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relación de trabajo alrededor de los Escritos, que parece ser el plan para el ... Están los escritos que se llaman Escritos, y sobre esto Lacan llama la atención él .
"Los Escritos De Lacan" (*) Intervención En El Panel Con El Que Se Convocó El Seminario De Escuela "escritos", A Desarrollarse En 2004. Con La Presentación De Eva Lerner, Me Acompañaron En El Mismo Rolando Karothy Y Carlos Ruíz. En La Escuela Freudiana De Buenos Aires, El Martes 18 De Noviembre De 2003.

Ricardo Rodríguez Ponte

LUEGO DE LA INTRODUCCIÓN DE EVA LERNER Y LA EXPOSICIÓN DE ROLANDO KAROTHY: Cuando me hice a la idea de que iba a estar acá — porque la verdad es que cuando le dije que sí a Eva lo hice irresponsablemente, pero después vine a la Escuela, vi el cartel y ahí me acordé, recordé que me había comprometido, y a qué — entonces, cuando caí en la cuenta, me agarró un estado de ansiedad, podríamos decir: ¿de qué iba a hablar? Porque el tema me parecía demasiado vasto o demasiado reducido. Anduve así, en estado de perplejidad, hasta que en un momento me dije: "¿No es un poco ridículo que tenga que presentar los Escritos?". Como me escuché, eso me sirvió como una suerte de interpretación, porque ustedes saben qué es la presentación, ¿no es cierto? Es la ocasión de un brindis, la presentación de un libro. Entonces yo me dije a mí mismo: "¿por qué pensás que se espera de vos un discurso vacío?". Entonces decidí que les voy a hablar como lo que efectivamente soy, les voy a hablar como a mis amigos, con los que comparto una relación de trabajo, con algunos más, con algunos menos, pero con todos de alguna manera, como compañeros a los que convoco a una mayor relación de trabajo alrededor de los Escritos, que parece ser el plan para el año que viene en la reunión de los martes. Entonces me voy a circunscribir a unos pocos temas que me parece importante transmitirles como propuesta de trabajo. Primero, cuando hablamos de escritos... — cuando todavía no había leído la invitación que salió en el Correo, consideré el tema en tres aspectos. Están los escritos que se llaman Escritos, y sobre esto Lacan llama la atención él mismo, más de una vez llama la atención, pero recuerdo en este momento, particularmente, una intervención suya, en las Jornadas de la EFP en La Grande-Motte, donde él hace una especie de paráfrasis de otro escrito, que no aparece en los Escritos, que se llama «Introducción a una edición alemana de los Escritos». En esa ocasión, Lacan hace una paráfrasis de ese escrito. Pero antes de eso comenta que tuvo una discusión con Miller, porque Miller le quería poner otro título a Televisión. Y dice algo así: "Bueno, pero si yo lo dije

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para la televisión, me parecía lógico llamarlo Televisión; ya lo había hecho con Radiofonía, y ya lo había hecho con los Escritos, a mis escritos los llamé Escritos". Otra manera en que podemos considerar la cuestión de los escritos son los otros escritos, o sea, aquellos que no se agrupan en los Escritos, que son escritos, pero no están bajo el título de Escritos. Aunque les adelanto, si ustedes no lo saben ya, que Miller ya los sacó con el nombre, precisamente, de Autres écrits. Supongo que en algún momento ya aparecerá la traducción oficial de estos Otros escritos. Y al parecer, cuando leí mejor la propuesta del Correo, la idea no es en primer plano esos escritos, esos otros escritos, sino los escritos que se llaman, que se agrupan bajo el título de Escritos. Pero no habría que ignorar que existen esos otros escritos, de los cuales tenemos publicados Televisión, Radiofonía, Los complejos familiares, etcétera. Bueno, también... pero, digamos, hay que tomarlos en cuenta. El otro aspecto — en realidad era el que más me gustaría hablar, porque es el único sobre el que podría decir algo un poco más original, pero es el menos pertinente para la reunión de hoy, en todo caso lo dejo para lo último, si tengo tiempo: es lo que hay de escrito en los seminarios, sobre todo en los últimos seminarios, en la medida en que Lacan empieza a hablar, en determinada época, de una manera que hace que el oyente, el transcriptor incluso, deba volver sobre lo dicho, a la manera de un escrito. Hay todo un juego deliberado en el modo de hablar de Lacan que convoca a que el transcriptor ponga de lo suyo para decidir cómo transcribir lo dicho. Así... Rolando daba un ejemplo, el poâtassez, por ejemplo, del Seminario L’insu..., en la última clase de ese Seminario. Revisando distintas versiones de ese Seminario, constaté que hay cinco o seis maneras distintas de escribir eso, según el transcriptor. Lo dejo para el final, en todo caso. Respecto de los Escritos, hay como dos maneras de abordarlos, que me parecen en este momento anacrónicas, pero vale la pena aclarar. Primero, la manera que propone Lacan, cuando dice por ejemplo, que el escrito va a la poubellication — es el famoso juego de palabras entre la publication y la poubelle, que es el tacho de basura, llamado así, digamos, en honor o en recuerdo a un intendente o Prefecto del Sena que inventó o promovió esos basureros. También, incluso habla de poublier, que juega con "publicar" y "olvidar". Y también dice, recordaba recién, que sus Escritos no eran para leer. Esto es la clase que se conoce como clase tres, pero en realidad es la cuatro, de Encore, que Miller tituló La función del escrito o de lo escrito. — Bueno, les quiero decir una cosa: para mí fue una experiencia, que me sirvió mucho en mi lectura de los seminarios, la vez que me di cuenta de que Lacan a veces guitarreaba. Es como que pude empezar a leerlo de otra manera, cuando me di cuenta de eso. Yo, en ese mismo orden de experiencia, diría: Lacan es un autor, además de muchas cosas, es un autor; y como el autor no es el mejor lector de lo que escribe, digamos, no tenemos por qué creerle en las interpretaciones que produce su obra. Así como dice que sus escritos no son para leer, también, por ejemplo, en la conferencia de prensa del ’74, dice: "No - Página 2 de 8 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

los escribí para que sean comprendidos, sino para que sean leídos". O sea, no hay que darle mucha bola, me parece, en este punto, y creo que lo que hay que hacer es leerlos, y listo. ¿Con qué criterio? Al respecto ha habido, no sé cómo decirlo, toda una tesis, sostenida por Jean-Claude Milner, y reivindicada por Jean-Michel Vappereau, con pequeñas diferencias entre los dos, relativa al valor a otorgar a los escritos, en el sentido amplio, o sea, incluyendo lo que hoy llamamos los "otros escritos", respecto de los Seminarios, en el sentido de que... y esta era la pregunta, digamos, de esa obra, escrita y hablada: ¿qué sería lo esotérico?, o sea lo que se dirigía a un público íntimo y entendido, y ¿qué sería lo exotérico?, es decir, lo escrito o hablado para el gran público. Ambos autores parecen inclinarse a favor de los escritos, en el sentido de que si hay que tomar una decisión, habría que tomarla en función del escrito y no en función del Seminario. Yo pienso que, en este momento nuestro, que no es el tiempo de Lacan, sino que es un tiempo, como siempre digo, a construir, que es un tiempo que, si queremos, puede llegar a ser un tiempo de después de Lacan... pero que esto depende de nosotros, porque, como siempre digo también, "no es obligatorio ser lacanianos": ser lacanianos resultaría de una decisión, que uno puede tomar o no. Me parece que, en este momento nuestro, no tenemos por qué ponernos a elegir respecto de qué leer de Lacan. Los Escritos, los Otros escritos, y los Seminarios... y también tantas intervenciones y conferencias desparramadas a lo largo de los años. La diferencia entre lo esotérico y lo exotérico, hoy, coincida o no con la diferencia entre lo escrito y lo hablado, no me parece muy interesante, en el sentido de que no creo que lleve a ningún desarrollo decisivo. Es cierto que hay una diferencia entre ambos, y es que, en el caso del escrito, tenemos algo así como la seguridad de que es de puño y letra de Lacan, mientras que el Seminario, es resultado del azar, por decirlo así, o de tantas circunstancias, incluso en la versión más cuidada que le podamos encontrar. Mi tarea, por ejemplo, de confrontar distintas versiones de los seminarios, no siempre me lleva a decidir que hay una alternativa indubitable; muchas veces hay distintas alternativas. Esto me recuerda algo que me preguntaba una compañera nuestra, una vez que me elogiaron mucho mis traducciones, me preguntó: "pero, ¿son imprescindibles o se pueden leer las traducciones de Paidós?". Yo hoy diría lo siguiente, que es precisamente lo que le respondí entonces: no, si lo que uno quiere es tener una idea general, general y bastante acertada (ojo, no estoy descalificando con la palabra "general"), respecto de lo que hablaba Lacan, cualquier versión sirve. Haría dos restricciones, en todo caso, de lo que yo conozco: la versión castellana de Encore, que me parece horrible, llena de errores, y la versión castellana, que para colmo en algún CD-Lacan de los que circulan se me atribuye, de Problemas cruciales..., que es una versión realmente malísima, no solamente como traducción, sino porque la fuente francesa (lo digo porque pude conseguirme 4 o 5 versiones francesas de ese Seminario), la fuente francesa en la que se basa esa traducción al castellano es mala, o sea, el problema está en la fuente, y no tanto en la traducción. Entonces, más allá de esas dos restricciones, yo diría que el que quiera saber algo de Lacan, en general, sin pretender citarlo, que ahí vendría el problema en todo caso, pero como la función de la cita no es muy importante entre nosotros, yo creo que cualquier versión es legible. En todo caso, según lo - Página 3 de 8 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

que uno esté buscando, se inclinará más por una versión u otra, o por qué no, por todas. Bien, como no quería olvidarme de esto, entrando ya en la propuesta de trabajo, me parece que hay dos textos que conviene tener como ayuda a la hora de leer los Escritos, uno es el texto de Pasternak, es un poco exagerado, pero igual viene bien: 1236 errores, erratas, omisiones y discrepancias en los Escritos de Lacan en español. Para el que no maneja los Écrits, en francés, es un texto complementario que vale la pena tener; es un poco exagerado, porque se mete con la vieja Lectura estructuralista de Freud, que ya no maneja nadie, y a veces quiere partir un pelo en cuatro, pero de todas maneras es un texto que vale la pena. Otro texto que vale la pena es de un escritor, mexicano o español, que lo sacó la editorial Siglo Veintiuno, y que ahora se me borró el nombre. [Lo proporciona Carlos Ruíz] ¡Ahí está, Angel de Frutos Salvador! Que se llama: Los Escritos de Jacques Lacan: contrapone versiones de un mismo escrito, y eso es un instrumento que sirve a la hora de poder decidir por dónde acentuar la lectura. Por ejemplo, a mí me resultó muy interesante... En la primera versión del escrito sobre El tiempo lógico..., no aparecía la palabra "significante". Entonces, el hecho de que en distintas versiones o reescrituras a lo largo del tiempo vayan apareciendo o sustituyéndose distintos términos, muestra también una manera por donde Lacan se autosubraya, podríamos decir así. Distintas versiones... por ejemplo, El tiempo lógico... apareció en la revista Les Cahiers d’Art, en 1945, es una primera versión, pero después apareció en los Escritos, con notables modificaciones. Esto ocurre con casi todos los escritos, salvo el de La significación del falo, que parece que no tuvo redacciones múltiples, o por lo menos no tuvo publicaciones múltiples. Porque lo que dice Lacan, por ejemplo, en esa intervención en La Grande-Motte, curiosamente para decir que esa «Introducción a una edición alemana de los Escritos» no era un escrito — porque les aclaro, no sé cual es la diferencia — él en esa ocasión se explica diciendo: "Porque mis escritos tienen como doce redacciones, y éste, en cambio, lo escribí de un tirón" — pero cuando vamos a leerlo vemos que es tan difícil de leer cuando Lacan escribe de un tirón como cuando reescribe doce veces.

Entonces, como propuesta — a ver si te hago caso, Eva — yo creo que sería interesante, para hablar de lo que es actualidad... Digamos, lo que yo califico de actualidad, depende de lo que podríamos llamar mi diagnóstico acerca de dónde estamos como Escuela respecto de la lectura de Lacan. Este "mi diagnóstico" no tiene por qué ser compartido. Entonces, yo ¿qué indicaría, por ejemplo, como propuesta de lectura, atendiendo a lo que sería, a mi modo de ver, un síntoma de lectura o de lectura que convendría revisar? Un texto importante es el Discurso de Roma, porque en el Discurso de Roma aparece una forma, una definición del inconsciente como discurso del Otro, y como transindividual, que para mi modo de ver implica un corte tajante respecto de la topología interior / exterior que funciona en Freud con el par realidad psíquica / realidad material y/o histórica. Sobre esto voy a mantener una polémica, ya iniciada en la revista Agenda, ahora pueden leer la versión de Juan B. Ritvo, y en el número - Página 4 de 8 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

de diciembre saldrá mi respuesta. Entonces, me parece que el corte del inconsciente de Lacan, respecto del inconsciente de Freud, es un lugar donde se podría empezar a abordar una discusión de Escuela, e incluso a partir de un texto tan temprano como el del Discurso de Roma. Ni hablar de Posición del inconsciente, para mencionar otro escrito, no tan temprano, y no busquemos los últimos seminarios, en los que este cuestionamiento del inconsciente freudiano es más explícito. Otro lugar, otro escrito, que me parece que sería interesante promover a la discusión en nuestra Escuela, por la forma en que se lo lee, es el de De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis, porque me parece que ese texto ha sido reducido a la cuestión de la metáfora paterna, que quizá es una de las cosas menos importantes de ese texto. Y en combinación con ese texto, el de La significación del falo, para constatar cómo, en el plazo de dos meses entre un escrito y otro, aparece una remisión al significante fálico que no resulta de la metáfora paterna, cosa que me parece que frecuentemente se olvida, y, dentro mismo de este escrito, La significación del falo, otro punto que me parece importante para cuestionar lo que creo que es una especie de versión corriente en nuestra Escuela, es que La significación del falo es uno de los cuatro lugares de los Escritos donde aparece una definición de la Urverdrängung — otro lugar es en La ciencia y la verdad. Ahora bien, si uno lee La significación del falo y La ciencia y la verdad, y va a buscar cómo define ahí Lacan la Urverdrängung, comprueba que la represión originaria no resulta de la metáfora paterna, como me parece que circula entre nosotros como discurso corriente. Entonces, propongo esos escritos como lugar de una discusión posible, de cuestionamiento de lo que puede estar como discurso corriente entre nosotros. Bueno, dejo lo de lo escrito en el seminario para después.

LUEGO DE LA EXPOSICIÓN DE CARLOS RUÍZ

Voy a estar en desacuerdo con vos. Primero quiero precisar un punto. Hay distintas maneras de ser lacanianos. Hay una manera de ser lacanianos que es la que decía Miller, en un célebre discurso que tituló «¡Todos lacanianos!», allá por el ’79. Yo creo que, en ese sentido, sí, somos todos lacanianos; lo comprobé en unas jornadas recientes sobre lo que se llamó «El caso de la señora Oggi»: hasta los kleinianos hablan del goce del Otro. Pero me parece que es un sentido de la palabra "lacanianos" que me parece no es el correcto. Lo que me parece, es que podemos no ser lacanianos, porque no se trata de usar los significantes de Lacan, sino de decir algo que sea distinto, que tenga que ver con Lacan, porque me parece que hay perfectas maneras de usar los términos de Lacan y seguir manteniendo posiciones que son solamente freudianas, o postfreudianas, o prefreudianas, incluso francamente psicológicas. Esto me parece que depende de una decisión de lectura, que no es inevitable, que hay que - Página 5 de 8 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

decidir si uno quiere ser lacaniano o no. Pero esto es como una nota al pie de página. Tu intervención me hizo ver la conveniencia de recuperar algunas cosas que yo dejé de lado, porque dije lo que dije, pero ahora quisiera argumentar a favor de la lectura de los escritos, y concretamente de los escritos que se agrupan bajo el nombre de Escritos. Lacan hace una diferencia, digo... — Carlos se preguntaba por qué los Escritos se llaman Escritos, no tengo la menor idea, pero puedo argumentarlo. Una argumentación posible sería la siguiente. Lacan mismo establece lo que él llama escrito, como aquello que le da una preeminencia al texto, que implica un apretamiento que no le deja al lector otra entrada que la de su salida. Lo que acabo de citar son casi los primeros párrafos del escrito La instancia de la letra en el inconsciente, donde, al mismo tiempo, distingue lo que sería propio del escrito y propio de la palabra, en el sentido que la enseñanza, y estoy de acuerdo con Carlos, y Carlos está de acuerdo con Lacan, la enseñanza tiene más que ver con la palabra que con el escrito. Pero, digamos, hay una justificación de los Escritos, que yo agregaría ahora. El escrito tiene un valor formativo, es decir, forma la lectura de una manera que no la forman los Seminarios, ésta es mi opinión. ¿Por qué? Porque el escrito se autosostiene, en el escrito no decimos "lo que no entiendo lo busco en otro escrito", eso lo hacemos en el Seminario: "bueno, acá no entiendo lo que está diciendo, y entonces busco la clase siguiente del Seminario, y después...", así siguiendo. El escrito tiene como exigencia que lo que entendamos, comprendamos, leamos, o el término que le querramos poner, no puede salir de otra parte que del escrito mismo. Esto es el sentido de la preeminencia del texto. En segundo lugar, algo que me parece importante es esto. Nosotros tenemos un vicio, digo, los lacanianos, en sentido amplio, que es el de citar, citar y citar. Eso ha sido muy criticado por gente que no es lacaniana, y por los "lacanianos a regañadientes", como alguna gente que yo conozco. Se nombran lacanianos porque, para decirlo de algún modo, no les queda más remedio, pero en realidad no les gusta Lacan. Pero hay un punto final, más allá de que esto de citar y citar sea un tic, tic que sería deseable que lo dejáramos, hay un punto último donde la cita es inevitable. ¿Por qué? Porque el psicoanálisis no es una ciencia. Por eso, la referencia que hoy yo hacía a una de las apariciones de la palabra Urverdrängung en los Escritos, concretamente en La ciencia y la verdad, donde Lacan decía algo más o menos así: "Esa falta de lo verdadero sobre lo verdadero es propiamente el lugar de la Urverdrängung, y para cubrir esa falta no hay más verdadero sobre lo verdadero que unos nombres propios, el de Freud o el mío". Me parece que esa referencia última al nombre, al nombre propio, de alguna manera, también apunta hacia cierta importancia del escrito respecto del Seminario. Cuando digo importancia, no me refiero a la importancia de los contenidos, sino a cuál es el valor que tienen los Escritos... A ver, porque el escrito no es la palabra. Yo estoy en desacuerdo con Carlos, en este punto: la Respuesta a Marcel Ritter, las Respuestas de Lacan a unas preguntas sobre los nudos y el inconsciente (texto del que ustedes tienen una muy buena traducción en la biblioteca de la Escuela, que la hice yo), no son escritos, serán importantísimos como textos, pero no son escritos, son respuestas habladas. - Página 6 de 8 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

Por último, para aportar más a los escritos que se llaman Escritos, los Escritos de la edición de 1966, comportan un todo que es mayor que la suma de sus partes. Porque no solamente están ahí unos escritos 10 y 20 veces reescritos por Lacan, sino que además están agrupados de determinada manera. Lacan, con las intenciones del autor sobre las cuales ya saben lo que pienso, pero que de todas modos no se pueden desconocer, los agrupó y ordenó de determinada manera. Esto quiere decir que el texto que llamamos Escritos tiene su propio peso, su propio valor, en tanto tal, que no tienen los otros escritos, cuya agrupación, luego de la muerte de Lacan, fue porque meramente se trataba de escritos.

LUEGO DE LAS INTERVENCIONES DE EVA LERNER, ALEJANDRA RODRIGO, EDUARDO SAID, MARÍA DEL CARMEN MERONI, ALEJANDRA RUÍZ, CARLOS RUÍZ

Bueno, tres cositas breves. Primero, a mí no me agradezcan. A mi modo de entender, cuando el analista habla en la extensión, habla como analizante, es decir, como una pregunta encarnada. Es decir, yo estoy en posición de demanda, y si ustedes me agradecen me rechazan la demanda, porque toman lo que yo les digo como un don. No rechacen mi demanda, entonces, así que: no me agradezcan. Segundo, ¿qué quise decir con lo escrito en el Seminario? No es tan misterioso. Es algo que empieza a ocurrir en Lacan en determinado momento. Voy a dar un solo ejemplo porque si no, no hay tiempo. En la transcripción de la conferencia La tercera, al comienzo, por ejemplo, podemos leer lo siguiente: "En otros términos, es por ser francés que el discurso de Roma (discours de Rome) puede entenderse como discur-dromo (disque-ourdrome)". Esta última frase no la dijo Lacan. No es un error de traducción, está transcripta así, pero es obra del transcriptor. Esto lo comprobé con alguna gente escuchando la cinta de la conferencia. Es decir, esta última frase, el transcriptor necesitó ponerla para de alguna manera rehacer el efecto que Lacan había hecho hablando. Lo que Lacan dijo efectivamente fue: "En otros términos, es por ser francés que el discourdrome", con una pronunciación suficientemente equívoca, indeterminada, como para que el que escucha eso deba volver sobre lo dicho, y es en eso que digo que hay algo de escrito en la palabra — en eso consiste el efecto de letra: el significante parece de pronto funcionar como idéntico a sí mismo, por lo que se vuelve sobre él para leerlo de otro modo. En todo caso, ahí aparece la posibilidad de una u otra lectura. Ejemplos de esto, en Encore, hay montones, recuerdo el caso de j’âmais, lo que fue traducido como nuncalmás, da para hacerse un festín. Se trata de efectos de voz que Lacan producía deliberadamente, esto es lo que quiero subrayar, y por eso digo que Lacan a veces escribía hablando.

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Lo de "lacaniano" [a Carlos Ruíz], seguimos la discusión otro día, pero vos mencionaste lo del tiempo lógico, y bien: hay para esos tres prisioneros más de una manera de salir del presidio, pero sólo una resulta del tiempo lógico. Hay muchas maneras de definirse lacaniano, pero no todas son equivalentes.

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