usted juega un rol muy importante en la ecuación que hace que su matrimonio permanezca espiritualmente en la senda correcta. Como ya hemos dicho frecuentemente en este libro, un matrimonio es en realidad una relación de tres personas: Dios, su esposo y usted. Cuando la conexión espiritual de su esposo está fuera de lugar, toda su relación sufre. Entendiendo la lucha Si el liderazgo servicial es tan claro en la Palabra de Dios, ¿por qué los hombres continuamente luchan con esto? En pocas palabras, porque somos humanos. También somos pecadores y egoístas. “Yo soy la vid verdadera y vosotros los pámpanos,” dijo Jesús, “el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5). Separados de él no podemos hacer nada. Cero. Estamos liquidados. Separados de su gracia estamos perdidos. Sólo por medio de nuestra relación con Jesucristo podemos experimentar la esperanza que Dios nos da. Podemos leer libros e ir a conferencias fabulosas, o asistir a muchos seminarios, pero la única esperanza real que tenemos está en el poder del Espíritu Santo, que nos ayude a vencer al mundo que está haciendo horas extra para separar nuestros matrimonios y familias. Piense en algunos de los comportamientos destructivos que sacuden a los matrimonios y destruyen los hogares:     

Adulterio Corazones insensibles Hombres que no quieren liderar Mujeres que no quieren seguir al líder Hijos que se rebelan contra los padres y contra Dios

No me gusta poner a las personas en categorías, pero he trabajado con suficientes hombres para saber que en general caen en tres grupos cuando se trata del fracaso en cuanto a la conexión espiritual con sus esposas e hijos: Aquellos que no lo tienen, aquellos que lo tienen pero que son inconsistentes, y aquellos que directamente se rebelan a tenerlo. Comencemos con aquellos que no lo tienen (que son ignorantes de su rol espiritual en la relación matrimonial). En general, esto se puede dar debido a uno de los siguientes puntos:   

Él no creció en una familia que ensañaba roles bíblicos. Su padre no era un líder servicial, probablemente debido a que el padre de su padre tampoco lo era. Él es la primera generación de cristianos.

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El hombre de esta categoría puede sentir que está careciendo de algo, pero él no sabe qué. No tiene experiencia que le diga cómo llegar a algo mejor. Algunos cristianos tienen entendimiento espiritual, pero son inconsistentes; tienen lo que yo llamo “hipo espiritual.” Pasan por momentos, como en mi caso, en que se apartan de sus amarras espirituales. Pierden su interés. Colocan su vida espiritual en piloto automático por un tiempo, y repentinamente, ha pasado todo un mes, y no han estado leyendo ni estudiando la Palabra de Dios. Pasa otro mes, y se dan cuenta que están descuidando las disciplinas espirituales que son tan esenciales para la vida cristiana: el estudio de la Biblia, la oración, la meditación, la comunión y la adoración. Están yendo en la dirección equivocada y están llevando a su familia con ellos. Cuando se dan cuenta de esto, en general vuelven a la senda correcta. Algunos hombres, sin embargo, se salen del camino intencionalmente. Este tipo de hombre deja de tener esta conexión espiritual a propósito, porque hay algo que está sucediendo en su propio corazón. Su esposa lo sabe y él lo sabe. Y ciertamente, Dios también lo sabe. Puede que sea un pecado secreto. Una conciencia culpable. Un abrumador sentido de temor o ansiedad. Muéstreme un hombre que se esté rebelando espiritualmente, y le mostraré un hombre que está luchando en lo profundo de su corazón y su espíritu. Cuando esto sucede, el hombre invariablemente hará una de dos cosas: correrá alejándose de Dios o acercándose a él. Puede que nos alejemos debido a nuestra vergüenza y culpa. Creemos la mentira que Satanás nos dice, -Dios no quiere tener nada que ver contigo debido a lo que has hecho.- (¿Cómo es que tan fácilmente olvidamos que fue el propio pecado, nuestro pecado, que envió a Cristo a la cruz?) Bueno, uno podrá correr, pero no se puede esconder. Dios es como un sabueso celestial; él sigue a sus hijos hasta donde ellos intentan correr. Si su esposo está corriendo, recuerde que cuando vuelva en sí, como hizo el hijo pródigo, volverá corriendo a Dios. Y el Padre está esperando a la puerta. Él está esperando a cualquiera de sus hijos, si ellos están dispuestos a humillarse delante de él. El único problema con la humildad es que, en nuestra cultura, es tan “poco masculina.” Los hombres no son educados para ser humildes. Somos condicionados a ser orgullosos y no permitir que nadie se ponga en nuestro camino. Es por eso que el caminar cristiano es tan anti-cultural. Y es por eso que usted, como esposa y mujer de fe, necesita estar junto a él.

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Su esposo necesita su ayuda Si su esposo decide tomar una posición firme en su fe y cumplir con el plan de Dios para su vida en su rol como esposo y padre, va a necesitar de usted. No fue diseñado para hacer esto sólo. Muchas mujeres ignoran el rol que juegan en la conexión espiritual entre el esposo y la esposa. No han tenido un buen ejemplo de esto por parte de sus padres, o no lo han aprendido en sus iglesias. Otras mujeres tratan de ser como un pequeño Espíritu Santo. Quieren con tanta desesperación que sus esposos sean los líderes espirituales de sus casas que intentan hacerles sentir vergüenza de sí mismos con tal de llevarlos a la acción. Invariablemente, esto lleva a uno de estos tres resultados: Desengaño, logros que duran poco tiempo, o rechazo. Si esta descripción le suena familiar, quítese la placa de pequeño Espíritu Santo. No es cómoda, ni para usted ni para su marido. ¿Acaso esto significa que ya no sentirá dolor? No, sí lo sentirá. Es un sentimiento solitario orar por su esposo por meses, o años, sin que parezca que se produce ningún progreso. Es completamente entendible que usted esté frustrada, herida, desengañada, e incluso enojada cuando intenta que alguien haga algo que él no quiere hacer o no crea que deba. Pero no se deje llevar por sus sentimientos. Intente esto en cambio: 1. Confiese su soledad, o frustración, o dolor, o desengaño, o ira a Dios. 2. Luego salga del medio y deje que Dios haga la obra en su esposo. Si él es creyente, Dios estará allí mismo, “persiguiéndolo.” Si su esposo no es creyente, entonces recuérdese a usted misma que Dios no quiere que ninguno perezca (2 Pedro 3:9). Permita que Dios sea realmente Dios. 3. Mientras tanto, usted tiene la responsabilidad de seguir creciendo espiritualmente en su vida y vivir su fe delante de su marido y de sus hijos. Pero hay otras mujeres que tienen luchas porque no les va demasiado bien en sus propias vidas espirituales. Para estas mujeres, los maridos que están con un pleno fervor espiritual son más un generador de culpa que una inspiración. El dilema de estas mujeres es que a ellas realmente no les importaría si la influencia espiritual en el hogar no fuera más allá de las oraciones antes de comer. Para ellas es más seguro así. Si esta descripción le encaja, no sólo se está rebelando usted contra su propio rol y contra el rol de su esposo, sino que también se está rebelando contra Dios. Los corazones insensibles no son un patrimonio de los cuerpos masculinos. Las mujeres también pueden tenerlos. Y el

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mismo Dios que quiere que su marido confiese su orgullo para poder superarlo, quiere que usted haga lo mismo. Si usted viene a Dios a diario (o a cada hora) cuando la presión aumenta, él será capaz de calmar su ansioso corazón. El caminar en la fe no consiste en autoprotegerse, sino más bien que se trata de someter nuestra voluntad a la de Dios. Alex y Carla recientemente visitaron mi oficina para que les aconsejara. Él había roto el corazón de ella, nuevamente. Había caído en tentaciones, se había distanciado de ella y los hijos, trabajaba muchas horas y estaba desvinculado de ella y del Señor. Carla había respondido con una amargura que estaba desmoralizando a Alex y aumentando el problema. La confianza había sido quebrantada. Ninguno de los dos buscaba al Señor. Su relación estaba en peligro. Carla suplicaba: -Gary, no sé cómo llegarme a él. Quiero que nuestro matrimonio sea rico en Cristo. Extraño los devocionales con él, las oraciones que solíamos experimentar. Ahora parecen ser recuerdos muy distantes. AyúdanosLos vi seis o siete veces e intenté examinar algunos de estos dolores, pero nada parecía funcionar, hasta que un día, durante la cita más reciente, ellos vinieron y algo había realmente cambiado. Alex estaba más sensible, y Carla era más gentil. Les miré y dije, -¿Qué sucedió? Parecen ser personas totalmente diferentes.- Entonces revelaron su historia. -Gary,- comenzó Alex, -la semana pasada en el trabajo estaba tan enojado con mi esposa que decidí escribirte a ti una carta. Tenía cinco páginas. En ella señalaba todas las cosas que ella había hecho para herirme recientemente. Yo estaba muy enojado. Indicaba la forma en la que ella tenía cuidado de la casa. La maldecía por su falta de respuesta sexual hacia mí. La crucificaba por su escandalosa administración del dinero. Y así seguía. Me sentí un poquito mejor luego que me desahogué de todo eso, así que decidí escribirle a ella una carta. Tenía el bolígrafo en mi mano y comencé a derramar todo ese veneno que había escrito en mi carta a ti, cuando experimenté algo como si un rayo me golpease. Y pensé, ¿Qué estoy haciendo? Aquí estoy, intentando forzar a mi esposa a que me siga, y no la estoy liderando con amor, sino con ira. Deseo tanto que mi esposa se conecte conmigo. Quisiera tanto experimentar a Dios como solía hacerlo. Quisiera tanto que nuestros dos hijos crecieran en un hogar cristiano saludable, y aquí estoy complicándolo todo. – A medida que escuchaba cómo Alex descubría su corazón, Carla estaba cautivada por sus palabras. Ella lo observaba como si él acabara de ganar una tremenda batalla. Y en realidad era así. Acompáñeme en el resto de la historia.

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-En vez de darle una paliza de palabras, Gary, comencé a expresar el dolor. Le confesé que no era el hombre que sabía ella necesitaba que fuera. Le pedí que me perdonara. En el camino de regreso a casa oré para tener otra oportunidad de parte de Dios y de ella. Para que él me conectara con mi esposa y mis hijos y me diera otro chance. Para que ella realmente me escuchara. Cuando llegué a casa, le leí a Carla la carta. Gary, fue increíble, ella comenzó a llorar y abrió su corazón hacia mí. Nos sentamos en nuestro sofá y nos abrazamos, y nuestro hijo de dos años vino y nos dio unas palmaditas en nuestras espaldas. Era como si tuviera a mi familia de vuelta. Y no quiere volver a perder a mi esposa de nuevo.¿Qué sucedió con esta pequeña familia? Alex y Carla se conectaron. Pero no fue sino hasta que Alex se conectó con Dios nuevamente, experimentando Su gracia y misericordia. Como el Señor le convenció en su corazón y él se quebrantó en sentido con Dios, eso le facilitó la relación horizontal con su esposa. Cuando Carla vio la obra que Dios estaba haciendo en la vida de su esposo, eso le permitió confiar en Dios y en esa obra que estaba haciendo en Alex. Con todo, ella aún tenía que volver a construir su confianza en Alex. Pero su confianza en Dios le permitió tomar el riesgo de reconectarse con su esposo. ¿Qué fue lo que Carla hizo bien? Estuvo dispuesta a arriesgarse. Se abrió por la inspiración del Espíritu Santo. Carla derribó las paredes y permitió que su esposo se acercara. Ella experimentó no sólo la obra de Dios en su matrimonio, sino también un resurgir de esperanza en su propio caminar en la fe. Carla confió en el tiempo de Dios más que en el suyo propio. Permítame que le haga una pregunta bastante difícil: Si Carla se hubiera resistido a la obra del Espíritu Santo en la vida de Alex así como en la de ella misma, y si se hubiese rehusado a abrirse aquella noche, ¿dónde estarían hoy día? El quebrantamiento de Alex marcó el ritmo para su reconstrucción. La disponibilidad de Carla de estar dispuesta permitió que comenzara el proceso de sanidad. ¿Conclusión? Alex y Carla se conectaron: espiritualmente, emocionalmente, y en términos de su relación. Ellos aún tienen bastante camino para transitar y reconstruir su matrimonio, pero Alex y Carla están en el sendero correcto para hacerlo. Dos corazones que fueron duros, quebrantados delante de Cristo y sanando a través de su poder. No hay nada mejor que eso. Es la misma esperanza que usted tiene si está atravesando luchas en su matrimonio. Independientemente de la confusión a la que hayan llegado, no estará demasiado confuso para Dios. Y esta no es una charla teórica. Se trata de la experiencia. Cada vez que caemos presas de nuestros sentidos

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que dicen que las respuestas a nuestros problemas están en nosotros, Dios nos recuerda que las respuestas están únicamente en él. Antes en este capítulo, le conté lo desanimados que estábamos Barb y yo cuando nuestra iglesia experimentó una división. Todo lo que estaba dentro mío intentaba solucionar esa penosa situación. Mis emociones recorrieron todas sus posibilidades: dolor, ira, frustración, desánimo. Humanamente, pensé: Pero yo soy consejero. Déjenme involucrarme y ayudar a que se facilite el proceso de sanidad. Cada intento se encontró con una resistencia. Pero pronto se hizo obvio que Dios tenía un plan incluso en el medio de esos días tan dolorosos. Él estaba tomando una situación que estaba más allá de mi control y la usaba para recordarme que él estaba en control. Dios siempre demuestra ser fiel. Él responde todas nuestras preguntas a su tiempo. Sólo necesitamos confiar y obedecer. Es así que sé que sin importar lo muy a la deriva que yo esté, Dios siempre será un muelle seguro de protección. E invariablemente usa a Barb como un faro para volver a casa. Volver a casa de mi “hipo espiritual.” Volver a casa de mi pasividad. Volver a casa de mi insensibilidad. Volver a casa de cualquier cosa que le arrojo a Dios en mi propia y obstinada forma. Barb no es la pequeña Espíritu Santo, pero Dios la usa consistentemente para ayudarme cuando estoy en luchas. Pero eso se debe a que confío en ella, y ella lo hace con honor y respeto hacia mi rol en nuestra relación, y sin un espíritu crítico. Satisfaciendo la necesidad de su esposo de conexión espiritual Su esposo habrá de experimentar intimidad espiritual y conexión con Dios, lo cual a la vez producirá intimidad espiritual y una conexión con usted, siempre que esté bien cimentado en cuatro áreas básicas. Si alguna de estas áreas está faltando o es inapropiada, se reflejará en ambas relaciones. Tiempo personal con la Palabra Como la Palabra de Dios es la comida y bebida espiritual del creyente, su esposo necesita leerla diariamente. Muchos esposos están en tierra firme en su lectura bíblica personal. Si es el caso de su esposo, muestre su aprobación. Hágale saber por medio de notas y comentarios (tanto en privado como en frente de los niños y sus amigos) que a usted le fascina esa sed que él tiene por la Palabra. Si su esposo no está leyendo la Biblia, entienda que con criticarlo sólo irritará la situación. He encontrado a cientos de mujeres desanimadas, las cuales quieren que sus esposos sean poderosos líderes bíblicos. A menudo, en su frustración, estas mujeres empiezan a importunarlos con rezongos. Le urjo a que no use este método. Lo que puede hacer

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es orar por su esposo para que tenga sed de las Escrituras. Usted puede servirle de ejemplo y compartir con él lo que está aprendiendo. También puede poner a su alcance algunos recursos que pueden ayudarle en su estudio de la Palabra. A nosotros como familia, dos de estos recursos nos han resultado invalorables: Experiencing God por Henry Blackaby y Claude King, y The One Year Bible. Experiencing God ha causado un tremendo impacto en mi propio crecimiento espiritual. Blackaby esencialmente dice que Dios quiere relacionarse con nosotros, pero que quiere que nosotros vayamos a donde él trabaja. Si realmente vamos a donde Dios trabaja, nos veremos enfrentados a grandes ajustes en nuestras vidas. Sin embargo, es sólo a través de estos ajustes que realmente comenzaremos a experimentar a Dios. Dios usó el estudio de Blackaby para llevarme a un ministerio a tiempo completo. ¡Esos son grandes ajustes! Pese a lo radical que eso ha sido para nosotros, nunca hemos mirado hacia atrás. Quiero que vayamos a la práctica. Si a su esposo le gusta estudiar y tiene sed espiritual, se meterá en este estudio con entusiasmo. Pero si no le gusta, entonces anímelo a tomar un día a la vez en este estudio. Algunos hombres quedan abrumados, pensando que necesitan hacerlo todo perfecto y rápido. Lea junto con él, y compártale lo que está aprendiendo. Sin embargo, un estudio adjunto como Experiencing God debe ser precisamente eso: un suplemento a lo que es la lectura de la Biblia. Barb y yo usamos The One Year Bible consistentemente en nuestro estudio. Como usamos estas herramientas para entender la Palabra de Dios, ambos hablamos acerca de lo que estamos aprendiendo. No sólo que nos conectamos espiritualmente así, sino que nos animamos mutuamente a estudiar más. Es como el “hierro que con hierro se aguza” (vea Proverbios 27:17). Algunas veces ella toma la iniciativa. Me gusta eso. Otras veces yo comparto algo. Invariablemente, cuando yo hago eso ella responde con entusiasmo. Durante algunos períodos estudiamos juntos; en otras ocasiones tenemos diferentes métodos. La clave aquí consiste en animarnos mutuamente en nuestro estudio, no en intentar controlarnos. Si usted y su esposo no leen la Biblia juntos, hable con él al respecto de comenzar este hábito. Algunos esposos tomarán la sugerencia y la llevarán a cabo. Otros pueden mostrar dudas. Si ese es el caso, le sugiero que comience a incluir una Escritura cuando se sienten a comer juntos. O puede sugerirle que lean un pasaje juntos antes de irse a la cama. Hagan lo que sea que parezca un primer paso natural para ustedes. Si su esposo se opone por completo, usted no debe permitir que su resistencia le aparte a usted de su propio estudio de la Escritura.

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Invierta tiempo cada día en el estudio bíblico personal, y luego forme parte de un grupo femenino de estudio bíblico, en el cual experimentará crecimiento espiritual y apoyo. Aquí hay algunas otras sugerencias para ayudar a su esposo a que se conecte con la Palabra:     

Comparta con él lo que Dios le está enseñando. El crecimiento estimula al crecimiento. Escríbale notas, incluyendo declaraciones de verdades estimulantes provenientes de la Palabra de Dios. Participen o conduzcan un estudio bíblico para parejas. A medida que se involucran en los caminos de otros, uno aprende qué sendas tomar y cuáles evitar. Comience un diario en el cual registre lo que está aprendiendo de Dios en sus tiempos de meditación y estudio de la Biblia. Cuando sea apropiado, comparta esto con su esposo. Comprométase junto con su esposo a comenzar a memorizar la Escritura... un versículo a la vez.

Oración La oración consistente es una de las disciplinas espirituales más evasivas para los hombres. No conozco muchos hombres que no oran, pero muchos admiten que su vida de oración es superficial o indisciplinada. Mi amigo John Yates escribió un libro fabuloso titulado How a Man Prays for His Family. Si no lo ha leído, le insto a que lo haga. Sus enseñanzas prácticas para ayudar a los hombres a ir más allá de lo que él llama el “comienzo y estancamiento” de la oración, para establecer hábitos que cambian nuestras vidas, valen el precio del libro. Él también nos recuerda que el desarrollar una vida consistente de oración nos conecta con Dios y edifica nuestra fe. Permítame que le ofrezca algunas maneras prácticas de llevar a cabo la oración. Esto le ayudará en su propia vida de oración, pero también será útil para su esposo. A menudo he visto que los hombres realmente responden a este estilo de oración porque les provee una forma de conquistar esta disciplina espiritual que por momentos es evasiva. A los hombres les gusta desarrollar un método para encarar un problema. No quiero rebajar la disciplina de la oración al sugerir una fórmula rápida. No hay nada rápido en lo que respecta al profundizar en la oración con Dios. Pero he descubierto que cuando la oración de un hombre está estancada en algo así como “Querido Dios, gracias por estos alimentos” o “Dios, sácame de esta situación e iré a la iglesia este domingo,” entonces necesita sintonizarse. Una cosa que sirve es el acróstico ACAP.

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La A representa la Adoración. Derrame su adoración en Dios por lo que él está haciendo en su vida. La C representa la Confesión. Abra de par en par su corazón para que Dios lleve a cabo la cirugía que su vida necesita. Él siempre es fiel para perdonar. La A representa el Agradecimiento. Consiste en honrar a Dios cuando usted va a él con un corazón agradecido por las bendiciones que le ha dado a usted y a su familia. La P representa la Petición. Haga que sus peticiones sean conocidas delante de Dios. Él ya las conoce, pero quiere que usted le diga lo que necesita. ¿Cómo puede enriquecer la vida de oración de su esposo? Por mi propia experiencia puedo decir que Barb estimula mi vida de oración cuando la veo a ella hacerlo. Ella me es ejemplo. Su conexión espiritual estimula la mía propia. Algunas otras sugerencias incluyen lo siguiente:    

Ore a diario por su esposo Inviertan tiempo juntos, discutiendo y orando sobre cosas importantes que suceden en su matrimonio y su familia. Cuéntele a su esposo sobre alguna área de su vida en la cual Dios está obrando, y pídale que ore para que se haga la perfecta voluntad de Dios. Pregúntele a su esposo en qué área de crecimiento espiritual necesita que usted ore por él, y comprométase a orar diariamente durante treinta días para que esa necesidad sea satisfecha.

Comunión y adoración Anteriormente en este capítulo, me referí a la visita que nuestra familia hizo a la iglesia de Chuck Swindoll. Cuando cuento esta historia, la gente a menudo me pregunta: -¿Qué experimentaste que tuvo tal impacto en ti?- Creo que lo más importante fue la riqueza de la comunión y la adoración que experimentamos ese día junto con otros creyentes. La necesidad de la conexión espiritual se extiende a toda la familia de Dios. Nos necesitamos mutuamente, y su familia necesita adorar a Dios y crecer en la comunión con otros en la familia de Dios. Esto se logra en mejor forma en la iglesia local. ¿Significa esto que usted nunca debe faltar a una reunión de domingo o a un grupo de oración los miércoles en la noche? No. Eso estaría al borde del legalismo. Algunos de los tiempos de adoración y comunión más significativos han ocurrido cuando nuestra familia (cuatro personas) nos hemos presentado juntos delante de Dios, cuando por una razón u otra no estábamos en

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la iglesia. Pero, la verdad es que si no estamos adorando y teniendo comunión frecuentemente con el pueblo de Dios, nuestro crecimiento espiritual disminuirá. Usted y su esposo necesitan estar en una iglesia fuerte en la enseñanza bíblica, que esté presentando la Palabra de Dios semana tras semana. Necesita hacerlo. Su esposo también lo necesita. Asimismo sus hijos. Además de lo que enrolarse en una iglesia local, considere estas opciones:  





Únanse a un pequeño grupo, ya sea en la iglesia o con otros amigos cristianos. Permita que este grupo sea un apoyo y una fuente de dar cuentas para usted.1 Escuche cassettes de adoración en su hogar o cuando están en el automóvil juntos. Canten junto con la grabación si se sienten cómodos al hacerlo, o simplemente permitan que las palabras de las canciones de adoración les permitan concentrarse en el carácter de Dios. Asistan a una conferencia o un seminario juntos. Una conferencia matrimonial les pondrá en contacto con otras parejas que pueden fortalecerles y estimularles. Aléjense un poco de los niños y concéntrense sólo en ustedes dos y en su relación mutua. Pasen tiempo con otras parejas cristianas que son ejemplo de madurez espiritual para ustedes. Esto es especialmente importante si las familias de ustedes cuando niños no fueron modelos adecuados.

Intimidad espiritual en el matrimonio y la familia Cuando el esposo y la esposa están estudiando juntos la Palabra de Dios, están orando y en comunión, entonces la conexión espiritual en la familia es el fruto natural. Cuando el esposo y la esposa comparten lo que Dios les está enseñando en la Palabra, la familia entera se beneficia. Cuando se tiende y toma la mano de su esposa y ora con ella, ya sea en crisis o en calma, la intimidad espiritual en el matrimonio es el fruto natural. Cuando el esposo asume su rol, ordenado por Dios, de ser un líder servicial en el hogar con su esposa y sus hijos, la familia florece. Todo esto es un proceso, no un evento instantáneo. Pero usted sabe que está avanzando en ese proceso cuando su esposo se vuelve a usted en el medio de la adoración, con lágrimas en sus ojos, o cuando él comparte con usted alguna enseñanza significativa en su experiencia con Dios. Usted sabe que están en la senda correcta cuando ambos se arrodillan en oración, pidiéndole al Padre que les

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sustente, sea cual sea la situación con la que tienen que lidiar en ese momento. Cuando Barb me ayuda a estudiar, orar, y adorar, cuando me anima a compartir lo que hay en mi corazón, está haciendo lo que Dios le dice que haga: que sea mi ayuda. Si usted acaba de erizarse frente a la palabra ayuda, pensando que la misma connota la descripción de un trabajo de segunda categoría, reconsidérelo. La palabra que es traducida como “ayuda” es la palabra hebrea ezer. En Génesis 2:18 leemos que “no es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él.” Dios, por supuesto, se está refiriendo a Eva, la ayuda de Adán. La misma palabra hebrea ezer es también usada en el Salmo 70:5, “Ayuda mía y Libertador mío eres tú, oh Jehová, no te detengas.” No hay nada de segunda clase en el hecho que el Señor sea nuestra ayuda. Dios le ha preparado una posición gloriosa como ayuda para su esposo, así como el Señor es nuestra ayuda. Aquí están algunas sugerencias para ser una ayuda a su esposo: 

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Recuérdele: “Te necesito y tú me necesitas. Trabajemos juntos en esto. ¿Cómo puedo ayudar? ¿Cómo puedo animarte espiritualmente? ¿Cómo puedo animarte como líder en nuestro hogar? Ore por su esposo cada día por los siguientes treinta días. Pídale a Dios que siga animando a su esposo en su vida espiritual. Pídale a Dios que le revele dónde usted deba hacerse a un lado y permitir que su esposo cumpla el plan de Dios para él como líder de su hogar. Luego dé algunos pasos en la dirección que le lleva a experimentar los deseos de Dios para usted. Comparta con su esposo regularmente algo que Dios le esté revelando en su propio estudio de la Palabra. Pregúntele su perspectiva sobre esa enseñanza.

Los resultados de la conexión espiritual Dios hizo una obra admirable en nuestra familia hace unos años. Todo comenzó cuando visitábamos a mis padres en Door County, Wisconsin. No habíamos estado allí mucho tiempo cuando nuestra hija Missy comenzó a quejarse de un dolor en el paladar. Hicimos un viaje a una clínica de la zona, la cual nos recetó un medicamento para “una infección menor.” A la noche siguiente estábamos en la sala de emergencia, donde se nos dio un nuevo diagnóstico: una seria infección. Los nuevos medicamentos no sirvieron, así que acortamos nuestras vacaciones para poder volver a casa con Missy. En nuestro hospital local, el doctor de la sala de urgencia la vio y la hospitalizó, comentándonos al salir de la sala: -Esto está más allá de

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mi alcance.- El especialista nos dio un nuevo diagnóstico: Tumor cancerígeno en el paladar de Missy. Habría que operarla. Luego del procedimiento, el cirujano vino hacia donde estábamos Barb y yo con esa mirada que un padre nunca quiere ver. Nos pidió que nos sentáramos. -Había más allí de lo que pensaba en principio,- dijo. –Debemos enviar este tejido al laboratorio universitario del hospital. Puede que sea maligno. Pasarán algunos días antes de que obtengamos el resultado. Les llamaré tan pronto como lo sepa. Mientras tanto, lleven a Missy a su casa, y descansen un poco.Luego de una semana viviendo al límite mismo, yo estaba físicamente y emocionalmente exhausto. Pero debido a la tensa situación que se daba en nuestras vidas, tenía temor a deprimirme o permitir que mi familia supiera lo atemorizado que estaba. Después de todo yo era el líder. Barb fue un increíble apoyo para mí durante este tiempo de estrés. Ella no sólo estuvo conmigo en las grandes áreas de la oración y la afirmación, sino que también sabía cuando darme espacio y cuando acercarse para consolar. Buscamos juntos en los Salmos pasajes que mitigaran nuestro dolor. Recuerdo ocasiones en las que sólo nos mirábamos el uno al otro sin decir palabra, y me conectaba con su alma. Ella me permitió tomar la iniciativa con los doctores, pero estaba junto a mí día y noche. Una vez más, frente a los momentos difíciles de la vida, nos acercamos y nuestro amor se hizo más profundo. Al otro día de la cirugía de Missy, yo estaba sentado en el sofá junto a ella en nuestra sala familiar, orando en silencio para que Dios salvara la vida de mi pequeña. Fue allí que ella me miró, con lágrimas corriendo por sus ojos, y me preguntó, -Papi, ¿qué es algo maligno?-¿Dónde escuchaste esa palabra cariño?-Escuché al doctor usarla. ¿Significa que voy a morir?Luego de refrenar mis propias lágrimas, dije, -Missy, yo creo con todo mi corazón que vas a estar bien. Mamá, Sarah y yo estamos orando por ti. Tú estás orando. Nuestra iglesia y amigos están orando. Incluso el doctor está orando. Dios tiene el control, mi pequeña. Él nunca nos abandonará. Nos llevará a través de todo esto. Sólo estamos esperando el informe.Más tarde, cuando Missy estaba dormida, aproveché la privacidad de mi estudio, y los días de estrés vinieron sobre mí como una explosión. Había intentado ser el fundamento sólido que mi familia necesitaba, asegurándoles que Missy estaría bien. Pero ahora, mis temores finalmente se habían apoderado de mí. –No mi pequeña Missy, Diossupliqué. –Por favor. Llévame a mí, pero no a ella. Por favor Dios, sana a mi hija.-

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A la noche siguiente, el doctor llamó y se entrecortaba con las palabras, -Es benigno, Gary. Es benigno. Va a estar bien. Gracias a Dios, Missy va a estar bien.En ese momento, finalmente pude descargar mis emociones, y comencé a llorar lágrimas de gozo. Pude escuchar que el doctor lloraba también. Acabábamos de ser testigos de un milagro. Hubo una cosa y sólo una que hizo que Barb y yo pasáramos este difícil momento: nuestra confianza y dependencia en Dios y su pueblo. ¿Estuvimos ansiosos o sentimos temor? Por supuesto que sí. Somos humanos. Pero Dios estuvo con nosotros en cada momento. Y debido a que nuestra relación con él estaba profundamente arraigada (individualmente, como pareja y como familia) todos testificamos sobre el hecho que crecimos en nuestra fe. No nos apartamos ni corrimos de Dios. Corrimos hacia él. Y en medio de todo esto, nuestras hijas vieron a su padre y madre juntos y de rodillas, implorando la misericordia de Dios. La conexión espiritual entre una pareja o una familia no puede ser mejor que eso. Dios usó ese tiempo de prueba para afinar la fe de nuestra familia. Él también le mostró a nuestras hijas lo vital que es la intimidad espiritual en un matrimonio cristiano, en gozo y tristeza, en salud y enfermedad. La única persona que usted puede cambiar es usted misma ¿Dónde se encuentran su esposo y usted en la escala de conexión espiritual? Deseo que pueda decir, -Mi esposo ama a Dios. Él es nuestro líder espiritual. Confío en él. Nuestros hijos confían en él. Nuestra relación y nuestra familia no son perfectas, pero estamos creciendo y estamos en la senda correcta.- Si es así, no sea tímida y dígale a su esposo ahora mismo cuánto lo ama y lo orgullosa que está de él. O quizá la situación se parece más a esto: -Mi esposo no está liderando en la forma que Dios espera que lo haga. ¿Qué puedo hacer?La verdad es que la única persona a la que usted puede cambiar es usted misma. Así que deje que Dios haga Su obra en usted. Abra su corazón a él y continúe procurando tener una relación de fidelidad y obediencia con el Señor, con todo su corazón, alma y mente. Al mismo tiempo, ore fielmente por su esposo. Tal vez quiera también ver a algunas de sus amigas de confianza y compañeras de oración orando con usted para que Dios haga su obra en la vida de su esposo. Luego sea paciente. Nunca claudique. Jamás. Un esposo y una esposa que se unen junto a Dios son un equipo imbatible. Independientemente de lo que el mundo les arroje,

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independientemente de cómo el enemigo intente desbaratar su vida, independientemente del tipo de errores que uno o ambos hayan cometido, con Dios se puede soportar y se puede crecer. La intimidad espiritual y la conexión en un matrimonio es el vínculo más grandioso de todos. Si lo está viviendo, regocíjese. Si lo está procurando, nunca claudique. Mantenga el ritmo. Si apenas comienza, bienvenido a esta aventura. Dios está trabajando en usted. 1

Si quiere un estudio que le ayude en su relación matrimonial, le recomiendo el que Barb y yo escribimos, Improving Communication in Your Marriage, que es parte de la serie HomeBuilders Couples.

CAPÍTULO 10 Amistad La necesidad de amor #5 de la esposa “Quiero envejecer junto a ti.” Barb le habla a los esposos No muy lejos de nuestra casa, se encuentra el escenario de uno de los libros y películas de mayor éxito, The Bridges of Madison County. Richard, un hombre trabajador, ama a su esposa, Francesca, pero tiene problemas en expresarlo. Rara vez le habla, o la toca, o pasa tiempo con ella, o la elogia. La historia es sencilla; él no satisface las necesidades de amor de su esposa. Quedando entonces como presa vulnerable, Francesca se siente atraída ante la atención y elogios de otro hombre. Ella no tenía intenciones de tener un amorío; por supuesto, ya que rara vez es el caso. Robert Kincaid sencillamente

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hablaba con ella. Se reía de sus bromas. Recogía flores para ella. Incluso recogía sus platos luego de una comida. Él abiertamente compartía su mundo con ella y le preguntaba sobre el mundo de ella. Le ofrecía algo de tomar con respeto y cortesía. En cuestión de días, las emociones de Francesca se habían elevado, y tuvo que pelear una terrible batalla dentro de ella. Con todo, acabó por perderla, ya que sentía un gran anhelo de tener ternura y amor. El solo mencionar The Bridges of Madison County hace que algunas mujeres pongan una mirada distante y soñadora en sus ojos. Créame, no es un amorío con un extraño lo que ellas anhelan, es el amorío de su corazón con usted. Dentro del entorno de la amistad, ella daría cualquier cosa por sentirse conectada con usted, su esposo. Hollywood se ha aprovechado de esta verdadera necesidad de las mujeres, que consiste en tener una amistad íntima con un hombre, sólo que el guión fue escrito para que la necesidad fuera satisfecha con el hombre incorrecto. ¿Por qué no comenzar hoy y escribir su propia historia de amistad, siendo usted el héroe de ella? La amistad es ciertamente un cimiento para cualquier matrimonio grandioso. Esto casi ni hace falta que se diga. Y es significativo ver que tanto los esposos como las esposas ubicaron esta necesidad dentro de las primeras cinco. Los esposos la ubicaron como su tercera necesidad de amor, las esposas como su quinta necesidad de amor. Al principio sentí curiosidad sobre el hecho que los esposos parecían necesitar la compañía o la amistad más que las esposas. Pero me pregunto si la diferencia no se explica por el hecho que la segunda necesidad de las esposas es la intimidad (intimidad emocional) y que para ellas, la intimidad emocional es unos de los principales ingredientes de la amistad. Esto nos lleva a un punto importante: puede que usted y su esposa vean la amistad en el matrimonio con una perspectiva un poquito diferente. Cuando escucha la palabra amistad, ¿qué imagen le viene a la mente? ¿Jugar al golf con ella? ¿Mirar televisión juntos? ¿Ir a un juego de fútbol? ¿Retocar antigüedades? Cuando su esposa escucha la misma palabra, ella piensa en comunicación de corazón a corazón, en un tiempo especial y a solas con usted, envejeciendo juntos. Gary y yo algunas veces tenemos perspectivas diferentes sobre la amistad. Yo anhelo poder salir a caminar un sábado en la tarde viendo el atardecer; Gary anhela poder leer la página de deportes del periódico del sábado, y yo sentada junto a él en la silla de al lado. Yo no veo el momento en que disminuyamos la velocidad de nuestra agitada vida, vayamos al interior del país, y tengamos largas caminatas en los bosques; a Gary le fascina el intenso enrolamiento en el ministerio. A mí me encanta soñar con lugares alejados, una habitación con muchísimas ventanas, y viajes románticos a Europa

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(con caminatas, por supuesto); Gary sueña con tomar su lista de “cosas para hacer” y que lavemos el auto juntos. Quizá usted y su esposa vean la amistad en forma diferente también, pero todos coincidimos en una cosa: la amistad implica que estemos juntos. Dios sabe de nuestra necesidad de estar juntos, de tener compañía. Génesis 2 nos dice, “Luego Dios el SEÑOR dijo: No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada” (Génesis 2:18, NVI). La solución de Dios para la soledad de Adán fue la compañía, la unidad de tener una esposa. -El vivir la vida junto a Jeremías es una de las grandes alegrías de nuestro matrimonio,- dice Lidia, quien ha sido su esposa por veintidós años. –Hemos pasado por muchas cosas, infertilidad, la adopción de nuestros dos hijos, una enfermedad devastadora, algunas tremendas oportunidades profesionales para ambos. Pero eso es lo que ha hecho que nuestra amistad crezca. El habar pasado por todo eso juntos. No sé lo que hubiera hecho sin él. Jeremías ha sido un apoyo, una ayuda, un alentador, quien solucionaba los problemas, y un protector. Me ha hecho reír cuando las cosas parecían sombrías. Él me sostuvo cuando yo pensaba que no lo lograría. Ha estado a mi lado. Y eso ha hecho que esto fuera valioso. Estamos muy juntos. Dios nos ha dado una unidad que a veces nos puede dejar sin aliento. Algunas veces ni sé dónde es que yo termino y dónde empieza Jeremías. Fuera de mi esposo, no hay mejor persona con quien quisiera vivir mi vida.¿Cómo es la amistad en el matrimonio? ¿Qué es lo que hace que algunas parejas se destaquen del resto de la multitud y disfruten la compañía mutua más que otras parejas? Cuanta más química muestran, más curiosidad tengo por saber la fórmula. Me encanta mirar a las parejas mayores, las cuales parecen tener una conexión impecable entre ellos. Son personas que llaman la atención a aquellos que les rodean, y capturan mi mirada. La mayoría de las veces muestran un elevado grado de comunicación mutua. Sienten empatía hacia las necesidades del otro, se sienten cercanos y con un afecto confortable. Manifiestan una naturalidad en sus conversaciones, y una calidez genuina en su risa. Cierta vez, quedé intrigada por algunos amigos nuestros, quienes estaban hablando entre ellos al otro lado del restaurante donde estábamos. Steve se inclinó hacia adelante, procurando oír los pensamientos de su esposa, Jen. Sin siquiera poder escuchar una palabra de su charla, pude ver un profundo vínculo de amistad entre ellos, a través de su lenguaje corporal. Ambos se daban con total libertad una atención completa mientras compartían pensamientos e ideas. Parecería como si ellos fueran las únicas dos personas del

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planeta. Recuerdo haber observado que los ojos de él estaban como pegados a los de ella, sin perder la atención en ningún momento. Quedé impresionada. Ella parecía estar calmada y cómoda a medida que se abría. Puedo decir que ella se sentía segura de confiar en él una parte de sí misma, compartiendo algo que puede haber estado pesando mucho en su corazón. Nunca olvidaré la vista panorámica que pude tener de Steve demostrando los gestos básicos de la genuina amistad y devoción a Jen. Él estaba sintonizado a lo que ella decía, obviamente preocupándose y atendiendo sus pensamientos. Más tarde, volvía a mirarles y parecían estar contentos y satisfechos. Ambos estaban relajados, con sus cabezas inclinadas hacia atrás, y se reían juntos. La amistad con su esposa no es tan difícil en realidad. Cuando un esposo está unido emocionalmente a su esposa, así como Steve lo estaba con Jen, quiere escuchar. La amistad con su esposa es un proceso disfrutable y un umbral hacia el descubrimiento de nuevos aspectos de ella. Afirma lo que ya está allí y fortalece el vínculo matrimonial. Una buena amistad con su esposa establece el cimiento sobre el cual se apoyarán otras áreas de su relación matrimonial. Otras áreas del matrimonio pueden fluctuar con el paso de los años, pero la amistad es un factor perenne. El consejero matrimonial Ed Wheat escribe en su libro Love Life for Every Married Couple: “La camaradería de quienes son mejores amigos y amantes parece ser el doble de estimulante y preciosa.” Desafortunadamente, hoy día demasiados hombres y mujeres viven vidas solitarias. La amistad no existe en sus matrimonios. Las parejas cenan juntas en silencio, alejadas emocionalmente e indiferentes. Les aburre el extraño que está sentado al otro lado de la mesa. Contraste esto con parejas como la de Jeremías y Lidia o Steve y Jen, quienes conocen de primera mano lo poderoso que es el vínculo de la amistad. Su relación declara tanto en público como en privado que “mi esposo es mi mejor amigo.” Después de muchos años de matrimonio, todavía tienen esa chispa en sus ojos, que surge de pasar tiempo juntos. Compañerismo total Las parejas que tienen una amistad vibrante la basan en un compromiso hacia un compañerismo total. Los socios de negocios pueden tener compañerismos limitados, pero para que la amistad con su esposa remonte el vuelo, debe ser un compañerismo total, de un cien por cien. Cuando un esposo y una esposa se ven mutuamente como compañeros iguales y valiosos en la amistad, quienes por igual le brindan importantes cualidades a la mezcla de la amistad, la misma se afirma en la roca del respeto y el honor. Eso logra que se destaquen

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sobre el resto. Las parejas que exhiben una fuerte voluntad para trabajar duro en su matrimonio mantienen la habilidad de reír juntos, jugar juntos, mantener el curso juntos, y trabajar en las inevitables diferencias entre los hombres y las mujeres. Cuando usted piensa en sus amistades más preciadas, puede discernir algunas reglas básicas que se edifican sobre el respeto. Usted tiene cuidado de lo que dice; mide sus palabras. Se mantiene callado cuando quiere decir algo que pudiera destruir lo que ha estado haciendo. Se esfuerza para intentar sacar lo mejor en la vida de sus amigos. Dice la verdad, pero nunca al precio de rebajar a otros. Eso es lo que su esposa necesita de usted. Ella necesita que usted quiera lo mejor para ella. Necesita que se esfuerce por permanecer en armonía con ella. Necesita que usted se disculpe cuando la ha herido. Necesita que invierta tiempo con ella. Necesita que se tome la amistad con ella en serio. Se supone que su esposa no reemplazará a sus amigos. Usted necesita a ambos, pero una esposa es diferente a los amigos que uno tiene. La necesidad de una mujer de compañía en general difiere de la del hombre. Un hombre puede quedar satisfecho en cuanto a su necesidad de compañía con el simple hecho de trabajar junto a otra persona. Pero ese no es el caso de la mujer. Nuestra necesidad de tener su amistad y su compañía está profundamente entretejida con el satisfacer la necesidad de seguridad y confianza. Cuando su esposa se abre a usted, le comparte sus confidencias, y usted responde como un amigo cercano y que se preocupa, ella queda profundamente satisfecha. Esto sucede cuando siente la seguridad de abrir su “verdadero” yo frente a usted. Cuando genuinamente disfrutamos de nuestro cónyuge, nuestro matrimonio cobra una intensidad adicional, la cual fortalece el fundamento de la amistad. Cuando genuinamente disfrutamos la compañía de nuestro cónyuge, nuestra admiración mutua se eleva hacia el cielo. Banco de parque, bahía de San Francisco Imagine a dos jóvenes en luna de miel, contemplando juntos por primera vez el Golden Gate Bridge de San Francisco. Era el verano de 1975, y el cielo estaba inmensamente bello y romántico para Gary y para mí. En lo alto de una colina encontramos un banco de parque desde el cual se podía ver la bahía de San Francisco. Nos sentamos en ese banco y soñamos con nuestro futuro, entusiasmados con lo que estaba por delante. Cuando hallamos ese banco, no sabíamos que regresaríamos algún día, y que nos sentaríamos en el mismo lugar, contemplando la misa bahía, y que charlaríamos sobre más sueños. Pero ese fue el caso. De

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hecho, hemos regresado a ese banco muchas veces, y cada vez que vamos allí, nos sentamos y hablamos, nos damos las manos, y escuchamos el sonido de las olas del océano. Hemos “colonizado” es banco. Lo hemos declarado “nuestro.” Es nuestro lugar especial, donde hablamos sobre nuestros recuerdos juntos y los kilómetros que hemos viajado desde la última vez que estuvimos allí. Hablamos sobre la vida: las tormentas, los días de sol y la protectora presencia de Dios en cada una de esas cosas. En este desgastado banco de madera, hemos grabado nuestras iniciales en el asiento, y hemos celebrado la vida, tanto en la risa como en el llanto. Cada vez que nos hemos alejado del mismo lo hicimos con un amor y una devoción mutua renovada, reestableciendo nuestra relación como mejores amigos. El sentarnos en ese banco nos ayuda a calibrar cómo hemos cambiado año tras año. Se ha transformado en un punto de referencia en el tiempo para nosotros. Esta pintoresca bahía no ha cambiado mucho con los años, pero la pareja sentada en ese banco sí. ¿Ustedes tienen un “banco de parque” en su matrimonio? ¿Tienen un lugar donde usted y su esposa hayan tomado el tiempo para reflexionar, celebrar, reevaluar y ajustar su amistad? Algunas veces nuestros bancos de parque no son físicos. A veces las experiencias de la vida nos han forzado a reevaluarnos y adecuarnos. Quizá usted ha pasado a través de experiencias muy desafiantes, como tener un hijo o comenzar un nuevo trabajo, y ese desafío ha forjado algunos cambios en su amistad. O quizá usted ha pasado por experiencias difíciles, tales como la enfermedad o la muerte de algún familiar, y ese sufrimiento le ha llevado a un banco de parque desde donde usted miró al pasado e hizo nuevos planes para el futuro de su amistad. A veces, cuando Gary y yo nos sentamos en nuestro banco, miramos hacia atrás y vemos situaciones en las cuales nos hemos fallado mutuamente. Tal vez ustedes también. Pero cuando vemos nuestros fracasos, podemos hablar sobre los mismos, pedir perdón si es necesario, y rogar por la gracia de Dios para llevarnos adelante hacia el futuro. Estos puntos de referencia en el tiempo pueden fortalecernos, y equiparnos para evitar cometer los mismos errores en el futuro. ¿Cuáles son las necesidades de amistad de su esposa? Démosle una mirada a las que pueden ser algunas de las necesidades de amistad específicas de su esposa. ¿Cómo completaría estas oraciones? 

Mi esposa necesita que yo sea el tipo de amigo que...

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Las necesidades de un amigo de mi esposa incluyen... Para mi esposa, el ingrediente más importante de la amistad en nuestro matrimonio es...

¿Qué tal le fue? ¿Pudo completar estas oraciones en forma relativamente fácil? ¿O se trabó, sin estar bien seguro de lo que su esposa necesita? La mejor forma de averiguar lo que ella necesita, por supuesto, es preguntarle. Además de hablar con ella sobre su amistad, lea los siguientes párrafos para tener un mejor entendimiento de lo que en general las esposas necesitan en términos de amistad. Ella necesita que usted sea su mejor amigo Su esposa probablemente tenga varias amigas cercanas. Quizá ella incluso considera a una o dos de ellas como sus mejores amigas. Esas migas satisfacen parte de la profunda necesidad de amistad de su esposa. Ellas la entienden como mujer, con todos los gozos, inseguridades, y problemas que son únicos a una mujer. La suplen y la animan. Y si usted lo considera, usted probablemente es quien se beneficia de esas amistades, porque fortalecen a su esposa y la hacen una mejor cónyuge. Su esposa necesita estas amistades, y sería sabio si usted la animara en mantenerlas. Pero la amistad de su esposa con usted es diferente. Usted es su super mejor amigo. Usted es su compañero de por vida, quien estará con ella hasta el final. Sus amigas pueden mudarse o pasar a otra etapa de la vida que pueda disminuir su amistad, pero usted está allí todo el tiempo. Seguramente, las circunstancias de la vida cambiarán para usted y su esposa, y enfrentarán dificultades, pero se han comprometido a emprender este viaje juntos. Eso es lo que marca una diferencia para ella. Ella se siente segura en su compromiso a estar con ella, pase lo que pase. Usted es el único que verá a su esposa en todas las circunstancias de la vida, sus estados de ánimo, sus logros, sus fracasos. Sus amigas pueden ver parte de esto, pero usted lo ve todo, lo bueno y lo malo, lo hermoso y lo feo. Y usted está en la insustituible posición (dada por Dios) para amarla y animarla en todo tiempo. Lo que su esposa necesita de usted como su mejor amigo es que le brinde la seguridad que siempre será su compañero, pase lo que pase. Ella necesita saber que harán las cosas juntos a lo largo del matrimonio. Recuérdele que serán compañeros a medida que se desenvuelven en sus carreras, educan a la familia, asisten a la iglesia, e invitan a las personas a su hogar. Hágale saber a su esposa que usted disfruta estar con ella, que ella es especial para usted. Haga lo que pueda para que su amistad sea algo

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confortable, en la que ambos sientan la libertad de ser ustedes mismos. Pero un super amigo sobrepasa a todos los demás, y ella lo mirará a usted para que satisfaga sus necesidades en formas que sobrepasan las capacidades de sus otras amigas. Su esposa necesita de alguien con quien pueda compartir absolutamente todo: sus altibajos, sus luchas y gozos. Ella espera que usted, como su mejor amigo, celebre sus gozos y victorias sin competir con ella ni sintiendo celos. Como Gary es mi super amigo, y viceversa, nuestra relación nos ha fortalecido, tanto en lo individual como en pareja. Debido al poder de esta amistad, estoy segura de su amor, y tengo confianza en que él me escucha, y puedo confiar en que él piensa en lo que es mejor para mí. Cuando su esposa puede contar con usted como su super amigo, puede lograr mucho más en la vida, debido a que usted está a su lado, creyendo en ella. Ella necesita un lugar seguro para sí misma Como ya mencioné en los párrafos anteriores, su esposa necesita que su amistad sea un lugar seguro, una relación en la cual ella pueda ser ella misma por completo. Siempre he atesorado la forma en la que el novelista del siglo diecinueve, el inglés George Eliot, describe este tipo de amistad: “Oh el agrado, el inexpresable agrado de sentirse seguro con una persona; no teniendo que pesar los pensamientos ni medir las palabras, sino vaciarnos de todo eso, así como son, la paja y el grano juntos, sabiendo que una mano fiel los tomará y los sacudirá, quedándose con lo que vale, y luego, con el aliento de la bondad soplará el resto para que se aleje.” Qué valioso es el esposo que puede ser ese tipo de amigo para su esposa. Cada día que Gary y yo pasamos tiempo juntos como amigos, nuestro matrimonio se hace más agradable. Debido a que hemos compartido tanto de nuestros pensamientos y sentimientos mutuamente con el correr de los años, podemos casi sentir lo que el otro piensa. Lo que Lidia dijo sobre su amistad con Jeremías es cierto: Algunas veces Gary y yo no podemos decir dónde el uno termina y dónde empieza el otro. Cuando me siento atribulada, Gary frecuentemente sabe exactamente qué es lo que me perturba. Una noche, estábamos ya en la cama, y por alguna extraña razón sentía temor. No había dicho una palabra a Gary de mi temor. Pero él estaba junto a mí en nuestra habitación a oscuras, y dijo: -Barb, ¿quieres venir a tu lugar?- (“Mi lugar” es bajo su brazo y junto a su corazón). Así que me acerqué, y él me abrazó con sus dos brazos, me rodeó con seguridad, y me dijo: -Estás segura aquí. No tienes por qué temer.- Él es mi amigo, no sólo con sus palabras sino también con su presencia.

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¿Qué fue lo que Gary me comunicó aquella noche? Me recordó que siempre estoy a salvo. Recuerdo poder sentir su reafirmación, y que calmadamente me recordó que nada se podía interponer entre nosotros. Una vez más sentí la voz tranquila y armoniosa que trajo paz a mi atribulada alma y corazón. Eso es parte de lo que los mejores amigos hacen el uno por el otro. Se consuelan mutuamente y están junto a uno en los tiempos oscuros. Ella necesita su integridad Mi padre siempre decía: -Barb, tu palabra es tan preciosa como el oro.- Esa es una enseñanza firme, proveniente de un hombre firme. También era un consistente recordatorio de la integridad de mi padre. Lo mismo se aplica para usted y su esposa. Ella quiere saber que su sí es sí, y su no es no. En otras palabras, quiere confiar en usted. Y es su integridad la que ayudará a que construya su habilidad de confiar en usted. Escucho a mujeres de todo el país, y lo que me dicen con frecuencia es que solo quieren saber que sus esposos están cada vez mejor. Su esposa necesita saber que cuando usted dice que estará en casa, o estará ciertamente en casa o llamará para informarle del cambio de planes. Ella necesita confiar que cuando usted entra en Internet, no estará cayendo en la tentación de la pornografía, sino que estará honrando al Señor y a su familia. Ella necesita saber que su vida pública y privada son la misma a medida que usted madura y crece en el Señor. Estos son los temas de la integridad. Permítame animarlo para que se afirme y continúe siendo auténtico, tanto en público como en privado. Eso acercará a su esposa a usted, ya que verá la congruencia en su vida. Ella necesita que usted la honre Uno de los regalos más valiosos que Gary me da es la honra. La mayoría de las mañanas, si usted pudiera escuchar nuestra conversación, le escucharía darme su aprobación por las cosas más pequeñas. Él expresa su aprecio hacia mí con una actitud de honor desde el momento en que se levanta cada mañana. Una vez que se concentra en el trabajo, se calma. El humor laboral tiene una forma de cambiar todo el enfoque de un hombre. Horas más tarde, podemos estar sentados en una seria reunión de equipo en nuestro ministerio, y Gary comenzará a hablar acerca de su maravillosa esposa y de algo que ella dijo que fue firme, sabio y relevante. Algunas veces, cuando hace esto me toma con la guardia tan baja que me inclino hacia delante en la mesa pensando, Desearía conocer a esta mujer. Gary hace lucir las cosas mucho mejor de lo que yo las dije. ¿Pero sabe qué es lo asombroso que sucede cuando él se jacta de mí en público?

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Aprendo qué es lo que complace a mi esposo, y me motiva a ser una mejor esposa. Su esposa necesita que usted le dé honra. Eso significa que usted debe hablarle con amabilidad y respetuosamente, sin regañarla ni menospreciarla si hace algo que lo frustra. Honrarla significa que usted coloca las necesidades de ella delante de las suyas propias. Significa que usted habla positivamente de ella a otros. Significa que usted le dice todo lo que ve en ella como virtud o cualidad que habla del carácter de Dios. Como resultado de su honra y respeto, su esposa florecerá con confianza y aplomo. Ella también estará muy entusiasmada para devolverle a usted el mismo respeto y honor. ¿Qué puede hacer para satisfacer las necesidades de amistad de su esposa? Ahora que usted entiende mejor algunas de las necesidades de amistad de su esposa, ¿qué hará para satisfacerlas? Recuerde que usted edifica su amistad en la vida cotidiana, en la forma en la que se tratan mutuamente, en cómo manejan los altibajos de la vida diaria. Hágase esta pregunta: ¿Cómo quiero que nuestra amistad luzca de aquí a diez años, o veinte años? Su amistad con su esposa será una de las áreas duraderas de su matrimonio. Cada día usted tiene la oportunidad de edificar su amistad, de hacer una inversión para toda la vida. Aquí están algunas ideas. Simplemente considérelas como si fueran los consejos de un entrenador, con respecto a las necesidades del corazón de su esposa. Hagan cosas juntos El relajarse, estirar las piernas, y la risa son ingredientes que aportan al ambiente emocional en el cual se desarrolla la cercanía. A menos que las parejas se sientan cómodas, difícilmente se sentirán seguras como para abrirse. Comiencen con actividades fáciles que ambos disfrutan de hacer. No lo hagan complicado. A las mujeres les gusta tanto las cosas sencillas como las cosas grandes, pero lo que les llama la atención es hacerlas junto a usted. Sea lo que sea que haga, asegúrese que sea una actividad significativa para ambos. Cuando las actividades, los intereses, las metas, y la diversión se comparten como pareja, pueden duplicar el factor de placer en su matrimonio. Usted descubrirá que querrá estar muchísimo con su super amiga. Aquí hay algunas formas garantidas para comenzar:

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Tengan citas, y elija uno a la vez dónde van a ir. ¡Hará que celebren sus diferencias! Con el tiempo verá que ambos escogen lugares para complacer al otro. Llámela y pídale que pase por su oficina o vayan a almorzar juntos. Dígale: -Mi día no sería igual si no recibiera un beso tuyo en el medio del mismo.Hagan los mandados juntos. No deje a su esposa en el supermercado para que haga algunos mandados mientras usted va a la ferretería para hacer otros. Deje a un lado la excusa de “ahorrar tiempo”, y pasen tiempo juntos. Ella se sentirá valorada cuando usted hace eso. Similarmente, hagan tareas en la casa juntos. Si su esposa está haciendo un trabajo en el jardín, póngase junto a ella y hágalo también. Obvie su juego de fútbol y reemplácelo pasando esas horas con su esposa. Hágala sentir que ella es más importante para usted que los deportes. Cancele una noche con sus amigos y dígales en voz alta por teléfono: -Quiero estar con mi esposa.- Se convertirá en un héroe, no sólo para su esposa, sino también para las esposas de los otros hombres. Tómela en sus brazos y baile con ella, haya o no música. Sirvan juntos en algún ministerio: visiten a los enfermos, aconsejen parejas jóvenes, sirvan una comida a estudiantes que están lejos de sus casas, salgan en viajes misioneros, o tengan un estudio bíblico en su propio hogar.1 Pasen mucho tiempo jugando. Después de todo, ella estará viviendo con usted por el resto de su vida, ¿por qué no hacerlo divertido? Vayan al almacén y hagan las compras juntos. Pase por el lugar donde haya flores y recoja una rosa o algunas margaritas. A ella le encantará el mero hecho (y lo amará a usted) por pensar en ella. Deje a un lado la limpieza del garaje el próximo sábado, y en lugar de eso acurrúquense debajo de las frazadas y vean algunas películas todo el día. Vaya a la cama veinte minutos antes, apague el televisor, y abrácense mientras hablan. Encuentren la mutua compañía por medio de la recreación. Escojan una actividad que ambos disfrutarían hacer juntos: caminar, salir en bote, esquiar, concurrir a eventos deportivos, restaurar muebles antiguos, viajar.

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Cree un lugar seguro A las mujeres les encanta la seguridad. Ellas quieren saber que sus necesidades financieras serán satisfechas. Quieren estar seguras acerca de los temas del compromiso. Pero la necesidad de seguridad que una esposa tiene es siempre satisfecha cuando siente que su esposo está con ella y comprometido a ella. Con ella significa que usted no la dejará, ni emocionalmente, ni espiritualmente, ni físicamente. Cuando su esposa se siente segura, tendrá la libertad de expresar sus necesidades y crecer junto a usted. Cuando se siente insegura, o pondrá una pared para protegerse a sí misma, o le hablará con rudeza. Los esposos que desarrollan la seguridad en sus matrimonios contribuirán significativamente a crear familias saludables. Aquí tiene más consejos para aumentar el nivel de seguridad de su matrimonio:       

Escóndale notas que digan “Nunca te dejaré” en lugares particulares, para recordarle lo segura que puede sentirse. Anime a su esposa a hablar con usted sobre cualquier cosa que tenga en su mente. Y luego escúchela atentamente. Asegúrese de que su esposa nunca sienta que debe esconderle sus ideas o pensamientos. Salgan a caminar a la luz de la luna, tómela de la mano, y dígale lo mucho que significa para usted. Forme el hábito de decirle a su esposa cuando llega a casa de trabajar: -Es tan bueno estar nuevamente en casa contigo. Es la parte favorita de mi día.Dígale a su esposa: -Estoy muy feliz de que seas mi mejor amiga.Discúlpese con ella cuando se equivoca. Hará que ella se acerque, y será más cariñosa con usted. Anhelará estar en su compañía.

Involúcrese en el mundo de ella La mayoría de los hombres tienen una idea bastante clara de las metas que tienen con sus carreras, y los hombres a menudo logran esas metas y sueños en el lugar de trabajo, usando los dones que Dios les dio y las habilidades que desarrollaron. En otras palabras, el lugar de trabajo es donde usted se siente importante, donde encuentra estímulo. Pero permítame que le haga una pregunta. ¿Sabe qué es lo que hace que su esposa se sienta importante? ¿Cuáles son las metas y los sueños que ella tiene? ¿Se ha tomado el tiempo de preguntarle a su esposa sobre ellos? El simple hecho de que ella no le haya dicho no

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quiere decir que no los tenga. Muestre interés en el mundo de su esposa, ayúdela no sólo a expresar sus sueños sino a lograr que se hagan realidad. Si su esposa tiene metas claras, ¿se ha involucrado en su mundo y se ha unido en algunos de esos sueños? ¿Está usted al lado de ella cuando ella dirige una función en la escuela de sus hijos? ¿La anima en el negocio que puede estar llevando a cabo? ¿Se encargará usted de las cosas que ella no tenga tiempo de hacer? Involucrarse en el mundo de su esposa es otra forma de profundizar su amistad y mostrarle que usted es el mejor “fanático” que ella puede tener. Si tiene dudas sobre cómo entrar en el mundo de ella, pregúntele que es importante para ella. O intente alguna de estas ideas:   

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¿Usted anima a su esposa a que le cuente sus sueños? Cuando sepa de qué se tratan, involúcrese y ayude para que esos sueños se hagan realidad. ¿Su esposa siempre tuvo interés en comenzar una empresa? ¿Qué puede usted hacer para hacerlo una realidad? ¿Acaso tuvo siempre el deseo de desarrollar un don creativo (música, arte, escritura, manualidades, decoración)? En su próximo cumpleaños, sorpréndala con un regalo que le comunique que usted no sólo piensa que ella puede hacerlo, sino que también cree que la creatividad de ella es valiosa. ¿Su esposa lee mucho? Pregúntele qué lee. ¿Alguna vez se ofreció como voluntario para un servicio de grupo con su esposa? Ofrézcale unirse en algún proyecto. ¿Usted escucha las pequeñas cosas? A medida que su esposa habla, haga notas mentales sobre las cosas que le gustan, y vea cómo complacerla con algunas de ellas. ¿Usted conversa todo con ella? Comience por contarle sobre su día. Eso refleja que usted valora su opinión.

Cree puntos de referencia en el tiempo Previamente en este capitulo, hablé sobre los bancos de parque y puntos de referencia en el tiempo. Los esposos junto a sus esposas deben establecer tiempos para reflexionar sobre su relación, y crear puntos de referencia en el tiempo para marcar el progreso de su matrimonio. Aquí tiene algunas ideas para considerar. Si estas no son de su estilo, encuentre algunas que sean más adecuadas. 

Establezca un tiempo de vez en cuando para alejarse de su casa y de sus trabajos, para que usted y su esposa puedan estar

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juntos, para así reflexionar sobre su amistad y celebrar la misma. Hagan un viaje por carretera juntos. Vayan a un hotel con desayuno incluido. Dejen una noche aparte una vez por semana, para estar solos y hablar sobre sus sueños y metas. Usen la celebración de un aniversario para mirar hacia atrás y ver la obra de Dios en sus vidas. Planifiquen su futuro. Regresen a visitar un lugar que fue importante en el desarrollo de su amistad: el pueblo donde se conocieron, un restaurante que evoca un recuerdo, la iglesia donde se casaron. Cuando visiten ese lugar, tómense el tiempo para entregar el pasado a Dios y pedirle su ayuda y guía para el futuro. Comprométanse nuevamente el uno con el otro para el año entrante.

Una amistad segura Gary y yo hemos sido amigos ahora por más de veintiocho años. En ciertas maneras, damos nuestra amistad por descontado debido a que es muy cómoda. Pero cuando pasamos por tiempos difíciles, sabemos que nuestra amistad es una de las rocas sólidas del cimiento de nuestro matrimonio. Recuerdo el día en que descubrí un lunar en mi cuerpo que estaba cambiando su apariencia. Pedí una consulta con el dermatólogo, y Gary insistió en ir conmigo a ver al doctor. Luego de examinar el lunar, el doctor dijo bruscamente: “Melanoma.” Se paró en forma erguida y anunció que mi lunar tenía todas las características de un cáncer fatal y de veloz crecimiento. No perdió tiempo en extraerlo y enviarlo al laboratorio para que le hicieran varios análisis. Luego se levantó y salió de la habitación. Yo quedé paralizada. Gary estaba tan tenso que no podía ni hablar. Cuando volvimos a casa, fui directamente a la cocina, donde me ocupé con alguna cosa de la rutina diaria para quitar la mente de esa confusión. En un momento estaba atendiendo a nuestras niñas, cuando escuché a Gary en el cuarto de al lado. Estaba llorando. Caminé hacia él y vi la tristeza que le aquejaba por lo que podría estarse aproximando. Nunca olvidaré su rostro lleno de lágrimas cuando me miró y me dijo: -No te preocupes, cariño, siempre voy a estar aquí contigo.- Su mirada desvaneció todos mis temores. Durante días me aferré a su amor y devoción, mientras esperábamos por el informe. Finalmente, en desesperación llamamos al consultorio del doctor y le preguntamos a la enfermera si los resultados ya habían llegado. Ella dijo que los análisis habían revelado que no había cáncer.

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Verdaderamente me sentí como Lázaro cuando Jesús lo llamó de la tumba. Sentí que me devolvían la vida. Gary me abrazó ese día, y nos regocijamos en la misericordia de Dios. Cinco años después enfrentamos otra situación que estuvo a punto de ser trágica. Era un hermoso mediodía de septiembre, y yo estaba conduciendo para encontrarme con Gary para almorzar. Missy y Sarah estaban conmigo, con sus cinturones de seguridad puestos. De la nada, un auto se me vino encima, chocando nuestro vehículo y haciéndolo girar sin control, luego chocó contra él nuevamente. Mi mente estaba perdida. Luego sentí como si algo se hubiera quebrado en mi tórax. No podía respirar. ¡Las niñas, las niñas!, era todo lo que podía pensar. Mientras me sofocaba, giré para ver a cada una de las niñas. Sarah estaba bien, pero Missy había sido arrojada hacia delante y sus ojos se hinchaban y se estaban poniendo negros. Una vez que vi que estaban a salvo, caí del auto hacia la calle. Todavía no podía respirar. Mi pecho estaba latiendo con un dolor atroz, y yo estaba entumecida de la nuca hasta los dedos de los pies. En el momento del impacto, el cinturón de seguridad había roto mi esternón. La ambulancia había llegado, y mientras me cargaban a la parte de atrás, escuché a Missy, que tenía seis años, gritar una y otra vez, -¡Mi mami va a morir!- Sarah, sin embargo, sabía que su papá resolvería todo, así que corrió hacia una casa y llamó a Gary. –Papi, te necesitamos. Se trata de mami. ¡Se va a morir!- Él llegó en minutos y corrió a mi lado. ¡Qué bueno fue ver a mi mejor amigo, mi compañero de toda la vida! Me sentí tan aliviada de tan solo saber que él estaba conmigo. Con la conmoción del momento, no tuvimos tiempo para hablar, pero Gary me dio una mirada que decía: -Te amo. Saldremos de esto juntos.- Debido a que nuestra amistad era tan sólida, su mirada fue todo lo que yo necesitaba. A medida que pasaron las semanas, nuestra amistad fue lo que me sustentó en las noches sin dormir y las horas de dolorosa terapia física. Me confortó cuando yo sólo quería ser una “verdadera madre,” y no una que estaba atada a la cama. Me ayudó a calmar mis temores a medida que volvía a tener movimiento en mis brazos y gradualmente sentí que el esternón sanaba. Le animo a que le dé a su esposa un sentido de profunda seguridad en su amistad. Edifiquen su amistad con tanta estabilidad que cuando enfrenten tiempos duros, ustedes puedan encontrar alivio y paz en su relación mutua. Mi anhelo es que a medida que pasan los años, las cosas sean mejores para Gary y para mí a medida que continuamos creciendo más profundamente como amigos y amantes. Es una seguridad que trae tranquilidad que él esté a mi lado, y que yo esté a su lado. Él es la

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mano derecha y yo la izquierda. Juntos nos complementamos el uno al otro. Mi esposo es increíble. Gary me ha traído un gozo indescriptible al ser el tipo de hombre que está centrado en Cristo, y veo su piedad como un regalo de Dios. Descanso en este hecho y continuamente oro para que el Señor nos permita terminar nuestros años el uno en los brazos del otro, comprometidos hasta el final de nuestro viaje juntos en la tierra, como super mejores amigos. Mi oración por usted es que su esposa también se levante y grite que usted es su super mejor amigo, en la medida que usted entienda sus necesidades y con amor las satisfaga de todo corazón. Que Dios le bendiga a usted y a su esposa, a medida que juntos procuran tener un matrimonio grandioso. 1

Recomendamos la Serie para Parejas de HomeBuilders, Improving Communications in Your Marriage, la cual escribimos junto a Gary, y está disponible por medio de Group Publishing. SEGUNDA PARTE Disfrutando el matrimonio maravilloso que Dios planeó CAPÍTULO 11 Palabra final de Gary para los hombres Habiendo leído los cinco capítulos de comentarios y sugerencias para los esposos, no puedo evitar pensar, ¡Vaya, ella dijo muchas cosas buenas! Me gustaría que me hubiera dicho hace quince o veinte años lo que ella le ha dicho a usted. También me gustaría que yo hubiera tenido oídos para oír. Por supuesto, en aquel entonces ninguno de los dos tenía dominio más que de las equivocaciones, así que tuvimos que aprender de ellas. Sólo en estos últimos años nuestro matrimonio ha alcanzado una etapa mejor de lo esperado. Estamos en la mitad de nuestras vidas y hemos llegado a la mejor conclusión de todas: un buen matrimonio no es suficiente para el matrimonio Rosberg; queremos un matrimonio maravilloso. Y usted también, de lo contrario no habría llegado hasta tan lejos en este libro. Pero el procurar un matrimonio maravilloso me ha exigido que conozca cómo satisfacer las necesidades de amor de Barb.

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Ahora que usted ya ha recibido algunas enseñanzas por parte de Barb y lo que ella misma aprendió de cientos de mujeres de todo Estados Unidos, ¿qué es lo que va a hacer con toda esta fabulosa información? Aquí tiene algunas opciones: 1. Incorporar todos los cambios mañana. 2. Pensar que es demasiado trabajo y no hacer nada. (Después de todo, usted es mejor que muchos hombres que conoce.) 3. Trabajar en dos o tres cosas en los próximos meses. Si usted escogió el #1, llame a mi oficina para una consulta. Necesitará consejería para poder lidiar con el abrumador sentimiento de ansiedad que le ha sobrevenido. Si escogió el #2, entonces usted es más insensible e insensato de lo que pudiera imaginarme. Así que, como puede imaginarse, le recomiendo el #3. Cuando asisto a una conferencia, leo un libro, o trato de asimilar algún cambio en mi vida, la primera cosa que hago es dar un paso atrás e intento tener una perspectiva clara. En segundo lugar, oro y le pido a Dios qué es lo que él quiere que aprenda de lo que acabo de estudiar. Perspectiva y Dios. Esas son las dos cosas que me fascina buscar. ¿Verdad que suena como un buen lugar para comenzar? Aquí están algunas preguntas para presentar ante Dios a medida que pasa de la etapa de aprendizaje a la de aplicación al respecto de satisfacer las necesidades de amor de su esposa y procurar un matrimonio maravilloso:    

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Dios, después de todo lo que acabo de leer, ¿qué dos o tres cosas quieres que comience a implementar en mi vida ahora mismo? ¿Quieres que muestre mi amor incondicional sirviendo a mi esposa en forma más completa? ¿Quieres que deje a un lado mi egoísmo y aprenda a escuchar (escuchar de veras) al corazón de mi esposa cuando ella expresa sus emociones y necesidades? ¿Quieres que deje a un lado la pelota de fútbol, la caña de pescar, la bola de bolos, o el control remoto y me involucre en su mundo, ministrándole como un amigo y esposo, amante, y compañero? ¿Qué me dices del ánimo? ¿Necesito enfrentar la realidad que los comentarios negativos y neutrales que le doy a mi esposa cada día sobrepasan aquellos que son de aprobación? Padre, ¿cómo debo ministrar al espíritu de mi esposa? Tal vez el tomar su mano en la cama esta noche para orar juntos sea un buen lugar donde comenzar. ¿Qué te parece si comienzo a leer

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tu Palabra con ella y quizá salimos a caminar juntos para compartir lo que estamos aprendiendo de ti? El encontrar la dirección es el mejor primer paso. Pero recuerde, no puede hacerlo todo de una vez. Tiene que comenzar en alguna parte. Permítame ayudarlo a colocar sus manos en la edificación de un matrimonio maravilloso, tomando las necesidades de amor de su esposa una por una. Cuando llegue al fin de este capítulo, sabrá dónde comenzar. Amando incondicionalmente Ya que tanto los hombres así como las mujeres pusieron al amor incondicional como su necesidad de amor número uno para construir un matrimonio genial, este es un buen sitio donde comenzar. Si hay algo que conozco de Barb, es que ella necesita saber que está en el número uno de mi vida, y en el número dos, y si me pongo a pensarlo, en el número noventa y nueve también. En otras palabras, Barb experimenta el amor incondicional de mi parte cuando sabe que me entrego por completo a ella y que nuestra relación es segura. Ella necesita saber que pase lo que pase, estamos juntos y vamos a terminar firmes en unidad. En eso consiste el amor ágape (amor sin egoísmo). Es un amor como el de Cristo, que no está basado en “qué hacemos” sino en “a quién pertenecemos.” Pertenecemos a Jesucristo y nos pertenecemos el uno al otro. Si bien esa verdad es la piedra fundamental para un matrimonio genial, se necesita más. ¿Cómo expresamos el amor incondicional? Por medio del liderazgo servicial mi amigo. Barb habló sobre la expresión de nuestro amor incondicional por medio de palabras, acciones y compromiso. Sin reservas, yo diría. En lugar de sentirse abrumado sobre la apariencia de esto, permítame compartirle un correo electrónico que recibí de un amigo. Como se dará cuenta, el hombre de esta historia ha aprendido cómo dar ejemplo de amor incondicional. Mientras esperaba para recoger a un amigo en el aeropuerto de Portland, tuve una de esas experiencias que cambian la vida, esas que usted siempre escucha de otras personas, experiencias que le sobrevienen en forma inesperada. Esta ocurrió apenas a un metro de donde yo estaba. Procuraba localizar a mi amigo en la salida de pasajeros, cuando vi a un hombre que se dirigía a mí. Se paró justo a mi lado para saludar a su familia. Primero se dirigió a su hijo más joven (tendría unos seis años) mientras dejaba en el suelo sus maletas. Se dieron un abrazo amoroso y prolongado. Cuando se separaron lo suficiente para mirarse

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cara a cara, escuché que el padre dijo, -Es tan bueno verte, hijo. Te extrañé mucho.- Su hijo sonrió con un poco de vergüenza, desvió su mirada y dijo suavemente, -Yo también papá.Luego el hombre se paró, miró a los ojos de su hijo mayor (unos nueve años), y mientras tomaba el rostro de su hijo en las manos dijo, -Ya eres casi un joven. Te amo mucho Zach.- Luego ellos también se dieron un abrazo amoroso y tierno. Mientras esto sucedía, una niña (tendría dos años) estaba inquieta en los brazos de su madre, y nunca quitó los ojos de su padre. El hombre dijo, -Hola niñita,- mientras con ternura la tomaba de su madre. Rápidamente besó todo su rostro y entonces la abrazó junto a su pecho, hamacándola de un lado al otro. La niñita sencillamente quedó distendida y colocó su cabeza sobre el hombre de él, sin moverse ya que estaba fascinada. Después de unos momentos le pasó su hija a su hijo mayor y declaró, -Guardé lo mejor para el final,- y procedió a darle a su esposa el beso más prolongado y apasionado que recuerdo haber visto. Luego la miró por varios segundos y dijo moviendo los labios, -Te amo tanto.- Se miraron a los ojos el uno al otro, mostrando amplias sonrisas y dándose las manos. Por un instante me hicieron pensar en una pareja de recién casados, pero sabía por la edad de los hijos que no podía ser el caso. Me sorprendí por un momento cuando me di cuenta lo desubicado que quedaba yo en esa hermosa exhibición de amor incondicional, ya que estaba a no más de un brazo de distancia de ellos. Repentinamente me sentí incómodo, como si estuviera invadiendo algo sagrado, y me sorprendí a mí mismo cuando escuché mi propia voz preguntando un tanto nervioso, -¡Vaya! ¿Cuánto hace que están casados?-Hemos estado juntos por catorce años en total, casados doce de los mismos,- me contestó sin quitar la mirada del rostro de su esposa. -Bueno, ¿y por cuánto tiempo estuvo fuera?- le pregunté. El hombre finalmente giró y me miró, manteniendo aún su amplia sonrisa. -¡Dos días completos!¿Dos días? Quedé impactado. Por la intensidad del saludo, yo había asumido que había estado ausente por lo menos por varias semanas, si es que no meses. Queriendo ponerle fin a mi intrusión, dije, -Deseo que mi matrimonio tenga esa pasión después de doce años.- El hombre repentinamente detuvo su sonrisa. Me miró directo a los ojos y con una fortaleza que llegó directo hacia mi alma me dijo algo que me hizo una persona diferente. Sencillamente dijo: -No desees, amigo. ¡Decídete!Luego me dio su hermosa sonrisa nuevamente, me dio la mano, y dijo, -¡Dios te bendiga!- Con eso, él y su familia se fueron juntos caminando. Yo todavía estaba mirando a ese excepcional hombre y su

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familia alejarse cuando mi amigo llegó y me preguntó, -¿Qué estás mirando?- Sin dudar, y con un curioso sentido de seguridad, le contesté, -¡Mi futuro!¡Vaya! Este hombre en Portland se mandó un golazo. A propósito, si el padre de Zach está leyendo este libro, llámeme; quisiera conocerlo. Por lo que se aprecia, usted tiene un matrimonio genial. Usted también entiende que el satisfacer las necesidades de amor de su esposa rinde buenos dividendos. Usted también, amigo lector, puede tener esa cercanía, y eso comienza con el amor incondicional. Independientemente de lo que se le cruce por delante, (dolores, desengaños, desafíos) comprométase a amar a su esposa pase lo que pase. Encontrando intimidad emocional En obtener cercanía emocional es donde nosotros como hombres entramos en cortocircuito, ¿verdad? Barb ofreció muchos consejos y sugerencias en el capítulo 4, pero permítame agregar algunas cosas aquí. Recuerdo una semana hace unos años, cuando Missy estaba en su último año de escuela. Ese fin de semana era fin de curso y Missy formaba para de la comisión organizadora. Para describirlo en forma delicada, las tres mujeres de nuestra casa, Missy, Sarah y Barb, estaban logrando que nuestra casa estuviera “rica en lo emocional.” La inseguridad y la ansiedad llevaron a las lágrimas (esa era Barb), y Missy y su hermana mayor estaban teniendo su cuota completa de giros emocionales también. Era lo típico. ¿Qué hice yo? Me dije: Bien, Gary, Barb escribe que el éxito marital tanto a corto plazo como a largo plazo, depende de la habilidad del esposo de satisfacer más y más las necesidades emocionales de su esposa. Sabía que yo, con una palabra, o mirada, o actitud poco entusiasta, podría o conectarme o alejarme de esas mujeres tan importantes para mí. Mi esposa y mis hijas necesitaban mi lado tierno, no mi lado lógico o duro. Ya sea que usted tenga hijas en su casa o no, por lo menos lo ha experimentado con su esposa. Barb nos recuerda a los hombres que necesitamos tener compasión en el medio de las confusiones emocionales de la mujer. Recuerde, se trata de una “creación celestial,” no de una carencia en el carácter. Cuando parezca que ella tiene algún problema, su tentación será intentar solucionarlo, decirle qué hacer. El único problema es que a menudo a ella no le importa lo que necesita hacer. Sólo necesita experimentar la emoción por un momento y saber que usted estará con ella durante todo el desfile de emociones que experimente.

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Significa que usted amplificará el lado de comprensión y afirmación de su carácter, y bajará el volumen del razonamiento, a menos hasta que su esposa haya tenido la oportunidad de expresar lo que siente. ¿Alguna vez se limitó a abrazar a su esposa mientras ella pasa por momentos de lucha? Yo lo intenté recientemente. Resistí cada fibra lógica de mi cuerpo y miré a Barb para decirle: -¿Puedo abrazarte?Ella se derritió en mis brazos. No podía creerlo. Mi mente no paraba de pensar en cosas como, ¿Es esto lo que ella siempre me dice que necesita? ¿Solamente que la abrace? Luego de varios minutos y algunos pañuelos desechables, ella me miró y me dijo: -Gracias por apoyarme Gary.- Yo estaba realmente impactado. Una vez que Barb salió de su estado emocional, le di una idea de cómo responder a ese asunto, y me dijo: -Creo que lo voy a intentar.- Me fui al otro cuarto y me felicité a mí mismo. Me di cuenta en ese momento que no era que ella rechazara mi lógica, sino más bien el tiempo en que la empleaba. Le di el consuelo y la atención que necesitaba, escuché más a los temas de su corazón que a los de su mente. Nuestras esposas necesitan nuestro lado tierno, dicho lado habla el lenguaje de ella. Necesito mencionarle una cosa más: cuando piense en una mujer que no sea su esposa, acuérdese del Oso Smokey. Dígase a sí mismo: Sólo TÚ puedes evitar un incendio forestal. Traducción: Sólo usted puede prevenir un amorío sentimental o físico. Escuche con atención al discernimiento y a los instintos que Dios le dio a su mujer con respecto a las mujeres que ponen su vida y la de su familia en peligro. Escuche también a sus firmes advertencias con respecto a lo que es cuidar su corazón y lo que puede estar haciendo consciente o inconscientemente para estimular la pasión en otra mujer. Eso puede salvar su familia. He aprendido que los instintos de Barb dan justo en el blanco, y debido a que ella es la compañera de toda mi vida, confío en ella. He aconsejado a muchos hombres cuyas necesidades estaban siendo satisfechas por otras mujeres que no eran sus esposas. Algunas veces el hombre comienza todo, otras veces es la mujer quien toma la iniciativa. Al final no es eso lo que importa, ya que ambos se queman. ¿Conclusión? Guarde su corazón. Tal y como lo dijo Salomón en Proverbios 4:23, “Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida(NVI).” Si usted está edificando o encendiendo una fogata en el campamento de otro hombre, váyase a su propia carpa. Un pasaje del Antiguo Testamento lo dice muy bien: “Bebe el agua de tu propio pozo, el agua que fluye de tu propio manantial. ¿Habrán de derramarse tus fuentes por las calles y tus corrientes de aguas por las plazas públicas? Son tuyas, solamente tuyas, y no para que las compartas con extraños…¿Por qué, hijo mío, dejarte cautivar por una adúltera? ¿Por

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qué abrazarte al pecho de la mujer ajena?” (Proverbios 5:15-20, NVI). El capítulo termina con la realidad de lo que sucede cuando salimos del círculo protector de Dios: “Nuestros caminos están a la vista del SEÑOR; él examina todas nuestras sendas. Al malvado lo atrapan sus malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan. Morirá por su falta de disciplina; perecerá por su gran insensatez” (Proverbios 5:2123, NVI). Las necesidades emocionales de una esposa son muy reales. Cuando usted entra en el mundo emocional de su esposa y procura entender, mostrar empatía y amor hacia ella, su matrimonio crecerá. Cuando no lo hace, ella se secará en la viña y morirá. Veinticinco años de trabajar con familias me ha enseñado que no hay lugar para términos medios. En breve, dos consejos que mantienen a los esposos en la senda correcta para satisfacer las necesidades de amor de sus esposas, para así experimentar un matrimonio grandioso. 1. Avive el fuego emocional de su esposa. 2. Manténgase alejado de campamentos que no sean el suyo. Compartiendo el crecimiento espiritual Un matrimonio maravilloso en realidad se da cuando está formado por tres: usted, su esposa y el Señor Jesucristo. No hay verdad en este libro más fundamental que esa. Barb habló sobre el mandato bíblico de que usted acepte las responsabilidades dadas por Dios de amar, guiar, y honrar a su esposa y su familia. Como esposos, hemos sido llamados a amar a nuestras esposas como Cristo amó a la iglesia. Es un principio, una imagen verbal que es bueno repetirla. La enseñanza de Pablo en Efesios 5 va mucho más allá de la mera descripción de un trabajo. Es un estatuto misionero. ¿Cómo sé? Porque el principio implicado aquí es la misión de Jesús. “Se entregó (Cristo) a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra” (Efesios 5:25-27). Usted tendrá un matrimonio genial cuando honre a su esposa. Cuando ore con y por su esposa, cuando lea la Palabra de Dios con ella y a ella, y cuando establezca el ritmo para el crecimiento espiritual de su familia, usted honra a Dios y a su esposa. Nada parece ser más escurridizo, pero a la vez nada trae más riqueza al matrimonio que procurar la unidad espiritual con su esposa. Barb y yo hemos tenido momentos de sequedad espiritual, y hemos tenido momentos de riqueza espiritual. Hemos estado en estadios con setenta mil personas cantando “Amazing Grace (Sublime Gracia)” y “How Great Thou Art (Cuán Grande es Él)” con lágrimas corriendo por nuestros rostros, y hemos vuelto a nuestra cama, dándonos la espalda y con heridas sin resolver. Ya sea que estemos en la cima de la

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montaña o en el valle, hay una verdad que siempre resuena con claridad: el Dios que nos creó es por nosotros. Y él nos basta para cualquier cosa que debamos atravesar. Ya sea que usted y su esposa enfrenten problemas financieros, heridas en la relación, niños enfermos, o la muerte de los padres, un matrimonio de tres puede sobrevivir y luchar en el medio de la tormenta. Pero usted sobrevivirá sólo si junto con su esposa dejan a un lado el egoísmo y la auto-protección, y someten sus voluntades al señorío de Cristo Jesús. Ministre a las necesidades espirituales de su esposa. Ore, estudie la Palabra de Dios, y permita que Jesús esté en el medio de su matrimonio. Animando a su esposa Durante mi primer año de secundaria, se entregaba el carné con las notas cada seis semanas. Para aquel estudiante que estaba haciendo un gran trabajo, esa era la oportunidad para recibir elogios y estímulo, lo cual venía por lo menos cada mes y medio. Para aquellos que les iba mal, significaba que tendrían que enfrentar a sus padres, a los consejeros escolares, y a los profesores regularmente para evaluar la realidad. ¿Adivine en qué grupo quedé yo? Ese año obtuve una D (deficiente) 27 veces; una F (fracaso total) 6 veces; una C (aceptable) 3 veces. Fue horrible. Uno por uno, mis profesores venían a la oficina de consejería y le decían a mis padres el fracaso que yo era. Todos excepto Mark Schwertley, mi profesor de inglés. Él era profesor de primer año y amaba a los niños. Nunca olvidaré una reunión (de esas que se tienen cada cuatro meses) con mis padres. Él se recostó en su silla (para disgusto de mis padres y del consejero), me miró a los ojos y dijo: -A Gary no le está yendo muy bien en inglés, pero quiero decirles algo. Él lo va a lograr. Creo en él. Hay algo en los ojos de Gary que me dice en lo profundo que hay esperanza.Los comentarios de Mark llevaron a tres tipos diferentes de reacciones en esas reuniones. Uno, yo hacía como que no me importaba, pero por detrás de todo me fascinaban sus palabras porque yo gritaba por obtener la aprobación de alguien. Dos, mi consejera le dijo a mis padres: -Que Gary llegue a la universidad es soñar despierto. Con suerte terminará tercer año de secundaria, sin terminar todo su ciclo.Tres, mis padres quisieron guiarse por Mark ya que él parecía ser el único en la academia que creía en mí. Me alegra decir que Mark tenía razón. Sí me gradué de la secundaria, y luego continué y me gradué en la misma universidad (Drake) que el Sr. Schwertley estudió. Obtuve tres diplomas y enseñé en la secundaria que estaba en la facultad adjunta por cinco años. ¡Gracias

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Sr. Schwertley! Hoy quiero reconocer que su fe en mí fue uno de los momentos más significativos de mi vida. ¿Cómo fue que este profesor que daba clases de inglés en primer año marcó una diferencia tan notable en mi vida? Siguiendo la misma receta que Barb le ha dicho que use para edificar un matrimonio grandioso: aliento. Ella le recordó que debe ser rápido con las aprobaciones de su corazón, para enfocarse en las áreas fuertes de su esposa y ser generoso en su aprecio. Me fascina la definición de aliento: “dar valor; inspirar con valentía, espíritu o esperanza; animar.” Usted está llamado a ser el alentador número uno de su esposa. Si no obtiene el estímulo de usted, entonces ¿de dónde lo obtendrá? Piense en eso por un minuto. ¿Sus comentarios positivos sobrepasan con ventaja sus comentarios neutrales o negativos? Esta pregunta directa puede ser la medida de lo bien que usted está dándole al blanco o lo mal que está errando. Barb escribió que la mayoría de las mujeres luchan con el desánimo continuamente. Sabemos que se les exige en sus roles como mujer, esposa, hija, hermana, amiga, mamá, trabajadora, voluntaria, etc. Permita que su voz sea la que resuena en sus oídos: “Sigue adelante. Puedes lograrlo. Eres valiosa. Eres la mejor. Creo en ti. Te amo. Te necesito.” Amando a su mejor amiga Al comienzo de nuestro matrimonio, Barb y yo firmamos juntos el pago en cuotas de nuestra primera casa. Tenía doscientos cuarenta metros cuadrados y no incluía vestíbulo. Tenía un baño pequeño que se conectaba con las pequeñas habitaciones, las cuales a la vez se conectaban a la cocina y la sala de estar. Nuestra casa era pequeña, pero nuestras esperanzas eran enormes. Ese fue el lugar al cual llevamos a Sarah desde el hospital donde nació. Fue el lugar en que docenas de chicos (no todos a la vez, por supuesto) de secundaria del grupo de jóvenes de nuestra iglesia llenaron con sus risas. Fue el lugar donde fueron establecidos nuestros primeros recuerdos maritales y donde se asentó el cimiento para construir un matrimonio grandioso. La casa también fue el lugar desde el cual Barb y yo vimos a una pareja de setenta años terminar bien. Cleve y Connie eran nuestros vecinos. Nosotros éramos jóvenes y ellos ancianos. Teníamos una hija, ellos no tenían hijos. Teníamos nuestro futuro, ellos tenían sus recuerdos. Corríamos por la vida, ellos caminaban lentamente. Pese a lo diferentes que eran las etapas de nuestras vidas, vimos varias similitudes. Cleve y yo amábamos a nuestras esposas. Y Connie y Barb eran fieles a sus esposos.

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Barb y yo tuvimos el honor de ver a nuestros amigos terminar bien. Cuando Connie murió, Cleve la siguió hacia el cielo en cuestión de días. Esta querida pareja tuvo un profundo impacto en nuestro matrimonio. Barb y yo aprendimos al mirarlos. Éramos como halcones. Observábamos cuando caminaban por la calle juntos, tomados de la mano. Algunas veces los veíamos besarse en el frente de su casa. Las “Salidas de Cleve y Connie” nos comunicaban un poderoso mensaje como pareja joven: una compañía de por vida es la recompensa en sí misma. –Barb, terminemos igual que ellos- era mi típico comentario cuando les veíamos mostrarse el amor mutuo. Algo que hacían a menudo y bien. En las conferencias de FamilyLife, Barb y yo mostramos un video en el cual una mujer se vuelve a su esposo y simplemente dice: -Quiero ser... vieja y estar junto a ti.- La gente se ríe a la vez que llora, y no importa cuántas veces veo ese video, sonrío y se me humedecen los ojos. Así es como quiero terminar con Barb. Siendo “viejo” y estando junto a ella. Barb le animó en su capítulo referente a la amistad a entrar al mundo de su esposa, abrirse con respecto a las cosas del día y a que sean los mejores amigos. Nada demasiado complicado señores. Sólo implica el estar el uno con el otro y vivir la interdependencia que Dios diseñó para usted. ¿Significa eso que usted debe actuar igual que sus amigas? No. Ella no quiere eso, y usted tampoco. Por el contrario, significa que usted debe aportar su masculinidad (diseñada por Dios) a la relación, suavizándola un poco. Implica que usted salga de sí mismo y no sólo se sintonice con el mundo de su esposa, sino que también abra el suyo propio a ella. Significa expresarle amor a su esposa al recordarle que ella se pone mejor y mejor cada día. La clave para la compañía en el matrimonio es un compromiso, una seguridad y una integridad firmes cual roca. Barb y yo lo vimos en Connie y Cleve. También lo vi en mis propios padres. Y al final de la carrera, quiero que nuestros hijos digan que vieron eso en Barb y en mí. El mejor matrimonio que jamás vi Quiero finalizar mi parte en este libro contándoles acerca del mejor matrimonio que jamás presencié. Fue el matrimonio de mis padres. Mis padres se conocieron en un pequeño colegio privado de secundaria en Chicago en los años 30. Salieron por varios años y se casaron en 1941. Papá fue al extranjero a servir en la Segunda Guerra Mundial, y luego de regresar a casa, durante los siguientes trece años, tuvieron cuatro hijos. Hubo muchas risas en el hogar de John y Audrey

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Rosberg, pero también hubo tiempos dolorosos de enfermedad y dificultades financieras. Aprendí sobre el matrimonio no sólo por lo que mis padres decían, sino también por lo que ellos hicieron. Observé a mi padre honrar a mi madre sobre todos los demás. Observé a mi madre estar junto a mi padre en las buenas y en las malas. Bebí del pozo de la seguridad y el compromiso durante las luchas de nuestra familia con la polio, el cáncer, y los repentinos ataques cardíacos. Los vi crecer en profundidad por medio de las pruebas de la vida. Vi a mi madre comenzar a tener una relación personal con Jesucristo durante uno de los momentos más estresantes de su vida: la pérdida del negocio de la familia. Tuve el gozo de llevar a mi padre a una relación personal con Jesucristo durante la celebración de su cumpleaños número setenta y cinco. Los observé danzando en la cocina sin música y vi cómo el corazón tierno de mi padre enjugaba las lágrimas de mi madre desde el otro lado de la habitación con sólo mirarla. No los vi comenzar, pero los vi terminar. Y como pareja terminaron firmes. Estando en pie en una habitación de hospital el 3 de febrero de 1996, vi a mi madre dejar ir a los brazos de nuestro Padre celestial a quien había sido su esposo por cincuenta y cuatro años. Cuando papá abandonó la lucha con un tumor cerebral y una falla cardiaca, dejó ir su cuerpo y recibió un nuevo cuerpo del Señor. Unos veinte minutos antes de que papá entregara su último aliento, mamá y yo estábamos tomando sus dos manos y orábamos por él. Entonces mi madre hizo algo que nunca olvidaré. Se paró en forma erguida, y como si no estuviera hablando a nadie en particular sino a quien tuviera oídos para oír, ella proclamó: -Gary, tu padre es un buen hombre. Es un hombre honesto. Y es un hombre amoroso.- A lo cual yo le respondí junto a mis lágrimas que corrían por mis mejillas: Mamá, después de cincuenta y cuatro años de matrimonio, ¿qué más se podría pedir?Momentos después mi padre murió. El mejor hombre que yo jamás conocí estaba en casa con Jesús. ¡Cómo anhelo verlo al otro lado! Las palabras de Pablo a los Romanos resuenan en mis oídos al escribir estos últimos párrafos. “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:6-8). Jesús murió por un buen hombre llamado John Rosberg. También murió por usted y por mí. Todo lo que necesitamos hacer es recibir a Cristo. Las últimas palabras de mi madre para papá confirmaron que era un buen hombre. Es verdad. Tal y como su esposa y sus hijos están observando su propia historia, yo estaba allí, observando el

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matrimonio de mi padre y mi madre. John Rosberg era un hombre bueno, y tuvo un matrimonio maravilloso. Eso, amigos, es lo que yo busco para mi propia historia. Oro para que usted se esfuerce en satisfacer las necesidades de amor de su esposa y procure un matrimonio maravilloso. 1

Para que tenga más aliento y ayuda en cuanto a la identificación de las ocho áreas de peligro para el hombre, le sugiero que lea mi libro Guard Your Heart (Sisters, Oreg.: Multnomah, 1994).

CAPÍTULO 12 Palabra final de Barb para las mujeres Recientemente, Gary y yo estábamos transmitiendo nuestro programa semanal de radio desde lugares diferentes. Yo estaba en Des Moines en el estudio de WHO, y Gary estaba en Nebraska, en una conferencia de Cumplidores de Promesas, entrevistando al entrenador Bill McCartney. Durante la entrevista, el entrenador habló cándidamente del daño que había ocasionado en la vida de su esposa. Su mayor remordimiento era no haberle permitido a Lyndi experimentar sus propios sueños. A través de lágrimas que caían en forma intermitente, dijo que quería cambiar las cosas, y que había tomado el compromiso intencional de hacer los sueños de ella realidad. El sentir del corazón de este hombre fue expuesto delante del mundo entero. Cuando la entrevista concluyó, Gary habló conmigo por la onda de radio y preguntó: -Barb, ¿qué te parece lo que el entrenador acaba de decir?Emocionada por la entrevista, rápidamente le dije: -Estoy esperando que mi esposo me pregunte cuáles son mis sueños.Su tierna voz respondió; -Bien Barb, ¿cuáles son algunos de tus sueños?No pude resistirme en decir, -Gary, cariño, creo que deberíamos tener otro bebé.- Escuché la explosiva risa que le ocasionó mi broma a través de las ondas de radio. Gary se había caído de la silla; mi esposo, a quien en general le gusta hablar, se había quedado sin habla. Antes que Gary regresara a casa de ese evento, pensé seriamente acerca de cuáles eran mis sueños. Por el resto de ese fin de semana

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pasaba tiempo contemplando a través de la ventana de la cocina, preguntándome si mi meta de caminar junto a mi esposo, ayudándole a transformarse en alguien efectivo en el ministerio había hecho que yo abandonara mis sueños. Pensé mucho en eso, como estoy segura que usted misma lo habrá hecho también. ¿Mi conclusión? Pese a que no me avergüenza admitir que hay una tendencia ambiciosa dentro de mí para impulsar mi vida e influencia al máximo, concluyo que mi mayor ambición es ser la mejor esposa que puedo ser, haciendo todo lo posible para satisfacer las necesidades de amor de Gary y procurar un matrimonio genial. Como tengo un esposo que está comprometido con la misma meta, el sueño se ha hecho una realidad. Nuestro matrimonio no me ha apartado de mis sueños. Ha sido la razón para ellos. Muchas mujeres que lean estas páginas finales podrán decir la misma cosa. Su esposo y su matrimonio les ha complementado en todo el sentido de la palabra. Muchas mujeres, sin embargo, no pueden decir eso. El abismo entre usted y su esposo parece ser demasiado ancho como para edificar un puente. Sentimientos heridos, palabras dañinas, recuerdos dolorosos, y meses de desatención la han dejado sintiéndose no solo como si la emoción se hubiera esfumado, sino que también la esperanza se ha ido. Lo que usted enfrenta es algo que yo llamo “la prueba.” Conozco pocos matrimonios que no hayan pasado por “la prueba.” Como toda pareja matrimonial, Gary y yo hemos tenido nuestra cuota de altibajos normales: enfermedad, graduación, nuevos niños, momentos en los que ignoramos las necesidades del otro cónyuge. Pero a través de todo hemos estado comprometidos a enfrentar estos altibajos juntos, como un equipo. Con la ayuda de Dios hemos navegado por aguas peligrosas y hemos resistido muchas pruebas. Y a través de cada una hemos pasado hacia el otro lado con mayor determinación, devoción, y un amor más profundo, porque sobrellevamos este efímero viaje juntos. Pero ninguna de ellas llegó a ser lo que llamo “la prueba.” Hasta que al final nos llegó. La prueba que nos podría haber aniquilado. Poco después de morir el padre de Gary, sentimos como si la vida chocara contra nosotros tal y como aquel iceberg golpeó al Titanic. Gary luchaba con su tremenda tristeza y pérdida. Las presiones de las demandas ministeriales le retrasaron para que se tomara tiempo de lidiar con algunos pasos del proceso del sufrimiento. Con el tiempo se hacía dolorosamente evidente que Gary estaba en una depresión. Debido a que éramos un equipo comprometido, sin embargo, me enfrenté a esta prueba no como alguien que la miraba de cerca, sino

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como una activa participante. La misma estropeó nuestras almas y luego resultó ser una amenaza para nuestros expuestos corazones. Por momentos sangramos por este ataque, estando vulnerables por el mucho trabajo y la sequedad emocional. “La prueba” de nuestro matrimonio había llegado. Algunos días fui a trabajar con Gary, y otros días él decidía quedarse en casa. Durante esas negras horas, cancelé todo lo que tenía en mi calendario, sólo para sentarme y estar con él, abrazándolo, mientras él procesaba su tristeza. Ninguno de los dos podía comprender qué estaba pasando. Algunas veces el vivir un día a la vez parecía demasiado. Nos reducíamos a vivir cinco minutos a la vez. Tal como usted, yo soy una mujer a quien le gusta la vida que tiene una apariencia de seguridad, así que, para decir lo mínimo, yo estaba asustada. Esta debilitante depresión dejó a nuestra familia noqueada de golpe, y me sentí absolutamente indefensa. Pero necesitaba algo de control. Públicamente incrementé mis responsabilidades en nuestros negocios y ministerio para compensar la ausencia de Gary. En privado lloraba por la angustia y la convulsión por la que Gary estaba atravesando. Nuestro hogar siempre había estado empapado de amor, lleno de calidez y risas. Durante la depresión de Gary, todavía teníamos nuestra cuota de momentos más aliviados, pero en general cada día parecía ser más de lo que yo podía resistir. Estaba caminando sobre mi propia cuerda floja. Para ser honesta, a veces me sentía como si estuviese muriendo y cayendo en picada hacia el infierno privado de él, y precisamente junto a él. Una mañana temprano, yo estaba llorando sin controlarme en la oración. Los recuerdos de nuestra casa llena de amor me sobrevenían. Sólo podía pensar en querer volver en el tiempo a como las cosas habían sido siempre. Un hogar en el cual los brazos amorosos de Gary habían siempre servido para consolar y confortar. Un hogar en el cual mis lágrimas eran enjugadas por su pañuelo blanco. –¡Oh Dios, llévame a casa!- sollozaba. Los recuerdos de mi niñez, del consuelo de mi madre inundaban mi mente, así como también las memorias de cuando me arrastraba para subir al regazo de papá, donde encontraba el refugio de la protección masculina. Cómo anhelaba el hombro de mi padre, sobre el cual podría enterrar mi cabeza y llorar. En mi agonía privada supliqué: -Por favor, Dios, fortalece a mi esposo.- Estaba exhausta de pelear la batalla con él. Me sentía quebrantada y molida. Fue en ese momento que el inescrutable amor de Dios me abrazó. Él fue mi compañero en el medio de mi batalla. Entendí a Dios como si él me dijera: -Permíteme ser tu esposo, y enjugaré tus lágrimas. Permíteme ser como una madre y te consolaré. Ven, siéntate sobre mi regazo, y seré un padre para ti.-

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En la privacidad de mi comedor, estando arrodillada en nuestra alfombra azul, Dios se reunió conmigo y me condujo, tal y como un pastor gentil lleva a la oveja quebrada y herida. En esa hora transferí mis necesidades a Aquel que lleva todas mis cargas. Mateo 11:28-29 nos recuerda claramente: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.” Por alguna razón, a medida que Dios continuaba purgando el dolor de Gary, sentí una inconfundible pasión y un amor más profundo por Dios. A Gary le demandó mucho valor que caminara por el valle de sombras de muerte, pero si existe alguna dimensión superior del gozo de enfrentar esta batalla, la misma consiste en que pasamos por esta prueba juntos. Atravesar esta prueba fue difícil para nosotros. Pero nuestra experiencia en la misma nos da un cimiento firme para atravesar cualquier otra que Dios permita que enfrentemos. Tenemos esperanza porque se nos recuerda lo siguiente: “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:3-5). Mi perspectiva con respecto a las pruebas ha cambiado. Ya no tengo tanto temor de enfrentarlas porque sé que en realidad producen algo bueno en mi vida. Las personas continuamente nos preguntan de dónde obtenemos nuestro gozo. Si usted no nos conociera bien, probablemente pensaría que no tenemos ninguna carga que sobrellevar. Bueno, ahora ya sabe que sí. Así como usted, nosotros tenemos cargas. ¡Pero también tenemos mucho gozo! Si usted ve paz, vida, y gozo es debido a que, al igual que usted, tenemos un Padre celestial que provee un refugio en las tormentas, un cielo tan firme y seguro que ningún poder de la tierra puede conquistar. Ya sea mi matrimonio o el suyo, los matrimonios maravillosos son a menudo forjados por medio de pruebas. En alguna etapa particular de su matrimonio, su vida puede quedar fuera de control. Sin embargo, Santiago 1:2-4 nos dice, “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Santiago 1:2-4). Así que no mire a las pruebas como sus enemigas. A medida que las atraviesa de la mano con su esposo, esfuércese por satisfacer sus

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cinco principales necesidades de amor, para que puedan tener un matrimonio genial. ¿Pero qué diremos de los tiempos normales de nuestro matrimonio? Si su matrimonio está libre de pruebas mayúsculas en este punto de su vida, ¿cómo puede obrar para preparar su relación de manera que resista la irritación más pequeña o “la prueba” que puede venir en algún momento futuro? He leído las palabras de Gary, y realmente ha sido un buen entrenador para usted (y para mí). Pero permítame agregar mis propias reflexiones para cada una de las cinco principales necesidades de amor de su esposo. Ámelo incondicionalmente En el corazón de todo hombre, existe el anhelo de ser amado incondicionalmente. Desafortunadamente, hemos sido educados en una cultura que está más preocupada por la imagen que por la autenticidad. Incluso la más pequeña debilidad en los primeros años de un hombre puede haber condicionado involuntariamente a su marido a colocarse una máscara. Y como el fantasma del Fantasma de la Ópera, puede que aún tenga una porción de su máscara adherida para cubrir cicatrices y viejas heridas que nunca fueron sanadas por completo. La máscara más común para la mayoría de los hombres es usada para ocultar el temor, el temor de fallarle a usted. Un rol esencial que usted juega para su esposo es ayudarle a quitarse esa máscara. Dios le ha dotado generosamente con la habilidad natural de ser gentil y amorosa. Demuestre estas cualidades siendo transparente con sus propias debilidades, para mostrarle a él cómo quitarse la máscara que puede estar allí desde hace años. A las generaciones pasadas no se les enseñó a ser completamente transparentes en sus hogares. Si su esposo está actuando como si nada malo le hubiera pasado nunca, está cantando la vieja y familiar melodía del Fantasma. Todos pasamos por diferentes niveles de dolor, heridas, y dificultades. Y a medida que usted transita esas rutas problemáticas, hágale sentirse cómodo al ser auténtico, sin ninguna máscara. Hágale sentirse muy bien, cosa que no sienta deseo de colocársela nuevamente. ¿Cómo? Cuatro sugerencias: 1. Sea su “admiradora.” La perspectiva que usted tiene de la vida cuenta. Determina cuán seguro su esposo se sentirá al abrirse. Si usted es tierna y compasiva, su esposo se sentirá seguro de hablar sobre lo que sucede dentro de él. La vida puede que lo lastime, y los desengaños pueden quebrantarlo, a menos que sienta el apoyo total por parte suya. Él no necesita una mujer que le diga que sí a todo, no necesita una sonrisa falsa, independientemente de la situación. Pero cuando él sabe que

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usted habrá de alentarlo en los tiempos buenos así como en los malos, la emoción que usted le brinde puede ser exactamente la energía que necesita para esforzarse. 2. Sea cariñosa. Dele a su esposo toneladas de momentos de ternura antes que comience la batalla de su día. Envuélvalo en sus brazos cuando aún están en la cama. Hágalo sentirse seguro cuando lo abraza. Es raro que un esposo no anhele esos momentos con su esposa. 3. Lea su estado de ánimo. Los esposos tienen diferentes humores, así como las esposas, pero la masculinidad de su esposo le sirve para mantener esos estados de ánimo escondidos. Gary es un hombre feliz. Cuando sale para la oficina en la mañana, está tranquilo y es abierto. Pocas horas después, sin embargo, le veo en la oficina y me siento a veces retraída cuando veo que su humor a menudo cambia de positivo a preocupado y estresado. Siempre me olvido que se ha colocado sus implementos de batalla para entrar en su zona de guerra, no porque su oficina sea un lugar incómodo, sino porque el mundo laboral suyo está lleno de estrés. Estudie a su esposo, conózcalo, y asegúrese que nunca usará su estado de ánimo como un arma contra él. Cuando él se dé cuenta que usted se está esforzando por amarlo incondicionalmente en sus cambios de humor, podrá relajarse y regresar a ser el hombre que veía en la mañana. 4. Habilidad para escoger el momento lo es todo. Gary, así como su esposo, enfrenta momentos de estrés en su trabajo. Itinerarios muy cargados, fechas límite, presiones financieras, así como también las cosas de rutina. Si un colega no es sensible a la carga pesada que él está manejando y lo presiona para que lleve aún más, incluso el Sr. Equilibrado no lo resistiría. Como esposa, necesita ser sensible a la carga que su marido está llevando, así como usted necesita que él considere su propia carga. Sintonícese a él. No cometa el error de ser negligente en cuanto a entender las luchas por las que él pasa. Usted no querría colocar sobre él, aunque sea sin intención, algo que pueda agregarle peso al mundo que él siente que ya está cargando. Es un asunto de escoger el momento. No significa que usted deba evitar ciertos temas con su esposo cuando él regresa a casa del trabajo; simplemente significa que retendrá algunos hasta después que haya comido y haya tenido oportunidad de sentirse aliviado. Ahí estará más abierto para escucharle, y podrá decirle que la cuenta del banco está sin fondos, que tuvo un problema con el automóvil, o que su hijo adolescente pasó otra tarde en la oficina del director del colegio.

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Satisfaga su necesidad sexual Lo sorprendente de que la necesidad sexual haya sido colocada en segundo lugar es sobrepasada sólo por el hecho de que no haya sido puesta en tercer, cuarto y quinto lugar también. Esta necesidad enfatiza las diferencias entre los hombres y las mujeres, casi al punto de la exasperación. Gary está en lo correcto cuando dice que los hombres deletrean intimidad como S-E-X-O y las mujeres como H-A-B-L-A-R. Usted puede ayudar a acercar esas diferencias comunicando que su seguridad para expresar su sexualidad está basada en la forma en que él la trata fuera del dormitorio. Si su esposo está interesado en tener intimidad sexual con usted en la noche, necesita comenzar por sintonizarse con su mente y emociones cuando se levanta en la mañana. Los hombres necesitan escuchar que tener una relación sexual fabulosa, es el fruto de la totalidad de la relación matrimonial (cómo la trata en las demás habitaciones de la casa). Es la atmósfera del matrimonio lo que la estimula o la enfría en relación con su esposo. No se olvide que la mayoría de los hombres piensan que una gran parte de su masculinidad está en su sexualidad. El hombre normal anhela que su esposa se abra a sus avances y que le responda en una forma positiva. De otra forma, si hay un rechazo continuo con el transcurso del tiempo, puede que él le cierre su espíritu. Para ser honesta, la mayoría de nosotras las mujeres no tenemos idea de lo vulnerables que son nuestros esposos en los temas sexuales. Yo sí sé, sin embargo, que cuando le respondo a mi esposo y disfruto su sexualidad, le ayudo a incrementar sus sentimientos de seguridad masculina. Tener una buena vida sexual a menudo le traerá gozo en todas las áreas de su vida. Lo contrario también es cierto. Una vida sexual frustrante que no logra entender el ritmo de él, es una invitación al diablo para tentar a su esposo más allá de lo que puede soportar. La mayoría de los hombres anhelan darle placer a su esposa, especialmente a medida que envejecen. Puede que su esposo no le diga esto, pero es un hecho bien documentado. Si usted resiste los avances sexuales de su esposo, no sólo saldrá perdiendo, sino que esta actitud puede lograr que él se cierre. Pregúntele a Dios: -¿Qué es lo que está obstaculizando que tengamos una vida sexual saludable?- Él se lo mostrará con amabilidad. Puede que sea una actitud resentida. O puede haber temas más profundos que deben ser resueltos: un comportamiento sexual pasado, adulterio, aborto, o abuso sexual. Los hombres y las mujeres que han enfrentado estos problemas pueden testificar sobre el serio impacto que tienen en la capacidad de la persona de disfrutar una relación sexual saludable.

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Si esto no es atendido, estos temas pueden robar el gozo de la intimidad de su corazón. Si usted ha sido herida y lastimada por alguien, entonces llévelo a su Padre celestial en oración. Él es un Consejero maravilloso que anhela que usted corra a sus brazos, para sentir tranquilidad frente a todos esos temores y sentimientos de culpa. Haga lo que deba hacer para lidiar con el dolor, y pídale a Dios que le permita tener un nuevo comienzo en el área sexual con su esposo. Si usted ha sufrido abuso, puede encontrar ayuda en el libro de Dan Allender, The Wounded Heart y en el libro de Diane Langberg, On the Threshold of Hope.1 Lea estos libros con un marcador a mano, e identifique las áreas que se relacionan con su situación. Luego dele el libro a su esposo, y pídale que lea lo que ha subrayado. Ayúdelo a entender lo que usted está pasando. No lo haga sola. La parte más importante de la relación con su esposo es la actitud de su corazón hacia él. Si existe aunque sea una huella de cosas que no estén resueltas: ira, resentimiento, rencor, o duda, se manifestará en su relación sexual. Su actitud afecta su habilidad de abrirse, confiar, y estar interesada genuinamente en su esposo. El hecho es que, si usted no está relajada y muestra interés en él, de cualquier forma él se dará cuenta que algo anda mal. ¿Acaso hay ira o resentimiento que están construyendo una pared entre usted y su esposo? Confiéselo, confíe en él, y deje ese sentimiento a un lado. Otros consejos:  







Nunca se vaya a acostar enojada. La ira le roba la intimidad. Si existe una tensión no resuelta en su relación, generalmente se manifestará en el dormitorio. Dele a su esposo consejos (fuera del dormitorio) sobre cosas que podrían ser modificadas en el mismo: interludios más prolongados con él, cosas que a usted le gustan, y cosas que preferiría cambiar. Confiese cualquier actitud que esté creciendo dentro de usted y robándole el gozo que tiene con su esposo. Antes de que dos corazones puedan tocarse, los mismos deben estar abiertos y limpios. Enfrente la oscuridad. Más y más mujeres creen que a sus esposos les gusta la pornografía. Esto debe llegar a su fin. Los hombres llevan esta oscuridad a sus camas. Ellos deben ver el valor de mantener el lecho matrimonial puro. Ore por su vida sexual. El invitar al creador del sexo a que esté en esa área del matrimonio es asombroso. Qué manera tan maravillosa de disfrutar plenamente de su esposo.

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Disfrute de su mejor amigo Cuando usted tiene un secreto para compartir, una carga que quitarse de encima, o un triunfo especial, ¿en general se lo cuenta a un conocido o a su mejor amigo? Yo le cuento a mi mejor amigo: Gary. El gozo se experimenta a plenitud en el matrimonio cuando usted le quita el cerrojo a la puerta que hay entre dos corazones. La verdadera amistad con su esposo satisfará su corazón y le dará esperanza para que compartan la intimidad. Recuerde que usted y su esposo ven la amistad en forma diferente. Usted probablemente valora la intimidad emocional en una amistad. Su esposo necesita que usted tenga una expectativa real de lo que la amistad puede ser. Pero sea cuidadosa. Sin quererlo puede que lo estemos buscando para satisfacer todas nuestras necesidades emocionales, y eso puede hacerlo sentirse sofocado. Él no está hecho para satisfacer todas sus necesidades de amistad. Usted aún necesita sus amigas también. Pero esté más cerca de él, y construya el cimiento de la amistad. Recuerde, es difícil para un hombre abrirse. Él teme parecer estar fuera de lugar y no quiere quedar mal delante de usted. Esté consciente de que él no necesita el perfeccionismo de parte suya. Él necesita una red de seguridad que le permita ser él mismo y saber que usted le amará profundamente, pase lo que pase. Satisfaga las necesidades de amistad de su esposo al unirse a las actividades que están relacionadas con su trabajo y a su recreación. Puede que le encante cazar, pescar, el golf, correr, o ir a los juegos de pelota. A él le gusta cuando usted se interesa en su mundo. ¿Acaso no tiene sentido eso? Gary y yo hemos aprendido a involucrarnos cada uno en los variados intereses del otro. Yo me he unido a él y esquiamos montaña abajo, también buceamos y nadamos con manta rayas. Incluso estamos planeando nadar con delfines en un futuro cercano. Cuando estoy cerca de Gary, trato de hacer cosas que nunca escogería por mi cuenta, pero las hago sencillamente porque es muy divertido para nosotros. ¿Qué podría hacer usted para entrar al mundo de su esposo y desarrollar su amistad? Anímelo Gary compartió en el capítulo 1 que varios años atrás perdimos la mitad de nuestros ingresos luego de una llamada telefónica. Mi oportunidad de animar a mi esposo fue puesta a prueba. A medida que él me contaba la historia, escuché los detalles. Cuando terminó, todo lo que podía pensar era: Vaya, él tiene integridad. ¡Me fascina! Cuando pienso que estoy casada con un hombre íntegro, me siento muy enriquecida como mujer. Yo prefiero esa valiosa característica de mi esposo por sobre cualquier cosa que el dinero pudiera comprar.

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Todo lo que sabía era que Dios siempre había cuidado de nosotros y que seguiría proveyendo para el futuro. La obediencia de Gary era mi seguridad. Pese a las implicaciones espirituales de nuestra necesidad financiera, Gary aún necesitaba mi apoyo y yo creía en él. ¡Y le aseguro que lo obtuvo! Sus palabras significan mucho para su esposo cuando él atraviesa tiempos de incertidumbre. Frecuentemente recuérdele a su esposo que pase lo que pase, usted estará junto a él. Él nunca se cansará de escuchar elogios por parte suya. Dígale cosas que lo animen, tales como: -Estoy orgullosa de ti.- -Estoy tan feliz de haberme casado contigo.- -Veo a Dios obrando a través tuyo.- -Admiro tu (nombre una virtud).- Muéstrele lo mucho que lo ama, no por lo que gana, sino por su carácter y presencia en la vida suya. Edifique la intimidad espiritual Anhelo ser amada y conducida con ternura a la Cruz por mi esposo. Pero, al igual que usted, algunas veces me resisto a ese liderazgo y quiero controlar mi vida. Cuando escojo liderar en vez de seguir, estoy eligiendo algo de segunda categoría. Pierdo el equilibrio, como si fuera una lavadora sobrecargada, y le traigo tensión a nuestro matrimonio. Quiero vivir mi vida con Dios como mi principal prioridad. Dios debería siempre ser mi Padre, mi Esposo y mi Mejor Amigo. ¿Por qué? Porque sé que sólo él puede satisfacer algunas de mis necesidades más grandes. Dios creó esas necesidades, y sólo un Dios perfecto puede satisfacerlas. Cuando experimento el amor incondicional de Dios, me llena hasta desbordar. ¿Y quién es el que más se beneficia además de mí? Gary. No cometa el error de hacer que su esposo se siente en el trono en el cual sólo Dios debería estar. Continúe aprendiendo el secreto de vivir la vida con un auditorio de Una persona. Si su esposo está luchando en alguna área, ore por él, hable con él si se abre a eso, y luego permita que Dios obre en su corazón. Dios gradualmente abrirá sus ojos espirituales, a medida que usted obedezca el mandamiento espiritual de ganarlo con un “espíritu afable y apacible” (1 Pedro 3:4). Usted cumple un papel fundamental en lo respecta al desempeño de su esposo guiando a su familia en la dirección correcta. Pero usted no podrá hacerlo con un bate en la mano. Tiene que permitirle a Dios hacerlo a Su tiempo. Los cuatro poderes Satisfacer todas las necesidades de amor de su esposo también implica no intentar hacerlo en su propia fuerza. No se puede. He descubierto cuatro cosas que puedo hacer para asegurarme que sea el poder de Dios que haga la obra, y no el mío propio. Llamo a estas

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cosas los cuatro poderes. No son cosas completamente diferentes de lo que haya escuchado antes, pero funcionan. Tiempo personal y diario leyendo la Biblia. Me fascina La Biblia en Un Año. La misma provee lecturas diarias del Antiguo y Nuevo Testamento, Salmos y Proverbios. Encuentre un lugar donde pueda ir y esconderse de todo para pasar tiempo con Dios y su Palabra. Luego aplique lo que las Escrituras le enseñan respondiendo a su esposo en una forma piadosa. Oración. No deje pasar un día sin orar. Yo invoco al Señor en mis pensamientos (y a veces en voz alta) muchas veces durante el día. Si realmente quiere satisfacer las necesidades de amor de su esposo y tener un matrimonio grandioso, entonces usted debe humillarse e ir hacia la infinita sabiduría del Dios poderoso. Comience cada oración con palabras de gratitud y alabanza por lo que él ha hecho en su vida. Comparta con una amiga. Cuando estoy pasando por aguas profundas, me apresuro a llamar a mis compañeras de oración. Julie Pigneri y Pat Homertz me responden con la misma rapidez, ya sea personalmente o por teléfono. Este compañerismo con otras mujeres con un corazón semejante al mío realmente es efectivo. Provisiones del pasado por parte de Dios. Cuando el desánimo la apuñale en la oscuridad, agradézcale a Dios por cómo él ha obrado en el pasado. Ni usted ni yo sabemos qué nos depara el futuro, pero sabemos que hay Alguien que sí sabe. Él promete que nunca nos dejará ni nos desamparará. Y recuerde, él es el mejor cumplidor de promesas. Mis padres me enseñaron muchísimo en cuanto a lo que es tener sed de Dios. Jack y Colleen Bedford me proveyeron un hogar que crecía en amor familiar, y estoy muy agradecida por eso. Su compromiso matrimonial de treinta y nueve años estableció mi cimiento y solidificó mi creencia en la seguridad y permanencia del matrimonio. Desde que yo era una niña, mi querida madre oraba por el hombre con quien yo me casaría. Esas oraciones contribuyeron a hacer de Gary el hombre maravilloso que es hoy día. Mi padre, un ex miembro del cuerpo de marinos, siempre se aseguró que nuestra casa estuviera como si fuese un barco de la marina. Estableció reglas duras para asegurarse que su hija fuera honrada. Nunca olvidaré el día cuando llevé a Gary a que conociera a mis padres; yo tenía diecinueve años. Le dije a mi padre que iba a ir a la iglesia sola aquella tarde. Él estaba caminando por la sala de estar cuando escuchó eso, y mi proclamación de independencia le hizo detenerse ahí mismo. Miró a Gary y dijo: -Ninguna hija mía va a la iglesia sola.- Sin tener dónde esconderse, Gary se ofreció no de muy buena gana. Ese era el

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último lugar al cual él quería ir. Papá hizo que Gary fuera a la iglesia, y Dios hizo el resto. Esa noche observé y escuché cómo Gary supo por primera vez del amor incondicional de nuestro Padre celestial. La mayoría de las personas se asustaban del lado duro de mi papá, pero yo podía ver más allá, podía ver su maravilloso y tierno corazón. Él todavía es uno de mis héroes. Un matrimonio maravilloso no es un sueño; es una elección. El satisfacer las necesidades de amor de su esposo no es una opción; es un deber. Es decidir juntos que a partir de este día, su relación habrá de cambiar. Es decidir satisfacer estas cinco necesidades de amor principales e ir más allá de éstas, hasta completar la lista. Pero por sobre todo, un matrimonio maravilloso consiste en un comprometido equipo de tres personas. Cuando usted y su esposo conocen a Dios y le colocan en primer lugar en todo lo que hacen, él promete bendecir su matrimonio. Gary y yo nos esforzaremos por satisfacer nuestras necesidades mutuas de amor, y procuraremos tener un matrimonio maravilloso, y a medida que lo hacemos, oro por verle a usted junto a nosotros, procurando lo mismo para el suyo. 1

Dan B. Allender, The Wounded Heart: Hope for Adult Victims of Childhood Sexual Abuse (Colorado Springs, Colo.: NavPress, 1990); y Diane Mandt Langberg, On the Threshold of Hope: Opening the Door to Hope and Healing for Survivors of Sexual Abuse (Wheaton, Ill.: Tyndale, 1999).

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APÉNDICE Los resultados aquí mostrados representan la información categórica que surgió de nuestra encuesta a 700 parejas en 8 ciudades. A cada esposo y esposa le dimos una lista con 20 necesidades y les pedimos que las ordenaran de acuerdo a su importancia. Necesidades de los esposos 1. Amor y aceptación incondicional 2. Intimidad sexual 3. Compañerismo 4. Aliento y afirmación 5. Intimidad espiritual 6. Confianza 7. Honestidad y franqueza 8. Comunicación e intimidad emocional 9. Relaciones familiares 10.

Ser deseado

11.

Apoyo en la profesión

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Proveer y proteger

13.

Tiempo personal

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Compresión y empatía

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15.

Admiración

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Seguridad y estabilidad

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Importancia

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Romance

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Apoyo en actividades domésticas

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Contacto físico no sexual

Necesidades de las esposas 1. Amor y aceptación incondicional 2. Comunicación e intimidad emocional 3. Intimidad espiritual 4. Aliento y afirmación 5. Compañerismo 6. Relaciones familiares 7. Honestidad y franqueza 8. Contacto físico no sexual 9. Seguridad y estabilidad 10.

Romance

11.

Confianza

12.

Comprensión y empatía

13.

Intimidad sexual

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Tiempo personal

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15.

Ser deseada

16.

Apoyo en actividades domésticas

17.

Proveer y proteger

18.

Importancia

19.

Admiración

20.

Apoyo en la profesión

LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR. 1- Palabras de afirmación. 2- Tiempo de calidad. 3- Recibiendo regalos. 4- Actos de servicio. 5- Toque físico. Lenguaje Nº l: Palabras de afirmación. Una manera de expresar amor es utilizar palabras que edifiquen. Los cumplidos verbales por palabras de aprecio son poderosos comunicadores de amor. Se expresan mejor en afirmaciones directas y simples tales como: - Te ves muy bien con ese vestido. - ¡Siempre luces muy bonita con ese vestido.! Estas linda. - Eres la mejor cocinera del mundo. EL PROPÓSITO DEL AMOR NO ES LOGRAR ALGO QUE USTED QUIERE SINO HACER ALGO POR EL BIENESTAR DE LA PERSONA QUE AMA. SIN EMBARGO, ES UN HECHO QUE CUANDO RECIBIMOS PALABRAS ESTIMULANTES NOS SENTIMOS MUCHO MAS GUSTOSAMENTE MOTIVADOS PARA RETRIBUIR.

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Los cumplidos verbales son muchos mas grandes motivadores que las palabras de regaño. PALABRAS DE ÁNIMO: La expresión de ánimo significa “inspirar valor”. Todos nosotros tenemos aspectos en lo que nos sentimos inseguros. Nos falta valor, y esa falta de valor a menudo nos impide hacer las cosas positivas que nos gustaría hacer. EL ANIMAR REQUIERE SIMPATIZAR Y VER EL MUNDO DESDE LA PERSPECTIVA DE SU CÓNYUGE. DEBEMOS PRIMERO SABER QUE ES LO IMPORTANTE PARA NUESTRO CÓNYUGE. La mayoría de nosotros tenemos más potencial del que nunca desarrollaremos. Lo que nos detiene es a menudo la falta de valor. Un cónyuge amante puede suministrar todos los catalizadores importantes. Por supuesto, la palabras animadoras pueden ser difíciles de expresar. Puede ser que no sea su lenguaje principal del amor. Puede costarle un gran esfuerzo aprender este segundo lenguaje. Así será especialmente si usted tiene una manera crítica y condenatoria pero le aseguro que vale la pena el esfuerzo. PALABRAS AMABLES El amor es bondad. Por tanto si vamos a comunicar amor verbalmente, debemos usar palabras bondadosas. Eso tiene que ver con la manera en que hablamos. La misma frase puede tener dos significados diferentes, dependiendo de como la diga. La declaración “te quiero” dicho con bondad y ternura puede ser una genuina expresión de amor. Pero que pasa con la frase: “¿te quiero?” los signos de admiración cambian el sentido de estas dos palabras. A veces nuestras palabras dicen una cosa, pero el tono de la voz dice otra. La manera en que hablamos es absolutamente importante, un antiguo sabio dejo una vez: “la suave respuesta quita la ira”. El amor no guarda un pontaje de errores. El amor no revive los fracasos pasados. Ninguno de nosotros es perfecto; en el matrimonio no siempre hacemos lo mejor o lo que es justo. A veces hemos hecho o dicho, cosas hirientes a nuestro cónyuge. Si escojo la condena y trato de pagarle de la misma manera o hacer que pague por su error, me estoy haciendo el juez y haciendo de ella la malvada. La intimidad se vuelve imposible. Sin embargo, si escojo perdonar, la intimidad puede restaurarse. El perdón es la forma del amor.

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SI VAMOS A DISFRUTAR DE UNA RELACIÓN INTIMA, NECESITAMOS CONOCER LOS DESEOS DE CADA UNO. SI QUEREMOS AMARNOS EL UNO AL OTRO, NECESITAMOS CONOCER LO QUE LA OTRA PERSONA QUIERE. Perdonar es una expresión de amor, “ te quiero, me importas y decido perdonarte aunque mis sentimientos y heridas no desaparezcan todavía, no permitiré que lo que ha pasado se interponga entre nosotros. No eres un fracasado porque hayas fracasado. Eres mi cónyuge y seguiremos juntos de aquí en adelante.” Esas son palabras de afirmación expresadas en el dialecto de las palabras amables. PALABRAS HUMILDES: El amor hace peticiones, no demandas. Cuando demando cosas de mi cónyuge, llevó a ser un padre y el un hijo. Si vamos a tener una relación íntima, necesitamos conocer los deseos de cada uno. Si queremos amarnos el uno al otro necesitamos conocer lo que la otra persona quiere. La manera en que expresamos esos deseos sin embargo, es absolutamente importante. Ejemplo: Pero la esposa que dice: si no limpias esas canaletas pronto van a hacer caer la casa. ¡Ya hay árboles creciendo en ellos! Ella ha dejado de amar y se ha convertido en una madre dominante. Cuando hace una petición a su cónyuge, usted está afirmando su valor y capacidad. Cuando usted hace demandas, ya no es un amante, sino un tirano. Su cónyuge no se sentirá afirmado sino ha empequeñecido. Saber que mi cónyuge me ama lo suficiente a responder a una de mis peticiones me comunica emocionalmente que se preocupa de mi que me respeta, que me admira, y que quiere hacer algo que me agrade. Así, una petición crea la posibilidad de una expresión de amor, mientras que una demanda ahoga esa posibilidad. VARIOS DIALECTOS Las palabras de afirmación son uno de los lenguajes básicos del amor. Si usted no es un hombre o mujer de palabras, si ese no es su lenguaje principal de amor pero que cree que puede ser el lenguaje principal de su cónyuge, permítame sugerirle que lleve una libreta de notas tituladas: Palabras de Afirmación. El lenguaje de amor de una persona no es necesariamente el lenguaje de amor de otra. Lenguaje Nº 2: TIEMPO DE CALIDAD.

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UN ASPECTO CENTRAL DEL TIEMPO DE CALIDAD ES LA UNIÓN. NO ME REFIERO SOLAMENTE A LA PROXIMIDAD... UNIÓN TIENE QUE VER CON UNA ATENCIÓN COMPLETA ENTRE LOS DOS. UNIÓN: Dos personas en la misma habitación están en estrecha intimidad, pero no quiere decir que estén necesariamente juntos. La unión tiene que ver con una atención completa entre los dos. Tiempo de calidad no significa nuestros momentos juntos contemplándonos a los ojos; significa que estamos haciendo algo juntos y que vamos a dar toda nuestra atención a la otra persona. CONVERSACIÓN DE CALIDAD: La conversión de calidad es bastante diferente del primer lenguaje de amor. Las palabras de afirmación se concentran en lo que estamos diciendo, mientras que la conversación de calidad se concentra en lo que estamos oyendo. MUCHOS DE NOSOTROS ESTAMOS ENTRENADOS PARA ANALIZAR PROBLEMAS Y BUSCAR SOLUCIONES. OLVIDAMOS QUE EL MATRIMONIO ES UNA RELACIÓN, NO UN PROYECTO PARA SER COMPLETADO NI UN PROBLEMA PARA SER RESUELTO. Cosas importantes para desarrollar el arte de escuchar. Mantenga contacto visual cuando su cónyuge habla. Eso impide que su mente se distraiga y le asegura que tiene toda su atención. No escuche a su cónyuge y haga algo más al mismo tiempo. Recuerde: el tiempo de calidad da a alguien su atención total. Escuche los sentimientos. Pregúntese: ¿que emociones está experimentando mi pareja? Cuando piense que tiene la respuesta verifique la respuesta. Observe el lenguaje del cuerpo. Puños apretados, manos temblorosas, lágrimas, seña frucisos, movimiento de los ojos, pueden darse indicio que está sintiendo el otro. A veces el lenguaje del cuerpo habla un mensaje, mientras las palabras hablan otro. Rehuse interrumpir. Si yo le doy a usted mi total atención mientras habla debo refrenar de defenderme o hacer acusaciones. O de declarar dogmáticamente mi posición. APRENDER A CONVERSAR. SI NECESITA APRENDER EL LENGUAJE DE CONVERSACIÓN DE CALIDAD, COMIENCE NOTANDO LAS EMOCIONES QUE SIENTE CUANDO ESTÁ LEJOS DE CASA.

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TIPOS DE PERSONALIDAD. Los tipos básicos de personalidad son los siguientes: Mar muerto. El está contento de no hablar. El arroyo rumuroso. Lo que quiera que entra por la puerta del ojo y por la del oído sale por la puerta de la boca, y rara vez hay más de 60 segundos entre los dos. Muchas veces UN MAR MUERTO se casa con un ARROYO RUMUROSO. Eso sucede porque cuando son novios forman una pareja muy atractiva. ACTIVIDAD DE CALIDAD UNO DE LAS CONSECUENCIAS DE LAS ACTIVIDADES ES QUE PROVEE UN BANCO DE RECUERDOS DEL CUAL TOMAR EN LOS PRÓXIMOS AÑOS. Lenguaje Nº 3. RECIBIR REGALOS Se revisaron los patrones culturales del amor y el matrimonio, y se descubrió que en todas las culturas, el dar regalos es una parte del proceso amor-matrimonio. Los regalos son símbolos visuales del amor. La mayoría de las ceremonias de bodas incluyen el dar y recibir anillos. Las personas que celebran las ceremonias dicen : “ estos anillos son símbolos espirituales y visibles de un lazo espiritual que unen sus dos corazones en un amor que no tiene final. Los símbolos visuales del amor son muy importantes para una personas que para otras. Se recibir regalos es mi lenguajes principal de amor, daré gran valor al anillo que ella me ha dado y lo usaré con gran orgullo. SI EL LENGUAJE PRINCIPAL DE AMOR DE UN CÓNYUGE ES RECIBIR REGALOS, USTED PUEDE SER UN EXCELENTE DADOR, PORQUE ESTE ES UNO DE LOS LENGUAJES DE AMOR MAS FÁCILES DE APRENDER. REGALOS Y DINERO Si usted va a ser un efectivo dador de regalos, usted tiene que cambiar su actitud en relación con el dinero. Cada uno de nosotros tiene una percepción, individualizada, de los propósitos del dinero y tenemos diferentes emociones con asociarla con el gastarlo. EL REGALO DE UNO MISMO. LA PRESENCIA FÍSICA EN EL MOMENTO CRÍTICO ES EL REGALO MÁS PODEROSO QUE USTED PUEDA DAR, SI EL LENGUAJE PRINCIPAL DE AMOR ES RECIBIR REGALOS.

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Lenguaje Nº 4: ACTOS DE SERVICIO Por actos de servicio quiere decir hacer cosas que usted sabe que a su cónyuge le gusta que usted haga. Usted busca agradarlo sirviéndolo, para expresar su amor por él y haciendo cosas para él. Tales acciones, como cocinar, limpiar su cómoda, quitar las manchas de un espejo, sacar las basura, cambiara los pañales del niño, pintar el dormitorio, todos son actos de servicio. Requieren pensamiento, planificación, tiempo, esfuerzo y energía. si se hacen con un espíritu positivo, son en verdad expresiones de amor. Jesucristo dio una simple pero profunda ilustración de la expresión del amor por medio de un acto de servicio cuando lavó los pies de sus discípulos. LAS PETICIONES DAN DIRECCIÓN AL AMOR, PERO LAS DEMANDAS DETIENEN EL FLUJO DEL AMOR. LO QUE HAREMOS POR CADA UNO ANTES DEL MATRIMONIO NO ES UNA INDICACIÓN DE LO QUE HAREMOS DESPUÉS DEL MATRIMONIO. Antes de casarnos somos empujados por la fuerza de la obsesión del enamoramiento .Después volvemos a ser lo que éramos antes de enamorarnos. Nuestras acciones son influidas por el modelo de nuestros padres, por nuestra propia personalidad, nuestra percepción del amor ,nuestras emociones, necesidades y deseos. Solamente es cierta en relación con nuestra conducta: no era la misma conducta que teníamos cuando estabamos atrapados por el enamoramiento. Las críticas y las demandas tienen las tendencias al llevarnos a los extremos. Con suficiente crítica usted puede conseguir que su cónyuge haga algo que usted quiere, pero no lo hará como expresión de amor. Hay una tercera verdad que solo el amante maduro puede oír. La crítica de mi cónyuge en relación con mi conducta me da el indicio mas claro de cual es su lenguaje principal de amor. Las personas tienden a criticar más a su cónyuge en el área en la que ellas tienen la necesidad más grande. Su crítica es una forma inefectiva de pedir amor. SI ENTENDEMOS ESO, PUEDE AYUDARNOS A PROCESAR UNA CRÍTICA

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DE UNA MANGUERA MÁS PRODUCTIVA. Iniciar una conversación puede cambiar la crítica en una petición, en lugar de quedar como una demanda. ¿Monigote? Un monigote es un objeto inanimado. Pero hacer lo que quiera con él. Puede ser su siervo pero no su compañero. Cuando tratamos a nuestros cónyuges como objetos, descartamos la posibilidad del amor. Dejar que otros nos manipulen no es un acto de amor. En realidad es un acto de traición. El amor dice: Te amo demasiado para permitir que me trates de esa manera. No es bueno para ti ni para mí. Lenguaje Nº 5: TOQUE FÍSICO. Hemos sabido desde siempre que el contacto físico es una manera de comunicar amor. Los niños cuando son tenidos en los brazos, abrazados y besados desarrollan una vida emocional más saludable que los que son dejados solos por largo tiempo sin contacto físico. El contacto físico es un importante vehículo para comunicar el amor marital. Tenerse de las manos, besarse, abrazarse y tener relaciones sexuales son los medios de comunicar el amor de su cónyuge. Para algunos individuos, el contacto físico es su lenguaje amoroso principal. Sin eso no se sienten amados. Con eso su tanque emocional esta lleno y se sienten seguros del amor de su cónyuge. La relación sexual, sin embargo, es sólo uno de los dialectos en el lenguaje amoroso del toque físico. Algunas partes son más sensibles que otras. La punta de la lengua es altamente sensible al tacto, mientras que la espalda o los hombros son menos sensibles. La punta de los dedos o la punta de la nariz son áreas extremadamente sensibles. EL CONTACTO FÍSICO PUEDE PRODUCIR O ROMPER UNA RELACIÓN. PUEDE COMUNICAR ODIO O AMOR. Para la persona cuyo lenguaje principal del amor es el toque físico, el mensaje sonará más alto que las palabras: Te odio o Te amo. En el matrimonio, el contacto de amor puede tomar muchas formas. El tocar cariñosamente a su cónyuge casi en todo el cuerpo puede ser una expresión de amor. Algunos traerán más placer que otros ,su mejor instructor es su cónyuge. Si la relación sexual es el dialecto principal de su compañero ,leer y aprender sobre el arte del amor sexual mejorará su expresión de amor. El tocarse es importante para quien tiene este tipo de lenguaje de amor, debe descubrir nuevas maneras y lugares para el contacto físico o las caricias puede ser este un desafío emocional. pruebe nuevos toques en nuevos lugares y deje que su cónyuge le haga saber

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si los encuentra agradables o no. Recuerde su cónyuge tiene la palabra final. Usted está aprendiendo a hablar su lenguaje. EL CUERPO ES PARA TOCARLO. Todo lo que hay en mí está en mi cuerpo. Alejarse de mi cuerpo es alejarse de mí. Cuando en raras ocasiones un hombre rehusa dar la mano a otra persona ,comunica un mensaje de que las cosas no están bien en su persona. Dentro del matrimonio lo que es apropiado o inapropiado en cuanto al contacto físico está de terminado por la pareja. SI EL LENGUAJE PRINCIPAL DE AMOR DE SU CÓNYUGE ES EL CONTACTO FÍSICO, NADA ES MÁS IMPORTANTE QUE TENERLA ENTRE LOS BRAZOS CUANDO LLORA. Crisis y contacto físico. En un tiempo de crisis, nos abrazamos el uno al otro. ¿Por que? Porque el contacto físico es un poderoso comunicador de amor. Las crisis dan oportunidad única de expresar amor. Sus tiernas caricias se recordarán mucho tiempo después que la crisis haya pasado. LA MAYORÍA DE LOS PROBLEMAS SEXUALES EN EL MATRIMONIO TIENEN POCO QUE VER CON LAS TÉCNICAS FÍSICAS, PERO MUCHO CON LA SATISFACCIÓN DE LAS NECESIDADES EMOCIONALES. DEDIQUE TIEMPO PARA ESCRIBIR LO QUE CREE QUE ES SU PRINCIPAL LENGUAJE DE AMOR. ENTONCES ENUMERE LOS OTROS CUATRO EN ORDEN DE IMPORTANCIA. Formas de descubrir su lenguaje de amor principal : 1-¿Que cosa de su cónyuge hace o deja de hacer le duele más profundamente? Lo opuesto de lo que le duele más es probablemente su lenguaje de amor. 2- ¿Que es lo que más a menudo ha pedido de su cónyuge? Lo que más a pedido es ,probablemente, lo que lo haría sentir más amado. 3- ¿En qué manera expresa, por lo general, su amor a su cónyuge? Su método de expresar a amor puede ser una indicación de que eso también lo haría a usted mismo sentir amado. SI DOS LENGUAJES LE PARECEN LOS PRINCIPALES ,SI AMBOS LE HABLAN ALTO, ENTONCES TAL VEZ USTED ES “BILINGÜE”. Dos clases de personas pueden tener dificultades en descubrir su lenguaje principal de amor. La primera es el individuo cuyo tanque emocional de amor ha estado lleno por algún tiempo .Su cónyuge le ha expresado amor de varias maneras y ella no esta seguro de cuáles lo hacen sentir más amado. La segunda es el individuo cuyo tanque de

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amor esta vacío por algún tiempo, y que no recuerda que lo hace sentir amado. Juegue este juego de amor. El juego se llama:” medir el tanque” y se juega así :cuando llega a casa, uno de ustedes de dice al otro: en una escala de 0 a 10, ¿Como está tu tanque de amor esta noche? Cero significa vacío, y diez significa “estoy lleno de amor y no puedo más”. Usted lee su propio tanque de amor -l0, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, ó 0indicando cuán lleno está. Su cónyuge dice: ¿Que podría hacer para llenarlo? LLENAR LA NECESIDAD DE AMOR DE MI ESPOSA ES UNA DECISIÓN QUE TOMO CADA DÍA. SI SE CUÁL ES SU LENGUAJE PRINCIPAL DE AMOR Y DECIDO HABLARLO, SUS NECESIDADES MÁS PROFUNDAS SERÁN SATISFECHAS Y ELLA SE SENTIRÁ SEGURA DE MI AMOR. CUANDO UNA ACCIÓN NO ES ALGO NATURAL PARA USTED, ES UNA EXPRESIÓN DE AMOR. CUANDO EL TANQUE EMOCIONAL NO ESTÁ LLENO...NO SENTIMOS AMOR HACIA NUESTRO CÓNYUGE ,SINO QUE SIMPLEMENTE EXPERIMENTAMOS VACÍO Y DOLOR. MANIFESTAR SENTIMIENTOS QUE NO TIENEN ES HIPOCRESÍA ...PERO UN ACTO DE AMOR PARA BENEFICIO O AGRADO DE LA OTRA PERSONA ,ES SENCILLAMENTE UNA DECISIÓN. TAL VEZ USTED NECESITA UN MILAGRO EN SU MATRIMONIO .¿POR QUÉ NO ENSAYAR TODO ESTE GRAN EXPERIMENTO? Los niños y los lenguajes de amor. ¿POR QUÉ ES QUE CUANDO EL NIÑO CRECE, NUESTRAS “PALABRAS DE AFIRMACIÓN” SE CONVIERTEN EN PALABRAS DE ACUSACIÓN? OBSERVE A SUS NIÑOS. MIRE CÓMO EXPRESAN SU AMOR A OTROS. ESA ES UNA PISTA PARA DESCRIBIR SU LENGUAJE DE AMOR.

CONCLUSIÓN: El propósito de este estudio es tratar de restablecer los matrimonios que están a punto de destruirse. Si usted lee en este momento todo este estudio pídale a Dios que lo ayude a conocer el lenguaje de amor

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de su cónyuge, y también dígale a su compañera(o)como puede llenar su tanque de amor y convierta su respuesta en un reto para su vida. Estamos seguro que la felicidad, el cariño y el AMOR volverán a florecer como florece un hermoso jardín bien cuidado. Damos gracia a nuestro Padre, el único y soberano Dios creador de la pareja y el matrimonio. Él con su gran amor eterno y perfecto nos quiere ayudar a amar como el nos amó a través de nuestro amado Señor Jesucristo, a el sea la gloria y la honra por los siglos de los siglos. AMEN.

BIBLIOGRAFÍA Los cinco lenguajes del amor (como expresar devoción sincera a su cónyuge) AUTOR: Gary Chapman.

La Comunicación en la Familia: un Carril de Tres Vías Henry David Thoreau, quien vivía solitario en Maine, un día notó que su lugar de retiro estaba siendo invadido por un grupo de obreros. Cuando investigó quienes eran aquellos extraños, descubrió que estaban colocando algunos alambres que formaban parte de un novedoso invento llamado “telégrafo”. -

¿No ha escuchado las noticias? – Preguntó uno de los obreros a Thoreau-. ¡Han inventado el telégrafo¡ ¡Ahora la gente de la Florida puede comunicarse instantáneamente con la gente en Maine¡ ¡Qué maravilloso! - respondió Thoreau. Pero entonces al reflexionar preguntó: ¿Pero qué pasa si la gente en Florida no tiene nada que decir a la gente en Maine?

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Por una mala comunicación se echaron a perder importantes relaciones. Se desataron guerras. No prosperaron empresas, se dividieron iglesias y se destruyeron muchísimos hogares. El diccionario define la comunicación como “el arte de corresponder”, o “lo que une una cosa con otra”; mientras que para Jean Lacroix, hablando de la comunicación, “el diálogo es la vida misma y el monólogo, la muerte”. Para que exista comunicación debe haber un emisor, quien emite el mensaje, un receptor, quien recibe el mensaje y un mensaje. En este proceso hay varias vías que intervienen. Veamos tres de ellas:

Primera vía: El Lenguaje. “Emplea el lenguaje que quieras y nunca podrás expresar sino lo que eres”, Emerson. El salmista dice: “Cuidaré mis caminos” (Salmo 39:1). ¿Es el camino de la comunicación el que merece mayor atención que otros caminos?. Comunicarnos merece dedicación y esfuerzo. Hay una materia universitaria que se llama “Ciencia de la Comunicación”. ¿Qué quiere decir esto?. Que como ciencia cuenta con elementos exactos que pueden tabularse y medirse. ¿No decimos acaso, cuando el ambiente es hostil, que estaba espeso, o que se podía cortar con un cuchillo?. O también utilizamos expresiones descriptivas como que hay un gran abismo que nos separa, o una gran pared, cuando no podemos comunicarnos con otros. Reconozcamos que a veces construimos más muros y no suficientes puentes para comunicarnos. Para algunos somos como extraños y advenedizos. El apóstol Pablo los llama extranjeros: “Por eso, si yo desconozco el significado del idioma, seré como extranjero al que habla y el que habla será como extranjero para mí” (la. Cor 14: 11). Por lo tanto no es tiempo perdido dedicarse al estudio de la comunicación. Como seres gregarios, tenemos que superar las barreras para tener comunión con otros. Entonces la comunicación es una “ciencia” y no “arte”; lo primero sugiere “instrucción”, lo segundo “inspiración”.

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Lo primero es algo que se puede aprender, lo segundo, algo que se nos puede ocurrir. Como ciencia existe parámetros a descubrir, como arte solo creación. Nadie es tan autosuficiente que no necesite de otros ni está tan solo que no pueda comunicarse. Por varias razones podemos afirmar que todos podemos lograr la comunicación: Primera, porque no estamos solos. Dondequiera que vayamos la gente siempre nos acompañará. Aunque algunos ignorando esto han preferido la comunicación con las plantas o los animales, aduciendo que esta era una relación menos riesgosa. Como alguien dijo: “No te exigen nada a cambio”. O como advirtió Amado Nervo: “Buenas noches vanidad; es tarde... mi puerta cierro. Yo estoy - ¡cosas de la edad!- muy bien en mi soledad, con Dios, un libro y un perro”. Segunda, porque tenemos vínculos sociales. Algunos reciben de nosotros y otros nos dan. Este juego debe tener equilibrio. El extremo de querer solo recibir es enfermizo, también lo es el no querer recibir nada de nadie. Vale el ejemplo del Señor Jesús. Nunca esperó nada a cambio, sino que se entregó por amor. Y El fue quien dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35). Siguiendo esta misma idea, San Agustín dijo: “Bienaventurados quienes saben dar sin recordarlo y recibir sin olvidarlo”. Una buena conclusión debiera ser: “Dependientes absolutamente de Dios para poder dar, e independientes absolutamente para esperar recibir”. Y tercera, porque Dios nos dio el ejemplo al querer reconciliarse con la raza humana y mantener el vínculo de comunión que nunca debió perderse. Las tres formas fundamentales del lenguaje son las palabras, el silencio y los gestos. Un individuo entró en una florería en donde se leía: “Dígalo con flores”. Inmediatamente, motivado por la frase pidió una rosa. ¿Nada más que una? Preguntó la vendedora. “Si nada más que una, porque soy una persona de pocas palabras”. Esto es exagerado pero es cierto que debemos ser controlados en el hablar. ¿Por qué? Porque nuestras palabras tienen peso social. Si no, considere lo que dijo Job: “¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma y me trituraréis con palabras?”. (Job 19:1). Esto dice que nuestras palabras pueden dar vida o muerte. Confucio dijo: “Te aplastaré con el peso de mi lengua.” Con las palabras mentimos, exageramos, ofendemos, insultamos y también decimos la verdad. Dumas dijo: “Por bien que

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uno hable, si habla en demasía, acabará diciendo una necedad”. Y Salomón advierte que en las muchas palabras no falta pecado (Proverbios 10:19). En esta ciencia también es importante el silencio. El Salmo 39:2 dice: “Enmudecí, quedé en silencio”. Carlyle dijo: “No hables hasta que tengas algo que decir”. Y Pitaco de Mitilene agregó: “No sabe hablar el que no sabe callar.” La lección aquí es que a veces uno se arrepiente de haber hablado y muy pocas veces de haber callado; porque somos esclavos de lo que decimos y dueños de lo que callamos. Por ello, ¡cuidado, no te enlaces con las palabras de tu boca, calla a tiempo! También los gestos y las expresiones hablan por sí mismos. Los sentimientos entran en juego en la comunicación. Nadie puede evitar mostrar por medio de gestos sus diferentes estados de ánimo. Los gestos son importantes y forman parte del lenguaje. A veces con las palabras decimos ¡sí!, pero con el gesto decimos no. Por ejemplo, dicen que el ceño fruncido habla de desconfianza, autodefensa e inseguridad personal. Los gestos del cuerpo muestran aspectos importantes del carácter. Por ejemplo, los gestos de las manos hablan por sí solos o refuerzan lo que decimos: “¿qué te pasa?” o “No”, o “te voy a dar”, o “vete” y otros. Dijo Marco Aurelio: “Tu discurso está escrito en tu frente; lo he leído antes de que hables.” Segunda vía: El Argumento. “Los altavoces refuerzan la voz pero no los argumentos”, Hans Kaspar.

En la comunicación podemos agrupar los argumentos en tres fuentes comunes, y debemos utilizarlos todos. En Eclesiastés 3 se menciona que hay tiempo para todo en la vida. Tiempo para hablar de economía, de trivialidades y de sentimientos. ¿A qué nos referimos con cada uno de ellos? Veamos el primero: Tiempo para hablar de economía: Aquí entra el presupuesto de la familia y los gastos, también los ingresos y egresos propios de la familia y todo lo que tiene que ver con los aspectos administrativos y prácticos del manejo del hogar. Esta conversación no debe ser tensa y por más que los recursos sean escasos, nunca se debe perder la esperanza en la provisión de Dios. Hay razones para creerlo. Así dice el salmista: “Yo he sido joven y he envejecido; pero no he visto a un justo desamparado, ni a sus descendientes mendigando pan” (Salmos 37: 25).

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Tiempo para hablar de asuntos triviales. ¿A qué nos referimos con esto? Cuando la familia es monotemática se aburre. La distracción, el esparcimiento, la recreación también deben estar presentes en las conversaciones. En muchos hogares las conversaciones siempre tienen un propósito. Como si no se permitiera o fuese pecado, hablar de asuntos livianos, alegres, que no son tan importantes. Si la gente sólo hablara cuando tuviera algo específico que acordar, el ser humano perdería muy pronto el uso del lenguaje. Me temo que muchos por vivir en crisis se han olvidado de vivir en Cristo y han entrado en el afán de este siglo corriendo de un lado para otro sin detenerse en las cosas más sencillas, más triviales, que también son realidades que enriquecen. ¿Por qué dejarnos llevar por la corriente de este tiempo? ¿No ha hecho Dios todo hermoso para que disfrutemos? Le seguro que hay muchas cosas que son valiosas y necesarias para la salud interna de la familia, no nos limitemos. Anímese a conversar de todo, porque de todo se saca provecho. No menosprecie los temas simples, de ellos también se sacan lecciones importantes. Por último, tiempo para hablar de los sentimientos. Las personas no pueden vivir sin el lenguaje cálido de los sentimientos. Y el amor es más que un simple sentimiento. Es una emoción profunda que nos hace vivir diferentes sensaciones. Algunos lo expresan con gran naturalidad, otros con gran alegría y otros con lágrimas. El asunto es que debemos invertir tiempo, palabras y gestos en comunicarnos unos a otros los sentimientos que tenemos. El amor nos alienta, nos confirma y nos ayuda a vivir satisfechos. Triste será que carguemos con culpas, después de una separación definitiva, por cosas que debiéramos haber dicho y no dijimos. Ese es el lamento más común que se escucha en muchos velatorios. Tercera vía: El Sentido. “Amar no es mirarse el uno al otro, es mirar juntos en la misma dirección”, Antoine de Saint Exupéry.

Estas son algunas de las figuras que debemos tomar en cuenta en la comunicación. Nuestras relaciones pueden representarse con dos líneas paralelas: Esto significa que puede haber competencia, puede haber trueque. Son dos individualidades que permanentemente se miran a distancia. Establecen reglas de juego que a ambos le convienen y siempre ponen en primer lugar no perder su

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individualidad. Hay ciertos límites en la relación y todo lo que hacen y proponen va en direcciones paralelas. Entonces el hogar tiene dos cabezas y dos objetivos direccionales. Si no se satisfacen ambos, no hay buena comunicación sino ruptura inminente. Pero también nuestras relaciones pueden representarse con dos líneas que se encuentras. Exactamente como propone Clinebell Charlotte Holt en su libro “Encontrándonos a mitad del camino”. “La filosofía „iguales pero distintos‟ dice simplemente que en lo que concierne a mérito y oportunidad, encontrarse a mitad de camino es la única manera en la que podemos ser plenamente humanos juntos.” A simple vista parece que esta es la forma de comunicación ideal, de hecho parece que muchos la practican. Sin embargo, esta actitud indica que se quiere recibir lo mismo que se da. Es como que los cónyuges observan y determinan el equilibrio. Es como que el límite lo ponen de común acuerdo. Pero cuidado con pasarse de la línea divisoria. O de que falte algo para colmar la medida. Hay una tensión constante y todo se resuelve por pactos, convenios y acuerdos. Pero ¿dónde queda el amor ágape que todo lo espera, que todo lo sufre, que todo lo soporta, que todo lo da? (1ª. Co. 13). No es mejor practicar la Regla de Oro, o ser bienaventurados por dar sin esperar recibir? Puede representarse con dos líneas confundidas en una. Esta figura significa “comunicación perfecta”. Ensamble correcto. Es lo que la Biblia demanda de los cónyuges: “que sean una sola carne”. Este sentido sugiere a ambas personas que han llegado a establecer un alto grado de simbiosis. Habla también de la comunicación que debe existir en el hogar. Que no se da sólo en el vínculo sexual, sino por medio de un intercambio en todos los aspectos de la vida. La comunicación, entonces, debe ser un afán constante en las vidas de todos nosotros. Especialmente dentro de nuestras familias, porque allí la comunicación nos dará esa comunión a la que todos aspiramos.

Jorge Ovando Fuente: Revista el Hogar Cristiano. Tomo XLIV No. 2. , Abril- Junio 2000. P. 4 – 6.

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No es fácil ser una mujer cristiana, sobre todo hoy. Tenemos más posibilidades que las que tuvieron nuestras madres. Se nos ofrecen libertades que nuestras madres nunca disfrutaron. Y podemos tomar decisiones que no eran siquiera opciones para las mujeres de otras épocas. La vida está llena de opciones. Tenemos que escoger, pero, ¿cómo podemos escoger bien? Debemos acudir a la Palabra de Dios para obtener ayuda y tomar decisiones sabias. En ella podemos aprender por precepto y por ejemplo. En las páginas siguientes estudiaremos a dos mujeres de la Biblia que tuvieron que luchar con problemas, a veces diferentes de los nuestros, pero sorprendentemente similares a los que tenemos hoy. Y al estudiar a estas mujeres de la vida real y las decisiones que tomaron, encontraremos principios que nos ayudarán a encontrar las respuestas que buscamos.

Cuando hablamos del matrimonio, es bueno regresar al comienzo mismo, donde empezó todo: «Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él» (Gn. 2:18). Una vez hecho eso, el autor del Génesis nos dice: «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne» (v.24). Seguro recuerda la historia. Adán estaba solo y Dios dijo: «No es bueno.» Para que Adán fuese totalmente consciente de lo solo que se encontraba, Dios organizó un desfile de todos los animales para que pasaran frente al único ser humano que

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había en la tierra y le recordasen que él no tenía contraparte en el universo. Adán necesitaba alguien con quien compartir la vida. Él fue creado para tener una relación. Solo, Adán era solamente la mitad de la historia. Por eso Dios creó a Eva y se la llevó. Entonces todas las piezas quedaron en su debido lugar para formar un matrimonio magnífico. El hombre y la mujer tenían una situación ideal. Fueron creados a la imagen de Dios y Él los colocó en un jardín donde tenían un trabajo desafiante que hacer, sin fatiga ni tensiones. Pero ya sabe lo que pasó después. Pasó algo que tuvo que ver con un mandato de Dios, un pedazo de fruta y una decisión. De esa decisión surgió la alienación: alienación de Dios el Creador; alienación de la naturaleza, que ahora los gobernaría a ellos, los fatigaría y a la larga los absorbería; alienación mutua porque la confianza dio paso a la culpa, y la igualdad, a la jerarquía; y finalmente, una alienación interna porque cada uno de ellos se convirtió en una guerra civil ambulante. Estaban divididos entre sus esperanzas y sus temores, y vacilaban entre su necesidad fundamental de relacionarse y su resentimiento por tener que pagar el costo de esa relación. Se habían convertido en personas imperfectas que vivían en un mundo caído.

¿Alguna vez ha caminado por una calle mirando todas las casas y se ha preguntado cómo se llevan las personas que viven en ella? ¿O ha mirado a una mujer que se sienta frente a usted en la iglesia y pensado: «¡Caray! Ella sí que lo tiene todo en la vida. Su esposo, cristiano y bien parecido, es un líder en la

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iglesia y la trata como a una reina. Sus hijos son obedientes y no parecen darle problemas nunca. Tienen suficiente dinero para hacer lo que quieran y para ir a donde quieran. Me pregunto qué se siente al formar parte de una familia cristiana tan perfecta.» A veces miramos a los que nos rodean y nos permitimos autocompadecernos pensando cuánto mejor que nosotros viven otras personas. Ese es el problema de juzgar por las apariencias. Lo que sucede detrás de las puertas de un hogar cristiano puede ser bien diferente de lo que debería suceder en una familia. La familia «demasiado perfecta» del banco de enfrente podría ser cualquier cosa menos perfecta. Hace algunos años participé como oradora en un retiro para damas. Las damas pertenecían a una iglesia más bien estricta donde todo el mundo sabía exactamente cómo ponerle el palito a la «t» y los puntos a las íes. Llenaban sus libretas aparentando escribir todo lo que yo decía. Pero me preguntaba si alguna de ellas era genuina. Un sábado en la noche, después de mi tercera charla, llegó la respuesta. Se me acercaron tres mujeres después del culto. Cada una de ellas tenía básicamente la misma historia que contar. Contaré sólo una de ellas: Cuando caminó hacia mí era evidente que estaba terriblemente atemorizada. Se le notaba el temor en los ojos y el nerviosismo en los dedos de las manos. Parecía que la sostenían apenas unas cintitas de goma. Traté de hacerla sentir cómoda y de indagar la causa de su angustia, y poco a poco me contó su historia.

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