El maestro del Prado - WordPress.com

23 downloads 113 Views 4MB Size Report
eL MaeSTrO DeL PraDO. Un viaje sorprendente por el Museo del Prado y sus pinturas más enigmáticas. Secretos, claves, símbolos, mensajes ocultos y ...
Javier Sierra eL MaeSTrO DeL PraDO

Un viaje sorprendente por el Museo del Prado y sus pinturas más enigmáticas

Javier Sierra Javier Sierra (Teruel, 1971) es el único autor español contemporáneo que ha logrado situar sus novelas en el top ten de los libros más vendidos en estados Unidos. Sus obras se traducen a más de cuarenta idiomas y son fuente de inspiración para muchos lectores que buscan algo más que entretenimiento en un relato de intriga. Formado en el mundo del periodismo -fue director de la revista Más Allá de la Ciencia durante siete años, además de director y presentador de espacios en radio y televisión-, sus libros centrados en acontecimientos históricos han tenido una extraordinaria acogida por parte del público. es autor, entre otras, de La cena secreta, El ángel perdido, La dama azul, La ruta prohibida, En busca de la Edad de Oro, Las puertas templarias, Roswell: Secreto de Estado, La España extraña o El secreto egipcio de Napoleón. Para más información visita www.javiersierra.com

eL MaeSTrO DeL PraDO Un viaje sorprendente por el Museo del Prado y sus pinturas más enigmáticas Secretos, claves, símbolos, mensajes ocultos y profecías Javier Sierra, uno de nuestros escritores con mayor proyección internacional y uno de los más leídos en españa, propone en este libro sorprendente un viaje único por las salas del museo del Prado; un viaje que puede cambiar para siempre la percepción del arte del renacimiento y que, sin duda, se convertirá en referente indispensable para todos aquellos visitantes del Museo del Prado que quieran ver más allá de lo que muestran sus pinturas.

PVP: Nº de pág.

S

ierra, alumno y maestro a la vez, enseña el Prado en todos los sentidos, pero el escritor nunca hace las cosas como los demás. Para llevar a cabo este viaje iniciático, urde una trama apasionante que tiene como hilo conductor la presencia y las enseñanzas de Luis Fovel, un hombre misterioso al que un jovencísimo Sierra conocerá una tarde de finales de 1990 frente a La Perla, una de las mejores tablas de rafael. a partir de ese encuentro, Fovel recorrerá con Sierra las salas del museo y le mostrará las claves para desentrañar los enigmas que esconden los cuadros renacentistas, proporcionándole una serie de pautas que llevarán al escritor mucho más lejos de lo que nunca hubiera imaginado. Cuando se pintaron los cuadros de rafael, Leonardo o Tiziano, en pleno renacimiento, explica Fovel, muchos pensaban que el modelo cristiano del mundo estaba al borde del colapso, que se vivía el fin de los tiempos y no había noble, clérigo o pontífice que no estuviera atento a las profecías que recorrían el continente. Por otro lado, en una época en la que la inquisición era la celosa guardiana de la ortodoxia, los maestros tuvieron que utilizar imágenes de aspecto inocuo para transmitir los conocimientos prohibidos que les habían sido revelados por sus mecenas. Si se desconoce todo esto, afirma Fovel, es imposible penetrar en el sentido profundo de las pinturas.

Nastagio degli Onesti I, Sandro Botticelli

S

egún este maestro del Prado, la mayor fuente de inspiración de rafael y otros pintores fue el Apocalipsis Nova, un manuscrito jamás impreso que, sin embargo, tuvo gran influencia en el siglo Xvi. Nadie dudada entonces que el libro había sido dictado por el arcángel Gabriel a su verdadero escritor, el beato amadeo, y que contenía vaticinios sobre la llegada de un “Papa angélico” que unificaría a la cristiandad y prepararía al mundo para el final de los tiempos.

Ésta será la primera lección de un sorprendente recorrido por el museo a través de las ancestrales enseñanzas mistéricas que atesoraban los pintores del renacimiento. Para Fovel, la obra de rafael y las de los demás genios renacentistas, fue concebida como una puerta hacia mundo espiritual. ese arte, pues, hay que aprender a mirarlo con el alma, no con los ojos.

Sierra decide viajar a el escorial para intentar ver el ejemplar de este Apocalipsis Nova que se encuentra en la biblioteca del monasterio desde tiempos de Felipe ii. Y cuando solicita el libro, que ya es de libre acceso a pesar de haber estado oculto durante años, descubre que el mismo libro ha sido consultado por alguien solo una semana antes, cuando nunca lo había sido en muchos años.

Con esa óptica Sierra descubrirá que los famosos paneles de Botticelli, Nastagio degli Onesti, la única obra del pintor que se conserva en el Museo del Prado, cuenta una terrorífica historia de fantasmas. Y que otras obras maestras del pintor lo deben todo a las visiones del enloquecido Savonarola, un clérigo que sembró el terror en Florencia y del que el pintor fue acérrimo seguidor.

en el Apocalipsis Nova, el beato amadeo se mostraba obsesionado por la llegada del Juicio Final y conminaba a sus lectores a que estuvieran atentos a las señales. Para amadeo, cuando el final fuera inminente, la virgen se manifestaría a través de imágenes pictóricas, a semejanza de la presencia de Cristo en la eucaristía, y esos cuadros obrarían milagros por doquier, lo que explicaría la obsesión de los pintores renacentistas por las imágenes marianas.

La Gloria de Tiziano, el impresionante cuadro que se encuentra a la entrada del museo, se debe entender literalmente como una puerta para acceder al más allá. Fue un lienzo ante el que el emperador Carlos v entraba en trance y una de las pocas posesiones que se permitió en su retiro de Yuste antes de entregar su alma a Dios.

Fovel proporciona a Javier Sierra claves importantes para comprender La Perla y La Sagrada Familia del Roble -ambas de rafael-, en los que se da a entender que Jesús y Juan el Bautista fueron dos mesías nacidos simultáneamente en Galilea, un secreto sugerido una y otra vez en la iconografía de la época.

El “arcanon” del Prado

La Última Cena de Juan de Juanes esconde otro desafío intelectual y espiritual. el grial que aparece en la pintura es para muchos el verdadero Santo Grial de la Última Cena, una reliquia que se encuentra custodiada en... ¡la catedral de valencia! Juan de Juanes, además, consideraba sus tablas como entidades vivas, criaturas que podían favorecer el acceso a los mundos espirituales. Puertas también, en suma.

La Sagrada familia del Roble, rafael Sanzio

U

na tarde, cuando Javier Sierra acaba de dejar a su maestro, un hombre que dice llamarse Prada y pertenecer a Patrimonio, se acerca a él y le advierte sobre Fovel. Dice no temer lo que el maestro le enseñe, sino lo que Sierra después terminará enseñándole al mundo. Le advierte de que Fovel ya ha contado esto mismo a otros jóvenes crédulos que se volvieron locos. Sin hacer caso a las advertencias de Prada, Sierra se apresura a encontrarse de nuevo con su maestro. aunque el escritor no lo sabe, ése será su último encuentro, el más sorprendente y esclarecedor de todos. en él se le revelarán las “instrucciones de lectura” de El Jardín de las delicias del Bosco, una especie de examen de fin de carrera para quien esté interesado en los arcanos que encierran los cuadros del Prado. Felipe ii, en su lecho de muerte, mandó que lo rodearan de sus queridas reliquias, la colección más importante de la cristiandad, y de un cuadro: El jardín de las delicias, la pintura más extraña de su colección, una obra rodeada de misterios y polémica. ¿Qué sabía el viejo rey de esa composición que la Historia no ha sido capaz de explicarnos? El jardín de las delicias, afirma Fovel, fue una especie de herramienta para los fieles de un movimiento herético, los Hermanos del espíritu Libre, los adamitas, un culto que prefiguró el interés por el cuerpo humano y que surgió entre los artistas de esa época. Los adamitas espiritualizaron la erótica. No veían el desnudo como una incitación a la lu-

juria. Y qué mejor reivindicación del cuerpo humano que los personajes desnudos de este tríptico del Bosco. Tras El jardín, Fovel lleva a Sierra frente a otro inquietante cuadro: El triunfo de la muerte, de Brueghel el viejo, una suerte de pesadilla de peste y destrucción, lo que parece una extensión extrema del infierno del Bosco. Lo que algunos historiadores del arte sostienen es que estos dos pintores formaron parte de un culto milenario secreto que también esperaba la inminente llegada del final de los tiempos. Se trataba de la Familia Charitatis, un culto que dejó una huella importante en las élites centroeuropeas de ese tiempo. Y por último, el Greco, el pintor misterioso por excelencia, cuya obra La Gloria -conectada sutilmente con la de Tiziano- se encuentra en el escorial y fue su primer cuadro pintado en españa. Parece que el cuadro no gustó demasiado al monarca a pesar de contener sus iconos preferidos, incluido el monstruo que devora las almas y que, como apunta Sierra a Fovel, trastocando la relación alumno-maestro, es el mismo concepto que ya aparece en El libro de los muertos egipcio hace más de treinta siglos; quizás la tradición de la que bebieron tanto los Hermanos del espíritu Libre como los familistas. Tras esta última lección magistral, Luis Fovel se despedirá de Javier Sierra con unas enigmáticas palabras: “Debo irme, hijo, mi tiempo se cumple.”

El triunfo de la muerte, de Brueghel el viejo

P

oco después, el padre Juan Luis, el bibliotecario del escorial, le llamará para comunicarle un hecho sorprendente que acaba de descubrir. Los registros de la biblioteca muestran referencias de consultas de un tal Luis Fovel y un tal Prada realizadas en 1949 y 1934... Pero también de Fovel en 1918 y en 1902. De antes, por desgracia, no se conservan ya los registros. No hay error posible. Las firmas de las solicitudes son de la misma persona. Prada y Fovel no sólo habían solicitado el Apocalipsis Nova una y otra vez durante años y años, sino también una serie de hete-

rogéneos escritos con un denominador común: escritos sobre alquimia y también sobre la búsqueda de visiones metafísicas. Todo indica que ambos han estado inmersos en una carrera a lo largo de décadas. La sospecha de Sierra es que Fovel y Prada han estado buscando su propia fórmula para traspasar el umbral entre este mundo y el otro y que, al menos uno, Fovel, lo ha logrado. Pero ¿qué tenían que ver las pinturas con estos extraños personajes? volvemos pues al principio: Érase una vez la duda...

El triunfo de la muerte, Brueghel el viejo

Lo que el maestro esconde ¿realidad?, ¿ficción?, ¿libro de aprendizaje?, ¿novela de misterio?... Todo esto puede decirse de El maestro del Prado. Porque el libro de Sierra posee elementos tan distintos como complementarios: unos hechos novelados que el autor propone reales; un recorrido por el Museo del Prado en el que los cuadros cobran vida y sus pintores se convierten en verdaderos protagonistas de unos hechos históricos inquietantes, y una trama muy bien urdida en la que no faltan las sorpresas y los giros argumentales. Sierra invita al lector a un recorrido magnífico por las salas del Prado que pone en tela de juicio todo lo conocido sobre los evangelios, el arte y la propia Historia. El maestro del Prado es una sorprendente inmersión en las salas del museo y lo que Sierra denomina “pinturas proféticas”, obras que hablan de una historia paralela en la que los dogmas oficiales son cuestionados por el arte a través de simbolismos sólo accesibles a entendidos. a los pintores del renacimiento afirma el autor -o, mejor dicho, ese misterioso personaje que da título al libro-, se les puede considerar miembros de una especie de sociedad mística. Todo está relacionado. La mayoría de los cuadros del Prado sólo son accesibles cuando se conocen las creencias de sus autores y el contexto en el que fueron pintados. Transitar por el museo del Prado con el libro de Sierra, intentar descubrir los códigos sutiles, los mensajes equívocos que explican la verdadera intención del pintor, ese lenguaje simbólico que todos conocían entonces y que ahora se ha perdido, puede convertirse

en una experiencia única. “el arte sólo funciona cuando maravilla”, afirma el maestro Fovel, y es esa maravilla la que el lector encontrará en cada una de las páginas de este libro. Sierra ofrece una heterodoxa interpretación de los hechos históricos y de su representación artística que deja sin palabras y crea una trama cada vez más tupida que entrelaza personajes y acontecimientos sin relación aparente; un magnífico tapiz en el que la historia tal como la conocemos se trufa de una sucesión de enigmas apasionantes. ¿es La Gloria de Tiziano una puerta para acceder al más allá? ¿Puede lo invisible tomar cuerpo, convertirse en algo tangible y, por tanto, retratable? ¿Por qué Felipe ii, un monarca católico hasta el fanatismo, pidió contemplar en su lecho de muerte una pintura tan controvertida como El jardín de las delicias? rafael, Leonardo, el Bosco, Brueghel el viejo, el Greco ¿eran acaso artistas para quienes las pinturas no eran sino depósitos de un credo revolucionario que profetizaba la llegada de una humanidad nueva y, sobre todo, una vía directa de comunicación con lo invisible? Pero, ¿qué unía realmente a estos pintores? ¿Qué hay detrás de sus pinturas, qué creencias, qué mensajes esconden sus cuadros marcados por el secreto y las claves escondidas? Como es habitual en su obra, Javier Sierra realiza una erudita labor de documentación y de síntesis que enlaza como en una mag-

El jardín de las delicias, el Bosco nífica tela de araña histórica hechos en apariencia heterogéneos. Para sus seguidores éste es, sin duda, un libro imprescindible pues proporciona las claves de toda la obra del autor que, como él mismo afirma, se ha visto inevitablemente influida por los acontecimientos que relata en este volumen. es un libro que se puede entender también como una obra de aprendizaje, de maduración, la eterna relación alumno-maestro. Fovel le propone a Javier Sierra que mire el mundo sin prejuicios, que acuda siempre a las fuentes y que después decida por sí mismo dónde está la verdad. Un camino que el autor ha seguido desde entonces con pasión y que le ha convertido también a él en un maestro indiscutible, como demuestra este libro.

el arte de la memoria, el alfabeto de la muerte, el canon de los arcanos o “arcanon” del Prado, técnicas, signos, claves, sectas heréticas, pinturas con mensajes escritos para quien sepa leerlos, todos estos elementos se dan la mano en este sorprendente libro que consigue dar un enfoque nuevo y sorprendente a la historia del arte y se asoma a la cara oculta de la historia oficial. El maestro del Prado no es puramente una obra de ficción, pero se lee como una apasionante novela de intriga plagada de claroscuros, vueltas de tuerca y una documentación exhaustiva y originalísima. Javier Sierra, de nuevo, invita a contemplar la historia desde una perspectiva distinta que establece vínculos nuevos y plantea más interrogantes aún de los que desvela.

El papa León X y dos cardenales, rafael Sanzio

Para más información sobre El maestro del Prado: www.novedadesplaneta.es [email protected]